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Pandemia Acrecienta La Desigualdad Social En América Latina

Los cuentapropistas son, en cambio, quienes tienen mayores índices de «no movilidad», estando los empleadores en una situación intermedia. Así, persistiendo el desafío de identificar o elaborar teoría urbana que sea capaz de explicar este comportamiento, los datos sugieren que, en principio, los factores que provocan la movilidad se hallan en un plano más institucional o empresarial (localización de puestos de trabajo y de vivienda), que en uno más particular person o de libre opción. Esta visión de las metrópolis latinoamericanas está ciertamente influenciada por estudios previos del autor con la ciudad de Santiago de Chile (Rodríguez, 2007a, 2007b y 2006a), basados en los resultados del censo de 2002, que incluyó, por vez primera, la consulta sobre comuna en la que trabajan o estudian las personas. Un dato que emergió de estos estudios es que el centro ampliado que identifican Escolano y Ortiz, compuesto por las comunas de Santiago, Providencia y Las Condes concentra a lo menos la mitad de los puestos de trabajo de la ciudad, y solo residen allí algo más del 10% de los ocupados (Rodríguez, 2008b). Dado que se tienden a superponer o al menos a aproximarse físicamente los nichos de la élite5 con la localización de los empleos, de lo anterior se deduce que si bien efectivamente muchos empleos «siguen a la población», no se dirigen a cualquier población sino a la de mayor poder adquisitivo.

Décadas de privación sistemática de derechos, o al menos de falta de empoderamiento de la mayoría de la población en América Latina, han provocado obviamente una fatídica costumbre a un Estado fuerte. Y cuando el Estado fuerte ya no funciona, el llamado a un hombre o mujer fuerte no se hace esperar. El principio de la responsabilidad personal no se ha practicado, la coparticipación en el sentido de involucrar a la población en las decisiones y sus efectos tampoco parece haberse aprendido. En su lugar, ha habido principalmente programas sociales que, aunque han aliviado en algo la situación de los pobres, no les han ayudado a tomar las riendas de su destino en sus propias manos. Para utilizar una vieja imagen, en lugar de cañas de pescar y redes, todos tienen un pez.

Esto ciertamente se vincula con su configuración político-administrativa, por cuanto la migración en ellas es en su gran mayoría desde el municipio central a los periféricos, pero los puestos de trabajo siguen concentrados en los municipios centrales, de manera tal que la salida de ellos conduce con mucha facilidad a la conmutación. En general, los municipios ricos están sobrerrepresentados entre los que reciben conmutantes o, lo que es lo mismo, tienden a tener una sobreconcentración de puestos de trabajo. El municipio central aparece sistemáticamente como el más concentrador de puestos de trabajo. Mayor y co-autora de uno de los capítulos, junto al académico de la Universidad de Chile, Cristian Leyton, explica que las investigaciones presentadas en el libro indagan “en cómo las personas viven, sienten e interpretan las desigualdades multidimensionales que padecen”. Los acontecimientos en Chile han demostrado que muchas personas pueden iniciar el cambio en una protesta conjunta. El proceso constitucional puede convertirse en un modelo para América Latina, si la nueva Constitución sale de un esfuerzo común y luego también es vivida por cada chileno.

El informe hace un llamado a los gobiernos de la región para que desarrollen una estrategia dirigida a elevar la productividad y  combatir la desigualdad. La comisión económica para la región prevé para este año un rebote tras la crisis de 2020, pero advierte que el crecimiento no se sostendrá. En cambio, proyecta un aumento de la desigualdad, la pobreza y la informalidad en los próximos años a menos que se lleven a cabo cambios estructurales. Las expectativas frustradas han dinamitado la paciencia de millones de latinoamericanos.

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Las protestas en la región más desigual del planeta se suceden a ritmo vertiginoso, de Haití a Chile; de Centroamérica a los Andes. El frenazo a millones de anhelos, el cuestionamiento de modelos económicos como el neoliberalismo, la desafección por los políticos, sin importar su ideología, son flamable común en todos los países para que se prenda una llamarada que no tiene visos de apagarse a corto plazo. En los años previos a la pandemia América Latina había conseguido reducir estos índices. Ahora, con la covid-19, el número de pobres aumentará en 28,7 millones de personas, hasta alcanzar la cifra de 214,4 millones de pobres en la región. A su vez, la pobreza extrema afectará a 15,9 millones más, sumando en complete eighty three,four millones de personas. Si bien el comercio internacional se ha contraído en 2020 a nivel mundial, lo ha hecho de forma más severa en América Latina.

