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Pobreza Y Desigualdad Social En Latinoamérica Y El Caribe: Dimensiones, Complejidades Y Desafíos Revista Sociedad Y Equidad

La tipología territorial elaborada y los resultados obtenidos pueden contribuir a ampliar el campo de la investigación sobre las desigualdades sociales, como examinaremos a continuación. En tercer lugar, las ciudades y centros urbanos se caracterizan, además de su tamaño poblacional y densidad, por la intensidad de las interacciones de las personas y actividades al inside del área abarcada en cada caso. Un aspecto central de esa interacción consiste en formar parte de un mismo mercado de trabajo desde el punto de vista territorial, como se refleja en los viajes diarios desde el lugar de residencia al lugar de trabajo, los cuales ocurren preponderantemente al interior del área de la ciudad. En este artículo, por el contrario, asumimos que el trabajo de las personas y en consecuencia sus ingresos, son centrales para describir su integración al territorio.

Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 . Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma.

En common, las regiones con menores años de escolaridad al comienzo del período, son aquellas que han tendido a mejorar más este indicador. En el informe del PNUD (2016)16, se observa que Chile está dentro de los países con un nivel muy alto de desarrollo humano, ubicándose en el puesto número 38, bajo Lituania y sobre Arabia Saudita, con una expectativa de vida promedio de eighty two años, y una media de años de escolarización de 9,9 (de los sixteen,three años esperados para el país). Dentro de esta categoría los únicos países latinoamericanos representados son Chile y Argentina en el puesto 45 (con valores de 0,847 y 0,827 respectivamente, siendo el promedio de América Latina y el Caribe de zero,751). Sin embargo, Chile retrocede 12 puestos si se considera la desigualdad17, quedando al nivel de países como Rumania, Kuwait o Rusia. Los primeros puestos son ocupados por Noruega, Australia y Suiza, mientras que en los peores lugares están la República Centroafricana, Nigeria y Chad, con niveles de desarrollo humano muy bajo. De estas incertidumbres sólo se salva un grupo que –dependiendo de la dimensión que se considere– oscila entre el 20% y el 5% de más altos ingresos.

Esta dinámica permite que los mercados de trabajo sobrepasen a menudo los lugares donde residen las personas y los límites administrativamente definidos, como los comunales. Los desplazamientos desde el lugar de residencia al lugar de trabajo, sea a la misma comuna o a otra, es decir, la movilidad territorial o conmutación por razones de trabajo, constituyen una respuesta a las necesidades de funcionamiento de una economía urbana que actúa como polo gravitacional sobre las áreas aledañas. Estos flujos pueden ser medidos y considerados un indicador del grado en que hay una interrelación económico-social entre áreas territoriales, específicamente como indicador de la presencia de un mercado de trabajo relativamente compartido en un territorio delimitado.

Asimismo, la percepción de este autor es que las políticas redistributivas, más que abogar por una verdadera equidad, buscan beneficios adicionales, como la perpetuación del poder político-económico. De acuerdo con los datos para 2015 del Banco Mundial, en Chile la esperanza de vida al nacer es de 79 años en promedio, siendo de 77 para los hombres y eighty one en el caso de las mujeres, encontrándose sobre el promedio mundial (72 años, 70 para hombres y 74 para mujeres). Actualmente, en contraposición del año 1990, no existen grandes brechas entre la esperanza de vida de una u otra región, siendo esta de 2 años en 2015 y 5 años en 1990 (ver Gráfico 11). En 2015, Coquimbo y la Región Metropolitana lideran con casi 80 años en promedio, mientras que la menor esperanza de vida se observa en Antofagasta y la región de Los Lagos, con aproximadamente seventy eight años. En cada una de las regiones, en 2015, las diferencias van de los cuatro años (Arica y Parinacota) a los casi seis años de diferencia en Los Lagos, a favor de las mujeres. Chile ha presentado gran progreso en las últimas décadas en lo referente a indicadores de salud, con cifras comparables con países desarrollados en cuanto a mortalidad infantil y general.

