En su discurso, Angel Gurría (Secretario General de la OCDE), declara que la experiencia chilena enriquecerá el acervo de la OCDE en cuestiones clave, siendo un ejemplo al combinar crecimiento económico y mayor bienestar social. Gurría comentó que Chile ocuparía un lugar que le pertenece por mérito propio, cuyo objetivo es que comparta sus buenas prácticas y políticas públicas con los demás países de la OCDE. Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día eleven clases de organizaciones de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”). Paralelamente, la desigualdad de la riqueza –incluyendo activos tales como bienes inmuebles– está alcanzando nuevos niveles. En 2013, la riqueza promedio de familias de altos ingresos era casi siete veces la de las familias de ingresos medios y casi 70 veces la de las familias de bajos ingresos.
Y otro nudo respecto a la “violencia estructural” sería; ¿quien ejerce dicha violencia? En este caso, algunos autores sostienen que la violencia estructural es ejercida por todos quienes participan de un orden social. Comenzó su exposición citando a Francisco Sabatini quien sostiene que “el espacio importa”, refiriéndose a que las condiciones materiales de las viviendas y de los entornos públicos pueden impactar en las trayectorias de vida de las personas. Se habla de un sufrimiento por abajo cuando existen poblaciones que no son visibilizados, que no tienen voz o no son escuchadas, en cambio el sufrimiento por arriba se refiere a la justificación del dolor, cuando éste es socialmente justificado como un precio a pagar para conseguir algo.
Miradas desde la filosofía, economía y ecología” es el título de la segunda sesión de los seminarios “Diálogos interdisciplinares”, instancia donde sus académicos se reúnen a conocer y reflexionar sobre sus líneas de trabajo. Política, sociedad y cultura en América Latina y Argentina de fin de siglo (pp. 53-77). La ponderación que se utiliza en este procedimiento, es determinada a partir de la varianza que tiene asociada la estimación directa de pobreza obtenida desde la Encuesta y de la varianza proveniente de la estimación sintética. Mientras más pequeña sea la varianza asociada a la estimación directa, mayor será la ponderación que se le otorgará a esta estimación en la determinación de la tasa de pobreza y viceversa.
Respecto del año 1994 las regiones que mejoran son Magallanes, Aysén, Coquimbo y Antofagasta. Por su lado, mantienen su posición relativa, las regiones Metropolitana, de Los Lagos, de La Araucanía, del Biobío y del Maule. Mientras que bajan de posición relativa las regiones de Tarapacá (aunque continúa dentro de las con mayores logros de desarrollo humano), Atacama, O’Higgins y Valparaíso.
Los datos regionales, como años de escolaridad promedio y analfabetismo, se obtienen a partir de la Encuesta CASEN. A nivel territorial, el (Gráfico 5) expone las diferencias interregionales en ambos tipos de pobreza. Las regiones con menos personas en situación de pobreza, tanto por ingresos, como multidimensional son Magallanes, Antofagasta y Aysén.
Asimismo, hay una diferencia promedio de un año de escolaridad dependiendo de si pertenece o no a una etnia, siendo el promedio de 10,1 años para la población indígena y 11,1 para la no indígena. Los años de escolaridad promedio en Chile han tenido una favorable evolución en el tiempo. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990. En 2014 el promedio fue de 9,eight de organización años, por debajo de la educación obligatoria en el país (12 años) y de los años de escolaridad esperada de acuerdo con el PNUD (15,2 años para 2014). El país busca facilitar cada vez más el acceso a estudios superiores, de hecho la política pública pretende que a través de becas y créditos la educación esté al alcance de la población económicamente más vulnerable. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer en este ámbito tan importante para la equidad.
Por su parte Ignacio Fernández presentó su estudio sobre desigualdades ambientales, es decir, cómo los recursos ambientales se distribuyen en el territorio y cómo esas desigualdades están asociadas a segregación y eso puede generar un círculo vicioso. Finalmente, Manuel Llorca explicó cómo se trata la desigualdad desde la economía. Usos, limitaciones y potencialidades para el diseño de políticas de desarrollo y de población [Ponencia]. En el caso de Chile, estos indicadores son calculados para los ingresos autónomos, es decir, los ingresos de provienen de la propiedad de los factores productivos, y para los ingresos monetarios, es decir, incluyendo las transferencias provenientes del Estado. Lo anterior permite visualizar la capacidad que tienen estas transferencias para reducir la desigualdad. La Canasta Básica de Alimentos (CBA) refiere a un conjunto de bienes alimentarios que se utiliza como base para definir el valor de la línea de pobreza y línea de pobreza extrema por ingresos.
Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. MSc en Crítica, Curatoría y Prácticas Conceptuales de la Arquitectura, GSAPP, Columbia University (EE.UU., 2012). El trabajo de Moore ha sido expuesto a nivel internacional y publicado en diversas revistas y periódicos, incluyendo Artforum, Future Anterior, y Avery Review (averyreview.com), donde también es editor adjunto. Moore es Director Adjunto del Temple Hoyne Buell Center for the Study of American Architecture (Columbia University, EE.UU.). Fair Market Rent representa el 40 % de los alquileres (incluyendo el contrato de alquiler y servicios públicos) para las unidades típicas de calidad estándar.
