Etiqueta: butler

Judith Butler Sobre El Covid-19: «la Desigualdad Social Y Económica Se Asegurará De Que El Virus Discrimine»

Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han amplificado los efectos de la pandemia. Los resultados anteriores muestran que, si bien ha habido grandes progresos en los últimos años, la carencia de un sistema de seguridad social que permita dar apropiados niveles de protección a toda la población significa una vulnerabilidad en tanto que nos deja a la merced de ‘shocks’ o eventos inesperados externos, como lo es en este caso una pandemia. Vemos (Figura 6) que este shock significó, por ejemplo, un gran aumento en la probabilidad de morir joven en las comunas menos privilegiadas. La gran mayoría de los requisitos del Ingreso Familiar de Emergencia fueron retirados a medida que avanzaba la pandemia, partiendo el año 2021 con criterios que focalizaban los recursos en aquellas comunas con más restricciones para generar ingresos, y transitando hacia una política que beneficiaba al 90% de la población.

Ana Cecilia Vergara, docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile (Usach); mientras que la Dra.(c) Daniela Leyton Legües, académica de la carrera de Antropología UdeC, ejercerá como coordinadora regional. El Hospital Makewe-Pelale desde marzo de 1999 está bajo la administración de una asociación indígena local, que implementó un modelo de salud intercultural que cuenta con funcionarios de medicina occidental, machis (sanadoras), gütamchefe (personas que tratan problemas de huesos y articulaciones) y personas que sanan con yerbas medicinales. En mayo de 2019 se iniciaron las obras del nuevo Hospital Familiar y Comunitario de Makewe de la comuna de Padre Las Casas, novena región, construcción que quedó paralizada ante la emergencia sanitaria. Actualmente atienden mediante un dispositivo de mitigación con container para la atención, pero no existe la hospitalización. Para la población indígena esta pandemia se suma al extractivismo que tiene sin agua a los territorios y los empobrece, además de la militarización. Esta pandemia es una más, y no solo me refiero a cuando llegaron lo españoles, sino que cuando se instalan los distintos Estados que encuentra a los pueblos indígenas sin memoria inmunológica.

El programa continúa creciendo para incorporar un módulo para el apoyo al empleo, la red de apoyos y cuidados, y como base para apoyar el diseño de las oficinas locales para la infancia, lo que permitirá entregar una prestación integrada de servicios a los niños y sus familias. También se está implementando un módulo base para las delegaciones presidenciales a nivel regional y provincial. Chile recibió el primer préstamo del BM a nivel global para promover el hidrógeno verde y apoyar los esfuerzos de mitigación del cambio climático. El proyecto busca incentivar la inversión en proyectos de hidrógeno verde en Chile, lo que permitirá acelerar el crecimiento verde del país, su transición energética y apoyar su compromiso de neutralidad de carbono en 2050.

A raíz de los problemas involucrados en la ejecución de la Encuesta CASEN, esta fuente de información sólo logra identificar a un 83% de los beneficiarios efectivos del IFE durante el año 2020. En consecuencia, al observar los requisitos del IFE para el primer trimestre del año 2021, se obtiene una subestimación de los beneficiarios que tuvieron el IFE estando en cuarentena, dado que no se logra identificar a todos los beneficiarios del IFE 2020. El avance de la pandemia, sumado al escenario político, dio paso al Acuerdo de Mínimos Comunes con el apoyo de varios partidos de la oposición y del oficialismo. En este ámbito, se buscó avanzar hacia la universalidad, entendiendo que la pandemia afectaba la generación de ingresos de los hogares de manera transversal, y que el uso de criterios de focalización en dicho momento no necesariamente encausaba los recursos hacia aquellos sectores de la sociedad que requiriesen más de éstos. De esta manera, con fecha 7 de junio del año 2021 se publicó la ley N° 21.352, la cual extendía el IFE a todos los hogares inscritos en el RSH, siempre y cuando éstos no tuvieran ingresos per-cápita mayores a 800 mil pesos. Además, se aumentaba el aporte por integrante, tal como se detalla en la Tabla 4, de manera de que ningún hogar se encontrase por debajo de la línea de pobreza.

