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Libro Desigualdad Y Globalizacion De Robert Castel

Asimismo, se enuncian las funciones que los instrumentos internacionales cumplen, tales como fijar los principios de Derecho ambiental, la elección de ciertos instrumentos de gestión ambiental por sobre otros y el rol integrador de las lagunas del Derecho nacional. En la segunda parte se examinan las amenazas, tendencias y desafíos que plantea la globalización frente a la protección ambiental. En cuanto a las amenazas se plantean como tales los riesgos de la contaminación transfronteriza; la pobreza como impedimento para alcanzar niveles adecuados de protección ambiental; la desigualdad tecnológica; el desuetudo de sus normas; la inexistencia de una organización internacional ambiental, and so on. Entre las tendencias que plantea la globalización se cuentan el fenómeno constitucionalizador de la protección ambiental y el rango de principio de Derecho internacional público que alcanza la protección ambiental. En este punto se analizan las diversas implicancias que dicho principio plantea, fundamentalmente para la calidad de vida, la solidaridad intergeneracional y el uso razonable de los recursos naturales. Hay que destacar que los ingresos municipales permanentes influyen en el nivel de gastos municipales, a pesar de que las comunas con mayores ingresos tienen que aportar cantidades importantes al FCM.

A lo largo de cinco capítulos, Branko Milanovic expone el futuro posible de la desigualdad mundial. En el primer capítulo se explica cómo la desigualdad mundial ha cambiado a partir de la Revolución Industrial y de la caída del Muro de Berlín. Asimismo, se realiza un recuento histórico del surgimiento de la clase media y su antagonismo con los súper ricos. En el segundo apartado, se analizan algunos factores de la desigualdad nacional y se reformula la teoría de los ciclos de Kuznets, para el autor la desigualdad tiende primero a incrementarse y luego a reducirse. En la tercera sección se contrasta la desigualdad global a través del tiempo y entre diferentes países. Por su parte, los últimos dos apartados constituyen la proyección de un posible escenario a futuro de la desigualdad y de posibles alternativas a este problema.

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El impuesto óptimo balancea estos dos efectos y, para sorpresa de muchos, aun considerando sus potenciales efectos distorsionadores, la literatura ha concluido que debe ser bastante altos. En easy, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so on.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. Primero, los percentiles de mayores ingresos concentran una parte sustantiva de los ingresos. Por ejemplo, como detallamos más abajo, en Chile el 10% más rico se apropia de más de la mitad de los ingresos totales.

“Así se generan las grandes inestabilidades del sistema, y si no tenemos un sistema de protección social, como es la salud, si mantenemos esas desigualdades, seguiremos teniendo más problemas en el futuro. Para enfrentar las pandemias es fundamental contar con sistemas de salud pública robustos (…) Cuando la globalización es de carácter neoliberal, el Estado no dispone de las herramientas suficientes de protección para common el riesgo de pandemia. Es la falta de capacidad de regulación de los estados lo que ha generado esta disaster y las que vengan en el futuro”, señaló. La actual pandemia, sostiene Akram, es efecto de la globalización desigualdad en la sociedad ejemplos debido a que las enfermedades se propagan a través del contacto humano, y tanto los epidemiólogos como los expertos en materias de salud pública sostienen que el aumento de contacto entre los seres humanos aumenta el riesgo de vivir una pandemia. Es por una razón de lógica y no por supuestas teorías conspirativas que personalidades como Bill Gates o expertos científicos, anticiparan la necesidad de fortalecer los sistemas de salud que amparan a la población mundial y promovieran la necesidad de crear nuevos fármacos y vacunas, señaló. 7 Véase Enrique Oviedo, Alfredo Rodríguez (1998), «Santiago, una ciudad con temor. Inseguridad ciudadana y pérdida del espacio público».

Para complementar el análisis basado en el Gini, una forma menos abstracta y más intuitiva de medir la desigualdad consiste en calcular la porción del ingreso complete del país que concentran diferentes grupos de la población. Por ejemplo, la porción del ingreso nacional que se apropian el 1% y el 10% más ricos dan cuenta de qué tan concentrados están los ingresos. En el mundo financiero los productos culturales, el conocimiento y los bienes inmateriales, son por excelencia los sectores más dinámicos de una economía donde la información es a la vez un issue de producción, un producto consumible y una variable económica.

