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Pobreza, Desigualdad Y Desarrollo: Discusión Desde El Enfoque De La Capacidad

Esta medida utiliza el hogar como la unidad de identificación, lo que significa que los indicadores se definen a nivel del hogar y todos los miembros comparten el mismo estatus de privaciones. Erradicar la pobreza extrema para todas las personas en todo el mundo para 2030 es un objetivo elementary de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. La pobreza extrema, entendida como el hecho de sobrevivir con menos de 2,15 dólares por persona al día según la paridad del poder adquisitivo de 2017, ha experimentado descensos notables en las últimas décadas. Sin embargo, la aparición de la COVID-19 marcó un punto de inflexión, al revertir estos avances, ya que el número de personas que viven en la pobreza extrema aumentó por primera vez en una generación en casi 90 millones con respecto a las predicciones anteriores.

Este índice es una medida multidimensional agregada y world que se puede desglosar para mostrar qué personas están experimentando la misma privación al mismo tiempo. Esto es posible porque la construcción del IPM comienza a nivel de individuo o de hogares, y construye un perfil de sus privaciones para cada dimensión e individuo. Por el contrario, las medidas compuestas solo ofrecen una comprensión indirecta de los vínculos entre dimensiones porque combinan diferentes indicadores agregados que pueden provenir de diferentes encuestas. Por último, pero no menos importante, está el concepto de desigualdad que se refiere a cómo ciertas variables se distribuyen entre individuos, grupos de personas o países. En este artículo se presentan nuevas definiciones de conceptos como «desarrollo humano», «pobreza» y «desigualdad», definiciones estrechamente vinculadas a la diversidad de propiedades que atañen al bienestar.

La pandemia de COVID-19 arrastró a millones de personas a la pobreza extrema y destruyó empresas y trabajos acrecentando las desigualdades en materia de ingresos, empleo y derechos, e intensificando la discriminación y hostilidad hacia las mujeres, los migrantes y los refugiados. Entender que la pobreza del tiempo en las mujeres tiene raíces profundas en las estructuras sociales y económicas es fundamental para tener transformaciones significativas en un sistema que, generalmente, nos mantiene cansadas. Históricamente, comprender que la división sexual del trabajo, de acuerdo con Silvia Federici, nos ha colocado en el lugar reproductivo y de cuidado de un sistema social que sólo reduce la calidad de vida individual que podemos tener en nuestra vida cotidiana. La doble jornada, y su consecuente carga psychological, limita los tiempos disponibles para el autocuidado, la educación continua y desarrollo private. La reproducción del Capital desde una mirada feminista (2021), plantea que el 53% de las mujeres chilenas que desempeñan labores remuneradas o no, experimentan lo que se denomina “pobreza del tiempo”, en contraste con el 36% de los hombres.

El sector privado tiene un papel crucial que desempeñar a la hora de determinar si el crecimiento que genera es inclusivo y contribuye a la reducción de la pobreza. Por ejemplo, ha permitido el acceso al agua potable, ha reducido las muertes causadas por enfermedades transmitidas por el agua y ha mejorado la higiene para reducir los riesgos para la salud relacionados con el consumo de agua no potable y la falta de saneamiento. Unos sistemas sólidos de protección social son esenciales para mitigar los efectos y evitar que muchas personas caigan en la pobreza. La pandemia de la COVID-19 tuvo consecuencias económicas tanto inmediatas como a largo plazo para personas de todo el mundo y, a pesar de la expansión de la protección social durante la disaster de la COVID-19, el fifty five % de la población mundial (alrededor de 4000 millones de personas) está completamente desprotegida.

pobreza y riqueza

Por ejemplo, si consideráramos el caso de cuatro hogares y seis indicadores, el tamaño de la matriz sería 4×6 (es decir, cuatro filas y seis columnas). La primera celda [1,1], representaría el nivel de logro del hogar 1 en el indicador 1; la segunda celda en la primera fila [1,2], representaría el logro del hogar 1 en el indicador 2, y así sucesivamente. 5 El método AF también se ha utilizado para desarrollar un índice de empoderamiento de las mujeres, el índice de felicidad nacional bruto de Bután y medidas de bienestar. Esta última incluye, además de los ingresos, activos financieros, propiedades, tierras, yates o cualquier activo que forme parte del patrimonio. En cuanto a las soluciones de la pobreza encontramos una situación related a la de las causas. Dependiendo del territorio donde se pretenda corregir este problema, será necesario llevar a cabo una serie de medidas u otras.

