«El modelo económico es parte de la explicación. No ha creado las bases para la generación de empleos y así superar los modelos de pobreza. Por eso ha tenido logros moderados», añade. El país caribeño República Dominicana, que este domingo celebra elecciones, no solo comparte la isla con su vecino, Haití, sino también los altos números de pobreza. Hoy en día el país se rige bajo un modelo presidencialista, con un mandatario que es Jefe de Estado y jefe de gobierno a la vez.
Los programas públicos de intervención en la precariedad del habitat en basic no han incorporado la temática del empleo, aunque sí se detectan algunos casos, por ejemplo en Chile y Argentina. Los enfoques conceptuales tradicionales de carencias y necesidades básicas insatisfechas, son aquellos que ponen atención sobre la dimensión de las carencias o déficits que presentan grupos de población en indicadores o estándares entendidos como básicos de acuerdo a convenciones internacionales. Las variaciones de los índices de pobreza e indigencia dependen de la situación del mercado de trabajo y de las oportunidades para generar ingresos por cuenta propia. La perspectiva de necesidades habitacionales insatisfechas materialidad de la vivienda, acceso a agua potable y saneamiento, tenencia, actualmente orienta la política habitacional en América Latina y el Caribe, donde proporciona objetivos agregados sobre los déficits cuantitativos y cualitativos, al marco de desarrollo de la política. El 60% de la población (6,three millones de personas) sigue siendo pobre mientras que el 24% (2,5 millones) se encuentra en situación de pobreza extrema. Por su parte, Ernesto Treviño destaca la importancia de entender las diferencias de género en el aprendizaje y en la educación en common como un desafío primordial para las políticas públicas y las sociedades.
El proceso de urbanización ha permitido resolver algunas de las necesidades básicas de la población pero no ha podido facilitar la eliminación o substancial reducción de la pobreza. La informalización del mercado laboral debida a la incapacidad de las economías de generar suficiente empleo formal4, se considera entre las principales causas de la pobreza urbana. El sector informal la pobreza en la sociedad ha llegado a representar el 73% del mercado laboral urbano, especialmente en lo que se refiere a actividades de las prestaciones de servicios, que es el sector adonde se registra el mayor incremento. El desafío principal consiste en incorporar esta fuerza de trabajo en la economía formal, donde los niveles de salarios, protección social y productividad son más elevados.
República Dominicana tiene una población cercana a los 10 millones de personas y se calcula que cerca de medio millón de haitianos viven allí. República Dominicana y Haití atraviesan desde hace años una crisis diplomática ante la gran ola migratoria de haitianos a su país vecino y la sucesiva decisión política de establecer deportaciones. Otro de los factores que afecta a República Dominicana es que los sectores de la economía que crecen están concentrados en el Distrito Nacional, una subdivisión del país donde se ubica la capital, Santo Domingo. “La persistente inestabilidad política y los disturbios sociales han obstaculizado los esfuerzos del país para desarrollar mecanismos institucionales y lograr apoyar avances económicos y sociales, perpetuando así el ciclo de fragilidad y violencia”, consignó en 2022. En el caso de Haití, la entidad económica remarca que pese a que cuenta con muchas oportunidad por su geografía, población e historia, factores como la inestabilidad política, los disturbios sociales y los desastres naturales le han impedido “alcanzar su potencial”. Pese a esto, no hay que perder de vista que más del 40% de los dominicanos viven en condiciones vulnerables, con un serio riesgo de caer en la pobreza “debido a los impactos relacionados con el clima y las crisis económicas”, advierte el Banco Mundial.
El Cuadro 2 presenta una serie de iniciativas en la región que ejemplifican estrategias multipropósitos en el campo del empleo, el habitat y los ingresos. El sector casual en la actualidad contiene en su interior un conjunto heterogéneo de actividades con distintos grados de funcionalidad y con resultados diversos sobre los ingresos y la productividad. Esta diversidad de situaciones es importante de considerar para el diseño de políticas; pero para el conjunto del sector prevalece el desequilibrio estructural entre excedente de mano de obra y disponibilidad de empleos, como issue determinante de homogeneización relativa a bajos niveles de ingreso (Tokman, 2004). Durante la última década ha habido un traslado de recursos y responsabilidades para el desarrollo de los programas de empleo a los municipios, o a otro tipo de jurisdicción menor. Aunque los municipios intervienen en forma incipiente respecto a la demanda del empleo (el fomento productivo municipal), se encuentran fuertemente limitadas sus finanzas y capacidad de inversión. El desarrollo de un apoyo hacia la oferta (a los recursos y capacidades de trabajo con que cuentan personas y hogares pobres) ha sido más esporádico, y sin articulación con los esfuerzos sobre la demanda.
Plantea que es necesario afectar la trama de interacciones o vínculos que interrelacionan las personas entre sí. Intervenir para modificar estas relaciones requiere trabajar y modificar actitudes, disposiciones y esquemas mentales de los sectores pobres y los «no pobres». Entre ellas se cuentan recursos materiales que han logrado acumular en el tiempo y recursos sociales y culturales. A continuación, se revisan los enfoques conceptuales principales en torno a la problemática de la pobreza y precariedad urbana. La manera en que se entiende la pobreza tiene consecuencias en los modelos de intervención que se proponen e implementan. La pobreza es la condición de privación y ausencia de oportunidades de las familias y comunidades a los bienes y servicios que la sociedad, en un momento dado del tiempo, entiende como adecuados para el desarrollo integral del ser humano.
