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Pandemia Acrecienta La Desigualdad Social En América Latina

Es importante destacar que las áreas urbanas de la región se caracterizan por una heterogeneidad de situaciones en el nivel de ocupación y de desempleo de los sectores de escasos recursos, por país, y por género (Banco Mundial, 2004). En las ciudades de América Latina y el Caribe, los pobres urbanos viven una heterogeneidad de condiciones y carencias que expresan directamente e indirectamente su vulnerabilidad económica. En nuestra región, la pobreza urbana adopta la forma de bajos ingresos vinculados a empleos precarios, falta de capital educativo y activos patrimoniales, y refleja inequidades por razones de género1. Durante la primera década de este siglo se registró un progreso notable en desigualdad durante la pandemia la región, al compás del aumento de los precios del petróleo, el mineral de hierro y muchas otras materias primas latinoamericanas, principalmente gracias a la demanda de China. Países como Brasil, México y Perú cosecharon los beneficios de las grandes reformas de liberalización realizadas en la década de 1990, que permitieron a millones de latinoamericanos a comenzar a ahorrar, invertir y acceder al crédito. Innovadores programas sociales como “Bolsa Familia” de Brasil ayudaron a redistribuir la bonanza más equitativamente, proporcionándoles a las familias pobres un modesto estipendio mensual y contribuyendo al surgimiento de una nueva clase de consumidores con más confianza en sí mismos.

Estas disparidades abarcan aquellas que se dan entre los países desarrollados y aquellos en desarrollo, como las que surgen al inside de grupos sociales en los países, entre hombres y mujeres o entre los grupos más ricos y los que están en condición de pobreza. La brecha digital de género se refiere a la diferencia en el uso y acceso a las TICS entre mujeres y hombres, pero incluye también la desigualdad en cuanto a la creación y publicación de contenidos, la participación y la presencia en la purple. Es significativo que en esta visión agregada de la informalidad residencial, ningún país presente una proporción importante de pobres urbanos que residen de manera casual y cuentan con empleos formales. Este «casillero vacío» parece indicar que de alguna forma, los pobres urbanos están formalizando su habitat, pero siguen teniendo serias barreras para lograr una inserción laboral adecuada en esta región.

En concreto, la desigualdad de los ingresos laborales se redujo, acortándose la brecha salarial entre trabajadores altamente calificados y poco calificados. Así, entre 2002 y 2013, el ingreso laboral del decil más pobre creció, en promedio, un 50% en términos reales, mientras que el aumento promedio fue del 15% para el decil más rico (y 32 % para el ingreso de la mediana de la distribución). Además se produjeron incrementos en el salario mínimo y apoyo a organizaciones sindicales. En su informe anual titulado «Panorama Social de América Latina», la CEPAL estima que entre 2020 y 2021 la situación de pobreza extrema asciende a los 86 millones de personas. Sabíamos que la inflación subiría en muchos países por factores transitorios, pero en algunas partes los datos comienzan a sorprender al alza.

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Así, a nivel basic, el Indicador de Clima Económico (ECI) de América Latina cayó en el segundo trimestre de 2023 influenciado por el empeoramiento de las evaluaciones sobre la situación económica actual. La falta de confianza en la política económica local sigue siendo uno de los principales problemas para el crecimiento económico de la región según los expertos consultados. De acuerdo a la encuesta que realiza trimestralmente la Fundación Getulio Vargas de Brasil, el país se sitúa bajo Paraguay, Uruguay, México y Perú. El estudio muestra que los tres principales problemas que enfrenta el país es la falta de confianza en la política económica del gobierno e Inestabilidad política, clima desfavorable para los inversores extranjeros y aumento de la desigualdad en los ingresos. Al respecto, la representante de la comisión organizadora y académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera, señaló que “las situaciones de desigualdad del país y cómo estas se agudizan en periodos de pandemia, definimos un gran eje que se relaciona con la resistencia y la emergencia que se generan en contexto de disaster.

Difícil explicar por qué después de 32 años de recuperada la democracia (1990), no hemos sido capaces de darle una vuelta de tuerca a un sistema que, con mínima regulación en áreas de la economía, salud y educación, enquistó la inequidad. La multitud se tomó las calles de muchas ciudades en protesta por la desigualdad que mastican, huelen e indigna a los millones que viven hacinados en poblaciones periféricas. Esa inequidad mata igual que la corrupción que se fue instalando y cooptando el sistema político, con leyes que no le han quitado ni una muesca al poder que desde hace décadas ostentan los grandes grupos económicos locales y multinacionales. «La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social. Ahora vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad», concluyó. El estudio de la percepción ocupa un lugar central en la psicología y, en particular, en la psicología social (Augoustinos, Walker & Donaghue, 2006; Bodenhausen & Lambert, 2003; Howard, 1994). La investigación en este ámbito se ha centrado en explicar diferencias individuales en términos de certezas y sesgos perceptuales, diferencias que han sido asociadas a una serie de factores internos o motivacionales, así como a factores situacionales, tales como los roles, la posición social o la identidad social (Levine, Resnick & Higgins, 1993).

Asimismo, se realizó un foro organizado en conjunto con el Colegio de Antropólogos de Chile. En esta instancia, el Dr. Reygadas abordó el tema del mercado laboral de la antropología y los problemas que encuentran los antropólogos jóvenes para insertarse en el mundo del trabajo, y expuso parte de su investigación realizada en el 2019 que condujo a un libro llamado “antropólogo del nuevo milenio”. A su vez, el invitado internacional agregó que “Antes se decía que la desigualdad en América Latina se debía al capitalismo, pero bueno, hay países capitalistas que son desiguales, pero no tanto como los de la región. Se decía que period la dependencia hacia Estados Unidos lo que explicaba todos los males.

Cada país deberá manejar prudentemente sus finanzas públicas para garantizar la sostenibilidad de la deuda, en especial teniendo en cuenta que el costo del endeudamiento puede subir. La comunicación que mantiene con numerosos bancos centrales y organizaciones multilaterales le permite analizar y eventualmente anticipar tendencias que les sirven a los países con los que trabaja para reaccionar a tiempo.El nivel de alerta es mucho mayor ahora, por causa de las turbulencias creadas por la pandemia. Sobre los efectos derivados de esta, las respuestas que pueden darse y los riesgos que se ven en el horizonte, Uribe habló en exclusiva con EL TIEMPO. Tras haber ocupado la gerencia del Banco de la República de Colombia durante doce años, José Darío Uribe asumió en marzo de 2017 la presidencia del Fondo Latinoamericano de Reservas (Flar). Aunque es desconocida para la mayoría del público, la entidad cumple un papel elementary en el ámbito regional, al apoyar en momentos de necesidad a las economías de la zona. El empeoramiento del clima económico en América Latina se refleja en la revisión a la baja del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023, que pasó de 1,4% a 1,1% entre la Encuesta del primer y segundo trimestre de 2023.

En la gran mayoría de los países de la región existen programas nacionales para facilitar el crédito, capacitar y entregar apoyo técnico a las pequeñas unidades productivas. Sin embargo, carecen de orientaciones claras5 y tienen un marcado énfasis social, que no toma en consideración la enorme heterogeneidad que caracteriza el sector. La microempresa, bajo este esquema, se consolida como amortiguador laboral-productivo en tiempos de ajuste y crisis, sin necesariamente lograr insertarse y competir dentro de la economía formal. La construcción social del habitat por los habitantes de los asentamientos precarios y de los barrios consolidados debe ser considerada como un recurso y una inversión de los sectores de bajos ingresos que debe activarse, mejorarse o capitalizarse, es una de las principales oportunidades de desarrollo del habitat en la región. En common los responsables por la formulación de políticas no reconocen en forma explícita este recurso ni su incorporación a las políticas de vivienda.

«La coexistencia de gente de ascendencia europea con indígenas y afrodescendientes está en la médula de por qué no se ha podido reducir la desigualdad» en la región, dice Nora Lustig, profesora de economía en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, y directora del Instituto de Compromiso con la Equidad. En México, donde los indígenas son aproximadamente 15% de la población y casi tres cuartas partes de ellos viven en pobreza, un estudio de la organización Oxfam indicó en agosto que 43% de quienes hablan una lengua nativa no completaron primaria y apenas 10% tiene trabajo formal o es empleador. Apuntó, por ejemplo, que si bien hubo una leve reducción reciente, la tasa de pobreza de las personas indígenas en 2018 fue de 49%, el doble que la registrada para la población no indígena ni afrodescendiente. © 2024 KPMG Auditores Consultores Limitada, una sociedad chilena de responsabilidad limitada y una firma miembro de la organización global de firmas miembro de KPMG afiliadas a KPMG International Limited, una compañía privada inglesa limitada por garantía (company limited by guaranty).

Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas. Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos. El país debe también impulsar la transición verde a nivel mundial, tanto con la energía renovable como con el plan para expandir la producción de litio a través de alianzas público-privadas, que podrían contribuir a un mayor crecimiento en el futuro.

A pesar del tremendo avance de las tecnologías de la información, de la inteligencia artificial, del desarrollo de las telecomunicaciones, desigualdad e inclusión social del transporte aéreo y marítimo, a pesar de todos los aumentos en productividad, hay algo que avanza en sentido opuesto, la desigualdad y la pobreza.

Gran parte de los trabajos en América Latina son informales, si bien hay diferencias muy importantes entre países. El ninety two,1% de los trabajadores y trabajadoras no agrarias en Ecuador son informales, así como el seventy three,2% en Bolivia y el sixty eight,5% en El Salvador. Son personas que se ganan la vida día a día, sin contratos ni derechos laborales; por esto, han estado, además, más expuestas al coronavirus. En 2020 el cierre de las actividades económicas no esenciales se tradujo en destrucción de empleo, particularmente en los meses de marzo, abril y mayo. Sin embargo, en la gran mayoría de los países se establecieron mecanismos para mantener las relaciones laborales. Aunque también se incrementó el número de personas desanimadas, que son aquellas que dejan de buscar empleo porque saben que no lo van a encontrar.

La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, señaló que las protestas en la región pueden convertirse en una oportunidad para el cambio social. Ponencia presentada en el XXVIII International Congress of the Latin American Studies Association, Rio de Janeiro, Brasil. El procedimiento de recolección de datos se realizó mediante entrevistas personales cara a cara con una duración aproximada de una hora.

La Pandemia Acrecienta La Desigualdad Y La Pobreza En América Latina

En los sectores populares debieron lamentar la muerte de muchos jóvenes, “situación que en las comunas ricas fue casi imperceptible”. Este recrudecimiento de la desigualdad, estiman, se debió a la debilidad de los sistemas de protección social para enfrentar el ‘shock’ que significó la pandemia. La probabilidad de morir antes de los sixty five años subió por sobre el 10% para mujeres y el 20% para hombres.

Revista nuestrAmérica adhiere a la Declaración de San Francisco sobre la evaluación de la investigación, DORA y a la Declaración de México a favor del Ecosistema latinoamericano de Acceso Abierto No Comercial. Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual four.0. Investigadores nacionales e internacionales se dieron cita en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, en el marco del proyecto FOVI en el cual participa la académica del programa de epidemiología María Teresa Muñoz Quezada, junto al equipo de investigadores de la Universidad Católica del Maule. Frente a esta perspectiva creemos que es necesario y urgente abordar la salud como un proceso dinámico y contextualizado, en relación dialéctica con la enfermedad y la atención.