Serían aquellos que son capaces de conectar y programar los códigos en las redes multinacionales los que concentrarían el poder, puesto que son los flujos globales los que más capacidad tendrían de determinar a los actores sociales a lo largo del mundo (Castells, 2009). La concentración de la actividad económica también impacta en el valor de los bienes raíces de desigualdad en la salud la ciudad y, por tanto, también en los impuestos recaudados por las municipalidades, que aumentan según sea mayor el precio de los inmuebles. Como en otras ciudades con alta concentración de población, como Río de Janeiro o Nueva York, las personas con mayores ingresos prefieren situarse más cerca de su lugar de trabajo o de las zonas donde realizan sus negocios.

En este sentido, es importante señalar que una parte de las personas pobres e indigentes están empleadas en el sector formal de la economía, lo que implica que el tener un empleo, incluso en el sector formal, no es garantía contra la pobreza. Parte del debate público, sin embargo, argumenta que la desigualdad es un producto inevitable del libre mercado, el desarrollo tecnológico, y de la globalización. Se cube (o al menos se asume) que no hay nada que los países puedan hacer para domar las fuerzas del mercado y que cualquier intento de common el grado de desigualdad tendrá efectos negativos ineludibles sobre el crecimiento económico. Así, lo que hoy se observa en los datos sería una consecuencia inevitable de los tiempos modernos.

El hecho es que el ingreso per cápita del decil más rico es todavía cuarenta veces el del decil más pobre. En la sociedad occidental la perspectiva del juego de oposición clásico dominantes y dominados, parece tomar fuerza a través de las potencias colectivas por sobre las individuales en el marco de la lógica internacional de la comunicación. Como conclusión del presente estudio, se puede destacar que la ciudad de Santiago de Chile ejemplifica claramente el tipo de globalización que ha sido hegemónico hasta la fecha. Hay que destacar que el crecimiento sistémico que produce la actual globalización, caracterizada por una economía global desregularizada, se deslegitima en la medida que supone una clara segmentación entre los que se benefician del incremento económico que produce y aquellos que quedan apartados de sus beneficios, tanto personas como grupos sociales o territorios. En este sentido, en la ciudad global de Santiago de Chile se observa que mientras más fragmentada está la gobernanza, más riesgos existen de que se mantengan o aumenten las desigualdades.

Estos libros, junto con otros trabajos publicados en los últimos 18 años, han permitido que Milanovic trascienda del ámbito académico al público general, combinando rigor científico con una habilidad comunicativa excepcional. El perfil de egreso se encuentra en directa sintonía con los objetivos generales y específicos del Magíster, pues establece un conjunto de competencias y habilidades concretas en las que debe materializarse la aspiración a formar profesionales e investigadores capaces de producir y utilizar reflexivamente conocimiento sociológico. Así, un(a) graduado(a) del programa debiese estar en condiciones de responder a las exigencias propias de su ejercicio profesional, siendo capaz de aplicar los conocimientos teóricos y metodológicos adquiridos en el proceso de formación. Al momento de aceptar la publicación de sus artículos, los autores deberán formalizar la cesión de derechos de autor a EURE, según las condiciones establecidas por la Revista.

En los años recientes, el único espacio público ganado al rápido desarrollo inmobiliario es aquel destinado a satisfacer las demandas de los vehículos motorizados. De hecho, gran parte de las políticas de transporte urbano han tendido a privilegiar siempre a los medios y sistemas de transporte (licitación de recorridos, plan de modernización de omnibuses, innovación tecnológica de sistemas de combustión, concesiones de vías urbanas), antes que al ciudadano usuario. Este, en su condición esencial de peatón, encuentra cada vez menos espacio, seguridad y tranquilidad en la ciudad. Un adecuado equilibrio entre estos agentes permite hacer de la ciudad un espacio políticamente más democrático, socialmente más justo, ambientalmente más sustentable y económicamente más eficiente. En el Gran Santiago de las últimas décadas, la marcada preeminencia de un mercado desregulado en la asignación de recursos, en la localización de las inversiones para servicios básicos así como en infraestructura urbana, ha derivado en un desarrollo muy desigual al inside de la ciudad.

Como ha destacado Edward Glaeser (2011), las personas “con sueldos más altos pierden más ingresos cuando pasan más tiempo viajando y menos trabajando. En consecuencia, suelen estar dispuestos a pagar más por ir a trabajar de forma más rápida” (Glaeser, 2011, p. 122), lo que supone que los precios de las viviendas sean más caras en los lugares más próximos a las zonas de negocio en donde mejor se paga a los profesionales. Esto sucede en gran medida en la zona de Las Condes y también en Vitacura, cercana al centro de negocios de la economía global en la ciudad, lo que supone buenos ingresos a sus municipalidades por el impuesto a los bienes raíces, representando en la primera un 22% del complete de ingresos municipales y un 25% en el caso de Vitacura. El experimento neoliberal debilitó estructuralmente el sector trabajo y fortaleció el gran capital, generando una profunda desigualdad en la sociedad chilena.

