También se argumenta que la desigualdad era baja en los regímenes comunistas ruso y chino en 1980 y que su posterior aumento contribuyó a estimular la innovación y el crecimiento en beneficio de todos. Esto último es especialmente cierto para China, donde la pobreza disminuyó drásticamente. Sin embargo, la justificación de la desigualdad en función del bien común no puede aplicarse a la realidad common de todas las naciones. Por ejemplo, el crecimiento económico estadounidense y europeo durante el auge del Estado de Bienestar, de 1950 a 1980, fue más intenso que en las décadas siguientes, las que estuvieron caracterizadas, como escribe Thomas Piketty en Capital e ideología, “por un aumento de las desigualdades de dudosa utilidad social”. Según el economista francés, estas no beneficiaron “al 50% más pobre, que ha sufrido un estancamiento whole de su nivel de vida en términos absolutos y un hundimiento en términos relativos”. Nuestra época no es la primera que cuenta con grandes capas de la población viviendo bajo los niveles mínimos de pobreza, a veces la miseria y el hambre, pero es la primera que posee los recursos materiales necesarios para evitarlo.
La historia y los datos empíricos demuestran persistentemente que la izquierda no es inmune al sexismo, ni tampoco al machismo ni la misoginia. En la izquierda, aún tenemos demasiados paneles solo de hombres, revistas solamente editadas por hombres, hombres preguntando y dando comentarios desde la audiencia, una teoría escrita principalmente por hombres, hombres que persistentemente tratan con condescendencia a las mujeres. Mujeres generalmente son invitadas a hablar sobre temas feministas pero cuando los temas tratan acerca de economía, teoría marxista, historia o análisis político en basic, las mujeres son crónicamente menos. En cambio cuando algo tiene que ser traducido, alguien tiene que ser contactado, se tiene que mandar un mail, coordinar, generar intercomunicación, es que vemos más mujeres involucradas. Obviamente las cuotas de género son importantes en la izquierda pero solamente cobran sentido como mecanismo de inclusión si día a día trabajamos en empoderar a camaradas/colegas/analistas/teoricistas mujeres y no binarias en diferentes ámbitos de teoría y práctica.
Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados. Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al 33%. El estudio del Banco Mundial que citamos previamente calcula un 33% para el 2013.
Lo anterior ha implicado que el Partido Comunista ha dejado de proponer un modelo alternativo al capitalismo, centrándose en la obtención de una institucionalidad política no influenciada por el neoliberalismo, pasando de una estrategia de transformación social revolucionaria, a la moderación y el gradualismo. En la siguiente tabla se puede ver el ranking de libertad económica de la Heritage Foundation, que nos permite ver de forma cuantitativa aquellos países que son más intensivos en capitalismo, mercados y libre competencia. En este mismo medio (ver aquí) hemos tratado de ayudar al presidente Gabriel Boric a clarificar algunas concepts y elementos conceptuales en torno al capitalismo y las principales instituciones que lo constituyen. Recordemos que hace algunas semanas el presidente desató un debate respecto al capitalismo al señalar que “parte de mí … quiere derrocar el capitalismo … creo firmemente que el capitalismo no es la mejor manera de resolver los problemas en la sociedad”. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.
Lo anterior responde a una serie de factores, tanto internos como externos a la organización. Algunos de ellos son la dictadura cívico-militar, la caída de los ensayo pobreza socialismos reales y la rigidez del centralismo democrático. En este escenario, el accionar de los comunistas continúa orientado a un clivaje funcionalista.
Se requiere del discernimiento de las mediaciones que hacen efectivos dichos valores. En efecto, las “ideologías” no han muerto; están vivas y son necesarias, como mediaciones para la acción (Verdugo, 1992). No es de extrañar, pues, como lo hemos visto en los análisis sociales reseñados en la primera parte de este trabajo, la prioridad que debe dársele a la discusión ideológica y política. Esta es ineludible si no queremos, por una parte, caer en un idealismo ineficaz o, por otra, en la violencia que solo trae más violencia. En cambio, podemos señalar brevemente que, en el contexto latinoamericano, de modo sinodal y colegiado, la Iglesia de la región puso gran atención en las “desigualdades”, en explicit, en aquellas que calificaba de “injustas” o “excesivas”. Más aún, podemos decir que hace más de cincuenta años dichas desigualdades fueron consideradas como el issue que más atentaba contra la paz y el desarrollo integral de América Latina.
Además, la riqueza tiene la característica que suele transmitirse intergeneracionalmente, por lo que esta alta concentración de riqueza contradice principios de igualdad de oportunidades dentro de cada generación.[16] Coherente con el análisis de la primera columna, es evidente el riesgo que estos niveles de concentración suponen para el ejercicio democrático. Es por eso que algunos países han implementado impuestos a la herencia como un tipo de impuesto al patrimonio (ver aquí para una discusión al respecto). La literatura académica sugiere que las tasas óptimas a la herencia podrían ser bastante altas (del orden del 50%-60%).
