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La Pandemia Como Posibilidad De Encontrar Una Solución A La Desigualdad Estructural En Chile Portal De Actualidad Universidad Del Bío-bío

Para la población indígena esta pandemia se suma al extractivismo que tiene sin agua a los territorios y los empobrece, además de la militarización. Esta pandemia es una más, y no solo me refiero a cuando llegaron lo españoles, sino que cuando se instalan los distintos Estados que encuentra a los pueblos indígenas sin memoria inmunológica. En conversación con INTERFERENCIA, Andrés Cuyul, quien además es colaborador en el Hospital Intercultural de Maquehue, analiza desde su experiencia cómo afecta a la sociedad indígena la pandemia. “Desde las autoridades sanitarias no ha existido ningún mensaje hacia los territorios”, afirma Cuyul, quien además es integrante de la Comunidad de Historia Mapuche. Para Andrés Cuyul Soto, académico del departamento de Salud Pública de la Universidad de la Frontera y Doctorando en Ciencias en Salud Colectiva de Universidad Autónoma Metropolitana (México), existe un abandono de las autoridades encargadas de llevar adelante las estrategias ante la pandemia desatada por el Covid-19.

Para analizar la situación actual desde la visión del trabajo social y sus diversas teorías, se consultó a la directora de la Escuela de Trabajo Social sede Chillán, Dra. Carmen Gloria Jarpa Arriagada y al jefe de carrera de Trabajo Social sede Concepción, Felipe Saravia Cortés. En materia laboral, por ejemplo, se da cuenta de lo dispar del acceso al teletrabajo, que tuvo a solo 19% del estrato social bajo con acceso al beneficio, a diferencia del 31% del medio o el 48% del alto.

Te invitamos a revisar la cobertura de ArchDaily sobre el COVID-19, a leer nuestros consejos y artículos sobre productividad en el trabajo desde el hogar, y conocer las recomendaciones técnicas para un diseño saludable para tus proyectos futuros. También recuerda revisar los últimos consejos e información sobre el COVID-19 en el sitio net de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Muchas revistas académicas han publicado números especiales sobre el COVID-19, algunos de ellos en una etapa muy inicial de la pandemia, con énfasis en la envergadura del impacto de la pandemia en la sociedad desde el punto de vista epidemiológico y en las consecuencias de esta sobre los grupos de mayor riesgo. Por razones evidentes, la producción de conocimientos provenientes de metodologías cualitativas y mixtas se vio mermada durante el primer periodo de investigación sobre la pandemia, concentrándose la investigación en el ámbito psicosocial principalmente en enfoques cuantitativos. Por ello, desde Psicoperspectivas preferimos esperar un tiempo antes de iniciar esta convocatoria, principalmente para dar espacio a las investigaciones cualitativas sobre el tema en cuestión. La reciente entrega de los resultados de la Encuesta Casen 2020 (aplicada en medio de la pandemia) nos han permitido ver la brecha de ingresos entre el 10% con mayores  ingresos y el 10% más pobre de mayor tamaño que jamás habíamos visto en Chile, desde que existen registros disponibles.

pandemia y desigualdad social

Pero también en un aumento de la mendicidad o extrema pobreza la cual se incrementara en 28,5 millones personas en solo un año, pasando de sixty seven,7 millones de personas en 2019 a ninety six,2 millones de personas en 2020. Los equipos de salud más bien bajan una respuesta estandarizada a la comunidades mapuche. A más de un mes de la pandemia, recién se están conociendo los verdaderos alcances de esto, lo que implica que como organizaciones mapuche estemos enviando más mensajes de cómo prevenir. Por ejemplo, no se ha planteado una alternativa respecto al ‘quédense en sus casas’, cuando hay gente que tiene que seguir trabajando en el campo o respecto a la alimentación saludable, porque los mensajes son cursos de cocina o yoga para que lo hagan en los departamentos de la ciudad, pero no hay mensajes para los territorios.

Concluyen que el ocio familiar ha experimentado un cambio positivo, aunque el peso de su desarrollo sigue recayendo en la figura de la madre. Desde una aproximación cualitativa, se trabajó con entrevistas semiestructuradas a mujeres madres trabajadoras y mujeres mayores. Concluyen que fueron las propias mujeres quienes generaron diversas estrategias para enfrentar la disaster paises por pobreza vivida en pandemia, sin una actuación del Estado que atendiera las desigualdades de género y edad. Con el avance del proceso de vacunación y la disminución de casos -que se produjeron de manera desigual entre los diferentes países de la región- la pandemia dio un giro hacia una nueva fase de mayor apertura y menor management social.

