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Desigualdades Sociales: ¿cómo Afectan Nuestra Salud? Grabación Elandamio Cl- Educación En Linea

Sin embargo, estos impuestos representan una porción muy menor de la recaudación complete y, en particular al impuesto a la herencia, su diseño no permite una implementación eficiente. Así, se puede decir que, en términos generales, los impuestos patrimoniales no son relevantes en Chile, tanto en términos de recaudación, como en progresividad o cuidado de la democracia. Es con esa motivación que se ha reactivado el interés político y académico por el impuesto a la riqueza total (también conocido en Chile como el impuesto a los “súper ricos”).[17] Hoy la evidencia académica es más optimista que antes respecto a la aplicación de estos impuestos en términos de factibilidad e impacto esperado (ver aquí). Evidencia reciente en Colombia sugiere que incluso en países con instituciones fiscalizadoras más débiles que las de un país desarrollado, estos impuestos pueden ser ejecutados de manera efectiva. Por cierto, estos cálculos se basan en premisas normativas que exigen definir cuánto se pondera el bienestar de cada individuo de acuerdo a su nivel de ingresos. Los esquemas óptimos se caracterizan por tasas más altas cuando los contratos sociales favorecen en mayor medida la redistribución.

Esta dinámica permite que los mercados de trabajo sobrepasen a menudo los lugares donde residen las personas y los límites administrativamente definidos, como los comunales. Los desplazamientos desde el lugar de residencia al lugar de trabajo, sea a la misma comuna o a otra, es decir, la movilidad territorial o conmutación por razones de trabajo, constituyen una respuesta a las necesidades de funcionamiento de una economía urbana que actúa como polo gravitacional sobre las áreas aledañas. Estos flujos pueden ser medidos y considerados un indicador del grado en que hay una interrelación económico-social entre áreas territoriales, específicamente como indicador de la presencia la desigualdad en el mundo actual de un mercado de trabajo relativamente compartido en un territorio delimitado. La movilidad o conmutación por razones de trabajo ha sido medida en Chile por el Censo del año 2002, cuyos datos utilizaremos, así como por otras encuestas. Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos.

Estas demandas obligan a revisar los patrones de valor institucionalizado que perpetúan las injusticias hacia estos grupos. Se han analizado, por otro lado, las demandas de diversos grupos subalternos y la experiencia de exclusión de amplios sectores sociales. Este foco ha hecho necesario adoptar análisis y metodologías que involucran dimensiones urbanas, territoriales, culturales, de género y ambientales en las sociedades chilena y latinoamericana. Zygmunt Bauman explora la íntima afinidad e interacción entre el crecimiento de la desigualdad social y el aumento de los «daños colaterales» a los pobres y marginados, privados de oportunidades y derechos, que se convierten en los candidatos naturales a estos daños de una economía y una política orientadas por el consumo.

la desigualdades sociales

En los casos extremos, zero implica que todos los individuos tienen los mismos ingresos, y 1 que sólo una persona recibe todos los ingresos. Mientras que las tasas de educación y alfabetización están aumentando en todo el mundo, no queda claro si se está disminuyendo la desigualdad educativa. Por eso, hay necesidad de aumentar la educación en los sectores en crecimiento como la tecnológica y habilidades sociales específicas adaptables al mundo que actualmente se necesita movilidad ocupacional. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”.

En adición, es igualmente importante responsabilizar a las escuelas por sus resultados académicos. El ausentismo y deserción escolar implican pérdidas de oportunidades duraderas y prolongadas, que afectan el desarrollo y el aprovechamiento de las oportunidades educativas, otro factor contribuyente a la desigualdad. Distancia, falta de transporte, enfermedades frecuentes, vestimenta inadecuada, falta de útiles escolares, inadecuadas en las poblaciones vulnerables. La desigualdad educativa empuja a muchas niñas y niños fuera de las aulas escolares, haciéndolos vulnerables a la explotación al entorno criminal e incluso en casos extremos, al tráfico de personas.

Así, la educación perpetúa las desigualdades que surgen con la clase social, el género, y el origen étnico. De estas incertidumbres sólo se salva un grupo que –dependiendo de la dimensión que se considere– oscila entre el 20% y el 5% de más altos ingresos. La reducción de la desigualdad es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods) a los que Chile adhirió en el marco de la Agenda 2030 acordada por los países reunidos en las Naciones Unidas. Esto implica el compromiso de lograr un crecimiento económico inclusivo y la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, de modo de cumplir con el mandato de “no dejar a nadie atrás”.

En la mayoría de esa serie estamos hablando de pobreza de ingresos, es decir, la capacidad que tiene la gente de consumir alimentación y bienes básicos. Recién el año 2011 empezamos a medir la pobreza agregando otros asuntos más intangibles como la trayectoria en la educación, el estándar sanitario, la calidad de la vivienda, and so forth.”. En Chile, si consideramos las contribuciones para la seguridad social como parte de los impuestos al ingreso, este grupo de impuestos representa un 36,9% de la recaudación total del año 2016. El promedio de la OCDE para el mismo periodo fue de un 59%.[13] Por lo tanto, el sistema tributario chileno no solo recauda poco en términos comparados, sino que además le da mucha importancia a los impuestos al consumo y una menor importancia relativa a los impuestos al ingreso.

[13] Es importante mencionar que esta gran diferencia se explica principalmente por las contribuciones a la seguridad social ya que, a diferencia de Chile, en common los países financian programas de seguridad social con componentes solidarios con estas contribuciones. [9] Existe una tradición académica que sugiere que si no se le pueden poner impuestos a todos los bienes de consumo, el impuesto al consumo óptimo posiblemente impondrá distintas tasas a distintos bienes. Un problema de esta tradición es que no considera que impuestos diferenciados dificultan la fiscalización y abren espacio a la evasión y elusión, lo que a su vez afecta la eficiencia del sistema. Un segundo problema, más importante aún, es que los impuestos diferenciados óptimos dependen de elementos que no son observables, por lo que son muy difíciles de implementar. Como el IVA en Chile es homogéneo, y para no extender la discusión más allá de lo necesario, no profundizaremos al respecto.

Partiendo de estos estudios, una hipótesis a verificar consiste en que la desigualdad de ingresos es estructural a la sociedad chilena y se reproduce en los tipos de territorio que hemos definido. Complementariamente, sin embargo, cabe preguntarse si los niveles de desigualdad de ingresos difieren entre esos diversos tipos de territorio, de modo que la desigualdad en su interior ocurre en rangos específicos a cada tipo. Si se ordenaran las regiones del mundo, cube Contreras, Lationamérica aparece como una región de alta desigualdad. Adicionalmente, desde una perspectiva sociológica, surgen interrogantes sobre la configuración territorial de las desigualdades en términos de una estratificación social. La identificación de mercados de trabajo territoriales y específicamente los tipos de territorios que hemos distinguido, podemos conjeturar que son definitorios de los estratos sociales presentes a nivel territorial.

Los mecanismos de reproducción de los segmentos de altos ingresos, particularmente mediante la educación, tienen mucho que ver con esto”. Se privatizó la educación y se estableció la subvención, lo mismo pasó con la salud, y lo más dramático fue lo que ocurrió con el sistema de seguridad social. Primero, los percentiles de mayores ingresos concentran una parte sustantiva de los ingresos. Por ejemplo, como detallamos más abajo, en Chile el 10% más rico se apropia de más de la mitad de los ingresos totales.

Por ejemplo, en 1959 el programa de Mitchell Lama para el Estado de Nueva York, establecido sólo cuatro años antes, abandonó su objetivo unique de mantener los desarrollos regulados a perpetuidad permitiendo a los propietarios optar por salirse una vez pagada la hipoteca (Botein, 2009). A principios de la década de 1970, la política federal respecto a la vivienda pública se desplazó de nuevas construcciones a un sistema de vouchers, permitiendo que los hogares elegibles pudieran arrendar a propietarios privados. El objetivo period no sólo trabajar en contra de la concentración de la pobreza en los desarrollos de vivienda pública, sino también apoyar las iniciativas impulsadas por el mercado y acabar con el rol directo del gobierno federal en la construcción de viviendas. Una restricción adicional a la vivienda pública se introdujo mediante la Enmienda de Faircloth a las más amplias reformas de asistencia social implementadas en la Acta de Calidad de la Vivienda y Responsabilidad Laboral de 1998. Esta enmienda prohibió el financiamiento federal para las autoridades de vivienda (organismos públicos) que buscaban ampliar su volumen de viviendas públicas. Los datos expuestos en la tabla muestran que las tres grandes ciudades concentran cerca de la mitad de la población del país, pero a esto se suman 24 ciudades intermedias que representan otro 24% de los habitantes.

Sin embargo, parte de las comunas que carecen de estos centros urbanos se vinculan a ciudades o a comunas del tipo de municipios que sí cuentan con centros urbanos menores. Esto es coherente con la diversidad de la ruralidad en cuanto a su grado, así como respecto del tipo de relaciones sociales entre sus habitantes, los desplazamientos a trabajar en otras comunas, los servicios disponibles y la base económica (Berdegué et al2009 y 2011). Más aún, la presencia de población rural se encuentra en todos los tipos de territorios, incluyendo las ciudades, particularmente en sectores alejados de sus centros. Nuestra tipología enfatiza más en la urbanización que en la ruralidad atendiendo así a la creciente escala espacial de las interacciones en el mundo rural. Propendiendo a estudiar las desigualdades de ingresos a una escala subnacional más pequeña, se han desarrollado estudios econométricos que consideran a las comunas del país como unidad básica.

En un esfuerzo inédito por acercar la evidencia científica al debate público, un grupo de investigadores crearon una base de datos de acceso abierto que permite un análisis más sistemático de la desigualdad a nivel global. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción la desigualdad social en la actualidad de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados.

Investigadora Asociada Kids Online Chile Expone En Mesa Desigualdades En El Consumo Cultural Y Digital Pontificia Universidad Católica De Valparíso

Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Verónica Fuentes, integrante del CER-UACh, señaló que “queremos hacer llegar una invitación para el Segundo Congreso del Sur, el cual es organizado por el Centro de Estudios Regionales, la Dirección de Vinculación con el Medio y la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.

«Impulsaremos todas las transformaciones que sean necesarias para avanzar hacia una educación verdaderamente inclusiva tanto en nuestra institución como en el país, como lo demanda nuestro compromiso con el derecho a la educación», expresó luego de obtener la victoria en la elección. Rosa Devés llega a la rectoría en un momento especial del país en que más mujeres están situándose en posiciones de liderazgo y donde se está reconociendo su mérito. Por un lado, nos permite interpretar la realidad y, al mismo tiempo, refleja cómo es nuestra sociedad. En 1999, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

En entrevista con CNN Chile, Jeanne Lafortune, doctora en Economía del MIT y profesora de la PUC, detalla la llamada «multa por hijo o hija» y critica políticas como la ley de sala cuna. En la ocasión, Scuro, quien es oficial de la División de Asuntos de Género del organismo internacional, dio a conocer los principales contenidos del libro Las mujeres en los sistemas de pensiones de América Latina, del que fue coautora. Al amparo de la noción tradicional que considera que hombre y mujer nacen con desafíos y objetivos diferentes, la historia, la educación y los propios productos culturales han permeado a tal nivel, que incluso quienes abogan por una sociedad sin discriminaciones son proclives a caer en ciertas trampas que sutilmente van en desmedro de las mujeres.

Es lamentable que no se tengan datos históricos respecto a la inversión pública en el área medioambiental, sin embargo, contamos con los datos de los últimos años, los cuales develan que en 2015 la inversión ascendió a más de 27 mil millones de pesos. A nivel regional las regiones con mayor presupuesto medioambiental ejecutado fueron La Araucanía, Biobío y Aysén, tres regiones del sur del país. En el informe del PNUD (2016)16, se observa que Chile está dentro de los países con un nivel muy alto de desarrollo humano, ubicándose en el puesto número 38, bajo Lituania y sobre Arabia Saudita, con una expectativa de vida promedio de 82 años, y una media de años de escolarización de 9,9 (de los 16,3 años esperados para el país). Dentro de esta categoría los únicos países latinoamericanos representados son Chile y Argentina en el puesto forty five (con valores de zero,847 y zero,827 respectivamente, siendo el promedio de América Latina y el Caribe de zero,751).