Esta concentración se muestra también  en el estudio Global Metromonitor, dado que 300 ciudades del mundo (en promedio menos de una por país), en 2014 concentraron el 47% del PIB mundial y fueron responsables del 38% del crecimiento económico a escala global (Parilla, Leal, Berube y Ran, 2015). Esta concentración ha generado que las desigualdades económicas se hayan incrementado desde la década de 1980, tanto a escala mundial (Milanovic, 2010) como al inside de los países desarrollados y en vías de desarrollo (Piketty, 2014). Aunque no solo en el ámbito económico se segmentan las oportunidades que ofrece la globalización. La población que tiene acceso a internet en los países en vías de desarrollo es del 21,5% frente al seventy three,4% en los países desarrollados (Guillen, 2010), y el número de subscripciones a telefonía móvil representa un 60% en los países con menor renta per cápita, frente a un 124% en los países con mayores ingresos (Banco Mundial, 2016). En relación a la infraestructura, la inversión pública efectiva sectorial del Ministerio de Obras Públicas en la RMS pasó de un 9% en 2000 a un 23,6% en 2005, y a un 17,5% en 2010, con un promedio del 16,3% en la década (MIDEPLAN, 2011). Estos datos plasman el proceso identificado por Saskia Sassen, puesto que “los sectores económicos de punta que están altamente digitalizados requieren de sitios estratégicos con vastas concentraciones de infraestructura, recursos laborales, talento y construcciones” (Sassen, 1998, p. 13).

El impulso de centros industriales, por ejemplo, a través de incentivos tributarios para localizar los mismos en comunas en las que existe una menor actividad económica y son las menos desarrolladas, tanto en la RMS como en otras regiones del país, podría ser un camino a valorar. Además, generar estructuras político-administrativas más integrales en las ciudades del país donde se concentra la actividad económica, a través de Alcaldías Mayores o GORE con autonomía y recursos adecuados para distribuir la riqueza generada, podría ser otra política de mediación al respecto. En definitiva, los procesos de descentralización regional en Chile se han visto tensionados por la tendencia a la aglomeración de la economía global. Aunque el cuarto de los ejes programáticos plasmados por el MIDEPLAN (2002) especificaba que las políticas de descentralización regional podían tener “capacidad de respuesta ante el proceso de globalización” (MIDEPLAN, 2002, p. 10), no todas las regiones han conseguido crecer al mismo nivel o reducir sus desigualdades (Arredondo, 2010). Las políticas de descentralización implementadas, por ejemplo, a través de un aumento mayor en la inversión pública de decisión regional no parecen estar vinculadas con la reducción observada en los Índices de Gini de las regiones del norte puesto que la inversión pública en las mismas fue escasa en el periodo analizado, ni han conseguido reducir la desigualdad en otras como la RMS.

Un componente elementary de esta transformación capitalista extrema fue la formación del Estado Neoliberal, que restringe substancialmente el rol del Estado como productor, regulador, agente redistributivo, manteniendo su rol de estabilización macroeconómica favoreciendo políticas de shock para corregir desequilibrios. Estas localizaciones responden, en primer lugar, a que en la comuna de Santiago Centro están las oficinas centrales del Gobierno de Chile, tanto el palacio presidencial de La Moneda como los ministerios, además de muchas de las instituciones públicas nacionales. Como se analizará más adelante, el régimen presidencial propio del Estado de Chile genera una centralidad de poder político en el Ejecutivo.

Libro Desigualdad Y Globalizacion De Robert Castel

En sus gobiernos se puso énfasis en el gasto público social, privilegiando el crecimiento con equidad, dirigido a reducir la pobreza, disminuir la cesantía y, por sobre todo, resguardar la estabilidad macroeconómica. A pesar de ser éste uno de los períodos de mayor crecimiento económico que ha experimentado Chile durante el siglo XX, el país es considerado todavía como uno de los peores del mundo en términos de distribución del ingreso, factor que se ha constituido en el mayor desafío a combatir. La desaceleración que sufrió Chile en 1998 a causa de la disaster asiática que penetró en toda América Latina y de la exacerbada política monetaria contractiva que ejerció el Banco Central ese año, puso freno a un período de enorme prosperidad económica desarrollada por estos gobiernos democráticos. La aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado entre Chile y Estados Unidos, constituye un importante avance para robustecer la inversión extranjera en el país. La interrelación entre distintos procesos de globalización conllevaría un profundo cambio en la política y en el ejercicio del poder, pero también en la subjetividad de las sociedades (Leal, 2015).

