Se ha demostrado (PNUD, 2017) cómo estos grupos tienen trayectorias de vida, escolares, universitarias, laborales, sociales y políticas de desventaja en relación a la población que representa la cultura dominante y, en explicit, la élite (PNUD, 2017; Hofflinger & Nahuelan, 2021). La no consideración de estas realidades en el espacio pedagógico, podría considerarse una producción activa de ausencias (De Soussa, 2013), que no hace sino reproducir y perpetuar las desigualdades existentes. Desde la perspectiva de justicia social y el aporte del reconocimiento (Honneth, 1997), es necesario entender la desigualdad dentro de un marco unificador de asuntos materiales y culturales, que incluye formas de menosprecio y exclusión en un amplio sentido.
Promoviendo activamente la diversidad y la inclusión, Chile puede aprovechar el enorme potencial de su diversa población. Las reformas constitucionales, las iniciativas de restitución de tierras y la inclusión de las perspectivas indígenas en los procesos de toma de decisiones pretenden abordar las injusticias históricas y la discriminación sistémica a las que se enfrentan estas comunidades. Mediante el fomento del diálogo, el respeto y la inclusión, Chile busca promover la equidad y preservar el rico patrimonio cultural de sus poblaciones indígenas. Chile ha implementado reformas económicas y programas sociales para reducir la desigualdad de ingresos. Estas medidas incluyen impuestos progresivos, ajustes del salario mínimo y programas de asistencia social dirigidos a proporcionar una pink de seguridad a las poblaciones vulnerables. Mediante la redistribución de la riqueza y los recursos, estas iniciativas pretenden abordar las marcadas disparidades de ingresos y promover una sociedad más equitativa.
Los ejemplos típicos corresponden a estereotipos en los que se da por hecho que las personas con discapacidad no están sanas, que tienen mala calidad de vida, etc. Examinando los factores clave que contribuyen a las disparidades sociales y destacando las iniciativas destinadas a promover la equidad, obtenemos valiosos conocimientos sobre el camino que Chile está tomando hacia una sociedad más justa e inclusiva. Las tensiones que existen en torno a las relaciones de género se mencionan solo en dos instituciones (In1 e In2) reconociendo las discriminaciones, sesgos, estereotipos y sexismo.
Sin embargo, la mayor posibilidad de acceder a las instituciones de educación superior no ha logrado romper con la desigualdad ni tampoco ha permitido una mayor diversidad cultural. Ahora bien, como se señalaba al principio del apartado, el concepto de inclusión está en proceso de debate epistemológico, pues “la transición a la educación inclusiva no es un mero cambio técnico u organizativo, es una evolución en un sentido filosófico bien definido” (unesco, 2018b, p. 18). De hecho, es necesario enfrentar la paradoja que el mismo concepto de inclusión alude a discriminación, pues sugiere un sujeto excluido por otro, que ahora desea incluir. Por tanto, implícitamente, se está refiriendo a una exclusión ya sea de tipo racial, espacial, territorial, educativa, entre otras, pero que segrega y se refleja en diferentes ámbitos de la vida social y en definitiva marca una manera de estar con el otro y de convivir. De esta forma, la educación superior ha experimentado una expansión considerable, debido a las exigencias y presiones de actores sociales que antaño, no tenían acceso.
En un mundo cada vez más consciente de la importancia del medio ambiente y de cómo nuestras acciones impactan en el planeta, es crucial entender la relación entre la exclusión social y el medio ambiente. Este artículo explorará cómo el acceso desigual a recursos naturales y el impacto ambiental afectan a las comunidades más vulnerables, y cómo programas de sostenibilidad inclusiva pueden marcar la diferencia. Prepárate para sumergirte en un tema vital que combina ecología, justicia social y desarrollo sustentable. La misión del SENADIS es promover el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, fomentando su inclusión social y contribuyendo al pleno disfrute de sus derechos.
Trata de abordar las causas profundas de las disparidades sociales y proporcionar recursos específicos a quienes más los necesitan. Al dar prioridad a la equidad, Chile pretende crear una sociedad en la que todas las personas tengan las mismas oportunidades de triunfar, independientemente de sus antecedentes o circunstancias. La educación desempeña un papel fundamental en la configuración de las perspectivas de futuro de una persona. El origen socioeconómico determina a es una organización menudo la calidad de la educación que recibe una persona, lo que conduce a una desigualdad de oportunidades para progresar. El acceso limitado a una educación de calidad exacerba las disparidades sociales existentes, obstaculizando la movilidad social y perpetuando la desigualdad sistémica. Estos grupos tienen como objetivo crear redes de apoyo entre sus miembros, así como promover la sensibilización y el diálogo sobre temas de multiculturalidad y pertenencia dentro de la organización.