El pasar a formar parte de la Nueva Mayoría, en medio de un contexto de crisis de representación de los partidos políticos, ha repercutido negativamente en el potencial del Partido para vincularse con los nuevos movimientos sociales. No obstante estas afirmaciones, es posible evidenciar la genuina intención del Partido Comunista y su militancia de incorporar las nuevas desigualdades sociales a su marco de acción. Ello podría materializarse en el mediano plazo siempre y cuando el partido y su organización sea capaz de transformar su estructura interna y de incorporar las críticas. Yo diría que para la mayoría de las compañías conscientes los trabajadores son la parte interesada prioritaria. Alguien diría que los clientes son la prioridad pero en realidad son como dos alas de un ave, necesitas de ambas para volar. Pero los trabajadores son muy importantes porque son los que crean valor en las compañías.
Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. La restricción de los principios de la justicia distributiva igualitarista al ámbito de lo doméstico, sugiere que algunos aspectos cruciales del orden económico internacional han sido desatendidos, en particular el impacto normativo que tiene su carácter explotativo. En lo que sigue, se asumirá que existe una economía world de carácter capitalista y se limitará a estipular —brevemente— las características de dicho orden, a fin de mostrar que existe explotación world y que esta es una razón para que los principios de la justicia distributiva igualitarista se apliquen globalmente. Es con esa motivación que se ha reactivado el interés político y académico por el impuesto a la riqueza total (también conocido en Chile como el impuesto a los “súper ricos”).[17] Hoy la evidencia académica es más optimista que antes respecto a la aplicación de estos impuestos en términos de factibilidad e impacto esperado (ver aquí).
Como parte de los resultados de esta investigación, logramos evidenciar, en primer lugar, que existe una crisis teórica al inside del Partido Comunista. Lo anterior se remite a la pérdida de un grupo significativo de militantes a principios de la década de los 90’, entre cuyos miembros se encontraban estudiantes universitarios e intelectuales, falencia que recién en la actualidad se intenta recomponer. Este fenómeno deviene en una serie de lecturas de lo social que no necesariamente se adapta a las necesidades actuales, tales como pérdida de los horizontes internacionales de transformación social, enclaustrando la acción de manera severa en los contextos locales. Además, se logra evidenciar que producto de dicha ausencia teórica, los diagnósticos generados al interior del Partido respecto a la situación actual en el país ha producido que la principal línea programática de la organización se encuentre orientada únicamente a comprender las contradicciones entre neoliberalismo y democracia.
Desde ya, se trata de una concepción normativa sobre la explotación, de acuerdo con la cual afirmar que hay una relación de explotación supone afirmar que dicha relación es, prima facie, impermisible. Frente a esto, existen concepciones descriptivas de la explotación según las cuales ésta consiste meramente en la existencia de un intercambio desigual u obtención de una ventaja, de modo tal que la pregunta sobre su injusticia es contingente a la existencia de alguna otra circunstancia adicional, como por ejemplo, una distribución inicial injusta (Roemer 1985). Adicionalmente, existe un amplio debate en torno a qué es lo que vuelve injusta a una relación de explotación y si acaso es plausible decir que el explotado sufre una falta de libertad. En la comunidad internacional, como en cualquier otra, hay miembros mucho más ricos que otros y, a veces, las diferencias entre los más aventajados y los más desaventajados son tan grandes, que la formulación de deberes globales de justicia distributiva debería resultar difícil de evadir.
Tal como sucedió con los Estados bananeros de antaño, la economía venezolana logró revivir al fantasma de la hiperinflación con niveles de 1.642% y 5.400% para los próximos dos años, según el FMI. Paralelamente, el precio de la desigualdad joseph stiglitz pdf Venezuela exhibe la peor recesión económica del mundo (-8% y -4.5% para el 2016 y 2017). Sin mencionar que el país también es campeón mundial en desabastecimiento, corrupción e inseguridad.
Hoy, las posibilidades parecen escasas, en parte porque las políticas populistas que los «olvidados» quieren tienden a empeorar su situación precise, en una espiral viciosa de ira, malas decisiones políticas (como Brexit o Trump), una economía peor y luego más ira. La conclusión elementary de este importante libro, sin embargo, es optimista. Los autores argumentan que la economía del conocimiento seguirá dependiendo de clusters inmóviles de seres humanos con las habilidades adecuadas. Éstos, a su vez, serán suficientes en número para sostener una democracia y subordinar a las empresas a la voluntad de un Estado facilitador. Las clases descontentas de hoy son, en la opinión de los autores, un problema para la democracia y no una amenaza a ella. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza).