Eso de que somos subdesarrollados porque se hacen mal las cosas es un mito, aca se hacen bien las cosas el problema es que se hacen papas y lechugas, y en Japon maquinas y manufacturas. Para salir del subdesarrollo hay que ser ocurrente, y ser ocurrente es un trabajo porque no sale facil a la primera. No sirve de nada trabajar como mula o arrastrar piedras para hacer menhires si no vamos a inventar herramientas que nos ayuden, cuando no se explota el capital intelectual, precisamente por gente que lo tiene porque lo estudio en alguna parte, pero no lo pone en practica, no vamos a llegar a ningun lado. En primer lugar, Gajardo asegura que, debido a que cuando hay desigualdades económicas es probable desigualdad en la distribución de ingresos que hayan sentimientos de resentimiento y envidia, ese podría ser un contraargumento para decir que son «malas» las desigualdades y estar a favor de la redistribución. El problema de ésto es que en la envidia el que está mal es el envidioso y no el sujeto a quien se tiene envidia.
La gran mayoría de los Estados, incluidos 17 de los miembros del G-20, son partes en tratados de derechos humanos que obligan a responder a solicitudes de cooperación y ayuda internacionales, entre ellos el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Tal recuperación debe incluir inversión en salud, un nuevo pacto para la protección social e inversión en sectores que crean puestos de trabajo ecológicos y dignos. “Es inconcebible que un país deba gastar más en pagar deuda que en servicios de salud frente a una pandemia. El plan actual del G-20 no sólo es insuficiente para responder en este momento, sino que favorece la acumulación de problemas que impedirán la futura recuperación de los países”, ha dicho Julie Verhaar.
La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante. Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional. Conocer la dinámica de desigualdad regional será un punto importante en el diseño de políticas públicas y estrategias de desarrollo diferenciadas, muy necesarias en un país con regiones tan heterogéneas como Chile. A los países desarrollados, o a los países más cercanos a estos niveles, año a año, millones de personas provenientes de países con menos recursos llegan de manera legal o ilegal para vivir en mejores condiciones, significando un tercio del crecimiento urbano dentro de estas zonas. Este es el caso de Francia con Argelia, o de Londres con países de Asia por lo que los niveles de pobreza crecen de forma sostenida. Los argelinos que llegan a París viven prácticamente aislados, conformando sus propios barrios, que se transforman en guetos.
La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de la base de datos construida en Mieres (2019)1. No he estudiado directamente ese fenómeno, pero dada la concentración en la parte superior -por ejemplo, el decil superior de ingresos-, lo que se ha hecho en otras experiencias es recaudar más impuestos de este sector de ingresos más altos para financiar programas de apoyo a familias más vulnerables. Y no sólo apoyo económico, sino también de salud, de educación, de apoyo a la primera infancia, que sean aún más robustos. Chile tiene una infraestructura de programas muy avanzada y muy admirable a nivel latinoamericano, pero si queremos hacerla más robusta, una estrategia que han usado otros países, además de optimizar el uso de recursos, es recibir más fondos de los sectores de ingresos más altos. Si ocurre que jóvenes de familias más pobres, con poco conocimiento y experiencia en educación superior, reciben educación de peor calidad y poco apoyo en su paso por la educación superior, esto scale back sus oportunidades laborales y de movilidad. Un gran desafío para países que expanden su educación superior e invitan, por primera vez, a sectores tradicionalmente excluidos, es apoyar, con recursos económicos pero también extraeconómicos, a los jóvenes más vulnerables.
Es por ello que las políticas redistributivas han de cobrar protagonismo si la desigualdad social es una prioridad. En Chile, la redistribución, a través del gasto social, forma parte importante del ingreso de las familias más vulnerables9, por tanto, es esencial para la reducción de la pobreza, sin embargo, no han sido suficientemente efectivas ante la alta inequidad. Para reducir la resistente desigualdad del ingreso en el país, son necesarias más políticas distributivas que se preocupen a priori de la generación del ingreso (Sunkel e Infante, 2009). En el trabajo anterior de Mieres (2019), se develó la gran heterogeneidad presente entre las regiones chilenas, y la gran desigualdad económica y social2. Es lamentable ver que a nivel de desigualdad del ingreso, las regiones del sur suelen encontrarse en una posición desfavorecida versus las regiones nortinas.