Este último comenzará a configurarse con los resultados de la ronda de censos de 2010, los que servirán también para enjuiciar a las restantes hipótesis sobre este tema que han sido divulgadas en la literatura reciente. El panorama que nos ofrecen los gráficos de la serie 3a a 3d ratifica algunos hallazgos previos y aporta evidencia complementaria y novedosa que se aparta de lo antes visto. Ratifica, por ejemplo, la dificultad de comparar las desigualdad en la actualidad ciudades brasileñas con las otras dos, por cuanto los municipios centrales de Rio de Janeiro y de Sao Paulo funcionan a la vez como residencia y lugar de trabajo por su amplitud geográfica (gráficos 3a y 3d). También ratifica el hallazgo del gráfico 1, vale decir, en Santiago y México los asalariados de menor nivel socioeconómico registran la mayor probabilidad de trabajar en la misma comuna, lo que no ocurre en Sao Paulo y Rio de Janeiro.

«La gente es muy consciente de lo desigual que es la región actualmente y esto va acompañado de percepciones generalizadas de injusticia, no solo en la distribución del ingreso, sino también en el acceso a los servicios públicos y con respecto a las garantías legales», agregan. En el caso de El Salvador y Guatemala, la mayor parte de la caída en la desigualdad, se debe al mercado laboral y no a la redistribución, señala López-Calva. Abramo agrega que al mirar la evolución de los ingresos en Latinoamérica, queda claro que el crecimiento económico no es suficiente para que disminuya la desigualdad. En el Banco Mundial han estudiado el tema de la desigualdad de ingresos en la región centrándose en los últimos 10 años. En el caso de El Salvador y Guatemala, la mayor parte de la caída en la desigualdad, se debe al mercado laboral y no a la redistribución, señala López-Calva. “Creemos que la educación es desarrollo, por lo tanto, la formación de nuestros docentes debe ser pertinente y contextualizada”, sentenció.Recordemos que de acuerdo al último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Chile es un país menos pobre que hace 30 años, pero más desigual.

Por último, el resultado electoral de Estados Unidos puede potenciar los liderazgos demagógicos. Detrás de las protestas no solo hay causas inmediatas vinculadas a la crisis económica y la desigualdad social. También subyacen fenómenos más profundos, como el descontento generalizado hacia las élites y clases gobernantes.

La excepción es Santiago, cuyo patrón de segregación residencial socioeconómica, a gran escala todavía pese a su descenso reciente, sí permite imputar a un conjunto de comunas de la zona oriente la condición de nicho histórico de la élite. Cuando se examina ahora el atractivo de los municipios o comunas para conmutantes de diferentes niveles socioeconómicos, se advierten algunos patrones relevantes, pero también bastante diversidad idiosincrásica. Por ejemplo, los municipios del BCD extendido, que incluyen a los céntricos y a los que están en el eje de localización principal de los grupos acomodados, tienden a concentrar el destino de los conmutantes. En los municipios acomodados pero más bien excéntricos del BCD como Niterói, Sao Caetano do Sul, Miguel Hidalgo, y La Reina y Nuñoa, la élite todavía debe ir masivamente a otro municipio para trabajar, aunque el análisis efectuado en este trabajo no permite concluir si tal egreso implica efectivamente una salida del habitat histórico de la élite. El presente trabajo procura evaluar empíricamente las hipótesis antes expuestas usando micro-datos censales de la ronda de 2000 en los que se incorporó la pregunta pertinente para medir movilidad cotidiana. Por ello, se trabajará casi exclusivamente con bases de microdatos censales en formato REDATAM, que serán procesadas justamente con este programa.

1Algunos estudios que incorporan el aspecto subnacional o espacial en el estudio de la interseccionalidad son Malmusi et al. (2010); Scott y Siltanen (2012); Spierings (2016); Hopkins (2019); Rodó-de-Zárate y Baylina (2018). Una de las razones por las que el enfoque interseccional ha tenido una aplicación limitada es porque no ha sido fácil identificar un método que cristalice las aspiraciones ontológicas del término (Hancock 2007; Bauer 2014; Collins 2015). Se observa también que los programas de ayuda desplegados están beneficiando más a la parte baja de la distribución, pero quienes están por encima de la línea de la pobreza están perdiendo mucho.