Finalmente, otras medidas captan la base de la distribución o la proporción de la población que presenta un nivel inaceptablemente bajo de logros, con relación a unos patrones prestablecidos. La aparición del enfoque de capacidad de Sen como un nuevo paradigma para entender el desarrollo humano, la pobreza y la desigualdad significó un cambio en las medidas utilizadas para captar estos conceptos. El desarrollo ya no se concibe ni se mide como PIB o renta per cápita, las medidas monetarias de pobreza ya no son suficientes y la desigualdad se está extendiendo a otras dimensiones (Drèze y Sen, 2013).

Los veteranos expertos en desigualdad Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, ambos de la Universidad de California, Berkeley, y Thomas Piketty, de la Escuela de Economía de París, coordinaron el informe con Chancel. “La pandemia confirmó que los altos niveles de desigualdad debilitan la capacidad de resistencia de las personas y las empresas frente a las crisis”, afirmó. Del mismo modo, señalo que a causa de la pandemia de COVID-19, la inestabilidad de los empleos y los ingresos, las condiciones de trabajo insalubres e inseguras y la falta de protección social provocaron un impacto desproporcionado en estos trabajadores, que vieron cómo sus ingresos se reducían en un 60% en 2020. Por ello, señaló que crecieron las desigualdades en materia de ingresos, empleo y derechos y que también se intensificó la discriminación y hostilidad hacia las mujeres, los migrantes y los refugiados. El 10% más rico de la población mundial se lleva actualmente el 52% de la renta mundial, mientras que la mitad más pobre obtiene el 6,5% de la misma informó este martes la subdirectora basic de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 muestra que reducir la desigualdad implica tener en cuenta la variedad de sus contextos.

El nivel de vida va de acuerdo a los niveles de ingreso que se tiene por persona, si bien esta persona no tiene buenos ingresos económicos, habrá carencias para vivir dignamente, al menos con los servicios básicos para garantizar el bienestar. En el mundo, 1.400 millones de personas sufren pobreza extrema y casi 900 millones sufren hambre, no tienen acceso al agua potable y a otros servicios básicos como la salud y la educación. Por ejemplo, en países como Turkmenistán, Bosnia Herzegovina, Barbados, Uzbekistán y Azerbaiyán, el 30 por ciento o más de los pobres del IPM son indigentes. En basic, las tasas de indigencia tienden a ser inferiores a las tasas de pobreza de 1,ninety dólares/día. Pero la indigencia es notablemente superior a la pobreza por ingresos en algunos países, como Pakistán, Mauritania, Sudán, Gambia, Chad, Etiopía, Níger y Sudán del Sur. Este hallazgo destaca la importancia de medir y combatir la pobreza en todas sus formas y dimensiones.

Además de la desigualdad de ingresos en la etapa de la adultez, existe también la desigualdad por género, edad, discapacidad, raza, clase, etnia, religión, y en oportunidades, que usualmente se manifiesta durante diferentes etapas, empezando por la niñez, según los Indicadores de Desarrollo del Banco Mundial. Si deseas obtener más información sobre cómo combatir la pobreza y promover la igualdad, te animamos a participar en proyectos y organizaciones que trabajan en este ámbito y a compartir esta información con tu comunidad. «Hay estudios que muestran que en países más homogéneos en términos de raza y etnia hay una red de seguridad más robusta, porque las personas ven a otros como parecidos a ellos y es más probable que estén dispuestas a ayudar», agrega.

Una vez que ese trabajo desaparece, las posibilidades de mantenerse a flote son muy escasas. ¿Qué tienen en común el chofer de un hack cab sin licencia en Nueva York, una costurera a destajo que trabaja desde su casa en Mumbai y un vendedor ambulante de tortilla en la Ciudad de México? Todos ellos son miembros de la economía subterránea, un mercado no regulado vagamente definido sin obstáculos por impuestos, permisos gubernamentales o protecciones humanas. Las estadísticas oficiales antes de la recesión mundial postulan que la economía subterránea representaba más del 50 por ciento del trabajo no agrícola en América Latina; la cifra llegó hasta el eighty por ciento en partes de Asia y África (Chen 2001). Un artículo reciente en el Wall Street Journal analiza los desafíos, parámetros y sorprendentes beneficios de este mercado informal. Los salarios que se ganan en la mayoría de los empleos de economía clandestina, especialmente en las naciones periféricas, son una pittancia — unas pocas rupias por una pulsera hecha a mano en un mercado, o tal vez 250 rupias (5 dólares estadounidenses) por un día de ventas de frutas y verduras (Barta 2009).