El objetivo del trabajo fue caracterizar los efectos socioeconómicos directos e indirectos que ha generado la disaster sanitaria en los hogares chilenos, reconociendo las particularidades de esta experiencia en diferentes territorios y configuraciones de hogares. Esto, de modo de disponer de información confiable y oportuna que sirva para el diseño de políticas públicas que entreguen una respuesta inclusiva a la disaster. En conclusión, nuestro estudio muestra un panorama general de las diferencias de género en el impacto psicológico de la pandemia en Chile. En este contexto, la pandemia intensificó brechas de género ya presentes en la salud psychological y en el mercado laboral.

Las comunas en las que viven personas más vulnerables han presentado mayores tasas de contagio, situación que se relaciona con las condiciones de vida y movilidad. El coronavirus ha afectado a comunidades mapuche de diferentes formas, partiendo por la manera de relacionarse de las familias o personas mapuche en las comunidades. Los mensajes que se han entregado son de aislamiento social y eso básicamente, desde un punto de vista cultural mapuche, anula a la persona en sí misma, quiero decir que la persona dentro de la cosmovisión mapuche se entiende en relación con otro. Por tanto, el mensaje ‘quedate en tu casa’ anula cualquier desarrollo de lo que es la persona en un lof desde la perspectiva del ser mapuche. En ese sentido, los mensajes que se entregan respecto al Covid-19 tienen que ver solamente con la dimensión biológica de la enfermedad y no con todas las implicancias que tiene un kutran (enfermedad) como este.

Recuperar con fuerza el empleo (sobre todo en grupos más vulnerables, donde debería existir un subsidio). Ser cautos en entregar muchos beneficios sociales a costa de dificultar el emprendimiento y la labor empresarial (aunque sea poco popular). Antes de querer imitar las políticas de Alemania, imitemos en parte su productividad que es menos de un tercio en Chile, para eso necesitamos focalizar en educación y capacitación de la mano de obra (¡aquí sí miremos a Alemania!). Pablo Rivera-Vargas, Raquel Miño-Puigcercós, Ezequiel Passerón y Gustavo Herrera Urizar en su artículo ‘¿Hacia dónde va la escuela? Resignificar su sentido en la period del COVID-19’ sostienen que a raíz del pasaje obligatorio a la educación a distancia provocado por la pandemia del COVID-19, el sentido y rol de la escuela han sido activamente debatidos y cuando no tensados. La nostalgia de la presencia física y la digitalización masiva de los procesos de enseñanza y aprendizaje han generado un conjunto de retos inciertos a los que habrá que enfrentar una vez que se supere la disaster.

Aun así, se debe considerar que, en primer lugar, la esperanza de vida puede ser una medida muy cruda y puede ocultar el desarrollo de procesos que no llevan inmediatamente a la muerte (por ejemplo, la epidemia de obesidad puede llevar a un incremento de diabetes y puede ser aún muy temprano para ver los cambios en mortalidad). Segundo, la disminución de esta desigualdad puede ser un artefacto estadístico del mismo rápido incremento de la esperanza de vida. Es decir, la disminución basic de la probabilidad de morir joven y la disminución de la heterogeneidad a lo largo del espectro socioeconómico pueden bien ser caras de la misma moneda, donde los grupos más desaventajados están simplemente “poniéndose al día” con los niveles de mortalidad en los grupos afluentes. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la crisis. Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han amplificado los efectos de la pandemia.

Para algunos investigadores, la pandemia también ha permitido tener un mayor tiempo para socializar los resultados de investigaciones a través de publicaciones. En relación a esto hemos podido constatar un crecimiento notable en la recepción de artículos de nuestra revista, no solo para esta sección temática de COVID-19 sino que también en la recepción de artículos libres y otras secciones temáticas. Sin embargo, cabe constatar las importantes brechas de género que la pandemia ha ido profundizando respecto de la productividad científica entre investigadoras e investigadoras, en desmedro de las primeras y con efectos sobre paises con menos pobreza en el mundo las trayectorias de científicas que recién estamos viviendo (Squazzoni et al., 2021). Rápidamente los territorios y los espacios públicos fueron militarizados y controlados generando medidas como los toques de queda y otras iniciativas de seguridad pública, que permitieron en Latinoamérica una disminución de la fuerte protesta social que se venía desarrollando desde fines del 2019 (Rivera-Aguilera et al., 2021). Al. (2021) la pandemia se transformó en una coartada que permitió una profundización de la inequidad social, generando las condiciones de posibilidad para legislar y gobernar sin mayor resistencia ciudadana.

