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Guatemala, Entre El Suelo Y El Cielo: La Extrema Desigualdad En Cifras Oxfam Worldwide

Algunos indicadores se centran en el tamaño o el nivel general de logros entre la población analizada. Por ejemplo, podemos calcular el whole de ingresos o el total de años de escolarización de cada individuo de la población. Siguiendo el ejemplo, calcularíamos los ingresos per cápita o el promedio de años de escolarización de la población. Este tipo de medidas reflejan la igualdad o desigualdad en la distribución de logros para una población concreta. Finalmente, otras medidas captan la base de la distribución o la proporción de la población que presenta un nivel inaceptablemente bajo de logros, con relación a unos patrones prestablecidos.

Así, se hace necesario examinar lo que efectivamente están mostrando estos indicadores, con el fin de dilucidar el problema que afecta a la población de Chile, en términos de las grandes disparidades que hoy sufren. Las desigualdades repercuten en la esperanza de vida y el acceso a servicios básicos, como la atención sanitaria, la educación, el agua y el saneamiento, y pueden coartar los derechos humanos, por ejemplo, debido a la discriminación, el abuso y la falta de acceso a la justicia. Cuando las desigualdades son considerables, desalientan la formación profesional, obstruyen la movilidad económica y social y el desarrollo humano y, en consecuencia, inhiben el crecimiento económico. Asimismo, afianzan la incertidumbre, la vulnerabilidad y la inseguridad, socavan la confianza en las instituciones y el Gobierno, aumentan la discordia y las tensiones sociales, y desencadenan actos violentos y conflictos. Cada vez hay más pruebas de que son las desigualdades de los ingresos y la riqueza las que impulsan el auge del nativismo y de las formas extremas de nacionalismo.

Con el género masculino sucede lo contrario; cuando tienen hijos pequeños, los hombres tienen probabilidades más altas de participación en el mercado de trabajo, lo que se conoce como «prima de paternidad». La desigualdad económica refuerza y se ve reforzada por otras desigualdades, incluidas aquellas en el ámbito de la salud de la mujer, en donde sólo unas cuantas privilegiadas pueden controlar su fecundidad y, en consecuencia, pueden desarrollar habilidades, integrarse a la fuerza laboral remunerada y adquirir poder económico. Hace cuatro años, decenas de miles de guatemaltecos de diferentes edades, condiciones sociales, ideologías y religiones llenaron las plazas en su 15M specific desigualdad economica en america latina, impulsados por la indignación ante la corrupción y la situación social.

El autor incluso hace referencia a la “mala suerte” que podrían tener algunos sujetos de la economía. Por ejemplo, dos personas que perciben el mismo ingreso, pero una de ellas se ve forzada por factores fortuitos a generar un gran gasto o endeudarse, mientras que la otra puede ahorrar ese dinero o invertirlo en su desarrollo personal, mostrarán disparidades en el uso de sus recursos y, por consiguiente, en la libertad para lograr ciertos resultados. Las medidas de la familia AF satisfacen muchas de las propiedades deseables para las medidas de pobreza. La primera es la descomposición, que permite desglosar el índice por subgrupos de población (como región, género u origen étnico) para mostrar las características de la pobreza multidimensional para cada grupo.

Durante los años ’50 se generalizaron en muchos países de Occidente —no en la Unión Soviética, ni sólo en países gobernados por la izquierda— tasas fiscales superiores al 90% para las rentas más elevadas. Estoy completamente de acuerdo y además hay que promocionar el esfuerzo de aquellos que tienen ciertos talentos escasos. En common, las mujeres suelen tener más en cuenta a sus familias y comunidades en los procesos de toma de decisiones, lo que es essential para crear las soluciones integrales que contribuyen a la adopción de medidas climáticas efectivas. Las mujeres indígenas, en specific, poseen conocimientos únicos sobre la agricultura, la conservación y la gestión de los recursos naturales, por lo tanto, son voces indispensables en cualquier proceso de toma de decisiones. Aumentar la capacidad productiva de las pequeñas agriculturas (pequeñas productoras que gestionan áreas agrícolas de hasta 10 hectáreas, o apenas 25 acres) también ayuda a promover las prácticas agrícolas sostenibles.