En los distintos países ser mujer, indígena y rural constituye una condición de mucha desventaja. Una de las diferencias más significativas en la región es la que se da entre el campo y la ciudad (Gráfica 4). En Perú el analfabetismo rural es 5.4 veces superior que el urbano en ambos años, y la reducción en 10 años es insignificante, pues la tasa pasó del 19.6% al 17.9%. En Colombia el analfabetismo rural es 3.eight veces el del urbano en ambos años, pero la reducción ha sido más significativa, pues éste pasó del 18.8% al eleven.7%.

Al cierre de 2019, la Comisión Económica y Social para América Latina y el Caribe (Cepal) anunció el ingreso a la fila de los pobres de seis millones de personas más en comparación con el 2018. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial. Estas rentas son muy importantes en Centroamérica, donde representan entre el 13% y el 20% del PIB, especialmente para los hogares más vulnerables. Entre el 80% y el 90% de las remesas se destinan a cubrir necesidades básicas de los hogares, como la alimentación o la salud. El resultado de la disminución de los ingresos públicos y el incremento de los gastos ha sido un incremento del déficit público y de la deuda pública.

En ese aspecto, y tras las reuniones de los países latinoamericanos y caribeños, es posible concluir que existe un retraso en pensar el desarrollo educativo, además de una lentitud de las acciones. Otro problema recurrente es que no se ha logrado implementar nuevas innovaciones, sino que se está haciendo más de lo mismo.Por ello, Barbieri sostuvo que es necesario alcanzar una educación sin límites y barreras, y que sea relevante y pertinente. De este modo, deberían repensarse los diseños educativos y que la universidad fortalezca la institucionalidad y el rol social. “Debemos cambiar un mundo que no siempre reflexiona y educar para transformar vidas”, aseguró Barbieri. «Desigualdad», «legitimidad», «tolerancia» y «conflicto» son términos de gran complejidad teórica y de larga trayectoria en el pensamiento social.

Incluso en el giro a la izquierda, las mejoras fueron redistributivas, políticas sociales que democratizaron el consumo. Aunque la desigualdad por ingresos se ha reducido desde 2000, uno de cada 10 latinoamericanos vive en pobreza extrema (10,2%). En 2002 había fifty seven millones de personas en situación de carestía extrema en América Latina; 15 años después, la cifra subió a 62 desigualdad en los paises millones. “Uno de los denominadores comunes son las expectativas frustradas, la precariedad de la gente que había recuperado algo y ahora ve cómo sus anhelos y sueños se vienen abajo. Eso ha exacerbado una enorme furia”, apunta Arturo Valenzuela, subsecretario de Estado para América Latina durante la Administración de Barack Obama.

La Pandemia Acrecienta La Desigualdad Y La Pobreza En América Latina

También, no deben olvidarse los compromisos asociados a la transición energética, la descarbonización y el combate contra el cambio climático. Todo esto se conoció gracias a un informe elaborado por la OCDE, en conjunto con la Unión Europea, la CEPAL y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Allí advierten que dentro de las principales consecuencias de la pandemia han sido el aumento de la pobreza y la desigualdad. 2018 al 33,7 por ciento en 2022, y la pobreza extrema del 10,4 por ciento en 2018 al 14,9 por ciento este año. Mientras la tasa de participación laboral de los hombres fue de 74,5% en 2022, la de las mujeres alcanzó solo a 51,9% (una brecha de 22,6 puntos porcentuales). Las mujeres tienen, además, mayores tasas de desocupación (8,6% en comparación con 5,8% de los hombres en 2022).