A partir de las medidas que ha adoptado el gobierno, Ruiz explica que el “aval estatal entregado por Piñera a empresas para créditos con bancos abre espacio para mayores ganancias bancarias. Agrega que por un lado, “hay sectores que pueden retornar a la pobreza, por otro, van a favorecer la concentración patrimonial y de oportunidades. Es muy peligroso que se use la pandemia como oportunidad para que los que más tienen aumenten más sus caudales. Más importante aún, es que la buena década de crecimiento económico que se observó entre 2003 y 2013, permitió una disminución de la pobreza y desigualdad. La pobreza disminuyó de 43% a 25% entre 2003 y 2013 en la región, y la desigualdad de ingresos, medida como el coeficiente de GINI, pasó de 0,564 en 2000 a 0,505 en 2016, lo cual implica una caída cercana al 10%. Las imágenes y noticias que llegan desde Europa, Asia, África y América Latina nos revelan que la manera en que la pandemia del Coronavirus se expresa nacionalmente, termina siendo el reflejo de las distintas realidades –políticas, sociales y culturales– que están en la base del tipo de medidas que se adoptan e impactos que se provocan.

Finalmente, nuestro proyecto también enfatiza que la situación económica gatillada por la pandemia ha generado un deterioro importante del estado de ánimo de la población. Los resultados sugieren que dicho empeoramiento puede ser atribuido, entre otros factores, a la pérdida de empleo, problemas financieros, incapacidad de financiamiento inmediato y expectativas económicas pesimistas. Quienes tienen una mayor fragilidad financiera y han sido más fuertemente afectados económicamente – jóvenes, mujeres y hogares de menores ingresos – son quienes, en mayor medida están experimentando un deterioro de su salud mental. Cambios de hábitos, de formas de relacionarnos, de modos de convivencia, todo ello en una sociedad que tiene en la base una desarrollada desconfianza.

desigualdad social en pandemia

10.a Aplicar el principio del trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, en explicit los países menos adelantados, de conformidad con los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio. 10.4 Adoptar políticas, especialmente fiscales, salariales y de protección social, y lograr progresivamente una mayor igualdad. 10.three Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto. 10.2 De aquí a 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición. Como dejó de ser excepcional, a pesar de que sigue tratándose como tal, un cambio climático que nos desertifica, en un país en que el consumo humano de agua no está constitucionalmente protegido y que nos somete regularmente a catástrofes naturales –que en su gran mayoría son efecto de obra humana– para las que siempre se ensayan respuestas transitorias. Sin dejar de mencionar, como ya lo están destacando intelectuales fuera de Chile y algunos dentro de nuestro país, que los impactos sociales habrán de perdurar más allá del aplacamiento del contagio y del inicio de una eventual reactivación.

Las restricciones fiscales y monetarias estabilizaron la economía, pero frenaron el crecimiento en 2023. El país procura lograr un crecimiento más rápido, más ecológico y más inclusivo, y las reformas en los ámbitos de la productividad, la tecnología, la competencia y el desarrollo del capital humano son cruciales para lograr este objetivo. El actual proceso de descentralización de los Gobiernos Regionales, son una oportunidad para poder avanzar en estas nuevas miradas, cuyas políticas regionales, tengan pertinencia territorial y respondan de manera eficiente y efectiva y de manera universal a las necesidades del territorio.

En el marco de la tercera cuenta pública, la Fundación Nodo XXI, vinculada al Frente Amplio, realizó un análisis y categorización de los seventy one anuncios realizados por el presidente Gabriel Boric . 10.5 Mejorar la reglamentación y vigilancia de las instituciones y los mercados financieros mundiales y fortalecer la aplicación de esos reglamentos. La investigación realizada por académicos de las Universidades de Chile y Católica, entre ellos el investigador del Instituto Milenio MIPP, Damian Clarke, deja en evidencia la importancia de las escuelas como canal para detectar situaciones de violencia infantil que puedan estar sufriendo niños y niñas en sus hogares. Amina J. Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas (ONU), advirtió que “no podemos permitirnos el lujo de volver al mundo que teníamos antes de esta crisis desigualdad social en la globalizacion. Eso significaría dejar sin abordar las vulnerabilidades y fragilidades que esta crisis ha puesto a la vista”. Demostrando que el libre mercado produce economías que son cualquier cosa menos libres y justas, que nos llevan a una oligarquía absoluta.

Es urgente que Chile avance en la implementación de un piso de protección social smart a la niñez, realizando trasferencias monetarias que permitan que todas las familias con niños cuenten con un ingreso seguro y suficiente. Asimismo, es necesario garantizar el acceso a servicios integrados de salud, educación, nutrición, seguridad social y otras prestaciones que les permitan alcanzar un nivel de vida digno. De acuerdo al documento, se espera que la desigualdad del ingreso total desigualdad social caracteristicas por persona aumente en 2020, dando lugar a un índice de Gini promedio un 2,9% más alto que el registrado en 2019.

El IFE, junto a las otras ayudas entregadas a los hogares durante la pandemia, no sólo contribuyó a mitigar las pérdidas monetarias de las familias, sino que también a mejorar la situación de pobreza y la distribución de ingresos del país. En ausencia de estimaciones oficiales de la tasa de pobreza durante el año 2021, resulta importante analizar la situación de pobreza de los hogares, así como también los eventuales cambios en la distribución del ingreso y en otros indicadores relevantes, producto de la ejecución de estas políticas públicas. Si analizamos indicadores de género podemos ver que las mujeres también se ven expuestas a esta vulnerabilidad. Según datos de la encuesta CASEN 2017, el 42% de las jefaturas de hogar son femeninas a nivel nacional.

La oportunidad de América Latina posterior a la crisis será construir una sociedad más igualitaria y mayor cooperación entre países de la región, también una región más moderna y digitalizada. El primero, cube relación con la efectividad del IFE, en conjunto con otras transferencias a los hogares, para mitigar la caída de ingresos que sufrieron las familias. El segundo aspecto es el impacto que tuvo este subsidio en los niveles de desigualdad y en la distribución del ingreso a nivel agregado. De manera de aproximar el impacto de las medidas antes descritas, se estima la tasa de pobreza y pobreza extrema, junto a distintos indicadores de distribución de ingresos, comparando con un escenario donde los apoyos relacionados a la pandemia no están presentes. En la ciudad hay tremendas consecuencias, ya que mucha gente mapuche –también lo muestra la última encuesta Casen– vive en situación de pobreza. Muchos emigraron del campo a la ciudad, perdiendo su vinculación territorial; otros la mantienen, pero esta cuarentena ha hecho emerger los problemas socioeconómicos que derivan también en violencia o alcoholismo sobre todo en el contexto urbano.

En este marco, se requiere avanzar de manera expedita hacia el diseño de políticas de tipo «universal», que garantice y asegure el cumplimiento de los derechos en el ámbito del cumplimiento de las necesidades básicas de las personas. Actualmente el diseño de las políticas, se basan en la universalización segmentada, es decir focalizada; sin embargo, hoy por hoy, tras la pandemia ha quedado demostrado que esta estrategia de intervención resulta obsoleta, por su efecto tardío e ineficiencia para dar respuesta a la creciente y vertiginosas necesidades de las personas. Aseverando que la desigualdad va más allá de los ingresos y sigue sin resolverse desde octubre del 2019 hasta ahora. “En términos de las desigualdades estructurales y decir que parte de la tarea del gobierno actual es intentar resolver algunos de esos temas más estructurales o empezar a resolverlos”.

Fernando Campos comparte ese primer diagnóstico y califica de obsoletos los criterios para medir la calidad de las viviendas. “El índice que se ocupa es el de déficit habitacional, que dice poco del criterio de calidad que se utiliza y que está construido en base a datos de hace 50 años o más, entonces, que te digan si la vivienda tiene piso de tierra o no, son criterios muy básicos. La capacidad de ventilación o los niveles de humedad de una vivienda no se toman en cuenta y son justamente los que hoy, en medio de una pandemia, ponen en juego la rapidez del contagio”, dice el sociólogo.

Judith Butler Sobre El Covid-19: «la Desigualdad Social Y Económica Se Asegurará De Que El Virus Discrimine»

“Ellas”, en referencia a mujeres contemporáneas exponentes del feminismo (Fraser, Segato, Butler) “marcan una punta de vanguardia en esa reflexión mucho más interesante que la de Zizek o Byung-Chul Han”. En entrevista el lunes la investigadora de Pivotes Bárbara Manríquez afirma del CAE que “su implementación es algo que el país necesitaba”. Con algunas omisiones y datos ad hoc al argumento sugiere además que el alza del último tiempo de la morosidad de deudores del… En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile, se encadenaron una serie de eventos produciendo que este hito tuviese un encuadre specific desigualdad social en pandemia.

La evidencia disponible indica contundentemente que el impacto del Coronavirus ha sido mucho mayor en las áreas más pobres [1,2,3], y que aún más, estas diferencias fueron particularmente fuertes en edades más jóvenes [1]. Sin embargo, como el grueso de las muertes se concentra en grupos de edad avanzada donde los resultados dependen menos del nivel socioeconómico, no es claro la medida en que la pandemia ha cambiado el panorama general de la mortalidad. Si analizamos el aumento de la pobreza por tipos de hogares, lejos el mayor crecimiento ocurrió en los hogares monoparentales (donde es más ordinary que solo cuenten con un ingreso), que suelen estar encabezados por mujeres. La pobreza también aumentó más en las familias no necesariamente monoparentales con jefas de hogar mujeres y en la población de origen extranjero. Esta universalización de las políticas públicas demanda un cambio sustancial y estructural, fundado en una intervención integral e intersectorial de las políticas públicas, mayor asignación de recursos y agilidad burocrática para la entrega de beneficios.

desigualdad social en la pandemia

Lo anterior, se debe a que la sobreestimación de los beneficiarios se ve compensada por el hecho de que el número promedio de integrantes por hogar es mayor en la CASEN que en los beneficiarios efectivos del IFE. Si bien el IFE representa el 75% del total de apoyos directos entregados durante los años 2020 y 2021 en términos de gasto fiscal, existen otros beneficios que ayudaron a suplir la caída de los ingresos de los hogares, principalmente el Bono Clase Media y el Bono Pensionados. De esta manera, utilizando los beneficios para los cuales se cuenta con información, se imputa el Bono Clase Media y el Incremento Familiar asociado a éste, utilizando como base a aquellos encuestados que declararon recibir el beneficio homólogo durante el año 2020. Además, utilizando la información reportada en materia de pensiones autofinanciadas y el pilar solidario, se estiman los beneficiarios del Bono Pensionados. Por último, se actualizan los montos del pilar solidario a los correspondientes a julio del año 2021, junto a los montos del Subsidio Único Familiar del mismo periodo. Muchos países han buscado evaluar el impacto que han tenido los paquetes fiscales implementados, junto a otras medidas tomadas a raíz de la pandemia, tales como el cierre de escuelas y el uso de clases remotas.

Nuestro análisis muestra patentemente las inmensas desigualdades en mortalidad, sin embargo, en el diseño actual del sistema de seguridad social se considera a Chile como una estructura monolítica, ignorando la existencia de esta heterogeneidad. Una interesante discusión internacional comenta sobre la necesidad de dar cuenta de estas diferencias a la hora de fijar criterios como edad de jubilación; el no hacerlo compromete la progresividad, justicia actuarial y sostenibilidad del sistema [9,10]. Lamentablemente, aunque esta idea tiene mucho sentido, el mayor desafío es la gran complejidad técnica de implementar estas características en el sistema. Hasta la pandemia, la desigualdad en la mortalidad de hombres jóvenes venía cayendo constantemente, sostienen los autores.

