Los ODS 2030 de la ONU incluyen nuevas esferas como el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible, educación de calidad, la paz y la justicia, la igualdad de género, entre otros, buscando acciones que interrelacionen estas iniciativas potenciando el impacto en la sociedad, transformándose en una agenda de inclusión mundial. Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible. En explicit, y con el fin de eliminar las barreras de género, promovemos los derechos educativos desde la igualdad de oportunidades y contribuimos a crear entornos educativos en que prima la equidad (ODS 5), estableciendo acciones concretas para subsanar posibles desventajas. Para este artículo, se analizaron 27 de las 28 acciones públicas presentadas en el reporte realizado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible sobre el ODS 10, específicamente, entre los años 2015, el inicio de la agenda y el año 2018, año de la publicación del único informe presentado a la fecha.
Estos Derechos se crean para buscar el adecuado desarrollo de la infancia, la cooperación internacional en esta materia y que los derechos se apliquen de manera global. Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto actual, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de disaster a través de recursos descargables. En el 2017, el Congreso chileno aprobó la nueva Ley de Educación Pública, que tiene como objetivo transferir los servicios de educación pública de los gobiernos municipales a nuevas agencias locales de educación para conformar un nuevo sistema nacional de educación pública. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”. “Estamos en una coyuntura mundial en donde las instituciones están desacopladas de los tiempos de las personas y buscando fórmulas para reformarlo e ir reajustando los regímenes democráticos para enfrentar este desafío y funcionar mejor”, dice desigualdad jurídica ejemplos la socióloga y doctora en ciencias políticas, en entrevista con REDMAD.
El desafío de la articulación no es un tema nuevo para los gobiernos de la región y representa un ámbito de creciente preocupación para los organismos internacionales, consistente con la invitación a una mirada integral de los ODS que realiza la Agenda 2030. Además, subrayó que “la paridad en la fuerza de trabajo no se logrará hasta dentro de a hundred and forty años” y que “es probable que se necesiten 40 años para lograr una representación equitativa en los parlamentos de todo el mundo”, si las cosas no mejoran. “Aprovechemos la oportunidad de esta disaster para virar hacia una senda más sostenible y resistente, , para demostrar la fuerza y la utilidad del sistema multilateral y para construir un mundo que transmitamos con orgullo a las generaciones futuras”, añadió.
Se le denominó así al período entre 1880 y 1920, en donde si bien la pobreza y desigualdad social tiene orígenes de hace siglos, fue en este contexto cuando se reconocen estos fenómenos como problemas sociales. La situación se hizo más evidente tras los niveles de hacinamiento en los alrededores de las ciudades, humedad y oscuridad de las habitaciones, además de pugnas entre vecinos, aumento de la violencia y criminalidad, excesivo consumo de alcohol y la prostitución, cuyas conductas implicaban prácticas ilegales para la época (Correa & Et. Al., 2019, 54). La acumulación de problemas sociales y malas condiciones de vida, también fueron motivo de diversos movimientos sociales protagonizados por trabajadores y obreros, por medio de la movilización, pero también desde escritos, ensayos y artículos publicados en la prensa. Ejemplo de esto fue Luis Emilio Racaberren, líder sindical que en las primeras décadas del siglo XX ya hacía referencia a las mejoras salariales y laborales, además de su crítica a la oligarquía de la época, y el rol de la educación en sectores populares y obreros. De manera temprana, Recabarren hacía referencia al derecho de los trabajadores/as, en tiempos donde los sindicatos no serían legales todavía, por lo que se reconoce su aporte en el apoyo a organizaciones, gremios y mancomunales de la época (Massardo, 2008, 23). Si bien la pobreza ha sido de gran preocupación en el mundo actual, si existencia tiene orígenes históricos y durante siglos.
En este sentido, las desigualdades, tanto dentro, como entre, los países, se pone nuevamente de relieve, ya que la actual pandemia por Covid-19 ha exacerbado y dejado en evidencia la vulnerabilidad de las personas con menos recursos de la población, retrasando en muchos casos los esfuerzos realizados hasta ahora respecto de la Agenda 2030 (Iwuoha & Jude-Iwuoha, 2020; Leal et al., 2020; United Nations, 2020b). Esto, por una parte, propone un nuevo cuestionamiento a la estrategia chilena para la reducción de las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030, ya que la disaster actual ha mostrado y ha dejado nuevas disparidades que atender. Por lo tanto, las circunstancias sugieren replantear las acciones públicas para el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 – y los otros 16 – con el fin de hacer frente a este problema en el país de manera efectiva, reparando en las nuevas dificultades que se presentan y cómo prevenir que estas vuelvan a ocurrir en un futuro.
En esta misma línea, la Mandataria señaló que “como sociedades hemos comprendido que el crecimiento económico no constituye un fin en sí mismo; es una condición, indispensable por cierto, para promover la mejora sostenida de las condiciones de vida de los seres humanos”. Ahora, si bien esta institución no ha sido nombrada oficialmente como responsable del ODS 10, sí ha resultado ser un árbitro sobre este mismo, por lo que su influencia y polí-ticas afectarán el trabajo de parte de las metas que este contiene, desafiando el resultado de este objetivo. 10.four Adoptar políticas, especialmente fiscales, salariales y de protección social, y lograr progresivamente una mayor igualdad. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. Con este Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2017, Rimisp se suma a dicho debate, postulando que, desde un enfoque territorial, la articulación entre distintos niveles de gobierno y distintos actores resulta un imperativo.