Así lo anunció esta mañana la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que informó que en 2022 se proyecta que la pobreza ascenderá a un 32,1% de la población, que se traducirían en 201 millones de personas, mientras que la pobreza extrema llegaría al thirteen,1%. Ahora vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad”, concluye. Desde el comienzo de la pandemia provocada por el COVID-19, la pobreza extrema se ha disparado en toda la región de Latinoamérica, sumando un whole de 86 millones de personas en dicha condición, la mayor cifra en los últimos 27 años. En su informe anual titulado «Panorama Social de América Latina», la CEPAL estima que entre 2020 y 2021 la situación de pobreza extrema asciende a los 86 millones de personas. En el informe se indica que, en 2022, las economías de la región crecieron a una tasa estimada del three,7%, casi la mitad del crecimiento registrado en 2021 (6,7%). Esto, desde la institución indican que “refleja, por una parte, el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 y, por otra, el impacto y los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo”.

De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y debido a un contexto externo de incertidumbre, principalmente debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, la economía de la región enfrentará una difícil coyuntura el resto del 2022 y se prevé que la pobreza y la pobreza extrema se elevarán por sobre los niveles estimados para 2021. El organismo regional detalló que 7,8 millones de personas se sumarían a los 86,4 millones cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo. No obstante, solamente la pobreza extrema ha aumentado levemente con respecto al año pasado, que se registró en 12,9%, y según indicó el organismo, las proyecciones 2022 significan un retroceso de 25 años para la región.

Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos. El país debe también impulsar la transición verde a nivel mundial, tanto con la energía renovable como con el plan para expandir la producción de litio a través de alianzas público-privadas, que podrían contribuir a un mayor crecimiento en el futuro. Asimismo, el organismo llama la atención por el hecho de que “la disaster también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad en que vive buena parte de la población en los estratos de ingresos medios, caracterizados por bajos niveles de cotización a la protección social contributiva y muy baja cobertura de la protección social no contributiva”. Esto supone políticas sociales que concreten la solidaridad -que ésta no se ejerza sólo particularmente- y la organización de unos sistemas de salud con atención de calidad, más allá de las atenciones básicas, que supere las desigualdades en el acceso y en las prestaciones de salud. Papel de la bioética es impulsar estos valores en la reflexión de la deontología profesional, de la ética institucional en salud y de la ética pública en las políticas y sistemas de salud. La disaster sanitaria generada por la COVID-19 permanece aún vigente y Latinoamérica con el Caribe la región más susceptible del mundo en medio de la pandemia.

En este caso, la tasa es la tercera más baja en América Latina, después de Uruguay y Costa Rica con 0,3% y 4%, respectivamente. Aunque el aumento es severo, e implica retrocesos de 12 años en la materia, no se compara con la realidad que enfrentan otros vecinos. Por ejemplo, la pobreza superó el 30% en México, Argentina, Colombia y Bolivia, mientras que en Perú, con una tasa de 28,4%, la escalada por la pandemia fue de 13 puntos porcentuales. La preocupación por los derechos humanos está en el inicio de las primeras publicaciones de temas de bioética en México, por ejemplo, con las publicaciones del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en los años ochenta, que han continuado hasta la actualidad(46). También son recientes las visiones globales de la bioética como una ética de los derechos humanos, sobre todo como una profundización del principio de justicia del principalismo, con la equidad como elementary por encima de la eficiencia del sistema de salud, por ejemplo(47), o en abierta crítica a este sistema de principios(48). Sin entrar en el término utilizado en potencial, «debería», que más bien debiera ser imperativo -«se debe» o, mejor, «debemos»(2)-, es claro que la protección de los individuos y grupos más vulnerables es una de las misiones principales de la bioética en su reflexión sobre los valores en la atención y en los sistemas de salud.

La OCDE recomienda a los países de la región intensificar sus programas activos del mercado laboral, mejorar los sistemas de protección social, afinar su normativa de seguridad laboral y en el lugar de trabajo, y fomentar la aplicación de las leyes laborales. El desarrollo de las competencias de los jóvenes y su preparación para un aprendizaje permanente aumentan pobreza en reino unido la cohesión social y la productividad laboral. Más de la mitad de quienes tienen 15 años de edad en América Latina no adquieren el nivel de competencias básico para un correcto desempeño en el mercado laboral. Los resultados de los estudiantes muestran también una mayor dependencia del contexto socioeconómico que el promedio de los países de la OCDE.