Al mismo tiempo, los ingresos del 99% de la población mundial empeoraron por la misma causa, llevando a la pobreza a más de one hundred sixty millones de personas. Sin embargo, sabemos que también la pandemia ha tenido un efecto indirecto en otras enfermedades; por ejemplo, la falta de disponibilidad de servicios desigualdad legal médicos puede tener un efecto a largo plazo en la detección del cáncer [8], y ahí, una vez más, el efecto puede ser desigual. A pesar de que la serie respecto a esperanza de vida se mantiene estable (excepto 2020), cuando miramos medidas relativas a edades jóvenes se observa una disminución sostenida de la desigualdad en hombres.

La pandemia significó grandes cambios en la desigualdad de la esperanza de vida en áreas urbanas. La evolución de la esperanza de vida y probabilidad de morir joven muestran grandes avances en los últimos 20 años, que se vieron fuertemente interrumpidos por el efecto de la pandemia. La evidencia disponible indica contundentemente que el impacto del Coronavirus ha sido mucho mayor en las áreas más pobres [1,2,3], y que aún más, estas diferencias fueron particularmente fuertes en edades más jóvenes [1].

Las conclusiones proponen que producto de la pandemia de Covid-19 se ha profundizado la desigualdad social entre las juventudes, ampliándose la brecha educativa, de empleo e ingresos entre los distintos sectores sociales y géneros. Quienes tienen una mayor fragilidad financiera y han sido más fuertemente afectados económicamente -jóvenes, mujeres y hogares de menores ingresos- son quienes, en mayor medida están experimentando un deterioro de su salud psychological desigualdad segun autores. Para comprender los canales a través de los cuales la pandemia está afectando la calidad de vida y la brecha de bienestar de los hogares en Chile, un grupo multidisciplinario de investigadores de la Universidad de Chile hemos elaborado el proyecto “Vida en Pandemia”.

Por tanto, esas consecuencias socioeconómicas aumentan en contexto de pandemia en la población mapuche que es la población más empobrecida de la región de la Araucanía. Si la desigualdad e inequidad ha aflorado aún más con la pandemia, en la población mapuche el estrago es mayor, porque la pandemia nos encuentra a los pueblos indígenas en basic con tremendas desigualdades en lo socioeconómico, territorial y en lo socioespiritual, dada las transgresiones al ecosistema. Para evitar un aumento de la precariedad económica y vulnerabilidad, resulta crucial que se tomen medidas que permitan mitigar el impacto económico que está provocando la crisis de Covid-19 en estas familias. La experiencia internacional muestra que, en momentos de crisis, es fundamental que los países cuenten con sistemas de protección social reforzados, que entreguen respuestas efectivas y oportunas a las familias a través de medidas de apoyo económico, que reduzcan los efectos negativos en el empleo y que garanticen el acceso a prestaciones básicas. De esta de manera es posible mitigar el impacto en el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, previniendo la deserción escolar, la malnutrición, el maltrato infantil y el aumento del trabajo de niños y adolescentes.

Don Arturo, usted más que dogmático y férreo defensor de la economía neoliberal, lo cual está bien, su defecto es ser un defensor ciego a los errores y horrores de los que usan el modelo en su propio beneficio, sea a través de la esclavitud infantil, creando y manteniendo diversos tipos de zonas de sacrificio, destruyendo el medio ambiente, and so on. «Estas visiones valientes y compasivas, burladas y rechazadas por los «realistas» capitalistas, tuvieron suficiente tiempo en el aire, llamaron suficientemente la atención, para permitir que un número cada vez mayor de personas —algunos por primera vez— desearan un cambio en el mundo. Para esta ONG «las élites latinoamericanas no se han destacado por su compromiso por sus países», al contrario en muchos de los países de América Latina, no existe impuesto al patrimonio o los impuestos al lujo son bajísimos. Las denuncias por alzas en los precios de productos de primera necesidad y aseo, así como fármacos, además del alzas tarifarias en servicios básicos como energía eléctrica, agua potable o fuel, han sido la tónica.

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En México, más de 15 millones de personas perdieron el acceso a la cobertura de salud en los dos años previos a la pandemia debido a ineficiencias burocráticas en la política de salud del gobierno. El uso de paquetes fiscales que incluyeran transferencias directas fue algo común alrededor del mundo, y Chile no fue la excepción. En el contexto de la pandemia, su objetivo no estaba en incentivar ciertas conductas, como funcionan muchas veces las transferencias condicionadas, sino más bien en dotar de recursos a aquellos hogares que habían visto mermados sus ingresos a raíz de las restricciones sanitarias.

En ese sentido, a la fragmentación social de cada país se agrega la fragmentación regional, apuntó De Riz. «Cada vez hay menos conciencia de una región compartida. Se rompió completamente el multilateralismo. El Mercosur fracasó. Hay países mirándose hacia adentro y un déficit de integración política, cultural y económica muy fuerte. Se ve un creciente nacionalismo y proteccionismo». Por último, el resultado electoral de Estados Unidos puede potenciar los liderazgos demagógicos. Si las frustraciones y el descontento social no se canalizan por una vía democrática e institucional, los liderazgos populistas se acentuarán en la región. Y los discursos antisistema, los políticos «outsiders» que se autopostulan como «salvadores» frente a las múltiples disaster, aparecerán como una alternativa tentadora para importantes franjas de la población. El siguiente análisis busca medir el impacto del IFE y otras ayudas directas entregadas durante el año 2021 en materia de pobreza y desigualdad.

Renglón seguido apunta que se trata de “discusiones fundamentales para la constitución de una nueva izquierda”. “Ellas”, en referencia a mujeres contemporáneas exponentes del feminismo (Fraser, Segato, Butler) “marcan una punta de vanguardia en esa reflexión mucho más interesante que la de Zizek o Byung-Chul Han”. En entrevista el lunes la investigadora de Pivotes Bárbara Manríquez afirma del CAE que “su implementación es algo que el país necesitaba”. Con algunas omisiones y datos ad hoc al argumento sugiere además que el alza del último tiempo de la morosidad de deudores del… En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile, se encadenaron una serie de eventos produciendo que este hito tuviese un encuadre explicit. Por un lado, el escenario político de las derrotas electorales para la izquierda  –en el plano…

Claro que estas serían ayudas de emergencia y, en ese sentido, el ministro asegura que lo que se busca es dar soluciones más permanentes. Al igual que Correa, Fernando Campos, sociólogo y académico de la Universidad de Chile, experto en temas de desarrollo urbano y miembro de la Cátedra de Racismos y Migraciones Contemporáneas de la misma casa de estudios, enfatiza en la urgencia que supone que el Estado otorgue ayudas efectivas durante la pandemia a los grupos más vulnerables, entre ellos, los migrantes. “Ya que con este virus todos podemos infectarnos por igual, el gobierno ha planteado la thought de que también todos podemos acceder por igual a los sistemas de salud, y eso no es así. En otros países, como Portugal, por ejemplo, se les dio permiso y residencia a todos los migrantes para asegurarles la atención médica en los servicios de salud”, cuenta Campos. Cuando pensamos en la circulación y probabilidad de contagio de un virus, el hacinamiento se percibe como un issue de riesgo frente a las escasas posibilidades que existen para guardar distancia y así evitar contagiar al resto del grupo familiar. Por otro lado, guardar cuarentena se transforma en un gran desafío cuando una o más personas deben compartir el dormitorio y podría generar problemas serios en la convivencia al interior de las familias.

Para finalizar, Matías Cociña agradeció el estudio y mencionó que es un tesoro tener los datos antes y posterior al estallido social. “Ahora da para preguntarse cuáles son los cambios, pero en realidad la anomalía parece ser respecto de los datos un poco más largos”. El desarrollo de todo este proceso «puede dificultar aún más alcanzar una solución política de la disaster que se inició en octubre”, apuesta Ruiz. Desde el last del período dictatorial, durante las décadas de 1990 y 2000 diversos movimientos sociales pusieron acento en la necesidad de superar la impronta elitaria de la carta magna de…

Estudio De Claudio Sapelli: Se Acrecienta Caída De Desigualdad En Las Nuevas Generaciones

Aumento de ingresosOtro dato que explica la caída en la desigualdad es la evolución de los ingresos. En el estudio realizado por Sapelli se muestra que el aumento del ingreso de cada percentil es mayor a medida que se avanza hacia los más pobres, es decir, entre 1998 y el 2013 los ingresos laborales de los percentiles más bajos se incrementaron en mayor porcentaje que el de los los quintiles más ricos. “Lo que se detecta que estaba funcionando como un freno era el acceso a la educación superior, lo que tiene una implicancia súper importante en la discusión actual”, indica el titular de Economía de la UC, destacando el mayor acceso debido a la aparición de las universidades privadas.

Con todo, el economista destaca que actualmente Chile no sólo tiene la tasa de graduación de enseñanza media más alta de América Latina, sino que también los mejores resultados en la prueba PISA en la región. Es por eso que pidió un Crédito con Aval del Estado que pagará por los próximos 20 años y apostó por la universidad. Sin embargo, en 2019 fue despedido y no ha logrado encontrar trabajo relacionado a sus estudios. Y aunque le ha salido a cuenta su nuevo negocio Vidafrut, Felipe está en parte decepcionado con la llamada promesa de la meritocracia. Asimismo, aseguró que “no tengo dudas de que este envión que teníamos me hacia ser optimista respecto del futuro para reducir la brecha de la desigualdad, pero se va a frenar si manejamos esto mal (…) podemos salir de esto con la pobreza siendo un problema enorme”.

1) Entre 2000 y 2013, medida por el índice Gini, la desigualdad en Chile se redujo de 0.58 a 0.50, un 14%. 1) Entre 2000 y 2013, medida por el índice Gini, la desigualdad en Chile se redujo un 14%, de 0,fifty eight a 0,50. Una investigación del director del IEUC reveló que un sistema de postulación más similar a la PAA que la PSU garantizaría mayor equidad.

3) La movilidad social es también alta en Chile, superior a la de Estados Unidos, tanto dentro de una misma generación como entre generaciones de padres e hijos. Concluyo con que esta segunda edición actualizada y ampliada del libro de Claudio Sapelli sobre la distribución del ingreso y la movilidad social en Chile confirma los resultados de la primera. Aunque a inicios de los ’80 se permitió el ingreso de las universidades privadas, recién en los ’90 se destrabó el procedimiento para crear nuevos planteles y fue cuando se masificó el acceso a la educación superior.

De hecho, el experto señala que parte de esta caída ya se ha traspasado al dato de Gini common, el que cayó eight puntos desde 2000 hasta 2013, pasando de 0,58 a 0,50. “Hay una mejora muy importante en la distribución de ingreso a nivel de toda la población, que yo no sé por qué nadie habla de ella”, sentencia y añade que “lo que pasó en Chile en términos comparativos es bien asombroso, una mejora extremadamente rápida a nivel global”. El libro tendrá una segunda edición, que se lanzará el próximo lunes 14 de noviembre, y su autor adelanta a “El Líbero” las principales conclusiones. Quizás el dato más relevante es que la reducción de la desigualdad sigue a un fuerte ritmo, ya que mejoró en 20 puntos en la medición GINI entre quienes nacieron en la década de los 90’ con relación a los de los años 60’. Esa concept dominó en Chile sin contrapeso durante los ninety y bien entrados los 2000. En una reciente entrevista que el economista Sebastián Edwards le hizo al ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, en Ex Ante, Edwards rescata la profundidad que alcanzó esa convicción.

La élite de hoy es esencialmente la que se formó gracias al auge económico de los últimos 35 años. El discurso meritocrático esparcido con tanta superioridad por miembros de la misma élite, como si ellos pertenecieran a una aristocracia o nobleza antigua e impenetrable, no tiene mayor base en la realidad. Tampoco tiene base en la realidad la thought derechos de los pobres de que en Chile no hay movilidad social.

Las recientes declaraciones de Nicolás Eyzaguirre tratando de idiotas a sus compañeros de colegio y acusándolos de haber llegado a donde están solo producto de la pink de contactos que poseen, merecen algunas reflexiones. Desde hace un tiempo a esta parte, se ha instalado en Chile la idea de que el país posee férreas élites que se auto reproducen excluyendo a todos los demás de las mejores posiciones en la sociedad. Se dice cepal pobreza 2022 que el apellido y la cuna pesarían más que los “méritos” y que esa sería una de las causas centrales de la desigualdad, supuestamente hoy peor que nunca producto del modelo económico “neoliberal”.

Programas sociales que impulsen el encuentro entre pares, la solidaridad y cohesión como herramientas para el mayor bienestar, son fundamentales para sostener soluciones de superación de pobreza en el tiempo. No podemos hablar de programas sociales universales o focalizados sin hablar de la desigualdad y la segregación que abunda en nuestras ciudades y barrios. La individualidad de las soluciones, pasan por la mirada de un colectivo que se apoya.

De Chile, explica que “al last del día, el tema de la desigualdad está en otros componentes que tú experimentas más que un índice. Tú tienes más dinero, vas a acceder a más salud, mejor educación y para qué decir mejores pensiones”. Señala el profesor Sapelli que el famoso coeficiente de Gini se construye en base a información agregada y, por tanto, no refleja necesariamente la dinámica de la desigualdad del ingreso. Flores estima también que, en esos mismos 20 años, el 10% más rico capturó poco más del 60 % del ingreso, mientras que los que menos ganaron, es decir al 50% de abajo, se apropiaron apenas de entre 6% y 8% del ingreso whole. En el caso de las mujeres, el economista indica que no se da lo mismo en los quintiles más bajos, lo que podría explicarse por “un mal diseño de la política social de subisidios, que estaría produciendo una trampa de pobreza”.

Para ello, continúa Sapelli, es necesario realizar un estudio por “cohortes”, es decir, analizar la desigualdad del ingreso desagregando la información por edades. La subrepresentación de la riqueza que reconoce la CASEN se observa, por ejemplo, en el ítem dividendos distribuidos. Esa encuesta “no registra ni el 10% del complete de dividendos que sí incluyen las Cuentas Nacionales del Banco Central”, dijo Flores a TerceraDosis. De hecho, según su estimación, la CASEN cubre apenas alrededor del 40% del ingreso nacional que registra el Banco Central. Esa percepción de injusticia se expandió durante la última década alimentada por la alta desigualdad que tiene Chile (ver OCDE 2019) y pareció explicar el estallido social de 2019. Claudio Sapelli fue uno de los firmantes de la carta de académicos en el que se reconocen errores.

La movilidad intra-generacional mide –para la población clasificada por deciles de ingresos- la relación existente entre el nivel relativo de los ingresos de esas personas en un período inicial y aquél, por ejemplo, cinco años después. Si las personas que están en el primer decil en el período inicial permanecen en el mismo decil cinco años después, no habría movilidad social alguna. Si en cambio algunos pasaron al segundo decil, otros al tercer decil y, así sucesivamente, habría movilidad, la que se puede transformar en un índice. De acuerdo a cálculos presentados por Sapelli, entre 1996 y 2001, el índice en Chile medido por el método de Bartholomew fue de 1.92, comparado con 1.sixty seven y 1.seventy six para Estados Unidos y Alemania, respectivamente. O sea, Chile tiene un alto nivel de movilidad intra-generacional, mayor incluso que el de Estados Unidos y Alemania. ¿Cómo explica Sapelli las distribuciones del ingreso de cada una de las generaciones futuras?

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Mientras hojeaba este libro, recordé que el famoso economista Muhammad Yunus, llamado “el banquero de los pobres” y ganador del Premio Nobel de la Paz, hacía una comparación entre la pobreza y los árboles bonsái, esos pequeños árboles cultivados y modelados a escala de los árboles grandes. También propone reemplazar parte importante del frondoso conjunto de programas sociales existente en Chile, por un sistema diferente que se conoce como un impuesto negativo sobre el ingreso (es decir, un subsidio a los más pobres). Este sistema evitaría también el desincentivo del precise esquema de apoyo social a que las personas que reciben ayuda del Estado se esfuercen por obtener ingresos propios. Invito a los lectores a leer el libro de Sapelli, incluyendo su capítulo final, que es de política económica.

En resumen, estamos ante un trabajo llamado a convertirse en referencia imprescindible acerca del devenir de la economía chilena. Historiadores, politólogos, profesores, sociólogos, políticos e interesados en common no pueden ignorar este trabajo para alimentar sus reflexiones. Es, además, un ejemplo de las posibilidades de una investigación rigurosa, abordada con seriedad y ánimo constructivo, para tratar la desigualdad en una economía no desarrollada. Las lecciones a extraer pueden ser objeto de discusión, pero se cuenta ahora con una base mejor para plantear los términos del debate. Educación es la claveSapelli sostiene que los nuevos datos se explican por los mismos fenómenos que indicó en el libro de 2011, que se relacionan principalmente con el mayor acceso a la educación en las nuevas generaciones y la mejora de ésta.

Hay aspectos de la investigación que merecen algunas aclaraciones y en las líneas siguientes se destacan algunos de ellos. El investigador recomendó en la modificación de la PSU que está en estudio por parte del DEMRE considerar la aplicación de un examen más parecido a la PAA, que incluya una serie de take a look at específicos y que cada universidad elija según los requerimientos que tenga. Afirma que hay que terminar con la “obsesión de efectuar una sola prueba, que es lo que genera los problemas”.

Pandemia Acrecienta La Desigualdad Social En América Latina

La pandemia habrá ocasionado el cierre del 2,7 millones de empresas latinoamericanas, es decir el 19% del complete de las empresas. Pero las medidas de distanciamiento social y las limitaciones a la movilidad han afectado de forma desigual a las actividades económicas. Santibañes sugirió que la región pierde importancia por motivos económicos y tecnológicos. «Una baja tasa de crecimiento, menor comercio, menor innovación, nos vuelven menos relevantes. Pero América Latina se está convirtiendo en un foco más relevante geopolíticamente por la presencia china, sobre todo en el Cono Sur. Y eso genera la necesidad de una política exterior responsable». En medio de las múltiples crisis america latina pobreza superpuestas, la región no apela a mecanismos de integración y cooperación que la fortalezcan.

El informe también resalta la desigualdad de ingresos en la región, mencionando que el 10% más rico gana 21 veces más que el 10% más pobre. Además, en el año 2021, tan solo one hundred and five personas concentraron casi el 9% del Producto Interno Bruto (PIB) regional. Al respecto, la representante de la comisión organizadora y académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera, señaló que “las situaciones de desigualdad del país y cómo estas se agudizan en periodos de pandemia, definimos un gran eje que se relaciona con la resistencia y la emergencia que se generan en contexto de disaster.

Nada de eso hay que tirarlo a la basura, nos explica una parte del fenómeno”. Además, indicadores de la desigualdad que captan mejor lo ocurrido con las diferencias de los ingresos absolutos entre ricos y pobres, muestran un incremento. Cuando se corrige la información para incorporar los altos ingresos con datos de declaraciones fiscales, la concentración del ingreso en el tope de la distribución es más alta y ha estado subiendo. Descomponiendo los datos para encontrar los factores que explican esta disminución tan importante de la desigualdad, se observa que, en promedio para la región, un 62% está asociada a la caída en la desigualdad del ingreso laboral. “Esto ya da una pauta de dónde tenemos que buscar las causas, porque si 2/3 se explican por lo que pasó con el ingreso laboral, ése es el camino para entender los determinantes de ese periodo”, dijo.

La campaña del plebiscito cobra voltaje y la miseria sigue mostrando la fractura. La pobreza, aumentó por primera vez en veinte años, amenaza con seguir creciendo (10,8% y 4,3% en extrema capitalismo pobreza pobreza). Las sólidas políticas macroeconómicas de Chile permitieron que los desequilibrios provocados por la pandemia de COVID-19, como los altos déficits y la inflación, se controlaran.

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Las pequeñas empresas y los trabajadores poco cualificados tienen mayores dificultades y, por lo tanto, también se han visto más perjudicados por las restricciones de la pandemia. «Para Estados Unidos, el único interés es frenar la avanzada china», sostuvo. «Los gobiernos miran adentro de sus fronteras. Brasil no está interesado en liderar la región. El Mercosur está paralizado hace tiempo. La Unasur también, y la OEA, desprestigiada por su actuación en Bolivia. Hay un abandono y una desatención de los canales institucionales. Hoy son cáscaras vacías», sostuvo. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor.

Aquellas políticas que en la zona cementaron la cultura del privilegio para unos pocos, por encima de la satisfacción de las necesidades más básicas para millones de personas, encuentra ahora terreno fértil para que la epidemia resulte una verdadera tragedia. La pobreza afecta a casi un tercio de la población de la región, según los datos que dio a conocer la CEPAL. José Manuel Salazar-Xirinachs, el secretario ejecutivo del organismo, dijo que “esta situación es insupportable, sobre todo cuando afecta al 42,5% de los niños y adolescentes”. Además, agregó que la pobreza “es más alta entre las mujeres, los indígenas y los que viven en el campo”.

Esto tiene que ser el centro de atención si queremos evitar que volvamos a tener una desigualdad persistente en el futuro”, finalizó. “La caída de la desigualdad se detiene, el ímpetu se acabó, y se acaba en un contexto en que además también está disminuyendo la tasa de crecimiento y en algunos países incluso hay algo de recesión y aumenta la pobreza”, dijo. Hasta marzo de 2024, el Banco Mundial tenía una cartera activa compuesta por dos operaciones de préstamo por un monto complete de USD 350 millones, destinadas a apoyar un mecanismo de financiamiento de hidrógeno verde y mejorar la atención primaria common de la salud.

El informe también mostró que la región tiene altos niveles de desigualdad, informalidad y exclusión laboral, especialmente entre las mujeres, los niños, los adolescentes, los indígenas y los habitantes de zonas rurales. “La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social. Ahora vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad”, concluye. Chile también destaca al considerar 19 países miembros de la OCDE que tienen datos comparables. El 1% más rico de Chile aparece concentrando consistentemente al menos 10 puntos porcentuales más que el resto de las elites.

Creo que reducir las desigualdades podría ser una primera etapa para crear una sociedad menos segregada, no sólo en el ámbito económico, sino en otros aspectos de la vida cotidiana. «Chile sigue siendo una sociedad altamente desigual en términos de ingresos, educación y bienestar. El mercado laboral muestra una dualidad que redunda en una muy desigual distribución salarial», señala el informe. Octavo a nivel mundial, tercero en la región, la mayor economía de América Latina, Brasil es uno de los casos más flagrantes de convivencia entre una reducción de la pobreza y un aumento de la desigualdad. En el índice de desarrollo humano de la ONU, Colombia pierde diez puntos una vez que se lo pondera en términos de desigualdad de acceso a la salud, la educación y bajos salarios. «La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social. Ahora vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad», concluyó.

Así, en la medición de desigualdad del Banco Mundial, Chile aparece en el decimocuarto lugar a nivel mundial y en el sexto de las economías de la región. En el índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas que mide conjuntamente ingreso, expectativa de vida y de educación de un país, Honduras pierde siete puntos cuando se pondera el impacto de la desigualdad en las mediciones. En un contexto de recuperación económica, amplía, en 2021 cabe esperar que tanto la pobreza extrema como la pobreza disminuyan y se recupere parte del retroceso

observado en 2020, pero se sitúe apenas un 1,0 por ciento por debajo, en un 32,1. Dato superior frente a los niveles observados antes de la pandemia, 24 por ciento. Uno de los problemas para el exponencial incremento de las desigualdades en Latinoamérica son las cargas tributarias de los ricos acordes a su nivel de riqueza y los impuestos directos a la propiedad (bienes inmuebles, herencias, transacciones financieras) poco importantes tradicionalmente, resalta la Cepal.

Según el Banco Mundial, Honduras tiene un sixty four,5% de la población en situación de pobreza y un 42.6% en extrema pobreza (menos de 2,5 dólares al día). Chile según la última encuesta Casen se encuentra dentro de los cinco países que lograron una disminución de los índices de pobreza, registrando un 7,8%. Si a esto se le suma el panorama social de América Latina, es la segunda nación con menos niveles de pobreza después de Uruguay. A pesar de los avances, y con países en la Región que figuran como principales economías del mundo, 10 de las 15 naciones más desiguales del orbe también se encuentran en América Latina y el Caribe, según un informe del PNUD.

Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. Un desafío clave de Chile es avanzar hacia un crecimiento mayor y más inclusivo. En los seis años previos a la pandemia, el crecimiento fue, en promedio, de solo el 2 %. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas.

Pandemia Acrecienta La Desigualdad Social En América Latina

Por ello, el análisis que sigue no apunta a tener una relevancia destacada en esta última esfera. Esta visión de las metrópolis latinoamericanas está ciertamente influenciada por estudios previos del autor con la ciudad de Santiago de Chile (Rodríguez, 2007a, 2007b y 2006a), basados en los resultados del censo de 2002, que incluyó, por vez primera, la consulta sobre comuna en la que trabajan o estudian las personas. Un dato que emergió de estos estudios es que el centro ampliado que identifican Escolano y Ortiz, compuesto por las comunas de Santiago, Providencia y Las Condes concentra a lo menos la mitad de los puestos de trabajo de la ciudad, y solo residen allí algo más del 10% de los ocupados (Rodríguez, 2008b).

Este último presiona una movilidad más intensa de los pobres y favorece el encapsulamiento de los ricos. En Chile la brecha urbano-rural es importante y en algunas categorías presenta variación regional. La brecha urbano-rural entre las personas que no hacen parte de ninguna etnia era entre 14 y 20 p.p. Entre los dos años evaluados se ha recortado bastante la brecha y la fluctuación regional. Llama mucho la atención que para este sub-grupo en desventaja, la región hace una importante diferencia en Colombia, no tan importante en Chile y casi nula en Perú. La tasa de analfabetismo de mujeres rurales indígenas en Colombia oscila entre 14,6% y 31%; 38% y 46% en Chile y 39% y 43% en Perú, con datos de la última ronda censal.

america latina desigualdad

¿Qué repercusiones tiene la mayor incorporación de las mujeres al mercado de trabajo? ¿La emergencia étnica ha modificado la posición de los grupos al servicio de la comunidad subalternos en la estructura laboral? ¿El cuestionamiento de la interseccionalidad se ha traducido en una reducción de las inequidades?

Sobre la segunda relación, los costos de la movilidad (financieros directos y de oportunidad) sugieren que debe haber una relación entre esta y la condición económica, de manera tal que debiera ser creciente con el ingreso8. Uno de ellos está dado por el costo de oportunidad y la valoración del tiempo, que desincentiva los desplazamientos de gran duración entre los estratos altos. Otra es la consideración simultánea de los costos de la vivienda, cuya minimización puede llevar, tanto a pobres como a ricos, a zonas periféricas alejadas del trabajo.

Ahora, con la covid-19, el número de pobres aumentará en 28,7 millones de personas, hasta alcanzar la cifra de 214,4 millones de pobres en la región. A su vez, la pobreza extrema afectará a 15,9 millones más, sumando en whole eighty three,4 millones de personas. Gran parte de los trabajos en América Latina son informales, si bien hay diferencias muy importantes entre países. El 92,1% de los trabajadores y trabajadoras no agrarias en Ecuador son informales, así como el 73,2% en Bolivia y el sixty eight,5% en El Salvador.

Mostrando una persistencia de la desigualdad; mientras que en Chile la brecha de escolaridad se redujo considerablemente, de 20 a 10 p.p. En las últimas décadas el concepto de interseccionalidad ha viajado desde el feminismo negro para aplicarse a otros contextos y literaturas como la salud pública (Bowleg 2012; Evans et al 2018), la psicología (Rosenthal 2016), las relaciones internacionales (Krizsan et al 2012) y el mercado laboral (Browne y Misra 2003). Además del género y la raza se han evidenciado los efectos interactivos de otros marcadores como la clase social, origen nacional y orientación sexual entre otros. La interseccionalidad parte de la concept que la importancia de los marcadores varía con respecto al lugar y el tiempo. La raza, por ejemplo, es clave para estructurar las relaciones de poder, el acceso a recursos y las experiencias de vida en los Estados Unidos, pero no tiene tal importancia en otros contextos.

De hecho, al trabajar solo a escala de municipio y comuna, los habitat de la élite no se captan con precisión en las ciudades analizada. La excepción es Santiago, cuyo patrón de segregación residencial socioeconómica, a gran escala todavía pese a su descenso reciente, sí permite imputar a un conjunto de comunas de la zona oriente la condición de nicho histórico de la élite. Y tales supuestos difícilmente se verifican en las ciudades de la región (Polése, 1998), en specific por el alto grado de informalidad que predomina en ellos y las marcadas asimetrías que existen entre los actores relevantes de ellos. Si bien esta brecha ahonda las desigualdades en los territorios rurales y en especial con estos grupos -los jóvenes- comúnmente no tomados en cuenta, también se puede transformar en oportunidades, al verse develada esta situación. Reconocer y dimensionar el problema a la par de escuchar las voces de estos jóvenes llenos de propuestas, podremos contribuir a reducir la brecha. Bárcena participó durante la semana en diversas sesiones del Foro international, en las que abordó el origen y la persistencia de la desigualdad en los países de la región, así como el impacto que, asociada al bajo crecimiento, esta tiene en el desarrollo, la innovación, la inclusión y la productividad.

Chile también aparece primero en la percepción de injusticia en el acceso a justicia, salud y educación. Finalmente, pese a tener el mejor desempeño de la región en el índice de desigualdad de género del PNUD, Chile es el segundo país donde más se percibe que la igualdad entre hombres y mujeres no está garantizada. Las consecuencias políticas y sociales de estas percepciones han quedado claras y ratifican hallazgos de estudios previos realizados para Chile, como el libro Desiguales (PNUD 2017). En conclusión, si bien los tres países tienen brechas regionales similares en el agregado, el análisis desagregado por intersecciones de categorías refleja unas tendencias muy distintas.

El texto de Cuadriello Olivos ofrecen pistas que pueden ser claves para comprender el recorrido de las desigualdades y las respuestas que han emergido en los países considerados, como así también permite calibrar la fuerza con la que se instaló el modelo de políticas sociales focalizadas. Ahora bien, cabría preguntarse si esta consideración sigue vigente en la presente década. Para comenzar hoy en día es por lo menos cuestionable que “la base de la matriz de riesgo formulada por el Banco Mundial” sobre la cual se ha construido el modelo de intervención social en Chile y en gran parte de Latinoamérica, esté reducido a la eficacia en la entrega de bienes y servicios, tal como se propone en el artículo sobre “Chile Crece Contigo”. Se puede afirmar que ese modelo ha sido más bien el reflejo de la subordinación a las agencias internacionales y la ignorancia, deliberada o no, del margen con que cuenta cada país para reaccionar frente a sus problemas. Esta mirada está siendo fuertemente cuestionada y abundan los ejemplos donde las políticas sociales se han transformado finalmente en reproductoras de condiciones de pobreza en lugar de aportar a su superación.

Como las comunas se ordenan según nivel socioeconómico (véase el cuadro 2 para más detalles al respecto), el gráfico permite apreciar la existencia de algún patrón entre la intensidad de la movilidad y las condiciones socioeconómicas de los municipios9. Un valor positivo indica que la comuna tiene una sobrerrepresentación como destino de los conmutantes (respecto de la representación que tiene entre los residentes), y uno negativo que tiene una subrepresentación. Los gobiernos latinoamericanos se enfrentan al reto de aumentar la conectividad a internet en las zonas rurales y urbanas para reducir la brecha digital, lo cual será clave no solo para el desarrollo económico sino también para el ámbito educativo. En México, las brechas de género, acceso, consumo y apropiación de la tecnología prevalecían antes de la pandemia y en esta crisis se han ido recrudeciendo.

Por ejemplo, en el departamento de Guatemala, que es el que tiene mayor cobertura, el 80% de hombres respondió que usa celular, el 47%, computadora y el 57% Internet, mientras que el 78% de mujeres usa celular, el 42%, computadora y 52% Internet. Mientras tanto, Alta Verapaz, un departamento altamente rural, es el que cuenta con menor cobertura. Lo anterior demuestra cómo las brechas de género son más grandes en los territorios rurales, y se exacerban aún más para los pueblos indígenas, cuyo uso del celular es del 21% entre los pueblos mayas, versus un 39% entre la población no indígena. De manera que no basta poner todos los servicios empresariales de manera digital bet365 fundación; se requiere también la capacitación de las mujeres para el uso de las tecnologías y la infraestructura de telecomunicaciones para llevar estos servicios hasta los territorios rurales más remotos.

«En esos países ha habido una reducción en la brecha salarial entre aquellos que tienen más educación y aquellos que tienen menos educación». Tanto es así, que por ejemplo, un país más igual no tiene por qué ser sinónimo de un país mejor o más justo. De hecho, puede ocurrir que en un país las personas sean todas más pobres y, por lo tanto, son más iguales. «Al ultimate lo que la gente percibe como desigualdad, es la desigualdad de acceso a servicios como la salud, la educación, el transporte o la seguridad en los barrios», le cube a BBC Mundo Luis Felipe López-Calva, director del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. Precisamente países como Brasil o Chile, afectados duramente por el virus, han visto a sus respectivas élites económicas, libres de todo control estatal lucrando con las desgracias de su población. Sendos informes del Banco Mundial y la CEPAL, actualizados al 30 de junio del 2020, dan cuenta de oscuro horizonte para las economías latinoamericanas, en el contexto de la pandemia mundial de Covid 19, que ha dejado a esta región del mundo como la más afectada.

Dado que se tienden a superponer o al menos a aproximarse físicamente los nichos de la élite5 con la localización de los empleos, de lo anterior se deduce que si bien efectivamente muchos empleos «siguen a la población», no se dirigen a cualquier población sino a la de mayor poder adquisitivo. Y por ello el patrón de aglomeración de esta última, directamente vinculado con la modalidad de segregación residencial prevaleciente en la ciudad, tiene un efecto decisivo sobre la formación de centros y subcentros laborales en las ciudades. La descomposición Oaxaca-Blinder permitió avanzar en la comprensión de la naturaleza de dichas brechas regionales y sus diferencias. Se puede teorizar que parte de las brechas regionales tienen una naturaleza composicional y otra parte tiene una naturaleza interseccional y el peso de cada una varía de país en país y a lo largo del tiempo. Para ambos componentes existe una fuerza causal subyacente a lo subnacional que –aunque es independiente– actúa en interacción con la raza, el sexo, y el género en la producción de desigualdades.

La Pandemia Acrecienta La Desigualdad Y La Pobreza En América Latina

“Esto implica desafíos importantes de políticas públicas y también poner la prioridad en la recuperación de la actividad económica (…) Es clave en la recuperación del empleo femenino pensar en el tema de las escuelas y jardines. No politizando ni siendo irresponsables, sino que viendo opciones de políticas que apoyen en el cuidado”. También destacar el rol del IFE en proteger de pobreza”, a la vez que indica que los números son destacables en relación a la región. Según el informe “How’s Life” de la Ocde, publicado a mediados de marzo de 2020, el 53% de la población chilena estaba en riesgo de caer en la pobreza si tuviera que renunciar a tres meses de sus ingresos completos, el quinto país del bloque con el mayor porcentaje y lejos del 36% que promediaba todo el grupo. “En una era en la que nos enfrentamos a una pandemia mundial, conflictos crecientes y una disaster climática que empeora, es más importante que nunca establecer un enfoque en el que se otorgue prioridad a la infancia. A medida que trabajamos con los gobiernos, los donantes y otras organizaciones con el objetivo de comenzar a trazar una ruta común para los próximos seventy five años, los niños y las niñas han de ser los primeros a la hora de recibir inversiones y los últimos a la hora de sufrir recortes.

Según proyecciones de CEPAL, la pobreza podría aumentar de un eight,6% a un 13,7%, lo que significa que habrá un millón más de personas viviendo en situación de pobreza en el país. Esto resulta especialmente grave para la infancia, que actualmente casi duplica el porcentaje de pobreza de los adultos y porque es un grupo más weak. La clase media es también un indicador de progreso y avances en equidad y ejercicio de los derechos humanos. En la medida en que las personas se consolidan en ese segmento de la pirámide socioeconómica, son más paises mas pobres 2022 educadas, con mayores posibilidades de decidir y de tener empleos calificados. Así contribuyen a pasar de ser sociedades basadas en la producción de bienes primarios, en las industrias extractivas, con poca cualificación de la masa laboral, a ser sociedades basadas en el conocimiento. Y mientras que las 1.000 personas más ricas del mundo solo tardaron nueve meses en recuperar sus fortunas durante la pandemia, podría pasar más de una década antes de que los menos afortunados se recuperen, según el informe anual sobre desigualdad de Oxfam Internacional, publicado en enero.

Así sintetizó la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, el desafío que se viene. Es una meta difícil, pues las cifras oficiales muestran que tras recuperar la mitad del empleo perdido en 2020, hoy la economía no está creando puestos de trabajo; peor aun, los está destruyendo. Los datos son preocupantes, pero también es necesario analizarlos de forma comparada para saber cómo otros países enfrentaron la pandemia y los resultados que obtuvieron.

Las tasas de mortalidad después de 30 días fueron significativamente más altas en los pacientes de los lugares más desfavorecidos en comparación con los menos desfavorecidos, después de tener en cuenta otros factores como la edad y el sexo. En materia de pobreza extrema el salto en Chile es algo menor, de three,1 puntos porcentuales, pero igualmente preocupante, pues se pasa de un mínimo de 1,4% hasta un four,5%. En este caso, la tasa es la tercera más baja en América paises sin pobreza Latina, después de Uruguay y Costa Rica con 0,3% y 4%, respectivamente. Ángela Ponce (67) lo sabe bien desde que dejó de trabajar hace tres años, en pleno contexto de pandemia…. “Fue un calvario tener cáncer en plena pandemia” relata la paraguaya María Estela Galeano, al recordar que debido a que el hospital donde la atendían se destinó solo a pacientes covid, ella tenía que acudir a un lugar para practicarse los exámenes y a otro para someterse a la quimioterapia.

En menos de tres meses Marco Navarro pasó de gerenciar una agencia de comunicación y publicidad a criar pollos y sembrar hortalizas en el patio de su casa de la ciudad ecuatoriana de Cuenca para pagar la hipoteca y el colegio privado de sus hijos y mantener el hogar. También empezó a padecer episodios recurrentes de insomnio, aunque no sabe si son producto de las preocupaciones económicas por la quiebra de la empresa o una secuela de la covid que afectó a su familia. “Tenemos que asegurarnos de que todo el mundo tenga acceso a las vacunas o a algún tipo de tratamiento para la pandemia, porque hasta que no se consiga controlar el shock sanitario, es muy difícil pensar en la recuperación económica, ¿verdad? “Tenemos los conocimientos necesarios para sacar a un gran número de personas de la pobreza”, afirma el líder de la organización sin ánimo de lucro, cuyo equipo ayudó a los Roys con un préstamo que, según la pareja, les permitió recuperarse. “[Son] US$ 6.000 millones para ayudar a 42 millones de personas que, literalmente, van a morir si no llegamos a ellos.

Si bien el comercio internacional se ha contraído en 2020 a nivel mundial, lo ha hecho de forma más severa en América Latina. Gran parte de los trabajos en América Latina son informales, si bien hay diferencias muy importantes entre países. El 92,1% de los trabajadores y trabajadoras no agrarias en Ecuador son informales, así como el seventy three,2% en Bolivia y el sixty eight,5% en El Salvador. Son personas que se ganan la vida día a día, sin contratos ni derechos laborales; por esto, han estado, además, más expuestas al coronavirus. Aunque hablemos en su conjunto de América Latina, las diferencias entre países son muy elevadas.

pandemia y pobreza

“Chile ha mostrado cuán importante son estos pactos sociales fundados en derechos universales y garantías de bienestar. El mundo tiene los ojos puestos en Chile, en el nuevo gobierno y en el proceso constituyente, porque justamente el reclamo social se basó en la ausencia de un Estado de bienestar, universal, incluyente y ese es muy importante para la democracia y la cohesión social”. En tanto, en la lectura respecto a la condición étnica y racial, la población indígena registra en Chile una tasa de pobreza de 17%, bastante superior a la de 12% de la población no indígena.

Además, en 2020, más de 23 millones de niños no pudieron recibir las vacunas esenciales, un aumento de casi cuatro millones con respecto a 2019 y la cifra más alta en 11 años. En este sentido, agregó que “desde la Subsecretaría de Evaluación Social contamos con otros instrumentos de caracterización, como lo es la Encuesta Social Covid, la cual nos permite contar con información oportuna y estadísticamente representativa, relativa a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. Asimismo, contaremos con indicadores con registros administrativos y la Encuesta de Bienestar Social, la cual, precisamente, complementa la información entregada por Casen, mediante información respecto de las experiencias y evaluaciones sobre la calidad de vida que enfrentan las personas. Gracias a estas herramientas tendremos un diagnóstico de la realidad de nuestros hogares, lo que nos permitirá llegar de forma eficiente a las familias que se han visto mayormente afectadas por la crisis sanitaria”. Aunque en el reporte no se entregan detalles por país, Bárcena indicó en la presentación del informe que la recuperación económica repercutió en disminuciones acotadas de las tasas de pobreza en la mayoría de los países, incluido Chile. Sí ofrecen datos a nivel regional, señalando que se pasó de una tasa de 33% en 2020 a un de 32,1% el año pasado, equivalentes a 201 millones de personas.

La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, sostuvo que la crisis afectó “sustantivamente ingresos de hogares y fue contenida, no revertida, por transferencias fiscales”. Destacó que el aumento de los subsidios que reciben las familias permitió contener los efectos de  la caída de los ingresos de trabajo. Detalló que los subsidios aumentaron promedio por hogar de $34 mil a poco más de $53 mil en la pandemia, pero para los hogares pertenecientes al 40% más susceptible el cambio fue más sustantivo, pasando de $58 mil promedio por hogar a $92 mil, e incluso superando los $100 mil para el primer quintil. Así de categórico es el informe “La Nueva Cara de la Pobreza en Chile”, en que el Banco Mundial estima que la pobreza subirá de eight,1 a 12,3% a fines de 2020 como efecto de la crisis económica provocada por el coronavirus. Esta proyección anticipa un retroceso de cinco años para los esfuerzos del Estado en disminuir la pobreza, cube el informe, y sin las medidas de apoyo implementadas por el Gobierno, la cifra llegaría al 17,9%.

El director de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso, Mauricio Ureta, añadió que se analizará la convulsión social y los cambios que está viviendo América Latina. “La disciplina del Trabajo Social tiene mucho qué decir pues los trabajadores sociales contribuimos a los mejores estados de bienestar de las personas y su dignificación”, precisó. La desigualdad, la pobreza y las brechas en el acceso a la tecnología son algunos aspectos que se están abordando en el IV Congreso Internacional de Trabajo Social que reúne a profesionales de 23 universidades.

En materia de desigualdad, observando los ingresos monetarios de los hogares del 20% de mayores ingresos estos representan eleven,7 veces los ingresos del 20% de hogares de menores ingresos, lo que nos acercaría a niveles registrados entre 1994 y 1996. Por su parte, el coeficiente de Gini alcanza 0,510 con lo que retrocedimos a valores similares a los observados entre 2003 y 2006. De las regiones que presentaban un incremento respecto a 2017, la que presentó el alza más significativa fue Tarapacá (7,6 puntos porcentuales). Considerando solo la población en pobreza extrema, las regiones de Arica y Parinacota (5,9%), Tarapacá (6,9%) y La Araucanía (5,9%) presentan tasas de pobreza por sobre el promedio nacional. Es decir, población con más inequidades sociales (menos años de escolaridad y hacinamiento) siempre presentan una mortalidad mayor en comparación a quienes tienen menos de esas inequidades (más años de escolaridad y sin hacinamiento). Sin embargo, en tiempos de pandemia ese impacto es mayor con un 32% más de mortalidad (hacinamiento).

Los sucesivos retiros de fondos desde las AFP no se incluyeron en los cálculos, ya que metodológicamente se estima que no son ingresos, sino desahorro. Tras confirmarse la primera alza en los niveles de pobreza desde el año 2000 (época en la que subió a 36% impactada por la crisis asiática), la información entregada este lunes 5 de julio por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) muestra que el país sigue teniendo los niveles de pobreza más bajos de Latinoamérica. En definitiva, la pandemia está teniendo un fuerte impacto económico y social en América Latina. Se ha incrementado el desempleo y se han cerrado empresas, se han deteriorado las cuentas públicas y han aumentado la pobreza y la desigualdad. La recuperación dependerá de la evolución de la economía mundial y del dinamismo de los flujos internacionales en comercio y finanzas hacia la región.

Pandemia Acrecienta La Desigualdad Social En América Latina

El hacinamiento -que el ex ministro de salud reconoció desconocer- nos permite entender que las comunas que más han disminuido su movilidad son Vitacura (-50,9%), Lo Barnechea (-49,6%) y Las Condes (-48,4%); mientras que las tres que menos han variado en este indicador son San Ramón (-23%), La Pintana (-23,4%) y Lo Espejo (-25,1%). El académico también considera que lo que ocurre con la pandemia y sus efectos consiste en una oportunidad para rearticular las demandas sociales que comenzaron a desplegarse en octubre de 2019. Debemos no solo apropiarnos rápidamente de los medios digitales, sino también hacerlo de forma crítica, sin dejar de pensar en cómo éstos pueden contribuir al fortalecimiento del tejido social democrático”, relevó Saravia.

pandemia y desigualdad social

La pandemia del COVID-19 ha significado no solamente una emergencia sanitaria global y una grave crisis económica, sino que también ha tenido un costo psicológico desmesurado. Diversos estudios han mostrado evidencia sobre el aumento en la prevalencia de síntomas de depresión, ansiedad, estrés y estrés post-traumático en diversos países desde los primeros meses de la pandemia. También se ha observado que algunos grupos de la población han sido más vulnerables a los efectos de la pandemia. En specific, muchos de estos estudios apuntan a una diferencia de género, señalando que es más probable que las mujeres presenten este tipo de síntomas. Una de las causas es que la pandemia ha tenido un impacto mayor en sectores económicos donde el empleo femenino es más prevalente, como los sectores de hospitalidad y retail.

Pero las medidas de distanciamiento social y las limitaciones a la movilidad han afectado de forma desigual a las actividades económicas. Las ciencias sociales, y en explicit la Psicología, requieren de perspectivas distintas que permitan un diálogo transdisciplinario para enfrentar y abordar problemas mundiales y locales con criterios de justicia social y la sostenibilidad. Desde Psicoperspectivas, seguimos comprometidos en brindar un espacio de calidad para la difusión científica de una Psicología en diálogo con las Ciencias Sociales, así como con las Ciencias Básicas y las Humanidades. Paradojalmente, si bien señalamos las dificultades de investigadores asociadas al confinamiento, también hemos observado cómo la producción académica en términos de artículos científicos ha ido en aumento.

Sobre la experiencia de esta crisis y su impacto en la sociedad, el decano Aceituno señaló que «es evidente que la situación de crisis lo que muestra son condiciones de vida que existían desde antes, y que se invisibilizan», afirmó Roberto Aceituno. A esto, la profesora Palma agregó que «quedó claro que en una situación de disaster como ésta, para hogares más vulnerables, la familia es el banco de los pobres, porque el sistema no los acoge, así que deben recurrir a redes ligadas a los afectos». La crisis origen de la desigualdad social sanitaria, social y económica que ha traído el Covid-19 a Chile, ha dejado de manifiesto la gran desigualdad territorial que existe en nuestras ciudades.

Eso indica que el efecto neto de aumento de desigualdad en la esperanza de vida whole se explica principalmente por cambios de mortalidad en el grupo de edad joven. La pandemia significó grandes cambios en la desigualdad de la esperanza de vida en áreas urbanas. Tras unos años en los que el índice de Gini había bajado de 0,53 a 0,forty six entre 2001 y 2019, la pandemia ha ocasionados enormes costes sociales muy desigualmente distribuidos. oxfam las desigualdades matan Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia. El cierre de actividades económicas, la destrucción de empleo y la reducción del comercio, la inversión y las remesas, tienen su reflejo en el incremento de la desigualdad y la pobreza. De hecho, desaparecerá el 20,7% de las microempresas y solo el 0,6% de las grandes empresas.

Lo primero es que hay enormes diferencias en los estándares de vivienda, en términos de metros cuadrados y hacinamiento, pero también hay temas de calidad, de confort térmico, de condiciones de ventilación, entre otros. Además se vive un confinamiento más problemático, porque hay competencias respecto de los espacios de la vivienda”. Adicionalmente, la probabilidad de tener un nuevo diagnóstico (durante la pandemia) asociado a un problema de salud psychological también es mayor para las mujeres, así como la probabilidad de seguir un tratamiento y el consumo de psicofármacos. Sin embargo, es importante recalcar que la utilización de servicios de salud en Chile es relativamente baja. Solamente el 5 por ciento de las mujeres y menos del three por ciento de los hombres que respondieron la encuesta reportaron haber tenido un diagnóstico o tratamiento asociados a un problema de salud mental. Estas cifras apuntan a una barrera al acceso a servicios de salud psychological, posiblemente asociadas a las cuarentenas estrictas, al costo, y al tiempo de ajuste a la telemedicina.

Vemos (Figura 6) que este shock significó, por ejemplo, un gran aumento en la probabilidad de morir joven en las comunas menos privilegiadas. Cuando hablamos de desigualdad generalmente lo hacemos desde el punto de vista económico; y ahí indicadores como el “Gini” o el índice de Palma son medidas estándar para cuantificar la desigualdad en la distribución de ingresos. Sin embargo, la desigualdad se expresa de muchas otras formas; una muy importante es la esperanza de vida.

Otra suerte cantaría si parte de los 486 millones de pesos que se destinaron al Municipio de Lo Espejo pudieran ir en apoyo a las ollas comunes y su gestión. Las ollas comunes son una experiencia positiva de organización, en la que los sectores populares pueden autónomamente proveerse a sí mismos de algo tan vital para su subsistencia. Mientras exista carencia del Estado por garantizar cuestiones tan mínimas como la alimentación, las ollas comunes suplirán la necesidad. Es importante destacar que quienes cumplen con esta labor, suelen ser mujeres que lideran la preparación de comida en sus diferentes barrios.

Un 57% de los consultados señaló que estas aumentarán la pobreza, casi el doble que en la edición anterior. Y en materia de cesantía, el 45% del estrato alto que perdió el empleo señaló que coincidía con el estallido social de octubre, mientras que en sectores medios, se desarrolló principalmente durante la pandemia (38% y 53%, respectivamente). Pandemia y Desigualdad es un podcast que aborda la desigualdad desde la arquitectura, el urbanismo y el estilo de vida que se desarrolla en la ciudad en pandemia. Al mostrar las distintas comunas urbanas vemos cómo fue en las comunas más pobres donde la probabilidad de morir antes de los 65 se incrementó más, y esas son las comunas donde esta probabilidad ya period más alta.

Los hombres en el decil de pobreza más alto tienen una esperanza de vida de four,39 años menor que en el decil más bajo. El efecto de la pandemia se traduce en 0,78 (hombres) y 0,3 (mujeres) años de diferencia adicionales en la esperanza de vida entre 20 y sixty five años, entre los deciles más altos y bajos de pobreza. La evidencia disponible indica contundentemente que el impacto del Coronavirus ha sido mucho mayor en las áreas más pobres [1,2,3], y que aún más, estas diferencias fueron particularmente fuertes en edades más jóvenes [1]. Sin embargo, como el grueso de las muertes se concentra en grupos de edad avanzada donde los resultados dependen menos del nivel socioeconómico, no es claro la medida en que la pandemia ha cambiado el panorama general de la mortalidad.

Así podemos avanzar hacia la lógica de la garantía de derechos al alero de la generación de un tejido social que brinde seguridad alimentaria a las comunidades. El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre algunos de los aspectos sociopolíticos y culturales que han ocurrido en Chile a raíz de la pandemia del Covid-19. La segunda sección examina tres ejemplos que permiten elaborar una crítica a los procesos de despolitización, desconexión y banalización del gobierno ante la disaster sanitaria. Finalmente, se lleva a cabo una reflexión sobre las ollas comunes como práctica cultural que contribuye en la repolitización de  los barrios.

Los resultados evidencian que, si bien las parejas visualizan a la mujer como la cuidadora principal y al hombre como proveedor, el confinamiento ha posibilitado un mayor involucramiento paterno, lo que ha sido significado de forma positiva por ambos miembros de la pareja. Aún se hace necesario investigar más acerca de la distribución inequitativa y sexista de los cuidados y la evolución del involucramiento paterno pos pandemia. En el ámbito de la investigación académica hemos sido testigos de cómo la disaster sanitaria, el confinamiento, la educación remota y el teletrabajo han generado una serie de dificultades para los investigadores e investigadoras que realizan trabajo empírico. Los tiempos de la investigación cualitativa han sido complejos; las observaciones etnográficas y entrevistas de campo se han debido desarrollar vía zoom u otras plataformas tecnológicas, las cajas de herramientas de indagación y producción de datos sociales ha debido ajustarse y transformarse.

La Pandemia Acrecienta La Desigualdad Y La Pobreza En América Latina

Esta pandemia nos obligó a avanzar una década en digitalización, pero al mismo tiempo, retrocedimos más de una década en bienestar social, y la desigualdad está en su punto máximo. Pero esta crisis es diferente, los más favorecidos se han enriquecido aún más, y la lucha contra la pobreza retrocedió 15 años en Latinoamérica. La académica UC fue la encargada de abrir la conversación señalando que “las desigualdades territoriales han jugado un rol claro en esta disaster socio sanitaria, pero son una suma de desigualdades de distinto tipo.

Así podemos avanzar hacia la lógica de la garantía de derechos al alero de la generación de un tejido social que brinde seguridad alimentaria a las comunidades. El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre algunos de los aspectos sociopolíticos y culturales que han ocurrido en Chile a raíz de la pandemia del Covid-19. La segunda sección examina tres ejemplos que permiten elaborar una crítica a los procesos de despolitización, desconexión y banalización del gobierno ante la crisis paises que salieron de la pobreza sanitaria. Finalmente, se lleva a cabo una reflexión sobre las ollas comunes como práctica cultural que contribuye en la repolitización de  los barrios.

Con los efectos de desigualdades estructurales aflorados por la pandemia, “vemos expresadas hoy en las diferenciales posibilidades de cuidado frente a la pandemia por parte de la población según factores sociales”, comentó el académico del Departamento de Ciencias Sociales, Felipe Saravia. En materia de seguridad y violencia, la percepción de la delincuencia en los barrios aumentó en 25%, comparado al sondeo de 2019, y el 70% de las personas de estratos bajos considera que existe delincuencia en su barrio. Además, predomina la thought de que este problema aumentará en el futuro, con un 50% del whole de las preferencias. Eso sí, consultados sobre las distintas situaciones violentas que ocurren o pueden ocurrir en el país, las más graves señaladas no tuvieron que ver con seguridad, sino con la corrupción de los políticos (24%) y la desigualdad social (20%). Así, la corrupción de los políticos (27%), la desigualdad social (27%) y el abuso del sistema financiero y comercial (12%) son consideradas las principales violencias que más pobreza producirán en el futuro, según creen los encuestados. De todos los encuestados, la mitad aseguró que la población extranjera ha producido efectos negativos o muy negativos en el país, creencia que en los más vulnerables llega al 63%.

Sobre la experiencia de esta disaster y su impacto en la sociedad, el decano Aceituno señaló que «es evidente que la situación de disaster lo que muestra son condiciones de vida que existían desde antes, y que se invisibilizan», afirmó Roberto Aceituno. A esto, la profesora Palma agregó que «quedó claro que en una situación de crisis como ésta, para hogares más vulnerables, la familia es el banco de los pobres, porque el sistema no los acoge, así que deben recurrir a redes ligadas a los afectos». La disaster sanitaria, social y económica que ha traído el Covid-19 a Chile, ha dejado de manifiesto la gran desigualdad territorial que existe en nuestras ciudades.

pandemia y desigualdad social

En el periodo de dos años de pandemia, el 1% más rico de la población vio aumentar el valor de sus activos en 26 billones de dólares, acaparando el 63% del incremento total de la riqueza neta mundial, o casi el doble de la parte (37%) que fue a parar al 99% restante de la población más pobre. El índice de riqueza de los multimillonarios parece no tener límites, mientras que la población menos acomodada lucha por llegar a fin de mes. Según el Banco Mundial, probablemente estemos asistiendo al mayor aumento de la desigualdad y la pobreza en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. En Italia, a finales de 2021, la riqueza en manos del 5% más rico period superior a la del 80% más pobre.

Junto a la explosión de la desigualdad (principalmente en los ingresos autónomos de los hogares), por primera vez desde que se aplica la Casen se registró un aumento en el porcentaje de la población que vive bajo la línea de la pobreza. Y aunque se trate de un crecimiento moderado, la encuesta muestra que este incremento fue bastante dispar entre los sectores de la población. Sin duda nos encontramos en una situación sanitaria y económica grave, que se ha visto profundizada por la gran desigualdad social chilena, el desafío está en el reconocimiento y la articulación de experiencias populares de apoyo mutuo con el apoyo de medidas gubernamentales. Dejar en evidencia las desigualdades sociales es una de las consecuencias de esta pandemia por Covid-19, la cual ha golpeado a nuestro país y el mundo. Y es que, si bien ello conlleva a que compatriotas sufran injusticias y carencias, es también una oportunidad para que la estructura del sistema se fortalezca en favor de un mejor vivir para la sociedad en su conjunto.

