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Prevalencia Y Factores Relacionados Con Desnutrición En La Primera Infancia Colombia Año 2018 A 2020

Según datos del Mapa Nutricional 2020, la desnutrición infantil en Chile aumentó a un 2,6% en 2020. Un alza de 0,eight puntos porcentuales que los expertos miran con atención y que atribuyen a la disaster económica generada por la pandemia. Es muy probable que con cesantía alta y con bolsones de pobreza en algunos sectores, se hayan generado las condiciones“, analiza Paolo Castro, director de la carrera de Nutrición de la Universidad Central. El proceso de crecimiento y desarrollo del organismo, se implementa de acuerdo al programa genético contenido en el DNA, pero para que este se exprese en su totalidad, requiere de un constante abastecimiento de calorías y nutrientes que satisfagan la demanda del rápido crecimiento y desarrollo de los primeros períodos de la vida.

El otro mas tardío, pero específico, detecta al invasor por alguna proteína específica que cubre su superficie, procediendo a destruirlo mediante anticuerpos producidos por sus células inmunológicas (sistema inmunológico adaptativo). Se trata de dos complejos sistemas que trabajan coordinada y eficazmente, pero que requieren de un adecuado abastecimiento de nutrientes y un significativo aporte calórico, que se ha estimado entre el 15 al 20% del gasto calórico basal. El desnutrido, al carecer de reservas calóricas, como en una «economía de recesión», ajusta el gasto, priorizando sus necesidades vitales, a expensas de gastos menos urgentes, como pueden ser los de defensa, con lo que necesariamente se resiente el sistema inmunológico. Es por ello que un niño desnutrido al vacunarse tiene una menor respuesta antigénica, que se traduce en una menor producción de anticuerpos (5,10).

Lo mismo pasa en la Junaeb, que ha hecho intentos por mejorar pero hay un tema de costo de por medio, porque la alimentación con más proteínas, verduras y frutas es más cara. Es mucho más barato un flan que contiene almidones y saborizantes y con logística de distribución menos complicada que lo que significa entregar fruta”, cube. Respecto a las campañas que ha habido para evitar que siga creciendo este problema, asegura que la estrategia ha sido equivocada. “Nosotros hemos estado educando igual que cuando tuvimos el problema de la desnutrición, pero la obesidad es mucho más compleja y difícil de abordar.

Finalmente, el impacto económico de la desnutrición infantil representa una parte significativa del producto interno bruto, por lo que es necesario continuar invirtiendo equitativamente en su prevención como estrategia para disminuir su prevalencia y sus repercusiones en la economía del país[23]. “UNICEF trabaja para proporcionar la ayuda important que los niños y niñas de Gaza necesitan tan desesperadamente. Pero precisamos urgentemente disponer de un acceso mayor y más seguro para salvar las vidas infantiles”, ha declarado Russell.

pobreza y desnutrición infantil

En 2018, 1 de cada 5 niños y niñas de este rango etario no recibió ninguna fruta o verdura. La desnutrición es una condición sistémica que puede ser reversible y que se produce secundario a un déficit de nutrientes generalmente asociado a mala alimentación y que, en consecuencia, tiene repercusión en el desarrollo del cuerpo y en su funcionamiento. Sin embargo, los mecanismos de prevención y las condiciones sanitarias para evitar su desarrollo son las mismas. La salud junto con la educación, son parte de los componentes clave del bienestar humano[24], y es por esto por lo que se crea la necesidad de impactar en los determinantes sociales que mantienen estables estos componentes. Según la Comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se indica que los determinantes sociales son todas aquellas circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen[3]. Estos factores se encuentran en diferente proporción en cada región o país, dependiendo de las circunstancias sociopolíticas, económicas y culturales de cada uno de ellos.

Síndrome que se debe diferenciar del término “malnutrición”, el cual hace referencia a carencias, excesos o desequilibrios en la ingesta de energía y proteínas e incluye tanto la desnutrición como la sobrealimentación[11]. Contexto La desnutrición infantil es un problema de salud pública no solo en Colombia, sino en todo el mundo, ya que aumenta la mortalidad asociada a causas que son prevenibles. En Colombia, la pobreza es una de esas causas, la cual se presenta principalmente en las zonas rurales, en donde uno de cada 10 niños presenta desnutrición.

En él se encontró una prevalencia de la desnutrición international de 18,99%, para la desnutrición crónica fue del 20,86% y para la desnutrición aguda fue de 25,81%[21]. La mortalidad en la niñez, que corresponde a la probabilidad de morir antes de cumplir cinco años, ha tenido una disminución a nivel rural del 55%, y en cuanto a la mortalidad neonatal (probabilidad de morir durante el primer mes de vida) es 3,6 veces más alta en los nacimientos de mujeres entre 40 y forty nine años, frente a los nacimientos de madres menores de 20 años. Además, en Colombia existen otros factores que generan perpetuación de la pobreza, ya que teniendo en cuenta que es una zona tropical, se presenta un mayor índice de enfermedades infecciosas tropicales como la malaria, la cual en su forma intestinal está asociada a desnutrición[15]. Al respecto, el Departamento Nacional de Planeación, reportó que en 2013 los niveles de pobreza a nivel nacional fueron 159 veces y de pobreza extrema 3,2 veces más grandes en zonas rurales que en zonas urbanas. Ello que evidencia que la mayor prevalencia de pobreza se encuentra concentrada en zonas rurales[7].

La desnutrición leve o riesgo de desnutrición en lactantes exclusivos no requiere ser evaluada en comité de nutrición salvo que su situación empeore. En Kwashiorkor o malnutrición proteica severa lo clásico es el edema periférico, atrofia muscular marcada con conservación de grasa subcutánea. Es importante consignar que el edema en cualquier grado indica severidad de la malnutrición.

En su opinión, otro issue que podría incidir en los altos índices de desnutrición en el norte, estaría asociado al desempleo y a la población flotante (migrantes), que no están cubiertos por programas sociales. La pérdida de estilos de vida saludable y la gran oferta de alimentos extremely procesados a bajo precio, con mucha azúcar, sal y grasa, ha hecho que pierdan terreno muchos alimentos de nuestra comida tradicional. El problema, agrega, es que la obesidad llega acompañada de resistencia a la insulina, prediabetes, hígado graso, “que determina un estado inflamatorio de base que se ha descrito también en adultos, lo que es un issue de riesgo para esta pandemia que estamos viviendo”. La malnutrición por déficit se outline como un estado patológico, inespecífico, sistémico y potencialmente reversible, originado en insuficiente aporte, transporte o utilización de nutrientes por las células del organismo. Otra definición hace referencia al stability negativo que condiciona depleción orgánica y modificaciones   en la composición bioquímica del organismo.

Este acceso depende de variables como el empleo, que es otro determinante social para una buena nutrición, dado que asegura un nivel de ingresos regulares utilizados en recursos de bienestar[30]. Un buen nivel de educación mejora los conocimientos sobre nutrición y el estado de salud en basic, ya que incorpora en las personas conocimientos, capacidades y actitudes para guiar y controlar muchas de sus circunstancias en torno a la salud. A mayor nivel de educación en los padres, mejor estado de salud y nutrición de los niños[30].

Casen Salud 2017: Aumentan Las Cifras De Desnutrición En Los Niños De Zero A 6 Años

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En marasmo o malnutrición calórico-proteica severa lo característico es la conjunción de atrofia muscular y depleción de tejido graso. Clásicamente pueden presentar constipación severa y apetito voraz durante la realimentación. Por regla basic, dado que corresponde a una condición crónica, cursa con disminución de la talla y del peso para la edad. En el caso de Chile un informe del MINSAL en 2014 señala que en menores de 6 años la desnutrición alcanza el zero.35%, mientras que el riesgo de desnutrición corresponde al 2.54%.