Jorge Sahd, abogado y director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile (Ceiuc), analiza los resultados del índice de riesgo político para la región latinoamericana, así como la pérdida de institucionalidad y la fragmentación de las democracias, mediante un informe presentado en exclusiva a Espacio Gente. Sobre Panamá, es enfático al aclarar que la corrupción sigue siendo un desafío “no solo desde la probidad y la integridad, sino de cómo avanzamos en modernizar el Estado panameño a nivel central y local”, para propiciar mejores condiciones que permitan solventar “las demandas en materia de salud, economía y seguridad social”. Brasil fue el país con la mayor reducción de pobreza en este período (-4,8 puntos porcentuales), al pasar del 24,4% al 19,6%. Sin embargo, este país había sido el único que registró un aumento de la pobreza en 2021, por lo que el nivel alcanzado está apenas por debajo del observado en 2019. De hecho, de acuerdo al organismo, el 29% de la población de América Latina se encontraba en situación de pobreza y un eleven,2% vivía en condiciones de pobreza extrema en 2022. Cifras significativamente más bajas que las que se registraron en 2021, cuando dichos indicadores alcanzaron el 32,6% y el 13%, respectivamente.

pobreza en américa latina 2021

Las mayores alzas en ambos índices tuvieron lugar en Argentina, Colombia y Perú, donde alcanzaron o excedieron los 7 puntos porcentuales. Todo esto, porque el nivel de transferencias en 2021 que tuvo Chile es el más alto en comparación con todos los países del Cono Sur de América Latina”. Al respecto, Rolando Campos, directos de la División de Estadísticas CEPAL, dijo que “tenemos la encuesta Casen 2020 cuyos datos reflejaron una estimación de pobreza de 14,2% y pobreza extrema de four,5%. De este modo Chile incrementó su gasto social desde el 20,2% del PIB del año 2020, mientras Brasil lo redujo frente al 22,5% de ese año, con lo que dejó de liderar en la región. Pese a las mejoras en este tema, el informe advierte que para 2023 no se prevén mejoras apreciables en las condiciones de vida de las personas de escasos recursos.

En América Latina, el decil de ingresos más altos (decil 10) percibe un ingreso que equivale a 21 veces el del decil de menores ingresos (decil 1). Aparte de esos recursos, explica Roldos, los países también gastaron cerca de un 3,5% del PIB en el financiamiento de créditos «blandos» y garantías, principalmente a pequeñas y medianas empresas (que suelen llamarse medidas de apoyo a través de instrumentos de liquidez). Una decisión aún más compleja si se considera que Brasil es el país con la mayor deuda pública de la región. Eso se explica, entre otras razones, porque en la región más de la mitad de los trabajadores son informales. Por lo tanto, para llegar a ellos, la manera más eficiente en esta emergencia, dicen los expertos, period pobreza en adultos mayores optar por la política de entregarles dinero.

“Latinoamérica tiene el eight,4% de la población mundial y el 27,8% de muertes registradas por la pandemia en el mundo. Esto sucede por razones como el hacinamiento, la falta de accesos básicos, el sistemas de salud fragmentados y el lento y desigual acceso a vacunación”, aseguró Bárcena. Hasta marzo de 2024, el Banco Mundial tenía una cartera activa compuesta por dos operaciones de préstamo por un monto whole de USD 350 millones, destinadas a apoyar un mecanismo de financiamiento de hidrógeno verde y mejorar la atención primaria universal de la salud. También existe un programa de reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (REDD+) por valor de USD 26 millones y una donación de USD 5 millones para la implementación de los mercados de carbono. Se han suscrito seis acuerdos de servicios de asesoría reembolsables por un total de USD 8,76 millones que abarcan temas como género, salud, protección social, estadísticas nacionales y digitalización del transporte.

Sin embargo, si bien esta caída podría valorarse como algo positivo, el informe plantea que los datos de 2022 son similares a las de principios y fines de la década pasada, “lo que revela un avance insuficiente a nivel regional para alcanzar el objetivo de su erradicación”. Las exportaciones de bienes de la región se verán significativamente impactadas este año, según el informe, debido al alza de los precios de las materias primas, el aumento de los costes de transporte y las interrupciones en las cadenas internacionales de suministro. En diciembre de 2021, la Cepal proyectó para este año un aumento del 10% del valor de las exportaciones regionales de bienes y del 9% del valor de las importaciones. Sin embargo, el aumento de varios de los principales productos de comercialización han reajustado la proyección a una expansión del 23% tanto de las exportaciones como de las importaciones para 2022. «Lo que observamos, y también lo que nos comparten nuestros socios en el continente, es que la situación es realmente dramática y que, lamentablemente, los niveles de pobreza seguirán aumentando”, señaló Wünsch en entrevista con DW.