La relación cuadrática (parábola) del (Gráfico 2), muestra el ajuste del modelo XII para la relación entre LN (PIB per cápita) inicial y el Gini last. Es decir, una vez descontado el efecto del período, los ingresos del primer y último quintil, la concentración de población indígena, el aporte del sector secundario, la esperanza de vida al nacer y la oferta de educación superior sobre la desigualdad del ingreso. La pendiente negativa viene determinada, por tanto, por el coeficiente de la variable PIB per cápita. Si bien el modelo tiene un ajuste relativamente alto (77,6%), todavía existe cierta dispersión alrededor de los datos, posiblemente por alguna variable omitida (por ejemplo el nivel de apertura económica15). El estudio de Barro (2000), que utiliza la relación de exportaciones más importaciones respecto al PIB, como variable que representa el nivel de apertura económica, concluye que el efecto de este issue desigualdad en la globalización ejemplos sobre la desigualdad del ingreso depende del nivel de desarrollo de los países.
La teoría económica confirma la intuición anterior, todas las medidas de desigualdad tradicionales consideran diferencias porcentuales de los ingresos. Se añadió que “una enorme concentración de poder empresarial y monopolístico está exacerbando la desigualdad en la economía mundial. Siete de las 10 empresas más grandes del mundo tienen un director general milmillonario, o a un milmillonario como su accionista principal. A base de exprimir a sus trabajadores y trabajadoras, evadir y eludir impuestos, privatizar los servicios públicos y alimentar el colapso climático, las empresas están impulsando la desigualdad y generando una riqueza cada vez mayor para sus ya ricos propietarios. Para poner fin a la desigualdad extrema, los Gobiernos deben redistribuir de manera drástica el poder de los milmillonarios y de las grandes empresas hacia el resto de la población. Podremos lograr un mundo más igualitario siempre y cuando los Gobiernos regulen y reinventen eficazmente el sector privado”.
Para el resto de variables no fue necesaria una expansión de las observaciones Sin embargo, para determinar el PIB per cápita se dividió el valor del PIB trimestral entregado por el Banco Central de Chile por la cantidad de personas ocupadas en el país según el Instituto Nacional de Estadísticas. 4En Chile, el sistema de educación pública (principalmente educación básica y media) debe mejorar en calidad para ser competitivo con el sector privado. Por su parte, el sistema de salud presenta inconvenientes, principalmente por la falta de atención oportuna.
Eso puede contribuir a que, ya adultos, esos niños estén menos determinados por sus “accidentes de la cuna”. El impacto de una distribución mas igualitaria no será inmediato, porque requiere que esos niños y jóvenes que crecen en un contexto mas igualitario sean adultos y reciban los retornos económicos a las inversiones en capital humano de las que se beneficiaron cuando niños. Además, hay una batería de políticas que pueden considerarse para promover la movilidad y que incluyen, por ejemplo, invertir más en la salud, educación, y bienestar de familias más pobres.
En el cuadro, esta cifra es de 1,9, lo que significa que el 10% de los hogares más ricos del país, tiene un ingreso que es 1,9 veces, casi el doble, el ingreso del 40% de hogares más pobres. Por lo mismo, cree que es necesario ahondar más en otras variables que consideren la desigualdad como un fenómeno multidimensional, siendo el issue de ingresos insuficiente. «Por otra parte, desde mi perspectiva de la sociología, nos invita a mirar otra dimensiones. Y en ese sentido el coeficiente Gini mide desigualdad respecto de los ingresos, pero está también es multidimensional.
Bajo este criterio, el Ministerio de Desarrollo Social, encargado de la Encuesta CASEN, a partir del año 2013 utiliza una nueva metodología de medición de Pobreza por Ingresos, tomando en cuenta los nuevos patrones de consumo chilenos e imponiendo estándares más altos que se adapten al actual nivel de desarrollo del país. Asimismo, incorpora la medición de la Pobreza Multidimensional, siguiendo el ejemplo de países más desarrollados. Respecto a la tasa de crecimiento, en 2016, La Araucanía es la región con mayor crecimiento a nivel actual, a pesar de los bajos indicadores socioeconómicos que se darán a conocer más adelante.
Al utilizar como variable dependiente el ratio 20/20, en vez del Gini, se aprecia que el sector silvoagropecuario es significativo y que regiones intensivas en esta actividad tienden a reducir las desigualdades. Se propone por tanto, aumentar la productividad del sector, mejorando la tecnología y eficiencia, permitiendo un mayor ingreso de la población menos favorecida. El papel de la distribución sectorial del PIB, a lo largo del período estudiado, refleja la incidencia del cambio estructural en la distribución de la renta. Esta incidencia dependerá de las fuerzas relativas que puedan estar actuando en direcciones opuestas (tecnologías más intensivas en capital físico o capital humano, enlaces productivos, and so on.).