La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, sostuvo que la crisis afectó “sustantivamente ingresos de hogares y fue contenida, no revertida, por transferencias fiscales”. Destacó que el aumento de los subsidios que reciben las familias permitió contener los efectos de  la caída de los ingresos de trabajo. Detalló que los subsidios aumentaron promedio por hogar de $34 mil a poco más de $53 mil en la pandemia, pero para los hogares pertenecientes al 40% más weak el cambio fue desigualdad rural más sustantivo, pasando de $58 mil promedio por hogar a $92 mil, e incluso superando los $100 mil para el primer quintil. La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo.

La OCDE ha buscado realizar una síntesis de las evaluaciones realizadas hasta el momento[22], encontrando generalmente un impacto positivo al momento de reducir pobreza y desigualdad, donde se destacan las experiencias de Israel, Colombia e Italia en esta materia. Uno de los aspectos más desafiantes ha sido no sólo el identificar los grupos vulnerables, sino también que los apoyos sean recibidos por dichos hogares. Un caso que refleja este problema es el del Bono Proteger de Costa Rica, el cual no superó el 80% de cobertura con relación a la población objetivo, llegando en un mes incluso al 31%. Lo anterior, según las autoridades encargadas de la evaluación, se debió principalmente a una vaga definición de los beneficiarios del programa. Finalmente, nuestro proyecto también enfatiza que la situación económica gatillada por la pandemia ha generado un deterioro importante del estado de ánimo de la población. Los resultados sugieren que dicho empeoramiento puede ser atribuido, entre otros factores, a la pérdida de empleo, problemas financieros, incapacidad de financiamiento inmediato y expectativas económicas pesimistas.

Sendos informes del Banco Mundial y la CEPAL, actualizados al 30 de junio del 2020, dan cuenta de oscuro horizonte para las economías latinoamericanas, en el contexto de la pandemia mundial de Covid 19, que ha dejado a esta región del mundo como la más afectada. En ese sentido, a la fragmentación social de cada país se agrega la fragmentación regional, apuntó De Riz. «Cada vez hay menos conciencia de una región compartida. Se rompió completamente el multilateralismo. El Mercosur fracasó. Hay países mirándose hacia adentro y un déficit de integración política, cultural y económica muy fuerte. Se ve un creciente nacionalismo y proteccionismo». Por último, el resultado electoral de Estados Unidos puede potenciar los liderazgos demagógicos. Si las frustraciones y el descontento social no se canalizan por una vía democrática e institucional, los liderazgos populistas se acentuarán en la región.

También se ha observado que algunos grupos de la población han sido más vulnerables a los efectos de la pandemia. En particular, muchos de estos estudios apuntan a una diferencia de género, señalando que es más possible que las mujeres presenten este tipo de síntomas. Una de las causas es que la pandemia ha tenido un impacto mayor en sectores económicos donde el empleo femenino es más prevalente, como los sectores de hospitalidad y retail. Esto llevó a mayores tasas de desempleo, caída de ingresos, y salida del mercado laboral para las mujeres, en relación a los hombres. Otra causa importante se relaciona con un aumento en el tiempo dedicado a tareas domésticas y de cuidado, asociadas a las cuarentenas y al cierre de escuelas, que recayeron en mayor medida en las mujeres.

Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas. Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos. El país debe también impulsar la transición verde a nivel mundial, tanto con la energía renovable como con el plan para expandir la producción de litio a través de alianzas público-privadas, que podrían contribuir a un mayor crecimiento en el futuro.

Pero esta disaster es diferente, los más favorecidos se han enriquecido aún más, y la lucha contra la pobreza retrocedió 15 años en Latinoamérica. Adicionalmente, la probabilidad de tener un nuevo diagnóstico (durante la pandemia) asociado a un problema de salud mental también es mayor para las mujeres, así como la probabilidad de seguir un tratamiento y el consumo de psicofármacos. Sin embargo, es importante recalcar que la utilización de servicios de salud en Chile es relativamente baja. Solamente el 5 por ciento de las mujeres y menos del three por ciento de los hombres que respondieron la encuesta reportaron haber tenido un diagnóstico o tratamiento asociados a un problema de salud mental.

