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Percepción De Desigualdad En Chile Está Entre Las Más Altas De Los Países De La Ocde Diario Financiero

Andrés Solimano sentencia que los índices de desigualdad social, de ingresos y riqueza probablemente más altos que los que existieron a fines de los 60 que dieron paso al gobierno de la Unidad Popular. La Guía tiene 10 acciones claves, y tenemos por delante la tarea de trabajarlo a nivel nacional y regional. Debemos poner un foco en derechos humanos en la gestión de las empresas, hacer procesos de debida diligencia que sean realmente coherentes, que estén al centro”. Hacer frente a la desigualdad requiere de una respuesta sistémica y colaborativa, y por eso, además de los gobiernos, se requiere de la participación de las empresas, los inversores y la sociedad civil.

En la literatura económica, desde hace décadas, existe consenso en que un país o territorio no debe ser evaluado únicamente por sus indicadores económicos de productividad, sino que también por su capacidad para reducir la pobreza y la desigualdad, ambos conceptos entendidos como males para una sociedad (Gasparini et al., desigualdad autores 2014). Al ser la pobreza reconocida como mal social, no es de extrañar que sea un concepto ampliamente estudiado y que sea propósito de cada Gobierno reducirla al máximo. Asimismo, el hecho de obtener un ingreso insuficiente es consecuencia de las desigualdades estructurales de un sistema económico (Macías, 2014).

Así, la reducción de esta debe responder a ambas dimensiones si estas se quieren disminuir efectivamente. En el año 2015, Chile adoptó la Agenda 2030, la cual busca guiar a los países en la implementación del desarrollo sostenible. Dentro de esta agenda, se encuentra el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 sobre “Reducir la desigualdad en y entre los países”, el cual contempla diez metas.

El proyecto busca incentivar la inversión en proyectos de hidrógeno verde en Chile, lo que permitirá acelerar el crecimiento verde del país, su transición energética y apoyar su compromiso de neutralidad de carbono en 2050. La Corporación Financiera Internacional (IFC) ha apoyado activamente al sector privado de Chile para aumentar la productividad, promover la inclusión y lograr avances en materia de sostenibilidad. En el país se están llevando a cabo algunos de los proyectos más innovadores de IFC, que incluyen autobuses eléctricos, productos especiales diseñados para promover la inclusión financiera, e hidrógeno verde. En el ejercicio de 2023, los nuevos compromisos de IFC alcanzaron un monto récord de USD 1700 millones, un aumento de casi el 200 % en comparación con el ejercicio anterior. Desde que Chile recibió en 1948 el primer préstamo para el desarrollo del Banco Mundial a un país fuera de Europa, ha continuado un proceso de aprendizaje conjunto para abordar los mayores desafíos del desarrollo. La apertura de la primera oficina en Santiago, en diciembre del 2017, ha permitido continuar fortaleciendo la colaboración con el país.

Igualmente, el tercer factor contempla el rol pasivo del Estado que no tiene mayor injerencia distributiva de los recursos, y el cuarto la concentración del poder político que tienen las personas con mayores ingresos. El quinto factor refiere a las desigualdades de oportunidades, como es el sistema educativo del país que se encuentra bastante dividido y finalmente, los principios normativos establecidos en Chile que en algunos casos avalan las disparidades y limitan iniciativas que promuevan la igualdad. Las estadísticas de género que se presentan en este sitio permiten visibilizar y comprender las brechas, barreras e inequidades entre hombres y mujeres en la sociedad.

Como expone Branko Milanovic, hombres y mujeres acostumbran a emparejarse con personas de un estatus related al suyo. Hasta hace algunas décadas, en la medida en que los hombres contaban con mayores recursos, period menos probable que sus esposas trabajaran y tuvieran sus propios ingresos. Actualmente, en un contexto donde las tasas de titulación de mujeres superan a las de varones, lo común es que tanto el hombre como la mujer tengan un trabajo en los hogares más prósperos. Y los emparejamientos, siguiendo la lógica de selección por similitud, suelen darse entre personas de un mismo nivel educacional y de ingresos. Es decir, los hombres educados y ricos, que antes por lo basic eran la única fuente de ingresos de sus hogares, se casan hoy con mujeres igualmente educadas y ricas. El auge económico del país asiático, experimentado a partir de los años eighty, logró un reequilibrio geográfico que ha puesto fin a la superioridad militar, política y económica de Occidente.

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De hecho, son pocos los países de la región que han abrazado seriamente el libre mercado y las reformas impulsadas por la libertad económica y el libre comercio. Sin embargo, tanto los países capitalistas como los no tan capitalistas de América Latina obtienen resultados muy similares en las clasificaciones de desigualdad. María Luisa Méndez, académica de la Universidad Católica e investigadora principal de Centro de estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes), señala que el trabajo de PNUD muestra las bases históricas de la desigualdad. Un fenómeno que parte en las haciendas, se dio en el desarrollo de la minería y posteriormente se profundiza con la instalación del modelo neoliberal. «Va mostrando que hay una configuración histórica estructural que involucra distribución de recursos, una institucionalidad, un marco normativo y uno authorized que le da forma a esta distribución altamente desigual de ingresos y de representación política». En este estudio analizamos la percepción de la desigualdad económica en España en la vida cotidiana de acuerdo con la ideología política.

Es por lo anterior que el último informe del PNUD está dedicado a este tema “desarrollo humano para todos”, considerando, igualmente, que en 2015 los dirigentes nacionales se comprometieron a “no dejar a nadie atrás”, compromiso que dejaron plasmado en la Agenda 2030. El informe económico de la OCDE (2013) concluye que el fuerte crecimiento de Chile ha traído consecuencias para el ecosistema, uno de ellos es el mayor gasto energético. Si bien existe la conciencia a nivel público y privado del costo medioambiental, los esfuerzos para cubrir las externalidades negativas, a través de nuevas tecnologías e impuestos energéticos, no han sido suficientes (OCDE, 2013). Para este artículo, se analizaron 27 de las 28 acciones públicas presentadas en el reporte realizado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible sobre el ODS 10, específicamente, entre los años 2015, el inicio de la agenda y el año 2018, año de la publicación del único informe presentado a la fecha. El análisis realizado contempló, primeramente, la identificación de los componentes de cada una de las acciones públicas, los cuales fueron examinados detalladamente, para luego determinar cómo estas ayudan a reducir las desigualdades económicas.

El cobro de altos aranceles a las familias es uno de los primeros mecanismos de selección y cierre social (Stevens, 2009). Zimmerman (2019), por su parte, muestra que 50% de los cargos más altos en las empresas chilenas lo ocupan exalumnos de un subsegmento que proviene de solamente nueve colegios de élite (los que están incluidos en los 14 colegios identificados en el estudio del PNUD). En contraste, los particulares pagados evidencian una mayor ventaja, ya que en ellos el 29% de los estudiantes presenta rezago. Sin embargo, como aclaran los autores del estudio, dichas diferencias no necesariamente se explican por las diferencias de los sostenedores, sino que atienden también a estudiantes con diferentes atributos socioeconómicos.

Considerando esta premisa, se utilizaron los datos provenientes de la Encuesta de Remuneraciones y Costo de la Mano de Obra del INE, la cual cuenta con información mensual del comportamiento del sueldo que perciben los trabajadores del país. No obstante, la forma de clasificación de los trabajadores se encuentra basada en las funciones que se realizan bajo la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones en su versión 88, utilizando solo 9 categorías. Como forma de unificar las clasificaciones a deciles poblacionales, se utilizó como información complementaria la Encuesta Suplementaria de Ingresos, también del INE, la cual tiene la cantidad de hogares, según decil, clasificados por grupo ocupacional. Con ese dato en específico se puede establecer el porcentaje de participación de los grupos ocupacionales en los deciles. Esta hipótesis resulta ser una especie de regularidad empírica, dado a que los cambios distributivos que se producen al inside de los países se atribuyen a las diferentes etapas del crecimiento económico por el cual atraviesa.

Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, desigualdad economica social solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Esta categoría enfatiza en que una mayor desigualdad tiende a reducir la productividad de un país.

“Son decisiones políticas las que han transformado la globalización en desigualdad”, argumentan. Para reducir la resistente desigualdad, son necesarias más políticas distributivas, junto con las redistributivas, que se preocupen a priori de la generación del ingreso. Las políticas distributivas, en el largo plazo, permitirán reducir el gasto social enfocado en los más pobres, quienes con mayores oportunidades serán capaces, por sí mismos, de guiar su desarrollo.

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En un esfuerzo inédito por acercar la evidencia científica al debate público, un grupo de investigadores crearon una base de datos de acceso abierto que permite un análisis más sistemático de la desigualdad a nivel global. Esas divisiones son el reflejo de la diferencia de oportunidades económicas existente, que alimenta la desconfianza respecto a las élites, el descontento social y el populismo de extrema derecha; y de una divergencia cultural creciente que enfrenta a conservadores y progresistas. Esta polarización social es un fenómeno global, incluso en países donde el porcentaje de ingresos de quienes más ganan no ha aumentado demasiado. En Estados Unidos, el 1 por ciento más rico de la población tenía, en la década de 1970, el 25 por ciento de la riqueza.

Pero este no es el caso de Chile, donde la gente nota grandes desigualdades y una movilidad social limitada, algo que se condice con los datos. La reducción de la desigualdad es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods) a los que Chile adhirió en el marco de la Agenda 2030 acordada por los países reunidos en las Naciones Unidas. Esto implica el compromiso de lograr un crecimiento económico inclusivo y la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, de modo de cumplir con el mandato de “no dejar a nadie atrás”. Abordar el desafío de reducir las desigualdades y la exclusión requiere, en primer lugar, entender sus causas, sus raíces históricas, sus formas de reproducción y sus consecuencias sobre la vida de las personas. No obstante, aunque con varios resultados positivos, esos quince años dejaron bastantes lecciones respecto del desarrollo y cómo debía enfrentarse.

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Las burbujas sociales funcionan bien en países ricos como Nueva Zelanda o Bélgica, con muchas personas con ingresos estables o rentas. Que un gran sector de la economía funciona de manera informal y no puede hacer teletrabajo ni vivir en burbujas, tiene que salir día a día a buscarse el pan. Otro desafío importante es mejorar la infraestructura y la competitividad empresarial en el país. Según el informe, Chile ha experimentado una disminución en su posición en el ranking de competitividad global, lo que indica que la economía del país está perdiendo terreno frente a otros países de la región. Por lo tanto, es importante que el gobierno siga invirtiendo en infraestructura y fomente un ambiente empresarial más competitivo para impulsar el crecimiento económico y atraer más inversión extranjera.

Si a esta misma muestra le incorporamos, además, la perspectiva de género desde la interseccionalidad nos encontramos ante brechas aún mayores. Si se le pregunta al común de la gente, hay gran desesperanza con la crisis de la pandemia. Pero aun así hay personas en toda América Latina que siguen luchando por otro mundo y lo vamos a conseguir. También se propone el ingreso básico universal, que haría que por lo menos los sectores más desfavorecidos no pasen hambre. Todos los países de América Latina producen lo suficiente como para que nadie esté sin comer.

Por otra parte Okun (1975) fue mucho más allá en los planteamiento, sosteniendo que la desigualdad no solo era necesaria, sino que además period buena (Domínguez 2009). Lazear y Rosen (1981) defendieron la thought de que la relación entre desigualdad y crecimiento es positiva porque la desigualdad incentiva la innovación y el espíritu empresarial, lo que a su vez promueve el crecimiento. En la misma línea, Thierry Verdier (1993) concluyó que en países con sociedades más desiguales se tiende a destinar mayores recursos financieros a educación, lo que trae consigo capital humano más capacitado y, por tanto, crecimiento.

Aunque en el pasado la desigualdad alcanzó cifras superiores a las actuales, las brechas no se veían agravadas por este hecho inédito, y esa separación perfecta que existía entre capitalistas y trabajadores hoy se ha desdibujado. “La desigualdad es mayor allí donde es mayor la cuota de capitalistas ricos por la renta del trabajo”, anota Milanovic, “pero ¿acaso no es bueno que las personas puedan hacerse ricas trabajando? ¿No es mejor acaso que se obtengan rentas más altas tanto del trabajo como de la propiedad, y no solo de esta última? La desaceleración del crecimiento y el aumento de la inequidad en varios países, a lo largo y ancho del globo, ponen otra vez al capitalismo ante un cuestionamiento profundo.

La primera declaración sobre los derechos del niño knowledge de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros. En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje.

Por lo tanto, la diversidad en el medio influye di-rectamente en la libertad que tienen los individuos y países para lograr cierto nivel de calidad de vida “ideal”. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 desigualdad de los paises y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1).

Aquí, se garantiza que todos podrán acceder, por ejemplo, a un trabajo o al sistema de educación, entre otros. Sin embargo, existe una amplia gama desigual de recompensas, las cuales son construidas socialmente (Hopkins & Kornienko, 2010). Por ejemplo, dos individuos que pudieron acceder a la misma educación profesional, en igualdad de condiciones ex-ante, obtienen luego el mismo puesto de trabajo, pero en diferentes empresas. Estas compañías ofrecen diferentes salarios, por el mismo esfuerzo y el mismo trabajo, generando desigualdad de resultados para dos personas que tenían en principio igualdad de oportunidades. De esta manera, la libertad que tendrán estos sujetos en cuestión para alcanzar un resultado se ve limitada por la desigualdad de recompensas, generando así desigualdad entre ellos. Finalmente, pero no menos importante, Sen (2000) establece que la familia es la unidad básica a considerar para estudiar los resultados que se podrían alcanzar.

Chile ha sido tremendamente exitoso en disminuir los niveles de pobreza en las últimas décadas, y es importante que la nueva Constitución protect y potencie la instituciones que han sido efectivas en ese propósito y que permitan implementar los cambios necesarios para seguir avanzando en esa dirección. Políticas que reduzcan la desigualdad también son importantes, e idealmente complementarias a las que están enfocadas en reducir la pobreza, pero el sentido de urgencia de las últimas parece ser mayor. Hay quienes discrepan sobre cuál es la forma correcta de medirla y cuáles han sido las últimas tendencias, pero nadie puede negar que es un problema real en nuestro país. Y, si bien hay diferentes visiones de cómo lograr el objetivo de reducirla, hay un cierto consenso de que es un tema del que hay que hacerse cargo. El reporte explica que «los resultados para la desigualdad de ingresos son consistentes en basic en los países clasificados en la parte superior e inferior».

En América Latina, la Organización Panamericana de la Salud detectó que 40% de habitantes aún no posee la primera vacuna contra el COVID-19 y que hay «puntos ciegos graves» por la falta de información que proporcionada por algunos países. Basándose en diferentes antecedentes, los académicos exponen las consecuencias que implica no tener desigualdad de ingresos ejemplos instancias de educación financiera, como el aumento en la desigualdad de la riqueza. El Instituto Milenio MIPP de la Universidad de Chile, creó un video donde se expone la importancia de promover educación económica y financiera en Chile a partir de estudios donde colaboraron los investigadores Patricio Valenzuela y Andrea Canales.

Estudios revelan que aquellos individuos con mayor ingreso económico y nivel educacional poseen una capacidad mayor para distinguir entre el prestigio de una ocupación de alto estatus y el de una de bajo estatus (Wegener, 1987, 1990). La hipótesis propuesta es que a mayor estatus socioeconómico, mayor es la desigualdad percibida. 10.3 Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto. En este sentido, Sen (2000) subraya la importancia de considerar las heterogeneidades particulares y sociales de los individuos, ya que esto tiene incidencia directamente sobre lo que podrán lograr con las herramientas disponibles. De esta manera, este economista identificó cinco causas responsables de la desigualdad de oportunidades, las cuales se describen a continuación.

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A lo anterior se suma que los impuestos al ingreso, además de tener una relevancia secundaria, abren espacios para elusión y evasión, haciendo que la progresividad nominal se vea seriamente mermada.[18] Además, los impuestos al patrimonio prácticamente no existen. Por cierto, estos cálculos se basan en premisas normativas que exigen definir cuánto se pondera el bienestar de cada individuo de acuerdo a su nivel de ingresos. Los esquemas óptimos se caracterizan por tasas más altas cuando los contratos sociales favorecen en mayor medida la redistribución. Por ejemplo, en el año 2016, entre los países de la OCDE, el IVA y otros impuestos al consumo representaron en promedio un 32,7% de la recaudación. En Chile, estos mismos impuestos representaron el fifty four,6%, por lejos la proporción mayor entre los más de 30 países que componen el grupo (en segundo lugar aparece Turquía con 43,6%).

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Durante tres días, 1.436 investigadores de 73 países debatieron sobre los logros y desafíos asociados al conocimiento de nuestros suelos en la celebración del centenario de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS), realizada en Florencia, Italia. La delegación de la Universidad de Chile en este encuentro, integrada por académicos, académicas y estudiantes del Departamento de Ingeniería y Suelos, abordó temas como la salud del suelo, la seguridad alimentaria e hídrica y la conservación de la biodiversidad, entre otros, y pudieron estrechar vínculos para futuros proyectos de investigación. El nuevo instrumento de planificación regional fue desarrollado por el Gobierno Regional de Tarapacá junto a esta unidad académica. Frente a la tendencia global de una mejora en los indicadores, hay algunos en los que se constata un empeoramiento, y en particular el que se refiere al tiempo dedicado al ocio, a las actividades personales o a las interacciones sociales. Así, estas movilizaciones continuaron hasta el Estallido Social del año 2019, don-de los/as chilenos/as se tomaron las calles debido a un malestar generalizado, entre otras causas, por la desigualdad del país, demandando un cambio profundo en este, el cual logró un acuerdo para cambiar la constitución que rige a Chile ( Güell, 2019 ). Otra crítica que ha recibido este objetivo tiene que ver con que no cuenta con un organismo temático o institución a nivel internacional para dirigir acciones en pro de este mismo, como tampoco para financiarlo ( Donald, 2017).

Para efectos de nuestro ejercicio inicial, esto implica que reducir la desigualdad de 0,forty nine a 0,forty three para Chile o de 0,50 a 0,forty three para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. Si bien esta operación aritmética no se acerca a ser una aproximación exhaustiva para comprender los determinantes del conflicto social, logra dejar ver una tendencia clara que puede entregar luces respecto a alguno de los orígenes del descontento del país. Por ejemplo, en China e India, las encuestas muestran una concentración de ingresos del 1% más rico cercana a la mitad de la concentración actual.

Respecto a la tasa de crecimiento, en 2016, La Araucanía es la región con mayor crecimiento a nivel real, a pesar de los bajos indicadores socioeconómicos que se darán a conocer más adelante. Mientras tanto, la menor variación se observó en el norte, en la región de Antofagasta, cuyo PIB disminuyó un 2,9% respecto al año anterior, sin embargo, sigue siendo una de las regiones que más aporta al PIB nacional (9,7%), gracias al producto minero de esta zona. La Región Metropolitana es por excelencia la región que más produce en el país, por sí sola aporta el 42% al PIB nacional, sus principales ingresos provienen del sector de servicios financieros y empresariales y del comercio (Ver Anexo B). La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.

La excepción a este comportamiento ha sido Arica y Parinacota, que a pesar de su relativamente bajo IDERE, ha experimentado menor evolución en el período analizado. Esta sección busca contextualizar el trabajo, dando una mirada global al país de estudio, Chile, presentando algunas de sus principales características sociodemográficas, contando un poco de su historia política y su evolución a nivel económico. 10.4 Adoptar políticas, especialmente fiscales, salariales y de protección social, y lograr progresivamente una mayor igualdad. 10.2 De aquí a 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición. Pese a que Latinoamérica continúa siendo la región más desigual del mundo, la brecha ha disminuido y la caída entre 2002 y 2013 fue enorme y única, solamente comparable a la que tuvieron los países desarrollados en la posguerra.

La evidencia Ocde muestra que un 78% de la disminución de la desigualdad, es decir el gran grueso, proviene de transferencias monetarias directas (12,5 puntos), mientras que un 22% se explica por la progresividad tributaria (3,5 puntos). Los modelos económicos del siglo pasado claramente no tomaron en cuenta la distribución de la riqueza, y es aquí donde se está mejorando hoy hacia el futuro, incorporando la igualdad como issue de crecimiento económico de los países, relacionados de manera proporcional. La misma inversión que se hace en bonos y subsidios podría hacerse para inversión en productividad a través de la creación de pequeñas y medianas empresas, subsidios de contratación de mano de obra, inversión en educación, políticas para estimular la igualdad, etc. Medidas que dependiendo de la naturaleza de cada país puedan llevarse a cabo, pero con un denominador común, que sean medidas sustentables en el tiempo con resultados a mediano y largo plazo. A lo largo de cinco capítulos, Branko Milanovic expone el futuro posible de la desigualdad mundial.

Esto con el fin de determinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción de Chile respecto del objetivo anteriormente señalado, argumentando inicialmente que el concepto utilizado para justificar este plan es la desigualdad de ingresos principalmente. Sin embargo, y como se presentará a continuación, esta no sería la única dimensión de las disparidades a la que hay que aludir para disminuir las brechas existentes en Chile de manera efectiva. Por otra parte, el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una nueva resolución que compromete a los 193 miembros de esta organización a trabajar en un programa de 17 objetivos, llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503. Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre. «Chile es un país con altos niveles de desigualdad», dice Abramo, a pesar de que ha tenido una mejoría en la distribución del ingreso y la reducción de la pobreza. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas.

En consecuencia, el país se encuentra en una época de constantes protestas sociales de diversa índole y es cada vez más frecuente que las regiones se manifiesten en contra de un Gobierno central, que no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de un territorio tan heterogéneo como Chile (Mieres, 2015). Es imperativo que la distribución de la riqueza en Chile sea más equitativa; que el crecimiento económico sea más inclusivo y que se facilite la movilidad económica y social de la población chilena. Para alcanzar este mayor nivel de desarrollo y por ende el mejoramiento de la calidad de vida de la población, es necesario que el proceso hacia la equidad considere las diferencias territoriales del país. No obstante, el plan muestra un enfoque en la dimensión ex-ante, por sobre la otra dimensión, y dentro de esta, en aquellas acciones dirigidas principalmente a reducir las brechas que se generan por las variaciones en el contexto social. Además, respecto de la Agenda 2030, las acciones públicas responden a seis de las diez metas presentadas, 10.1, 10.2, 10.3 desigualdad en la justicia, 10.four, 10.5 y 10.7. Asimismo, la temporalidad anterior de estas acciones respecto de la agenda podría explicarse debido a que Chile aún se encuentra en una etapa de implementación de la misma.

Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura actual, pero no son imposibles de reducir y de desarticular. En este sentido, la realidad de las manifestaciones sociales en Chile motivaron la hipótesis de este trabajo, ya que el descontento social ha dejado en evidencia las grandes faltas que existen en el país respecto de la dimensión ex-ante, lo que podría implicar, al menos, una falta de trabajo desde esta perspectiva. Respecto de la Agenda 2030, el diagnóstico que realizó el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (2017b) estableció que de los eleven indicadores que presenta el ODS 10, el país cuenta actualmente con información solo para tres de ellos, 10.1, 10.2 y 10.three. Respecto de las primeras tres metas mencionadas, y como se puede observar en el Anexo 1, siete acciones públicas responden, ya sea en su totalidad o en algunos de sus contenidos, a la primera meta. Asimismo, se observa que también hay acciones públicas que responden a otras de las metas contempladas para el ODS 10, es decir, cinco de estas responden a la meta 10.four, una a la 10.5 y una a la 10.7.

Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Se concluirá que el sistema tributario Chileno responde a un pacto social -impuesto, no acordado- que le asigna un rol acotado al Estado tanto en la recaudación como en la corrección de las desigualdades del mercado.

La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados, de acuerdo con Wagstaff (2002) la pobreza provoca una salud deficiente por distintas carencias a las que se ven enfrentadas las personas más pobres y, a su vez, existe pérdida de ingresos cuando se cuenta con mala salud. En Chile, el analfabetismo es cada vez menor (ver Gráfico 9), pasando de un 5,2% de la población de 15 años o más que no sabía leer ni escribir en 1990, a un 3,1% en 2015. En 1990 un 14,2% de la población rural era analfabeta y un 3,4% de la población urbana; asimismo, el 5,4% de las mujeres lo era, seguidas de cerca por un 4,9% de los hombres. Para 2015 se observa un buen progreso en las personas del área rural, ya que un menor 7,8% no sabe leer ni escribir, así como un 3% de las personas de la ciudad; este año, hay un 3,3% de mujeres analfabetas, seguidas muy de cerca por un 3% de los hombres. Mientras en regiones como Tarapacá y Magallanes, el analfabetismo no alcanzó al 1% de la población, en Los Ríos, La Araucanía y el Maule, superó el 4%, develando una tarea pendiente en estas regiones, principalmente con su población rural.

En el Banco Mundial han estudiado el tema de la desigualdad de ingresos en la región centrándose en los últimos 10 años. En el caso de Bolivia también se dio una disminución de la desigualdad por una caída en el mercado laboral, y no tanto por la redistribución desigualdad en la pobreza de ingresos, pese a que sí hubo. Si entre 2003 y 2013 América Latina estaba «convergiendo» con el PIB per cápita de países desarrollados, a partir de 2014 todos los países comenzaron a vivir un proceso de retroceso en comparación a los miembros de la OCDE.

Luego sigue Bolivia, que pasó de 58,1 a 44 y en tercer lugar Guatemala, que redujo su desigualdad desde un 59,6 a forty eight,3. Uno de los reclamos de los manifestantes que protagonizan el estallido social que comenzó en Chile a mediados de octubre y que aún se mantienen es que su país es muy desigual. Estableciendo procesos internos de transparencia para evitar prácticas de corrupción y de evasión fiscal, que impactan directamente sobre la desigualdad. Redistribuyendo de forma más igualitaria los salarios a los empleados, implantando mecanismos para evitar la evasión fiscal y fomentando proyectos de cooperación al desarrollo. Conadecus te entrega asesoría authorized gratuita, presencial, telefónica y a través de correo electrónico sin costo alguno, para realizar tus denuncias y respondiendo tus consultas para saber cómo afrontar tus problemas de sobreendeudamiento, embargo, cobros indebidos, publicidad engañosa y más. Esta agrupación incluye las naciones más desarrolladas del planeta, pero también aquellas emergentes como México, Chile y Turquía.

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Finalmente, las desigualdades seguirán presentes mientras no exista un cambio en las políticas fiscales y distributivas, que permitan nivelar las oportunidades para quienes tienen menores ingresos. En el caso de Chile, estos indicadores son calculados para los ingresos autónomos, es decir, los ingresos de provienen de la propiedad de los factores productivos, y para los ingresos monetarios, es decir, incluyendo las transferencias provenientes del Estado. Lo anterior permite visualizar la capacidad que tienen estas transferencias para reducir la desigualdad. En el caso de comunas que no son cubiertas en la muestra de la Encuesta Casen no es posible contar con estimaciones directas, ni tampoco es factible aplicar el método de estimación para áreas pequeñas que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia utiliza para estimar la tasa de pobreza por ingresos a nivel comunal.

Por su lado, La Araucanía sobrepasa los promedios nacionales en ambos casos, y se observa que la diferencia entre ambos tipos de pobreza no es tan amplio, por lo que se infiere que el ingreso es la mayor causa de pobreza en este territorio, lo que se avala con el resultado del PIB per cápita expuesto anteriormente. Pero no solo existe una concentración económica en Chile, sino también política, poblacional, de los recursos y del sector industrial. En consecuencia, el país se encuentra en una época de constantes protestas sociales de diversa índole y es cada vez más frecuente desigualdad en el mundo actual que las regiones se manifiesten en contra de un Gobierno central, que no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de un territorio tan heterogéneo como Chile (Mieres, 2015). Es imperativo que la distribución de la riqueza en Chile sea más equitativa; que el crecimiento económico sea más inclusivo y que se facilite la movilidad económica y social de la población chilena. Para alcanzar este mayor nivel de desarrollo y por ende el mejoramiento de la calidad de vida de la población, es necesario que el proceso hacia la equidad considere las diferencias territoriales del país.

Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. 16Al igual que en las Tablas 1 y 2, se prueban los modelos utilizando la variable oferta de educación superior (en vez de años de escolaridad), en este caso la variable es significativa en las ecuaciones XVI y XVII incrementando muy poco el ajuste del modelo. Conociendo las desigualdades que afectan al territorio chileno, el siguiente paso será estudiar el efecto de estas sobre el crecimiento económico regional y por ende nacional. De esta manera, se develará si el exitoso modelo de crecimiento económico actual de Chile será sustentable en el tiempo, o si eventualmente las disparidades afectarán negativamente al progreso económico del país. La principal limitación del estudio, es el bajo número de observaciones, sería best poder realizar este análisis a nivel provincial (56 provincias) o comunal (346 comunas), sin embargo, en el país aún no se cuenta con bases de datos robustas a este nivel territorial.

desigualdad en los ingresos

Para lograr este objetivo, en el segundo apartado de este trabajo se efectúa una revisión de la literatura internacional para establecer un marco teórico y empírico que sirva como fundamento para el desarrollo de la medición en la economía chilena, además de constituir la base del análisis de los resultados por obtener. En el tercer capítulo se abordan la metodología de evaluación y los resultados de las diferentes pruebas econométricas llevadas a cabo. desigualdad globalizacion El análisis econométrico siguió la metodología utilizada en los estudios de Forbes (2000) y Barro (2000) y conjuga las variables que, de acuerdo a Kuznets (1955), Barro (2000) y otros autores de reconocido prestigio, influyen sobre la desigualdad del ingreso, siendo la variable dependiente el índice de Gini. Los resultados revelaron una relación cuadrática entre el PIB per cápita y el Gini, pero no como lo plantea Kuznets, sino más bien a la inversa.

Sin estos éxitos, no habrá buenas perspectivas económicas en el futuro lo que conduciría a una falta de movilidad social. Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza material es un factor de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud psychological, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones». Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 .

La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante. Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional. Conocer la dinámica de desigualdad regional será un punto importante en el diseño de políticas públicas y estrategias de desarrollo diferenciadas, muy necesarias en un país con regiones tan heterogéneas como Chile.

Algunos columnistas han especulado que esto se debe a la ineficiencia del Estado en las transferencias. Uno podría argumentar, en cambio, que las transferencias son progresivas, pero la manera de recaudar es regresiva, haciendo, por lo tanto, neutro el sistema en su conjunto. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Considerando lo anterior, es posible afirmar que el trabajo de investigación se alinea a estudios anteriores respecto del área económica analizada. Respecto de los modelos n.° 9 y n.° 10, se puede observar que no hay significancia en la variable CP.

La desigualdad es un tema que aflora en cada uno de los informes económicos que la OCDE realiza para Chile. En 2015, el país ocupa el puesto número dos en desigualdad entre los miembros de la OCDE (medida a través del índice de Gini antes y después de impuestos y transferencias), después de México. Lo siguen Turquía, Estados Unidos y Lituania, siendo los países con menor desigualdad Islandia, Eslovaquia y Eslovenia (OCDE, 2018).

En la mayoría de los casos no encontraron una relación significativa entre ingreso per cápita y desigualdad. En cinco de los países encontraron una relación que confirma la hipótesis de la U invertida (Brasil, México, Hungría, Trinidad y Filipinas), mientras que en cuatro de ellos (Estados Unidos, Reino Unido, Costa Rica e India), encontraron evidencia que la contradice. Los autores interpretan sus resultados como una indicación de que no hay una ley universal inamovible, sino que más bien, los cambios en los ingresos y la desigualdad, son afectados por las condiciones iniciales de los países y posiblemente por las políticas (Deininger y Squire, 1998, pp. 261). Afortunadamente, evidencia reciente provista por Bernardo Candia y Eduardo Engel nos permite responder esta pregunta. Los autores muestran que el coeficiente de Gini de mercado calculado con los datos de la encuesta CASEN y registros tributarios es 0,fifty nine.

Con el objeto de que los datos de la muestra puedan ser usados para representar su expresión en términos del whole de población y hogares del país, se construyen factores de expansión que asignan una ponderación a cada caso incluido en la muestra. Desde la versión 2011 de la Encuesta Casen, estos factores de expansión han sido elaborados por el Instituto Nacional de Estadísticas y su construcción es consistente con las proyecciones demográficas entregadas por el INE para el whole de población residente en viviendas particulares a la fecha de levantamiento de la Encuesta. Como estándar para el análisis, se recomienda el uso de la prueba de medias (prueba t), asociada a un nivel de significancia de 0.05 (nivel de confianza del 95%). Este procedimiento toma como base las medias del indicador en el numerador y la raíz de las varianzas asociadas a este último en el denominador. El valor obtenido es comparado con el valor estándar de la tabla normal asociado a una muestra grande cuando la prueba es a 2 colas, que corresponde a 1.ninety six, cuando el nivel de confianza elegido es de 95%.

Comúnmente corresponden a parejas o adultos/as junto a una o más personas que dependen de ellos/as. A contar de su versión 2011, la Encuesta Casen ha tenido cobertura en 324 de las 346 comunas del país. Se exceptúa de la muestra a un conjunto de 22 comunas del país que son definidas como Áreas de Difícil Acceso (ADA) por el Instituto Nacional de Estadísticas. Este grupo incluye a General Lagos, Colchane, Ollagüe, Juan Fernández, Isla de Pascua, Cochamó, Chaitén, Futaleufú, Hualaihué, Palena, Lago Verde, Guaitecas, O’Higgins, Tortel, Laguna Blanca, Río Verde, San Gregorio, Cabo de Hornos (Ex Navarino), Antártica, Primavera, Timaukel, Torres del Paine. No obstante lo anterior, esta información debe ser citada de manera precisa a través del uso de referencias o pie de fuente, de acuerdo a formatos estandarizados y adecuados al carácter de cada publicación.