En segundo lugar, para delimitar los territorios, es posible realizar sucesivas agregaciones de municipios o bien partir de una preselección de las comunas que constituyen los centros urbanos principales. En este trabajo partiremos de una definición establecida de los centros urbanos principales, como se efectúa en otros países (OMB 2010,Antikainen 2005). En Chile se cuenta con definiciones relativamente estandarizadas y ampliamente aplicadas especialmente con fines de planificación territorial, respecto de los límites de las grandes ciudades de Santiago, Concepción y Valparaíso, así como de las principales ciudades intermedias, desde Arica en el norte hasta Punta Arenas en el sur (SECTRA 2008).

Este ejercicio permite mostrar que la crítica social y legitimación de las desigualdades pueden operar simultáneamente, aunque en planos distintos. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990. En 2014 el promedio fue de 9,8 años, por debajo de la educación obligatoria en el país (12 años) y de los años de escolaridad esperada de acuerdo con el PNUD (15,2 años para 2014). El país busca facilitar cada vez más el acceso a estudios superiores, de hecho la política pública pretende que a través de becas y créditos la educación esté al alcance de la población económicamente más weak. En los informes del Ministerio de Desarrollo Social se suele calcular este ratio utilizando el promedio del ingreso autónomo complete del hogar; otros estudios utilizan el ingreso autónomo de las personas, con el objeto de medir la desigualdad proveniente del mercado. Sin embargo, en este estudio se ha optado por utilizar el ingreso autónomo de los hogares, por ser la metodología que seguirá utilizando la CASEN, al considerarse más realista respecto de la situación social de las familias chilenas y por ser de gran utilidad para la aplicación de la política pública.

A manera de conclusión, destacamos diferentes fuentes de la desigualdad propias del proceso de desagrarización. Y aunque las diferencias en la vida social sean evidentes, y pese a las sociedades tengan medios legitimados de distribución de los recursos, dice Méndez, se entiende que hayan asimetrías. Algo que usted también tiene presente en el caso chileno es la “promesa de la movilidad”, y cuando se pregunta si es posible lograr una alta movilidad intergeneracional con altos niveles de desigualdad, la respuesta parece ser que no. La importancia del entorno social ha quedado evidenciada en un experimento americano de los años noventas, “Moving to Opportunity”, en el que se seleccionaron, aleatoriamente, familias pobres a las que se les subvencionó un hogar en un vecindario más rico. La movilidad de las familias generó efectos significativos a largo plazo tanto en salud, como educación e ingresos de los niños afectados.

desigualdad sociales

«Teniendo los talentos, va a un colegio de mala calidad, con un estigma territorial, convive con pobreza. Entonces esa brecha nunca la podría remontar. Esa diferencia, esa brecha, se considera injusta porque viola su principio de igualdad, porque no es lo mismo que puede lograr esa niña que otra que vive en un barrio privilegiado». El video entrega recomendaciones a la familia para estimular el desarrollo de la lectura y escritura en niños y niñas de three tiendas coaniquem a 5 años. Los antecedentes que se encuentran en la base del desarrollo de este análisis se relacionan con un conjunto de procesos de incorporación del análisis de género en los productos del Observatorio Social del Ministerio de Desarrollo Social. Para finalizar, Matías Cociña agradeció el estudio y mencionó que es un tesoro tener los datos antes y posterior al estallido social.

Esto significa que no sólo la educación e ingresos parentales determinan la trayectoria de un niño, sino que ésta es críticamente afectada por la comunidad en la que el niño se desarrolla. Estudios sobre movilidad de inmigrantes también evidencian impactos significativos del entorno social. En 2016, el gobierno chileno aprobó la Política Nacional Docente (PND) que consiste en reformas al acceso y retención de educadores en las escuelas públicas y privadas con subvención del estado. Estas reformas incluyen establecer altos requisitos de ingreso y nueva acreditación para programas de formación docente, proporcionar un año de tutoría para cada maestro/a entrante con pago adicional para mentores y aprendices, y crear un sistema de desarrollo profesional para la promoción profesional a largo plazo. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro. La educación es un derecho, pero no todas las personas tienen el mismo acceso a la misma calidad.