La crisis política, social y de derechos humanos que empezó en octubre del año pasado reveló hasta qué punto nuestro sistema falla gravemente al asegurar el derecho de reunión, la igualdad ante la ley, la protección frente a la violencia estatal. La violencia policial que habíamos denunciado reiteradamente, se volvió generalizada, dejando personas muertas, torturadas y mutiladas en el camino. En cambio, podemos señalar brevemente que, en el contexto latinoamericano, de modo sinodal y colegiado, la Iglesia de la región puso gran atención en las “desigualdades”, en specific, en aquellas que calificaba de “injustas” o “excesivas”. Más aún, podemos decir que hace más de cincuenta años dichas desigualdades fueron consideradas como el factor que más atentaba contra la paz y el desarrollo integral de América Latina.

El aumento del desempleo, la flexibilización del trabajo, la promoción del emprendimiento y la consolidación del neoliberalismo afectan significativamente a los y las jóvenes. Si bien la problemática del desempleo juvenil tradicionalmente ha registrado sus índices más altos en los países del sur global, durante la última década se ha presenciado cómo este fenómeno también afecta fuertemente a las economías más avanzadas del planeta. Desde una perspectiva mundial, los datos oficiales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señalan que 70,9 millones de jóvenes entre 15 y 24 años se encuentran desempleados actualmente, siendo su mayoría mujeres (OIT, 2017). La construcción de una amplia base de datos regional permitió dar una mirada a la dinámica de la desigualdad en Chile, retratando las diferencias regionales. La tabla del Anexo D resume los resultados de los indicadores evaluados en este trabajo, revelando la vulnerable desigualdad y pobreza en el mundo posición de la región de La Araucanía, la peor catalogada en cada uno de los indicadores económicos y algunos sociales. A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE.

En simple, estos son impuestos que se cobran sobre activos, como por ejemplo activos financieros o propiedades. A diferencia de los impuestos al ingreso que se calculan en base a flujos (es decir, a cuánto se gana en un año), estos impuestos se calculan en base a inventory (es decir, a la cantidad acumulada a través de los años). Dentro de esta categoría encontramos, por ejemplo, las contribuciones, el impuesto a la herencia y el impuesto a la riqueza. Por cierto, estos cálculos se basan en premisas normativas que exigen definir cuánto se pondera el bienestar de cada individuo de acuerdo a su nivel de ingresos. Los esquemas óptimos se caracterizan por tasas más altas cuando los contratos sociales favorecen en mayor medida la redistribución.

Dicho lo anterior, es posible que las políticas redistributivas aún no sean desarrolladas con la eficacia que el país necesita para reducir más rápido las brechas económicas que le aquejan. De acuerdo con Donoso (2014), los gobiernos de la Concertación, principalmente desde la vuelta a la democracia, han tomado la inequidad como “espíritu de lucha”, por lo que se han implementado una serie de políticas redistributivas (tales como la reforma educativa y tributaria), sin embargo, acorde con el autor, los gobiernos han fallado en este objetivo. Además de los indicadores de desigualdad conocidos, recalca que la sociedad, actualmente, valida más la desigualdad que hace 30 años. Asimismo, la percepción de este autor es que las políticas redistributivas, más que abogar por una verdadera equidad, buscan beneficios adicionales, como la perpetuación del poder político-económico.

Respecto de la primera pensión definitiva autofinanciada de los nuevos pensionados, la brecha del monto promedio fue de 62,3%. Los datos muestran que a junio de 2021 las mujeres representaron el 46,8% del total de personas afiliadas al sistema de pensiones y el 42,1% del complete de cotizantes, mostrando en el segundo indicador un avance de 7,1% en 12 meses. Este desempeño, sin embargo, se explicó principalmente por la baja base de comparación, desigualdad y pobreza en américa latina ya que a junio de 2020 las mujeres cotizantes retrocedieron 6,2%. Además de los tipos de violencia más conocidos, en los últimos años ha cobrado bastante fuerza la violencia en línea o digital contra las mujeres. Esto se refiere a cualquier acto de violencia contra una mujer cometido, asistido o agravado por el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones (teléfonos móviles, Internet, medios sociales, videojuegos, mensajes de texto, correos electrónicos, redes sociales, entre otras).

desigualdades actuales

Para reducir la resistente desigualdad, son necesarias más políticas distributivas, junto con las redistributivas, que se preocupen a priori de la generación del ingreso. Las políticas distributivas, en el largo plazo, permitirán reducir el gasto social enfocado en los más pobres, quienes con mayores oportunidades serán capaces, por sí mismos, de guiar su desarrollo. A nivel Latinoamericano, Chile lidera en el territorio, con un PIB per cápita que es 12 veces mayor al país con el peor resultado, Haití. Panamá, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI, 2017), es una economía emergente con gran posibilidad de mantenerse a la cabeza de este grupo en los próximos años.

[18] La evidencia disponible sugiere que considerando la suma de los impuestos corporativos y el impuesto a la renta, el 2009 el 1% más rico pagaba en promedio una tasa efectiva de 15%. [17] Por ejemplo, en Estados Unidos, los actuales precandidatos presidenciales del partido demócrata Bernie Sanders y Elizabeth Warren han propuesto impuestos a la riqueza con tasas máximas de hasta 8% y 6%, respectivamente para fortunas del orden de 1 billón de dólares (es decir, fortunas con una cantidad importante de ceros). [13] Es importante mencionar que esta gran diferencia se explica principalmente por las contribuciones a la seguridad social ya que, a diferencia de Chile, en common los países financian programas de seguridad social con componentes solidarios con estas contribuciones.

E incluso si la mortalidad fuera mucho mayor, como podría ser en una futura epidemia, la inteligencia artificial y la automatización podrían absorber parte de la escasez de mano de obra resultante y mantener bajo el valor del trabajo humano. 19Para ver las variables que componen las distintas dimensiones, revisar el informe de Vial (2017). 14En Chile, el sistema público de educación, sobre todo educación básica y media, debe mejorar en calidad para ser competitivo con el sector privado. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso basic para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). Es con esa motivación que se ha reactivado el interés político y académico por el impuesto a la riqueza complete (también conocido en Chile como el impuesto a los “súper ricos”).[17] Hoy la evidencia académica es más optimista que antes respecto a la aplicación de estos impuestos en términos de factibilidad e impacto esperado (ver aquí). Evidencia reciente en Colombia sugiere que incluso en países con instituciones fiscalizadoras más débiles que las de un país desarrollado, estos impuestos pueden ser ejecutados de manera efectiva.

Todaro y Smith (2012) por su lado, adopta la definición desarrollada por Amartya Sen15, donde se relacionan el proceso de desarrollo con la calidad de vida y con la capacidad de las personas de elevar su estatus, adicionando los conceptos de autoestima y libertad. En este último sentido, el Programa para las Naciones Unidas y el Desarrollo (PNUD) en 2016, hace referencia a las libertades humanas como “la libertad de desarrollar todo el potencial de cada vida humana -no solo el de unas pocas ni tampoco el de la mayoría, sino el de todas las vidas de cada rincón del planeta- ahora y en el futuro” (pp. 30). De acuerdo con los datos para 2015 del Banco Mundial, en Chile la esperanza de vida al nacer es de seventy nine años en promedio, siendo de 77 para los hombres y eighty one en el caso de las mujeres, encontrándose sobre el promedio mundial (72 años, 70 para hombres y seventy four para mujeres).

Encuesta Desigualdades Económicas Y Sociales Desiguales 2016 Publicaciones Pnud

La literatura académica sugiere que los impuestos óptimos al ingreso de los individuos en la parte más alta de la distribución deberían ser altos (estimaciones sugieren que podrían llegar a 73%, e incluso sobre el 80% si existe apropiación de rentas no productivas). Algunos columnistas han especulado que esto se debe a la ineficiencia del Estado en las transferencias. Uno podría argumentar, en cambio, que las transferencias son progresivas, pero la manera de recaudar es regresiva, haciendo, por lo tanto, neutro el sistema en su conjunto. Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones la desigualdad en el mundo actual (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje. Adicionalmente, se provee acceso a actividades extracurriculares en áreas de ciencias desde la robótica, artes desde la creación cinematográfica y al desarrollo socioemocional de forma específica y transversal en cada programa. Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje.

Si es que el 1% más rico no solo ostenta el poder económico, sino que también utiliza dicho poder para influir en la política (en desmedro de quienes se encuentran más abajo en la distribución de ingresos), entonces es probable que dichos territorios experimenten un mayor número de conflictos sociales. Según datos de la OECD, un alto nivel de desigualdad caracteriza a Chile en comparación con otros países y las diferencias de ingresos entre las regiones del país son también superiores con respecto a la mayoría de los países integrantes de dicha organización (OECD 2009, 2011). Esto pone de relieve la importancia del estudio de las desigualdades sociales tanto a nivel nacional como sub-nacional. El estudio de las desigualdades sociales desde una perspectiva territorial aporta una dimensión relevante para caracterizarlas, pero cuando se elige como nivel territorial para el análisis a las regiones administrativas, se desconoce la escala territorial donde se generan las principales diferencias, según sostendremos en este artículo. El objetivo de este trabajo es proponer un conjunto de tipos de territorios subregionales que facilite el análisis de las desigualdades sociales a nivel territorial. Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional.

Sin embargo, este método es objeto de discusión, pues diversos estudios han destacado que la intensidad de las interacciones de personas y actividades entre diversos lugares, puede ser medida considerando otras dimensiones. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo.

Reducirla no es solo un imperativo ético, es también una exigencia para la sostenibilidad del desarrollo de los países. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. Para efectos de nuestro ejercicio inicial, esto implica que reducir la desigualdad de 0,forty nine a 0,43 para Chile o de zero,50 a 0,forty three para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. Si bien esta operación aritmética no se acerca a ser una aproximación exhaustiva para comprender los determinantes del conflicto social, logra dejar ver una tendencia clara que puede entregar luces respecto a alguno de los orígenes del descontento del país. De acuerdo a la información del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones de Aysén, Atacama, Los Ríos, Arica y Parinacota, y Magallanes, todas regiones donde los índices de desigualdad son iguales o superiores al promedio nacional. La relación entre la desigualdad y la inmovilidad económica la podemos cristalizar en la llamada “Curva Great Gasby” de Alan Krueger, que evidencia que aquellos países con una mayor desigualdad tienden a sufrir de una mayor inmovilidad económica.

Observamos un país en disaster, con un nivel de desigualdad que se ha estancado en niveles altísimos. Transitar hacia una sociedad distinta es posible; es, a fin de cuentas, una decisión política. Parte del debate público, sin embargo, argumenta que la desigualdad es un producto inevitable del libre mercado, el desarrollo tecnológico, y de la globalización.

Por último, uno de los puntos más oscuros de la desigualdad social tiene que ver con la incertidumbre, específicamente la laboral, que es la que determina todo lo demás para las personas de escasos recursos. “Del universo de trabajadores cubiertos por el seguro de cesantía en un período de eleven años, aquellos que partieron en un trabajo de bajo salario tuvieron empleo formal y con contrato indefinido menos de un 30% de esos 132 meses y tuvieron en promedio casi 10 empleadores. Quienes partieron en un trabajo de alto salario estuvieron en esa situación más de un 72% de los meses y tuvieron en promedio menos de cinco empleadores.

Estos cálculos balancean los potenciales efectos negativos sobre la eficiencia y positivos sobre la redistribución que tienen este tipo de impuestos. Así, en el marco de una discusión constituyente sobre un nuevo contrato social, los debates sobre el sistema tributario serán centrales. Los Estados Partes que aceptaron las normas de la Convención deben convertir estas normas en una realidad para todas las niñas y niños en sus respectivos ordenamientos jurídicos de manera que no puedan contravenir o impedir el disfrute de estos derechos. Los gobiernos de manera periódica deben presentar informes sobre los progresos en el cumplimiento de todos los derechos. Conocer los derechos de las niñas y niños nos sensibiliza y nos hace responsable de su cumplimiento.