Revista nuestrAmérica adhiere a la Declaración de San Francisco sobre la evaluación de la investigación, DORA y a la Declaración de México a favor del Ecosistema latinoamericano de Acceso Abierto No Comercial. La académica explicó además que en materia de trabajo no remunerado las mujeres han aumentado su cuota de labores, perpetuando la desigualdad basal entre ambos géneros, materia que es parte del contenido del segundo informe de #VidaenPandemia. Para esta ONG «las élites latinoamericanas no se han destacado por su compromiso por sus países», al contrario en muchos de los países de América Latina, no existe impuesto al patrimonio o los impuestos al lujo son bajísimos. Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual four.0. “Los migrantes se siguen viendo como una amenaza, cuando la solución debería ser mundial. Los niños deberían dejar de verse como nacionales o extranjeros, porque quedó de manifiesto que un virus, algo microscópico, dejó todo mal”, explica Magdalena Valdés, la directora en Chile de América Solidaria.

Entonces, es esperable que el efecto de este shock se prolongue por más años y contribuya a incrementar los niveles de desigualdad percibidos en la población, y este asunto debería ser investigado. Las diferencias en la muerte de gente joven (bajo 65 años) se explican, a su vez, en relación con la pobreza. La evolución de la esperanza de vida y probabilidad de morir joven muestran paises africanos mas pobres grandes avances en los últimos 20 años, que se vieron fuertemente interrumpidos por el efecto de la pandemia. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial. Estas rentas son muy importantes en Centroamérica, donde representan entre el 13% y el 20% del PIB, especialmente para los hogares más vulnerables.

El número whole de familias italianas en situación de pobreza absoluta asciende a 2 millones. En la ciudad hay tremendas consecuencias, ya que mucha gente mapuche –también lo muestra la última encuesta Casen– vive en situación de pobreza. Muchos emigraron del campo a la ciudad, perdiendo su vinculación territorial; otros la mantienen, pero esta cuarentena ha hecho emerger los problemas socioeconómicos que derivan también en violencia o alcoholismo sobre todo en el contexto urbano. Por tanto, esas consecuencias socioeconómicas aumentan en contexto de pandemia en la población mapuche que es la población más empobrecida de la región de la Araucanía. Si la desigualdad e inequidad ha aflorado aún más con la pandemia, en la población mapuche el estrago es mayor, porque la pandemia nos encuentra a los pueblos indígenas en common con tremendas desigualdades en lo socioeconómico, territorial y en lo socioespiritual, dada las transgresiones al ecosistema. La Encuesta Social COVID-19 se realizó en alianza con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, sumándose a estos esfuerzos el Instituto Nacional de Estadísticas.

El conflicto entre las hortaliceras y Carabineros en medio de la pandemia se suma a la situación de inequidad «tremenda” en la que se encuentran las mismas comunidades mapuche, que cuentan con altos índices de diabetes e hipertensión arterial, producto de cambios alimenticios forzados por la reducción territorial. En vista de esta ausencia de Estado que relata Cuyul, han surgido iniciativas de inmunización «donde se han hecho barreras sanitarias por parte de las mismas personas mapuche, como en Lautaro, Lonquimay, Cañete y Tirúa”. «Tengo que alimentar a mis hijos», gritó una hortalicera mapuche, tratando de rescatar el canasto que le arrebataba un carabinero en pleno centro de Temuco. Este fue uno de los tantos registros que se difundieron en redes sociales en que se veía a la fuerza policial desalojando a las vendedoras, tras el levantamiento de la cuarentena complete de la ciudad decretada el pasado jueves 30 de abril.

Los primeros hallazgos indican que el confinamiento ha afectado la situación laboral, las finanzas y el grado de certidumbre, provocando efectos devastadores en la calidad de vida de sus hogares. Estos efectos se han traducido en un empeoramiento de la salud mental de millones de chilenos y han sido particularmente pronunciados en los sectores típicamente más vulnerables de la población (jóvenes, mujeres y hogares de bajos ingresos). La pandemia no solo ha dejado en evidencia la gran desigualdad existente en Chile, sino que la ha profundizado. La fuerte brecha económica entre los segmentos más pobres y más ricos de la población es cada vez mayor. Esto es lo que se desprende del nuevo informe de Oxfam “La desigualdad no conoce crisis”, publicado con motivo del Foro Económico Mundial de Davos, que celebrado del 16 al 20 de enero de 2023, en Suiza. Por primera vez en 25 años, crece la discrepancia entre la extrema riqueza y la extrema pobreza.

El mercado laboral de los más pobres, frágil e informal, simplemente fue pulverizado por la crisis provocada por la pandemia, mientras el 50% con más ingresos de la población pudo seguir viviendo de sus ingresos laborales (sueldos, honorarios, etc.) sin grandes alteraciones. Es más, la encuesta también muestra que sólo el 5,6% de los ingresos totales del 10% de hogares pobres viene del trabajo de sus integrantes (hasta 2017 period aproximadamente 40%), mientras que en el extremo opuesto los ingresos provenientes del trabajo cayeron muchísimo menos. Por ejemplo, en el 10% con mayores ingresos, bajaron sólo de 87 a 85,7% del monto whole recibido por esos hogares. Al respecto, la representante de la comisión organizadora y académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera, señaló que “las situaciones de desigualdad del país y cómo estas se agudizan en periodos de pandemia, definimos un gran eje que se relaciona con la resistencia y la emergencia que se generan en contexto de crisis.

Pandemia Acrecienta La Desigualdad Social En América Latina

Y en el otro lado del espectro hay dos países que han seguido un camino muy diferente. Luego sigue Bolivia, que pasó de fifty eight,1 a forty four y en tercer lugar Guatemala, que redujo su desigualdad desde un fifty nine,6 a 48,three. Durante su intervención, Bárcena subrayó que hay un desencanto social que se manifiesta principalmente en los más jóvenes de la región, debido a que se generaron expectativas que no han sido cumplidas. 1Algunos estudios que incorporan el aspecto subnacional o espacial en el estudio de la interseccionalidad son Malmusi et al. (2010); Scott y Siltanen (2012); Spierings (2016); Hopkins (2019); Rodó-de-Zárate y Baylina (2018). Una de las razones por las que el enfoque interseccional ha tenido una aplicación limitada es porque no ha sido fácil identificar un método que cristalice las aspiraciones ontológicas del término (Hancock 2007; Bauer 2014; Collins 2015). Se observa también que los programas de ayuda desplegados están beneficiando más a la parte baja de la distribución, pero quienes están por encima de la línea de la pobreza están perdiendo mucho.

En primer lugar, eso puede estar detrás de las manifestaciones de descontento”. Las transferencias monetarias según régimen político no muestran una diferencia importante, al igual que los datos de empleo público. Sin embargo, el salario mínimo es la variable que muestra que hubo una diferencia en términos de política activa en el ámbito laboral que reforzó probablemente lo que se observa como tendencia estructural en términos de demanda y oferta de los trabajadores por nivel de calificación. “Los países de izquierda aumentaron relativamente más el salario mínimo”, precisó.

Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia. En el caso de El Salvador y Guatemala, la mayor parte de la caída en la desigualdad, se debe al mercado laboral y no a la redistribución, señala López-Calva. Abramo agrega que al mirar la evolución de los ingresos en Latinoamérica, queda claro que el crecimiento económico no es suficiente para que disminuya la desigualdad. En el Banco Mundial han estudiado el tema de la desigualdad de ingresos en la región centrándose en los últimos 10 años.

Si bien son incapaces de dar cuenta de lo acontecido durante la década de 2000, representan la situación a inicios de siglo, cuando las transformaciones metropolitanas ya estaban operando. Además, los proyecta a futuro como línea de base para cálculos similares, usando los microdatos de los censos de desigualdad de social la ronda de 2010 por venir. En tal sentido, los planteamientos efectuados en este documento en torno al futuro de las centralidades metropolitanas y su relación con las modalidades de expansión y segregación residencial de las ciudades latinoamericanas pueden considerarse en espera de veredicto.

Documento presentado al IX Seminario de la RII, Bahía Blanca (Argentina), mayo de 2006. thirteen En algunos casos, la suburbanización en busca de gratificaciones residenciales, en otros el traslado a la periferia como estrategia para reducir costos de vivienda o como resultado del acceso a la vivienda social. La medición de la SRS depende críticamente del nivel de desagregación de los datos y de las agrupaciones territoriales que hagan los investigadores (Rodríguez, 2001). Cualquiera sea el caso, la propensión particular person solo es una parte de la historia.

Este artículo parte de la premisa de Giraudy et al. (2019) según la cual la investigación subnacional permite comprender mejor fenómenos clave para la ciencia política y las ciencias sociales. En este caso, adoptar el lente subnacional-tanto teórica como metodológicamente-, ilumina aspectos de la desigualdad racial, de género y de clase que permanecían ocultos y que pueden ser relevantes para el diseño de la política social (Antía 2018). Como se hará evidente más adelante, el hecho que ciertas regiones agraven o atenúen la discriminación de género, raza, o clase, sugiere la importancia de agentes y procesos en lo subnacional para explicar la naturaleza de la desigualdad en la región.

desigualdad de america latina

La petición de aumentar los impuestos a los ricos está más que justificada, pero no hay suficientes ricos para pagar una mejor educación, una mejor asistencia sanitaria, una mejor vigilancia, una mejor infraestructura y, en definitiva, un mejor futuro para todos a largo plazo. Esta forma de política clientelista se ve favorecida por los sistemas políticos que otorgan a los presidentes una fuerte posición de poder y al mismo tiempo la posibilidad de reelección. Cuando las Constituciones limitan el poder del jefe de Estado y de otros órganos políticos prohibiendo la reelección, la corrupción se desborda. Sin embargo, nunca ha habido una gran alianza económica latinoamericana, sino alianzas regionales en competencia ideológica como Unasur, Mercosur o la Alianza del Pacífico. Por ejemplo, dijo, dentro de los más pobres, tan solo el 34 por ciento tiene alguna cobertura de salud. La directiva reconoció que prima en la región una débil infraestructura en materia sanitaria incapaz de hacer frente a la situación.

No obstante, las ganancias de adoptar metodologías cuantitativas no vienen sin enormes desafíos. El más importante de ellos ha sido identificar un método que traslade a las variables explicativas una lógica interseccional y no unitaria, y que logre en el modelamiento estadístico una noción multiplicativa y no aditiva de sus efectos. Los modelos tradicionales de regresión lineal tienen una lógica unitaria y aditiva, mientras que la introducción de términos de interacción no resuelve el problema de la aditividad. El apéndice incluye un resumen de las metodologías cuantitativas típicamente utilizadas en el estudio de la interseccionalidad.

Y los que más han reducido la desigualdad en la última década son Bolivia, Ecuador y El Salvador, con los datos disponibles entre 2007 y 2017. Y también existen otros mecanismos como analizar la concentración de la riqueza en la parte más alta de la pirámide. En contraste, Uruguay ha bajado la desigualdad de manera importante a partir de 2007. «Bolivia es un país que ha redistribuido y que tiene programas universales, pero como ocurre en la mayoría de los países latinoamericanos, se redistribuye menos de lo que se debería», cube desigualdad de clase López-Calva. Pero cuando los países reducen la pobreza en esos núcleos duros, lo que sigue después es más desafiante. Y los que más han reducido la desigualdad en la última década son Bolivia, Ecuador y El Salvador, con los datos disponibles entre 2007 y 2017.