Para analizar la situación actual desde la visión del trabajo social y sus diversas teorías, se consultó a la directora de la Escuela de Trabajo Social sede Chillán, Dra. Carmen Gloria Jarpa Arriagada y al jefe de carrera de Trabajo Social sede Concepción, Felipe Saravia Cortés. Por construcción, el IFE es de los beneficios que tiene un mayor impacto en reducir la tasa de pobreza, dado que los últimos seis aportes entregaban un valor equivalente al de la línea de la pobreza. Al mismo tiempo, el escenario simulado dota al 90% de los hogares de recursos, por lo que la pobreza extrema tiende a cero a pesar de que un hogar en dicha situación puede efectivamente no haber cobrado el beneficio por falta de información o de medios para postular.

Es más, la encuesta también muestra que sólo el 5,6% de los ingresos totales del 10% de hogares pobres viene del trabajo de sus integrantes (hasta 2017 era aproximadamente 40%), mientras que en el extremo opuesto los ingresos provenientes del trabajo cayeron muchísimo menos. Por ejemplo, en el 10% con mayores ingresos, bajaron sólo de 87 a 85,7% del monto whole recibido por esos hogares. La pandemia puso en evidencia de forma exacerbada, la creciente desigualdad en cuanto al acceso de educación, trabajo y salud que tienen las personas, desencadenando y agudizando una serie de crisis y conflictos sociales a nivel de latinoamericano. Como es de amplio conocimiento, el acceso a estos ámbitos, constituyen los pilares fundamentales del sistema de protección social. Sin embargo, se vieron fuertemente cuestionados por la ciudadanía, ya que en este actual escenario de crisis no consignaban como garantes de derecho, por el contrario, solo lograron poner en evidencia la creciente brecha de desigualdad social. Cambios de hábitos, de formas de relacionarnos, de modos de convivencia, todo ello en una sociedad que tiene en la base una desarrollada desconfianza.

Judith Butler Sobre El Covid-19: «la Desigualdad Social Y Económica Se Asegurará De Que El Virus Discrimine»

Pero no todo lo que interesa a la academia es útil para la política pública, menos de inmediato. La academia es, por definición, incompleta e incapaz de dar respuestas definitivas; y este trabajo no es una excepción. Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. De acuerdo a la información del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones de Aysén, Atacama, Los Ríos, Arica y Parinacota, y Magallanes, todas regiones donde los índices de desigualdad son iguales o superiores al promedio nacional. ¿Debiéramos sentirnos optimistas o pesimistas respecto del futuro del sistema capitalista?

A fines del siglo XX, esta vía de desarrollo ya no estaba al alcance de los países del mundo en desarrollo, que durante mucho tiempo fueron dominados y explotados por Occidente, cuya superioridad militar no toleraba nin­gún desafío. Mientras tanto, se desarrolló un Estado “autoritario” en China, un Estado que “dejaba en paz a los mercaderes ricos siempre que no supusieran una amenaza para él”. El comunismo, en esta perspecti­va, jugó el papel histórico de barrer con los arcaicos fundamentos económicos, mientras dejaba intacto al Estado autoritario y en posición de ser el partero en el nacimiento de una nueva forma de economía capita­lista. El Estado chino logró esto precisamente al vin­cular la incipiente empresa capitalista con las econo­mías capitalistas avanzadas de Occidente, desafiando a los teóricos de la dependencia de los años 60 y 70, quienes habían sostenido que el mundo en desarrollo seguiría dependiendo de las economías avanzadas, a menos que cortara sus vínculos para fomentar el desarrollo doméstico.