En este texto abordo esta pregunta tratando de ser riguroso y apegado a los hechos, pero consciente de que, más allá de lo bien que podamos caracterizar tanto la desigualdad como el estallido social, establecer una relación entre ambos fenómenos es un ejercicio eminentemente especulativo. Con esta publicación, el PNUD reitera su compromiso con la generación y difusión de conocimiento que sirva como base de discusiones informadas para la construcción de consensos respecto de los cambios que el país requiere. Aspiramos a que todos los ciudadanos, especialmente aquellos en los grupos menos aventajados, tengan mayor control sobre sus propias vidas para perseguir los objetivos que ellos mismos consideren valiosos, integrándose de manera efectiva y participativa al proceso de desarrollo humano inclusivo y sostenible. La forma como es imaginado un territorio y construido socialmente(Dematteis y Governa 2005), podría ser mejor comprendida observando las percepciones y prácticas relativas a las diferencias sociales en su inside y frente a otros territorios.

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De hecho, el segundo lugar del ranking de desigualdad en Chile lo ocupan La Araucanía, Aysén y Los Ríos, todas con coeficientes de Gini de 0,47, lo que constituye una diferencia no menor respecto de la Región Metropolitana y del promedio nacional. A pesar de esta evidencia, los datos sobre desigualdad comúnmente se relativizan frente a las percibidas bondades del modelo económico. Esto confirma la validez de considerara estas ciudades como un solo conglomerado y medir de acuerdo a la misma pauta los flujos con las comunas que las rodean. Esto permite la desigualdad en la pandemia distinguir, en primer lugar, a las grandes ciudades de Santiago, Concepción y Valparaíso, cada una de las cuales abarca varias comunas. En segundo lugar, las ciudades intermedias que en su mayor parte consisten en una sola comuna y en algunos casos dos municipios. En primer lugar, con el objeto de establecer el grado de interrelación de espacios del territorio nacional, utilizamos a las comunas como la unidad básica, tal como se ha efectuado en la mayoría de los países considerados, debido principalmente a la disponibilidad de datos empíricos para análisis comparativos.

Y aunque las diferencias en la vida social sean evidentes, y pese a las sociedades tengan medios legitimados de distribución de los recursos, cube Méndez, se entiende que hayan asimetrías. Debemos hacernos cargo del problema, pues como fue mencionado las inequidades en salud son injustas, modificables y prevenibles. Para hacerlo no sólo necesitamos un marco normativo que consagre igualdad de derechos y acceso common a salud, sino que también debemos considerar la formación de profesionales del área de la salud, quienes por lo general no son entrenados en competencias socioculturales que favorezcan una interacción de calidad con los pacientes. Por otra parte, es importante también aumentar la literacidad en salud de los pacientes y diseñar dispositivos de entrega y consumo de información en salud que faciliten las conductas en salud de todas las personas, sin importar su condición socioeconómica. A lo anterior debemos sumar que los pacientes perciben tratos injustos en salud, los cuales son atribuidos a su condición socioeconómica. Esta situación se invierte en la medida que aumenta el nivel socioeconómico de los pacientes.

En el caso particular de Chile, esto permite identificar territorios subregionales, intermedios entre el nivel native y las regiones jurídica y administrativamente establecidas. Primero, debemos reconocer que América Latina es una de las regiones del mundo con la mayor desigualdad de ingresos y que esta es histórica y crónica (PNUD, 2017). No obstante, esta desigualdad crónica e histórica difícilmente puede explicarse por la mera presencia de algunas modernizaciones lideradas por el capitalismo y por el libre mercado en Latinoamérica.

Aunque ni el precio ni la elegibilidad estén regulados, la vivienda a precio de mercado se beneficia de reducciones de impuestos que se suman a subsidios gubernamentales propios. Aunque tendemos a pensar que la desigualdad depende de disparidades en los ingresos, este texto –parte de un extenso proyecto de investigación realizado por el Buell Center de Columbia University– muestra que la vivienda es uno de sus más poderosos motores. Por lo tanto ciertas prácticas arquitectónicas podrían ser entendidas como «el arte de la desigualdad». A modo de ejemplo, el Gini de la Región Metropolitana para el año 2017 es de zero,50, levemente por sobre el de Chile (0,49), pero muy por sobre el de otras regiones, tales como la de O’Higgins (0,40), Arica y Parinacota (0,41), Tarapacá (0,42) y Antofagasta (0,43).

El Mapa De Las Desigualdades Territoriales En Salud

En la Corporación Matria Fecunda, trabajamos colaborativamente hace cinco años junto a otras 26 organizaciones chilenas por una ley de parto respetado y prevención de la violencia gineco-obstétrica. El corazón de la ley es promover experiencias de parto en las que desigualdad internacional primen el respeto, buen trato, autonomía, información y garantía a derechos fundamentales para experiencias positivas de parto. El proyecto avanza, aunque hay grupos entre los que no ha sido fácil articular el respaldo, por resistencias gremiales y políticas.

Subrayó que “tenemos una epidemia de cáncer en el país”, lo que implica un desafío adicional para la sostenibilidad financiera del sistema, debido al aumento de la demanda y la complejidad del perfil epidemiológico. La serie técnica de Diagnósticos Regionales de Salud, que sirven para el seguimiento de la Estrategia Nacional de Salud con enfoque de determinantes sociales y equidad, aporta valiosos antecedentes básicos que sirven para contar con parámetros de referencia (regiones y comunas con mejor situación) y brechas entre situación y parámetros. En coordinación con el Ministerio de Desarrollo Social y de Familia, el BM se encuentra entregando asistencia técnica al proyecto Gestión Social Local (GSL)  Esta nueva metodología para la entrega integrada de servicios y beneficios sociales en los municipios, ya se encuentra disponible en casi el 70% de las municipalidades del país. A través de una “ventanilla única”, los funcionarios disponen de los distintos programas y subsidios con que cuenta y puede acceder un beneficiario, permitiendo entregar una mejor atención social, además de aumentar la eficiencia del gasto público. Aún hoy, con las posibilidades ofrecidas por las tecnologías para optimizar la entrega de servicios de toda clase, vemos que esas tecnologías son usadas para mantener esa estructura social desigual. La situación es particularmente preocupante dada la situación de escasez de bienes esenciales y la disaster humanitaria que se agrava en el país, principalmente afectando los derechos a la alimentación y salud de las poblaciones más vulnerables.

La descentralización, por su parte, es un elemento integrado a las reformas de la mayoría de los países que emprendieron reforma sanitaria, pero por ser tan disímiles las fórmulas que cada sistema adoptó con tal fin, aún no se sabe mucho de resultados. La pobreza no es simplemente un problema técnico de satisfacer necesidades básicas, sino un problema político de asignación de recursos entre los que tienen más y los que tienen menos. La diferencia es importante, pues la generación de políticas para combatir la pobreza dependerá del concepto que de ella se tenga. El paradigma actual es el de la focalización que outline la pobreza como un problema técnico, pero no está claro que sea la mejor estrategia.

Para lo anterior, el tribunal ordena la retención de fondos de la persona deudora y, una vez que se haya liquidado la deuda, el saldo se libera. Las inequidades de género existen en el país en el ámbito laboral, y en la protección de salud del trabajo, afectan principalmente a las mujeres y su acceso a algunos derechos básicos, lo que se evidencia por ejemplo en las diferencias en la entrega de información, la aplicación reglamentaria u otros de índole generalmente aplicativos, como incluso son el uso de EPP y su efectividad. Veamos algunos datos que nos proporcionará un panorama global de la desigualdad en algunos países de la Región.

Los usuales indicadores para medir las distribución de los ingresos (Gini e índice Palma) denotan que Chile es uno de los países con peor resultado. El conjunto y cada uno de sus indicadores sociales muestran profundas inequidades, desde la educación, pasando por la salud, hasta la localización geográfica de la población urbana y el trato con los inmigrantes. Es una sociedad que se caracteriza por la inequidad, los abusos, el clasismo, el machismo y la xenofobia. En este sentido que el estudio propone que Chile avance de forma urgente en el establecimiento de un Piso de Protección Social sensible a los Derechos de la Niñez, que garantice las condiciones de bienestar para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes. Este mecanismo debe asegurar acceso common a servicios esenciales como salud, educación, nutrición, vivienda, agua y saneamiento, seguridad social; y transferencias que garanticen la seguridad de ingresos suficientes para que niños, niñas y adolescentes y sus familias cuenten con un nivel de vida digno y que les permita hacer frente a situaciones de riesgo. Frente a este escenario, es urgente que Chile cuente con un Sistema de Protección Integral de la Niñez, que garantice que todos los niños, niñas y adolescentes que viven en el país cuenten con una vida digna y un mínimo bienestar que permita el adecuado ejercicio de derechos y desarrollo de sus potencialidades.

Su trayectoria Las investigaciones de Colombo han permitido que miles de niñas y niños en Chile no sufran discapacidad ni retrasos en su desarrollo cognitivo. Esto, gracias al tratamiento de enfermedades metabólicas como son el hipertiroidismo congénito y la fenilquetonuria. Esta última es una afección que impide al cuerpo procesar de forma correcta las proteínas de los alimentos, lo cual provoca una acumulación que puede llegar a ser mortal. De hecho, trabajó por más de 20 años para que el Ministerio de Salud implementara -en el Programa de Pesquisa Neonatal para esas dos enfermedades.

Por esto es esperable que ciertas áreas cerebrales aumenten o disminuyan su tamaño dependiendo de la etapa del desarrollo en que se encuentre el individuo. Sin embargo, lo que sorprende es que, a pesar de estas bases genéticas comunes, los cerebros individuales pueden variar significativamente entre sí. Dada la profunda transformación económica, social y política por la que atraviesa nuestro país, es urgente generar una pausa en el clima de polarización para revisar cómo queremos vivir el presente y cómo queremos proyectar el futuro. Por ejemplo, un 27,2% de las y los trabajadores declara que su empleo no le permite tener estabilidad financiera y un 33,4% considera que su educación no les ha entregado la oportunidad de aumentar sus ingresos o de ascender en el trabajo. Según cuenta, el equipo ha trabajado durante cuatro años y la evidencia es que la posibilidad de elegir entre prestadores públicos o privados de salud y cerca del lugar de residencia es una opción que está disponible en muy pocos territorios. Los escolares de gran parte del territorio nacional ya están disfrutando de sus vacaciones de invierno, descanso que -al igual que el año pasado- llega un par de semanas antes de lo tradicional ante el peak de enfermedades respiratorias.

Es rol del Estado protegerlos y garantizar que todos y todas cuenten con las condiciones de bienestar que le permitan un adecuado ejercicio de sus derechos, de manera que puedan tener una vida digna para desarrollar sus potencialidades. Los problemas que están enfrentando las reformas sanitarias en América Latina van desde quienes las desarrollan hasta la movilidad de las máximas autoridades sanitarias de los países, pasando por la insatisfacción de los beneficiarios. Entre 1985 y 1994 el promedio de duración de los ministros de salud en América Latina y el Caribe fue de 1 año y 9 meses1.

La rigurosidad de la nueva ley establece que el nuevo mecanismo se aplicará cuando la o el deudor tenga al menos una mensualidad pendiente, de las fijadas por el tribunal de familia respectivo. Para hacer efectiva la ley, la persona que tiene a su cargo a las niñas o niños a quienes se les debe el pago de la pensión, debe solicitar la retención de los fondos que la persona deudora tenga en sus cuentas bancarias o en otros instrumentos desigualdad en los derechos humanos financieros y/o de inversión, y con ellos se pagará la deuda. De encontrarse cuentas o fondos de la o del deudor, el tribunal de familia dictará una resolución para que bancos o instituciones financieras informen sobre los saldos, movimientos y datos que considere relevantes para el pago de la deuda de pensión de alimentos. Con esto, el tribunal competente ordenará el pago de lo adeudado en un plazo máximo de 15 días hábiles.