Frente a este escenario, una propuesta para aumentar el crecimiento es construir más, cumplir con la promesa de la casa propia y en consecuencia reactivar la economía. A fin de lograr el crecimiento económico urbano a favor de los pobres, es necesario reconocer la contribución del sector casual al desarrollo económico y al empleo. Pese a que las empresas informales tienen un estatus no reconocido y no están sujetas a regulaciones adecuadas en materia de producción y empleo, producen y distribuyen bienes en los mercados y tienen numerosas interdependencias con la economía formal. Es significativo que en esta visión agregada de la informalidad residencial, ningún país presente una proporción importante de pobres urbanos que residen de manera informal y cuentan con empleos formales.
Además, esta recomendación hace hincapié en la necesidad de desarrollar programas de perfeccionamiento para directores y directoras de escuelas, ya que son los encargados de infundir un espíritu de inclusión dentro de los establecimientos. La colaboración debe convertirse en la palabra central en los esfuerzos de los gobiernos para alcanzar la inclusión. Los ministerios de educación deben colaborar con otros ministerios y compartir información clave sobre las necesidades de los niños y niñas; además, deben velar por que los gobiernos locales se encarguen de prestar servicios a la comunidad que fomenten la inclusión. Si bien, un 60% de los países de la región poseen una definición de educación inclusiva, sólo el 64% de esas definiciones engloban a múltiples grupos marginados. Para que América Latina y el Caribe consigan el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4), establecido por las Naciones Unidas en 2015, sobre “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, este informe elabora 10 recomendaciones. La cofundadora de Woman Talent ahondó en los desafíos en cuanto a la participación laboral femenina.»Necesitamos conectar el talento femenino con las organizaciones que quieren salir del ‘hay que’ y contribuir a la equidad de género», expresó.
En 2017, el crecimiento de su PIB fue de un 4,6% y según la proyección más reciente de crecimiento económico en la región, elaborada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el año 2018 lo cerrará con un 5,4%. En El Salvador, la tasa de pobreza prácticamente no varió -aunque sí lo hizo la pobreza extrema en dos puntos porcentuales- y el único país que experimentó una disminución en ambos índices fue Brasil, con una caída de del 1,8 % y 0,7 % respectivamente. Primera evaluación del programa regional de vivienda social y asentamientos humanos para América Latina y el Caribe. Documento presentado a la 15a reunión de Ministros y Autoridades Máximas de la Vivienda y el Urbanismo de América Latina y El Caribe 11° Foro Iberoamericano de Ministros y Autoridades Máximas del Sector del Desarrollo Urbano y Vivienda, Montevideo, Uruguay.
Este tipo de participación todavía necesita de una adecuada regularización y control por parte del sector público, que sigue teniendo un rol elementary y clave en la gestión de las políticas habitacionales y urbanas (Simioni y Szalachman, 2006). Tal vez la característica más significativa de la dimensión económica en la vida de los pobres urbanos es que éstos se enfrentan fuertemente con la economía del mercado, más que los pobres rurales (Banco Mundial, 2004). Vivir en la ciudad significa tener que generar ingresos para sobrevivir, exigiéndoles a los pobres urbanos integrarse, de una u otra forma, a los mercados laborales. En áreas rurales, aún existen modalidades de generar sustento (muchas veces de subsistencia) donde se transan especies y la fuerza de trabajo (en forma individual y colectiva), además de la producción agrícola directa. “En un contexto de bajo crecimiento económico, cabe esperar que las cifras de pobreza y pobreza extrema permanezcan prácticamente sin variaciones a nivel regional, aun cuando algunos países podrían presentar cambios mayores”, cube el informe.
Sin embargo, este país había sido el único que registró un aumento de la pobreza en 2021, por lo que el nivel alcanzado está apenas por debajo del observado en 2019. República Dominicana y Haití atraviesan desde hace años una crisis diplomáticaante la gran ola migratoria de haitianos a su país vecino y la sucesiva decisión política de establecer deportaciones. A partir del informe de la CEPAL, se desprende que del one hundred pc de la población que vive en América Latina y el Caribe, el 30,4% se encontrarían atravesando de manera descendente la línea de pobreza, lo que de por si es preocupante, más cuando la tendencia va en ascenso para 2023. Es revelador también en las cifras presentadas, de donde se desprende que, del total la pobreza segun autores de las personas, aproximadamente el 12,4% han atravesado el umbral de la extrema pobreza. Mientras que para el profesor Silverio, «lo que falta es una visión apropiada de la economía, para conducir políticas públicas que lleven a una superación de la pobreza».
RESUMEN En las ciudades de América Latina y el Caribe, los pobres urbanos viven una heterogeneidad de condiciones y carencias que expresan directamente e indirectamente su vulnerabilidad económica. Este artículo busca profundizar nuestra comprensión de la dimensión económica de la pobreza y precariedad urbana en las vidas de los pobres urbanos, y averiguar sobre sus implicancias en el diseño de estrategias de política. El trabajo se basa en los enfoques conceptuales del desarrollo sostenible, y de la generación de capacidades y oportunidades en las personas.