Frente a esto es necesario reflexionar acerca de cómo se está utilizando socialmente la comunicación, considerando que está sometida en su estructura a las condiciones del mercado y, por lo tanto, a las dinámicas de la oferta y la demanda, de la producción, distribución y del consumo. Es factible asumir a estas alturas que dicho fenómeno surge en un inicio con la consolidación del mercantilismo del siglo XVII, se articula a través de la industrialización del siglo XVIII, por medio del proceso de colonización y la división internacional del trabajo y, por último, se reafirma con la revolución tecnológica de la década de los ochenta y noventa. [18] La evidencia disponible sugiere que considerando la suma de los impuestos corporativos y el impuesto a la renta, el 2009 el 1% más rico pagaba en promedio una tasa efectiva de 15%. [11] En algunos casos, los ingresos que provienen por el retiro de dividendos pagan una tasa máxima de un forty four.5%. [8] Estos números y los reportados por la OCDE no coinciden con exactitud dado el ajuste con datos administrativos a los ingresos altos. Las personas de mayores ingresos ahorran más, y por lo tanto el consumo representa una menor proporción de sus ingresos comparado con las personas de menores ingresos.

Al respecto explicó que desde hace ya varios siglos la humanidad ha vivido en una sociedad global, aunque con una profundidad mínima, tal como ha sucedido con el capitalismo. Sin embargo, el nivel de profundidad de la globalización actual, así como la profundidad y extensión alcanzada por el capitalismo, son fenómenos relativamente nuevos. Algunos autores señalan que en términos de globalización se implica una polarización, una dualidad entre los incluídos o la población privilegiada en conceptos de recursos y la población que está al margen del proceso de estos recursos en riesgo de exclusión. Desde mi punto de vista, esto tiene que ver con los contenidos culturales de la globalización, por un lado nos encontramos con que la globalización es un fenómeno tecnológico, pues esta se intensifica cuando el capitalismo comienza a desarrollarse en base a crisis desigualdad mundial 2022; pero culturalmente la globalización ha llevado a un énfasis a los elementos individuales de la cultura.

Mientras que la evasión fiscal es una práctica ilegal que implica no pagar impuestos, la elusión legal es una estrategia legal para minimizar la carga fiscal. A continuación, se exploran algunos de los desafíos más apremiantes en el contexto globalizado y cómo el nuevo posgrado de la UNAB contribuye a formar líderes para afrontar dichas problemáticas. Si bien estos cambios plantean oportunidades de crecimiento socioeconómico, vienen acompañadas de nuevos retos jurídicos que requieren soluciones innovadoras.

Como conclusión del presente estudio, se puede destacar que la ciudad de Santiago de Chile ejemplifica claramente el tipo de globalización que ha sido hegemónico hasta la fecha. Hay que destacar que el crecimiento sistémico que produce la actual globalización, caracterizada por una economía global desregularizada, se deslegitima en la medida que supone una clara segmentación entre los que se benefician del incremento económico que produce y aquellos que quedan apartados de sus beneficios, tanto personas como grupos sociales o territorios. En este sentido, en la ciudad global de Santiago de Chile se observa que mientras más fragmentada está la gobernanza, más riesgos existen de que se mantengan o aumenten las desigualdades. Es decir, mientras más se extrema la dinámica de poder global y política local, parece que más fuertemente se instauran las lógicas de concentración y exclusión, inherentes a la globalización económica financiarizada y desregulada. El siguiente artículo describe cómo la pobreza y la exclusión dentro de Santiago ha sido pasada por alto en parte debido al fuerte desempeño económico y al positivo conjunto de indicadores sociales que la ciudad exhibe.

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En Chile, sin embargo, faltan datos para corroborar si este fenómeno ocurre y explica la extrema desigualdad. De hecho, el estudio da cuenta de que los datos tributarios de las personas parecen no recoger a cabalidad los ingresos corporativos, por lo que a los autores les parece urgente comprender mejor, en el contexto chileno, cómo operan esos ingresos que se reportan como corporativos, pero que se usan con propósitos personales. Es factible observar que los seres humanos nos vemos sometidos a una sociedad global que se basa en el ejercicio desigual del intercambio existente en el sistema internacional de la información, donde las naciones industrializadas producen y distribuyen un discurso que tiene por objeto el adoctrinamiento del Tercer Mundo. Así, por ejemplo, vemos que muchos países que cuentan con canales de televisión, radio y prensa escrita, sin posibilidad de corresponsales extranjeros, han de recibir informativos externos procedentes y elaborados por una serie de empresas transnacionales de comunicación, como es el caso de las agencias de noticias internacionales.