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Este camino también comienza por el uso del lenguaje, el que históricamente ha estado inclinado al uso del «masculino» para referirse a la generalidad, a hombres y mujeres. Contribuir a derribar estereotipos, inequidades y brechas y, sobre todo, favorecer desde el lenguaje a la visibilización de las mujeres en todos sus ámbitos es que lo que busca este documento. Consiste en causar o intentar causar daño a una pareja golpeándola, propinándole patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole bofetadas, tirándole del cabello, mordiéndole, denegándole atención médica u obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física contra ella. Cada 25 de noviembre se busca concientizar a la población mundial sobre la importancia de erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus formas.

Un núcleo acquainted es una parte de un hogar (es decir, un subconjunto de sus miembros) y puede estar constituido por una persona sola o un grupo de personas. La Encuesta Casen es respondida por una persona que entrega información por todos los integrantes del hogar. Esta persona, denominada informante idóneo, es el jefe(a) de cada hogar, o en su defecto un integrante del hogar mayor de 18 años. Se excluyen aquellas personas que estuvieron ausentes más de seis meses en el último año, exceptuándose el jefe del hogar y los niños menores de seis meses. Se exceptúa de la muestra a un conjunto de 22 comunas del país que son definidas como Áreas de Difícil Acceso (ADA) por el Instituto Nacional de Estadísticas.

Respecto del seguro de cesantía, se flexibilizó su acceso entre 2020 y 2021 con el fin de hacer frente a la pandemia por el COVID-19. Esto hizo que las solicitudes aprobadas para mujeres fueran significativamente más altas que para los hombres. Este cambio de visión de nuestras instituciones a cargo del desarrollo urbano, permitirá el acceso justo a las oportunidades que brindan las ciudades, impidiendo la exclusión social, y posibilitando el desarrollo y convivencia nacional en su conjunto. Para ello se requiere de planes y proyectos que aborden el problema global, desde la seguridad en forma prioritaria, con el objetivo de restablecer la presencia de la autoridad del Estado garante de tranquilidad y equidad en primer lugar, pero considerando la mejora en las condiciones de vida, que permita restablecer formas de convivencia adecuadas y estables. El país que ha provocado preocupación internacional por su impactante descontento social ha sido Guatemala. En términos políticos ha estado en permanente conflicto armado y con un amplio historial de gobiernos militares.

El brote de coronavirus agrava las desigualdades existentes para las mujeres y niñas a nivel mundial; desde la salud y la economía, hasta la seguridad y la protección social. La realidad que enfrenta la salud en regiones manifiesta una situación de precariedad e implica que una parte de la población del país enfrente dificultades para acceder a una atención oportuna y de calidad. El informe sostiene que la inequidad en las regiones es uno de los principales problemas en el pleno ejercicio del derecho a la salud en Chile. A esto se suman los problemas de cobertura específicos para diferentes grupos de población dentro de cada región, por ejemplo, pueblos originarios, personas con menos recursos económicos o migrantes.

Medición De La Exclusión Social: Su Relación Con La Desigualdad Y La Pobreza ¿cómo Pensamos Las Desigualdades, Pobrezas Y Exclusiones Sociales En América Latina?

El informe FOESSA indica que son dos millones los españoles que tienen el miedo de quedarse sin vivienda, una situación de inseguridad que involucra sus dificultades para pagarla y para dotarla de suministros. Siendo que cada uno de estos grupos tiene una serie de privilegios y limitaciones que le son propios, pues están directamente relacionados con su capacidad de poder adquisitivo. El coeficiente de Gini se puede utilizar en diferentes ámbitos, los parámetros numéricos dan espacio a que lo más relevante de los resultados de este estudio sean los análisis que estos suscitan. Mucho más desigualdad social en america latina modernamente el fenómeno sociológico de la brecha digital de ciertas comunidades dificulta su acceso a la tecnologías informáticas convencionales, que es fuente de desventajas en el acceso a empleos bien remunerados por parte de miembros de ciertas comunidades. Pocos logros positivos obtiene una sociedad que recolecta impuestos para el beneficio público, pero que luego no los distribuye de manera equitativa. Las oficinas de impuestos de muchos países tienden a dar beneficios a las grandes empresas, mientras los ciudadanos comunes deben soportar una carga tributaria que no merecen.

Según algunas fuentes, los ricos ganan alrededor de 2.173 dólares por mes mientras que los pobres reciben eighty five dólares por mes. Cabe señalar que la canasta básica argentina está estimada en 325 dólares al mes, mientras que la canasta básica complete se sitúa por los 745 dólares al mes. Es una situación que ya venía aumentando en los últimos años del gobierno de Kichner y que se ha acrecentado durante el gobierno actual de Macri. La desigualdad social se refiere al trato diferente o discriminatorio que una persona tiene hacia otra, por su clase social, su religión, su género, su raza, su nacionalidad, entre otras cosas. La desigualdad social se refiere a la diferencia de trato que puede beneficiar a una clase social, a un grupo o a un individuo con respecto a otros y que establece, jerarquías sociales.

En este artículo, se examina el caso de los jóvenes para plantear que, pese al discurso oficial, la pobreza no es un problema característico de la juventud en México. En cambio, la desigualdad en otros ámbitos sí lo es y el análisis de la pobreza no es la mejor manera de poner en evidencia las asimetrías respecto a otros grupos. Se discutirá el caso de las desigualdades desigualdad social ppt laborales que es un ejemplo de un espacio donde resulta relevante examinar la dinámica y los efectos de la desigualdad contra los jóvenes. Se propondrá revisar el adultocentrismo como estrategia analítica para poner de manifiesto las desigualdades que, en la actualidad, son invisibles debido a la normalización de las asimetrías entre jóvenes y adultos.

Un ejemplo lo encontramos en Ecuador, donde Oxfam Intermón ha estado trabajando para fortalecer la producción y capacidad de autosubsistencia de las familias campesinas. La gran disparidad en la propiedad de la tierra afecta al acceso al agua de riego de estas personas. En muchos países del mundo, la privatización de servicios públicos ha pasado de ser una opción de gestión a convertirse en un obstáculo para el cumplimiento de derechos fundamentales de la población. En los casos más extremos, la privatización es un sinónimo de exclusión y marginación de ciertos colectivos. Seguramente habrás oído hablar más de una vez de la desigualdad social, término que en los últimos años ha cobrado especial protagonismo cuando se trata de analizar las relaciones geopolíticas internacionales o la inclusión de sectores sociales que, por diversas razones, han estado históricamente marginados. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial.

análisis de diferencias de género, considerando otros indicadores de logro económico, así como indicadores alternativos de logros educativo y ocupacional. Otra pregunta que hemos planteado al inicio del trabajo es cuál es el papel mediador

La diferencia social en recursos es un problema común a todos los países, pero la gravedad de dicha diferencia es reducida a partir de la fortaleza de las instituciones y de las acciones que ellas emprendan sobre las causas de desigualdad. Por ende, en los espacios en que la desigualdad social es un problema grande se puede señalar una debilidad o inactividad institucional. Podemos definir la desigualdad social como la disparidad entre personas y sectores sociales con relación a un aspecto donde uno o varios de estos sectores salen desfavorecidos. Puesto de otro modo, podemos hablar de desigualdad en todos aquellos ámbitos en que no hay un nivel igual de posesión o accesibilidad de recursos, y donde la diferencia constituye un obstáculo para el desarrollo de los desventajados. La desigualdad entre sexos o desigualdad de género es una de las principales causas de la desigualdad en nuestras sociedades. El sexo biológico puede resultar un issue condicionante a la hora de tener acceso a la educación, al mundo laboral o a ocupar espacios de poder.

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Esto significa que más del 20 % de los hogares queda fuera de la posibilidad de acceder a Internet. En este caso, la esfera de acceso a TIC implicaría la capacidad de participar de redes sociales, de acceder a información, de poder complementar o culminar niveles educativos, de “sentirse parte”, entre otras cuestiones. También se vislumbran diferencias por clima educativo y nivel de ingresos del hogar al analizar lo que sucede con los adolescentes y jóvenes que no estudian, no trabajan y no buscan trabajo. La problemática de desinserción social en la que se hallan es extrema y afecta en mayor medida a quienes habitan hogares de bajo clima educativo o bajo nivel de ingresos (ver tablas 1 y 2). La tasa neta de escolarización se outline como la razón entre los estudiantes que asisten al nivel educativo medio y tienen la edad correspondiente para hacerlo, y el whole de individuos que tiene dicha edad, y expresa en qué medida los adolescentes tienen acceso a la educación secundaria. Dicha tasa ronda el 86 % en términos globales, indicando que alrededor de un 15 % de los individuos queda fuera del sistema educativo o se encuentra cursando un nivel inferior al correspondiente.

Al ser estructural, la desigualdad social es una situación que se puede apreciar con facilidad en nuestra cotidianidad. Sin embargo, es bueno aclarar que es mucho más seen en aquellos países que más sufren los efectos de la pobreza, la marginación y la exclusión. Oxfam Intermón alertaba, en una nota de prensa en 2016, de la gravedad en materia de desigualdad social debido a la disparidad de ingresos entre unos grupos privilegiados de la población y la gran mayoría de esta. Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico.

En este sentido, los aspectos diferenciadores suelen ser la vivienda, la educación, la alimentación y el poder adquisitivo, entre otros. El político francés Jacques Delors fue el personaje clave para impulsar este proceso que se daba en Europa ante la Unión Europea, para así sustituir el concepto de pobreza por una visión más amplia. Además, algunos sociólogos ponen en duda la suposición implícita de que las diferencias reales de recompensa reflejan diferencias en las habilidades requeridas para determinadas ocupaciones. Finalmente, afirman que cualquier sociedad puede ser igual, pero sólo en la medida en que la gente esté dispuesta a cumplir con los trabajos para los que se encuentren preparados, de lo contrario se requeriría que incluso aquellos que hacen su trabajo mal sean recompensados por igual, lo cual puede conllevar a diversas críticas.

El parámetro de sensibilidad va desde el 0, que indicaría indiferencia por parte del investigador hacia la naturaleza de la distribución del ingreso, hasta el infinito, lo que implicaría que se destacan las posiciones del grupo de ingreso más bajo. En la práctica, se usan valores de ε de 0.5, 1, 1.5 o 2; cuanto mayor sea el valor, más smart será el índice de Atkinson a las desigualdades en la parte inferior de la distribución del ingreso. Esto lo que quiere decir es que si a un tribunal va un individuo de tez blanca y un individuo de tez negra, culpados por el mismo delito se le debería dar el mismo trato o condena. También si a un tribunal va un individuo inmigrante de otro país acusando a alguien nacido en el país que se hace la acusación se le trate igual que si fuese viceversa. Es importante entender las características de la desigualdad y sus consecuencias para poder identificar y abordar los problemas sociales y económicos que surgen como resultado de la desigualdad. Si los individuos y las empresas que perciben grandes ingresos no contribuyen razonablemente al desarrollo social, aportando parte de sus ganancias, no se pueden recaudar fondos para las mejoras de los servicios públicos.

Finalmente, es de destacar que la desigualdad suele ser una condición “hereditaria” en el sentido de que es muy difícil escapar a la misma si se cuenta con ciertas características físicas o culturales, se carece de herramientas, se ha vivido una determinada crianza, entre otras. Otra interpretación posible de esta situación, sería identificar la evidente diferencia entre la importancia otorgada a unos valores y otros, con la existencia de una jerarquización entre ellos. Así, si bien hablamos de grandes valores, universales y atemporales, encontramos diferentes modos de priorizarlos e, incluso, de interpretarlos, ya sea en función del contexto social, cultural, político o religioso. Generalmente es admitido que valores como la libertad, la justicia, la paz, el respeto o la solidaridad tienen un carácter common; de manera que además de considerarse indispensables, se constituyen en los pilares básicos de todas las sociedades democráticas. No obstante, no todos tienen el mismo protagonismo, y no todos son asimilados o interiorizados igualmente.

