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Cifras Y Estudios Que Avalan La Desigualdad Hacia La Mujer

Las y los invitamos a conocer los indicadores de participación de mujeres en las organizaciones, en la gerencia de primera línea y en el directorio, y las brechas salariales que las empresas reportan a la CMF. Avanzar hacia mayores niveles de igualdad al interior de las empresas públicas y privadas, y fomentar la autonomía económica de las mujeres son tareas que requieren del trabajo articulado y colaborativo del Estado, el sector privado y la sociedad civil. La autonomía económica de las mujeres es uno de los principales motores para avanzar en la reducción de la desigualdad. Aumentar la participación laboral, promover el trabajo decente, asegurar la igualdad salarial y generar las condiciones para que ellas asuman roles de liderazgo son tareas ineludibles en la búsqueda de esa autonomía.

Sin embargo, en las gerencias de primera línea, el resto de las empresas presenta una participación más alta de mujeres que las empresas IPSA. El último informe de ONU Mujeres From Insights to Action, publicado recientemente, revela que la pandemia sumirá a ninety six millones de personas en la pobreza extrema en el 2021, de las cuales forty seven millones son mujeres y niñas. Como consecuencia, el número complete desigualdad de genero en la economia de mujeres y niñas que viven menos de dos dólares diarios ascenderá a 435 millones. • Las mujeres tienen una esperanza de vida mayor a la de los hombres; en 2023, este fue de 84,1 para ellas y de seventy eight,7 años para ellos. Diferentes patrones de segregación de género y diferencia salarial entre hombres y mujeres en la hostelería.

En la sección siguiente estimaremos la estabilidad de estas asociaciones bajo la influencia simultánea de predictores y controles sociodemográficos, mediante modelos de regresión. En esta fase del análisis descriptivo entregamos antecedentes respecto de la asociación de cada una de las variables independientes con cada una de las variables dependientes, información que resumimos en la Tabla four desigualdad economica pdf. El muestreo fue probabilístico por conglomerados, en primer lugar, por regiones del país y, en segundo lugar, según zona urbana y rural.

El galardón consiste en un diploma, una medalla recordatoria y un monto de dinero que es aportado por la comunidad médica. En esta ocasión, el jurado del Premio estuvo conformado por el Dr. Eghon Guzmán, Past President de la Asociación de Sociedades Científicas Médicas de Chile (ASOCIMED); el Dr. Rodolfo Armas, Past President de la Academia Chilena de Medicina; el Dr. Patricio Meza, presidente del Colegio Médico de Chile; la Dra. Patricia Muñoz, Past President de la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMECH); el Dr. Carlos Tapia, presidente de la Sociedad Chilena de Otorrinolaringología (SOCHIORL); el Dr. Julio Urrutia, Past President de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología (SCHOT); y el Dr. Vicente Valdivieso, Premio Nacional de Medicina 2020. Asimismo, las universidades creadoras de la plataforma organizan conversatorios, charlas y webinar sobre brecha salarial de género, y publican entrevistas relativas a este tema para orientar a las personas y entregarles información detallada sobre lo que ocurre en Chile y en otros países. En este escenario, la situación de las mujeres en el mundo del trabajo y de la igualdad de género requiere nuestra especial atención.

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Tras 10 meses de debate legislativo, el proyecto de ley fue aprobado por la unanimidad de la Cámara de Diputados el 28 de enero de 2015. La nueva ley fue promulgada por la Presidenta, el eight de marzo de ese mismo año y publicada el 20 de marzo en el Diario Oficial. En junio de 2016 se cumplió el plazo para su puesta en marcha, luego de que se generaran los decretos y procesos administrativos necesarios.

Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible. En explicit, y con el fin de eliminar las barreras de género, promovemos los derechos educativos desde la igualdad de oportunidades y contribuimos a crear entornos educativos en que prima la equidad (ODS 5), estableciendo acciones concretas para subsanar posibles desventajas. Existe una distancia inabordable entre las oportunidades educativas que se brinda en instituciones privadas y la realidad de las escuelas públicas. El acceso a educación de calidad y el entorno crean diferencias desde el primer día de clases, que pueden persistir toda la vida de una persona, “marcando” socialmente a cada niña o niño afectando los conocimientos, relaciones sociales, el lenguaje, el desarrollo de habilidades y oportunidades, que se traducirán en empleabilidad, éxito profesional y movilidad social. Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura actual, pero no son imposibles de reducir y de desarticular. Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y al nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa).

Sin realizar un juicio de valor respecto de estos resultados, lo que requeriría un estudio profundo de las causas de las desigualdades en Chile, se puede observar una tendencia hacia un solo factor causante de las disparidades económicas, es decir, a las variaciones en el contexto social en que se encuentran las personas que residen en el país. Además, en ninguna de las acciones públicas analizadas se encontró alguna referencia a la distribución de los recursos dentro de las familias, que de acuerdo a Sen (2000), son la unidad básica a considerar en cuanto a la repartición de los ingresos, desde el punto de vista de cómo se utilizan. Si bien su trabajo está centrado en Estados Unidos, sus estudios también son pertinentes en América Latina, donde las mujeres viven en condiciones incluso más graves de vulne- rabilidad. A partir de la pandemia hubo una notable disminución de la participación de las mujeres en el mercado laboral, equivalente a un retroceso de más de diez años. Al observar las cifras de 2022, la tasa de participación laboral de las mujeres en la región fue de 52% y la de los hombres de 74%, es decir, una de cada dos mujeres en edad de trabajar no participó del mercado laboral. Esto se debe a que las mujeres asumen responsabilidades de cuidado doméstico, lo que actúa como una barrera estructural para su autonomía económica.

Los miembros del Consejo deben durar hasta cuatro años en sus cargos mientras cuenten con la confianza de la Ministra. El ejercicio del cargo de consejero o consejera será ad honorem e incompatible con cualquier cargo directivo de organizaciones o asociaciones relacionadas con las atribuciones y funciones del Ministerio. Los costos de una sociedad desigualdad, discriminadora, castigadora de las diferencias y asimétrica fueron parte de las temáticas planteadas en la charla y también en las dinámicas de trabajo grupal que forman parte de las presentaciones de Poblete. El objetivo del conferencista fue recoger la opinión de quienes asistieron al encuentro y dar cuenta de las coincidencias y también de las diferencias respecto de la necesidad de generar conciencia y educación transversalmente en las distintas esferas de la vida de una persona.

Así, por la falta de un documento disponible que establezca una política pública en materia migratoria internacional ( De las Heras, 2016 ), y considerando que los documentos propuestos en el informe son de carácter privado, no es posible evaluarlos y, por lo tanto, no serán incluidos en esta investigación. No obstante, del whole de las veintiocho acciones públicas incluidas en el informe, esta es la única cuyos documentos no son de acceso público. Esta implica el punto de partida sobre el cual las circunstancias particulares de una persona o población limitan de una u otra forma la libertad que poseen de elegir o de alcanzar ciertos objetivos ( Roemer, 1998 a; Kanbur & Wagstaff, 2014; Alfonso et al., 2015; Stiglitz & Doyle, 2015). Aquí, las coyunturas individuales definen, en parte, el alcance de lograr ciertos objetivos propuestos, como, por ejemplo, el género, contexto acquainted, acceso a la salud, a la educación, entre otros. Es decir, que si existiera igualdad de oportunidades para todos los individuos o países, el resultado de sus metas dependería únicamente del esfuerzo ejercido para lograrlas ( Roemer, 1998 b; Kanbur & Wagstaff, 2014; Atkinson, 2015).