En esa oportunidad, Piketty también puso el dedo en la llaga de las desigualdades en el país. «Me encantaría tener más información de América Latina y Chile, pero se sabe que la desigualdad del ingreso es elevado en Chile y en toda América Latina», afirmó el influyente economista en el Congreso Futuro. Ese mismo año el economista francés estuvo en el país presentando su libro El capital en el siglo XXI en el Congreso Futuro.

Ante esto es necesario detenerse a observar simultáneamente los diferentes niveles de la sociedad (local, regional e internacional), lo que se conoce como glocalización. Dicha situación nos lleva a la conformación de la sociedad de la información y del conocimiento, donde en el presente da lugar a  la aparición de nuevas fuentes de desigualdades. El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación no se produce a la misma velocidad, ni con la misma intensidad, entre personas de diferentes sectores sociales, ni entre países o regiones del mundo. Pero esto no significa que los grupos sociales y países que no están en la vanguardia tecnológica deban aceptar mantenerse en un segundo plano, y mucho menos al margen, en la configuración del tipo de sociedad que emerge empujada por la fuerza expansiva de las tecnologías digitales (Levis, 1999). En Chile, si consideramos las contribuciones para la seguridad social como parte de los impuestos al ingreso, este grupo de impuestos representa un 36,9% de la recaudación total del año 2016. El promedio de la OCDE para el mismo periodo fue de un 59%.[13] Por lo tanto, el sistema tributario chileno no solo recauda poco en términos comparados, sino que además le da mucha importancia a los impuestos al consumo y una menor importancia relativa a los impuestos al ingreso.

En definitiva, en su función de difusores culturales, los medios ejercen influencias socioculturales que fomentan y reproducen mediante diferentes formas de socialización como son los valores, creencias, normas, conocimiento, entre otros. Al tiempo que establecen ciertos estilos de vida, valores culturales, modos de actuación y de pensamiento; es decir formas de representar el mundo bajo la total influencia del sistema económico transnacional. Por su parte, para Jesús Martín-Barbero es en el espacio de lo nacional y lo native donde la cultura se mundializa, pues, como afirma el autor, globalización no equivale a una mayor difusión de productos sino a la rearticulación de las relaciones entre países desde una des-centralización que concentra poder, y un des-enraizamiento que hibrida las culturas (Martín-Barbero, 2004). En este sentido, las agencias tienen un papel preponderante en la determinación de los temas de interés preferente para el dominio y funcionamiento del sistema mundial.

La recuperación de los espacios públicos deberá ser la gran prioridad estratégica del desarrollo urbano de la próxima década. En los años recientes, el único espacio público ganado al rápido desarrollo inmobiliario es aquel destinado a satisfacer las demandas de los vehículos motorizados. De hecho, gran parte de las políticas de transporte urbano han tendido a privilegiar siempre a los medios y sistemas de transporte (licitación de recorridos, plan de modernización de omnibuses, innovación desigualdad social mundial tecnológica de sistemas de combustión, concesiones de vías urbanas), antes que al ciudadano usuario. Este, en su condición esencial de peatón, encuentra cada vez menos espacio, seguridad y tranquilidad en la ciudad. La posibilidad de que una municipalidad pueda influir sobre las políticas nacionales sectoriales que representan inversiones públicas, es casi cero. Las principales decisiones sobre infraestructura e inversiones sociales en Chile recaen en el Gobierno (el Ejecutivo).

Por otro lado, se observa como otra de las principales zonas de negocios es la comuna de Providencia, que históricamente es un lugar donde se ha ubicado el comercio de la ciudad y donde están instaladas principalmente empresas pequeñas y medianas. En tercer lugar, la zona de negocios de Las Condes concentra en mayor medida empresas globales. Aunque algunas de las empresas multinacionales más importantes del mundo se ubican en otros lugares del Gran Santiago (como las oficinas de Walmart o Shell, que se encuentran en la ciudad empresarial de Huechuraba), las principales empresas de servicios globales localizan sus sedes en la comuna de Las Condes.