Otra forma de desigualdad social, aunque quizá más sutil que las anteriores, se aprecia cuando las instituciones, entidades y organismos públicos se revelan bajo el dominio de unos pocos grupos. Cuando esto pasa, la intención de dichos grupos es excluir al resto de las personas para que no puedan acceder al Estado como tal y, por tanto, no participen activamente de las decisiones que a todos les incumben. La pobreza estructural, la violencia, la delincuencia, la pobreza y los conflictos bélicos son factores que disparan los números de las diferentes desigualdades. Son todas aquellas personas obligadas a abandonar sus países o regiones de origen a causa de guerras o conflictos políticos, sufriendo inequidad de acceso a los derechos básicos como salud y educación, convirtiéndose en su mayoría refugiados.

La confusión también se genera entre la exclusión y la pobreza; los individuos pueden estar socialmente excluidos sin indicar algo respecto de su condición de pobreza. “Pueden existir grupos fuertemente integrados aunque cuenten con pocos recursos” (Castel, 1997, p. 13). La pobreza es la expresión de la exclusión, los factores que producen exclusión social no generarán –necesariamente– pobreza, y viceversa (Jiménez Ramírez, 2008). Un ejemplo de esta última situación pueden ser las poblaciones pobres de los países africanos. Una sociedad puede ser desigual, sin que en ella esté presente el estigma de la exclusión social.

En la mayoría de los países democráticos del mundo, se dice que las personas son iguales ante la ley. La justicia, la libertad, la fraternidad, el respeto constituyen valores universales que sostienen una democracia. Sin embargo, las diferencias relacionadas con diversos factores tales como la clase social, el nivel de educación, la edad, el género, el origen étnico, la religión, entre otros; son determinantes en la aparición de la desigualdad social. Para algunos, las desigualdades sociales son aceptables et no hay necesidad de corregirlas ya que lejos de contribuir a la calidad de vida del individuo, implicaría una nivelación hacia abajo. Para otros, la desigualdad social es la consecuencia de la dominación económica, política o social y por lo tanto, deben ser corregidas o al menos, reducidas. La desigualdad social se ha convertido en el punto central de estudio dentro de la sociología, ya que dentro del estudio de cualquier sociedad encontraremos el problema de la desigualdad.

Pirámide Social Colonial: Las Desigualdades De La Época

Considerando los poco más de 500 años de historia de Brasil, es posible ver cuánto se confunde la historia del país con la historia de la esclavitud. La desigualdad comparte con la pobreza el hecho de que puede sustentarse o promover un círculo vicioso. Es muy difícil salir de una situación en la que los recursos están repartidos de forma desigual.

La desigualdad salarial es aquella que nace de los pagos desiguales por la realización de un mismo trabajo. Los grupos sociales más afectados son las mujeres, los jóvenes adultos y los inmigrantes ilegales. En algunas sociedades se trata de un tema vinculado exclusivamente con la clase socioeconómica, mientras que en otros lugares implica también consideraciones sobre la raza, la religión, la orientación sexual, and so forth.

Casi todos los casos de desigualdad social que apreciamos se originan en una injusta inversión del gasto público, es decir, de los fondos comunes en cualquier sociedad. En muchos lugares del mundo, los grupos sociales que más tienen se erigen en el derecho de acaparar el grueso de los recursos que, en realidad, pertenecen a toda la ciudadanía; de esta manera la brecha social se ensancha. Sobra decir que la desigualdad social es un problema que afecta a todos los países, aunque en cada uno su impacto pueda ser diferente.

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La clase alta y la clase media se beneficiaron de la explotación y la marginación de los indígenas y los africanos. Estas desigualdades tuvieron un impacto duradero en la sociedad colonial y en la actualidad. A pesar de que los mestizos y los mulatos tenían acceso a trabajos y a la educación, su estatus social period inferior al de los españoles y los criollos. Además, se les negaba el acceso a ciertos lugares y se les impedía contraer matrimonio con personas de otras clases sociales.

Aquí, se considera el monto mínimo que las personas consideran es necesario para satisfacer sus gastos básicos. Una persona puede tener cubiertas las necesidades mínimas que la línea de pobreza establece, así como el ingreso mínimo, y aún sentir que se encuentra en un estado de pobreza. Sin embargo, si una familia en Londres carece de vivienda digna, alimentos y servicios básicos, y lo mismo ocurre con una familia en Ciudad de México, se puede afirmar que ambas están en una condición de pobreza. Según la Organización de las Naciones Unidas, una persona se encuentra en un estado de pobreza cuando no tiene acceso a medios que le garanticen la satisfacción de ciertas necesidades básicas. Los ingresos de una familia son insuficientes para alimentar a los hijos en edad escolar y pagar su formación y materiales educativos. Según los datos, la disponibilidad de teléfonos celulares en las viviendas creció de sixty five.1 a 87.5 por ciento; Internet, de 21.three a 52.1 por ciento, y las computadoras o laptops de 29.4 a 37.6 por ciento, situación que ha marcado el acceso a la educación en tiempos de pandemia por la necesidad de estudiar a distancia.

Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado outline desigualdad social en america latina la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1).

Las desigualdades sociales han estado presentes en todas las civilizaciones a lo largo de la historia. Desde la aparición de núcleos sedentarios y ciudades, la división del trabajo y la organización jerárquica de los grupos humanos dio lugar al nacimiento de distintos estratos o clases sociales. La desigualdad educativa significa que no todas las personas tienen una vía clara para ingresar al sistema educativo de sus países, ni tienen acceso fácil a la información. La desigualdad económica se refleja en la disparidad de ingresos y en la gran diferencia de riqueza entre los miembros de una sociedad. En algunas sociedades se trata de un tema vinculado exclusivamente con la clase socioeconómica, mientras que en otros lugares implica también consideraciones sobre la raza, la religión, la orientación sexual, etc.

Uno de los primeros pasos fue conocer de cerca la realidad de los que viven en la favela para identificar sus necesidades básicas y, a continuación, desarrollar productos de seguros que tuvieran un valor percibido por esta parte significativa de la población. La Región de Los Ríos, una de las 16 regiones de Chile, fue creada en el año 2007 como una respuesta a la diversidad geográfica, cultural y económica del país, … La gran mayoría de ellas tiene escasa formación y no cuenta con otras opciones de supervivencia, lo cual les obliga a aceptar las condiciones deplorables que les ofrecen las empresas que se dedican a la explotación de este recurso. Y lo hizo restringiendo el paso de estas personas y delegando en sus fuerzas de seguridad el derecho a deportar a las personas refugiadas sin siquiera tener en cuenta razones humanitarias. Por el contrario, existen indicios claros de que en los últimos años ha ido en aumento, lo cual le convierte en uno de los principales retos para la gobernanza mundial en el siglo XXI.

Veremos a partir de esta información, de la accesibilidad a la tecnología y las TIC, un nuevo elemento que pondrá de manifiesto la desigualdad en materia de enseñanza, donde los estratos y clases sociales, o sectores de población más populares, con mayores desventajas, incrementarán su rezago educativo”. La edad mediana en México creció siete años en dos décadas, además que la estructura por edad y sexo está orientada hacia un envejecimiento de la población, y de un menor número de nacimientos. Si bien en los últimos 15 años la pobreza se ha reducido en América Latina, el cuadro que presentan numerosas publicaciones científicas sobre la realidad social en la región es exageradamente positivo. Mientras que la medida de la reducción de la pobreza es menor que la informada en las estadísticas de casi todos los institutos de investigación, la reducción de la desigualdad social observada se basa en un enfoque estrecho de la visión analítica sobre los ingresos monetarios. Si en la observación se toman en cuenta otros factores, resulta evidente que el cosmos latinoamericano de la estratificación social continúa ampliándose.

El reducido acceso a la educación que unos tienen frente a otros supone una importante causa de la desigualdad por no haber una adquisición equitativa de las competencias sociales y laborales necesarias para una óptima calidad de vida, lo que resultará en más problemas de desigualdad y, particularmente, en problemas de integración a la vida en sociedad. En ciertas sociedades, el trato diferencial a las personas por su origen étnico es todavía una realidad. A la desigualdad social se le añaden elementos como el género, la cultura o las preferencias sexuales.

En el primer apartado, se presenta la información disponible sobre la pobreza entre los jóvenes en México y se muestra por qué no parece un problema característico de este grupo de edad. También se discuten las limitaciones que tiene la medición de la pobreza para dar cuenta de las condiciones de vida de los jóvenes. En el segundo apartado, se analiza el caso de las desigualdades laborales en términos de desempleo e inserción laboral, ingresos y condiciones laborales, y criterios y dinámicas bajo las que se organizan las relaciones laborales y la distribución de las recompensas en el mercado laboral. En el tercer apartado, se discuten algunas consecuencias del adultocentrismo en la posición de los jóvenes ante las coyunturas a las que todas las personas están expuestas independientemente de su edad, y las aportaciones que puede hacer un análisis desde la perspectiva del adultocentrismo para encontrar soluciones más equitativas. Finalmente, en las conclusiones se hace un recuento de hallazgos y vacíos, y se enfatiza la relevancia del enfoque del adultocentrismo en el caso de México y la importancia de desarrollar un marco analítico a la medida de cada grupo discriminado.

Cuando hay desigualdad, hay una diferencia entre aquello que alguien posee o a lo que tiene acceso, respecto a lo que otra persona posee o tiene acceso. Asimismo, la desigualdad puede abarcar todo el espectro social y no solo a poblaciones con el nivel económico más bajo. La falta de recursos, la discriminación y diversas formas de desigualdad, problemas de infraestructura, guerras y conflictos, son algunas de las causas más comunes de la pobreza en diferentes regiones. De esta forma, cuando se habla específicamente de pobreza, se habla de la falta de algún recurso, generalmente económico, para mantener una condición de vida digna. Comprender la importancia de la clase social es esencial para abordar las desigualdades y promover la equidad en una sociedad.

Eso solo es posible con un diagnóstico específico e integral del problema, que es una actividad muy diferente a evaluar situaciones distintas siempre con los mismos criterios. Los científicos sociales, a su vez, pueden contribuir a esta tarea realizando la investigación y el análisis que pongan de manifiesto las características y dinámicas particulares de la discriminación y la desigualdad en cada uno de los grupos de población en desventaja y orientar a la política pública desigualdad pandemia de mejor manera. El análisis de la desigualdad entre jóvenes y adultos en términos de desempleo e inserción laboral, ingresos laborales y condiciones laborales requiere un análisis detallado que permita conocer las trayectorias -no solo la antigüedad- y distinguir entre el contexto de origen, el tipo de inserción laboral y el historial laboral. Sin embargo, pese a las limitaciones en la información disponible, los datos sugieren la existencia de sesgos adultocéntricos.

Dentro de los mismos países, es importante potenciar y promover el crecimiento económico y social inclusivo. Podemos garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de los ingresos si eliminamos las leyes, políticas y prácticas discriminatorias. Entre países, debemos garantizar que los países en desarrollo estén mejor representados en el proceso de toma de decisiones sobre los problemas mundiales, a fin de que las soluciones sean más eficaces, más dignas de crédito y más responsables. Una limitación importante en la medición oficial es que no permite distinguir entre las personas que viven en condiciones de pobreza y las personas que viven en hogares pobres debido a que al menos dos de sus indicadores -ingresos y alimentación- se generan a partir del hogar en su conjunto. La relevancia de esta distinción depende de lo que se busque analizar y en el caso de los jóvenes, las desigualdades con los adultos se diluyen o se matizan al tomar al hogar como unidad de referencia.

Desigualdades Sociales: ¿cómo Afectan Nuestra Salud? Grabación Elandamio Cl- Educación En Linea

Este valor deja fuera una serie de costos relevantes y no incluye el aumento de las patologías GES del nuevo Decreto. En este caso, la corte no se pronunció respecto de si corresponde realizar alguna devolución, dejando en manos de la Superintendencia resolverlo según el caso. Dado que la Corte Suprema rechazó la prórroga pedida por el gobierno para la implementación del fallo, sus consecuencias se empezarán a sentir a partir de este mes. Si bien una sola noche de sueño inadecuado puede generarle irritabilidad y cambios de humor, un sueño insuficiente crónico puede provocar trastornos del estado de ánimo a largo plazo o empeorar los ya existentes.