Pobreza, Desigualdad Y Desarrollo: Discusión Desde El Enfoque De La Capacidad

Este tipo de medidas reflejan la igualdad o desigualdad en la distribución de logros para una población concreta. Finalmente, otras medidas captan la base de la distribución o la proporción de la población que presenta un nivel inaceptablemente bajo de logros, con relación a unos patrones prestablecidos. La aparición del enfoque de capacidad de Sen como un nuevo paradigma para entender el desarrollo humano, la pobreza y la desigualdad significó un cambio en las medidas utilizadas para captar estos conceptos.

porque la pobreza

Esta lista se elabora en base a parámetros como el PIB, el nivel de industrialización, el ingreso per cápita, la natalidad, la esperanza de vida, and so forth. Por eso se prefiere la medición en términos del Índice de Desarrollo Humano propuesto por la ONU, en el que se toman en cuenta otros factores como el margen de alfabetización, el acceso a servicios básicos (como el agua o la electricidad.), el acceso a la salud, entre otros. La pobreza es uno de los principales males sociales del mundo y a ella se atribuyen otros flagelos y dificultades en el desarrollo de las naciones, así como la construcción de un mundo de profundas desigualdades. Enfrentar la pobreza es una cuestión de justicia social, que nos compete a todas y todos, para garantizar el desarrollo sostenible y equitativo de la comunidad.

Debido a que la falta de datos confiables se asocia con un bajo crecimiento de los ingresos de los más pobres, la situación podría ser aún peor que la que se observa actualmente. El crecimiento del 40 % más pobre de cada país es el dato clave para predecir los avances respecto del segundo objetivo del Banco Mundial, de impulsar la prosperidad compartida. Entre 2010 y 2015, los ingresos del forty % más pobre aumentaron en el seventy seven % de los países para los que se dispone de datos. La pobreza no se trata solamente de la falta de ingresos, sino también de la privación del acceso a los derechos necesarios para poder disfrutar de un nivel de vida adecuado. La pobreza dejó de ser parte central de la discusión pública en Chile y podría haber buenas razones para ello. Las estrategias para llegar a los menos favorecidos deben diseñarse según el contexto de cada país, considerando los últimos datos y análisis, y las necesidades de la población.

Las privaciones más comunes a las que se enfrentan los niños son el combustible para cocinar, el saneamiento, el suelo, la desnutrición y la electricidad (figura 3). En primer lugar, se diferencian en la población concreta que pretenden medir, es decir, la población de un estado, país, región o un subgrupo specific. Algunos indicadores se centran en el tamaño o el nivel common de logros entre la población analizada. Por ejemplo, podemos calcular el total de ingresos o el complete de años de escolarización de cada individuo de la población. Siguiendo el ejemplo, calcularíamos los ingresos per cápita o el promedio de años de escolarización de la población.

La División realiza actividades que ayudan y facilitan a los gobiernos una aplicación más efectiva de los compromisos adquiridos y las políticas adoptadas en la Declaración de Copenhague sobre Desarrollo Social y las nuevas iniciativas sobre Desarrollo Social. Por ejemplo, el colonialismo de las potencias europeas, que saquearon y sometieron a los demás continentes, puede verse como un factor causante de que sus antiguas colonias entraran al mundo moderno en condiciones desiguales, de falta de recursos, poblaciones diezmadas por la guerra de independencia. La pobreza siempre ha existido, desde las sociedades tempranas, ya que es consecuencia del reparto desigual de las riquezas, cosa que parece anidar en el seno de las sociedades humanas desde siempre.

El hecho de que no es fácil conseguir que el gobierno se encargue de esto concuerda con el razonamiento que estamos presentando. La cuestión es si podemos estar seguros de que en los casos en los que el gobierno no lo haga, los pobres puedan conseguirlo por sí solos, es decir, que sean capaces de salir adelante sin recurrir a nadie, únicamente con una pequeña ayuda procedente de las organizaciones de microcrédito. Muchas personas de la comunidad de Seva Mandir consideraron que si bien esto podría hacer que los profesores acudieran más a sus puestos de trabajo ello no repercutiría en el rendimiento escolar. Pero, de hecho, hizo que las puntuaciones de las pruebas de evaluación aumentasen en una variación estándar nada despreciable del 0,17, lo cual puso de manifiesto que los alumnos salían beneficiados cuando los profesores se esforzaban más. El hecho de que estos ingresos adicionales lleguen en forma de alimentos puede que ayude, pero sólo si los 20 kilos de cereales que la familia recibe de los TPDS suponen una cantidad superior a la que habría podido comprar, lo que, se mire como se mire, parece altamente inconceivable.