Sin embargo, al medir el flujo de viajes al trabajo, muchas de estas comunas resultan estar integradas a los mercados de trabajo de ciudades o centros urbanos menores, sin formar parte de estas urbes pero manteniendo una relación de interdependencia. Sin embargo, en términos espaciales las regiones jurídicamente establecidas parecen ser de una escala excesivamente amplia para reflejar la diversidad de situaciones en su interior. Más aún, las definiciones administrativas de las regiones, basadas en factores históricos, geográficos, jurídicos, políticos y de eficacia en las políticas públicas, pueden ocultar las líneas divisorias del territorio respecto de las desigualdades sociales.

En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.48 en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Tras la bienvenida se dio paso a la conferencia “Reflexionando críticamente sobre las violencias y las desigualdades de género en la Universidad. Las científicas sociales nos miramos a nosotras mismas”, a cargo de la académica de la Universidad de Granada, la doctora Ana Alcázar. En la charla, la especialista revisó cómo se expresan las violencias de género y desigualdades en el quehacer de la antropología, disciplina en la que ella se ha desarrollado. «Hay un reduccionismo conceptual terrible pobreza en eso. Es impresionante y la falta de profundidad del tema, es decir, tener una sociedad más igualitaria contribuye a la paz social, contribuye al crecimiento económico, contribuye al desarrollo económico». La desigualdad, dicen académicos, tiene que resolverse multidimensionalmente, lo que incluye no solo equiparar ingresos, sino privilegios territoriales, las diferencias de género, étnicas y culturales.

Junto con esa mirada histórica, cube la investigadora, es importante entender la definición conceptual. «Uno podría decir que las desigualdades son diferencias que se consideran injustas, porque vulneran una norma de equidad entre los seres humanos», explica. Esa ha sido la petición que han planteado desde redes sociales a opiniones de diversos actores, frente a la actual situación social que atraviesa Chile. Aunque conceptualmente la igualdad y la movilidad (o igualdad de oportunidades) son distintos -una se da en un momento del tiempo, la otra conecta padres e hijos, o sea, la persistencia intergeneracional de la desigualdad-, lo que se observa es que están muy correlacionados. La Asamblea General de la ONU al aprobar la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 reconoce el derecho a las madres y niños/as a “cuidado y asistencias especiales”, así como “protección social”. En los años sucesivos, la ONU exhorta a los Estados a velar por los niños en las situaciones de vulnerabilidad por emergencias y conflictos.

Una Propuesta Desde La Perspectiva De Género Para Los Procedimientos De Las Conciliaciones Para La Fijación De Cuota Alimentaria Complejidades Del Ágora Jurídica

«La dieta mediterránea es lo mejor, la occidental no es buena. Es un tema de educación que debe empezar muy pronto en la vida, de los three a los 10 años es la edad perfect para educar a alguien en temas de salud, porque lo que a esta edad lo recibes sale más tarde cuando eres adulto», ha aseverado el physician Fuster. Por todo lo anterior, la FAO recomienda que el reconocimiento del derecho a la alimentación sea explícito, al más alto nivel normativo (constitucional), y que se establezca una acción o mecanismo procesal para hacerlo efectivo (amparo o protección). El nuevo e inédito proceso constitucional chileno presenta una oportunidad muy valiosa y significativa para hacerlo. Los derechos, para que no resulten en meras declaraciones, deben ser exigibles a nivel jurídico, no sólo social o político.