Partimos del supuesto que las universidades contemporáneas implican un reflejo en la sociedad y que ese reflejo en la actualidad es en términos de diversidad de género, funcional (discapacidad), diversidad sociocultural, étnica, religiosa, sexo genérica (centrada en lo LGTB). Esa limitación de datos impidió también realizar estimaciones sobre los ingresos que posee el 0,1% de la población y el 0,01% y solo se pudo trabajar el 1% más rico. Por su parte, el sociólogo afirmó que la gente antes del estallido social estaba menos tolerante o eran menos capaces de justificar una desigualdad de ingreso. Pero cuando hay mucha desigualdad la mayor parte de las personas que gana menos que el promedio, se moviliza.

En el caso de las especulaciones en el sistema financiero, simplemente, se acumulan activos y no se genera ninguna nueva riqueza, que fuese a paliar o dar solución a parte de los más acuciantes dilemas que hoy enfrenta la humanidad. Carlos Ruiz terminó su exposición, concluyendo que en la actualidad “existe  una producción mercantil de la desigualdad, lo que redunda en agudos malestares sociales y culturales, de los cuales tenemos que hacernos cargo”. Pues esto más la emergencia sanitaria ha llevado a nuestro país a una crisis política y de representatividad. Según el exponente, los cambios económicos y sociales que trajo la modernidad y el principio de que todos los hombres nacen iguales,   aceleró la crítica hacia los sistemas tradicionales y llevó a las personas a cuestionarse lo que es la desigualdad. Estudio de medición del impacto de la inversión extranjera directa en la economía chilena, Gobierno de Chile. En aquella investigación, Bartels establece que la brecha entre ricos y pobres se ha multiplicado considerablemente durante los gobiernos republicanos en Estados Unidos, mientras que ha experimentado una leve baja durante las administraciones de los gobiernos demócratas, lo que en consecuencia ha mantenido a los niveles de desigualdad socioeconómica prácticamente de la misma manera.

Así, lo que hoy se observa en los datos sería una consecuencia inevitable de los tiempos modernos. Afortunadamente, evidencia reciente provista por Bernardo Candia y Eduardo Engel nos permite responder esta pregunta. Los autores muestran que el coeficiente de Gini de mercado calculado con los datos de la encuesta CASEN y registros tributarios es 0,59. Consistente con lo reportado por la OCDE, encuentran que en su conjunto la acción del gobierno es levemente progresiva.[8] El estudio muestra, además, que el sistema tributario es levemente regresivo y el sistema de transferencias es progresivo, especialmente debido a las transferencias en salud y educación. Así, el diseño mismo del sistema tributario explicaría por qué la desigualdad antes y después de impuestos y transferencias es particularmente acotada en el caso chileno.

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[8] Estos números y los reportados por la OCDE no coinciden con exactitud dado el ajuste con datos administrativos a los ingresos altos. Las personas de mayores ingresos ahorran más, y por lo tanto el consumo representa una menor proporción de sus ingresos comparado con las personas de menores ingresos. Hasta este momento nos hemos referido a la progresividad o regresividad de los sistemas tributarios, pero no hemos hablado con mayor detalle de sus componentes. Lo cierto es que los sistemas tributarios se componen de múltiples tipos de impuestos, todos ellos con diferentes ventajas y limitaciones. Chile ha sido uno de los primeros países en la región de las Américas en cumplir anticipadamente la meta de varios de los Objetivos del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas que se propuso cumplir en 2015, según la última evaluación reportada en el Tercer Informe del Gobierno, en Septiembre de 2010) (12).

Desde los años eighty al 90 del siglo pasado, se desarticuló aquella conducta, bajo el criterio de minimizar el rol del Estado. Luego que se desplomó el comunismo ya no tuvieron freno en su afán concentrador de la riqueza. Algo así como “un raspado de la olla”, totalmente impropio de quienes extienden y alargan sus lazos y ramificaciones financieras a escala global y se ufanan de activos por decenas de miles de millones de dólares. En muchos de ellos, las publicitadas donaciones por filantropía no constituyen más que la cubierta desigualdad social ejemplos en la vida cotidiana exterior de una persistente voluntad de acumular un poder económico ilimitado. En el caso de las especulaciones en el sistema financiero, simplemente, se acumulan activos y no se genera ninguna nueva riqueza, que fuese a paliar o dar solución a parte de los más acuciantes dilemas que hoy enfrenta la humanidad. Carlos Ruiz terminó su exposición, concluyendo que en la actualidad “existe  una producción mercantil de la desigualdad, lo que redunda en agudos malestares sociales y culturales, de los cuales tenemos que hacernos cargo”.