Las aspiraciones normativas pueden ser loables, pero habitualmente se observa una variación considerable en lo que respecta a concretarlas plenamente y en los grupos que se benefician con ellas. Por ejemplo, a nivel local, los grupos que tienen menos influencia en una comunidad podrían no llegar a tener acceso a servicios básicos. Es clave plantear estrategias de implementación que puedan responder de forma rápida y flexible para cerrar estas brechas. Las desigualdades en materia de ingresos, educación y oportunidades están interconectadas y se deben encarar de manera conjunta. Reducir las desigualdades de oportunidades y de ingresos entre las personas, las poblaciones y las regiones puede fomentar la cohesión social y aumentar el bienestar common.

Ello lleva a la aparición de problemas a varios niveles, entre ellos la desnutrición infantil, así como la expansión de epidemias y enfermedades, especialmente en las áreas rurales. En los países que sufren un conflicto armado desde hace años, como Siria, el Yemen, Sudán del Sur o Nigeria, la población tiene más dificultades para recuperar la normalidad, trabajar y acceder a servicios básicos. Para contribuir a los bienes públicos y mantenerlos, se necesita una amplia cooperación y coordinación.

La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles. Entre las distintas manifestaciones de la pobreza figuran el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud. En 2015, más de 736 millones de personas vivían por debajo del umbral de pobreza internacional. Actualmente, alrededor del diez por ciento de la población mundial vive en la pobreza extrema y tiene dificultades para cubrir sus necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso al agua y al saneamiento, entre otras cosas. Hoy en día, hay 122 mujeres de entre 25 y 34 años que viven en la pobreza por cada a hundred hombres del mismo grupo de edad, y más de one hundred sixty millones de niños corren el riesgo de seguir viviendo en la pobreza extrema en 2030. Dado el enorme tiempo que lleva y lo meticuloso que hay que ser a fin de obtener un indicador exacto de la pobreza basado en la renta o el consumo, quizás no nos sorprenda que la mayoría de los gobiernos de los países en vías de desarrollo opten por estimaciones más aproximadas y un enfoque simplificado.

El Índice de Capital Humano (ICH) está diseñado como indicador de la productividad futura de la mano de obra de un país y va más allá de los años de escuela. Con la medición de la pobreza multidimensional procuramos ampliar nuestros conocimientos sobre la pobreza dando cuenta de las privaciones no monetarias, entre las que se incluye el acceso limitado a la educación y los servicios públicos. Ambas iniciativas comparten el objetivo de ampliar nuestras mediciones para incorporar elementos del capital humano antes ignorados, pero reflejan conceptos muy diferentes. Específicamente, el ICH se centra en el potencial productivo del capital humano de la próxima generación, mientras que la medición de pobreza multidimensional muestra la medida en que la población precise sufre privaciones en el área del capital humano.

Pobreza, Desigualdad Y Desarrollo: Discusión Desde El Enfoque De La Capacidad

Con estrategias indirectas me refiero a aquellas que trascienden al sector exclusivo de la salud, pero cuyas consecuencias acaban impactando en los indicadores de salud y bienestar de la población. Un claro ejemplo es el fortalecimiento basic de la protección social, cuyo objetivo es garantizar el bienestar de las personas y protegerlas de riesgos derivados de su condición individual, como pueden ser el desempleo o la vejez, pero también estructurales, como la pobreza18. Existen evidencias sobre el impacto de este tipo de estrategias y las consecuencias positivas para la salud de la población, como la reducción de la mortalidad por desnutrición en menores de cinco años19. Esta situación demanda respuestas integradas de políticas, capaces de crear sinergias entre diferentes sectores, haciendo uso eficiente de los limitados recursos disponibles, en búsqueda de objetivos comunes. Mantener una mirada amplia e integrada de la salud y la protección social, teniendo en cuenta la matriz de la desigualdad social y los determinantes sociales de la salud es clave para no dejar a nadie atrás en la senda del desarrollo en América Latina.