La principal consecuencia de la imposibilidad de acceder a una dieta saludable por falta de recursos económicos adecuados a sus precios tiene como consecuencia el aumento del consumo de comida altamente procesada y de menor valor nutricional, explicó Lubetkin, un hecho que empeora aún más el combate a la malnutrición. Ahora bien, en México la imposibilidad de las personas para acceder a los alimentos debido a diversas razones como la escasez física de los mismos, bajo poder adquisitivo o por su baja calidad, vuelve a la población mexicana vulnerable desigualdad economica de genero a la inseguridad alimentaria. Nuestros hallazgos pueden indicar que la experiencia de la inseguridad alimentaria y sus efectos en el peso de las mujeres están relacionados con su papel como madres.

Según el más reciente informe sobre “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” (en adelante “SOFI 2021”), en 2020 padecieron hambre en todo el mundo entre 720 y 811 millones de personas. Si se toma el punto medio del rango estimado (768 millones), en 2020 sufrieron hambre unos 118 millones de personas más que en 2019. En América Latina y el Caribe, 59,7 millones de personas padecieron hambre, unos 14 millones más que en 20191.

En definitiva, uno de los mayores retos globales es alimentar a la población mientras se cuidan los recursos naturales, se producen los alimentos de forma sostenible y se genera un ecosistema de responsabilidad en toda la cadena de valor. Afirma que dentro de los desafíos y oportunidades es esencial abordar la desigualdad para garantizar la seguridad alimentaria en la región. En este contexto, Navarro profundiza en la necesidad de abordar la desigualdad como un componente central en la seguridad alimentaria de la región. América Latina ha realizado considerables avances económicos y sociales en las décadas recientes. Persisten grandes brechas dentro de los países de la región en prácticamente todos los aspectos centrales del desarrollo humano y social.

El derecho a la alimentación adecuada está reconocido en diversos instrumentos internacionales de derechos humanos, tanto de carácter global como regional. Nuestras últimas estimaciones evidencian que, en el 2022, el 6,5 % de la población de América Latina y el Caribe padecía hambre, esto representó 2,four millones de personas menos que en 2021. Pero la situación sigue siendo crítica, el hambre continúa afectando a 43,2 millones de personas en la región. Con el objetivo de reafirmar nuestro compromiso, a nivel político, lideramos la iniciativa Sistemas Alimentarios Sostenibles, una plataforma de trabajo sectorial impulsada por Forética en España que tiene como objetivo contribuir a la transformación sostenible de los sistemas alimentarios a partir del liderazgo del sector privado. Por lo que se refiere al valor nutricional de nuestros alimentos, clave para una gastronomía sostenible, reafirmamos nuestro firme compromiso con una nutrición cada vez más completa y saludable de los alimentos lácteos, básica para la consecución de los ODS 2 (Hambre cero) y three (salud y bienestar). Y es que los lácteos son un alimento situado en la base de la pirámide nutricional, fuente de nutrientes esenciales para el organismo y en el marco de una dieta variada y equilibrada, contribuyen a tener un hábito de consumo saludable.

En los próximos 30 años, la Food and Agriculture Organization (FAO) advierte sobre una disaster alimentaria debido al aumento demográfico y la disminución de terrenos agrícolas. Esto impactará la agricultura con una mayor demanda de alimentos y prácticas agrícolas insostenibles, afectando a los agricultores y la producción alimentaria a nivel mundial. La acción colectiva en 150 países de todo el mundo es lo que hace del Día Mundial de la Alimentación uno de los días de la Organización de las Naciones Unidas más celebrados de su calendario.

La iniciativa se centra precisamente en la alimentación y aspira a conseguir un sistema alimentario regenerativo y equitativo que produzca alimentos saludables, seguros y nutritivos para 2050 contando con la implicación empresarial. Esta propuesta está alineada con la estrategia Fam to Fork (De la granja a la mesa), la estrategia de sostenibilidad alimentaria de la UE que tiene como objetivo proteger el medio ambiente, garantizar alimentos saludables, y proteger el medio de vida de los ganaderos. La bienvenida estuvo a cargo de Nuri Gras, quien señaló que “esta actividad se enmarca en una iniciativa de inclusión en el contexto de la equidad en inocuidad alimentaria. No habíamos generado materials para un segmento muy importante como somos las personas mayores, un grupo tremendamente afectado, especialmente por la pandemia. Así nació esta publicación a la que le llamamos “La inocuidad alimentaria como parte de una vida saludable” y que está dedicada especialmente a las personas mayores. Nunca debemos dejar de aprender, sin embargo debemos siempre reflexionar respecto a que estamos haciendo para que lo que nuestras metas se cumplan”.

