Los estudios empíricos mostraron por años una relación negativa entre desigualdad y crecimiento, como por ejemplo el trabajo de Alesina y Rodrick de 1994. Sin embargo, en 2000 Kristin Forbes publicó un artículo donde encuentra evidencia de una relación positiva entre desigualdad y crecimiento económico, esgrimiendo como argumento a favor de sus resultados el uso de una mejor base de datos que las utilizadas por sus predecesores. Este hallazgo dio sustento a la idea que se existe una solución de compromiso entre equidad y crecimiento. La Araucanía, la segunda región más desigual del país, sigue en la lista como la séptima región con mayores niveles de conflicto, según al informe de COES (Figura 1). Con todo, los factores que generan un incremento en la desigualdad son múltiples e incluso hay algunos consecuencia de evoluciones deseables en la sociedad.
Al considerar la pobreza multidimensional, nuevamente la región de La Araucanía es la más vulnerable, pero en este caso seguida por dos regiones del norte del país, Atacama y Coquimbo. Solo cinco de las 15 regiones se encuentran por debajo del promedio nacional evaluando ambos tipos de pobreza (Magallanes, Aysén, la Región Metropolitana, Antofagasta y Tarapacá). Por su lado, La Araucanía sobrepasa los promedios nacionales en ambos casos, y se observa que la diferencia entre ambos tipos de pobreza no es tan amplio, por lo que se infiere que el ingreso es la mayor causa de pobreza en este territorio, lo que se avala con el resultado del PIB per cápita expuesto anteriormente. La desigualdad es un tema que aflora en cada uno de los informes económicos que la OCDE realiza para Chile. En 2015, el país ocupa el puesto número dos en desigualdad entre los miembros de la OCDE (medida a través del índice de Gini antes y después de impuestos y transferencias), después de México. Lo siguen Turquía, Estados Unidos y Lituania, siendo los países con menor desigualdad Islandia, Eslovaquia y Eslovenia (OCDE, 2018).
Recordemos que nos caracterizamos por ser el único país democrático en el mundo que vive bajo las reglas de una Constitución vigente proveniente un régimen no democrático. En la estimación del modelo se llevó a cabo una prueba global del período entre el segundo trimestre de 1996 y el segundo trimestre desigualdad en el siglo xxi de 2017, seguido de pruebas de sensibilidad y omisión de variables con la finalidad de comprobar la robustez y la confiabilidad de la medición (ver Tabla 2). Donde, F(y) representa la curva de Lorenz; es decir, la proporción de individuos o familias que tienen ingresos acumulados menores o iguales a y.
Es possible que aquellos sectores con más enlaces productivos apropiados con otras industrias, a nivel regional, contribuyan a mejorar la desigualdad, como es el caso de la minería en Chile. En distintos desigualdad en las clases sociales estudios, la tasa global de fertilidad cobra relevancia al evaluar su efecto sobre la desigualdad de los ingresos. En 1996, Perotti concluye que las sociedades más igualitarias tienen bajas tasas de fertilidad.
Los estados «progresistas» REQUIEREN que existan ricos, y sobre todo empresas que tengan hartas utilidades, ya que a estos grupos se les carga la mano. El SII tiene un equipo de poca gente, que le cobra a los «grandes contribuyentes», que son los unicos que pagan impuestos directos. Esto, en desmedro de los emprendedores y empresas que funcionen casi sin utilidades (beneficiando a consumidores); cuando una empresa ya logra funcionar bien, puede bajar costos, subir precios, and so forth, y convertirse en un «gran contribuyente» que es lo que desea el Estado. Por lo tanto, si no hay utilidades, no hay impuestos, y por ende, no hay ni ricos ni recursos fiscales para inyectar a los pobres. Yo creo que el tema de la desigualdad ha sido invocado incorrectamente, pues el verdadero problema es que el sueldo MEDIO es muy bajo, y para que decir el sueldo mínimo.
Asimismo, se enfatiza en la importancia de aumentar las rentas de la población de menores ingresos, ya que se demuestra que períodos de tiempo en que el ingreso de los ricos aumenta proporcionalmente más que el de los pobres, son épocas donde aumenta la desigualdad. Por su lado, en períodos donde los ingresos de las familias más pobres son los que proporcionalmente tienen un mayor incremento, las desigualdades se reducen. Desmintiendo, acorde con distintos autores (Arndt, 1983; Guillén, 2004 y Piketty, 2014) la teoría del “goteo”, la cual postula que, favorecer a los estratos más ricos de la población, tiende a favorecer al resto de la sociedad, a través de un goteo que llega a las personas menos favorecidas, en consecuencia la desigualdad se scale back.