La desigualdad social puede fomentar la exclusión de una persona o de todo un sector social en la dinámica de un país, lo que tiene implicaciones económicas, políticas y culturales para el sujeto excluido, que encontrará dificultades para integrarse y reconocerse como miembro pleno de la sociedad. La pobreza es de las consecuencias más graves de la desigualdad en el mundo, entre otras cosas, porque es origen de mayor desigualdad en la sociedad por condicionar las oportunidades de desarrollo y bienestar de los pobres y de posicionarlos en una situación de clara desventaja respecto a los ricos. Hay pobreza porque existe la desigualdad, y la desigualdad existe, entre otras cosas, porque hay pobreza. Cada uno de los tipos de desigualdad social involucra uno de los ámbitos donde nos desplazamos todos los días y que nos afecta directa o indirectamente y en distintas formas, no todas fácilmente visibles para nosotros.

Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos (figura 1). Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 2). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. Uno de los propósitos de la publicación de este informe fue reabrir el debate sobre las medidas de igualamiento de oportunidades en México.

Como punto de partida, debo admitir que abordar todos los aspectos del género y las correspondientes desigualdades queda fuera del alcance del presente artículo. Por lo tanto analizaré argumentos que sostienen que, alrededor del mundo, siguen existiendo relaciones de poder de género en varias áreas concretas, como la educación y la violencia. Dichos argumentos sugieren que la desigualdad de género es visible tanto en la esfera privada como en la pública (sobre todo en sus aspectos económicos, desigualdad ciudadana políticos y sociales), y aducen pruebas empíricas para algunos de los ejemplos de desigualdad de género más apremiantes. Empezaré por analizar los argumentos que defienden que las desigualdades de género siguen estando arraigadas y no desaparecen con el paso del tiempo ni en función del lugar o la cultura y compararé su validez con la de argumentos alternativos que sostienen que las relaciones de poder de género (y las correspondientes desigualdades) se están debilitando poco a poco.

De hecho, en el mundo las mujeres ganan, de media, el 24% menos que los hombres (UNWomen, 2015). El Grupo de Trabajo Abierto sobre los ODS propuso un objetivo independiente en relación con la desigualdad con siete metas y tres medios para lograrlas. Partiendo de este contexto, las dos grandes causas de la desigualdad económica en las economías occidentales son la ausencia de ingresos a través de un salario y la inexistencia o baja efectividad de las políticas sociales. En muchos otros países, y en particular en los más pobres, la desigualdad va mucho más allá de la situación particular person de una persona o una familia. A nivel estado, la falta de integración económica, la ausencia de políticas de redistribución de la riqueza, la liberalización y desregulación del mercado de trabajo o la corrupción pueden ser también causas de peso, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). En consecuencia, no han sido los partidos políticos los que han puesto el tema de la desigualdad en la agenda pública.

En la actualidad existen aún grupos marginados principalmente rurales y de los alrededores de ciudades principales, donde el nivel de vida es precario y por consecuencia el acceso a la educación superior y hasta media superior es muy bajo. Los jóvenes de esas áreas optan por trabajar y buscar oportunidades de trabajo, antes que buscar ingresar a una escuela, debido a que las necesidades que tienen les exigen cubrir otras necesidades básicas. Además acceder a la educación les supondría gastar parte de sus ganancias y su tiempo en una instrucción formal. La falta de educación formal conlleva subsiguientemente una discriminación dentro de las instancias laborales y sociales. En términos de ingresos laborales, está claro que los adultos tienen la ventaja competitiva respecto a los jóvenes de llevar más tiempo en el mercado de trabajo. De acuerdo con todo lo anterior, considerar la pobreza como el principal problema de los jóvenes es, al menos, inadecuado.

desigualdad de la sociedad

La mayor parte de la deserción estudiantil ocurre por falta de recursos económicos, sin embargo, las mujeres enfrentan un panorama distinto que los hombres. A escala basic, sólo el 29% de las mujeres tiene algún tipo de crédito, mientras que para los hombres la cifra asciende a 33%, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018, realizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Inegi. México presenta la brecha más pronunciada en términos de salarios entre hombres y mujeres de los 37 países que conforman la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). La estimación de este organismo internacional apunta a que los hombres tienen un ingreso medio anual 54.5% más alto que sus pares mujeres.