En América Latina solo hay un país con cifras un poco peores que las nuestras y es México. La introducción del etiquetado de los alimentos parece no estar produciendo un efecto”, afirma Mañalich. La malnutrición corresponde al determinante más importante de morbimortalidad en los infantes a nivel mundial. Por último, es elementary traer a colación que, al tratarse de un estudio cuantitativo descriptivo de tipo ecológico –exploratorio, con recolección de datos retrospectivos, existieron limitaciones en el acceso a la información relacionada con la totalidad de casos reportados y variables del contexto familiar, escolar y laboral de los padres. Adicionalmente, se observa un sesgo importante en el reporte de los casos, debido a que en algunas variables estos se clasificaban como “no definido / no reportado” (para la variable nivel socio– económico del 39.5% y aseguramiento en salud del 0.8%). La desnutrición es definida como una condición que afecta multisistémicamente al organismo y es causada principalmente, por una pobre ingesta de nutrientes, deficiencia de proteínas y alimentos necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo humano1.

pobreza y desnutrición infantil

Según la descripción anterior, es pertinente el desarrollo de este estudio, ya que posibilita un acercamiento a la realidad colombiana asociada con la desnutrición en la primera infancia, fomenta el proceso de investigación en lo referente a la salud de los niños y aporta un diagnóstico sobre la situación de esta problemática. Por ende, el objetivo del presente estudio es analizar la prevalencia y factores relacionados con la desnutrición en la primera infancia en Colombia durante los años 2018 a 2020. Las familias con menos recursos tienden a escoger alimentos de baja calidad porque cuestan menos. Debido a la pobreza y la exclusión, los niños y niñas más desfavorecidos enfrentan el mayor riesgo de malnutrición en todas sus formas.

Es en condiciones de pobreza cuando se hacen más evidentes los daños de la arquitectura cerebral, no siendo en sí la pobreza la culpable, sino los muchos factores adversos que generalmente la acompañan (39). Es frecuente que en condiciones de pobreza se distorsionen los roles parentales, ya sea por ausencia de alguno de ellos, o por desavenencias y/o violencias familiares. El niño a temprana edad comienza a experimentar las inseguridades, lo que sumado a deficiencias culturales y educacionales, van constituyendo un medio ambiente muy inapropiado, que no estimula su imaginación ni exacerba su curiosidad. Tal vez la mayor deficiencia sea la limitación de la estimulación verbal, ya que el vocabulario y expresividad de los padres es restringido. En estas condiciones, el niño nace y se desarrolla en un ambiente carente de estímulos cognitivos y afectivos que estimulen la conectividad neuronal y la plasticidad cerebral. Es precisamente durante los primeros años de vida, cuando el niño necesita experiencias sensoriales consistentes, predecibles y repetitivas, que estimulen su capacidad intelectual y emocional.

“Eso significa que no se cumplen los planes de vacunación, que no se cumplen los controles de desarrollo neurológico, de audición o de visión. El niño que no va pierde todo el apoyo que le da el Estado, en caso de que sean niños del sistema público, o que le da la Isapre en caso de que sean del sistema privado y esa sí que es una mala señal. Finalmente, se recomienda a partir de estos hallazgos realizar futuros estudios que aborden variables del contexto acquainted, escolar y laboral de los padres, datos ausentes en los reportes analizados, además de intervenciones comunitarias para el fortalecimiento y el adecuado desarrollo de la estrategia nacional de prevención de desnutrición infantil, para lograr disminuir esta problemática. El informe también señala que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el daño al agua, el aire y el suelo están empeorando las perspectivas nutricionales de millones de niños, niñas y adolescentes, especialmente entre poblaciones vulnerables.

“Históricamente, las zonas rurales son las más afectadas, más que las urbanas, y en ese sentido nosotros proyectamos un aumento de la situación de pobreza en cerca de 126 mil niños, niñas y adolescentes respecto de la medición pasada”, añade Contreras. En definitiva, en el país son 703 mil los menores de 18 años que enfrentan diversos niveles de carencias, hacinamiento e incluso privación de servicios básicos. Se trata de una cifra que preocupa a los especialistas y que, a juicio de la subsecretaria (S) de la Niñez, María Elena Arzola, “probablemente reflejan los efectos que ha tenido la pandemia en los ingresos de los hogares”. En cuanto a los factores que podrían explicar esta situación, la decana mencionó la interrupción de las salas cunas y jardines infantiles a raíz de la pandemia, lo que podría haber impactado en la nutrición infantil. Ello, porque los programas alimentarios sociales que se entregaban en estas instituciones, permitían cubrir la alimentación de los niños de mayor vulnerabilidad social, aspecto que no logró ser reemplazado por la entrega de canastas. Luna Bratti, economista e investigadora de la Universidad Diego Portales, manifestó que la pobreza infantil se mide de forma diferente en relación a la pobreza adulta, debido a que las niñas y niños poseen necesidades específicas de salud, educación, nutrición, entre otras.

Esta condición se puede ver afectada por la falta de control de los determinantes sociales de la salud, los cuales están definidos como aquellas circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen[3]. Dicha condición se presenta en un contexto en donde el médico juega un papel basic desde la atención primaria en salud, estrategia que propone una visión de la asistencia sanitaria que integra los intereses de la sanidad pública, de la población y del ambiente[4]. Todo lo anterior se enmarca en los derechos humanos establecidos en la declaración de las Naciones Unidas[5]. Ella lo atribuye a la inactividad, al encierro y especialmente a que en su comuna la comida siempre ha sido “tema”.

Más aun, si vive en un medio ambiente sanitariamente inadecuado, las posibilidades de contaminación y desarrollo de enfermedades infectocontagiosas son muchísimo mayores (11). Todo ello explica que debido a la desnutrición se incrementen y se agraven estas, llegando a provocar altas tasas de mortalidad temprana. ¨En Chile hace más de 15 años que se vienen implementando políticas poblacionales e intersectoriales de promoción de salud para la disminución de la obesidad.

Es por esto, por lo que se debe generar una conciencia ciudadana y gubernamental para generar un cambio y así ver soluciones a un problema tan prevalente en el mundo. Por otro lado, según reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en el mundo hay suficiente comida para que toda la población pueda alimentarse adecuadamente. El problema es que se desperdicia entre 30 y 50% de todo el alimento que se produce, y la distribución no es equitativa en las regiones. Por este motivo, el alimento disponible no es suficiente para solventar las necesidades nutricionales de cada país, lo que se suma a hábitos y preferencias alimentarias, así como falta de seguimiento a adecuadas indicaciones nutricionales y consumo de alimentos no saludables[2]. Por lo anterior, se considera relevante y de very important importancia el identificar cuáles son los determinantes sociales que más impactan en la mortalidad infantil; con la intención de establecer cuáles son los principales desencadenantes y factores en los cuales se podría intervenir para disminuir los casos y mejorar los indicadores. La palabra “Hambre” se leía monumental sobre el edificio de Telefónica hace exactamente un año atrás.

La Intensificación Del Conflicto, La Desnutrición Y Las Enfermedades En La Franja De Gaza Provocan Un Ciclo Mortal Que Amenaza A Más De 1,1 Millones De Niños Y Niñas

Pero, además, hay otro issue que puede estar afectando la prevalencia de desnutrición infantil y es el cierre de los colegios provocado por el confinamiento. Un hecho que también ha tenido impacto en pautas nutricionales de niños y niñas que, antes de la crisis sanitaria, tenían la posibilidad de alimentarse diariamente, gracias al Programa de Alimentación Escolar (PAE) de la Junaeb, que entregaba desayunos, almuerzos y colaciones a estudiantes según su situación socioeconómica. Sin embargo, con la crisis sanitaria, el modus operandi cambió y actualmente se entrega una caja cada 15 días con suministros que, en la práctica, se reparten entre todos los integrantes del grupo acquainted. Eso, por una cuestión logística, se traspasó a una caja de comida que no representa lo que les daban en el colegio porque se puede diluir en grupo familiar. Entonces lo que estaba diseñado para uno o dos estudiantes en el colegio, cuando va a la casa -si los papás están cesantes-, pasa a formar parte de la alimentación colectiva”, explica Francisco Pérez.