«El Salvador es una de las sociedades más igualitarias de la región», dicen los expertos del Banco Mundial. Y al mismo tiempo, «casi la mitad de la población tiene un ingreso cercano al umbral de pobreza». «La razón es que han caído los salarios de los que tienen educación universitaria. «En esos países ha habido una reducción en la brecha salarial entre aquellos que tienen más educación y aquellos que tienen menos educación».

Por último, el cierre de las escuelas introdujo una enorme desigualdad en términos de acceso a escolaridad. Históricamente existen diferencias en la posibilidad de completar la secundaria con padres con alto y bajo nivel educacional, pero “esas diferencias se están incrementando brutalmente con el efecto de las cuarentenas sobre el acceso a educación. Esto tiene que ser el centro de atención si queremos evitar que volvamos a tener una desigualdad persistente en el futuro”, finalizó.

¿La emergencia étnica ha modificado la posición de los grupos subalternos en la estructura laboral? ¿El cuestionamiento de la interseccionalidad se ha traducido en una reducción de las inequidades? Mediante una discusión crítica de las teorías en boga sobre el problema, esta charla explora alternativas para avanzar hacia la deconstrucción de las desigualdades interseccionales en América Latina.

La Pandemia Acrecienta La Desigualdad Y La Pobreza En América Latina

Simulaciones de una muestra de 34 MEED con datos suficientes indican que la desigualdad de ingresos, medida por el índice de Gini, ha aumentado en 0,3 puntos en 2020, lo que revierte la continua disminución de la desigualdad de ingresos observada en los MEED desde la década de 2000. Sin embargo, la magnitud del aumento es relativamente pequeña, comparable a una disminución media anual de la desigualdad dentro de los países en las dos décadas anteriores a esta muestra. El aumento de la desigualdad dentro de los países reflejó graves pérdidas de empleo y de ingresos entre los trabajadores pandemia y desigualdad poco calificados, los hogares de bajos ingresos, los trabajadores informales y las mujeres. Las evidencias nos indican que, para avanzar en la reducción de las desigualdades en salud, pensar en estrategias estrictamente sanitarias es necesario, pero no suficiente. Como ya mencionamos, los diferentes sistemas de salud, con sus entramados institucionales y organización de los servicios, pueden o no contribuir al acceso de la población a la salud cuando la necesita. Sin embargo, pensar que solo desde la óptica del sistema de salud se podrían reducir las desigualdades resulta muy limitado.

Además de contribuir al aumento de la pobreza extrema, el cambio climático también puede actuar como un poderoso issue de la migración interna. En el último informe Groundswell se señala que, para 2050, el cambio climático podría obligar a 216 millones de personas a desplazarse dentro de sus países. Sin embargo, en la segunda mitad de 2021, los precios de los productos básicos alimenticios comenzaron a estabilizarse (i) en respuesta a las perspectivas favorables de la oferta mundial, pero siguen estando por encima de los niveles anteriores a la pandemia. Además, la inflación interna de los precios de los alimentos está aumentando en la mayoría de los países, lo que reduce la capacidad de los pobres para costear alimentos saludables. En common, el Grupo Banco Mundial asiste a más de 100 países para ayudarles a abordar la emergencia sanitaria, mejorar los sistemas de salud y la preparación para casos de pandemia, proteger a las personas pobres y vulnerables, apoyar a las empresas, crear empleos y poner en marcha una recuperación verde, resiliente e inclusiva. La agencia de la ONU encargada de velar por la salud mundial denuncia que muchos países ahora están vacunando a personas más jóvenes y sanas con bajo riesgo frente a la enfermedad a costa de la vida de los trabajadores de la salud, las personas mayores y otros grupos de riesgo en otros países.

A poco más de un año de que la oms declarase la pandemia, ya se han publicado varios trabajos que estiman sus impactos en los planos social, económico y sanitario. Según sea el modelo de sistema de salud, se podrán producir diferentes desigualdades en el acceso. Los sistemas de tipo universal, cuando no cuentan con suficiente presupuesto o cuando la enorme demanda produce largas listas de espera, tienden a «expulsar» a quienes tienen la posibilidad de pagar por mejores servicios.

Con estrategias indirectas me refiero a aquellas que trascienden al sector exclusivo de la salud, pero cuyas consecuencias acaban impactando en los indicadores de salud y bienestar de la población. Un claro ejemplo es el fortalecimiento common de la protección social, cuyo objetivo es garantizar el bienestar de las personas y protegerlas de riesgos derivados de su condición particular person, como pueden ser el desempleo o la vejez, pero también estructurales, como la pobreza18. Existen evidencias sobre el impacto de este tipo de estrategias y las consecuencias positivas para la salud de la población, como la reducción de la mortalidad por desnutrición en menores de cinco años19. Sin embargo, mientras los países industrializados tuvieron una caída anual del 16% de su actividad industrial, en los países en desarrollo fue del 22%, mostrando la capacidad de las naciones más ricas del mundo para sostener la actividad en un contexto de pandemia. China fue el único país que creció su actividad industrial en lo que va del año (2%) y los países industrializados de Asia tuvieron una menor caída que los europeos y norteamericanos, mostrando que este continente sigue siendo el motor de crecimiento a nivel mundial. Como contraste, Latinoamérica tuvo el peor desempeño en la actividad industrial con un desplome de 24%.

El informe hace hincapié en que el desarrollo que no tenga en cuenta los riesgos que existen no será sostenible, y presenta la respuesta a la crisis provocada por la pandemia como una oportunidad para restablecer y «preparar los sistemas mundiales para el futuro». La situación en los países más pobres del mundo es profundamente preocupante y podría retrasar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible previstos para 2030 otros 10 años más. En el interés económico de todos es moralmente correcto ayudar a los países en desarrollo a superar esta disaster», añadió. En un nuevo informe anual, la CEPAL estima que el complete de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior. «Aparte de la influenza, ningún otro virus respiratorio ha sido rastreado desde la emergencia hasta la propagación mundial continua. Las últimas pandemias de influenza moderadamente severas fueron en 1957 y 1968; cada una mató a más de un millón de personas en todo el mundo», escribió Frieden. «Aunque estamos mucho más preparados que en el pasado, también estamos mucho más interconectados, y muchas más personas hoy en día tienen problemas de salud crónicos que hacen que las infecciones virales sean particularmente peligrosas».

Chile, por último, se acerca al modelo del seguro privado, ya que cuenta con un sistema de salud fuertemente privatizado compuesto por las llamadas Instituciones de Salud Previsional (Isapres), aunque tiene también un Fondo Nacional de Salud (Fonasa) con prestadores de salud públicos. Además, en Chile se han establecido Garantías Explícitas en Salud (ges), un conjunto de beneficios transversales a usuarios y de los dos subsistemas anteriores que constituye una especie de seguro focalizado para la cobertura de un grupo definido de prestaciones. La importancia del combate contra la desigualdad se basa en que esta afecta a la inmensa mayoría de la población y no solo a aquellos que se encuentran en peor situación2. Las personas que viven en regiones con una elevada desigualdad económica y social están más expuestas a la violencia (traducida en índice de homicidios) y, por lo tanto, a una vida comunitaria más débil, que afecta el desarrollo de los proyectos de vida y el nivel de bienestar basic del conjunto de la población. Existe una vasta cantidad de evidencias que indican la relación entre el nivel de ingresos de una familia, las condiciones de la vivienda, la calidad de la alimentación y otros factores de riesgo que acaban afectando la salud de sus integrantes3. La caída de la actividad económica llevó a un recrudecimiento de las políticas proteccionistas por parte de las principales potencias del mundo, planteando no sólo la protección de la industria y sectores estratégicos, sino también, la relocalización de empresas en sus países.

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Pero las medidas de distanciamiento social y las limitaciones a la movilidad han afectado de forma desigual a las actividades económicas. La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del eight,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la disaster en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de trabajo, y los problemas sociales. Incluso si en última instancia se recuperan, la ausencia de prestaciones de sustitución de los ingresos los expone a una situación de mayor pobreza. Se estima que, cada año, cien millones de personas caen en la pobreza a consecuencia de gastos de salud desmesurados.

Para revertir una mayor diferencia de ingresos en el mundo se necesitan medidas para reducir la desigualdad entre los países y dentro de cada país, con el apoyo de la comunidad mundial. Sin embargo, aun en aquellos países de la región con cobertura amplia de la población y/o con fuerte presencia de servicios públicos de salud, persisten importantes barreras para el acceso, ya que la universalización manifiesta en las normas no necesariamente significa la garantía del derecho a la salud en la práctica. Por otro lado, es seen también la desigualdad en la calidad de los servicios a los que se accede según grupo de población. Para reducir esto, es necesario que los servicios de salud estén disponibles cuando la población los requiere y que esto se produzca de la forma más homogénea posible para que no sean las propias instituciones las que reproducen la desigualdad en el acceso.

Una de las buenas noticias es que es probable que la mayoría de los países de la región reduzcan las subvenciones a combustibles fósiles hasta casi cero en 2030. Las lecciones aprendidas de la crisis actual pueden permitir que se implementen reformas ahora para crear resiliencia en el futuro. Por eso, el informe recomienda encontrar una solución global para la tributación de la economía digital con el fin de combatir la evasión fiscal de las empresas, reducir la competencia fiscal dañina; y utilizar mejor la tecnología para combatir los flujos financieros ilícitos..

Es importante destacar la profundización de las desigualdades por razones de género en el marco de la pandemia. Siguiendo a Batthyány, Sánchez 2020, el impacto de la crisis sanitaria afecta particularmente a las mujeres. “La OIT estima que, de los a hundred thirty millones de trabajadores informales, el 53% son mujeres, por lo que frente a la situación precise enfrentan mayores riesgos (OIT, 2020).

Sin embargo, su supervivencia en la población humana fue corta y el virus desapareció aproximadamente una década después de su llegada. Según los CDC, más soldados estadounidenses murieron a causa de la pandemia de gripe de 1918 que los que murieron en la batalla durante la Primera Guerra Mundial en 1918. En 1919, la pandemia disminuyó pero el virus H1N1 continuó circulando estacionalmente durante 38 años. En general, la OMS evita declarar situaciones de salud pública que no son pandemias de gripe como pandemias. De entre todas los aspectos que la pandemia ha afectado, hay uno que ni tan siquiera ha rozado, el de la evolución del calentamiento world, que precisamente es más mortal que el coronavirus. En una entrevista exclusiva con Noticias ONU en septiembre, Guterres protestó contundentemente contra la falta de solidaridad que han mostrado los países más ricos en la búsqueda de una vacuna.

Yyannú ha trabajado en el Banco Mundial en Washington DC., y en Banxico y en la Secretaría de Hacienda en México. Es autora y coautora de artículos académicos (en journals tales como QJE) y capítulos de libros sobre la efectividad de los programas sociales y desarrollo infantil temprano, entre otros. Su agenda de investigación en la División de Mercados laborales se centra en el futuro del trabajo y en la efectividad de capacitaciones para poblaciones desfavorecidas. Adicionalmente, Yyannú actualmente colabora en el desarrollo de instrumentos de préstamo para países miembros del Banco. Siguen existiendo diferencias salariales importantes entre las mismas mujeres, entre trabajadores de zonas urbanas y zonas rurales, y entre trabajadores jóvenes y adultos. Con respecto a las mujeres, en particular paises africanos mas pobres, en la publicación mostramos que una mujer sin hijos tiene un salario mayor que una madre, y la diferencia es mayor cuando la mujer tiene entre 15 y 39 años.