En Chile como en la mayoría de los países de América Latina, la desigualdad territorial implica un desafío adicional que se debe enfrentar para avanzar adecuadamente en la consecución de los ODS, establecidos en la Agenda 2030. Si bien el país en general se encuentra en una buena posición relativa para alcanzar dichas metas, al incorporar en el análisis el foco territorial, se identifican ámbitos en los que aún queda mucho trabajo por realizar. El Informe pone en discusión la desigualdad territorial desde la mirada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas, considerando indicadores a nivel subnacional para algunos de estos objetivos e indagando en la articulación de actores, aspecto central para que la implementación de la Agenda 2030 permee a todos los territorios.

Usando el análisis de contenido (17, 18) se identificaron las categorías que emergieron en los diálogos de los grupos focales; realizando dos lecturas generales para identificar temas y palabras clave, a las cuales se les asignaron códigos. Esta lectura no se realizó para hacer inmediatamente un análisis del contenido, sino para tener un panorama general de los testimonios e identificar los temas emergentes, dejando abierta la posibilidad de que algunos sub-temas pudieran contenerse en ciertos temas. Durante una tercera lectura se codificaron los temas y códigos que previamente habían sido identificados. Para garantizar la calidad del análisis de los datos (19), la primera autora (EHM) del estudio realizaba la codificación de las entrevistas, la cual posteriormente era presentada a los otros dos autores. Cuando existía una discrepancia en la codificación o la interpretación, el equipo de investigación discutía hasta llegar a un consenso. El número de personas subalimentadas aumentó por tercer año consecutivo, llegando a 39,3 millones.

En cuanto a las obligaciones específicas, los Estados tienen la obligación de respetar, proteger, y realizar el derecho a la alimentación. Estas obligaciones fueron precisadas en la ya mencionada Observación General No. 12 (véase en particular el párrafo 15). Se hace pertinente relevar aquellas dimensiones de carácter sociológicas que, desde las disciplinas de la salud en algunos casos, son observadas con desdén.

La inseguridad alimentaria aumenta al mismo tiempo que aumenta la obesidad, en solo 12 años el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados ha crecido en un 25% y el consumo de comida rápida aumentó casi un 40%. Los lugares donde comprar estos alimentos han aumentado en desmedro del crecimiento de ferias libres o mercados de comercialización de productos frescos y saludables4. La dieta es el alimento que consume un individuo o un colectivo como parte de un acto complejo enmarcado por la cultura, política, economía, vida y el desarrollo social de un país en un momento histórico dado y condicionado por la suma e interacción de estos factores. Si bien la condición está dada en la disponibilidad y accesibilidad de estos alimentos, esto no es consecuencia directa del hecho factible. Es necesario cumplir con las condiciones para asegurar garantías de disponibilidad, acceso y consumo.

desigualdad alimentaria

Este derecho se garantizará mediante el diseño de políticas, planes, estrategias y programas que aseguren sistemas alimentarios saludables, justos y sostenibles, para lo cual debemos poner en valor el rol elementary de la agricultura acquainted campesina, la pesca artesanal y sus actividades conexas. En este Día Mundial del Medio Ambiente, quiero instar a todos aquellos que intervienen en la cadena alimentaria mundial a que asuman la responsabilidad de adoptar sistemas desigualdad economica mundial alimentarios ecológicamente sostenibles y socialmente equitativos. Se prevé que la población mundial, actualmente 7.000 millones de personas, crecerá hasta alcanzar los 9.000 millones en 2050, pero el número de personas que padecen hambre no tiene por qué aumentar. Reduciendo los alimentos desperdiciados podemos ahorrar dinero y recursos, minimizar los efectos para el medio ambiente y, por encima de todo, avanzar hacia el objetivo de lograr un mundo en que todos tengan suficiente para comer”.

