En segundo lugar, las normas de igualdad y no discriminación también requieren que los Estados redistribuyan recursos para reducir las disparidades en los resultados de derechos humanos y garantizar una igualdad sustantiva para los grupos que enfrentan discriminación de género, racial o de otro tipo, incluso en el ámbito económico. Puede ser que las normas de derechos humanos no se refieran expresamente a la desigualdad económica, pero tienen mucho que decir acerca de las políticas y las prácticas que dan lugar a la misma. Adaptar metodologías para la medición, el seguimiento y la movilización Varios colaboradores en este debate se preguntan si la comunidad de derechos humanos está preparada para desempeñar este papel. Moyn, por ejemplo, cuestiona si la promoción de los cambios en las políticas necesarios para reducir la desigualdad se presta para la movilización de derechos humanos. Pero como sostiene Jiménez, la colaboración interdisciplinaria puede ayudar a reunir evidencias y a desarrollar un argumento eficaz a favor de alternativas políticas que aumenten la igualdad. El CESR, por ejemplo, se ha aliado con ONG de desarrollo y con promotores de la justicia tributaria para exponer las injusticias fiscales que alimentan la desigualdad y llamar a cuentas a los gobiernos, así como para proponer indicadores de desigualdad centrados en los derechos humanos conforme a los ODS.
Bachelet hizo hincapié en los altos y persistentes niveles de desigualdad, discriminación e inseguridad guatemaltecos y saludó el compromiso de las nuevas autoridades de mejorar las condiciones de vida de la población. Con respecto a Brasil, Bachelet se refirió a los ataques contra defensores de derechos humanos, que incluyen asesinatos selectivos de líderes indígenas, explicando que los crímenes ocurren en un entorno de retrocesos de políticas de protección del medio ambiente y de los derechos de los pueblos indígenas. Recordó que su Oficina ha emitido para los Gobiernos y la sociedad civil de ambos países una serie de recomendaciones para que tomen un rumbo guiado por el respeto de los derechos humanos. Paralelamente, los niños siguen representando una proporción significativa (alrededor de la mitad) de los pobres del mundo, aun cuando los esfuerzos dirigidos a reducir la mortalidad infantil y mejorar la educación han redundado en mejores resultados en la mayor parte del mundo.
No solo representan un obstáculo para la realización del derecho al desarrollo, sino que también se encuentran entre las principales amenazas para la paz, la seguridad y los derechos humanos en todo el mundo. Como tales, se encuentran entre los impulsores más fuertes para la migración”, aseguran. En Honduras se registraron elevados niveles de pobreza, violencia e inseguridad, y el desplazamiento de la población tanto en el interior del país como hacia el norte, indicó la Alta Comisionada y pidió al Estado garantizar la reintegración sostenible de las personas retornadas y la protección de los migrantes y desplazados. Los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH, 2014), presentados el pasado sixteen de julio por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dan cuenta de la persistencia de la desigualdad económica y social en el país, pero también de una nueva caída en el monto de los ingresos promedio de las personas y sus familias. La desigualdad es uno de los principales obstáculos para el cumplimiento de los derechos humanos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha expresado su opinión sobre cómo la desigualdad y la discriminación pueden afectar los derechos humanos. La desigualdad en los derechos también puede tener un impacto negativo en la calidad de vida de las personas afectadas, lo que puede llevar a problemas de salud psychological, falta de confianza en las instituciones y una sensación de aislamiento y exclusión. En este artículo, exploraremos cómo la desigualdad impacta los derechos humanos y qué podemos hacer para abordar este problema. Por otra parte, en four.7 millones de hogares los ingresos totales se ubican entre dos y tres salarios mínimos cada tres meses; en 4.25 millones más los ingresos oscilan entre tres y cuatro salarios mínimos; mientras que en 3.5 millones los ingresos van de cuatro a cinco salarios mínimos trimestrales.
Por ejemplo, sobre la salud, el relator indica que “la pobreza y la mala salud están interrelacionadas. Los grupos desfavorecidos están expuestos a los riesgos ambientales y a las temperaturas extremas, y a las barreras financieras para acceder a la atención de la salud”. Olivier De Schutter, denuncia además que, frente a ese conceto de justicia social de la igualdad, la desigualdad fomenta “la concepción anticuada y ya desacreditada de la meritocracia”, concept que “es sostenida, sobre todo, quizá sin que resulte sorprendente, por las personas con ingresos elevados”. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Además, esta concept no dio prioridad a la agencia de los Estados para poner en marcha y gestionar la asistencia social nacional, sino a los derechos de las personas a ser libres de todo daño y disfrutar de un gobierno rudimentario que en el mejor de los casos evitara el desastre y la abyección. Esto fue especialmente cierto en el ámbito socioeconómico, donde los vacilantes Estados de bienestar abandonaron al mismo tiempo cualquier medida de igualdad social como parte de sus ideales. La base de solidaridad nacional, y frecuentemente étnica, que había permitido mayores niveles de redistribución dentro de los contextos nacionales ciertamente tenía exclusiones integradas. Pero a cambio de su inclusión, e incluso cosmopolitismo, el auge de los derechos humanos abandonó toda presión igualitaria en la teoría y en la práctica. Cecilia Jimenez-Damary, relatora especial sobre los derechos humanos de las personas desplazas internamente.