A los lactantes más graves (desnutridos de tercer grado), se les llamaba «marásmicos», y la experiencia señalaba que su recuperación era muy incierta (figura 3). ¿Qué hizo posible, que durante un período de cuarenta y dos años (1970 a 2012) cambiara tan notablemente la deplorable realidad socio-económica de ese entonces? No es fácil llegar a una explicación, ya que las circunstancias intervinientes fueron muchas y muy variadas. Entre los años 1970 y 1973, el país se debatía en una profunda disaster político-económica, que terminó con un quiebre de la democracia, instaurándose una dictadura militar que duró 17 años.

pobreza y desnutrición infantil

Para los expertos el progreso se debería a las políticas económicas implementadas, las que fueron rindiendo sus frutos durante años de estabilidad político-administrativa (primero durante la dictadura y posteriormente la democracia). Una de ellas sería el prudente manejo del gasto fiscal, que mantuvo una adecuada relación con las variaciones del Producto Interno Bruto, con lo que se habría favorecido la consolidación del proceso económico. Para otros habría sido el cambio de la estrategia económica, de una economía centralizada y protegida por el estado, por una abierta, de mercados competitivos y orientada hacia el comercio internacional. Ella se habría ido consolidado durante diversos gobiernos, mediante convenios de libre comercio, sin exclusiones, llegando a abarcar a la casi totalidad de países desarrollados y emergentes. “Aquí lo preocupante es que son cifras que se colocan que son noticias, son noticias que alertan en un momento, pero lo importante es qué se va a hacer con esa noticia.

Se ha evidenciado que en países desarrollados, el médico de familia es quien ha demostrado ser costo–efectivo para reducir la mortalidad infantil, indicador que es considerado como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para el cual la OMS ha empoderado al médico acquainted para alcanzar dicha meta. Ello se basa en la implementación de modelos de salud en donde la atención primaria es fuerte. En los países en vía de desarrollo no se conoce esta importancia, debido a las diferencias socioeconómicas de cada uno de los países.

Cuando se combinan y no se tratan, la desnutrición y la enfermedad provocan un ciclo mortal. Las pruebas han demostrado que los niños con mala salud y nutrición tienen mayor disposición a contraer infecciones graves como la diarrea aguda. La diarrea aguda y prolongada conduce a un empeoramiento de la salud y a la desnutrición, y expone a los niños y niñas a un riesgo elevado de muerte. NUEVA YORK, 5 de enero de 2024 – Los niños y niñas de la Franja de Gaza se enfrentan a una triple amenaza mortal para sus vidas, ya que los casos de enfermedades aumentan, la nutrición empeora y la escalada de las hostilidades se acerca a su decimocuarta semana.

Por ejemplo, en la región Caribe Colombiana, basados en el estado nutricional, los indicadores antropométricos y la salud en niños menores de cinco años, se ha encontrado que, gracias a estos programas, se obtiene una disminución en la prevalencia de enfermedad diarreica aguda, se aumenta el número de inmunizaciones y se tratan los síntomas de enfermedad respiratoria aguda[43],[44]. Se ha evidenciado que la exposición a estrés y malnutrición en etapa prenatal está asociado al desarrollo de enfermedad coronaria en la adultez, ictus, diabetes mellitus tipo dos e hipertensión arterial sistémica[26],[27]. Es por esto por lo que UNICEF indica que el periodo basic para prevenir la desnutrición es el comprendido entre el embarazo y los dos primeros años de vida del niño, conocido como los a thousand días críticos para la vida, donde la falta de atención adecuada afectará a la salud y el desarrollo intelectual del niño el resto de su vida[2]. Es por esto por lo que los cuidados nutricionales de la mujer durante y después del parto afectan el estado nutricional infantil. Durante el embarazo, la mujer debe proporcionarle al organismo micronutrientes para evitar retrasos de crecimiento en el niño[31]. La alimentación después del embarazo, los cuidados de higiene y preparación de alimentos que debe tener la mujer consigo misma y con el recién nacido, influyen en su capacidad de lactar[31].

Así también, las regiones con mayores índices de menores de edad en situación de pobreza extrema, son las regiones de Tarapacá (10,5%), Arica y Parinacota (8,2%) y Ñuble (7,9%). Conclusiones Se debe promover y garantizar una atencion en salud y nutrición oportuna y nominal en el binomio madre-hijo, permititiendo un crecimiento y desarrollo adecuado en los niños y niñas, con un monitoreao constante que incluya el paquete completo de prestaciones, previniendo así enfermedades como la desnutrición infantil. En el mundo aproximadamente 6,6 millones de niños menores de cinco años mueren cada año, o lo que es equivalente a que cada cuatro segundos muera un niño de este rango etario, la mayoría por causas prevenibles. Al mismo tiempo, el 15% de los niños y las niñas de todo el mundo realizan trabajos de explotación infantil y 11% de las niñas contraen matrimonio antes de cumplir 15 años; todo esto es parte de la definición de pobreza[6],[14]. La desnutrición infantil genera, además de daños físicos, un detrimento irreversible de la capacidad cognitiva. Esto se conoce como “síndrome de deterioro del desarrollo”, el cual incluye trastornos del crecimiento, retrasos motores y cognitivos (así como del desarrollo del comportamiento), una menor inmunocompetencia y un aumento de la morbimortalidad[9],[10].

Como factores asociados a la desnutrición se identifican el género masculino y el lugar de residencia. Estas acciones y la identificación de otras condiciones sociales deben ser consideradas e intervenidas por private capacitado, no solo en temas académicos si no también con conocimientos de salud pública y de atención primaria en salud. Con ello se debe generar impacto en las determinantes sociales causantes de esta problemática, en donde el médico acquainted se considera como aquel profesional de la salud idóneo para liderar estas acciones en el país (Tabla 2)[42].

Diego Portales midió la población infantil que vive en condición de precariedad, y que creció en el país durante la pandemia. “Es primera vez en 31 años que estas cifras aumentan en Chile”, afirma la vocera de Unicef, Paula Pacheco. La realidad de las desigualdades en la infancia en Chile, es producto de un sistema social y económico totalmente desigual, donde las riquezas que producen millones, van a parar a manos de unos pocos, los mismos que viven a costa de las familias trabajadoras de Chile. La miseria es producto de la pobreza y la desigualdad, y ésta, es producida por la explotación de unos pocos sobre el trabajo, vida e infancia de millones.

Esa es una de las conclusiones del análisis que realizó el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, tras revisar la situación de los menores que viven en condiciones de precariedad y vulnerabilidad. Desde una perspectiva social, la cantidad de recursos potenciales de los países (medio ambiente, tecnología, recurso humano) determina, de acuerdo a la administración y utilización de los mismos, la disponibilidad en términos de cantidad y calidad de los recursos de la población a nivel país. En el caso contrario, existirá un impacto negativo en el acceso y en la calidad de los alimentos, lo que generará a su vez un perjuicio en el saneamiento ambiental y las prácticas de atención materno-infantil. Lo anterior determinará, en primer lugar, un consumo inadecuado de nutrientes en la población y, en segundo lugar, un aumento en el riesgo de morbilidad enfermedad que aumentará los requerimientos. En el ámbito histórico fueron precisos varios años de investigación científica para lograr conceptualizar lo que se denominaba “el mal oculto”.

Los Determinantes Sociales De La Desnutrición Infantil En Colombia Vistos Desde La Medicina Acquainted

Esa es una de las conclusiones del análisis que realizó el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, tras revisar la situación de los menores que viven en condiciones de precariedad y vulnerabilidad. Desde una perspectiva social, la cantidad de recursos potenciales de los países (medio ambiente, tecnología, recurso humano) determina, de acuerdo a la administración y utilización de los mismos, la disponibilidad en términos de cantidad y calidad de los recursos de la población a nivel país. En el caso contrario, existirá un impacto negativo en el acceso y en la calidad de los alimentos, lo que generará a su vez un perjuicio en el saneamiento ambiental y las prácticas de atención materno-infantil. Lo anterior determinará, en primer lugar, un consumo inadecuado de nutrientes en la población y, en segundo lugar, un aumento en el riesgo de morbilidad enfermedad que aumentará los requerimientos. En el ámbito histórico fueron precisos varios años de investigación científica para lograr conceptualizar lo que se denominaba “el mal oculto”.

