De lo anterior se desprende también la menor participación de mujeres en cargos de decisión o directivos, aun cuando alcanzan de forma equivalente el grado de cualificaciones necesarias para su participación y se las despoja de facto de esta posibilidad. La institución procura el reconocimiento social de igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres en cuanto a educación, trabajo, formación de núcleos familiares y participación en las decisiones políticas y económicas. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos.
Los buenos indicadores a nivel de crecimiento económico de las últimas décadas en Chile, no han podido mitigar la persistente desigualdad del ingreso. Anteriormente, Soto y Torche (2004) concluyen lo mismo, demostrando que, entre 1975 y 2000, el PIB per cápita chileno creció un 5% al año, sin embargo, las regiones no se beneficiaron de igual forma. La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante. Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional. Conocer la dinámica de desigualdad regional será un punto importante en el diseño de políticas públicas y estrategias de desarrollo diferenciadas, muy necesarias en un país con regiones tan heterogéneas como Chile.
La Universidad desarrolla desde 2014 una serie de programas enfocadas en la reducción de las inequidades. En particular, el Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género (PEG) busca potenciar la incorporación de mujeres a estas áreas2, ofreciendo cupos exclusivos para su ingreso. Estas medidas han ido impactando favorablemente el porcentaje de matrícula total de mujeres en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, la cual ha presentado un aumento constante año a año, alcanzando un 28% en 2020, un incremento de 8 puntos desde el inicio de las medidas. Si comparamos dentro del país, la Universidad de Chile presenta una matrícula de mujeres de 31%, que es 5 puntos superior al promedio del Sistema Universitario Chileno. “Pese a lo anterior, las mujeres aún están subrepresentadas y componen menos de la mitad de la matrícula total oxfam las desigualdades matan en Programas Académicos pSTEM. Por ejemplo, en 2020, la matrícula femenina nueva de todos los Programas Académicos de Pregrado en la institución (pSTEM y NO pSTEM) correspondía a un 54% , mientras que en el mismo año la matrícula femenina nueva de los Programas Académicos pSTEM fue solo de un 31%.”, agrega el informe de UAID.
Otro indicador de desigualdad es el índice10/10, que expresa el ingreso del 10% más rico en función del 10% más pobre de la población. Para ello, la (Tabla 2) presenta el promedio del ingreso autónomo del hogar (ver definición en Anexo E) por deciles, de acuerdo a la Encuesta CASEN de 2015. Observando los extremos se evidencia que el 10% de los hogares de mayores ingresos son 27,2 veces más ricos que el decil de menores ingresos. El resultado es aún más abismante si consideramos los ingresos autónomos per cápita del hogar, donde la razón 10/10 aumenta a forty five,1. Lo anterior no es de extrañar, ya que como se señaló en la Sección 2, Chile es el segundo país más desigual de entre los países miembros de la OCDE. Dicho lo anterior, es posible que las políticas redistributivas aún no sean desarrolladas con la eficacia que el país necesita para reducir más rápido las brechas económicas que le aquejan.
Además, Chile es el único país de la Alianza del Pacífico cuyo promedio en la matrícula complete de educación no es inferior al de la OCDE. Uno de los factores que impulsaron esa mejora, según PwC, fue el aumento en la tasa de participación femenina en el mercado laboral, que pasó del 70,8% al 72,1%, y por una caída en la tasa de desempleo femenino, que ha descendido desde el 6,4% al 5,3%. Así, el análisis de este año mostró que aunque se han registrado “avances” en la última década, puesto que el índice pasó de fifty six,three puntos en 2011, a 68 en 2022, en los últimos dos años disponibles y solo ha crecido dos puntos, de sixty six a sixty eight puntos. Un punto destacable fue cuando, en 2019, Sanna Marin, de 34 años en ese entonces, fue elegida como primera ministra de Finlandia, siendo la premier más joven del mundo. Junto a ella, le acompañaba una coalición de cinco partidos, donde todos ellos eran liderados por mujeres, generando el gabinete con mayor representación femenina del mundo en ese momento.
En ese contexto, en el Mes de la Mujer, como Confederación Fenpruss, reafirmamos nuestro compromiso de avanzar en la igualdad de género. «Incluso el país número uno todavía tiene trabajo por hacer», detalló Zahidi, quien animó a la comunidad internacional a implementar «concepts nuevas y frescas para asegurar la diversidad y la paridad de género». En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores. Chile obtuvo un puntaje de 77.50, quedando número 15 en Latinoamérica, superando solo a Argentina, Honduras, Guatemala, Haití y Dominica, siendo Paraguay y Perú los países que registraron las mejores cifras, con ninety four y ninety five respectivamente. El sur de Asia tuvo la mayor mejora en su puntaje promedio, mientras que los países de Oriente Medio y África del Norte registraron el menor progreso.