Las características y atributos del concepto de género1 tienen puntos en común, aunque se diferencian culturalmente en cada sociedad. La construcción social del género responde entonces a un conjunto de atributos asumidos, incorporados y reiterados que adoptamos, ciertamente, con la expectativa de cumplir las exigencias sociales de identificación y pertenencia de género definidas socialmente2. En el caso explicit de la región de Atacama, y de acuerdo a esta nueva metodología, existiría un 26,2% de pobreza multidimensional y un 7,3% de pobreza por ingresos. El incremento de los llamados campamentos es el reflejo de la cruda realidad de la pobreza en Chile. Específicamente en la tercera región, y según datos del Ministerio de Desarrollo Social, el número de personas que viven en campamentos en condiciones de precariedad aumentó de 1.118 familias en el año 2011 a 2.303 familias en el año 2013, es decir ha tenido una tendencia creciente en los últimos años.
Dada la naturaleza mercantilista de los programas, las restricciones en términos de ingresos y costos (elementos de la percepción de ‘asequibilidad’) no son permanentes. Su caducidad puede llegar tan pronto como 15 años después de completada (el mínimo estipulado por lihtc) o tan tarde como 50 años después (el objetivo fijado por el estado de Oregon). En otro ámbito, la conformación de los equipos de trabajo es otro de los aspectos afectados por la introducción de un enfoque de género. Asegurar que las mujeres tengan acceso a participar en todas las instancias, incluyendo las de poder, debe responder a un esfuerzo sostenido por cambiar los estereotipos ocupacionales por género. En cuanto a las unidades productivas, este aspecto debe también reflejarse en la promoción de la participación equitativa de hombres y mujeres.
La desigualdad se toma la opinión pública Para el sociólogo y académico de la Facultad de Administración y Economía de nuestra Universidad, Alberto Mayol, lo más relevante de la consulta “es que la desigualdad se tomó la escena actual del país”. “La población considera, además, que la educación está agravando la desigualdad y eso, a su vez, genera una orientación al conflicto social”, explicó el sociólogo. “En las encuestas realizadas previamente en la Universidad, hemos visto que la desigualdad siempre ha sido un tema relevante, pero se ha incrementado la presencia de este factor.
De acuerdo con Donoso (2014), los gobiernos de la Concertación, principalmente desde la vuelta a la democracia, han tomado la inequidad como “espíritu de lucha”, por lo que se han implementado una serie de políticas redistributivas (tales como la reforma educativa y tributaria), sin embargo, acorde con el autor, los gobiernos han fallado en este objetivo. Además de los indicadores de desigualdad conocidos, recalca que la sociedad, actualmente, valida más la desigualdad que hace 30 años. Asimismo, la percepción de este autor es que las políticas redistributivas, más que abogar por una verdadera equidad, buscan beneficios adicionales, como la perpetuación del poder político-económico. Asimismo, se aplica la misma metodología, pero para estudiar la convergencia de la desigualdad del ingreso regional. Se analiza el índice de Gini al inicio del período frente a la variación promedio anual del Gini. Se observa una pendiente negativa en ambos períodos, demostrando que las regiones que son más desiguales al comienzo, han sido capaces de reducir en mayor cuantía sus niveles de desigualdad (Gráfico 13, a y b).
El PIB per cápita ha sido ampliamente estudiado en la literatura que relaciona el crecimiento económico con la desigualdad de un territorio. Comenzando por Kuznets (1955), cuya teoría sostiene que cuando una economía comienza a crecer, también lo hacen las disparidades, hasta llegar a un cierto punto de desarrollo, donde a pesar del mayor crecimiento económico, las desigualdades van disminuyendo, tomando la forma de una U invertida. Por su lado, la Nueva Geografía Económica plantea que las desigualdades entre regiones pueden mantenerse en el tiempo e incluso crecer junto con la economía de un país, al existir un centro que aprovecha los mayores beneficios del crecimiento, mientras que las regiones de la periferia pierden esa oportunidad (Merchand, 2009). La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.
La pobreza multidimensional en 2015 se vio afectada principalmente de las dimensiones trabajo y seguridad social y educación (31,1 y 25,8% respectivamente). Lo primero para tener en cuenta es que el diseño e implementación de cualquier política, programa o estudio, ya sea en el sector urbano o rural, en la práctica tiene un impacto diferenciado sobre los diferentes sujetos sociales, es decir, las políticas no son neutras en términos de impacto. Por ejemplo, una misma medida afectará de manera diferente a grandes, medianos o pequeños productores. Así mismo, al inside de cada grupo, por ejemplo el de pequeños productores, estos impactos variarán dependiendo de la disponibilidad de activos, ubicación geográfica, potencial productivo, condiciones agroecológicas, nivel cultural, inserción en el mercado, fuente de ingresos, tipo de jefatura del hogar. La definición de políticas debe también considerar que dentro de este grupo heterogéneo se encuentran las mujeres, los jóvenes y diferentes etnias con sus propias potencialidades y necesidades particulares, que deben ser tomados en cuenta para aprovechar sus potencialidades y resolver sus problemas, con las acciones apropiadas a cada uno de ellos. Es lamentable ver que a nivel de desigualdad del ingreso, medido a través del índice de Gini, índice 10/10 o índice 20/20, las regiones del sur suelen encontrarse en una posición desfavorecida versus las regiones nortinas.