La más relevante es la incorporación de la medición de la pobreza multidimensional, que partió en 2013. Las referencias previas pronosticaban peores resultados que los que había informado la encuesta de 2017 o, al menos, similares a los de la de 2020. Los expertos afirmaban que el impacto de la pandemia sobre la situación económica de los hogares se iba a manifestar en toda su brutal profundidad. Se debe estar alerta ante las cifras de la última encuesta de caracterización económica nacional, CASEN, pues hay voces autorizadas que cuestionan su validez técnica y se hace necesario ver sus cifras a la luz de la realidad que a diario se constata en el trabajo con los más vulnerables. Cabe destacar que la pandemia planteó diferentes limitaciones que impidieron el cálculo de la pobreza multidimensional dentro de la encuesta Casen 2020, lo que explica su ausencia en las comparativas efectuadas por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
De lo contrario, se podría dar el sinsentido de que, en un futuro no muy lejano, los pobres multidimensionales sean en baja proporción carentes en salud y viceversa. En términos generales, se observa una disminución sostenida del R 0 entre 1992 y 2017 entre los indicadores de nutrición (malnutrición, desnutrición y obesidad) y ambos indicadores de pobreza (monetaria y multidimensional). Estos resultados nos muestran que casi 60% de la población identificada como carente en malnutrición fue simultáneamente pobre monetario en el año 1992, cifra que llega a 18% en 2017. Se concluye entonces que la carencia en nutrición y el fenómeno de la pobreza monetaria se dan cada vez con menor grado de simultaneidad ( Figura four ). Olavarría utilizando la encuesta CASEN entre 1987 y 2000 encuentra que los pobres monetarios tienen serias dificultades para acceder a la atención de salud cuando la necesitan, y cuando la obtienen, acceden a ella de manera tardía14 .
Finalmente, se destaca el papel cumplido por el panel de expertos, comisión integrada por académicos e investigadores que, desde el año 2013, cumple con el mandato de asesorar al Ministerio de Desarrollo Social y Familia y supervisar todas las etapas del desarrollo de la Encuesta, incluyendo el proceso de medición de la pobreza. Desde el año 1990, por medio de la suscripción de convenios bilaterales, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ha prestado asistencia técnica al Ministerio de Desarrollo Social y Familia en el proceso de medición de la pobreza con datos de la Encuesta Casen. El jefe/a de hogar es aquel miembro (hombre o mujer) considerado como tal por las otras personas del hogar, ya sea por razones de dependencia económica, parentesco, edad, autoridad o respeto. Se excluyen aquellas personas que estuvieron ausentes más de seis meses en el último año, exceptuándose el jefe del hogar y los niños menores de seis meses.
La Encuesta Casen es un instrumento aplicado a una muestra aleatoria y anónima de hogares seleccionada sobre la base del marco muestral de secciones y manzanas del Instituto Nacional de Estadísticas. A fin de evaluar la precisión de las estimaciones obtenidas, es pertinente considerar las herramientas de la estadística inferencial, a través de las cuales pueden efectuarse pruebas de contraste de hipótesis y llegar a conclusiones sobre si las diferencias observadas para distintas estimaciones o subgrupos de población son estadísticamente significativas dado un cierto nivel de confianza. Los índices más bajos de pobreza por ingresos se contabilizaron en Magallanes (3,4%), Aysén (4%), Metropolitana (4,4%) y Los Ríos (5,9%). Este jueves 27 de julio, el Ministerio de Desarrollo Social (Mideso) presentó los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) realizada en 2022. El sondeo, efectuado con el apoyo del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, reveló que la pobreza por ingreso cayó de un 10,7% en 2020 a un 6,5%, su mayor caída y el dato más bajo a nivel histórico.
En cuanto a los indicadores por género, esta pobreza pasó de un 20,6% a un 17,1% en los hombres, y de un 19,9% a un 16,8% en las mujeres. De acuerdo con los resultados dados a conocer este jueves, la baja en la pobreza por ingresos se explica tanto por el aumento de los ingresos laborales y los autónomos (que no tienen que ver con el trabajo), así como por los diversos subsidios que ha entregado el Estado a los hogares de menores ingresos desde la pandemia en adelante. Según señaló el ministro Jackson, respecto a los ingresos de los hogares y su distribución, “podemos ver que el año 2022, por ingresos del trabajo registramos un aumento significativo respecto de 2020, pero son estadísticamente iguales al 2017, por lo que podemos hablar de un efecto de recuperación desde la pandemia, pero no de una superación del nivel de la pandemia”. En relación con los resultados locales el Delegado Regional Presidencial Cristhian Fuentes, señaló que “las personas son la principal preocupación del gobierno del Presidente Gabriel Boric, por eso, queremos mejorar las condiciones de quienes están en situación de pobreza impulsando medidas que nos permitan alcanzar la seguridad económica, la seguridad social y seguridad pública. El Gobierno ha seguido trabajando con fuerza para garantizar derechos sociales, el bienestar de las familias y el crecimiento del país, a través de la reactivación de la economía, la presentación de importantes proyectos de ley y reformas pensadas para mejorar la vida de las personas, tanto en Atacama como en todo el país”. En relación con la medición del nivel de asociación en la identificación de los pobres/carentes, la Tabla 2 muestra la distribución conjunta existente entre dos carencias en dos dimensiones de bienestar j y j ’.
El ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, reafirmó el compromiso del Gobierno para generar políticas públicas que permitan «paliar esa realidad» y apoyar a quienes más lo necesitan. El menor nivel de pobreza por ingreso desde que se realiza la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) fue el resultado que arrojó el último sondeo realizado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia con colaboración de la Universidad de Chile. En contraposición con estos hallazgos y utilizando la encuesta CASEN del año 2000, Subramanian et al. encuentran que el ingreso individual no explica diferencias en la percepción de la propia salud agregada a nivel comunal17 . Respecto a la desescolarización, la CASEN 2022 muestra una diminución respecto a 2017, cosa que tampoco se condice con la creciente desvinculación educativa, es decir, aquellos niños, niñas y adolescentes que no se vuelven a matricular de un año a otro. Según la información obtenida a partir de datos del MINEDUC(3), en 2022 fueron más de 50 mil niños los que dejaron el colegio, mientras que en 2017 habían sido poco más 40 mil.
Los resultados de la encuesta muestran también una importante reducción en la pobreza multidimensional a lo largo de los años. Desde 2017, esta tasa ha disminuido significativamente, pasando del 18.1% al 15,3% en 2022, lo que implica una disminución que es estadísticamente significativa, de 2,8 puntos porcentuales. Sobre los indicadores de pobreza que, se agrupan en la carencia en dimensiones de educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno, y redes y cohesión social, se inclinaban por una tendencia a la baja. La evidencia presentada en este trabajo es concluyente en afirmar que hoy, la medida de pobreza monetaria no captura adecuadamente el estado de carencias en salud de la población (habiéndolas capturado en mayor grado durante la década de los noventa). En contrapartida, y tal como es esperado, la pobreza multidimensional HMPI empleada en este estudio se asocia en mucho mayor grado con las carencias en salud de la población aproximada por los indicadores de salud disponibles. Hoy en día, más de la mitad de los individuos identificados con carencias en salud son pobres multidimensionales.
Para su correcta aplicación, debe tomarse en cuenta las características del diseño muestral de la Encuesta Casen, el que se caracteriza como un diseño complejo. Los software de procesamiento estadístico más utilizados disponen de módulos específicos que permiten estimar varianzas complejas en función de aquellas variables que identifican a los estratos, los conglomerados, la fracción de muestreo y el issue de expansión establecidos en el diseño de la Encuesta. Para la estimación de otros indicadores con datos de la Encuesta Casen, es pertinente evaluar su precisión considerando medidas estadísticas apropiadas como es el caso del error estándar (SE) o el coeficiente de variación (CV). La información relativa al tamaño muestral y al nivel de error se encuentra detallada en documentos metodológicos de la Encuesta Casen de cada año.
En un contexto en donde más de la mitad de la población mundial aún carece de servicios esenciales de salud, cerca de 800 millones de personas gastan más de 10% de su ingreso familiar en salud, y casi 100 millones caen en condición de pobreza monetaria a causa del gasto de bolsillo en salud2 – four , las DSS además han sido reconocidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para reflejar las múltiples carencias que enfrentan los hogares, más allá de la falta de ingresos, en 2022, la CASEN incorporó un índice que mide la carencia de bienestar en cinco dimensiones, cada una de las cuales, a su vez, está compuesta por tres subindicadores específicos. En cifras generales, la tasa de pobreza por ingresos cayó a un 6,5%, comparada con el 10,7% de la CASEN 2020 y con el eight,5% de 2017. En ese sentido, se detalló que la incidencia combinada de la pobreza por ingresos no extrema y extrema en la población se instaló en 6,5%, la más baja reportada hasta la fecha, lo que contrasta con el 10,7% correspondiente a 2020 y el eight,5% reportado para 2017. Con lo anterior, el coeficiente de Gini para los ingresos autónomos de los hogares anotó un 0,491, lo que implica una mejora en la distribución de la riqueza en relación con 2020 (0,527) y 2017 (0,491). El instrumento de caracterización socioeconómica nacional incorporó una serie de innovaciones metodológicas respecto de sus versiones anteriores, dentro de las que destacan el incremento de la muestra a 335 comunas, la actualización del módulo de identidad de género y orientación sexual, y la actualización de los factores de expansión de la encuesta.