El escenario más optimista de acuerdo a las estimaciones para Chile, nos deja como el país más desigual entre países ricos y como el sexto más desigual a nivel global. Los resultados del Banco Mundial nos coronarían como el país más desigual del planeta. Los temas que se trataron en la oportunidad fueron la distribución de la riqueza; economía familiar y las estructuras de trabajo; alianzas políticas y políticas públicas; inequidad y alternativas de gobierno para inequidad; paz y problemas de seguridad. Lo que no fue normal fue la velocidad con la cual pudieron actuar y, en ciertos casos, coordinarse para poder inventar las vacunas contra el Covid-19, producirlas a gran escala y distribuirlas por el mundo en tiempo récord, salvando así millones de vidas. Si este exitoso ejemplo de globalización se pudo hacer realidad una vez, se puede repetir muchas más. Las cifras señalan que el 1% de la población con más ingresos, logra hacerse con cerca del 50% del producto mundial anual.

En efecto, si el municipio está llamado a jugar un papel central en la gestión urbana, deberá contar con las competencias y recursos necesarios. De otro modo, la instancia que los reúna y coordine, cualquiera sea su denominación -administración de la ciudad o gobierno metropolitano-, terminará ocupada con los municipios deficitarios y las crisis urbanas (inundaciones, episodios ambientales), perdiendo toda visión y conducción político-estratégica del área metropolitana. La descentralización para la ciudad implica, entre otras cosas, que tarde o temprano su autoridad máxima deberá ser elegida directamente por la ciudadanía. Algunos enfoques teóricos en este ámbito permiten sostener que, para superar el miedo, las personas tienden a cierta adaptación conformista, a homogeneizar sus creencias y comportamientos, y a sobrevalorar la fuerza y el poder como medio de resolver diferencias.

La estructura transnacional de la comunicación de masas con carácter industrial, oligopólico y asimétrico, genera gran impacto debido a su circulación unidireccional de los contenidos desde el centro a la periferia, estableciendo estructuras que se orientan a introducir y legitimar, en los espacios sociales, las relaciones sociales, concepciones políticas y formas culturales. En el contexto económico, el desarrollo de los medios de comunicación de masas se establece a partir de las leyes de producción industrial y de su actividad comercial en el mercado; esto de acuerdo a las lógicas de producción, distribución y consumo. En la comunicación global, los distintos mercados siguen siendo un issue importante, ya sea al facilitar la transnacionalización de industrias culturales nacionales o al impedir un crecimiento mayor de los medios locales. Aunque estos medios tengan la suficiente cobertura, su tamaño se cut back significativamente si se miden en términos de número de espectadores.

Y, el discurso demagógico del actual presidente contra China, México y los inmigrantes le está dando dividendos. Branko Milanovic, economista político de origen serbio-estadounidense, es reconocido como una de las mentes económicas más brillantes de las últimas décadas. Según El País de España, este investigador ha redefinido el debate sobre la equidad a nivel mundial, aportando una perspectiva innovadora y progresista a las discusiones sobre desigualdad.

Sin embargo, éste indicador se basa exclusivamente en datos de la CASEN, que, como discutimos más arriba, no capturan los ingresos de los tramos de altos ingresos. La única serie de tiempo basada en datos tributarios (y que es una estimación conservadora porque no corrige por elusión ni evasión) muestra que la concentración del ingreso del 1% y del 10% más rico no ha caído.[5] Tanto en 1990 como en 2015, el 1% recibía cerca de un cuarto de los ingresos del país. Por su parte, el 10% más rico concentraba el 54% de los ingresos tanto en 2004 (primera fecha para la que se tiene registro) como en 2015. Es penoso concluir, que fuese el acendrado temor al comunismo, lo que llevase a que los núcleos hegemónicos del sistema mundial, durante el limitado periodo de la posguerra, tuvieran que aceptar una carga impositiva capaz de aliviar las penurias sociales y colaborar al financiamiento de las obligaciones de los Estados.

Si bien estos indicadores aún no alcanzan la relevancia que tiene el coeficiente de Gini en el debate público, en parte porque su disponibilidad es más reciente, hoy son el estándar en el debate académico sobre desigualdad. En un esfuerzo inédito por acercar la evidencia científica al debate público, un grupo de investigadores crearon una base de datos de acceso abierto que permite un análisis desigualdad opinion más sistemático de la desigualdad a nivel global. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados.