A esto se agrega que, en el mercado laboral, la inequidad es ostensiblemente desventajosa para el segmento femenino con respecto a las remuneraciones y el acceso a puestos estratégicos (casen, 2015). Lograr la equidad requiere la colaboración y la solidaridad entre los distintos segmentos de la sociedad. Las organizaciones de la sociedad civil, las entidades gubernamentales, las empresas y los individuos deben unirse para abogar por el cambio, compartir recursos y abordar colectivamente las disparidades sociales.
Son las que enfrentan personas cuya discapacidad se relaciona con la audición, el habla, la lectura, la escritura o el entendimiento, y que, por lo tanto, utilizan mecanismos alternativos para comunicarse. Estas barreras se pueden dar a diario, tanto en los medios de comunicación como en las relaciones sociales, y se manifiestan en letras ilegibles, sonidos inaudibles, ausencia de subtítulos o frases extremadamente largas y complejas de leer. Esta clasificación considera la discapacidad como un término genérico que engloba las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones para la participación. Aquella que teniendo una o más deficiencias físicas, mentales, sea por causa psíquica o intelectual, o sensoriales, de carácter temporal o permanente, al interactuar con diversas barreras presentes en el entorno, ve impedida o restringida su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
Factores como la brecha salarial de género, y la interrupción en la carrera laboral debido muchas veces por asumir las responsabilidades de cuidado no remuneradas han creado un escenario en el cual las mujeres enfrentan considerables obstáculos para alcanzar una jubilación segura y digna. En este sentido, el enfoque debe cambiar hacia la construcción de diversidad en el equipo interno de talentos ya que esta perspectiva fomenta una competencia igualitaria en todos los niveles, impulsando una cultura de inclusión genuina. Son las condiciones sociales en las cuales las personas nacen, crecen, viven, aprenden, trabajan y envejecen. Estas pueden generar barreras para las personas con discapacidad principalmente por la vinculación que existe entre discapacidad y pobreza. Los factores contextuales (ambientales y personales) interactúan constantemente con las personas con discapacidad física. Por esto, el contexto es un determinante clave para definir la discapacidad, ya que puede actuar ya sea como facilitador o bien como barrera para la realización de las actividades de la vida diaria y la participación de la persona en diferentes escenarios.
Estos documentos curriculares contienen un conocimiento oficial seleccionado y organizado que plasma la mirada de la cultura dominante, en términos de clase, género, etnia, nación, entre otras categorías (Apple, 2018). Por lo mismo, interesa conocer cómo los grupos que han estado históricamente en posición de desigualdad y han sido deslegitimados por la cultura dominante se mencionan en las áreas de conocimiento seleccionadas, que se evalúan fundamentales y pertinentes para la formación de un futuro pedagogo en el nivel de educación básica. Asimismo, se busca comprender cuál es la finalidad y el sentido de nombrar y considerar a estos grupos, distintos a la cultura hegemónica, en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Lo anterior, requiere hacer ejercicios ciudadanos de empoderamiento, de transformaciones estructurales y de cambios profundos en la forma de entender el mundo. Considerando todos estos elementos señalados y otros emergentes, es que la educación superior necesita transitar hacia un concepto de inclusión integral, para la cual es necesario el apoyo de la política pública y la gestión institucional.
La incorporación auténtica de otras culturas en el currículum no se promueve en la formación inicial docente, como tampoco una mirada estructural de las posibles desigualdades en cuanto a los capitales culturales con que cuentan las y los estudiantes. Estas formas de desigualdad permiten distinguir y analizar exclusiones, invisibilizaciones o menosprecios que pueden experimentar estudiantes por el sistema educativo. Por ejemplo, en el caso de las desigualdades socioeconómicas, Chile constituye uno de los países más segregados del mundo en la provisión de educación (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), 2016 en Barrera et al., 2021). Los colegios de élite, que representan el 8% de la matrícula (MINEDUC, 2018 en Barrera et al., 2021) tienen acceso a la mayor cantidad de recursos, y serían los más selectivos y exclusivos.
En la In1, está mencionada en dos cursos; en la In2, en un curso; en la In3, en siete cursos; en la In4, en dos cursos; en la In5, en un curso; y en la In6, en veinticuatro cursos. Se trabajó con datos secundarios, programas de cursos de la carrera de Pedagogía de Educación Básica, que fueron solicitados a las y los jefes de carrera de cada universidad vía correo electrónico. el coste de la desigualdad pdf Estos documentos curriculares no son de acceso público, por lo que se necesitó de la autorización de distintas instancias institucionales para su uso. La reforma de pensiones debe considerar estas diferencias en la esperanza de vida al diseñar políticas que aseguren una jubilación segura y confortable para todas las mujeres, independientemente de cuánto tiempo vivan.