Como si los triunfos y los fracasos de nuestro sistema educativo fueran individuales y no colectivos. Esto se debió principalmente, señalaron los analistas de la OIT, al ascenso económico de dos potencias emergentes con grandes poblaciones como son China e India, hasta tal punto de que si no se tienen en cuenta los datos de estos dos países las cifras de 2004 y 2017 apenas variarían. En términos absolutos, parece indicar que la desigualdad se ha reducido, ya que la riqueza concentrada por el 10 % de trabajadores más ricos pasó del 55,5 % al 48,9 %. Si se amplía un poco más la muestra, el 1 % más aventajado se ha quedado con el 38 % del incremento de la riqueza generada en el mundo entre 1995 y 2021, mientras que el 50 % de los más pobres únicamente han conseguido un 2,three %. «Si sólo miras alrededor del mundo, más de 30 países están viviendo protestas. La gente está en la calle y ¿qué están diciendo? Que no van a aceptar esta desigualdad, no van a vivir con este tipo de condiciones», dijo. Behar dijo que para remediar esto, los gobiernos deberían asegurarse sobre todo de que los ricos paguen sus impuestos, que luego deberían usarse para pagar servicios como agua limpia, atención médica y escuelas de mejor calidad.
El 20 % de asalariados que se encuentra en la parte más baja de la estadística pasaría de ganar el 3,9 % del total en 2004 a sólo el three,5 % en 2017, mientras que el 60 % de la mitad de la tabla bajaría del 44,8 al 43 % en esos 13 años. Por otro lado, si el cálculo se pondera dando mayor peso a las economías con más producto inside bruto, los datos son muy diferentes y revelan en cambio una mayor desigualdad actual con respecto a mediados de la década pasada. El informe compara datos pre y publish disaster (con estadísticas de 2004 y de 2017), aunque según la metodología empleada presenta diferentes conclusiones sobre si ha traído o no mayor desigualdad salarial global. Por su parte, el resultado es que esa mitad de la población tiene un patrimonio medio de 3.259 dólares por adulto, lo que en conjunto representa solo un 2 % del whole mundial, mientras el 10 por ciento superior concentra el seventy six %. «Y por un lado, ves a los multimillonarios que se están reuniendo en Davos con sus aviones personales y estilos de vida súper ricos», dijo. Un ensayo sobre la desigualdad social como la “nueva cuestión urbana”, que reformula el derecho a la ciudad de las personas en respuesta a la injusticia espacial.
El país tiene un estado de bienestar extremadamente reducido y una mercantilización de los servicios básicos extremadamente elevada que ha llevado a la mayoría de los chilenos, no solo a la clase media, a gastar altas sumas de dinero y endeudarse para acceder a la salud, educación y a la seguridad social. El país está conformado por 16 regiones5, siendo la capital nacional la ciudad de Santiago en la Región Metropolitana. El territorio chileno es abundante en recursos naturales, es el mayor productor de cobre a nivel mundial y tiene un importante rol dentro de los países exportadores de productos agrícolas, forestales y ganaderos (OCDE y CEPAL, 2016).
Mientras en regiones como Tarapacá y Magallanes, el analfabetismo no alcanzó al 1% de la población, en Los Ríos, La Araucanía y el Maule, superó el 4%, develando una tarea pendiente en estas regiones, principalmente con su población rural. Para la mayoría de las regiones, hay un mayor porcentaje de mujeres analfabetas que de hombres, a excepción de las regiones de Tarapacá y O’Higgins. En este contexto los trabajadores, que no son propietarios de los activos, no tienen incentivos para comportarse de forma que la productividad aumente, pues estos comportamientos son difíciles de monitorear y, por lo tanto, que se lleven a cabo o no depende en parte importante de la motivación intrínseca.
Sin embargo, dentro de esta última hay muchos países con economías crecientes, que esperan alcanzar los niveles de desarrollo pronto. Se cube que en las economías en desarrollo la desigualdad crece en un primer momento, mientras la economía florece rápidamente, y que luego, al estabilizarse este crecimiento, la brecha se acorta. Sin embargo, en ciudades con alto nivel de desigualdad, esta tiende a aumentar con el crecimiento económico, ya que estos niveles desalientan la inversión extranjera. Además las prioridades de sus ciudadanos más ricos son las carreteras antes que los parques y las escuelas públicas.
En 1989, tras 10 años de negociaciones, se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, que vincula a los Estados Partes a cumplir las normas de este tratado Internacional. Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto actual, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de disaster a través de recursos descargables. En todo el cambio en el sistema de la subvención escolar, que se ha movido a una subvención escolar diferenciada, donde los alumnos que provienen de hogares más desaventajados reciben una subvención mayor y los establecimientos que atienden una proporción alta de alumnos más desaventajados, también. Los escándalos de colusión mostraron la desigualdad que existe entre consumidores y productores, llevando a mejoras de la ley antimonopolios que nos dejan al nivel de países desarrollados y una ley de consumidores que debiera aprobarse en los próximos meses.
La aportación de Secchi se une a la de otros destacados economistas, sociólogos y políticos que vienen alertando sobre las graves consecuencias que implica para la democracia la continua y sostenida profundización de la desigualdad. El coeficiente de Gini fue desarrollado por el estadístico y sociólogo italiano Corrado Gini (1912), y es el método de medición de la desigualdad más utilizado para estudios que abordan esta temática. Se calcula dependiendo de los datos considerados en la muestra para la medición de la desigualdad, los que pueden ser datos desagregados o datos agrupados. La investigación realizada es de tipo cuantitativa no experimental, longitudinal y correlacional, la cual abarca desde el año 1996 a 2017. La información necesaria para esta investigación fue obtenida de fuentes como el Banco Central de Chile, la Dirección de Presupuestos (Dipres) y del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).