Los delitos financieros, según el autor, no son sancionados; basta señalar que ningún alto funcionario de esas instituciones se encuentra en la cárcel. Cómo la desigualdad erosiona el Estado de Derecho, que la percepción cada vez más generalizada en la sociedad de Estados Unidos es que se necesita un Estado de derecho más fuerte. Una situación comparable ocurrió con el estallido de la burbuja hipotecaria, en la cual millones de propietarios de viviendas se encontraron con severas dificultades al adeudar más por sus casas que el valor de las mismas. Por ello, la percepción de la mayoría de la sociedad sigue siendo que los rescates financieros fueron indeseables. La percepción generalizada consiste en que el gobierno y los bancos no hicieron lo suficiente a favor de los propietarios de las casas; millones de esos propietarios las perdieron.

La Desigualdad Social Vista Desde El Cielo

Una restricción adicional a la vivienda pública se introdujo mediante la Enmienda de Faircloth a las más amplias reformas de asistencia social implementadas en la Acta de Calidad de la Vivienda y Responsabilidad Laboral de 1998. Esta enmienda prohibió el financiamiento federal para las autoridades de vivienda (organismos públicos) que buscaban ampliar su volumen de viviendas públicas. 12Los cambios metodológicos de la Encuesta CASEN aplicados a partir del año 2013 tuvieron también un impacto en el cálculo de los indicadores de desigualdad de ingresos. Para entender la evolución de la desigualdad a largo plazo, se expondrán también los resultados del índice de Gini bajo la metodología tradicional. Dicho lo anterior, es posible que las políticas redistributivas aún no sean desarrolladas con la eficacia que el país necesita para reducir más rápido las brechas económicas que le aquejan. Además de los indicadores de desigualdad conocidos, recalca que la sociedad, actualmente, valida más la desigualdad que hace 30 años.

La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Los principios subyacentes al desarrollo inmobiliario juegan un papel central en el establecimiento de estas relaciones.

En segundo lugar, los cambios en la diferenciación rural-urbana generan nuevas conexiones socio-territoriales y la consiguiente reconfiguración de los lugares. Asimismo, el aumento de la movilidad (migraciones y desplazamientos) está asociado con la segmentación etno-territorial de las comunidades. A manera de conclusión, destacamos diferentes fuentes de la desigualdad propias del proceso de desagrarización.

la desigualdad social

Adoptando una perspectiva microsocial, este libro se pregunta cómo los individuos experimentan esta desigualdad en sus vidas. Cuando hay jornadas en las que parece que disminuye, al día siguiente recobra un mayor vigor, impulsado por una ciudadanía que clama a gritos por un país más justo. Una de las consignas más vociferadas cube relación con la igualdad que se pretende y está en lo correcto.

Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional. Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–. Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas.

El tema de la desigualdad es importante porque no solo tiene efectos en la economía, en especial en el crecimiento, sino afecta la democracia y la convivencia social. Denisse Sepúlveda es sociólogo, doctora en Sociología (Universidad de Manchester), investigadora postdoctoral del Centro de Estudios del Conflicto y Cohesión Social (COES) e Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales (IEUT-PUC). Manuela Ji Mendoza es antropóloga social, doctora en Sociología de la Educación (University College London), investigadora postdoctoral en el Instituto de Ciencias de la Educación de la

Las tres regiones del norte, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, efectivamente fueron las regiones que iniciaron con los índices de Gini más bajos, logrando menores reducciones de desigualdad en el tiempo. La incorporación de la dimensión sustentabilidady medio ambiente produjo que el IDERE disminuyera en todas las regiones (Tabla 7). La región de Magallanes fue la menos afectada tras la incorporación de la nueva dimensión, con un IDERE que solo descendió un 1,86%. A diferencia de las regiones Metropolitana y Antofagasta, con descensos de 7,47% y 7,45% respectivamente, que fueron las más afectadas. Pese a esta generalizada incidencia a la baja, la nueva dimensión no generó grandes cambios en las posiciones regionales del IDERE global.

También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Por último, uno de los puntos más oscuros de la desigualdad social tiene que ver con la incertidumbre, específicamente la laboral, que es la que determina todo lo demás para las personas de escasos recursos. “Del universo de trabajadores cubiertos por el seguro de cesantía en un período de 11 la desigualdad en la salud años, aquellos que partieron en un trabajo de bajo salario tuvieron empleo formal y con contrato indefinido menos de un 30% de esos 132 meses y tuvieron en promedio casi 10 empleadores.