Sendos informes del Banco Mundial y la CEPAL, actualizados al 30 de junio del 2020, dan cuenta de oscuro horizonte para las economías latinoamericanas, en el contexto de la pandemia mundial de Covid 19, que ha dejado a esta región del mundo como la más afectada. Por ejemplo, es que mucha gente que tiene que ir a Temuco a trabajar o hacer un trámite, le alcanza para una bebida con pollo asado lleno de hormonas porque no puede criar sus gallinas. Hoy en día todas las comunidades mapuche se relacionan con la ciudad, al menos en la provincia de Cautín, porque tienen que ir a comprar a la ferretería o alimentos, también ir a buscar los remedios para enfermedades crónicas o ir a cobrar una pensión, lo que es un determinante social. Como organizaciones de salud y desde el punto de vista de la salud pública, hemos venido proponiendo hace mucho tiempo que los programas deben adecuarse al territorio y no al revés, pero hasta ahora siempre son los territorios los que se adecuan a los programas. Mediante un registro que realice en Lo Espejo con la organización “Lo Espejo Surge”[1], existen al menos seventy five puntos en los que se producen alrededor de eight.000 raciones de comida a la semana. El fracaso del gobierno para controlar la pandemia tiene una explicación directa en el desconocimiento, por parte de las autoridades, acerca de las condiciones en las que vive gran parte de la población de nuestro país.

A la vez, se generó una reactivación económica importante y comenzó a hablarse de un regreso paulatino a una ‘nueva normalidad’ en nuestras vidas. También se han intensificado las movilizaciones y acciones colectivas que reconfiguran las calles, los territorios y las ciudades en diferentes países de América Latina. Sin embargo, la sociedad que emerge de la pandemia parece ser más desigual, más conflictiva y más contrastante que la que experimentamos antes de la irrupción del virus. Por ello, más que hablar de una nueva normalidad -pues la sociedad anterior tampoco era ‘normal’- es necesario identificar los desafíos que abre la nueva situación desde las políticas públicas, la investigación, el trabajo intelectual y la organización social.

La Pandemia Como Posibilidad De Encontrar Una Solución A La Desigualdad Estructural En Chile Portal De Actualidad Universidad Del Bío-bío

Esto se suma al aumento en la presión por las tareas del hogar, y el cuidado y educación de niños pequeños asociados al cierre de las escuelas. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la disaster.

Los escolares de gran parte del territorio nacional ya están disfrutando de sus vacaciones de invierno, descanso que -al igual que el año pasado- llega un par de semanas antes de lo tradicional ante el peak de enfermedades respiratorias. Los académicos de la Universidad de Chile Mariela Muñoz, Guillermo Zepeda y Cristián Rebolledo destacan la medida, comparten algunas recomendaciones y reiteran el llamado a vacunarse. La académica explicó además que en materia de trabajo no remunerado las mujeres han aumentado su cuota de labores, perpetuando la desigualdad basal entre ambos géneros, materia que es parte del contenido del segundo informe de #VidaenPandemia. Espero que, al final, se imponga un nuevo espíritu más constructivo y dialogante que nos permita redibujar el camino hacia el desarrollo de un modo más armónico y sin violencia. “Me preocupa que no tengamos conciencia de que la mejor forma de sortear esta disaster es unidos. La colaboración, confianza y cooperación son esenciales (…) No debe restarse ni excluirse nadie”, remarca la además integrante del Consejo Superior Laboral.

La pandemia del COVID-19 ha significado no solamente una emergencia sanitaria global y una grave crisis económica, sino que también ha tenido un costo psicológico desmesurado. Diversos estudios han mostrado evidencia sobre el aumento en la prevalencia de síntomas de depresión, ansiedad, estrés y estrés post-traumático en diversos países desde los primeros meses de la pandemia. También se ha observado que algunos grupos de la población han sido más vulnerables a los efectos de la pandemia. En explicit paises donde no hay pobreza, muchos de estos estudios apuntan a una diferencia de género, señalando que es más possible que las mujeres presenten este tipo de síntomas. Una de las causas es que la pandemia ha tenido un impacto mayor en sectores económicos donde el empleo femenino es más prevalente, como los sectores de hospitalidad y retail. Esto llevó a mayores tasas de desempleo, caída de ingresos, y salida del mercado laboral para las mujeres, en relación a los hombres.