Por cierto, estos cálculos se basan en premisas normativas que exigen definir cuánto se pondera el bienestar de cada individuo de acuerdo a su nivel de ingresos. Los esquemas óptimos se caracterizan por tasas más altas cuando los contratos sociales favorecen en mayor medida la redistribución. Las familias de menores ingresos destinan una mayor porción de sus ingresos a la alimentación. Así, el IVA a los alimentos es un impuesto regresivo, ya que estas familias pagan una mayor proporción de su ingreso en esos impuestos. Las personas de mayores ingresos ahorran más, y por lo tanto el consumo representa una menor proporción de sus ingresos comparado con las personas de menores ingresos. El escenario más optimista de acuerdo a las estimaciones para Chile, nos deja como el país más desigual entre países ricos y como el sexto más desigual a nivel global.

La caída en la progresividad de los impuestos a los más ricos es sin duda una de las explicaciones. Otras causas son el estancamiento del salario mínimo, el debilitamiento de los sindicatos, la falta de competencia, y la falta de regulación financiera, entre otros. Cualquiera sea la explicación, lo relevante es ver que la consecuencia fue una decisión política, no una tendencia inevitable. Por el contrario, es el diseño institucional y las políticas públicas los que han permitido que eso ocurra.

La primera declaración sobre los derechos del niño information de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros. En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. Esto sigue la teoría de que la educación proporciona más capital humano en la que, cuanto más educadas están las personas en una sociedad, mejor compiten por empleos e ingresos y viceversa. Flores estima también que, en esos mismos 20 años, el 10% más rico capturó poco más del 60 % del ingreso, mientras que los que menos ganaron, es decir al 50% de abajo, se apropiaron apenas de entre 6% y 8% del ingreso complete. De acuerdo al último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE (junio 2014) nuestro país se sitúa entre los más desiguales del mundo, compartiendo esta ubicación con México, Turquía y Estados Unidos, quedando así muy lejos de Dinamarca, Eslovenia, Finlandia y Republica Checa destacados como los con mayor equidad.

Gobierno De Chile Subsecretario De Servicios Sociales Participo En La Iii Reunion De Ministros Y Altas Autoridades De

La inclusión educativa en educación superior es un campo de estudio reciente, por tanto, su delimitación, es materia de debate epistemológico y metodológico. Desde lo epistemológico se requiere situar la inclusión educativa en otros campos semánticos, rescatándolo de los análisis parametrales; y, desde lo metodológico, el esfuerzo es proporcionar un sustento de rigor científico a los análisis y prácticas en esta materia. Los esfuerzos de Chile por abordar las disparidades sociales sirven de inspiración a las naciones que se enfrentan a retos similares en todo el mundo. Mediante la promoción activa de la equidad y la aceptación de la diversidad, las sociedades pueden crear entornos en los que todas las personas tengan la oportunidad de desarrollar su potencial, independientemente de su origen o circunstancias. Con un compromiso sostenido y esfuerzos colectivos, la sociedad chilena puede continuar su camino hacia un futuro más justo y equitativo, dando ejemplo a los demás.

Discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales. Para saber qué en la pobreza y en la riqueza tipos de discapacidad existen, es necesario tener en cuenta que no existe una única definición de discapacidad ni tampoco una única clasificación. El resultado de la interacción entre los déficits de la persona y las barreras del contexto, ya sean físicas o de la actitud. La población adulta de mujeres tiene un mayor grado de dependencia relacionada a algún tipo de discapacidad en comparación con la población de hombres.

Aunque el país ha experimentado un notable crecimiento económico, los beneficios no se han distribuido de manera uniforme. Los individuos más ricos poseen una parte significativa de la riqueza de la nación, mientras que una parte considerable de la población lucha contra la pobreza y el acceso limitado a los recursos. Esta disparidad crea un ciclo de desigualdad social, limitando las oportunidades de movilidad ascendente y perpetuando la falta de seguridad económica de las comunidades marginadas. Por último, para construir un futuro de igualdad pensionaria, la reforma de pensiones debe ir hacia una política pública que cierre las brechas de género es esencial para la construcción de un sistema equitativo y justo. El reconocer y abordar las desigualdades desde la raíz, ya sea mediante la equidad salarial, el reconocimiento del trabajo no remunerado o la flexibilidad en las carreras profesionales, es essential para garantizar un futuro de igualdad pensionaria.

Por su parte, la inserción al mundo laboral para un estudiante que no posee el capital social, cultural ni redes de contacto, es extremadamente difícil por lo que las universidades también deberían acompañar en ello y realizar un seguimiento de sus egresados. Desarrollar el tema de la inclusión, desde estas perspectivas, implica abordar el tema desde un enfoque integral, considerando las necesidades de todos y todo el estudiantado, bajo una dimensión cultural y comunitaria. En este sentido, desde la educación superior, el crear culturas inclusivas, requiere necesariamente reformar la universidad de acuerdo con nuevos cánones, donde se reconocen las desigualdades de base que tributan los estudiantes. Significa, por tanto, repensar el sistema educativo comenzando por el acceso y permanencia de los estudiantes a la Educación universitaria. Además, la construcción de políticas inclusivas emplaza a las instituciones a generar dispositivos y mecanismos que respondan contextualmente a las necesidades del entorno sociocultural de los estudiantes y el reconocimiento de las diversidades culturales. En un mundo cada vez más consciente de las desigualdades, las políticas públicas inclusivas se erigen como pilares esenciales para construir sociedades más justas y cohesionadas.

equidad e inclusión social superando desigualdades hacia sociedades más inclusivas

El compromiso inquebrantable con mejorar la calidad de vida de estas personas mediante la implementación de políticas y programas a medida es elementary para construir una sociedad más inclusiva y equitativa para todos. En la sociedad actual, el desafío de la exclusión social se presenta como una realidad compleja que afecta a numerosos grupos vulnerables. Consecuentemente, se torna esencial entender el papel fundamental que desempeña el Estado en la implementación de políticas públicas inclusivas y programas efectivos orientados a combatir esta problemática.

La educación, presenta distintas dificultades en diversas áreas, tales como la política pública, la economía, la gestión, la ciencia pedagógica, entre otras. Ahora bien, el tema de la inclusión en la educación superior suscita gran interés, puesto que la universidad es un lugar, donde se suele replicar/amplificar las segregaciones y desigualdades sociales que operan en otros ámbitos sociales. Chile puede promover la equidad acogiendo activamente la diversidad y fomentando una sociedad inclusiva. Fomentar los intercambios culturales, celebrar las diferentes identidades y cuestionar las prácticas discriminatorias puede crear un entorno en el que todas las personas se sientan valoradas y respetadas.

Sin embargo, la gratuidad no basta, ya que la evidencia disponible muestra que ella no es una condición suficiente para que jóvenes de los sectores de menores ingresos, que logran acceder a la educación superior, puedan concluir exitosamente sus estudios, alcanzando el correspondiente título o grado. Esto requiere mejorar significativamente los mecanismos de financiamiento a los gastos de mantención, como becas de alimentación y residencia, y a los programas de apoyo para superar las carencias de la formación escolar. En este sentido, cabe celebrar iniciativas como el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) del Ministerio de Educación, orientado no solo a apoyar académicamente para ingresar a las universidades a jóvenes vulnerables, sino también para mantener ese apoyo durante los primeros años de carrera. Se requiere avanzar simultáneamente en varias líneas para acelerar los logros en equidad y calidad. Por una parte, tender a alcanzar gratuidad efectiva para los estudiantes vulnerables del sistema, que estudien en instituciones que cumplan ciertas condiciones relativas a calidad y ausencia de lucro.

Además, busca eliminar cualquier forma de discriminación fundada en la discapacidad, a través de la coordinación del accionar del Estado y la ejecución de políticas, programas e iniciativas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Una segunda conclusión es que, en los programas, las diversidades mencionadas no hacen referencia a las desigualdades, tensiones, conflictos y discriminaciones que viven los grupos que se mencionan. En algunos casos, las referencias a las diversidades se realizan desde una perspectiva de déficit, de acuerdo a un criterio de normalidad que no se problematiza, restringiendo la apertura a otras formas de aprender. Esto se observa en las diferencias en las capacidades de aprendizaje (NEE) o socio-culturales, que constituyen barreras para el aprendizaje y serían una dificultad para los docentes.

La justicia climática es un concepto que busca abordar las desigualdades en el impacto y las causas del cambio climático, promoviendo acciones equitativas para su mitigación y adaptación. Este enfoque reconoce que las comunidades más afectadas por el cambio climático suelen ser aquellas que menos contribuyen a su causa, principalmente debido a patrones de consumo y producción desiguales a nivel mundial. Los principios de la justicia climática implican garantizar la participación de todas las comunidades en la toma de decisiones, promover el acceso equitativo a los recursos y tecnologías limpias, y compensar a aquellos que enfrentan pérdidas y daños debido a eventos climáticos extremos. Implementar políticas basadas en estos principios es esencial para trabajar hacia un futuro más justo y sostenible.

También se menciona la discriminación asociada al racismo hacia la migración precise y el sexismo en el abordaje de la categoría de género (In2). Durante el presente año será presentado al Parlamento el proyecto de reforma a la educación superior. Esta reforma requiere avanzar simultáneamente en aspectos relativos a acceso, institucionalidad, calidad y financiamiento. El tema del financiamiento incluye tanto el de las instituciones como el de los estudiantes, en el cual nos centraremos en esta columna.

La concept es ir empujando los campos semánticos para nombrar, comprender y desplegar la categoría inclusión desde la lógica del pertenecer. Lo anterior, requiere de políticas públicas sociales universales justas y prácticas culturales de equiparidad y respeto a las diversidades. Finalmente, la Ley contempla “programas especiales de acceso, de carácter basic, los que, de acuerdo con el principio de inclusión, deberán tener por objeto fomentar la equidad en el ingreso de estudiantes” (mineduc, 2018a, artwork. 13). El mismo texto legislativo, afirma que ya existen estos tipos de planes como el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (pace), correspondiente a políticas de inclusión (mineduc, 2018a, artwork en que nos afecta la pobreza. 81a). Además, el programa se inicia desde la enseñanza media, donde se prepara académica, vocacional y psicológicamente a los estudiantes, además de acompañarlos los primeros años de vida universitaria (Toirkens y Osses, 2016). Como se puede apreciar, el artículo refiere al acceso a la educación superior y su obligación de incluir a todos los estudiantes eliminando discriminaciones arbitrarias, en este sentido, norma el ingreso para que todos puedan acceder, dedicando una glosa a las personas con discapacidad.

La disminución de la brecha de desigualdad, la búsqueda de equidad y justicia social requiere profundizar y avanzar hacia en una pedagogía que considere las diferencias de manera crítica no solo porque su existencia exige reconocimiento, sino también, porque han sido los grupos históricamente invisibilizados y vulnerados por la cultura hegemónica. En la mayoría de los casos, la palabra diversidad se utiliza de manera genérica, sin explicitar a quienes incluye. Esta generalidad de la palabra diversidad no permite el compromiso con ciertos grupos de la sociedad que requieren ser nombrados, visibilizados y reconocidos. Esto resulta particularmente relevante en la formación de profesores, en tanto agentes culturales que legitiman (o cuestionan) la cultura dominante presentándola como objetiva, invisibilizando la existencia de otros modos culturales que quedan en la marginalidad.