Sin embargo, establecen que a través de medidas de políticas fiscales en materias de tributación, gastos y gestión de la deuda pública es posible conseguir resultados positivos en el largo plazo. Esto porque los índices de pobreza y pobreza extrema han alcanzado niveles no vistos desde hace unos 15 o 20 años. Producto de ello, se prevé que el PIB de esta región no vuelva a niveles pre pandémicos en uno o dos años más. La debilidad de los enlaces de transporte constituye un impedimento para el incremento de la productividad y la inclusión social en la región. Los costos logísticos en la región representan entre un 18% y 35% del valor de un producto, cuando en los países de la OCDE ese porcentaje ronda el 8%. A principios de la década de 2010, los países de la OCDE registraban en promedio 132 patentes al año por millón de habitantes, frente a 0,9 patentes anuales por millón de habitantes de países latinoamericanos.

La subida de la pobreza extrema es “consecuencia de una reducción de las transferencias de ingresos de emergencia que no se compensan con el incremento de los ingresos por trabajo”, explica el documento. Pese a la mejora en los indicadores, más de a hundred and eighty millones de personas en la región no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y, entre ellas, 70 millones no tienen ingresos para adquirir una canasta básica de alimentos, advierte la Comisión en su informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2023. La educación, la protección social y el emprendimiento son algunas de las áreas en las que se requiere actuar de manera prioritaria para frenar la desaceleración del crecimiento económico y combatir la desigualdad en América Latina, según la OCDE. El aumento de la pobreza extrema depende de la situación en la que se encontraba el país al momento en que llegó la pandemia, qué tan grave fue la situación de salud pública y de qué manera reaccionó el gobierno para enfrentar la crisis, señalan expertos. La subida de la pobreza extrema es «consecuencia de una reducción de las transferencias de ingresos de emergencia que no se compensan con el incremento de los ingresos por trabajo», explica el documento.

La Pandemia Acrecienta La Desigualdad Y La Pobreza En América Latina

En los años previos a la pandemia América Latina había conseguido reducir estos índices. La pobreza había pasado de afectar al forty five,2% de la población en 2001, al 30,3% en 2019. Ahora, con la covid-19, el número de pobres aumentará en 28,7 millones de personas, hasta alcanzar la cifra de 214,four millones de pobres en la región. A su vez, la pobreza extrema afectará a 15,9 millones más, sumando en whole 83,four millones de personas.

pobreza y pandemia

La encuesta también mide los ingresos monetarios, que corresponden a la suma de los ingresos del trabajo, los ingresos autónomos y las transferencias que provienen del Estado (como subsidios o bonos). Los ingresos monetarios, entonces, corresponden al monto total que recibe un hogar. La última Casen da cuenta de que los ingresos monetarios del 10% más rico fueron 27 veces mayores que los del 10% más pobre. Al compararlo con los otros dos ingresos, acá se nota la influencia de los apoyos estatales. Sin embargo, estas transferencias no lograron impedir la peor relación 10/10 de los últimos 30 años y el peor Gini –el indicador de desigualdad– desde 2003 (PNUD, 2014).

Lloraba desconsoladamente, sin saber por qué” cuenta desde Buenos Aires, donde, después de un tratamiento con antidepresivos, poco a poco ha retornado a la vida social, pero admite que todavía le cuesta relacionarse con los demás. El informe del Banco Mundial entrega una proyección de empeoramiento de las condiciones de vida en Chile. Debiera ser un instrumento para desarrollar políticas públicas destinadas a evitar que tales proyecciones se cumplan.

Las mujeres, por supuesto, no son las únicas arrinconadas por la convivencia 24 horas con las mismas personas, la falta de contacto con amigos o compañeros o la incertidumbre sobre el futuro. Sin distingo de género o edad, las pérdidas económicas, las alteraciones de las rutinas y la soledad pasaron una abultada factura en la salud psychological y física que aún no se ha saldado. Algunos de sus efectos solo se conocerán dentro de años, cuando aparezcan las secuelas del estrés y la ansiedad que en algunos casos condujeron a depresiones profundas como la que experimentó Clara Scalise en Argentina.