Pobreza Y Desigualdad Social En Latinoamérica Y El Caribe: Dimensiones, Complejidades Y Desafíos Revista Sociedad Y Equidad

Las especialidades de gastronomía y administración suelen tener inicialmente una connotación de especialidades “feminizadas” ya que suele ser pensada como extensión del trabajo reproductivo, aunque en el tiempo su imaginario se vuelve más igualitario. Algo distinto ocurre con especialidades como terminaciones y telecomunicaciones que poseen sesgos a favor de los estudiantes varones. Por su parte, técnico en educación parvularia aparece como especialidad exclusiva para mujeres, al menos en el nivel de EMTP, ya que se restringe el ingreso a los varones; mientras que las estudiantes de mecánica automotriz ven restringida las opciones de práctica y de ejercicio profesional futuro.

Aquí el ingreso superior se outline como el ingreso por hogar, ajustado por tamaño, que corresponde a más del doble de la media nacional. Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. En primer lugar, los cambios socioeconómicos y culturales en el campo no sólo generan territorios agrícolas de especialización versatile, sino que redefinen las formas de vida tanto de la población rural como de la población urbana. En segundo lugar, los cambios en la diferenciación rural-urbana generan nuevas conexiones socio-territoriales y la consiguiente reconfiguración de los lugares. Asimismo, el aumento de la movilidad (migraciones y desplazamientos) está asociado con la segmentación etno-territorial de las comunidades.

resumen de la desigualdad social

Existe una distancia inabordable entre las oportunidades educativas que se brinda en instituciones privadas y la realidad de las escuelas públicas. Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura precise, pero no son imposibles de reducir y de desarticular. Paralelamente, la desigualdad de la riqueza –incluyendo activos tales como bienes inmuebles– está alcanzando nuevos niveles. En 2013, la riqueza promedio de familias de altos ingresos era casi siete veces la de las familias de ingresos medios y casi 70 veces la de las familias de bajos ingresos. Estos son los mayores niveles de desigualdad de riqueza registrados por la Reserva Federal desde que comenzaran a recopilar datos treinta años atrás (Fry y Kochhar, 2014)(1).

La subjetividad es entendida en el contexto de la modernidad contemporánea (Stecher, & Godoy, 2014) como las apropiaciones e imaginarios que los propios jóvenes hacen de sus configuraciones identitarias en interacción con otros y su entorno, que se observan en las trayectorias que estos configuran en tanto sujeto-asujetado a las estructuras y discursos sociales. De esta forma se entiende la “construcción social de subjetividades, o de los modos de pensar de un grupo, como el punto donde se cruzan lo estructural, lo intersubjetivo y lo biográfico” (Ghiardo, & Dávila, 2005, p. 50). El eight de octubre 2019 en el programa matinal Mucho Gusto, el presidente Sebastián Piñera expresaba que «en medio de esta América Latina convulsionada veamos a Chile, nuestro país, es un verdadero oasis con una democracia estable, el país está creciendo». Diez días después ocurre el popularmente llamado “estallido social”, siendo una de las principales banderas de lucha la desigualdad social. El presente artí­culo referido a desigualdad social, busca reconocer esta realidad como una preocupación del Trabajo Social. Por ello se presentan antecedentes de la realidad social latinoamericana, donde la desigualdad social, si bien es permanente en nuestra historia, hoy se constituye en un imperativo ético a abordar.