Se ha evidenciado que en países desarrollados, el médico de familia es quien ha demostrado ser costo–efectivo para reducir la mortalidad infantil, indicador que es considerado como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para el cual la OMS ha empoderado al médico familiar para alcanzar dicha meta. Ello se basa en la implementación de modelos de salud en donde la atención primaria es fuerte. En los países en vía de desarrollo no se conoce esta importancia, debido a las diferencias socioeconómicas de cada uno de los países.

La desnutrición global encontrada fue mayor en el área urbana (22,1%) que en la rural (20,8%)[18]. En los menores de dos años, la prevalencia de desnutrición crónica fue de 35,4%; en tanto que en el periodo de los dos a los 9,9 años fue de 32,09%[19]. En los menores de dos años, la prevalencia de desnutrición aguda fue de 22,3%, en tanto que en los de dos a 9,9 años fue de 16,43%[20]. La desnutrición sigue siendo una de las principales amenazas para la supervivencia, salud y crecimiento de los niños en todo el mundo, ya que cerca de 200 millones de niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica (90% de los cuales viven en Asia y África) y de ellos, el 13% padecen desnutrición aguda que pone en riesgo su vida (5% desnutrición aguda grave)[2]. Las consecuencias del daño cerebral que se produce durante los primeros años de vida, se ponen en evidencia más tarde, al iniciarse el proceso de aprendizaje (34).

A los lactantes más graves (desnutridos de tercer grado), se les llamaba «marásmicos», y la experiencia señalaba que su recuperación era muy incierta (figura 3). ¿Qué hizo posible, que durante un período de cuarenta y dos años (1970 a 2012) cambiara tan notablemente la deplorable realidad socio-económica de ese entonces? No es fácil llegar a una explicación, ya que las circunstancias intervinientes fueron muchas y muy variadas. Entre los años 1970 y 1973, el país se debatía en una profunda crisis político-económica, que terminó con un quiebre de la democracia, instaurándose una dictadura militar que duró 17 años.

La entidad llegó a calificar a la obesidad infantil como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo 21; se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años. En Latinoamérica, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)6, se estima que 4,eight millones de niños y niñas menores de cinco años sufrieron retraso en el crecimiento y 0,7 millones de emaciación. Mientras tanto en Colombia, conforme a la Encuesta Nacional de Situación Nutricional para el año 2015, three,1 de cada 100 niños menores de cinco años presentaban desnutrición, con alta incidencia en población indígena, y mayor prevalencia de desnutrición global en el área rural7. A pesar de esto, en el país se han realizado estudios donde se evalúa el impacto de los programas de crecimiento y desarrollo.

pobreza y desnutrición infantil

Ya en el año 1990 se había logrado eliminar la desnutrición infantil, lo que coincidió con el posterior y mantenido incremento del ingreso per cápita durante los años subsiguientes. Al respecto, Bratti señala que si se toman los datos de Casen 2017 y se considera solo la medición de ingresos, serían alrededor de 200 mil los niños menores a siete años en condición de pobreza, “pero si utilizamos el enfoque multidimensional, ese número se dobla”, sostiene Bratti. Como bien señala el estudio, además de considerar los ingresos del hogar, es importante abordar el fenómeno de la pobreza desde una mirada multidimensional, que considere que las familias pueden enfrentar privaciones en distintos ámbitos de la vida, tales como educación, salud, vivienda, empleo y seguridad personal”, comenta la subsecretaria Arzola. Para la nutricionista infanto-juvenil, Macarena Rojas, los efectos de la mala alimentación en niños pueden perjudicar su correcto desarrollo “si faltan los nutrientes que los niños necesitan, por supuesto que no van a crecer”. “Por ejemplo, en el tema de la obesidad, significa que probablemente hay menor nivel de vitamina D, y la vitamina D es importante para la síntesis de serotonina, que disminuye la depresión y la ansiedad en los niños.

La evaluación clínica de un niño con malnutrición incluye la distinción del tipo de desnutrición, su severidad y la identificación oportuna de complicaciones agudas que amenacen la vida, tal como la deshidratación aguda y la sepsis. Asimismo, estos niños presentan un riesgo aumentado de presentar deficiencias en micronutrientes. En este sentido, es fundamental la correcta evaluación del estado nutricional para tomar según se precise las medidas terapéuticas apropiadas a efectos de corregir las desviaciones de la normalidad. Adicionalmente, el estudio aporta evidencias sobre la situación de desnutrición en la población infantil, como base para la toma de acciones frente a la problemática planteada14.

Al ver el porcentaje de niños de 0 a 9 años que asistieron a esta consulta en los últimos three meses se obtiene que en 2015 la tasa era de 37,6 y en 2017 cayó a 32,7; y al desagregar los números por tramo de edad resulta que los menores de un año que se hacen el examen, la estadística cayó de 73,9% a 70,2%; y entre los 2 y los three años de edad el descenso fue más significativo. Cuando se incluye en la tabla a niños de entre zero y 9 años, según el estado nutricional reportado, la desnutrición o su riesgo es de 2,9%, la mayoría varones y provenientes de un entorno rural. “Cocinar en casa perdió importancia y se ha demostrado que a medida que aumenta la llegada a los países de este tipo de comida, se percibe de inmediato un aumento en el peso en la población. En las comunidades indígenas de Ecuador, Colombia y Brasil donde hay poco acceso a estos productos, no hay obesidad”, agrega la nutrióloga infantil. A juicio de la doctora Cecilia Castillo, nutrióloga infantil que fue Jefa del Departamento de Nutrición en el Ministerio de Salud (Minsal) de 1990 al 2000, en Chile no hubo una transición desde la desnutrición a la normalidad, sino que “pasamos de la desnutrición directamente a la obesidad a partir de la década del ninety.

Como factores asociados a la desnutrición se identifican el género masculino y el lugar de residencia. Estas acciones y la identificación de otras condiciones sociales deben ser consideradas e intervenidas por personal capacitado, no solo en temas académicos si no también con conocimientos de salud pública y de atención primaria en salud. Con ello se debe generar impacto en las determinantes sociales causantes de esta problemática, en donde el médico acquainted se considera como aquel profesional de la salud idóneo para liderar estas acciones en el país (Tabla 2)[42].

En el caso de la malnutrición en niños menores de 18 años, también existen diferencias entre los deciles, alcanzando un 10,9% en el primer decil y un 4,7% en el último decil. Así, Pacheco destaca que esto se enmarca en una crisis de ingresos “sin precedentes” y que afecta a la mayoría de los hogares del país. “El aumento de la pobreza infantil generado por el Covid-19 nos parece de alta preocupación, porque refleja una vulneración de múltiples derechos. Es primera vez en 31 años que las cifras sobre pobreza infantil por ingresos aumentan en Chile”, agrega la vocera de Unicef.

Desnutrición Infantil, Cuidado Y Seguimiento Nominal En Los Primeros 1000 Días De Vida

Así mismo, se estima como un problema de alcance international que genera gran impacto en la salud, el progreso territorial, el bienestar, desarrollo físico y psicológico de los niños2. Existen diferentes fuentes que sugieren que el déficit de recursos humanos en salud es uno de los principales y más frecuentes problemas para subsanar la falta de atención que conlleva a la escasa intervención de enfermedades prevenibles. Recursos que se requieren desde el personal administrativo hasta médicos generalistas[39]; y esto sumado con la concepción de que la salud de los países pobres y en vía de desarrollo, mejorará aplicando conocimientos de salud pública, lo que requiere capacidad humana, institucional y física, así como también de influencia política[24],[40].

pobreza y desnutrición infantil

Según el informe, la dieta de los niños y niñas de los hogares más vulnerables no incluye todos los grupos de alimentos, que ayudarían a mantener sus cuerpos y cerebros en rápido crecimiento. Estas tendencias reflejan un crecimiento deficiente y ponen a los niños y niñas en riesgo de sufrir infecciones, disminuir sus habilidades de aprendizaje y, en muchos casos, morir. Casi 4 de cada 10 niños y niñas menores de cinco años en la región sufrían deficiencias en vitaminas y minerales como el hierro y el yodo, lo que socava aún más su desarrollo. De los 18 países de la región que cuentan con datos, Guatemala es el caso más preocupante con 1 de cada 2 niños y niñas menores de 5 años que no están creciendo bien. El país con el mejor indicador es Santa Lucía, donde solo 1 de cada 10 niños y niñas no crece adecuadamente.