Y si bien es urgente concretar reformas estructurales, como la Sala Cuna Universal y favorecer cambios culturales aún pendientes, es clave sobre todo favorecer una rápida reactivación económica que genere las condiciones para que las mujeres que se vieron forzadas a dejar sus empleos puedan reincorporarse a la fuerza de trabajo. En la sección anterior presentamos nuestra última visión de los progresos realizados hacia la igualdad de género en el trabajo en los países de la OCDE, medida por nuestro Índice de Mujeres en el Trabajo. Para los lectores familiarizados con los informes del Índice de Mujeres en el Trabajo de PwC de años anteriores, es poco possible que los resultados de este año sean una sorpresa. Los últimos datos no hacen sino reforzar nuestra opinión de que el progreso hacia la paridad de género en el trabajo es demasiado lento. Al analizar los datos ligados a los hombres, se registra un menor crecimiento de la tasa de participación laboral, con un crecimiento anual de 2,1 puntos a nivel mundial y de 0,8 en Chile.

Como forma de aislar el comportamiento de la parte variable de las remuneraciones asociadas a los rendimientos de cada una de las personas, se analizarán las remuneraciones extraordinarias, las cuales, por convención en la disciplina contable dedicada al cálculo de los sueldos, solo tiende a considerar la fracción estable de las remuneraciones para determinar su monto. En este sentido, el pago por horas extraordinarias entre los sexos (gráfico 9) muestra que existe un desmedro para el caso de las mujeres con respecto al promedio de un -5,5%, lo que en comparación con los hombres alcanza un -7,3%. Sin embargo, al contrastar estos resultados con la cantidad de horas extras en promedio realizadas (gráfico 10), se obtiene que las mujeres trabajan un 30,1% menos que los hombres y un -20,3% respecto del promedio. Desde el punto de vista organizacional, Penner; Toro-Tulla y Huffman (2012) estudiaron la forma en que las empresas determinan las recompensas salariales entre hombres y mujeres. Para ello analizaron el comportamiento y resultado de la gestión de los gerentes de la industria de las golosinas de los Estados Unidos, no pudiendo encontrar evidencia para sostener la existencia de una discriminación arbitraria en el establecimiento de las políticas de retribución del personal.

En el caso de Chile, la puntuación fue de 77,5, por sobre al promedio mundial y de la región Latinoamericana de sixty nine,1. Este programa ofrece talleres interactivos para jóvenes y mujeres utilizando una metodología participativa. A través de videoconferencias accederás a distintos contenidos sobre género, sexualidad, maternidad, autocuidado, toma de decisiones, corresponsabilidad, autoestima, proyecto de vida, etc según el ciclo de vida en el cual te encuentres.

Cifras Y Estudios Que Avalan La Desigualdad Hacia La Mujer

El banco de datos se forma a través de 44 preguntas sobre las leyes, trabajo que es apoyado por más de 3.000 abogados de a hundred ninety países. Datos que ofrecen puntos de referencia objetivos y medibles para analizar el avance a nivel mundial hacia la igualdad de género. Chile, Colombia, México y Perú han logrado importantes adelantos en la participación de la mujer en la toma de decisiones, los años de escolaridad de las niñas, el ingreso de la mujer al mercado laboral y la protección social para las familias. Sin embargo, la desigualdad económica se mantiene alta en toda la región, y esta desigualdad tiene un efecto especialmente duro en las mujeres, sobre todo, en las pertenecientes al ámbito rural, con bajos ingresos y menor nivel educativo. Sin duda los factores son múltiples, pero la desigual distribución de las tareas familiares juega un rol basic.

Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros. Esto no se expresa solo en términos de ingreso y riqueza, sino también en educación y salud; trato social y dignidad; seguridad económica y física, además de poder y capacidad de influencia sobre las decisiones públicas. ‘Nosotras sostenemos que mejorar la situación de las mujeres en cuanto al acceso a energía de calidad, incide directa e indirectamente en otros segmentos de la población (por ejemplo, en sus dependientes)’, agregó.

Sin embargo, aún hay grandes diferencias en la participación de ambos sexos en la fuerza laboral asalariada. La brecha de género en la participación en la fuerza laboral en Chile es de cerca de 22 puntos porcentuales, que aunque está por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (25), se sitúa por encima del promedio de la OCDE (17). Estas brechas de género tienden a ser menores en las zonas urbanas que en las rurales en toda América Latina. Difícilmente podremos avanzar en cerrar las brechas económicas si no ocurre un cambio en la forma en que valoramos y distribuimos las tareas al interior de la familia. La encuesta CEP 2022 muestra que todavía sobre el 50% considera que un niño en edad preescolar sufre si su madre trabaja y que la vida familiar se resiente cuando la mujer trabaja tiempo completo, opinión compartida tanto por hombres como por mujeres.