Desde una perspectiva cuantitativa a nivel nacional evalúan cómo el confinamiento afectó a las actividades de ocio acquainted, recogiéndose información de 763 familias. Los resultados indican que hubo diferencias significativas en las variables de tipología de familia, la persona que cumplimenta el cuestionario y el nivel de estudios de la madre. Concluyen que el ocio familiar ha experimentado un cambio positivo, aunque el peso de su desarrollo sigue recayendo en la figura de la madre.

Antes de querer imitar las políticas de Alemania, imitemos en parte su productividad que es menos de un tercio en Chile, para eso necesitamos focalizar en educación y capacitación de la mano de obra (¡aquí sí miremos a Alemania!). Aun así, se debe considerar que, en primer lugar, la esperanza de vida puede ser una medida muy cruda y puede ocultar el desarrollo de procesos que no llevan inmediatamente a la muerte (por ejemplo, la epidemia de obesidad puede llevar a un incremento de diabetes y puede ser aún muy temprano para ver los cambios en mortalidad). Segundo, la disminución de esta desigualdad puede ser un artefacto estadístico del mismo rápido incremento de la esperanza de vida. Es decir, la disminución basic de la probabilidad de morir joven y la disminución de la heterogeneidad a lo largo del espectro socioeconómico pueden bien ser caras de la misma moneda, donde los grupos más desaventajados están simplemente “poniéndose al día” con los niveles de mortalidad en los grupos afluentes.

pandemia y desigualdad

Los banqueros centrales necesitan saber dónde dirigir la ayuda y cómo las políticas económicas más amplias —en impuestos, comercio, gasto en infraestructura y esfuerzos para combatir la inflación podrían afectar el bienestar económico de las personas. Centros de atención, centros de salud psychological, residencias de ancianos, centros de rehabilitación, servicios médicos de urgencia). Para ser elegibles para la inclusión, los participantes debían ser mayores de edad y estar empleados en entornos de atención médica públicos o privados. Roberto Aceituno, decano de la Facultad de Ciencias Sociales, e Irma Palma, profesora de esta misma unidad académica, fueron los protagonistas del último episodio de «Los expertos responden», sección de la campaña de salud psychological #Conversemos, nuestra salud mental importa, iniciativa impulsada por la Universidad de Chile, el Colegio Médico y la FECH.

La encuesta Casen 2020 muestra un aumento de la desigualdad en el contexto del Covid, con un aumento del índice de Gini de ingresos monetarios de los hogares de 0,488 observado en 2017 hasta 0,fifty one. Esta última encuesta fue realizada en condiciones extraordinarias, tanto por los efectos de la pandemia como por las transferencias del gobierno, y cabe preguntarse cuáles serán los impactos del Covid en la desigualdad en el largo plazo. Nuestro análisis muestra patentemente las inmensas desigualdades en mortalidad, sin embargo, en el diseño actual del sistema de seguridad social se considera a Chile como una estructura monolítica, ignorando la existencia de esta heterogeneidad. Una interesante discusión internacional comenta sobre la necesidad de dar cuenta de estas diferencias a la hora de fijar criterios como edad de jubilación; el no hacerlo compromete la progresividad, justicia actuarial y sostenibilidad del sistema [9,10]. Lamentablemente, aunque esta idea oxfam riqueza mundial tiene mucho sentido, el mayor desafío es la gran complejidad técnica de implementar estas características en el sistema. Los resultados anteriores muestran que, si bien ha habido grandes progresos en los últimos años, la carencia de un sistema de seguridad social que permita dar apropiados niveles de protección a toda la población significa una vulnerabilidad en tanto que nos deja a la merced de ‘shocks’ o eventos inesperados externos, como lo es en este caso una pandemia.

Es en esas regiones y pueblos, con procesos sociales autogestivos potentes, en donde tenemos la oportunidad de aprender distintas maneras de relacionarnos con la naturaleza visualizándonos como parte de ella, mirar resistencias frente al sistema capitalista y conocer formas de desarrollo integral comunitario. Pero medir el verdadero panorama de la desigualdad en la segunda economía más grande del mundo no es fácil. La brecha urbano-rural también es profunda, ya que los habitantes de las ciudades ganan 2,5 veces más que sus contrapartes en el campo.