En la desnutrición grave, cobra relevancia la estabilización en las primeras forty eight horas que comprende la corrección de hipoglicemia, el tratamiento de la hipotermia, la corrección de la deshidratación y alteraciones hidroelectrolíticas, asociado al uso de antibióticos si es preciso. En casos agudos prima la alteración en el indicador P/T, mientras que en casos crónicos se compromete T/E. Múltiples teorías han intentado explicar el edema en la malnutrición proteica, tales como hipoalbuminemia y déficit proteico, estrés oxidativo, modificaciones en el microbioma. “Crear un entorno alimentario saludable, nutritivo, seguro, asequible y sostenible para cada niño y niña está a nuestro alcance.

La obesidad –que es la otra cara de la malnutrición– también se ha visto incrementada en medio de esta contingencia. De hecho, el Mapa Nutricional 2020 también da cuenta de ese fenómeno y revela un aumento ‘sin precedentes’ de la obesidad severa que llegó al 64% en el segmento de los escolares de quinto básico. “Cuando hay una disaster económica, aunque las personas puedan tener acceso a alimentos, cuidan más el presupuesto y ahí aparece el concepto de inseguridad alimentaria que es la incertidumbre respecto a la capacidad de obtener alimentos. Y eso se puede traducir en obesidad o desnutrición porque puede que la población reduzca la calidad de su alimentación (obesidad) o derechamente no tenga acceso a ella (desnutrición)”, analiza Carla Leiva, académica de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica. Pero no era sólo el déficit de calorías y nutrientes lo que afectaba su desarrollo, sino también otros factores ambientales.

El caos sensorial (violencia doméstica, abusos, y abandono), van dejando un profundo daño en su salud mental que va a persistir a lo largo de su vida (40). Seguramente que ha sido la suma de todas estas medidas económicas las que explican el cambio del nivel de vida alcanzado durante los últimos años. Sin embargo, previamente existió otro hecho esencial, que por haber sido más silencioso, para muchos no especialistas pasó desapercibido. La erradicación de la desnutrición que ocurría ancestralmente durante los primeros años de vida, condicionando una elevada mortalidad temprana, y de paso dañando a un alto porcentaje de los que sobrevivían (2,3).

El informe también revela que la región con mayor nivel de pobreza no extrema en niños y adolescentes fue La Araucanía, con un 15,6%, seguido por la Región del Ñuble (12,8%) y Coquimbo (12%). Por otra parte, las regiones en las que se identificaron los mayores porcentajes de menores de edad en pobreza extrema fueron Tarapacá (10,5%), Arica y Parinacota (8,2%) y Ñuble (7,9%). Una dura realidad sobre la situación nutricional de los niñas y niños chilenos reveló el reciente informe de la ONU, titulado “Panorama de la Seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2020”, el cual establece que en Chile, las áreas donde se detectó malnutrición infantil se concentran en los extremos del país. Si observamos a nivel de regiones, es posible visualizar que la mayor concentración de pobreza no extrema en niñas, niños y adolescentes se encuentra en las regiones de La Araucanía (15,6%), Ñuble (12,8%) y Coquimbo (12%).

Mirta Crovetto Mattassi, junto con lamentar esta realidad, dijo no sentirse sorprendida, especialmente por el contexto de pandemia, a raíz del cual muchas familias han ingresado a la condición de vulnerabilidad. Por ello -lo esperable- dijo, es que dentro de la Mesa de Seguridad Alimentaria se detectaran situaciones como ésta, pues la desnutrición es una condición de salud que ya había sido superada en nuestro país. “La alteración nutricional por exceso que lleva al sobrepeso y la obesidad es una epidemia.

Es así como el impacto negativo en los primeros períodos de la vida pueden persistir a lo largo del tiempo, pudiendo llegar a expresarse en la edad adulta, en diversas enfermedades degenerativas, como trastornos cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemias, osteoporosis, cáncer y enfermedades mentales (25-28). Es durante los primeros períodos de la vida, cuando los daños se producen y a lo largo de la vida, cuando se expresan. Debido al impacto de la pandemia, Bratti sostiene que las preguntas de la Encuesta Casen 2020 no son suficientes para hacer un análisis de la pobreza multidimensional. Comparte con la directora del jardín infantil del Hogar de Cristo, Cristina Díaz, que la calidad de los alimentos que se entregan a través de los distintos programas deberían ser distintos. “Salud, por ejemplo, sigue entregando la Purita Cereal que no es un producto adecuado para la epidemia de obesidad que estamos viviendo.

«Los niños primero», se transformó en un slogan del gobierno de Piñera, mientras ha quedado en evidencia una enorme carencia de políticas para la infancia, con desigualdades a nivel educacional, violencia intrafamiliar, trabajo infantil, desnutrición, entre otros. “Las cifras son bajas, pero si la tendencia se mantiene sería una situación inquietante para nosotros como país”, cube. Destaca que Chile tuvo “una baja gigantesca” en la desnutrición gracias al trabajo de la Corporación para la Nutrición Infantil (Conin). Si uno se descuida la mortalidad infantil aumenta, la desnutrición aumenta, las cifras de niños vacunados empeoran, así como la expectativa de vida al nacer.

“Pese a que la pobreza había venido disminuyendo, siempre eran los grupos de niños, niñas y adolescentes quienes padecían en mayor medida la pobreza, muy principalmente el grupo de la primera infancia, de cero a tres años, y esta tendencia etaria se mantuvo”, sostiene el investigador del Observatorio Niñez y Adolescencia, Nicolás Contreras. “En los informes, en general, no se habla lo suficiente de pobreza o no se enfocan en los niños. Creo que la gente desconoce los niveles de pobreza infantil que tenemos hoy en día”, afirma Bratti. En términos generales la malnutrición -que incluye sobrepeso y obesidad- también ha aumentado si se mira por tramos de edad desde el año 2009. En este sentido, el médico recomienda hacer un censo de la población en los lugares donde hay más riesgo, pues este fenómeno suele estar distribuido en forma inequitativa, tomando como base la información que entreguen los servicios de atención primaria, y desarrollar un programa de alimentación complementaria, manejado por nutricionistas.

Los Determinantes Sociales De La Desnutrición Infantil En Colombia Vistos Desde La Medicina Acquainted

Cuáles van a ser las medidas políticas, locales, regionales o nacionales que se van a proponer para que esta situación no siga avanzando…y que sabemos que esto, el próximo año, esto puede continuar. Sin lugar a dudas, hay regiones que tienen mayores niveles de pobreza y es ahí donde hay que focalizar mayores acciones preventivas.”, dijo la autoridad académica. A esto, además, habría que sumarle que hubo una baja en la realización del control del niño sano.