Solicitar el distanciamiento parece una burla para familias que comparten una sola pieza. La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del 8,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la disaster en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de trabajo, y los problemas sociales. Además de la pandemia, el informe advierte de que existen otras amenazas para la infancia que ponen en grave peligro sus derechos.

La suma dista mucho de los 1.800 dólares que ganaba en 2019, pero su ingreso había caído a cero, carecía de trabajo estable y se había gastado los tres retiros de su ahorro pensional autorizados. La clase media es también un indicador de progreso y avances en equidad y ejercicio de los derechos humanos. En la medida en que las personas se consolidan en ese segmento de la pirámide socioeconómica, son más educadas, con mayores posibilidades de decidir y de tener empleos calificados. Así contribuyen a pasar de ser sociedades basadas en la producción de bienes primarios, en las industrias extractivas, con poca cualificación de la masa laboral, a ser sociedades basadas en el conocimiento.

Lo que hemos tratado de hacer es compensar esa pérdida, dando ayudas fiscales. Pero la creación de empleo debe ser de las primeras políticas de protección social. Y por eso, a quienes crean empleos les decimos que hay muchos subsidios del Estado disponibles para que vuelvan a contratar a esas personas”. En este sentido, la ministra enfatizó que la realidad que nos muestra esta encuesta es “la dureza con la que ha actuado la pandemia. Pero debemos seguir por la senda de la recuperación de los empleos, que es la mejor política social, especialmente en un contexto en que la actividad de la economía muestra mejoras”.

Con un tono de preocupación, la economista mexicana señala que “estamos enfrentando tiempos muy duros y difíciles”, al estar frente a “un deterioro profundo en el bienestar y la salud de las personas, que no es coyuntural”, indicó la economista mexicana. Entre las regiones, Tarapacá (14%), Ñuble (14,7%), Biobío (13,2%) y La Araucanía (17,4%) presentan tasas de pobreza por sobre el promedio nacional, mientras que en la Región Metropolitana (9,0%), Aysén (6,6%) y Magallanes (5,7%) se observan tasas más bajas. En el resto de las regiones no existen diferencias estadísticamente significativas respecto a la tasa nacional. “Nos estamos situando en algún punto en pobreza extrema entre 2003 y 2015”, explicó durante la presentación la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia.

La gran gran mayoría de países estableció instrumentos de ayuda directa a los hogares. Algunos ejemplos son el Ingreso Familiar de Emergencia en Argentina, el Bono COVID-19 de Chile, el Ingreso Solidario de Colombia, el Bono Proteger en Costa Rica o el Bono de Emergencia en Brasil. La pobreza aumentó con mayor fuerza en las zonas urbanas del país, pasando de 7,4% (2017) a 10,4% en 2020. En pobreza extrema el aumento en Chile fue de three,1%, pero pasó de un mínimo de 1,4% hasta un 4,5%. Chile aparece como tercero en pobreza extrema en América Latina, después de Uruguay (0,3%) y Costa Rica (4%). NUEVA YORK, 9 de diciembre de 2021 – La COVID-19 ha afectado a la infancia a una escala sin precedentes, lo que la convierte en la peor disaster de la infancia en los seventy five años de historia de UNICEF, según ha declarado el organismo de las Naciones Unidas para la infancia en un informe publicado hoy.

Precisamente, dos de los elementos que están “en pausa o con cifras negativas” por la disaster actual. En este sentido, agregó que “desde la Subsecretaría de Evaluación Social contamos con otros instrumentos de caracterización, como lo es la Encuesta Social Covid, la cual nos permite contar con información oportuna y estadísticamente representativa, relativa a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. Asimismo, contaremos con indicadores con registros administrativos y la Encuesta de Bienestar Social, la cual, precisamente, complementa la información entregada por Casen, mediante información respecto de las experiencias y evaluaciones sobre la calidad de vida que enfrentan las personas. Gracias a estas herramientas tendremos un diagnóstico de la realidad de nuestros hogares, lo que nos permitirá llegar de forma eficiente a las familias que se han visto mayormente afectadas por la crisis sanitaria”.