En línea con lo anterior, se pone a disposición de la ciudadanía los principales resultados sobre las desigualdades en el tiempo que hombres y mujeres destinan al trabajo remunerado, no remunerado y las actividades personales, a través de Encuesta Nacional Sobre Uso del Tiempo y su documentación. A su vez, se presentan documentos metodológicos para promover la incorporación del enfoque de género en la producción estadística, documentos de análisis, infografías y el atlas de género, que profundizan sobre problemáticas de género a través de los datos e indicadores publicados en este sitio, así como su disposición territorial. Este artículo se enfoca en la escuela en tanto aparato educativo que ofrece espacios de interacción y de resistencia entre desiguales (Hall, & Jefferson, 2014 [1976]). Las desigualdades socioeconómicas conviven en el espacio educativo con otras desigualdades como ocurre con las diferencias etarias y de género, y sus entrecruces con las desigualdades territoriales y socioeconómicas (Jencks, 1993). Los productos simbólicos, como las significaciones sobre el trabajo o las mismas experiencias laborales de los y las jóvenes que cursan EMTP se constituyen en un campo en el que diferentes grupos sociales se disputan la hegemonía sobre sus significados. Esta investigación se enmarca en los procesos que los y las jóvenes vivencian con anterioridad al egreso, ubicándose en un umbral que se sitúa en los dos últimos años de educación obligatoria (tercer y cuarto año de educación media), período en el cual se desarrolla la formación de especialidad y la orientación laboral.

Esta comparación contrasta con el discurso de la –poco pluralista– prensa chilena, que suele poner las demandas de la ciudadanía como un ejemplo de irracionalidad, mientras que sitúa el pensamiento empresarial como ejemplo de cordura y pragmatismo. Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos.

En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. En el 2017, el Congreso chileno aprobó la nueva Ley de Educación Pública, que tiene como objetivo transferir los servicios de educación pública de los gobiernos municipales a nuevas agencias locales de educación para conformar un nuevo sistema nacional de educación pública. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”.

Para ello se propone resituar el valor de la justicia social como convocante de la actuación profesional de trabajadores sociales. En algunos aspectos, el gobierno ha ido adoptando medidas de carácter extraordinario –aún débiles– para corregir algunas de las cosas que mencionaba antes (la posibilidad de suspender los contratos de trabajo con cargo al seguro de desempleo, la fijación de algunos precios, la toma de control de la red de salud privada, entre otras). Pero, precisamente, la necesidad de que el Estado intervenga es evidencia de que el sistema en sí mismo no funciona como garante de derechos de todas las personas. La crisis iniciada en marzo de este año, con la pandemia del coronavirus, mostró hasta qué punto estas exigencias no exageraban ni un ápice y reveló nuestras falencias en la protección de los llamados derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Si en medio de la pandemia “el Estado no interviniera de manera excepcional y se dejara operar al sistema tal como está establecido, el resultado sería desastroso”.

Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes. Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Chile tiene uno de los niveles de desigualdad de ingreso más altos del mundo, sin importar la forma en que se mida o la información que se utilice. La conclusión es menos clara si lo que nos interesa es la evolución en el tiempo, ya que mientras la desigualdad medida con encuestas ha disminuido (el Gini ha bajado de zero,fifty two a 0,forty seven entre 1990 y 2015), no ha sido el caso si nos enfocamos en los datos del sistema impositivo.

La perspectiva temporal, permitió a los estudiantes comprender su pasado, observar el presente y plantearse algunas posibilidades acerca del futuro. En este sentido, los entrevistados reconocen que viven una temporalidad distinta a la de sus padres, con experiencias educativas y laborales más heterogéneas y que enfrentan futuros inciertos. Los estudiantes entrevistados narraron retrospectivamente la forma como llegaron al liceo y escogieron un itinerario de formación específico. El pasado narrado se dinamiza con las visiones que construyen sobre su presente (momento de la entrevista) y el futuro que les espera una vez egresados. Esta temporalidad situada en distintos momentos biográficos permitió la construcción de una subjetividad reflexiva en los participantes y abrió el espacio para discutir las dificultades que enfrentan los estudiantes de sectores vulnerables para cumplir sus sueños de futuro. Lo que queremos es que esto no sea en vano y sirva para reflexionar y reconocer que el sistema chileno no protege los derechos humanos de todas las personas por igual.