Las democracias más antiguas siguen enfrentándose al racismo, la homofobia y la transfobia, así como a la intolerancia religiosa. La desigualdad mundial nos afecta a todos, independientemente de quiénes somos o de nuestro lugar de procedencia. contra la pobreza La desigualdad puede impedir que las personas tengan acceso a servicios básicos como la educación, la atención médica, la vivienda y el empleo. También puede limitar el acceso a la justicia y la participación en la vida política y social.
La causa mayor de la tendencia hacia la desigualdad son las políticas de los Gobiernos. Los Objetivos de Desarrollo, adaptados en 2015 por todos los países, están cosidos con el hilo de un principio, el de no dejar a nadie atrás. Para António Guterres, la disparidad de ingresos y la falta de oportunidades “están creando un círculo vicioso de desigualdad, frustración y descontento entre generaciones”.
La encuesta precisa que, por el contrario, un 19,7% opina que este colectivo vivirá mejor que sus padres mientras que un 18,6% cree que lo harán igual. La directora del Instituto de Investigaciones Sociales, Marcela Amaro Rosales, opinó que se debe dimensionar la importancia de esta temática, ya que en México y el mundo es un problema persistente, complejo, multidimensional y de un alto impacto social e individual. Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, comentó que en este Diplomado internacional los participantes pudieron dimensionar qué tan factibles pueden ser las estrategias de prevención eficaces y de identificación de víctimas, entre otros aspectos.
Varios países de Europa Oriental registraron un drástico aumento de la desigualdad durante su transición política. Las diferencias han disminuido en algunas partes de Oriente Medio, pero han aumentado en determinados grupos. Incluso en el ámbito de los derechos civiles y políticos, cada vez hay una mayor conciencia de que la captura del proceso político por la riqueza extrema, una tendencia que ha sido muy mal vista desde hace tiempo cuando ocurre abiertamente en los países en vías de desarrollo, ahora es una amenaza muy real en los países desarrollados, incluidos los propios Estados Unidos. Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) son una llamada a la acción a todos los países para erradicar la pobreza y proteger el planeta así como garantizar la paz y la prosperidad. La igualdad es un requisito previo para el ejercicio pleno y efectivo de los derechos humanos.
Las políticas económicas y sociales deben ser universales y prestar especial atención a las necesidades de las comunidades desfavorecidas y marginadas. Las personas que pertenecen a grupos marginados, como las minorías étnicas y las personas de bajos ingresos, a menudo enfrentan barreras para el acceso a los derechos humanos básicos. La desigualdad es un tema que afecta a muchas áreas de nuestra sociedad, y los derechos humanos no son la excepción.
Por otro lado, la encuesta revela que para el forty seven,9% de encuentados ahora hay más desigualades que hace diez años, un 35,8% que hay menos y un 11,7% las mismas. Al preguntar por dentro de 10 años, un 50,6% asegura que habrá más, un 31,6% que habrá menos y 6% que las mismas que ahora. La directora de la Facultad de Derecho, Sonia Venegas Álvarez, mencionó que hoy más que nunca debemos comprometernos a seguir trabajando para erradicar la trata de personas; “queremos ser parte de un mundo donde no haya lugar para la explotación ni la violencia”.
Es imposible lograr un desarrollo sostenible y mejorar el planeta si se priva a la gente de la oportunidad de tener una vida mejor. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. El próximo año, los Estados informarán al Foro Político de Alto Nivel sobre cómo «Capacitar a las personas y garantizar la inclusión y la igualdad», lo que para los expertos supone una “oportunidad para promover el derecho al desarrollo, los derechos económicos y sociales, y para fortalecer la promoción de sociedades más igualitarias». Estos acontecimientos deberían escucharse como un llamado de atención para el movimiento de derechos humanos.
La desigualdad entre países llevará inevitablemente a la migración pero, si está se gestiona de forma adecuada, no solo beneficiará a los migrantes sino que también ayudará a reducir la pobreza y las diferencias sociales y económicas. Más de dos tercios de la población mundial vive en países dónde la desigualdad ha crecido. Aunque América Latina es una región con los niveles de desigualdad más altos, desde los años ninety ha conseguido rebajarla en muchos lugares. La mala noticia es que está volviendo a subir en algunas naciones que la habían visto decaer en años recientes, tales como Argentina, Brasil y México. Los expertos subrayan la necesidad crítica de promover sociedades menos desiguales y de mejorar la igualdad de oportunidades dentro de los países asegurando el cumplimiento de la distribución de los beneficios del desarrollo como marca la Declaración. “La desigualdad y la discriminación son algunos de los desafíos que definen al mundo precise covid y pobreza.