Un ejemplo de ello es que previo a la crisis actual las enfermedades mentales ya ocupaban el primer lugar entre las razones de licencias otorgadas y, tanto en el sistema público como el privado, representaban más del 20% del costo whole de licencias médicas (MINSAL, 2017). Uno de los primeros y mas importantes pasos que los profesionales debemos tomar, es el adoptar una perspectiva basada en los “determinantes sociales de la salud”, que reconoce que los factores socioeconómicos, incluida la desigualdad de ingresos, influyen significativamente en los resultados de la salud psychological. Los psicólogos clínicos debemos ser conscientes del contexto social en el que viven nuestros pacientes y del impacto potencial de la desigualdad de ingresos en su bienestar mental (esto es preponderante y muy útil para quienes trabajan en servicios de salud pública). Esta comprensión puede ayudarnos a los clínicos a desarrollar una evaluación más exhaustiva de los retos de nuestros pacientes y adaptar las intervenciones apropiadas. En esta misma línea, cuando se ha estudiado la desigualdad y sus efectos económicos, se ha reflexionado y llegado a la conclusión que el bienestar de los países no obedece simplemente del crecimiento económico, ya que la distribución del ingreso también juega un papel relevante.

Máster en Perfilación y Análisis de la Conducta Criminal (UB) y Máster oficial en Psicopatología Legal Forense y Criminológica (UIC). Coordinadora de prácticas y trabajo final de máster e investigadora del Máster en Perfilación y Análisis de la Conducta Criminal (PACC-UB). Miembro del grupo PACC de investigación legal en la especialidad de las agresiones sexuales de múltiples perpetradores. Coordinadora, docente e investigadora del Máster en Perfilación y Análisis de la Conducta Criminal (PACC-UB).

A partir de esta incorporación, en Chile podemos ver comparativamente cómo estamos con respecto de los demás miembros. Según cifras que recopiló Salud Un Derecho, un movimiento ciudadano de Chile que aboga por la reposición de la solidaridad en el financiamiento de la salud y que presentó un informe llamado “Las Cifras de la Desigualdad de la Salud en Chile”, la situación de la salud no se presenta en términos favorables, apareciendo como profundamente desigual. El sueño es esencial para la salud, pero persisten diferencias en el acceso a la salud del sueño entre las poblaciones de todo el mundo, lo que crea cargas adicionales y refuerza las desigualdades en salud. «Si las desigualdades de salud crecen ahora en países tan ricos, sobre todo durante los supuestos ‘años sanos’ de la adolescencia, entonces esas tendencias son particularmente alarmantes para la salud poblacional futura», añadió. Hoy miércoles 7 de abril es el Día Mundial de la Salud, en conmemoración de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948. Este año, el organismo internacional tiene el foco en “construir un mundo más justo y saludable” para disminuir las inequidades que existen en el área de la salud a nivel mundial.

Así como en viviendas pequeñas, frías y húmedas en invierno, donde frecuentemente habitan muchas personas. Por otro lado, como habíamos comentado, contar con empleo tiene un beneficio evidente que es tener un ingreso, pero también hay otros beneficios menos evidentes. Estos tienen que ver con tener una rutina que organiza el día, con desarrollar una actividad que puede ser satisfactoria, con el estatus, la identidad y las relaciones sociales estables y solidarias con los compañeros del trabajo.

Todas estas cuestiones se van rompiendo cuando se precariza el empleo, cuando hay desempleo o cuando se tienen empleos temporales que no permiten establecer estos vínculos estables, significativos y solidarios con otros. «La actitud y la competencia de los trabajadores de salud, por ejemplo, pueden ser bastante negativas y repercutir en los resultados sanitarios de las personas con discapacidad», dijo Barrett. Estos riesgos son producto de “factores evitables, injustos y poco equitativos” y no por las condiciones de discapacidad de cada persona, dice desigualdad internacional el informe.

Y esto tiende a reproducir la pobreza inicial, sobre todo en los territorios donde se ha distribuido la vivienda social, en el caso de Santiago. En resumen -y más allá de las satisfacciones propias que da el cuidar de la familia- no otorga a las mujeres autonomía económica, oportunidades de desarrollo laboral, posibilidad de establecer relaciones sociales estables. Y en este sentido, la investigación muestra que a pesar de la doble jornada que desarrollan las mujeres que trabajan, el contar con una actividad remunerada es mejor que no hacerlo en términos de salud, puesto que otorga otros beneficios que el trabajo doméstico contemporáneo en hogares unifamiliares no ofrece.

La discusión sobre el derecho a la salud ha continuado formando parte del debate público, sobre todo cuando se abordan las deficiencias del sistema público de atención. El informe anual 2016 del Instituto Nacional de Derechos Humanos actualizó las cifras para aportar a este debate y además ofreció una serie de recomendaciones al Estado para mejorar la situación actual. En esta edición, el reporte se concentró en las diferencias en el acceso a la salud pública que existen entre la Región Metropolitana y el resto del país. El quinto coloquio estuvo orientado a las desigualdades en la situación de cáncer en Chile y su expresión en nuestra región, con la conferencia del Dr. Cristian Herrera, Secretario Ejecutivo del Foro Nacional del Cáncer. El presente artículo relaciona la elevada prevalencia de enfermedades de salud psychological en Chile, con los determinantes sociales de la salud, y en particular con la desigualdad social.

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Por tanto, los procesos de salud-enfermedad no se distribuyen de forma ecuánime entre la población; siendo una dimensión relevante de las desigualdades sociales. —¿Cómo cree que esta evidencia pueda influir en la planificación de servicios de salud y en la práctica médica en Chile? Estos hallazgos tienen implicaciones profundas para la planificación de servicios de salud en nuestro país.

En contraste, la región del Libertador General Bernardo O’Higgins también presenta una mediana de espera elevada de 406 días, y es notable por tener la mayor proporción de su población en espera, con 32,495 pacientes, o un three,19% del complete regional. El desglose de los tiempos de espera para intervenciones quirúrgicas a nivel regional en Chile muestra diferencias significativas en la cantidad de pacientes en listas de espera y en la duración media que los pacientes deben esperar para ser intervenidos. A nivel nacional, la mediana de espera para cirugías es de 283 días, sin embargo, algunas regiones enfrentan períodos de espera considerablemente más extensos. En 2012, el entonces presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballestero, al abordar al “sustantivo incremento” de los recursos de protección, mencionó por primera vez que estos correspondían, en su mayoría, a acciones presentadas en contra de las ISAPREs (Presidencia Corte Suprema 2012, 4). Esta referencia se ha vuelto una constante en los discursos inaugurales del año judicial, y desde 2015 ha venido acompañada por un llamado a la creación de una nueva regulación o política pública que aborde la problemática subyacente. Como se puede apreciar en la Figura N° 7, cinco presidentes de la Corte Suprema han subrayado la necesidad de una solución legislativa.

Criando a mi hija mayor, me resultó evidente que existía una gran diferencia en hacerlo con parques o plazas cercanos a la vivienda; con otros niños, madres y padres con quiénes acompañarse y de quiénes aprender; en una comuna segura donde los niños no tienen que estar encerrados para efectos de seguridad o donde la oferta alimentaria es saludable y variada. Esto se combina con el nivel socioeconómico familiar y los conocimientos que vienen con el acceso a la educación superior, que se distribuye tan desigualmente como lo anterior. En Chile, Salud Un Derecho hizo un respetable esfuerzo de sistematización de cifras que están disponibles públicamente por parte de entidades como la OCDE.

«Las conductas preventivas están más asociadas al sector público que al privado. Creemos que esto está asociado a las campañas del sector público, ya sea GES u otras y el efecto de la atención primaria» dijo Herrera. En la segunda área de presentación (impacto económico del cáncer), el estudio incluyó cifras del año 2009 y arrojó que casi el 1% del PIB de Chile es el costo que tiene el cáncer en nuestro país. Esto equivale a más de 2 mil cien millones de dólares en el global incluyendo a isapres y Fonasa pero sin incluir a los funcionarios de las Fuerzas Armadas y a aquellos que no tienen ningún tipo de seguro. «Calculamos costos directos asociados a todos los exámenes, screenings, costos paliativos y otros, pero además, los costos indirectos como licencias y también los años de vida productivos perdidos por una persona que fallece». En cánceres específicos las desigualdades se disparan y algunos que son muy prevalentes en La Araucanía, como el gástrico o vesicular alcanzan el forty desigualdad entre paises o 50% de mortalidad en los grupos socioeconómicos más bajos que en los más altos.

Una de las líneas de trabajo del recientemente creado Centro de Estudios Aplicados para la Equidad en Salud, CEES, es la de difusión y comunicación social con el desarrollo del primer ciclo de coloquios sobre inequidades y desigualdades en salud en la región de La Araucanía. Para Deaton, Premio Nobel de Economís 2015, la estimulante historia del progreso materials es también el relato de cómo se ha extendido la desigualdad entre los países y dentro de los países. Los avances de la medicina han significado para gran parte de la humanidad el “Gran Escape” respecto de todo tipo de privaciones y de muchas enfermedades mortales. Pero aunque es cierto que cada vez hay más gente saludable y con acceso a bienes y servicios básicos de calidad, hoy en día el mundo es crecientemente inequitativo. “Sirven para mostrar lo heterogéneo que es Chile, que a pesar de que tenemos muchos discursos de un Estado capaz y potente, aún existen diferencias nacionales territoriales que tienen que ver con categorías como ser mujer e indígena en el acceso a la salud y eso tiene una fuerte implicancia en política pública. Entonces, esta investigación sirve para promocionar y para impulsar políticas que sean más pertinentes tanto territorialmente como para categorías de grupos específicos”, cerró la invitada.

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En promedio, el 92% de los recursos de protección corresponden a acciones judiciales contra ISAPREs, resaltando la carga significativa que estos casos representan para el sistema judicial. Por ejemplo, en años de alta litigiosidad, como en 2016, 2019 y 2022, la proporción de casos contra ISAPREs superó el 95% del complete de recursos de protección. Si se excluyen los casos relacionados con ISAPREs, el promedio anual de recursos de protección del período se reduciría a 17.818, es decir menos de un 7% del número actual. Pero incluso sorteando el problema de corto plazo de implementación de los últimos fallos de la Corte Suprema, es crucial emprender acciones preventivas para evitar que se repita esta crisis en el futuro. Por un lado, los ajustes realizados en base a las sentencias judiciales, al no tener un diseño bajo una racionalidad de política pública, abren frentes de futura judicialización.

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Frente a esto, se torna urgente entender y abordar la salud mental de los chilenos y las chilenas no sólo como un fenómeno particular person, sino como un entramado psicosocial y socioeconómico del país. Es necesario comenzar a comprender la salud psychological de los chilenos y las chilenas desde una desigualdad que, lamentablemente, se ha convertido en un elemento constitutivo del país y, por lo tanto, del malestar actual de los ciudadanos. De esta manera, una redistribución del ingreso que permita una mayor equidad económica en Chile tendría un impacto positivo en los índices de salud de nuestra población y específicamente una mejora en la salud psychological de todas las chilenas y chilenos, temática en deuda y en crisis actualmente en nuestro país. La realidad que enfrenta la salud en regiones manifiesta una situación de precariedad e implica que una parte de la población del país enfrente dificultades para acceder a una atención oportuna y de calidad.

Dentro de los autores se encuentran los doctores Jorge Ramírez y Rubén Alvarado, académicos de la Escuela de Salud Pública de los programas de Salud Global y Salud Mental, respectivamente. Los hallazgos, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel individual y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias. Según los datos reportados en el informe, más de un millón y medio de personas se encuentran en espera de atención médica y 240 mil aguardan una cirugía para patologías no AUGE, al mes de agosto de 2016. Y la gran mayoría se concentra en la Región Metropolitana, Bio Bio y la Región de Valparaíso. A esta concentración se agrega que, según el Ministerio de Salud, para una atención adecuada faltan three.795 médicos especialistas.