No se conocía que la desnutrición crónica de los primeros años de vida, produjese alteraciones de los mecanismos de defensa inmunológicos (5), por lo que fácilmente el desnutrido se contagiaba por enfermedades infecciosas, siendo esta su causa última de su muerte. Del mismo modo, tampoco se conocía que las infecciones gastrointestinales, a diferencia de un niño regular, llevaban fácilmente a desequilibrios metabólicos intracelulares, y que ello era también la causa de la elevada mortalidad (6,7). Más tarde, nuevas investigaciones permitieron ir conociendo el impacto de la subalimentación materna frente a la mayor demanda calórica y de nutrientes del embarazo, y su adversa repercusión en el desarrollo fetal, su menor peso al nacer y sus secuelas posteriores (8). Se dejó de pensar que el feto era un parásito perfecto, que expoliaba a la madre, pero él no se afectaba. La realidad demostraba que la desnutrición materna afectaba el desarrollo fetal, que se evidenciaba en un retardo del desarrollo y un menor peso y talla al nacer. La prevalencia de desnutrición en la primera infancia para el periodo en estudio fue de 1,1%, con mayor frecuencia en el género masculino, del grupo etario de 0 meses a 1 año de edad, de régimen subsidiado, ubicados en la cabecera municipal, pertenecientes a estratos socioeconómicos bajo-bajo y bajo, además ubicados en su mayoría en los departamentos de Guajira y Boyacá.

En 1950 en el sistema de educación básica en Chile, lejos de alcanzar una cobertura total, tenía una deserción que se elevaba a un 70%. Ella era debida fundamentalmente a incapacidad de aprendizaje (3) (hoy hay en el país existen miles de adultos funcionalmente analfabetos, porque en aquellos años no asistieran o desertaron tempranamente durante la educación básica). Las investigaciones de aquel entonces, demostraron una correlación muy estrecha, tanto del retardo del crecimiento físico, como también del menor diámetro del cráneo, con el bajo coeficiente intelectual, y este con la deserción escolar (4,34). En estudios posteriores de evaluación nutricional realizados en una cohorte del 10% de niños menores de 6 años de la provincia de Curicó (1967), se comprobó que un 60% de ellos presentaba un retardo del crecimiento, en relación a niños de la misma edad de USA (Estado de Iowa) (4). En el mismo estudio se volvió a comprobar una disminución del diámetro craneano, que correlacionaba con un menor cociente intelectual (34). Antes de la pandemia, la OMS advertía que la obesidad en el mundo había alcanzado proporciones epidémicas, matando como mínimo a 2,8 millones de personas por año, afectando no sólo a países de altos ingresos, sino también a los de ingresos bajos y medianos.

Tiene factores relacionados con las emociones, lo que menos piensa la gente al comer es que lo hace para nutrirse, se come para calmar la ansiedad, para tranquilizarte, para celebrar…”. Para ella más que una enfermedad, la obesidad es la respuesta que ha tenido el organismo para adaptarse a un ambiente absolutamente inadecuado, con gran cantidad de comida de baja calidad. En el jardín infantil aplican la metodología Montessori y para celebrar los cumpleaños hacían un ritual alrededor de una vela, con un globo terráqueo al medio, simbolizando la vuelta al sol. “Este ritual les encantaba a los niños, pero no sé cómo se fue desvirtuando y los apoderados empezaron a traer dulces y golosinas, cada vez en mayores cantidades, tuvimos que pedirles que no lo hicieran más y nos quedamos solo con el ritual”, relata como anécdota. Además, casi 3 de cada 10 niños y niñas no comió huevos, lácteos, pescado o carne, que son fuentes importantes de proteínas y micronutrientes, esenciales para el crecimiento. Las legumbres, como los frijoles y las lentejas, son ricas en fibra, proteínas, hierro, cobre, magnesio, manganeso y zinc; sin embargo, solo 1 de cada 2 niños y niñas fue alimentado con legumbres.

Luego a partir de 1990, después de un plebiscito que rechazó la continuidad, se fueron sucediendo diversos gobiernos democráticos, proceso que perdura hasta ahora. Durante los mismos períodos (dictadura y democracia), a nivel internacional, se fueron sucediendo diversas disaster económicas, que también repercutieron negativamente en Chile; la última de las cuales aún persiste. A pesar de ello, fue posible controlar la desnutrición de los primeros años de vida, previniendo los consecutivos daños en las personas y la sociedad. Después que se pudo prevenir la desnutrición, fue cuando comenzó a evidenciarse un sostenido avance en la calidad de vida de la población, manteniéndose hasta ahora, según lo demuestra el sostenido crecimiento del ingreso per cápita durante los siguientes años (figura 2). “La pobreza infantil es diferente de la adulta, dado que niños y niñas tienen necesidades específicas de nutrición, salud, educación y otras. Por ejemplo, el impacto de una malnutrición en infantes está asociado a su desarrollo psicomotriz, cognitivo, y físico, por lo cual pueden quedar secuelas permanentes”.

“Los apoderados han reconocido que las cajas han sido un gran aporte, no solo para la alimentación de uno de los niños, sino que para la familia completa. Por supuesto que es insuficiente porque están pensadas solo para los estudiantes y no un grupo de personas. Se pudo comprobar que frente a una restricción crónica del aporte calórico y de nutrientes (desnutrición), que ocurra durante la etapa de crecimiento rápido, el hipotálamo procede a restringir el gasto calórico de los tejidos (15,16). En esta etapa del desarrollo, frente a la restricción calórica y de nutrientes, el programa genético no se detiene, y por necesidades de sobrevivencia, se ve obligado a seguir vías metabólicas erróneas, acortadas, que en definitiva se traducen en restricciones de la expresión del potencial genético. Ello deja secuelas permanentes, que más tarde, en edades posteriores, terminan en enfermedades degenerativas del adulto (9).

La descripción anterior, se relaciona con la alta frecuencia de desnutrición infantil reportada en la población indígena (19,0%), lo que sugiere una importante relación con los datos evidenciados en este departamento23. En este sentido, la ruralidad siempre ha representado un desafío para alcanzar la cobertura de políticas, servicios y programas, especialmente en América Latinoamérica, y dicha situación se agrava durante la pandemia de COVID-1924. En este orden de ideas, en los tiempos de pandemia fue más complejo para los gobiernos, garantizar en la primera infancia la condición nutricional, los hábitos de alimentación y la actividad física, debido a que los eslabones de la cadena de suministro de alimentos fueron afectados, además del aislamiento físico y especialmente las restricciones de libre movilidad25. Por lo tanto, es posible evidenciar una significativa correlación entre la desnutrición y la calidad de vida de los individuos, además de las condiciones de vulnerabilidad, la falta de saneamiento ambiental y alcantarillado, situaciones que aumentan la probabilidad de que se presenten enfermedades en los niños menores de cinco años8,9. En Colombia, uno de cada 10 niños sufre desnutrición, cifra tomada de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional.

pobreza y desnutrición infantil

Este instrumento se aplica cada cinco años, su objetivo es establecer la situación nutricional del país y sus últimos resultados fueron publicados en 2010. En ellos se evidencia una tasa de desnutrición international de three,4% en niños menores de cinco años y de desnutrición crónica del thirteen,2% (uno de cada ocho niños); en la población indígena 7,5 y 29,5% respectivamente. La Guajira es el departamento en donde hay más casos de desnutrición y su mortalidad está asociada a enfermedades relacionadas con la misma[22].

En un contexto sociocultural y ambiental que limita las posibilidades de elecciones más saludables, por lo que no se ha conseguido el resultado esperado. El cambio de paradigma que debemos adoptar y hoy comprometemos es incorporar políticas públicas que modifican los entornos para facilitar los cambios de conducta. Un cambio necesario que debemos incentivar es disminuir significativamente el contenido de energía, azúcares, sodio, grasas saturadas y trans en los alimentos procesados¨. A nivel global, la restricción en el crecimiento debido a malnutrición por déficit decreció desde 39.7% en 1990 hasta un 26.7% en 2010, sin embargo esta realidad varía ampliamente según la región analizada. En términos absolutos, 178 millones de niños  menores de 5 años sufren de retardo en el crecimiento.