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En el caso de cuidado a menores entre 0 y 2 años, podrá hacerlo quien tenga la patria potestad (y los gastos de sala cuna no estén cubiertos por el empleador). Mientras que, en el caso del cuidado a personas con discapacidad severa o profunda, la persona que tenga esa responsabilidad. Según el texto de la reforma tributaria, serán deducibles los gastos por cuidados a personas con dependencia (discapacidad severa o profunda) y a niños y niñas entre 0 y 2 años.

Ambas expertas coinciden en que la disaster de los cuidados debe ser uno de los aspectos centrales a ser abordado en el proceso constituyente. Pero antes de eso y en basic, el Estado debe cumplir con los compromisos que ya ha adquirido en materia de género y es a eso a lo que apuntan las directrices de ONU. Para la investigadora de Fundación SOL el tema de los cuidados debe tener una respuesta integral de parte del Estado, ya que es necesario que la sociedad completa comprenda que ninguna actividad económica es posible sin que existan quienes se dediquen a hacerse cargo de los más jóvenes y los más ancianos integrantes de nuestra comunidad. Esta realidad que no se refleja en las estadísticas de desempleo porque los criterios que se utilizan excluyen de forma exagerada a las mujeres.

«Urge más que nunca acelerar los esfuerzos para reformar las leyes y promulgar políticas públicas que empoderen a las mujeres para que puedan trabajar, crear empresas y hacerlas crecer”, planteó la autora principal del informe, Tea Trumbic. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas.

Consiste en una medida indirecta de percepción de desigualdad basada en respuestas sobre los salarios que se cree que obtienen ciertas ocupaciones. En concreto, se pregunta respecto del salario que el encuestado cree que obtiene alguien en una ocupación de alto estatus y alguien en una ocupación de bajo estatus. En base a estas dos magnitudes se calcula una proporción denominada brecha salarial percibida, dando como resultado una variable que puede ser considerada continua.

La brecha de género no es un problema exclusivo de las mujeres, sino que afecta a toda la sociedad y su solución es tareas de todos. Por su parte, la especialista en salarios y tiempo de trabajo OIT, Sonia Gontero, recordó otra medida que ayudaría a equilibrar la disparidad de sueldo entre hombres y mujeres, y que apunta a transparentar la remuneración en las ofertas de trabajo, proyecto de ley que se encuentra en tramitación en la Cámara de Diputados desde 2022. “Ayuda tanto a hombres como a mujeres a negociar sus salarios y a enfrentarse a entrevistas de trabajo sabiendo exactamente cuál es el salario que se paga por dicho puesto. Aquí creo que es muy importante que haya mujeres involucradas en los liderazgos, y en el proceso de toma de decisión de estas políticas, para incorporar la perspectiva de género en el diseño de políticas, es importante la voz de las mujeres”, explicó Gontero. Explicó que la mitad de las mujeres participan en la fuerza laboral mundial y, en el caso de los hombres, es de tres cuartos. Aumentar la participación económica de las mujeres es clave para amplificar sus voces y configurar las decisiones que las afectan de manera directa.

Desde la academia, uno de los factores que contribuye a esta desigualdad es el impacto negativo ocasionado por la maternidad, fenómeno conocido como “multa por hijo o hija”, que fue el objeto del más reciente estudio del subdirector del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), Dante Contreras junto a los investigadores, Pablo Muñoz y Cristóbal Otero. Si bien el principal issue de desigualdad de género es la brecha salarial, existen otras aristas en las que las mujeres se ven perjudicadas respecto a los hombres. Particularmente en Chile, desigualdad de hecho el acceso a la energía es mucho más limitado para el género femenino que para el masculino, y la investigación ¿La pobreza energética tiene cara de mujer en Chile? La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo.