“Vengo de América Latina, una región de países de renta media que tiene sus propios sueños, desafíos y tareas”. Con estas palabras, La Presidenta Michelle Bachelet, presentó a nuestro país en su discurso pronunciado ante la Asamblea General desigualdad ricos y pobres de la Organización de las Naciones Unidas. La declaración del organismo, viene a raíz de recientes manifestaciones que se han visto en el mundo como Chile, Bolivia, Hong Kong, Ecuador, Egipto, Guinea, Haití, Irak y el Líbano.
La investigación también muestra que desde 2010 hasta 2014 la desigualdad ha vuelto a crecer en Chile, lo que contradice lo afirmado a partir de la encuesta Casen 2015, donde los datos sugirieron que la desigualdad estaba bajando levemente. Es importante que el gobierno use los datos existentes sobre los rendimientos escolares para hacer una conclusión informada de cómo mejorar el sistema educativo. Para hacer visible este problema, desde Good Neighbors Chile hemos preparado una recopilación de datos alarmantes sobre la desigualdad educativa y la pobreza en Chile. Emmanuelle Barozet, académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile e investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) propone otro elemento al análisis sobre Chile, relacionado al acceso a los bienes de primera necesidad. “La mercantilización de diversos ámbitos de la vida cotidiana trajo otro tipo de consecuencias que se tradujeron en malestar, como el endeudamiento, la discriminación socioeconómica, que se fueron arraigando en las últimas décadas”.
En este sentido, el nivel de resultados obtenido por un sujeto influirá en la distribución familiar futura y limitará nuevamente el nivel de resultados para esta nueva generación de individuos dentro de una economía, generando un círculo vicioso que irá incrementando las brechas económicas, como ya ha ocurrido en el mundo ( United Nations, 2020b). El segundo argumento que expone Atkinson (2015) tiene que ver con la igualdad de oportunidades competitiva. Aquí, se garantiza que todos podrán acceder, por ejemplo, a un trabajo o al sistema de educación, entre otros. Sin embargo, existe una amplia gama desigual de recompensas, las cuales son construidas socialmente (Hopkins & Kornienko, 2010).
En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro. “Hay una discusión sobre desigualdad socioeconómica a nivel mundial, en que se espera que la democracia resuelva estos problemas, pero la gente siente que eso no ocurre. Hay una insatisfacción generalizada”, cube Marcela Ríos, Representante Asistente en la oficina de Chile del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). A fines de diciembre, la organización publicó el Informe Mundial sobre Desarrollo Humano 2019, que propone, entre otras cosas, que la oleada de manifestaciones que se han producido en numerosos países han dado cuenta de la frustración de las sociedades.
Eso va a traer consecuencias terribles, porque los estudiantes después son el tejido productivo y van a reproducir la desigualdad. Los caminos de Juan Diego lo llevaron hasta Andalucía, la segunda zona más pobre de España (después de Extremadura), y a trabajar en el Laboratorio de Psicología Social de la Desigualdad de la Universidad de Granada. En ese grupo, se involucró en una línea de investigación que buscaba indagar por qué las personas más afectadas por la desigualdad justifican el sistema, y trabajó con personas que viven en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. También hubo un reconocimiento social al personal de salud en la población basic, aun cuando después no se viera reflejado en aumentos salariales por parte de los gobiernos. A pesar de que las burbujas sanitarias y el distanciamiento social dificultan los lazos sociales, sigue habiendo manifestaciones de solidaridad en medio de la crudeza. En la Universidad conocí la Psicología Social, un campo que me permitía profundizar mis análisis y ver cómo afectaba la vida de las personas.
Por otro lado, las acciones públicas incorporadas que son muy anteriores a la Agenda 2030, en términos de temporalidad, son acciones que además de perdurar en el tiempo, son de largo alcance. Por ejemplo, la Reforma Previsional ya mencionada, requiere de un largo período de tiempo para ver resultados, ya que hace referencia un segmento de la población que verá los resultados de esta ley en varios años más, cuando sea momento de jubilarse, como también quienes año a año se retiran de sus actividades laborales. O bien, la Ley Nº19.966 del año 2004, la cual continúa vigente e, igualmente, ha ido incorporando cada vez más elementos para incluir a una mayor cantidad de personas beneficiadas desde su entrada en vigencia hasta el día de hoy. Por lo tanto, las acciones públicas analizadas dan cuenta del trabajo que se ha realizado en el país respecto de la reducción de desigualdades, las cuales han podido ser incorporadas como respuesta a las metas establecidas para el ODS 10, pero no necesariamente como un trabajo que se ha realizado en base a esta agenda, aún. Respecto de la Agenda 2030, el diagnóstico que realizó el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (2017b) estableció que de los 11 indicadores que presenta el ODS 10, el país cuenta actualmente con información solo para tres de ellos, 10.1, 10.2 y 10.three.
En 1965 se crea la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN), como instancia asesora del Presidente de la República y responsable de la planificación nacional y regional del desarrollo, con el Departamento de Asistencia Técnica Internacional. Este panorama mundial, ha movilizado acciones para reducir la desigualdad, como lo declara el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 10. Esto se enmarca en los compromiso que han adoptado líderes para conseguir un futuro sostenible para todos los individuos, expresado en los 17 objetivos para transformar el mundo. Otro aporte que tiene que ver con una consistencia de nuestra propia política es la política exterior feminista.