Sobre ello, algunos estudios evidencian cómo en asignaturas como Matemática, los docentes ejercen una enseñanza con sesgo sexista contra las niñas, interactuando con más frecuencia con los varones (Ortega et al., 2020) y concibiendo menores expectativas de rendimiento de las niñas (Mizala et al., 2014). Por otra parte, las prácticas pedagógicas en sectores rurales e indígenas normalizan en base al privilegio por la blancura, lo que lleva a estudiantes indígenas a la no identificación con su origen étnico (Webb & Radcliffe, 2015). Por ejemplo, en la Araucanía chilena, la cultura mapuche es desconocida casi por completo por los docentes no mapuches, mientras quienes sí lo son, invisibilizan o niegan su propia cultura al momento de enseñar (Quilaqueo & Quintriqueo, 2008). Este artículo se centra en el campo de la educación superior, específicamente, en la propuesta de formación profesional de la carrera de Pedagogía en Educación Básica de seis instituciones universitarias, a través de los programas de cursos. La educación universitaria, si bien constituye una parte acotada del entramado social, es un espacio institucional relevante y legitimado por la sociedad para construir identidades sociales que se traducen en profesiones. La diversidad es una característica inherente al ser humano que puede ser abordada desde distintas perspectivas.

El ejercer el derecho a la educación requiere necesariamente que sea inclusiva y que certifique el progreso y enseñanza para todos y todas. Esta debe plasmarse en una formación relevante, apropiada y situada, acorde a las diferencias contextuales y culturales, que aborde las metodologías de enseñanza y los ritmos de estudio. A modo de ejemplo, Linne (2018) plantea que los estudiantes de sectores populares de Argentina perciben la diferencia cualitativa de la educación superior con respecto a la educación secundaria cursada, la primera, se percibe de mayor intensidad en cuanto a la exigencia y autonomía para la cual no han sido preparados. Junto a lo anterior, ellos mismos perciben la diferencia de capital cultural con respecto a sus compañeros que han tenido la oportunidad de una mejor educación formal e informal, cuestión que se evidencia en aspectos fundamentales tales como, la lecto-escritura y el repertorio lingüístico. Las universidades han hecho eco del problema de la desigualdad y la dependencia, implementado una serie de mecanismos que buscan la inclusión. Entre ellas, han abierto la oferta de carreras, dentro de la lógica del mercado, han flexibilizado los estándares de ingreso, generando becas y ayudas institucionales, propedéuticos, tutorías, consejerías.

Subsecretario De Servicios Sociales Participa En La Iii Reunión De Ministros Y Altas Autoridades De Desarrollo Social

Por último, se menciona que los “contextos de alta vulnerabilidad” (In2) pueden afectar a los docentes, quienes requieren de autocuidado. De hecho, según el Informe Global de Brecha de Género 2023 emitido por el Foro Económico Mundial, con el precise ritmo de progreso mundial se necesitarán 131 años para alcanzar la paridad total ya que si bien el puntaje de paridad global se ha recuperado a los niveles previos a la pandemia, la tasa general de cambio se ha desacelerado significativamente. En el caso de Chile nuestro país ocupa el puesto 27 de 146, con una puntuación de paridad del 77,7%, avanzando en la clasificación basic desde el año pasado con 20 puestos por encima como consecuencia del fuerte aumento en el subíndice de empoderamiento político (que mejoró casi 14 puntos porcentuales). La discapacidad mental o psicosocial y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Las limitaciones físicas, psíquicas, sensoriales, intelectuales y del desarrollo son parte de lo que significa ser humano. En la actualidad, el concepto de discapacidad mejor aceptado es el propuesto por la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF).

Además, es conveniente ofrecer programas de formación y desarrollo profesional que permitan a los empleados adquirir nuevas habilidades y conocimientos para mejorar su desempeño y aspirar a mejores oportunidades laborales. A continuación, se presentan algunas estrategias para promover la equidad y la igualdad de oportunidades en el ámbito empresarial. Proporcionar formación en diversidad e inclusión a todos el capitalismo y la desigualdad los empleados para aumentar la conciencia sobre la importancia de la inclusión y para promover la empatía y el respeto mutuo. Dicha formación debe ser continua y adaptada a las necesidades específicas de cada grupo o departamento. También hay que fomentar una cultura de aceptación que valore las diferencias individuales, reconociendo que la diversidad enriquece la empresa y promueve la innovación.

Si quiere obtener más información sobre como imprimir, guardar, y trabajar con PDFs, Highwire Press cuenta con una útil sección de Preguntas Frecuentes sobre PDFs (en inglés).Si el fichero no se descarga automáticamente, haga click aquí. Por lo anterior, es relevante evitar la desconexión entre promesas y acción, ya que esto conduce a la insatisfacción de los empleados, erosionando la confianza y la ethical ensayo sobre la pobreza en el mundo. La transparencia es clave para alinear las expectativas de los colaboradores con logros alcanzables. Suscríbete a nuestro publication semanal para entererarte de las tendencias y últimas noticias sobre inclusión. Muchas personas se preguntan exactamente qué deficiencias o enfermedades permiten obtener la credencial de discapacidad.

En el caso de “raza”, esta se usa como categoría analítica para abordar distintos momentos históricos, pero no queda claro su uso. En suma, el único grupo diverso que se menciona por todas las universidades es la de NEE, lo que demuestra que ha logrado permear a las instituciones educativas y que se explica, en parte, por la asociación histórica de la diversidad a las NEE y por las políticas nacionales que cuenta con recursos específicos y transversales para ser utilizados en este grupo. En common, no se problematiza el criterio de normalidad del cual emerge la perspectiva de déficit, ni la preferencia de los profesores de trabajar en contextos homogéneos debido a las altas exigencias que implica para ellos la diversidad (Jiménez & Montecinos, 2018). Este estudio mixto, descriptivo y documental busca, a través del análisis de los programas de curso de la carrera de Pedagogía en Educación Básica de seis universidades, identificar la mención de realidades identitarias y culturales distintas a la cultura dominante, y la finalidad de mencionarlas. Es mixto ya que analiza cuantitativamente la presencia de ciertos términos en los programas; y cualitativamente, el contenido de los mismos. En otras formas de desigualdad educativa y no reconocimiento, las prácticas de enseñanza refuerzan el sexismo basado en creencias tradicionales de género.

Los programas de mentoría son iniciativas que facilitan la relación entre un empleado experimentado (mentor) y otro menos experimentado (mentee), con el fin de ofrecer orientación, consejo y apoyo al segundo para su desarrollo profesional. Adoptar medidas para garantizar que el lugar de trabajo sea accesible para todos los empleados, incluyendo ajustes razonables para aquellos con necesidades específicas. Por ejemplo, facilitar el acceso físico a las instalaciones, proporcionar equipos adaptados, ofrecer horarios flexibles o teletrabajo, and so on.

No obstante, la buena noticia es que la sociedad precise está avanzando cada vez más hacia una tendencia inclusiva y respetuosa, resultando en que la diversidad en el trabajo ya no es un “plus”, sino una necesidad. Los programas de reintegración social representan un componente essential en la lucha contra la exclusión, actuando como verdaderos puentes que facilitan el camino hacia una plena participación en la sociedad. Estas iniciativas buscan abordar las causas raíz de la marginación, ofreciendo a individuos desfavorecidos las herramientas y el apoyo necesarios para reintegrarse con éxito en sus comunidades. Ya sea a través de la formación profesional dirigida a mejorar las perspectivas de empleo o mediante programas de salud mental que restablezcan el bienestar individual, la reintegración social se centra en fortalecer las capacidades personales y fomentar la autonomía. Al priorizar la intervención temprana y el apoyo continuo, estos programas no solo restauran la dignidad sino que también potencian un tejido social más solidario y resiliente.

La inclusión, entonces, requiere compromisos éticos tanto de las instituciones de educación superior, como del Ministerio de educación y particulares, puesto que los jóvenes y sus familias depositan confianza y esperanza de movilidad social que nunca llegan, debido a que la educación está en manos del mercado. La universalización de la Educación Superior, demanda como imperativo moral la regulación de las universidades, revisión de los planes de estudio y monitoreo permanente de los procesos de calidad y pertinencia de la gestión que evidencie las políticas y dispositivos. Las prácticas inclusivas, de lo que se desprende una noción de inclusión social/educativa, refiere a la traducción de los principios sustentados en el respeto, tolerancia y justicia social. La sociedad chilena se encuentra en una coyuntura crítica en su búsqueda de la justicia social, pasando de un enfoque centrado en la igualdad a una comprensión más matizada de la equidad. Reconocer la existencia de disparidades sociales y adoptar la equidad como principio rector supone un paso importante hacia una sociedad más inclusiva y justa.

equidad e inclusión social superando desigualdades hacia sociedades más inclusivas

Las personas adultas con discapacidad sienten mayor dificultad en la utilización de servicios, en relación a los/as adultos/as sin discapacidad. El evento se realizó en la ciudad de Asunción y reunió a representantes de Argentina, Brasil, Belice, Canadá, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Paraguay. La optimización de su empresa trae consigo diversas ventajas competitivas, si le interesa apoyo le invitamos a acceder a nuestra plataforma y solicitar una reunión con uno de nuestros expertos.

En este sentido, la Ley de Educación Superior, invisibiliza una serie de rostros que culturalmente han sido marginados del desarrollo político, social y económico del país. Entonces, si bien hay un acento en la inclusión del acceso, queda la duda si realmente todos tienen la información y las condiciones tecnológicas y sociales para acceder a la educación terciaria. Es más, como ya se ha señalado, muchas veces la problemática no es sólo ingresar, sino mantenerse, y en este sentido la universidad también debe incluir políticas que eviten la deserción.

En un solo curso se menciona la “perspectiva de género” como categoría analítica de un fenómeno histórico, pero que no se evidencia en el desarrollo del programa (In 1). El contenido de los programas se ordenó en matrices de análisis que permitieron identificar qué grupos se nombran y la finalidad de considerar esos grupos en los aprendizajes ofrecidos de los cursos, desde la perspectiva del análisis temático (Braun & Clarke, 2006). Se construyeron categorías previas de análisis a partir de la literatura científica y otras emergentes que nacen de la etapa de análisis.

“Nosotros entendemos que el Ministerio de Desarrollo Social deberá transformar su organización apuntando gradualmente hacia la universalidad y la democratización de los servicios sociales, sin que ello afecte la focalización en sectores prioritarios. Muestra de este avance es que poco a poco nuestros programas pasan de la atención de la pobreza hacia sectores que se encuentran en vulnerabilidad o en riesgo, y tengo la confianza en que Chile estará a la altura de este desafío” concluyó el Subsecretario de Servicios Sociales. Para finalizar, el Subsecretario de Servicios Sociales resaltó el esfuerzo que ha realizado Chile para avanzar hacia un Estado Social de Derechos como horizonte, superando en primera instancia el flagelo de la pobreza extrema, para luego ir abordando otros sectores vulnerables y los sectores medios.

En el contexto de los cursos de historia, refiriéndose a las migraciones que ocurrieron en el pasado (In1). El fichero PDF que ha seleccionado se debería cargar aquí si su navegador cuenta con un plug-in para ficheros PDF (por ejemplo, una versión reciente de Adobe Acrobat Reader). Alternativamente, el fichero PDF se bajará a su ordenador, donde puede ser abierto usando un lector de ficheros PDF.