El Programa para una Cobertura de Salud Primaria Universal y Resiliente mejorará el acceso de la población a servicios sanitarios de calidad, a través de innovadoras medidas orientadas a incrementar la accesibilidad, resiliencia y eficiencia de la atención primaria, que contribuyan a consolidarla como base del sistema de prestación de servicios de salud. Los Estados Partes que aceptaron las normas de la Convención deben convertir estas normas en una realidad para todas las niñas y niños en sus respectivos ordenamientos jurídicos de manera que no puedan contravenir o impedir el disfrute de estos derechos. Los gobiernos de manera periódica deben presentar informes sobre los progresos en el cumplimiento de todos los derechos. Para la efectividad de su cumplimiento, los derechos que no pueden ser cedidos en favor de otro/a, son de carácter universal, ya que aplica para todos los niños y niñas, son indivisibles, ya que no puede solo aplicarse unos derechos y otros no, y no hay un derecho que sea más importante que el otro.

En Chile, para combatir la violencia económica, el gobierno implementó el año pasado el Registro Nacional de Deudores, un mecanismo para el pago efectivo de deudas de pensiones de alimentos, que ha permitido el pago de 162 mil millones en deudas por fondos de AFP, beneficiando a más de 50 mil familias. Así, la igualdad de género forma parte también de la “Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo” de 2019, adoptada por representantes de gobiernos y de organizaciones de empleadores y de trabajadores. Allí se exhorta a los 187 Estados Miembros de la OIT al “logro efectivo de la igualdad de género en materia de oportunidades y de trato”. Además, junto al Ministerio de Economía, Fomento y Turismo y el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, en 2022 presentamos al Congreso el proyecto de ley “Más Mujeres en Directorios”, que busca aumentar gradualmente su participación en las mesas directivas de empresas abiertas y especiales. Esta iniciativa, además, pretende asegurar la representación de sus voces y experiencias en la toma de decisiones, que no son sólo necesarias sino también beneficiosas para las firmas y las personas que trabajan en ellas.

No se trata de que se hayan dado vuelta las estadísticas y que antes las mujeres hayan gozado de una mejor situación sino que la disaster actual ha agudizado lo que ya period un gran problema. En febrero, el Centro de Estudios de PRODEMU aplicó a 1.366 mujeres la encuesta nacional “Mujer y vida diaria 2020”, la que demostró que el aspecto económico es un elemento muy deficitario para ellas y su entorno acquainted, siendo la razón principal por la cual las mujeres entre 31 y 60 años necesitan apoyo externo. «Las inequidades de género no atañen solo a las mujeres y debemos abordarlas como sociedad, resguardando en lo posible los principios de la meritocracia. Las políticas desigualdad de economica públicas deben estar orientadas a eliminar las barreras que impiden el desarrollo de las mujeres en los distintos ámbito». Por otra parte, se observan brechas en el ingreso mensual de la ocupación principal en las distintas ramas de la actividad económica. De esta forma, prevalece un diferencial en el ingreso laboral en el Comercio (-35,1%), Industria Manufacturera (-32,1%), Enseñanza (-29,3%) y Salud (-36,5%). En el caso de la Construcción, se observa una brecha a favor de las mujeres de un 24,5%, lo que se explica por la composición del empleo en dicha rama, debido a que las pocas mujeres que se insertan en el sector lo tienden a hacer en empleos de alta calificación y mejor remunerados.

Por otra parte, el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una nueva resolución que compromete a los 193 miembros de esta organización a trabajar en un programa de 17 objetivos, llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Entre estos objetivos se encuentra el número 10, sobre “Reducir las desigualdades en los países y entre ellos” (Naciones Unidas, 2018). Chile adoptó esta agenda y, actualmente, se encuentra implementando sus 17 objetivos en sus diferentes partidas públicas, con el fin de alcanzar las metas que ahí se establecen (Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, 2017a). Según la jefa del Departamento de Equidad de Género y Diversidad del IPVG, Camila Inostroza, “los cambios que está experimentado Chile son positivos, en términos de brecha de género, pero es importante comprenderlos en su contexto.