Por otra parte, las mujeres suelen pasar más tiempo en los territorios en los que viven, en sus viviendas, por lo que si estos ofrecen condiciones adversas para la salud, supondrán una mayor acumulación de dichos daños. Como existe una segregación socio-territorial tan marcada en Santiago, las personas de nivel socioeconómico bajo se concentran de manera importante en algunas comunas y, más aún, las de nivel socioeconómico alto se concentran en unas pocas. Entonces, lo que esos resultados ponen de manifiesto, en primera instancia, es una esperanza de vida diferente entre distintos niveles socioeconómicos y que puede apreciarse muy bien dada la segregación del territorio. Al 31 de diciembre de 2019, según datos del Minsal, la densidad total de médicos en el sector público de salud era de 18.5 por cada 10 mil habitantes, en los países OCDE el promedio era de 34.

Aunque las personas en general tengan cubiertas sus necesidades básicas, el hecho de no poder pagar por bienes y servicios a los que otros sí tienen acceso lleva a una sensación de injusticia y a la percepción de tener una posición social inferior. Esto genera estrés y frustración y el deseo de escalar socialmente con el fin de ser reconocido y pertenecer a aquel grupo que sí tiene acceso a los beneficios y reconocimiento social. Los medios de comunicación, especialmente el acceso a web, permite a aquellos de bajos ingresos ver cómo viven aquellos con mayores ingresos. Los medios además favorecen y fomentan la ilusión de que el acceso a una mayor cantidad de bienes y servicios traerá consigo éxito, belleza y mayor bienestar. Las investigaciones muestran que el impacto de esto en la salud física y mental desigualdad en las ciudades es inmensamente negativo. Incluso se ha demostrado que más de la mitad de las personas prefieren tener menor poder adquisitivo, pero una mayor posición social.

La promoción del transporte activo es una cuestión clave, que hoy se vuelve aún más urgente. En el trabajo de la esfera no remunerada -que incluye al trabajo de cuidados y el trabajo doméstico- representa aquella porción de trabajo complete que se ha dejado históricamente en manos de las mujeres, a través de lo que antes se llamaba división sexual del trabajo, hoy división de género del trabajo. Esto es más frecuente en trabajadores precarios, en gran medida porque no cuentan con las protecciones debidas del empleo y son susceptibles de amenazas frente al despido, lo que debilita su posición frente al empleador.

El proyecto busca, entre otras cosas, hacer análisis comparados entre países en temas de salud, vinculados con lo urbano. Lo que se hizo en este caso fue un estudio de la esperanza de vida, como un indicador sintético de calidad de vida desde la infancia hasta la vida adulta. Entonces desigualdad en la globalización ejemplos entendí que la salud pública no iba a resolver los problemas de salud de la población, ni revertir las desigualdades en esta materia a través de un mensaje de conductas saludables o de la transferencia del cuidado a las mujeres sin un entorno que habilite esas prácticas.

Estos cambios en el cerebro podrían explicar cómo el sueño inadecuado contribuye al aumento de peso. Lo primero es que el Estado de Chile reconozca su rol de entidad que surge del pueblo mismo y que se encuentra al servicio de las personas. En Chile algunos pacientes tienen una ventaja geográfica en términos de acceso efectivo a camas hospitalarias, Manuel Fuenzalida, académico de la Facultad de Ciencias Sociales. Las personas que viven en sectores más pobres tienen más posibilidad de contagiarse con Covid-19 y sufrir un cuadro severo, además de morir a causa de esta. A esta conclusión llegó la investigación desarrollada por investigadores chilenos y estadounidenses centrado en la Región Metropolitana. Igualmente, es esperable que se transformen las condiciones vinculadas con el transporte, las oportunidades de empleo y la provisión de servicios básicos.

En términos simples, la mutualización considera el seguro de salud como un mecanismo solidario en el que el riesgo se comparte entre los beneficiarios, recalculando la deuda sobre el whole del sistema en lugar de los efectos individuales. Para ello, en mayo de 2023, el Gobierno ingresó al Congreso un proyecto –conocido como Ley Corta– para implementar los fallos de la Corte Suprema relacionados con la tabla de factores. Ante las dudas que surgieron respecto de la efectividad de la propuesta del ejecutivo, la Comisión de Salud del Senado mandató la creación de un Comisión Técnica Asesora de carácter experta y transversal.

Por su parte, el Poder Judicial ha desestimado nuevos recursos de protección en este ámbito desincentivando la judicialización en este componente. En el intertanto, el sistema de salud ha enfrentado tensiones adicionales que han agudizado la problemática actual. Por un lado, la pandemia ocasionó retrasos en las atenciones médicas programadas, generando listas de espera aún más largas para consultas y procedimientos, incluso en aquellos garantizados por ley. La salud en Chile se encuentra sumida en una situación crítica, evidenciada por las extensas listas de espera en los prestadores públicos y la crisis en el sistema de Instituciones de Salud Previsional (ISAPREs). En este artículo se propone analizar en detalle cómo ha evolucionado la situación de las aseguradoras privadas, explorando sus causas y las consecuencias que ha acarreado. Como punto de partida para comprender de manera integral esta problemática, resulta importante realizar primero un diagnóstico de nuestra posición actual en el ámbito de la salud.

El concepto alude a diferencias sistemáticas y estructurales en el estado de salud entre y dentro de los grupos sociales. Un concepto estrechamente relacionado es el de «inequidades en salud», el cual refiere a las mismas diferencias en el estado de salud entre y dentro de los grupos sociales, pero que se consideran injustas, modificables y prevenibles. Los hallazgos presentados, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel particular person y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias para salvaguardar el bienestar de las mujeres y garantizar la preparación del sistema de salud durante futuras disaster de salud pública. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster humanitarias existentes. Los refugiados y los migrantes, así como los pueblos indígenas, los ancianos, las personas con discapacidad y los niños se encuentran especialmente en riesgo de ser excluidos.

El acceso a los fármacos es vital para asegurar la calidad de vida y, en muchos casos, la vida misma de las personas. En Chile su acceso es negado a muchas personas por el elevado precio o por la distribución geográfica de las farmacias, o sea, por discriminación socioeconómica y/o territorial. La OMS subraya la necesidad de adoptar medidas urgentes para hacer frente a las desigualdades. «Cuando los gobiernos se plantean la formación de su private de salud, es importante que incluyan la discapacidad como parte de esa formación y educación, de modo que el personal tenga la confianza y la competencia necesarias para poder hacer frente a lo que se necesita», subrayó Barrett.

Lo que nos muestran estas cifras es que países como el nuestro tienen un gran desafío por delante en materia de reformas estructurales en salud para que las políticas que se apliquen no vayan en la dirección de soluciones privatizadoras, sino en la dirección de resguardar los derechos fundamentales de las personas. Al menos ése es el camino que señalan los países que tienen mejores indicadores de salud, de igualdad y de aseguramiento del derecho a la salud. Se señala que éste es un issue de desigualdad, lo que queda demostrado por el negativo coeficiente Gini que caracteriza a Chile en comparación con muchos otros países del mundo, según cifras que reporta el Informe de Desarrollo Humano que emite el PNUD (2010) y publicadas por Salud Un Derecho.

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Así es como el feminismo está siendo apaciguado en organizaciones y partidos de izquierda en basic. Lo sé, es bastante trabajo meticuloso, pero – como ha probado la historia – si es que va a haber un verdadero cambio emancipatorio, ocurrirá primero en la izquierda, en ninguna otra parte. Primero, hay versiones del feminismo que lo reducen a un mero asunto de empoderamiento personal. Bajo esta perspectiva, el capitalismo se celebra como un sistema que ha dado la oportunidad a las mujeres para participar en el mercado laboral y con ello ganar independencia personal.

Género y clase no pueden ser separados, están persistentemente definidos y condicionados. Uno de los ejemplos de tal refugio peligroso es la transfobia de las feministas radicales que están convencidas que la biología es la base y el fin de todo feminismo. Este fetichismo biológico conservador que excluye a las mujeres trans de los movimientos feministas está equivocado tanto teóricamente como políticamente. Esto está mejor ilustrado en el hecho que la mistificación ahistorica feminista radical y la ontología del sexo en tanto que ser eterno, con sus diferencias biológicas inventadas y antagonismo binario constante entre los sexos, está cada vez más cerca de la pseudo argumentación de la derecha sobre la exclusión de personas transgénero. La compensación llegará con la introducción de sistemas de renta básica common, ocio barato y otras fórmulas que permitan a los ciudadanos evadirse de la realidad.

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En efecto, este conjunto de instituciones dictan las políticas públicas de los países Europeos en crisis con evidente menoscabo de su soberanía y autonomía nacional y del derecho a decidir sus propias políticas económicas y sociales. El historiador económico y social Walter Scheidel, en un estudio de largo aliento publicado en español hace un par de años (2018), inicia su monumental obra mostrando como la brecha entre ricos y pobres se torna cada vez mayor y más peligrosa. Como ejemplo preliminar, señala que en el año 2015 las setenta y dos familias más ricas del planeta eran propietarias de tanta riqueza personal neta como la mitad más pobre de la humanidad; es decir, three.500 millones de seres humanos. Los desequilibrios que se dan a nivel mundial, se replican también al inside de las sociedades o países.

“El debate en torno a la riqueza tiende a enfocarse en las grandes fortunas del prime de la distribución, pero la redistribución de la riqueza es tanto un asunto de fomentar pequeños ahorros en el 99% como de poner restricciones a los excesos del 1%”, escribió. Y precisó que la historia muestra que cuando se produce un declive de lo que se lleva el 1% (en los países de la OECD), esto se debe no solo a que el Estado cobra más impuesto a los ricos, sino también porque se expande notoriamente lo que el 99% posee. Atkinson argumentaba que lo que le está faltando a los más pobres y a las clases medias, es lo que los más ricos se están llevando cada vez en mayor cantidad. Y que la mala distribución está empobreciendo a todo el sistema, porque “la producción whole desigualdad social a nivel mundial está influida por cómo se distribuye la riqueza”. Al contrario, países donde el high 1% obtiene proporcionalmente menos riqueza -como Suecia, Dinamarca, Finlandia o Francia-, el nivel de pobreza está bajo la media del grupo.

Así, pareciera existir un rol persistente y significativo de las instituciones históricas y el impacto de la historia colonial y formas culturales arraigadas de un país en su desempeño y desigualdad económica hoy (Acemoglu y Robinson, 2012). Hemos evidenciado en este mismo medio ciertos aspectos de nuestra desigualdad económica que resultan fundamentales para tener un debate razonable dentro de la futura Convención Constitucional que se nos avecina. Sin duda la desigualdad en nuestro país es uno de los temas más mencionados en el debate nacional, por lo que debemos tomárnosla muy en serio y con altura de miras, para así avanzar con acuerdos en vez de con polarización.

Si es que el 1% más rico no solo ostenta el poder económico, sino que también utiliza dicho poder para influir en la política (en desmedro de quienes se encuentran más abajo en la distribución de ingresos), entonces es possible que dichos territorios experimenten un mayor número de conflictos sociales. Con todo, los factores que generan un incremento en la desigualdad son múltiples e incluso hay algunos consecuencia de evoluciones deseables en la sociedad. El acceso extendido de la mujer al mundo del trabajo y la educación universitaria se encuentra entre estos. Como expone Branko Milanovic, hombres y mujeres acostumbran a emparejarse con personas de un estatus related al suyo. Hasta hace algunas décadas, en la medida en que los hombres contaban con mayores recursos, period menos probable que sus esposas trabajaran y tuvieran sus propios ingresos. Actualmente, en un contexto donde las tasas de titulación de mujeres superan a las de varones, lo común es que tanto el hombre como la mujer tengan un trabajo en los hogares más prósperos.

Por un lado, se nos pide secuestrarnos en unidades familiares, espacios de vivienda compartidos o domicilios individuales, privados de contacto social y relegados a esferas de relativo aislamiento; por el otro lado, nos enfrentamos a un virus que cruza rápidamente las fronteras, ajeno a la thought desigualdad opinion del territorio nacional. Pero no todos tienen un hogar o una “familia”, y un número creciente de la población en los Estados Unidos no tiene hogar o es transitorio. De manera que “el hogar” figura como un espacio de protección, pero eso difícilmente es cierto para muchas personas.