Las tasas de violencia tanto en Santiago como en el país no han aumentado en los últimos diez años. No obstante, el tema de la seguridad ciudadana está cada vez más presente en las noticias de los medios de comunicación masivos y en las opiniones que registran las encuestas, en especial cuando se trata de delincuencia. Decíamos que la calidad del servicio varía según el subsistema educacional de que se trate, dependiendo del sector socioeconómico al que está dirigido. Esto se ve confirmado por los resultados del llamado Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE), una prueba aplicada desde 1988 a lo largo de todo el país a los cuartos años de educación básica en los años pares, y a los octavos años de educación básica en los años impares. En términos generales, las zonas pobres antiguas, ubicadas por lo general en la periferia de la ciudad, han permanecido pobres.

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Por ejemplo, one hundred mil pesos adicionales para un hogar que se sostiene con el salario mínimo son significativos, mientras que para un hogar de altos ingresos son poco relevantes. El impuesto óptimo balancea estos dos efectos y, para sorpresa de muchos, aun considerando sus potenciales efectos distorsionadores, la literatura ha concluido que debe ser bastante altos. El motivo es que el Gini reportado periódicamente por los organismos internacionales no captura correctamente los ingresos de los individuos de más altos ingresos. Estos indicadores se basan exclusivamente en datos provenientes de encuestas de hogares (en el caso chileno, la encuesta CASEN), que no son representativas para los percentiles de más altos ingresos (es decir, muy rara vez una persona de altos ingresos aparece encuestada en la CASEN).

Según diversas encuestas de opinión, una mayoría de las personas pobres manifiesta que el desarrollo económico no la ha favorecido, y cerca de la mitad indica que la pobreza se mantiene igual, a pesar de aumentos en los ingresos y mejoramientos en la infraestructura. Los sectores pobres no se perciben como favorecidos, a pesar de nuevas disposiciones institucionales (aumento del salario mínimo, reforma tributaria, aumento del gasto social), que han contribuido a superar la pobreza a través del aumento de los ingresos. El hecho es que el ingreso per cápita del decil más rico es todavía cuarenta veces el del decil más pobre. Las formas convencionales de comprender la desigualdad y la pobreza no capturan adecuadamente las causas, extensión y consecuencias de las nuevas formas de desigualdad que emergieron en los últimos años del siglo xx y se han mantenido en los primeros años del siglo xxi, asociados a la implantación e implementación de una ideología Neoliberal en gran parte de las economías del mundo. Desde mi punto de vista la exclusión social está relacionada con el ámbito socio laboral, es ahí donde tiene su origen.

La inversión extranjera en Chile estuvo vinculada a ciertos sectores económicos, concentrándose al comienzo en proyectos mineros en las regiones del norte por parte esencialmente de empresas canadienses y estadounidenses. Esto fue lo que permitió un aumento considerable del PIB en Atacama, Antofagasta y Tarapacá, a pesar de que la inversión pública efectiva total en estas regiones tuvo una participación relativamente baja, de entre un 3% y un 4% del whole en cada una durante la década de 1990 (MIDEPLAN, 2001). Posteriormente, la inversión extranjera directa llegada al país se realizó principalmente por parte de empresas europeas, mayoritariamente españolas, en los sectores de servicios (telecomunicaciones y banca) y electricidad, agua y gasoline (CIE, 2013). En el caso de la RMS, además de recibir una buena parte de la inversión extranjera directa, un 24,9% del complete acumulado desde 1990 a 2008 (Silva, Riffo y González, 2012), fue la región que más inversión pública recibió de 1990 a 1999, con un promedio del 26,45% de la inversión pública efectiva total.

Lo que estas cifras globales o promedios estadísticos no muestran es la forma como los metros cuadrados de los distintos tipos de usos se han distribuido en el espacio de la ciudad. A veces se tiende a pensar los procesos urbanos en forma abstracta, sin tomar en cuenta la importancia de su distribución espacial, por ejemplo, los datos de los permisos aprobados de construcción habitualmente se presentan en tablas estadísticas, incluso desagregados por comunas, pero carecen de referencia espacial. Para explorar la distribución espacial de la actividad de la construcción comencemos con el total de metros cuadrados aprobados ordenados en forma decreciente por comunas (Cuadro 7). Aunque en la última década han disminuido las cifras de pobreza e indigencia, sí ha persistido la inequidad, que aumenta la brecha entre los grupos sociales, genera una percepción de empobrecimiento relativo y scale back la capacidad de superar la pobreza.