Comenzando por Kuznets (1955), cuya teoría sostiene que cuando una economía comienza a crecer, también lo hacen las disparidades, hasta llegar a un cierto punto de desarrollo, donde a pesar del mayor crecimiento económico, las desigualdades van disminuyendo, tomando la forma de una U invertida. La Araucanía, la segunda región más desigual del país, sigue en la lista como la séptima región con mayores niveles de conflicto, según al informe de COES (Figura 1). Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas.

En efecto, en Chile las personas que toman decisiones tienden a escogerse desde un subconjunto bastante reducido de la sociedad. Los mecanismos de reproducción de los segmentos de altos ingresos, particularmente mediante la educación, tienen mucho que ver con esto”. Se privatizó la educación y se estableció la subvención, lo mismo pasó con la salud, y lo más dramático fue lo que ocurrió con el sistema de seguridad social. Por su lado, Sunkel e Infante (2009), atribuyen la persistente desigualdad a la permanencia de la asimetría y falta de vínculos estrechos entre los diferentes estratos de la economía. Otros determinantes de la resistente desigualdad son “la concentración de la propiedad y el poder económico, el acceso diferenciado según los ingresos a la educación de calidad, la diferencia de remuneraciones en los empleos, la debilidad de los sindicatos, entre otros factores…” (Sunkel e Infante, 2009, pp. 89).

En cambio, en este texto sostengo –como hipótesis– que hay dos tipos de desigualdades que están relacionadas con la desigualdad de ingreso y que tienen una relación más directa con el estallido social, a saber, la desigualdad de exposición a la incertidumbre y la desigualdad de poder. 3 En particular, mientras la primera podría explicar por qué amplios sectores de la población están tan “descontentos con el modelo”, la segunda desigualdad explicaría por qué este descontento no se canalizó de forma gradual a través de la institucionalidad política y tuvo que explotar de esta la desigualdad social manera. La desigualdad dentro de los países y entre estos es un continuo motivo de preocupación. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. 17El IDH-D considera las mismas tres dimensiones del IDH, pero considerando cómo se distribuyen los logros a lo largo de la población, penalizando el valor promedio para cada dimensión en función de lo desigual que sea.

Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Una de las conclusiones es que ella opera vía mecanismos más indirectos de lo que se creía. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas.

Cada uno de estos lugares tiene diferentes formas y morfologías urbanas específicas que responden a sus contextos y sociedades, aunque en todos los casos los quiebres se mantienen, condicionando —y limitando— el desarrollo social y espacial. La relación entre la desigualdad y la inmovilidad económica la podemos cristalizar en la llamada “Curva Great Gasby” de Alan Krueger, que evidencia que aquellos países con una mayor desigualdad tienden a sufrir de una mayor inmovilidad económica. Benítez repara en lo peligroso en la aceptación discursiva del ‘mérito educativo’ y todo lo que eso conlleva y que acrecienta aún más el individualismo del cual es prisionera nuestra sociedad. “Las generaciones jóvenes tienen muy interiorizado que el mérito es de ella o de él, y es falso.

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de las facultades humanas, ocupando un justo medio entre la indolencia del estado primitivo y la petulante actividad de nuestro amor propio, debió de ser la época más feliz y duradera.

La especificación de los comportamientos morales que Hobbes considera necesarios para la efectiva realización de la ley del reconocimiento definen, por un lado, el canon de las «virtudes» y los «vicios» que posibilitan o niegan el principio de la igualdad natural, y, por otro, definen un concepto de reconocimiento que hace aparecer a este como una suerte de obligación moral, que tiene su aseguramiento, sin embargo, en la coerción que ejerce la ley civil. Como se mencionó con anterioridad, en México es relevante el impacto que tienen las transferencias públicas y privadas en las condiciones de bienestar de la población. De esta manera, del análisis del ingreso promedio trimestral per cápita sin transferencias reportado en la Enigh 2012 se observa un fuerte repunte en las condiciones de desigualdad, pues el Ginicon transferencias (0.470) se eleva a 0.503 una vez descontadas éstas, lo que representa un incremento del 7.0% en la concentración del ingreso. Asimismo, el ingreso promedio trimestral sin transferencias del decil X es 41 veces más alto respecto al obtenido por el decil I.