Mediante mensajeros químicos recibe la información periférica y de allí, por vía sanguínea (hormonas), controla la actividad metabólica de los diversos tejidos (eje hipotálamo-hipófisis-órganos endocrinos). A nivel celular existen proteínas receptoras de membranas, que reciben el mensaje hipotalámico y lo transfieren interiormente, al genoma (DNA) ubicado en el núcleo celular. Los genes respectivos, siguiendo las instrucciones, estimulan, bloquean o restringen su actividad, según vayan siendo las circunstancias (14). Además del issue económico, el informe presenta una primera radiografía a los niños, niñas y adolescentes viviendo en condiciones de pobreza con un enfoque multidimensional.

Desnutrición Infantil: Los Focos De Malnutrición Que Han Reaparecido Con La Pandemia

Este es el caso de Colombia, donde solo de manera reciente ha considerado la relevancia de enfocar su sistema hacia la atención primaria, y ha formulado un nuevo modelo de salud (2016 y 2019) con enfoque familiar y comunitario. En él, el médico familiar figura como el eje del sistema para superar un modelo de salud centrado en el hospital, en el especialista y en la fragmentación de la atención, el cual predominó durante muchos años en el país[41],[42]. El conflicto ha dañado o destruido sistemas esenciales de agua, saneamiento y salud en la Franja de Gaza, y ha limitado la capacidad para tratar la desnutrición grave.

Según la OMS, 1,eight millones de personas mueren cada año a causa de esta enfermedad diarreica[33], y adicionalmente perpetúa factores que conllevan a desnutrición crónica[34]. Es así como fueron necesarios varios años de investigaciones hasta llegar a conceptualizar lo que llamábamos «el mal oculto» (3). Una identidad patológica que a pesar de su elevada incidencia, para la mayoría pasaba desapercibida. Sus síntomas, erróneamente atribuidos a factores genéticos y sociales adversos que se aceptaban como inherentes a la realidad social de los tiempos y por ello, no eran considerados en las estrategias de desarrollo económico y social. Se trataba de la desnutrición crónica, que junto a la pobreza, impactaba negativamente a la población infantil, provocando una elevada mortalidad temprana y daños posteriores permanentes en los sobrevivientes.

Si miramos los gráficos del Minsal vemos que la obesidad ha ido progresivamente aumentando”, advierte. Y destaca particularmente un incremento importante de la obesidad severa en los niños de todas las edades. También piensa que la minuta de la Junaeb que se siguió aplicando no se adaptó a los cambios de estilos de vida y al aumento del peso en los niños. “De repente tenías una minuta de tallarines con croquetas, un exceso de carbohidratos”, cube.

Todo ello se acompañaba de diversas alteraciones bioquímicas, neurofisiológicas, metabólicas y bioeléctricas del tejido cerebral, que finalmente se traducían en menor rendimiento de las capacidades intelectuales (37). Pacheco, vocera de Unicef, advierte que el principal desafío que enfrenta el país “es disponer de una política de protección social que aborde la pobreza de manera integral y conforme a la etapa del desarrollo en que niñas, niños y adolescentes se encuentren”. Y agrega que dicha intervención debe ser accesible para todos los grupos, “ya que la evidencia científica es contundente respecto de las implicancias positivas que tiene en el desarrollo infantil y adolescente llegar a tiempo y con prestaciones de excelencia”. Desde Unicef afirman que “es importante que se entienda que el problema de la pobreza infantil tiene particularidades propias de la etapa del ciclo de vida de este grupo, que va desde la gestación a los 17 años. Durante esta etapa las personas tienen necesidades de desarrollo que, si no son abordadas de manera oportuna y pertinente, pueden traducirse en situaciones de inequidad que persistan hasta la adultez, propiciando la reproducción intergeneracional de la pobreza”.

pobreza y desnutrición infantil

Una expresión de este fenómeno es el resurgimiento de las ollas comunes que, mediante acción colaborativa vecinal, han permitido a cientos de familias alimentarse y sobrevivir en el día a día. Primero, mayor asociación hacia la obesidad porque si hay bajo presupuesto, se compran alimentos más baratos, que son los que tienen más azúcares o grasas saturadas. Pero si la comida de la olla no alcanza para todos, te vas para el otro lado (desnutrición) porque vas a bajar la ración y caes en menor suministro de alimentos”, analiza Francisco Pérez, director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA).

Además, los niños desplazados y sus familias no pueden mantener los niveles de higiene necesarios para prevenir enfermedades, dada la alarmante falta de agua potable y saneamiento, y muchos recurren a la defecación al aire libre. Mientras tanto, los escasos hospitales que funcionan están centrados en atender al elevado número de pacientes heridos en el conflicto, por lo que no pueden tratar adecuadamente los brotes de enfermedades. Miles de niños y niñas han muerto ya a causa de la violencia, mientras que las condiciones de vida de los supervivientes continúan deteriorándose rápidamente debido al aumento de los casos de diarrea y de la pobreza alimentaria entre la población infantil, dos factores que agravan el riesgo de que se produzca un incremento en el número de muertes infantiles. Actualmente, según el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo de la Organización de las Naciones Unidas, nuestro país presenta un 15,6% de inseguridad alimentaria (moderada o severa), que impacta a 2,9 millones de personas que, en la práctica, no tienen acceso regular a alimentos para una dieta nutritiva.

Se trataba de una intervención lumínica, a cargo del estudio de diseño Delight Lab, que buscaba visibilizar una realidad incipiente en nuestro país. Por esa fecha, en la comuna de El Bosque, los vecinos salían a protestar pidiendo ayuda porque no tenían qué comer. “Estamos con una situación de hambre y de falta de trabajo muy compleja”, decía el alcalde de la comuna, Sadi Melo. Así, distribuyeron cajas de alimentos para apoyar a las familias, mientras que en los territorios, comenzaban a proliferar con fuerza las ollas comunes. Agregó que el sobrepeso de los niños y niñas no solo está determinado por la cantidad de alimento que ingieren, sino por la baja calidad nutricional de los productos que consumen y el disminuido gasto energético que genera estar en cuarentena.

Si bien la construcción de la arquitectura cerebral es dependiente del programa genético, no así las interconexiones neuronales finas que se establecen durante su desarrollo, especialmente durante el primero y segundo año de vida. Es a ese enorme cableamiento interneuronal, que se debe el rápido crecimiento del cerebro durante los primeros dos años de vida, como también su plasticidad. De este modo se ha ido conociendo la correlación existente entre la genética y el medio ambiente, que en definitiva condiciona la funcionalidad cerebral. Es la constante recepción de estímulos sensoriales, emocionales, verbales y no sensoriales, los que en buena medida van condicionando el adecuado establecimiento de la fina purple neuronal (36,37). No solo considera los pocos recursos económicos, sino también en la producción de efectos negativos sobre la salud, teniendo en cuenta las malas condiciones ambientales en las que se desarrollan los seres vivos que en el futuro genera limitaciones funcionales, bajo desempeño y menos oportunidades laborales[2]. Para cientos de millones de personas en situación de pobreza, el gasto en alimentación supone más del 75% de sus ingresos y muy a menudo se ven en la obligación de ayunar[30].

En Colombia, el desempleo continúa teniendo una de las más altas tasas de Latinoamérica, entre otros aspectos porque presenta inequidades por sexo, grupos de edad, zonas y clases sociales. Sin embargo, se asocia a menor remuneración salarial predominantemente en zona rural o personas que pertenecen a los estratos socioeconómicos más bajos, por lo que suele vincularse a menor nivel educativo. También se le ha identificado como una de las principales barreras para alcanzar mayores niveles de crecimiento económico[32],[37]. El acceso económico se outline como “la posibilidad que tiene una familia o una comunidad para obtener, comprar o alcanzar los alimentos necesarios para satisfacer sus requerimientos nutricionales de forma permanente”[36].

Todos en América Latina y el Caribe pueden contribuir, desde los gobiernos hasta la industria alimentaria, desde las autoridades escolares hasta los padres”, dijo Bernt Aasen, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe. El diagnóstico se fundamenta en la adecuada valoración clínica y en la calificación nutricional.