Percepción De Desigualdad En Chile Está Entre Las Más Altas De Los Países De La Ocde Diario Financiero

Sin embargo, el escenario no cambia demasiado al jerarquizar el territorio, al menos no para las regiones mejor y peor catalogadas anteriormente. El (Gráfico 7) demuestra nuevamente que La Araucanía y Los Ríos son los territorios más desiguales, seguida del Biobío y la Región Metropolitana, la cual sube al puesto número cuatro. Por su lado, con menor desigualdad destacan las regiones de Arica y Parinacota, Atacama y Antofagasta (las misma regiones destacadas en el ratio 10/10, pero en un orden diferente). Para exponer la situación de Chile en el mundo, la (Tabla 1) muestra una comparación con los países de mayor y menor PIB per cápita. En los últimos puestos se encuentran países del continente africano, donde el PIB por persona más bajo corresponde a la República Centroafricana, siendo tan solo 0,03 veces el de Chile. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas.

Este escenario de crisis, a su vez, pone en el centro del debate el estado actual de la cohesión social y sus posibles proyecciones de fortalecimiento y/o reformulación, tomando en consideración el inicio de un proceso constituyente en el país que asegure la promoción de un modelo de desarrollo basado en los principios de justicia, participación y democracia. En México, como en otras regiones, los conflictos por el agua muchas veces son reflejo de otras necesidades de la población, como salud, vivienda digna, educación o acceso a tierras y territorios. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Existe una distancia inabordable entre las oportunidades educativas que se brinda en instituciones privadas y la realidad de las escuelas públicas.

Fernando Campos comparte ese primer diagnóstico y califica de obsoletos los criterios para medir la calidad de las viviendas. “El índice que se ocupa es el de déficit habitacional, que dice poco del criterio de calidad que se utiliza y que está construido en base a datos de hace 50 años o más, entonces, que te digan si la vivienda tiene piso de tierra o no, son criterios muy básicos. La capacidad de ventilación o los niveles de humedad de una vivienda no se toman en cuenta y son justamente los que hoy, en medio de una pandemia, ponen en juego la rapidez del contagio”, cube el sociólogo.

De igual forma, las regiones con mayor desigualdad inicial, son las que tienden a reducir más rápido este indicador. Es lamentable ver que a nivel de desigualdad del ingreso, medido a través del índice de Gini, índice 10/10 o índice 20/20, las regiones del sur suelen encontrarse en una posición desfavorecida versus las regiones nortinas. Por su parte, la Región Metropolitana, tiene el segundo mayor índice de Gini del país, posición casi invariante a lo largo del período estudiado. Se observa que las regiones más desiguales, son igualmente aquellas con menor PIB per cápita y menores índices de desarrollo.

Junto con sugerir a los gobiernos que «impongan impuestos sobre las ganancias acumuladas durante la pandemia», el informe de la ONG Oxfam acusó que un 99% de la humanidad bajó en sus ingresos durante la crisis sanitaria y a hundred and sixty millones de personas cayeron en la pobreza. El organismo internacional presentó un informe en Santiago de Chile junto a la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) en el que argumenta que el impulso a ciertos sectores económicos «puede crear empleos de alta calidad en todo el país, incrementar las exportaciones y reducir desigualdades desigualdad pandemia estructurales». En el presente texto se presenta el problema de la desigualdad social en el contexto de la teoría de sistemas sociales. Se sostiene la tesis de que el problema de la igualdad/desigualdad no puede ser entendido como un resabio de formas previas de diferenciación, sino que forma parte de la sociedad moderna. Se presentan en primer lugar los conceptos centrales que enmarcan la reflexión teórica, las críticas a esta posición, algunas precisiones conceptuales necesarias y, finalmente, algunas vías de reenfoque del problema y una propuesta de programa de investigación para la desigualdad de la sociedad.

Por ejemplo, la última encuesta CASEN revela que la pobreza aumentó desde un 8,6% en 2017 a un 10,8% en 2020, recogiendo en parte los efectos de la pandemia. Esto significa que aproximadamente 2,1 millones de personas se encuentran bajo esta línea. El fichero PDF que ha seleccionado se debería cargar aquí si su navegador cuenta con un plug-in para ficheros PDF (por ejemplo, una versión reciente de Adobe Acrobat Reader).

Los deciles de ingreso autónomo corresponden a grupos de igual tamaño conformados por la décima parte (10%) de los hogares ordenados en forma ascendente (del I al X) de acuerdo al ingreso autónomo per cápita del hogar, donde el primer decil (decil I) representa al 10% de menor ingreso y el décimo decil (decil X) representa al 20% de mayor ingreso. Los quintiles de ingreso autónomo corresponden a grupos de igual tamaño conformados por la quinta parte (20%) de los hogares ordenados en forma ascendente (del I al V) de acuerdo al ingreso autónomo per cápita del hogar, donde el primer quintil (quintil I) representa al 20% de menor ingreso y el quinto quintil (quintil V) representa al 20% de mayor ingreso. Posteriormente, en el año 2015, se conformó un Comité Asesor Ministerial integrado por académicos y representantes de organizaciones de la sociedad civil que estuvo a cargo de elaborar una propuesta para la incorporación de indicadores de entorno y redes.

Nuestro sistema de salud divido, entre ricos y pobres, determinado por la capacidad de pago de las personas, actúa profundizando estas desigualdades. Con la nueva metodología, se aprecia que en ambos años se repiten tanto las regiones más desiguales como aquellas con menor nivel de inequidad. Siguiendo la tendencia de los años anteriores, La Araucanía y la Región Metropolitana ocupan el primer y segundo lugar, con un índice de Gini de 0,444 y 0,434 respectivamente en 2015 y de 0,453 y 0,452 en 2013. Las regiones con menor desigualdad por ingreso en ambos períodos son Arica y Parinacota y Atacama (intercambiando de lugar entre un período y otro).

desigualdad social actual

En este apartado se examina el desarrollo económico del país, evaluado a través de índices de desarrollo humano (PNUD) y el índice de desarrollo regional (Vial, 2017) y a continuación se evalúa la desigualdad social en dos aspectos muy controversiales actualmente en el país, educación y salud. Ambos temas generan constantes polémicas, protestas y levantamientos por parte de la sociedad, la cual siente la desigualdad y busca que el Gobierno doble sus esfuerzos para satisfacer estas necesidades básicas, de una manera eficiente y que beneficie a toda la población y no solo a unos pocos. Los datos educacionales comparativos por país se obtienen de Barro y Lee (2010) y PNUD (2015).

A pesar de los buenos resultados expuestos y la pequeña diferencia promedio en la esperanza de vida, existen otras inequidades en el ámbito de la salud, como son el acceso al sistema de salud, los tiempos de espera hospitalarios y la cantidad de centros médicos o de profesionales de la salud disponibles por habitante, en cada una de las regiones. desigualdad social onu Por su lado, la Región Metropolitana, como no es de extrañar, ostenta los mejores resultados junto con regiones del norte como Antofagasta y Tarapacá. Las regiones que más han mejorado su nivel de escolaridad promedio son Los Ríos, Aysén y Coquimbo, mientras que las regiones de menor avance han sido Atacama, la Región Metropolitana y Antofagasta.

Imposible no volver la mirada a ese otro four de septiembre de 1970, cuando Chile también definió un giro radical. Han transcurrido casi 52 años y las huellas del día en que Salvador Allende obtuvo la primera mayoría en la elección presidencial siguen latentes. Para el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su secretario de Estado, Henry Kissinger, después de la Revolución Cubana un mandatario electo democráticamente con apoyo de socialistas y comunistas no es permitido en América Latina, su patio trasero. Menos, si promete nacionalizar el cobre, expropiando a Kennecott Corporation, Anaconda y Cerro Corporation.

Vemos, pues, que la igualdad como derecho humano elementary ha hallado “carta de ciudadanía” y un desarrollo teológico en el discurso social de la Iglesia. No es posible presentar aquí la evolución teológica y ethical que ha tenido, en la enseñanza o doctrina social de la Iglesia (DSI), la comprensión del valor de la igualdad y su contracara, la desigualdad. La actual pandemia es diferente, porque incluso en el peor de los escenarios, la pandemia de coronavirus matará a una proporción mucho menor de la población respecto de las grandes epidemias del pasado. Como resultado, no habrá escasez de mano de obra y los salarios de los trabajadores comunes no aumentarán. E incluso si la mortalidad fuera mucho mayor, como podría ser en una futura epidemia, la inteligencia synthetic y la automatización podrían absorber parte de la escasez de mano de obra resultante y mantener bajo el valor del trabajo humano. [18] La evidencia disponible sugiere que considerando la suma de los impuestos corporativos y el impuesto a la renta, el 2009 el 1% más rico pagaba en promedio una tasa efectiva de 15%.

Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”. Aseverando que la desigualdad va más allá de los ingresos y sigue sin resolverse desde octubre del 2019 hasta ahora. “En términos de las desigualdades estructurales y decir que parte de la tarea del gobierno actual es intentar resolver algunos de esos temas más estructurales o empezar a resolverlos”.

Ministro Jackson Participa En La V Reunión Interamericana De Ministros, Ministras Y Altas Autoridades De Desarrollo Social Chile En El Exterior

Estos aprendizajes se establecieron en el marco de una gestión escolar sobre focalizada en los estudiantes que calzaban con el estereotipo del choro. No obstante, había estudiantes que no querían ocupar tal categoría y no lograban encontrar un espacio en la cultura de la institución escolar. Así, se asume que toda la comunidad escolar debe aspirar a pensar, expresarse, vestir y proceder como establecen los primeros, sin cuestionamiento.

De esta forma, sería aún más complejo volver a la situación económica que existía en el país antes de la pandemia del COVID-19. “La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la disaster sanitaria”, dio la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en la presentación virtual del documento. El organismo dependiente de la ONU estimó que la tasa de pobreza extrema aumentó del thirteen,1 % en 2020 al thirteen,eight % -5 millones de personas más-, mientras que el índice de pobreza disminuyó del 33 % al 32,1 %, afectando a 201 millones de latinoamericanos. «La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la crisis«, señaló la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas. Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos.

Aunque el aumento es severo, e implica retrocesos de 12 años en la materia, no se compara con la realidad que enfrentan otros vecinos. Por ejemplo, la pobreza superó el 30% en México, Argentina, Colombia y Bolivia, mientras que en Perú, con una tasa de 28,4%, la escalada por la pandemia fue de 13 puntos porcentuales. En miras de lograr lo señalado anteriormente, se hacen relevantes los recursos y espacios para el trabajo reflexivo sobre las prácticas de gestión de la violencia y la convivencia en la escuela (Fierro & Carbajal, 2019).

Por otro lado, en 2022 el gobierno dominicano cerró sus fronteras en respuesta a un proyecto de agricultores haitianos para desviar las aguas del río Masacre para construir un canal. Esta medida se tomó en medio de una crisis de gobernabilidad en Haití y provocó deportaciones masivas de haitianos que habían cruzado la frontera. Según datos entregados por el ministerio de Turismo dominicano, recogidos por Agencia EFE, el país recibió más de un millón de turistas en febrero, un 16% más que en el mismo mes del año anterior. Pese a esto, no hay que perder de vista que más del 40% de los dominicanos viven en condiciones vulnerables, con un serio riesgo de caer en la pobreza “debido a los impactos relacionados con el clima y las disaster la pobreza en el neoliberalismo económicas”, advierte el Banco Mundial. Pese a las mejoras en este tema, el informe advierte que para 2023 no se prevén mejoras apreciables en las condiciones de vida de las personas de escasos recursos. Al hacer zoom al escenario por país, el documento destaca que de los thirteen países con información disponible a 2022, nueve exhibieron caídas en la pobreza de al menos 1 punto porcentual con respecto a 2021.