En las últimas décadas se han registrado avances importantes en el estado de salud de la población de América Latina que hoy en día vive vidas más largas y sanas en comparación con períodos anteriores. Las desigualdades en salud se evidencian en marcadas diferencias en el acceso a servicios para la prevención, la detección y el tratamiento de condiciones de salud, segmentación en la calidad de dichos servicios, y en última instancia, en sus resultados. Considerando las herramientas, los recursos y los avances tecnológicos en el campo de la salud con los que contamos hoy, el buen estado de salud debe estar al alcance de todos y las desigualdades en salud no son aceptables. Como bien sugiere Barona «no son los países con mayor índice de riqueza los que aportan mejores indicadores de salud, sino aquellos que son más igualitarios»10. La salud no es sólo una cuestión de rentas, sino también de acceso a factores que influyen en la cohesión social. Uno de los objetivos cardinales que se plantea la Unión Europea como meta es conseguir la integración política y económica de todos los países que la conforman, con el fin de conseguir la paz, la cohesión social y el progreso, pero la existencia de desigualdades entre sus miembros representa una barrera para su consecución14.

Pero no solo existe una concentración económica en Chile, sino también política, poblacional, de los recursos y del sector industrial. En consecuencia, el país se encuentra en una época de constantes protestas sociales de diversa índole y es cada vez más frecuente que las regiones se manifiesten en contra de un Gobierno central, que no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de un territorio tan heterogéneo como Chile (Mieres, 2015). Es imperativo que la distribución de la riqueza en Chile sea más equitativa; que el crecimiento económico sea más inclusivo y que se facilite la movilidad económica y social de la población chilena.

Si el salario de una persona es el equivalente a 900 USD al mes en Inglaterra, es posible que su situación económica sea distinta al de una persona que tiene ese mismo salario en México, Venezuela, Bolivia o Costa Rica. Sin embargo, si una familia en Londres carece de vivienda digna, alimentos y servicios básicos, y lo mismo ocurre con una familia en Ciudad de México, se puede afirmar que ambas están en una condición de pobreza. Los ingresos de una familia son insuficientes para alimentar a los hijos en edad escolar y pagar su formación y materiales educativos. De otra parte, tendría que crecer el número de actores involucrados en el proceso de universalizar la salud, para que todos los individuos se sintieran corresponsables del cambio y se pudieran alcanzar soluciones más equitativas con mayor participación social17. Adorni señaló que “no se puede dialogar con gente que intenta parar el país y (el paro) muestra un costado bastante antidemocrático”.

5 El método AF también se ha utilizado para desarrollar un índice de empoderamiento de las mujeres, el índice de felicidad nacional bruto de Bután y medidas de bienestar. Un total de 1,forty five billones de personas de los 103 países cubiertos por el IPM Global 2017 son multidimensionalmente pobres. Este índice parcial transmite información relevante sobre la pobreza multidimensional, ya que los hogares que experimentan privaciones simultáneas en una fracción mayor de dimensiones tienen una más intensidad de pobreza que otros con menor intensidad. El IPM Global es una adaptación explicit de la ratio de recuento ajustada (M0) propuesta en Alkire y Foster (2011) y elaborada en Alkire et al. (2015). La metodología Alkire-Foster (AF) establece un marco general para medir la pobreza multidimensional, aunque también se adecúa para medir otros fenómenos (Alkire y Santos, 2013).

En los informes del Ministerio de Desarrollo Social se suele calcular este ratio utilizando el promedio del ingreso autónomo complete del hogar; otros estudios utilizan el ingreso autónomo de las personas, con el objeto de medir la desigualdad proveniente del mercado. Sin embargo, en este estudio se ha optado por utilizar el ingreso autónomo de los hogares, por ser la metodología que seguirá utilizando la CASEN, al considerarse más realista respecto de la situación social de las familias chilenas y por ser de gran utilidad para la aplicación de la política pública. Con la publicación del HIDR, la OMS hace un llamamiento a los países para que adopten el seguimiento rutinario de la desigualdad en materia de salud, pongan a disposición del público datos desglosados, amplíen la recopilación de datos y aumenten la capacidad de análisis y presentación de informes.

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También existe evidencia sobre cómo el virus se cobró más víctimas mortales entre personas de zonas pobres y población afrodescendiente26.Por otro lado, desde hace algunos meses ya circulan evidencias de los posibles impactos de la pandemia en la salud de mujeres y niñas27. A partir de la reorganización que atravesaron los sistemas de salud y las medidas de confinamiento ampliamente implementadas por los países, se han visto afectados servicios ambulatorios de salud y, en consecuencia, el suministro de métodos anticonceptivos. Y ello repercute inevitablemente sobre el aumento de embarazos no deseados, embarazos adolescentes, enfermedades de transmisión sexual, exposición a abortos inseguros, entre otros. Más allá de esas desigualdades propias de cada modelo, se puede identificar una serie de desafíos que los atraviesan en mayor o menor medida a todos y que acaban impactando en la desigualdad en el acceso.