Desnutrición Infantil Y Daño Del Capital Humano: Damage To The Human Capital

Sus síntomas eran erróneamente atribuidos a factores genéticos y sociales adversos que se aceptaban como inherentes a la realidad social de aquellos tiempos y por ello no eran considerados en las estrategias de desarrollo económico y social. Se trataba de la desnutrición crónica, que en conjunto con la pobreza, impactaba negativamente en la población infantil, provocando una elevada morbimortalidad temprana y daños posteriores permanentes en los sobrevivientes, lo que condicionaba un perjuicio en la escolaridad y en la productividad. Estos efectos constituyen un mecanismo de transmisión integeneracional de la pobreza y la desigualdad. Conjuntamente, una investigación en Ecuador demostró que los infantes de género masculino en el primer año de vida, son más propensos a la inseguridad alimentaria18.

La obesidad –que es la otra cara de la malnutrición– también se ha visto incrementada en medio de esta contingencia. De hecho, el Mapa Nutricional 2020 también da cuenta de ese fenómeno y revela un aumento ‘sin precedentes’ de la obesidad severa que llegó al 64% en el segmento de los escolares de quinto básico. “Cuando hay una disaster económica, aunque las personas puedan tener acceso a alimentos, cuidan más el presupuesto y ahí aparece el concepto de inseguridad alimentaria que es la incertidumbre respecto a la capacidad de obtener alimentos. Y eso se puede traducir en obesidad o desnutrición porque puede que la población reduzca la calidad de su alimentación (obesidad) o derechamente no tenga acceso a ella (desnutrición)”, analiza Carla Leiva, académica de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica. Pero no era sólo el déficit de calorías y nutrientes lo que afectaba su desarrollo, sino también otros factores ambientales.

«Los niños primero», se transformó en un slogan del gobierno de Piñera, mientras ha quedado en evidencia una enorme carencia de políticas para la infancia, con desigualdades a nivel educacional, violencia intrafamiliar, trabajo infantil, desnutrición, entre otros. “Las cifras son bajas, pero si la tendencia se mantiene sería una situación inquietante para nosotros como país”, cube. Destaca que Chile tuvo “una baja gigantesca” en la desnutrición gracias al trabajo de la Corporación para la Nutrición Infantil (Conin). Si uno se descuida la mortalidad infantil aumenta, la desnutrición aumenta, las cifras de niños vacunados empeoran, así como la expectativa de vida al nacer.

“Pese a que la pobreza había venido disminuyendo, siempre eran los grupos de niños, niñas y adolescentes quienes padecían en mayor medida la pobreza, muy principalmente el grupo de la primera infancia, de cero a tres años, y esta tendencia etaria se mantuvo”, sostiene el investigador del Observatorio Niñez y Adolescencia, Nicolás Contreras. “En los informes, en common, no se habla lo suficiente de pobreza o no se enfocan en los niños. Creo que la gente desconoce los niveles de pobreza infantil que tenemos hoy en día”, afirma Bratti. En términos generales la malnutrición -que incluye sobrepeso y obesidad- también ha aumentado si se mira por tramos de edad desde el año 2009. En este sentido, el médico recomienda hacer un censo de la población en los lugares donde hay más riesgo, pues este fenómeno suele estar distribuido en forma inequitativa, tomando como base la información que entreguen los servicios de atención primaria, y desarrollar un programa de alimentación complementaria, manejado por nutricionistas.

pobreza y desnutrición infantil

Mirta Crovetto Mattassi, junto con lamentar esta realidad, dijo no sentirse sorprendida, especialmente por el contexto de pandemia, a raíz del cual muchas familias han ingresado a la condición de vulnerabilidad. Por ello -lo esperable- dijo, es que dentro de la Mesa de Seguridad Alimentaria se detectaran situaciones como ésta, pues la desnutrición es una condición de salud que ya había sido superada en nuestro país. “La alteración nutricional por exceso que lleva al sobrepeso y la obesidad es una epidemia.

En los niños que sufren una desnutrición precoz, su cerebro, al igual que los demás órganos, crece menos, lo que se evidencia por un menor tamaño de la circunferencia craneana, lo que correlaciona estadísticamente con un menor desarrollo intelectual (32,34). Hace algunos años comprobamos que la desnutrición efectivamente producía una atrofia del tejido cerebral. Utilizando una técnica de transiluminación del cráneo, usando una fuente potente de luz, aplicada en la superficie del cráneo, se evidenciaba un incremento del líquido céfalo raquídeo, secundario a la atrofia cerebral (35) (figura 4). Por otra parte, nuestras investigaciones realizadas, tanto en experimentación animal, como en el cerebro de lactantes fallecidos por desnutrición grave, demostraban importantes alteraciones en las estructuras de las neuronas y en un menor número de conexiones interneuronales (figura 5) (36,37).

Además, hay que considerar la falta de regularidad de los niños en asistir a los establecimientos educacionales, donde también hay alertas tempranas sobre el tema. Hay que hacernos cargo para resguardar que como país no vayamos a tener una doble carga de malnutrición, o sea altas cifras en obesidad y desnutrición a la vez”, plantea Paolo Castro, director de la carrera de Nutrición de la Universidad Central y ex presidente del Colegio de Nutricionistas. Mientras tanto, el mundo, la inmensa mayoría de los países han alcanzado un desarrollo inaudito. Darle la espalda a la evidencia empírica implica estimular, por inmadurez, complicidad, soberbia o ignorancia, lo que condena a millones a sufrir la extrema pobreza. No hay justificación para tolerar la pérdida de vidas por ella, puesto que sabemos de qué manera remediarla.

El caos sensorial (violencia doméstica, abusos, y abandono), van dejando un profundo daño en su salud mental que va a persistir a lo largo de su vida (40). Seguramente que ha sido la suma de todas estas medidas económicas las que explican el cambio del nivel de vida alcanzado durante los últimos años. Sin embargo, previamente existió otro hecho esencial, que por haber sido más silencioso, para muchos no especialistas pasó desapercibido. La erradicación de la desnutrición que ocurría ancestralmente durante los primeros años de vida, condicionando una elevada mortalidad temprana, y de paso dañando a un alto porcentaje de los que sobrevivían (2,3).

Desde el comienzo del conflicto, UNICEF ha estado distribuyendo en la Franja de Gaza suministros vitales, entre ellos vacunas, materials médico, equipos de higiene, sucedáneos de la leche materna listos para su consumo, alimentos suplementarios especializados, suplementos nutritivos y alimentos terapéuticos listos para el consumo a fin de prevenir y tratar a tiempo la desnutrición aguda. UNICEF también ha distribuido flamable, agua, tanques y bidones de agua, retretes móviles, lonas, tiendas de campaña, ropa de invierno y mantas. Los primeros resultados de la encuesta entregados en agosto ya advertían que la pobreza multidimensional no bajó sino que se estancó y, además, empeoró la distribución del ingreso. “En consecuencia, las desigualdades de género en salud estudiadas muestran que las mujeres tendrían peor salud percibida que los hombres, más síntomas emocionales o psicológicos y más dolor, problemas somáticos, depresión, así como la mayor utilización de los servicios de salud”, revela el estudio. Como fue enunciado anteriormente, la principal etiología de la desnutrición es primaria o por déficit de ingesta.

Es así como el impacto negativo en los primeros períodos de la vida pueden persistir a lo largo del tiempo, pudiendo llegar a expresarse en la edad adulta, en diversas enfermedades degenerativas, como trastornos cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemias, osteoporosis, cáncer y enfermedades mentales (25-28). Es durante los primeros períodos de la vida, cuando los daños se producen y a lo largo de la vida, cuando se expresan. Debido al impacto de la pandemia, Bratti sostiene que las preguntas de la Encuesta Casen 2020 no son suficientes para hacer un análisis de la pobreza multidimensional. Comparte con la directora del jardín infantil del Hogar de Cristo, Cristina Díaz, que la calidad de los alimentos que se entregan a través de los distintos programas deberían ser distintos. “Salud, por ejemplo, sigue entregando la Purita Cereal que no es un producto adecuado para la epidemia de obesidad que estamos viviendo.