Es, pues, incontestable que así el amor como las demás pasiones no han adquirido sino en la sociedad ese ardor impetuoso que tan funestos los hace ser con frecuencia para los hombres. Con pasiones tan poco activas y un freno tan

La ambición de los poderosos aprovechó estas circunstancias para perpetuar sus cargos en sus familias; el pueblo, acostumbrado ya a la dependencia, al reposo y a las comodidades de la vida, incapacitado ya para romper sus hierros, consintió

bien una prudencia maquinal, que le indicaba las precauciones más necesarias a su seguridad. La desnudez, la falta de habitación y la carencia de todas esas

A pesar de los ceses del fuego o los acuerdos de paz, las sociedades afectadas por conflictos relacionados con la tierra suelen seguir sumidas en la inseguridad, la pobreza y la persistencia de los factores que desencadenaron el conflicto violento en primer lugar. Estos conflictos son alimentados aún más por las crisis contemporáneas descritas en este informe de síntesis, como el cambio climático, la disaster desigualdad para todos democrática y la migración masiva, que son otros tantos caldos de cultivo para la inestabilidad política, económica, social y ambiental. Mas para acabar con este modelo de forma duradera, los necesarios y urgentes cambios estructurales deben ir acompañados de un cambio de perspectiva

Es decir, Hobbes, al renunciar al derecho consuetudinario, divino, la moral natural o cualquier otro principio que pueda fundamentar formas de desigualdad políticas por fuera del pacto consentido, se verá llevado a introducir nuevas pautas con respecto a la representación política, la autoridad, la obediencia y la legitimidad. De allí que intentará diversas estrategias con respecto a la igualdad natural, en las cuales a partir de una concepción mecanicista de la naturaleza y de la física, tomará elementos biológicos, fisiológicos y también psicológicos hasta arribar finalmente a conclusiones políticas. Evaluemos entonces cómo funciona la naturaleza humana con vistas a la igualdad y cómo ésta es caracterizada por Hobbes. Además de la distribución de la riqueza, otros factores que contribuyen a una mayor desigualdad social, son las diferencias de género y de origen étnico-racial. En este último caso, se pueden mencionar a los grupos indígenas, los cuales sufren una gran discriminación con respecto a otros grupos sociales del país.

hiere la tierra con sus cascos y se debate impetuoso con sólo ver el freno, mientras un caballo domado sufre pacientemente el látigo y la espuela, el hombre bárbaro

desigualdad natural

ejercitado en el uso de las armas, hubiese sido más bien para mantener en ellos ese ardor guerrero y ese firme valor que tan bien sientan a la libertad y que alimentan su gusto, que por la necesidad de proveer a su

sobreviene un momento terrible de común ardor, de tumulto, desorden y combate; momento que no existe en la especie humana, porque el amor en ella no es periódico. Digan lo que quieran los moralistas, el entendimiento humano debe mucho a las pasiones,

En medio de las preocupaciones por la seguridad alimentaria precipitadas por una mala cosecha y la volatilidad de los mercados mundiales, el objetivo declarado de GOANA era que el Senegal alcanzara la autosuficiencia para 2015, principalmente atrayendo inversiones privadas en gran escala. La desigualdad de la tierra está determinada por factores económicos, políticos, sociales, espaciales y ambientales, a los que a su vez también influye. Esta interconexión significa que para hacer frente a la desigualdad en materia de tierras se requiere un enfoque global e intersectorial. También significa que abordar la desigualdad de la tierra tendrá una amplia gama de consecuencias positivas para las desigualdades y crisis más generales de nuestro planeta. A pesar de los numerosísimos casos en que la desigualdad de atributos al nacer o el hecho de ser víctima de un accidente o una enfermedad a lo

mirado él mismo, y la estimación pública tuvo un precio. Aquel que mejor cantaba o bailaba, o el más hermoso, el más fuerte, el más diestro o el más elocuente, fue el más considerado; y éste fue el primer paso hacia la desigualdad y hacia el vicio al mismo tiempo.

Esto también supone la difusión de imágenes e concepts que no se corresponden con la realidad, lo cual genera sociedades desinformadas y que muchas veces toman decisiones en contra de sus propios intereses. En estos casos es cuando queda clara la importancia del management y la restricción del conocimiento. Reflexionando sobre estos datos, es fácil comprobar que la desigualdad de ingresos se ha convertido en uno de los principales obstáculos para alcanzar el desarrollo social. Hoy día, pese a que los Derechos Humanos constituyen un concepto basic desigualdad juridica al cual se han adherido casi todas las naciones del mundo, la situación de desigualdad social no está del todo erradicada. La desigualdad social es una situación socioeconómica que se presenta cuando una comunidad, grupo social o colectivo recibe un trato desfavorable con respecto al resto de miembros del entorno al que pertenecen.