Los trabajadores que se quedaron en el extranjero se beneficiaron de las medidas de estímulo fiscal de los gobiernos. El ADB estimó que las remesas globales crecieron US$34.000 millones en 2021, compensando con creces la pérdida del año anterior. Aquellos que hicieron sus fortunas a partir de las empresas de tecnología, en particular las que prosperaron durante los períodos prolongados de confinamiento y distanciamiento social, lideraron las ganancias. Los datos sobre la desigualdad pueden ser irregulares y lentos en llegar en el mejor de los casos. Los economistas todavía están discutiendo sobre qué sucedió exactamente en 2020 y 2021, sin considerar cómo las nuevas crisis, como la guerra y la inflación, podrían afectar las disparidades de riqueza e ingresos en el futuro.

En esta oportunidad, ambos académicos conversaron sobre los resultados del estudio #VidaenPandemia, investigación longitudinal e interdisciplinaria que monitoreará la forma en la disaster ha afectado la vida cotidiana de las personas. Pablo Rivera-Vargas, Raquel Miño-Puigcercós, Ezequiel Passerón y Gustavo Herrera Urizar en su artículo ‘¿Hacia dónde va la escuela? Resignificar su sentido en la period del COVID-19’ sostienen que a raíz del pasaje obligatorio a la educación a distancia provocado por la pandemia del COVID-19, el sentido y rol de la escuela han sido activamente debatidos y cuando no tensados. La nostalgia de la presencia física y la digitalización masiva de los procesos de enseñanza y aprendizaje han generado un conjunto de retos inciertos a los que habrá que enfrentar una vez que se supere la crisis.

Pero, aunque si lo fueran, los y las docentes se encuentran absolutamente saturados como para ofrecer la atención más personalizada que muchos de ellos requieren. Además, en muchas partes, se ha suspendido de manera abrupta el apoyo profesional especializado que se les proporcionaba. La combinación de estos factores hace que cientos de estudiantes con alguna discapacidad hayan quedado excluidos de la educación. Juan Antonio Carrasco, investigador principal del Centro, fue entrevistado en reportaje que ahonda en los aportes científicos de la Universidad de Concepción a la gestión de la pandemia del Covid en Chile, donde se presentan temas como al apoyo en infraestructura para salud pública, apoyo en diagnóstico, salud psychological de la población y desarrollo sustentable. En el caso de los niños (entre 6 y 14 años) la mayoría se concentra en los sectores de bajos ingresos de la ciudad, los que justamente tienen promedio de hacinamiento alto. Si bien, generalmente presentan síntomas leves, son un factor de riesgo debido a que operan como un vector de contagio.

En edades avanzadas usamos esperanza de vida a partir de los sixty five años, cuántos años se espera que vivirá una persona que acaba de cumplir 65 años. La evolución de la esperanza de vida y probabilidad de morir joven muestran grandes avances en los últimos 20 años, que se vieron fuertemente interrumpidos por el efecto de la pandemia. Quizá esto suena utópico, sin embargo, en aquellos lugares en donde el Estado y el sistema capitalista han resuelto no poner atención, o peor aún, ponerla únicamente para despojar y violentar, la alternativa natural ha sido resolver los problemas colectivos a partir de la autogestión y la organización comunitaria.

Los trabajadores de todas partes se apresuraron, muchos arriesgaron sus vidas, para seguir llevando el alimento para sus familias y proporcionarles techo y cuidados. Entre 2000 y 2019, los ingresos medios en las naciones más pobres aumentaron más rápido que en las ricas y el número de personas que vivían en la pobreza extremacayó de más de uno de cada cuatro a menos de uno de cada 10. Revista nuestrAmérica adhiere a la Declaración de San Francisco sobre la evaluación de la investigación, DORA y a la Declaración de México a favor del Ecosistema latinoamericano de Acceso Abierto No Comercial. El Hospital Makewe-Pelale desde marzo de 1999 está bajo la administración de una asociación indígena local, que implementó un modelo de salud intercultural que cuenta con funcionarios de medicina occidental, machis (sanadoras), gütamchefe (personas que tratan problemas de huesos y articulaciones) y personas que sanan con yerbas medicinales. En 1895 funcionaba como un dispensario de salud, pero debido a la demanda, en 1927 fue fundadado como hospital por los misioneros de la Iglesia Anglicana y recibe desde el año 1962 una subvención del Ministerio de Salud. En mayo de 2019 se iniciaron las obras del nuevo Hospital Familiar y Comunitario de Makewe de la comuna de Padre Las Casas, novena región, construcción que quedó paralizada ante la emergencia sanitaria.