Las “zonas de ile­galidad” son, por lo tanto, una parte integral del siste­ma, a pesar de que la esencia de la burocracia consiste en vincular el comportamiento individual mediante reglas. Debe, sin embargo, mantener­se bajo management, para que no socave la legitimidad del sistema. Esto explica las espectaculares y periódicas represiones contra los funcionarios corruptos. Desde luego, el fuerte desarrollo de los países pobres y emergentes —y sobre todo de China— potencialmente es una poderosa fuerza de reducción de la desigualdad en todo el mundo, a semejanza del crecimiento de los países ricos durante los Treinta Gloriosos. Es necesario comprender que la pobreza, no es una cuestión absoluta, numérica, tampoco es una especie de ratio de autonomía, sino que es cuestión esencialmente relativa, responde a la pregunta de en qué medida cada persona participa de la sociedad a la que pertenece.

Existe un interesante debate académico a nivel global en torno a la evolución de la desigualdad durante las últimas décadas. Hasta hace poco se había instalado la convicción de había aumentado fuertemente en Estados Unidos desde 1960, este hecho generó no sólo acciones de política pública, sino que también cuestionamientos respecto de la sostenibilidad de largo plazo del sistema capitalista. Se puntualizó que un sistema que conduce a una concentración cada vez mayor de los recursos no sería viable socialmente de manera indefinida. Habría que salvar al capitalismo de los capitalistas para evitar que el malestar social con el sistema echara todo por la borda.

A un grupo importante, mayoritario de personas, el capitalismo les ofrece una sensación ilusoria de que están avanzando, están mejorando su nivel de vida, pero a las que en el fondo mantiene en el mismo nivel de desigualdad, a partir de cambios macrosociales sobre los cuales las personas no tienen ningún management. Es cierto que las nuevas “clases medias”, en el sentido más amplio del término, depositan su esperanza en la promoción y mejoramiento de sus situación a través del esfuerzo y la agencia individual,  pero este sueño hace sentido sólo en un contexto sociocultural que ha compartimentalizado la experiencia en casilleros individuales, sin conexión entre sí. Desde esta perspectiva estrictamente individual ensayo sobre pobreza y desigualdad, las personas terminan siendo “rehenes del capitalismo”, en una situación donde la única alternativa posible es tratar de medrar por cuenta propia, a veces a sabiendas que este esfuerzo puede resultar a la larga fútil. Esa política pública habría establecido la solidaridad con otros países comprometidos con la atención médica common y, por lo tanto, habría establecido una política transnacional de atención médica comprometida con la realización de los ideales de igualdad.

Hasta hace algunas décadas, en la medida en que los hombres contaban con mayores recursos, era menos probable que sus esposas trabajaran y tuvieran sus propios ingresos. Actualmente, en un contexto donde las tasas de titulación de mujeres superan a las de varones, lo común es que tanto el hombre como la mujer tengan un trabajo en los hogares más prósperos. Y los emparejamientos, siguiendo la lógica de selección por similitud, suelen darse entre personas de un mismo nivel educacional y de ingresos. Es decir, los hombres educados y ricos, que antes por lo basic eran la única fuente de ingresos de sus hogares, se casan hoy con mujeres igualmente educadas y ricas. El impacto en la aceleración de las desigualdades del emparejamiento selectivo es evidente.

Sería absurdo no preguntárselo y suponer por principio que a largo plazo el desarrollo se “equilibra” naturalmente. Al igual que los autores anteriores, Marx pasó totalmente por alto la posibilidad de un progreso técnico duradero y de un crecimiento continuo de la productividad, una fuerza que, como veremos, permite equilibrar —en cierta medida— el proceso de acumulación y de creciente concentración del capital privado. Cuando en 1798 el reverendo Malthus publicó su famoso Ensayo, fue aún más radical en sus conclusiones. Al igual que su compatriota, estaba muy preocupado por las noticias políticas que llegaban de Francia, y consideraba que para asegurarse de que semejantes excesos no se extendieran un día al Reino Unido era urgente suprimir todo el sistema de asistencia a los pobres y controlar severamente su natalidad, a falta de lo cual el mundo entero caería en sobrepoblación, caos y miseria. Es ciertamente imposible entender las excesivamente sombrías previsiones malthusianas sin tomar en cuenta el miedo que abrumaba a una buena parte de las élites europeas en la década de 1790.