¿Qué vemos cuando miramos el capitalismo meritocrático liberal a través del lente de Milanovic? Primero, una sociedad en la que la participación del capital en la renta na­cional aumenta en comparación con la participación del trabajo. Milanovic está de acuerdo con el economista premio Nobel Robert Solow, en que esto se debe en gran parte a “un cambio en el poder de negociación relativo de los trabajadores y del capital”.

Esas dinámicas de poder o más bien dicho de dominación son una consecuencia y una precondición de órdenes sociales construidas a partir de éstas. Así como yo sitúo mi foco analítico en la visibilización e invisibilización de las relaciones de dominación y las desigualdades sociales resultantes a partir de éstas, mi estudio lo circunscribo a las sociedades capitalistas. Esto, porque hasta el momento no ha habido un orden político-económico alguno que haya logrado expandirse con tal alcance a nivel mundial como lo ha hecho el orden social capitalista”, señaló la Dra. La desigualdad, sobre todo aquella que hiere la convivencia humana, no es un problema que inquieta solo a la sociedad chilena. Preocupa en el mundo entero y ha sido objeto de atención tanto desde el ámbito político, el académico y el eclesial.

Algunos de ellos son la dictadura cívico-militar, la caída de los socialismos reales y la rigidez del centralismo democrático. En este escenario, el accionar de los comunistas continúa orientado a un clivaje funcionalista. El pasar a formar parte de la Nueva Mayoría, en medio de un contexto de disaster de representación de los partidos políticos, ha repercutido negativamente en el potencial del Partido para vincularse con los nuevos movimientos sociales. No obstante estas afirmaciones, es posible evidenciar la genuina intención del Partido Comunista y su militancia de incorporar las nuevas desigualdades sociales a su marco de acción. Ello podría materializarse en el mediano plazo siempre y cuando el partido y su organización sea capaz de transformar su estructura interna y de incorporar las críticas.

Esperemos que podamos mantener vivo ese deseo, especialmente ahora que Trump propone en Semana Santa eliminar las restricciones a la vida pública y las empresas, y liberar el virus. Él apuesta que las ganancias financieras potenciales para unos pocos compensarán el aumento en el número de muertes que se predicen claramente, lo cual él acepta y se niega a detener –en nombre de la salud nacional–. Así que ahora aquellos con una visión social de la atención médica universal tienen que luchar contra una enfermedad a la vez ethical y viral trabajando en una mutua unión letal. Incluso si tales restricciones sobre la base de la ciudadanía nacional no llegan a aplicarse, seguramente veremos a los ricos y los que tienen seguros completos de salud apresurarse para asegurar el acceso a dicha vacuna cuando esté disponible, incluso si el modo de distribución garantiza que solo algunos tendrán ese acceso y otros serán abandonados a la continua e intensificada precariedad.

Otros países —Italia, por ejemplo— tienen “una corrupción generalizada que se extiende por todos los estratos de la sociedad”, como señala el propio Milanovic, pero que no han logrado capitalizar la autonomía que se les otorga para maniobrar en medio de las restrictivas constricciones legales. Lo que el gráfico muestra es que el ingreso actual aumentó significativamente para todos los grupos hasta, aproximadamente, el percentil 70, así como para aquellos en la parte superior de la distribución, especialmente el 1% superior. Los ganadores fueron, por tanto, los extremely ricos de Occidente y las nuevas cla­ses medias de países como China, India y Brasil.

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Gran parte de esta problemática deriva de una regulación insuficiente en el ámbito de los aseguradores privados que ha restringido la competencia y dificultado el control del gasto. En la práctica, esto ha permitido que el sistema actual seleccione preferentemente a usuarios de menor desigualdad en los derechos humanos riesgo, limitando la competencia en términos de calidad, precio y prevención (Daniel 2023). Asimismo, si bien se han logrado avances en la contención del gasto, se necesitan medidas adicionales que reestructuren la relación entre las aseguradoras y los proveedores de salud (Velasco et al. 2018).

La reducción de la desigualdad es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods) a los que Chile adhirió en el marco de la Agenda 2030 acordada por los países reunidos en las Naciones Unidas. Esto implica el compromiso de lograr un crecimiento económico inclusivo y la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, de modo de cumplir con el mandato de “no dejar a nadie atrás”. Abordar el desafío de reducir las desigualdades y la exclusión requiere, en primer lugar, entender sus causas, sus raíces históricas, sus formas de reproducción y sus consecuencias sobre la vida de las personas. Como se puede ver, el desafío actual en la crisis de las ISAPREs en Chile se vincula en gran medida con la falta de un diseño regulatorio robusto luego de la reinterpretación judicial del derecho a la salud.

La desigualdad económica conduce a un deterioro en las relaciones sociales, en el capital humano y en la salud de sus ciudadanos (Wilkinson, 2011). Según profesionales de la Universidad de California y la escuela de Salud Pública de Harvard (Berkman, Kawachi, & Glymour, 2014), señalan que es una sociedad con inequidad viven personas con poco acceso a la salud y malas condiciones de vida, lo que genera un aumento en los indicadores de salud mental y física del país. Lo informado por este estudio debe ser considerado en las discusiones actuales, ya que posiciona a Chile entre los países con peores indicadores relativos a desigualdades de la región. Esto contrasta con la imagen país de un elevado crecimiento económico y (aparente) estabilidad social durante los últimos años.

En cuanto a la salud, la académica del Departamento de Salud Pública, Marcela Marín, señaló que las desigualdades en esta área que afectan a las mujeres y las dejan en desventaja frente a los hombres, se relacionan -por ejemplo- con recibir menos beneficios que los hombres inscritos en las Isapres, “ya que este tipo de seguro cataloga a las personas por riesgo. Y las mujeres para ellos son más riesgosas por tener útero, ya que podemos enfermarnos o embarazarnos”, por lo que pagan más que un hombre de la misma edad por un seguro o plan de salud. «Las actividades de extensión nos han permitido mostrar a la sociedad civil y al mundo académico que en Temuco estamos trabajando en el ámbito de las inequidades en salud y proyectamos el trabajo del 2014 con prosperidad para el Centro», opinó Carlos Mena, académico de Salud Pública y del CEES. Sin embargo, países como Paraguay y Bolivia tienen deficiencias en los programas de tamizaje y en asegurar tratamientos, advierte Maza. En general, “la mayor inequidad es la cobertura efectiva de los tratamientos, ya sea porque la gente de menos recursos no accede al diagnóstico precoz y llega con cánceres fuera del alcance terapéutico, o porque llegan a tiempo pero no logran acceso oportuno al tratamiento”, plantea Ferreccio. “Para poder obtener mejores resultados en relación al autocuidado que deberían tener las personas en su salud bucal tendrían que ser medidas a nivel de salud comunitaria”, sostiene.

Esta columna pretende recorrer parte de la investigación existente sobre la relación entre la desigualdad de ingresos y la salud psychological, examinando los mecanismos a través de los cuales la desigualdad de ingresos puede afectar al bienestar psicológico y las implicaciones para la práctica clínica. Éste es un tema muy presente en las clases de prevención que enseño a mis estudiantes en Berlín, y creo que es muy relevante a los colegas en Latinoamérica. Pero más allá de las implicancias económicas y sociales, también marca a fuego el estatus sanitario de la población implicada. Por lo tanto, las personas más pobres son las más enfermas, ya que la pobreza no tiene implicancias solo a nivel socioeconómico, sino también a nivel sanitario.

Como se puede ver en la Figura N° 1, los montos finales de los planes de salud se determinan mediante un precio base multiplicado por la suma de los valores obtenido de una tabla de factores que considera las características de cada uno de los beneficiarios del plan. A este monto se le adiciona, para cada beneficiario, la prima GES (Garantías Explícitas de Salud) para financiar la cobertura de las enfermedades que incluye este sistema. Mientras que en el precio base y la prima GES se ha cuestionado el reajuste que pueden experimentar, en el caso de la tabla de factores se plantea si es viable aplicar dicho factor y en qué contextos específicos se podría. La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo.

Esto queda de manifiesto en las experiencias de autoorganización territorial que han emergido como respuesta a las necesidades en salud de la población frente a las deficiencias de la política pública (Borde y Torres-Tovar, 2017). En este contexto, Juan Carlos Arellano, director del departamento de Sociología, Ciencia Política y Administración Pública de la UC Temuco, valoró la ocasión. En la citada publicación del INDH, la Región del Maule observó la tasa de cesáreas más altas en el sistema público de salud (54,5%). Según datos extraídos por la Corporación Matria Fecunda desde el sitio internet del Servicio de Salud del Maule, en el periodo comprendido entre los años 2018 y 2021, cuatro de siete hospitales públicos tienen tasas de cesáreas de 60% ó más.

Para ello, y por mayor claridad, se llevará a cabo un estudio de cada componente que conforma el precio de los planes de salud, los cuales han atravesado su propio proceso de evolución normativa y jurisprudencial. La duración y la calidad del sueño pueden predecir los niveles de hemoglobina A1c de una persona, con un consiguiente daño en los órganos blanco como riñones, corazón, nervios periféricos, retina, cerebro, entre otros. Por supuesto que sí, los cambios sociales los hacen los pueblos, y el nuestro es uno forjado en el rigor, que recientemente ha mostrado su voluntad de justicia, de libertad total, de dignidad y de equidad.

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Nuestros resultados revelan que la distribución de las instalaciones hospitalarias en Chile está desequilibrada, lo que crea desigualdades territoriales en la atención médica. Las comunidades ubicadas en zonas densamente pobladas suelen tener un mejor acceso a la atención hospitalaria en comparación con las áreas urbanas marginales y las localidades rurales. La distancia al hospital y las barreras de movilidad son factores desigualdad en paises cruciales para considerar, ya que cuanto más lejos se encuentran las instalaciones hospitalarias públicas, menor será la frecuencia de uso de las camas hospitalarias en esas áreas periféricas o rurales. Este fue un estudio que condujo Usama Bilal, un investigador de la Universidad de Drexel, en Filadelfia, y que forma parte de un proyecto de investigación que se llama Salud urbana en América Latina (SALURBAL)1.

Este artículo tiene por objetivo describir algunas de las principales líneas de investigación y reflexión en torno a la relación entre desigualdad y salud mental. En el caso de Chile, el análisis territorial fue a través de sus comunas, pues representan las unidades administrativas para las cuales existen datos de mortalidad y natalidad, entre otros. Lo que se hizo, fue realizar una comparación entre las comunas que tenían la esperanza de vida más corta y larga en cada ciudad para ver cuál era la brecha. Esto va a definir cuestiones como la calidad de la vivienda, ropa, alimentación, así como la seguridad o inseguridad del entorno, la presencia de áreas verdes o la calidad de la escuela.

“La acumulación de grasa y el consumo de alcohol se relacionan a 15 lugares del cuerpo en donde se puede tener cáncer. El código hace énfasis, por otra parte, en la necesidad de llevar un estilo de vida saludable, incluyendo dieta y actividad física. Por eso propone prohibir el consumo de alimentos ultraprocesados o bebidas azucaradas en escuelas y edificios públicos, y fomentar la creación de espacios para hacer ejercicio. “El tabaco es uno de los cancerígenos más potentes y también se vincula a enfermedades respiratorias y cardiovasculares, además de contaminar el aire intradomiciliario”, explica Catterina Ferreccio, una de las investigadoras a cargo del documento.

El avance acelerado de las ciencias, en particular de aquellas cuyos resultados impactan directamente en diferentes ámbitos y niveles de acción de la salud humana, nos ha hecho transitar en forma muy rápida desde la “revolución científica”, a la “revolución tecnológica”. El representante de la OMS en Chile también se refirió a la grave situación de inequidad sanitaria que se vive en “el continente más desigual del mundo”, proyectando que la pandemia por Covid-19 solo empeoraría la situación actual. Por lo mismo, subrayó la importancia de que las y los participantes del curso adquirieran conocimientos en la materia, debido además a “lo difícil que es encontrar profesionales para medir las desigualdades de un país”. Este curso sirvió como instancia preparatoria para el VI Congreso Chileno de Salud Pública y VIII Congreso Chileno de Epidemiología, el cual se está desarrollando durante los días 6, 7 y 8 de mayo, bajo el lema “La equidad en salud para una sociedad en creciente complejidad”.