Pareciera evidente que la igualdad entendida en estos términos es una exigencia de la racionalidad ética, que se deriva de la universalización de la dignidad última que cada uno de nosotros se atribuye como agente moral y que, por ello, hemos de reconocernos recíprocamente entre todos los agentes morales. En segundo lugar están aquellos países que permiten entre cuatro y seis meses de licencia retribuida (al menos con 2/3 del salario) a las madres mayoritariamente y, en algunos casos, a los padres. Como no se trata del tipo de licencia parental con sostenimiento de los ingresos salariales, es inasequible para la mayoría de madres y padres trabajadores. Finalmente, se hallan los países que proveen menos de dos meses de licencias remuneradas (2/3 del salario previo), entre los que están los cuatro principales países de habla inglesa, Australia, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido17. La opresión estructural que sufren las mujeres, que les niega su calidad de agentes morales iguales a los hombres, es la causa más profunda de su marginación y pobreza. Mientras esa opresión subyacente, instalada en el corazón mismo de las sociedades en las que vivimos, no se modifique, no habrá cambios en las cifras15.
La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de fuentes secundarias, desde distintas bases de datos mundiales y nacionales. A nivel país se utiliza principalmente, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) del Ministerio de Desarrollo Social y datos de productividad del Banco Central de Chile. Asimismo, se contacta con diferentes instituciones, como el Instituto Nacional de Estadísticas, al que se solicita datos antiguos poblacionales y vitales no disponibles en la web1. Esta situación se replica en la brecha de género de estudiantes que sienten que aprenden matemáticas con facilidad, donde Chile alcanza un 18,4%, respecto del 17,3% de España y el promedio de 14% en la OECD.
Para ello, en el año 2008 se realizó el Primer Seminario sobre Protección Social y Género, cuyo objetivo obedeció a la necesidad de debatir sobre desafíos y propósitos de la perspectiva de género en función de las acciones de inclusión social que se promueven desde el Sistema de Protección Social y sus distintos componentes. En dicha declaración, el Sernam se no señala claramente que se espere un aporte en las decisiones económicas y políticas del país, como sí se señala explícitamente en el caso español. Por un lado, en Chile pareciera ser que, aun cuando se busca incluir en la vida cotidiana la participación de las mujeres, en el ámbito público y concretamente el político pareciera que no se espera participación en la toma de decisiones, pues su importancia no está señalada abiertamente. La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.
La plataforma contempla acceso gratuito a tutoriales, capacitaciones, talleres, materials informativo en distintas temáticas como modelos de negocios, advertising digital, temas legales y tributarios, empoderamiento y liderazgo and so forth. Busca potenciar los negocios de mujeres emprendedoras de todo el país, con el fin de fortalecer su autonomía económica. Con esto se espera fomentar las redes y asociatividad entre emprendedoras a partir de diversos encuentros regionales, mentorías y tutorías. Iniciativa país que integra a las empresas, instituciones de formación y gobierno para desarrollar nuevas capacidades en las personas, en sintonía con las demandas de la economía digital, generando más oportunidades para acceder a empleos de calidad.
Para ello, se parte de un marco conceptual centrado en el vínculo entre la interculturalidad crítica y el género, como dos categorías que permiten comprender la relación entre distintas dimensiones de la desigualdad, y a partir del cual se identifican los factores educativos asociados a la transformación de las condiciones que la propician. A través del análisis de contenido cualitativo de cinco experiencias socioeducativas de distintas mujeres, se explora la educación intercultural como un issue que posibilita la generación de cambios en las condiciones personales y sociales que fomentan la exclusión. Los resultados indican que los procesos educativos interculturales y la construcción de un pensamiento crítico son los factores más relevantes que intervinieron en sus historias de vida como agentes de cambio. Se concluye destacando la necesidad de procesos educativos interculturales y críticos dentro de los ámbitos formales de la educación para la creación de sociedades más justas y democráticas, así como la importancia de que las mujeres pertenecientes a los sectores más excluidos de la población sean las protagonistas de dichos procesos. Hanna Nicholls cuenta que el camino recorrido para disminuir las brechas de género comenzó hace más de cincuenta años, con la incorporación de la mujer al mercado, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, y con mayor énfasis en los años 70’. “Cuando las mujeres debieron salir a trabajar, se dieron cuenta que period muy difícil unir el trabajo y la familia”, afirma Nicholls.
El sello es una iniciativa impulsada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a nivel global que busca reconocer a las instituciones públicas comprometidas con la igualdad entre hombres y mujeres. La mayor parte del mundo, liderado por los países nórdicos, ha mejorado progresivamente en igualdad de género, aunque en esta materia todavía empeoran múltiples naciones de Africa y América Latina, según el Índice de Diferencias de Sexo del Foro Económico Mundial (FEM) presentado este martes en Nueva York. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la disaster paises africanos mas pobres. Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han amplificado los efectos de la pandemia. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa.
También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Hoy en el Día de la Inclusión Social y la No Discriminación estamos convencidos y convencidas, tal como lo señala la ONU, que “la igualdad de género, los derechos de las mujeres y el empoderamiento de las mujeres son ingredientes esenciales para crear un mundo más equitativo y justo para todas y todos”. Avanzar en la igualdad de género es elementary para crear una sociedad sana en todos sus ámbitos, desde la reducción de la pobreza hasta la promoción de la salud, la educación, la protección y el bienestar de niñas y niños.