Aportar al conocimiento y reflexión sobre la desigualdad fue el propósito del seminario organizado por la carrera de Trabajo Social de la UCSC. Una actividad que contó con la participación de la académica de la Universidad de Chile, Paula Vidal, y del Jefe del Departamento de Ciencias Sociales de la Casa de Estudios, Marco Rojas. Sin embargo, la Ley establece que los cambios por satisfacción, es decir, si no te gustó un producto, son opcionales de cada marca. Para brindarte una mejor experiencia de compra, Antártica cuenta con esta garantía voluntaria (además de la garantía legal) llamada Garantía de Satisfacción, con la que puedes cambiar o solicitar la devolución de un pedido en los plazos indicados más abajo, siempre que se cumplan los requisitos de satisfacción garantizada.

el capitalismo y la desigualdad

“En la práctica, el acceso a bienes materiales y simbólicos se encuentra condicionado por estas distinciones categoriales y mecanismos de cierre social. La construcción categorial es un campo de disputa, donde lo que está en juego es la posibilidad de ajustarse a una categoría u otra”, sostuvo Rojas. De igual modo, señaló que las categorías sociales reconocidas por los sujetos en la cotidianeidad responden a criterios múltiples y son jerárquicamente organizados.

Se observa mayor desigualdad en Estados Unidos y el Reino Unido, pero no en Australia. Y esta responde a un mayor premio al trabajo calificado, no a retornos excesivos al capital heredado. En Chile, por ejemplo, un artículo de Harald Beyer publicado en el Centro de Estudios Públicos, que utiliza la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE, encuentra una caída significativa en nuestra desigualdad de ingresos entre 2010 y 2013, confirmando avances que se registran desde 2001. Entonces, para salvar al capitalismo del capitalismo, Piketty recomienda un impuesto anual progresivo y global sobre la riqueza. En estos párrafos, se busca hacer una descomposición un poco más profunda de evidencia nacional sobre desigualdad para entregar perspectivas acerca de la concentración de ingresos, su dimensión territorial y su eventual rol en el conflicto social. ¿Acaso el mundo de 2050 o de 2100 será poseído por los traders, los súper ejecutivos y los poseedores de fortunas importantes, o bien por los países petroleros, o incluso por el Banco de China, o quizá lo sea por los paraísos fiscales que resguarden de una u otra manera al conjunto de esos actores?

Según Kuznets, a una fase de crecimiento natural de la desigualdad característica de las primeras etapas de la industrialización — y que en los Estados Unidos correspondería grosso modo al siglo xix —, seguiría una fase de fuerte disminución de la desigualdad, que en los Estados Unidos se habría iniciado durante la primera mitad del siglo xx. Como se señaló al comienzo cabe destacar la pérdida que han experimentado los estados nacionales en su capacidad de definir los términos en que afecta la pobreza de la “austeridad” la que viene determinada por la Troika e influida directamente por grandes potencias como Alemania y Estados Unidos y, en cierto grado, el Reino Unido que han re-estrenado el antiguo modelo del “Protectorado” en la Europa periférica. Es evidente que la prioridad está en proteger los intereses de los bancos de los países acreedores más que el empleo, la producción y los beneficios sociales de la población de los países aplicando las políticas de “austeridad”.

En su grueso volumen publicado en 1953, Kuznets analizó sus series de manera detallada y advirtió al lector del riesgo de cualquier generalización apresurada. Pero en diciembre de 1954, en el marco de la conferencia que dictó como presidente de la American Economic Association reunida en un congreso en Detroit, optó por proponer a sus colegas una interpretación mucho más optimista de los resultados de su libro de 1953. Esta conferencia, publicada en 1955 bajo el título “Crecimiento económico y desigualdad de ingresos” es la que daría origen a la teoría de la “curva de Kuznets”. Según esta teoría, la desigualdad en cualquier lugar estaría destinada a seguir una “curva en forma de campana” —es decir, primero crecería y luego decrecería— a lo largo del proceso de industrialización y de desarrollo económico.