Por ejemplo, la amplia diversidad climática -según la clasificación de Koppen-Geiger posee todos los climas principales- hace que las zonas boreales y andinas requieran calefacción, mientras que en las tropicales sea necesaria la refrigeración. De hecho, de acuerdo al organismo, el 29% de la población de América Latina se encontraba en situación de pobreza y un 11,2% vivía en condiciones de pobreza extrema en 2022. Cifras significativamente más bajas que las que se registraron en 2021, cuando dichos indicadores alcanzaron el 32,6% y el 13%, respectivamente. Económicamente, Chile consolidó una política que compatibilizó el crecimiento con la equidad logrando un crecimiento promedio superior al 5 por ciento, inflación de un 6 por ciento y una significativa reducción en los niveles de pobreza, llegando a alcanzar a un 20 por ciento de la población. En tanto, en la lectura respecto a la condición étnica y racial, la población indígena registra en Chile una tasa de pobreza de 17%, bastante superior a la de 12% de la población no indígena.

De acuerdo con un sistema de nacional de caracterización socioeconómica y educativa (SINAE), 100% de los estudiantes y sus familias se encontraban en situación de vulnerabilidad, registrando indicadores de pobreza. La violencia escolar debe comprenderse en su relación con las personas, organizaciones y culturas que la enmarcan. Resulta interesante conocer la perspectiva de los niños y niñas de enseñanza primaria al respecto, especialmente en los segmentos sociales marginados y vulnerados por condiciones de injusticia y pobreza, cuyas voces suelen estar menos representadas en la cultura escolar. Considerando estos antecedentes, realizamos una indagación cualitativa en una escuela básica, en la que el one hundred pc de los estudiantes acreditaban condiciones de vulnerabilidad social y educativa. Los resultados refieren a una experiencia cotidiana de aburrimiento en el aula, ante la cual algunos estudiantes se conformaban, en tanto que otros buscaban fugarse de clases o interrumpirlas a través de peleas o destrucción de mobiliario.

Con más de 55,7 millones de casos y cerca de 1,5 millones de muertes en dos años, Latinoamérica es una de las regiones más afectadas en términos sanitarios y económicos por la covid-19, que provocó en 2020 una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del 6,eight % -la mayor en 120 años-. El estudio del uso y origen de los indicadores empleados en Iberoamérica se desarrolló a partir de una revisión de literatura utilizando el marco analítico SALSA (Grant y Booth, 2009). El marco SALSA toma su nombre de los cuatro pasos principales en el proceso de revisión, que son Search, Appraisal, Synthesis y Analysis (búsqueda, evaluación, síntesis y análisis).

la pobreza en república dominicana 2022

De todas maneras, Bárcena ve espacios para ser optimista, al plantear que “la pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social que brinde protección, certidumbre y confianza. Un nuevo contrato social debe avanzar y fortalecer la institucionalidad de los sistemas de protección social y la pobreza es necesaria promover que estos sean universales, integrales, sostenibles y resilientes”. Por otra parte, Bárcena destacó que “la pandemia ocasionó una salida contúndete de las mujeres del mercado laboral o precariedad con pérdida de ingresos y aumento en la sobrecarga de cuidados”, fenómeno del que no queda ajeno Chile.

La cifra, que incluye a hijos de emigrados que nacieron en sus países de acogida, es appreciable teniendo en cuenta que la población de República Dominicana ronda los eleven,3 millones. Todo este periodo ha dejado aún más weak a las familias que habitan en campamentos, quienes desde antes de la disaster ya vivían en condiciones de precariedad. Hoy más que nunca familias de campamentos de nuestro país necesitan de nuestra ayuda como sociedad, del trabajo colaborativo y empático para superar la pobreza y construir ciudades más justas y equitativas.

Por lo tanto, el objetivo de este estudio es realizar una revisión sistemática de la literatura que permita describir el origen, evolución y uso de indicadores de pobreza energética en Latinoamérica. Además, se optó por extender esta investigación a Iberoamérica, incluyendo mediciones e indicadores realizados en España y Portugal. Esto se debe a que son países pertenecientes a la UE donde el concepto se ha desarrollado de manera más extensa. Además, debido a los fuertes vínculos históricos, lingüísticos y culturales con las naciones latinoamericanas, es posible que hayan influido en las metodologías y métricas que se han aplicado a la medición de la PE en la región. La pobreza en América Latina y el Caribe alcanza niveles alarmantes, según informe de 2022 de Panorama Social, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se estima que en esta situación se encontrarían aproximadamente 201 millones del total de la población regional que abarca aproximadamente los 662 millones. Al mismo tiempo, el citado informe revela que también se encontrarían más de 82 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza extrema.

Cooperación institucional para el desarrollo de un proyecto del Instituto O´Neill de la Universidad de Georgetown y la organización Familias Ahora, donde convocamos a reflexionar sobre las familias y los derechos de la niñez y adolescencia en las constituciones. Colaboración en desarrollo de actividades de cooperación académica, investigación, formación, promoción y difusión, de temáticas y programas de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Cooperación institucional para la postulación y el desarrollo conjunto de estudios y proyectos con el Ministerio de Justicia y con Unicef Chile. El 11 de marzo de 2000, terminó su período presidencial y fue sucedido por el socialista Ricardo Lagos Escobar, iniciándose el tercer gobierno de la Concertación de Partidos por la Democracia.

En este marco, las escuelas son operadas por entes privados con financiamiento público, los cuales compiten para captar estudiantes. Existen también prestadores privados financiados totalmente por las familias de los estudiantes, con elevados aranceles. Este modelo corresponde a políticas neoliberales (Murillo et al., 2018) que, tras forty años de aplicarse, han tenido por resultado un desmantelamiento del sector que se financia en 100 percent con recursos públicos -al que accede la población con menores ingresos- y una marcada segregación socioeconómica entre centros escolares (Bonal & Bellei, 2018).

Percepción De Desigualdad En Chile Está Entre Las Más Altas De Los Países De La Ocde Diario Financiero

Sin embargo, y como se presentará a continuación, esta no sería la única dimensión de las disparidades a la que hay que aludir para disminuir las brechas existentes en Chile de manera efectiva. Por otra parte, el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una nueva resolución que compromete a los 193 miembros de esta organización a trabajar en un programa de 17 objetivos, llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Entre estos objetivos se encuentra el número 10, sobre “Reducir las desigualdades en los países y entre ellos” (Naciones Unidas, 2018). Chile adoptó esta agenda y, actualmente, se encuentra implementando sus 17 objetivos en sus diferentes partidas públicas, con el fin de alcanzar las metas que ahí se establecen (Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, 2017a). Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación.

desigualdad de economia

Es decir, que se estudió la forma en cómo se encuentran planteadas estas acciones públicas, y así, determinar si estas buscan reducir las desigualdades económicas desde la perspectiva ex-ante, ex-post, o ambas. Aquí, es importante destacar que el análisis no incluye un estudio sobre el impacto que estas acciones públicas han tenido, o bien tendrán, sobre el tema en cuestión, sino que busca determinar si estas mismas responden o no al concepto multidimensional de las disparidades. Igualmente, se determinó a qué meta o metas del ODS 10 respondían particularmente y se indicó si estas acciones públicas eran anteriores o posteriores a la Agenda 2030.

Cuando nos enfrentamos a la tarea de definir el concepto de desigualdad económica, la primera pregunta que surge es ¿desigualdad de qué? En otras palabras, hay que determinar a qué nos referimos cuando hablamos de desigualdad económica y aquí es donde nos encontramos con dos perspectivas, ex-ante y ex-post 1 . Atkinson (2015) afirma que la literatura se encuentra, generalmente, dividida sobre si comprender la desigualdad como una de oportunidades o de resultados. Sin embargo, propone que ambas se encuentran relacionadas y se afectan entre sí, ya que la primera se verá condicionada por la des-igualdad de resultados de la generación anterior, creándose un círculo vicioso que solo puede tratarse enfrentando ambas caras de la desigualdad económica. Kanbur & Wagstaf (2014) afirman que esta relación recíproca entre ambas facetas es esencial para tratar el problema de la desigualdad, por cuanto aún si se intentaran igualar las recompensas en los resultados, estos continuarían siendo dispares por las diferencias que existen ex-ante, y ocurriría lo mismo en el sentido contrario. Por lo tanto, es esencial considerar ambas dimensiones de la desigualdad, para entender a cabalidad cómo se compone y discernir qué elementos podrían estar profundizándola (Stiglitz & Doyle, 2015).

La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. La contrapartida de la concentración desigualdad de clase en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada de

Es decir, que esta no solo considera el tema de ingresos, sino que hay una gama amplia de particularidades a considerar para lograr reducirla. Por ejemplo, la meta 10.2 busca promover la inclusión social, económica y política de las personas, con un foco antidiscriminatorio, y la meta 10.three hace referencia explícita sobre las dimensiones ex-ante y ex-post de esta, al demandar reducir las desigualdades de oportunidades e ingresos, respectivamente. No obstante, este ODS tampoco ha quedado exento de críticas, desigualdad a nivel mundial lo que ha llevado a varios académicos/as a dudar de sus posibilidades de éxito. De acuerdo a Sen (2000), alcanzar cierto nivel de calidad de vida se ve coartado por las condiciones sociales en que se encuentra un individuo o que posee un país. Esto con el fin de determinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción de Chile respecto del objetivo anteriormente señalado, argumentando inicialmente que el concepto utilizado para justificar este plan es la desigualdad de ingresos principalmente.

Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. Rodríguez, quien es physician en historia económica, cree que la desigualdad fue uno d elos factores que hizo estallar al páis el 18 de octubre de 2019 y que seguirá siendo un issue importante en el devenir del país. Cree que este cauce político que tuvo la energía del estallido social tendrá como tarea reducir la desigualdad.

En Chile, en el año 2015, el promedio de escolaridad para una persona nacida en el país period de eleven años, y para un inmigrante (cuya madre residía en otro país al momento del nacimiento) de 12,5 años. Asimismo, hay una diferencia promedio de un año de escolaridad dependiendo de si pertenece o no a una etnia, siendo el promedio de 10,1 años para la población indígena y 11,1 para la no indígena. 3“Los objetivos del Grupo del Banco Mundial son los de terminar la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida. Promover la prosperidad compartida significa que trabajaremos para aumentar los ingresos y bienestar del 40 por ciento más pobre de la sociedad donde sea que estén, ya sea en las naciones más pobres, países de renta media o alta” Traducción propia. El segundo argumento que expone Atkinson (2015) tiene que ver con la igualdad de oportunidades competitiva.

Hoy, cube, lo que están usando en muchos países es la metodología que ha desarrollado el Laboratorio Mundial de la Desigualdad (World Inequality Lab) y que integra datos que provienen desde encuestas de hogares -como la CASEN- hasta datos de declaraciones fiscales, de seguridad social y de las Cuentas Nacionales que elabora el Banco Central. (La metodología que usa Flores, conocida como “Cuentas Nacionales Distributivas”, fue propuesta en una investigación de 2008 de Thomas Piketty, Emmanuel Saez, Gabriel Zucman). Las actividades académicas de la línea de investigación consisten en talleres, cursos, diplomados y maestrías, poniendo a disposición del público el conocimiento científico para generar y fortalecer teorías y técnicas que conduzcan a una cultura de desarrollo en todos los niveles profesionales y laborales.