La Desigualdad Social Vista Desde El Cielo

A esta altura, también con los datos de la Casen de esta década, lo que se da en Chile es una alta variabilidad, no hay garantías. Es algo que los investigadores están constatando que es mundial, es decir, efectivamente tenemos generaciones jóvenes más preparadas que antaño, que sus padres, en el sentido de que tienen mayor escolaridad, pero eso no se condice con mayor ingreso, con mayor salario”. Cuando hay jornadas en las que parece que disminuye, al día siguiente recobra un mayor vigor, impulsado por una ciudadanía que clama a gritos por un país más justo. Una de las consignas más vociferadas cube relación con la igualdad que se pretende y está en lo correcto. Todos los índices de medición comparativos a nivel internacional sitúan a Chile como uno de los países más desiguales del mundo.

Cabe preguntarse, por último, si el valor de la igualdad no podría ser mejor promovido por parte de la Iglesia católica, en su servicio al mun do, si no se abordan, por ejemplo, las inequidades en la forma de soste ner roles y la distribución del poder al inside de ella (Castillo, 2017). Parece ser esa una de las preocupaciones del papa Francisco (2013), cuando al comenzar su pontificado afirmó que “todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Porque ‘el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral’ y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales” (EG, n° 103). Sin duda, las desigualdades internas al interior de la Iglesia mellan su credibilidad; dificultan que ella pueda tener una palabra profética más convincente en relación a las desigualdades o inequidades en la sociedad, promoviendo así un Reino de justicia y equidad. Chile enfrenta una grave crisis social estos días, a pesar de tener el ingreso per cápita más alto de la región.

poder y desigualdad social

Con esta primera lectura, es posible afirmar que tanto en España como en Chile existe una necesidad y preocupación evidentes por mejorar planteamientos políticos desde una perspectiva de género. La creación del Sernam, es entonces consecuencia directa de la recuperación de la democracia y de la participación política y social de las mujeres. Esta institución recoge la trayectoria de las chilenas en sus esfuerzos por conquistar el derecho a voto, el acceso a la educación, al trabajo remunerado y a una relación de equidad al interior de la familia y la pareja. Cuando se habla de desigualdad, lo traditional es pensar en la distribución de los ingresos.

Aquí, agrupaciones de todos los colores políticos, herederos advenedizos de aquella casta tradicionalmente dominante, han buscado administrar el poder para sus propios intereses, olvidando su responsabilidad básica ante la soberanía in style. Vea usted, como ejemplo, lo que ocurre con el precise sistema de seguridad social, cuyas pensiones de hambre han dejado al desnudo quienes en realidad se han beneficiado de un sistema que no solo carece de criterios solidarios, sino que es directamente inhumano. A medida que la desigualdad aumenta, sus intereses se distancian cada vez más de los del resto de la sociedad. En Chile, los “súper ricos”, término acuñado en un estudio de los economistas Ramón López, Eugenio Figueroa y Pablo Gutiérrez (Ciper Chile), presenta una mayor concentración de la riqueza que gran parte del mundo capitalista. El 1% más rico concentra el 33% de los ingresos, 45% más de lo que concentra este segmento en Estados Unidos, 152% más que en Alemania y 235% más que en Suecia. Todas las ciudades del mundo reflejan, en mayor o menor medida, las diferencias sociales y económicas de sus propias sociedades.

Por desgracia, el financiamiento privado y empresarial de la actividad política ha sido una de las principales herramientas para mantener el control de las decisiones públicas. Los casos son innumerables, baste recordar el caso del senador Kast y las forestales en La Araucanía, el senador Orpis y las pesqueras en el norte o el senador Moreira y ME-O por SQM. Todos personajes que con un descaro infinito, siguen tratando de lavar su imagen, disfrazándose de figuras inmaculadas.