En una reciente entrevista que el economista Sebastián Edwards le hizo al ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, en Ex Ante, Edwards rescata la profundidad que alcanzó esa convicción. Hablando sobre la desigualdad económica como factor gatillante del estallido social, el economista recordó que Rolf Lüders, ministro de Hacienda de la dictadura, pensaba que la desigualdad period un problema de envidia y que no había que preocuparse de ella, sino del crecimiento. Edwards recordó también que, cuando él mismo estudió en Chicago, jamás le hablaron de la desigualdad. Y le preguntó a Cerda si el no haberse preocupado de ella alimentó un problema que desembocó en el estallido. Una reciente investigación de Ignacio Flores, physician en economía por la Universidad París 1, aporta nuevos datos a este debate.

Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Seguramente ahí tiene que tener algún mérito la élite también, porque si el sector dominante, más allá de que estaba debilitado, hubiera puesto una defensa mucho más férrea, apelando a la fuerza bruta, capaz que las cosas se hubiesen puesto más complicadas. Esa es la reacción que tiene la esposa de Piñera, Cecilia Morel, cuando dijo “vamos a tener que compartir nuestros privilegios”.

Asimismo, la temporalidad anterior de estas acciones respecto de la agenda podría explicarse debido a que Chile aún se encuentra en una etapa de implementación de la misma. Con la nueva corriente que relaciona negativamente a las variables surgen estudios como el de Persson y Tabellini (1994), quienes realizan dos modelos de regresión con muestras históricas y actuales, evidenciando un signo negativo de la desigualdad sobre el crecimiento. Dado lo anterior, estos investigadores concluyen que la desigualdad es dañina para el crecimiento, puesto que conduce a políticas que no protegen los derechos de propiedad y no permiten la apropiación privada complete de los rendimientos de la inversión. A partir de lo anterior se obtiene como resultado que para cada modelo existía una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento.

Las variables CP y TRANS son significativas al 5%, mientras que el PIBpc y la TPM son significativas al 1%, mientras que los signos obtenidos para cada variable fueron los esperados, además tener normalidad de los residuos y homocedasticidad e independencia de los errores. En el modelo n.° 4 se lleva a cabo una nueva estimación que busca ver la incidencia directa de la serie CP en la variable dependiente, en donde la variable independiente es significativa al 5% y con signo esperado, con un r ajustado es cercano al 10%, por lo que explica en gran medida a la variable TcPIB. A pesar de la convergencia, la desigualdad de la renta es alta y persistente en el tiempo.

Percepción De Desigualdad En Chile Está Entre Las Más Altas De Los Países De La Ocde Diario Financiero

Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje. En adición, es igualmente importante responsabilizar a las escuelas por sus resultados académicos. Mientras que las tasas de educación y alfabetización están aumentando en todo el mundo, no queda claro si se está disminuyendo la desigualdad educativa. Por eso, hay necesidad de aumentar la educación en los sectores en crecimiento como la tecnológica y habilidades sociales específicas adaptables al mundo que actualmente se necesita movilidad ocupacional.

La igualdad debe garantizar una vida digna para todos, las políticas deben ir en prestar atención en las necesidades de las comunidades desfavorecidas y marginales. En nuestro país, si bien desde hace más de una década se han establecido normativas que aboguen por la inclusión social de las personas con discapacidad ha sido necesario dotar de nuevas herramientas para su efectivo complimiento. La desigualdad se ha vuelto una de las problemáticas que más afecta a los países durante las últimas décadas. Como forma de facilitar la interpretación de los resultados, se procedió a efectuar una transformación logarítmica de las variables, las cuales fueron sometidas a los test la desigualdad mata pdf de raíz unitaria de Dickey-Fuller y de estacionalidad a través de un análisis de gráficos lineales.

Un segundo problema, más importante aún, es que los impuestos diferenciados óptimos dependen de elementos que no son observables, por lo que son muy difíciles de implementar. Como el IVA en Chile es homogéneo, y para no extender la discusión más allá de lo necesario, no profundizaremos al respecto. Existen múltiples razones que explican el aumento sostenido de la desigualdad en Estados Unidos, todas ellas decisiones de política. En estos textos hemos extensamente discutido el rol de los impuestos en esta tendencia, pero el problema es más complejo. La caída en la progresividad de los impuestos a los más ricos es sin duda una de las explicaciones.

la desigualdad entre paises

Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster humanitarias existentes. [3] Los datos tributarios, si bien representan una mejora sustantiva en relación a las encuestas de hogares, tampoco son perfectos.

Por ejemplo, el cambio climático es un problema que está afectando, por una parte, los recursos a los que puede acceder la gente, su calidad de vida y está afectando, por otro lado, las temperaturas de las diferentes zonas alrededor del mundo y, así, el medio ambiente. Sin embargo, el cambio climático no está dañando a todos/as por igual, por lo que ha incrementado las brechas en cuanto a las oportunidades que tienen los individuos y países, ya que están condicionados por su territorio ( United Nations, 2020b; Kuhn, 2020 ). Otro ejemplo que propone Sen (2000), tiene que ver con los virus y las bacterias que hay en el medio, que trastornan la manera y la calidad en que viven los individuos, o bien, la forma en que tienen que distribuir sus recursos los países. Por lo tanto, la diversidad en el medio influye di-rectamente en la libertad que tienen los individuos y países para lograr cierto nivel de calidad de vida “ideal”.

Por su lado, La Araucanía sobrepasa los promedios nacionales en ambos casos, y se observa que la diferencia entre ambos tipos de pobreza no es tan amplio, por lo que se infiere que el ingreso es la mayor causa de pobreza en este territorio, lo que se avala con el resultado del PIB per cápita expuesto anteriormente. Esta categoría se basa en la redistribución de recursos de ricos a pobres, favorecidos principalmente por procesos políticos que se sitúan en el poder tras un período eleccionario, en donde la población tiende a elegir gobiernos con programas económicos distributivos. Así entonces, altos grados de desigualdad tendrán como consecuencia medidas políticas orientadas a aumentar las transferencias y el gasto público. Por lo tanto, el afán redistributivo de las medidas mencionadas inhibe el esfuerzo de trabajo de la población; por ejemplo, en el caso que se grave su ingreso, creando de esta forma distorsiones dentro de la economía, que resultan en una reducción de la inversión.

Aquí, por ejemplo, existe la limitante de la subjetividad, es decir, que el sentimiento de discriminación por motivos prohibidos por el derecho internacional implica que la población está consciente de todos sus derechos y que puede reconocer fácil-mente cuando sufre algún tipo de exclusión. En otras palabras, la dificultad de cuantificar esta meta podría tener como consecuencia, también, inconvenientes para evaluar sus resultados o bien monitorearlo. Además, el indicador no hace referencia a la desigualdad de ingresos tampoco, dejando este aspecto abandonado al momento de evaluar sus avances. Los buenos indicadores a nivel de crecimiento económico de las últimas décadas en Chile, no han podido mitigar la persistente desigualdad del ingreso. Anteriormente, Soto y Torche (2004) concluyen lo mismo, demostrando que, entre 1975 y 2000, el PIB per cápita chileno creció un 5% al año, sin embargo, las regiones no se beneficiaron de igual forma. La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante.

La mediana de los encuestados piensa que los trabajos mejor pagados son hasta 23 veces mayores que los peor remunerados, pero deberían ser máximo nueve veces más, mientras que la media del grupo de países es de nueve y cuatro, respectivamente. Luego de haber adoptado la Agenda 2030 en el año 2015, Chile decidió crear el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Esta entidad está dirigida por el Ministerio de Relaciones Exteriores y tiene la misión de aconsejar al Presidente/a de la República sobre implementar y hacer seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”. Por ejemplo, ampliando y transformando en política permanente el Ingreso Mínimo Garantizado que implementamos en el gobierno anterior. Se trata de movernos hacia un impuesto negativo al ingreso en el que quienes tienen menores ingresos formales reciben una transferencia directa mensual que es decreciente hasta un cierto umbral de renta.

Ha habido distintas explicaciones para esto, y en todas ellas la desigualdad ocupa un lugar principal. Los bajos niveles de remuneraciones, los exiguos montos de las jubilaciones, el acceso incierto a atención de salud, el agobio del trabajo y los tiempos de traslado, el peso de las deudas y la inseguridad permanente, son parte de la vida diaria de alrededor del 60% de la población. De acuerdo con los datos para 2015 del Banco Mundial, en Chile la esperanza de vida al nacer es de 79 años en promedio, siendo de 77 para los hombres y eighty one en el caso de las mujeres, encontrándose sobre el promedio mundial (72 años, 70 para hombres y seventy four para mujeres). Actualmente, en contraposición del año 1990, no existen grandes brechas entre la esperanza de vida de una u otra región, siendo esta de 2 años en 2015 y 5 años en 1990 (ver Gráfico 11). En 2015, Coquimbo y la Región Metropolitana lideran con casi 80 años en promedio, mientras que la menor esperanza de vida se observa en Antofagasta y la región de Los Lagos, con aproximadamente 78 años. En cada una de las regiones, en 2015, las diferencias van de los cuatro años (Arica y Parinacota) a los casi seis años de diferencia en Los Lagos, a favor de las mujeres.

En el período 1990 y 2013, la desigualdad del ingreso en Chile12, medida a través del índice de Gini, evolucionó de una forma similar a una U invertida (ver Gráfico 6), crece a partir de 1992 para luego descender desde 2003 y de manera constante desde 2009. La nueva metodología13 da como resultado un índice menor, posiblemente porque las familias más vulnerables suelen ser más numerosas, luego al evaluar la distribución del ingreso whole de los hogares, es esperable que sea más igualitario que al medirlo a nivel per cápita. En los últimos años la reducción de la desigualdad ha sido mínima, llegando a ser el índice de 0,495 en 2015. A continuación esta sección analiza la pobreza en Chile, un fenómeno complejo de definir y medir, entendido como una condición privativa, en la cual las personas carecen de recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas como vivienda, alimentación, vestuario o salud. Además, es un término asociado a otros fenómenos negativos, como la desigualdad y la falta de oportunidades, afectando el bienestar de la población (Ministerio de Desarrollo Social, 2011).

Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras. Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes. Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la desigualdad de ingresos la equidad de la educación. Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva. Según un estudio del Economic Policy Institute sobre niños y niñas de guardería del año 1998 y 2010, hay un hueco de desempeño entre los niños en el nivel socioeconómico más bajo y más alto que persisten entre ambas clases. Esto es importante porque las habilidades cognitivas y no cognitivas son importantes para el éxito en la escuela y en otros aspectos.

Es necesario que las naciones tengan cambios trasformadores, en especial en sus políticas de desarrollo social y económico. A pesar que algunos países han superado sus barreras socio-económicas, avanzando en temas como salarios y derechos sociales, otros retrocedieron. En este sistema, un país que tiene un coeficiente de cero gozaría de la igualdad perfecta, donde todos sus habitantes recibien el mismo ingreso. Por el contrario, un país con un coeficiente de 1 adolecería la desigualidad extrema, donde un habitante se llevaría todos los ingresos mientras el otro se quedaría sin nada.