La ciudadanía ha sido vista como fuente de caos, animalidad, instintos, frente a la sabia razón que inspiraría a los grupos dominantes. En este apartado, nos proponemos realizar una aproximación teológica al concepto o valor de la igualdad y, sobre todo, al drama humano que puede significar su antónimo, la desigualdad. Dadas las posibilidades que tenemos, me limitaré a algunos tópicos o hitos bíblicos, teológicos y magisteriales. Ciertamente debería ampliarse la indagación hacia otros temas o paradigmas afines, como la justicia y la injusticia, la pobreza y la riqueza, la inclusión y la exclusión, and so forth. que tienen largas resonancias bíblicas y magisteriales, pero obviamente implica un mayor espacio del que disponemos. Habiendo muchas opciones temáticas y metodológicas, me propuse comenzar por el concepto de “igualdad”, porque la lingüística y la semiótica nos ha enseñado a estar atentos al eje paradigmático de los mensajes que circulan en las culturas; es decir, a los esquemas de diferencias que subyacen en los discursos. Me pareció interesante, entonces, partir por este último significante del eje paradigmático igualdad/desigualdad y desde allí moverme, enseguida, hacia algunas consideraciones teológicas y magisteriales.

Otro ejemplo de trabajo en esta misma línea es llevado a cabo por los Centros de Atención Integral y Prevención en Violencia Intrafamiliar, posteriormente denominados Centros de la Mujer. Como su nombre lo indica, estos buscan prevenir, pero sobre todo dar atención a mujeres víctimas de violencia, pero sin establecer diferencias entre aquellos casos de violencia de género, violencia intrafamiliar y violencia contra las mujeres, lo cual impide contar con cifras claras y realizar estudios que apoyen la tarea de prevención y educación. La variante chilena de la matriz republicana se fundamentó en un “pecado original” del republicanismo chileno. La república es instaurada por una oligarquía que, entre otros factores, gozaba de una fortaleza cultural enorme en medio de un país donde el siglo de las luces había pasado entre sombras. El siglo XIX chileno está marcado por sociedades literarias, por la Universidad de Chile, el Instituto Nacional, las escuelas normalistas, la redacción de las leyes, el diseño desde el positivismo de un país racionalista. Pero esta fuerza enorme en dirección de la razón, la ciencia, las artes y la religión al servicio de la república, tuvo (como decíamos) un vicio de origen.

En este texto abordo esta pregunta tratando de ser riguroso y apegado a los hechos, pero consciente de que, más allá de lo bien que podamos caracterizar tanto la desigualdad como el estallido social, establecer una relación entre ambos fenómenos es un ejercicio eminentemente especulativo. CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica. A modo de ejemplo, el Gini de la Región Metropolitana para el año 2017 es de 0,50, levemente por sobre el de Chile (0,49), pero muy por sobre el de otras regiones, tales como la de O’Higgins (0,40), Arica y Parinacota (0,41), Tarapacá (0,42) y Antofagasta (0,43). De hecho, el segundo lugar del ranking de desigualdad en Chile lo ocupan La Araucanía, Aysén y Los Ríos, todas con coeficientes de Gini de zero,47, lo que constituye una diferencia no menor respecto de la Región Metropolitana y del promedio nacional. A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla. La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es fundamental para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza.

El sistema de partidos y los gobernantes de turno, han dejado de representar los intereses, esperanzas y exigencias de un pueblo que les ha retirado su confianza. Recientemente, Miller expandió su serie y fotografió ciudades en Estados Unidos, México,Tanzania, Kenia e India. Cada uno de estos lugares tiene diferentes formas y morfologías urbanas específicas que responden a sus contextos y sociedades, aunque en todos los casos los quiebres se mantienen, condicionando —y limitando— el desarrollo social y espacial.

La cultura de la desigualdad en Chile no ha sido resuelta, pero sí está radicalmente impugnada desde las movilizaciones de 2011. Y el desarrollo de una mayor ciudadanización es una oportunidad para comenzar a resolver los problemas que el camino de la desigualdad ha producido. Hacer frente a las desigualdades o inequidades que hieren la convivencia humana y destruyen nuestro planeta, requieren de la promoción de valores tan evangélicos como, la justicia, la libertad, la inclusión… Luego del breve recorrido teológico, propongo algunas reflexiones finales que quieren ser una contribución al debate en torno a las desigualdades que hieren la convivencia humana, a nivel world y local, y que demandan una urgente respuesta que nos conduzcan a una paz basada en la justicia.