Un dato elocuente en relación a la importancia de la desigualdad nacional es el porcentaje del total de los ingresos que perciben las personas que se encuentran al tope de la distribución. La relevancia viene dada porque son precisamente estas personas que concentran altos niveles de ingresos, quienes adicionalmente ejercen una influencia importante en las decisiones y en el diseño de políticas que finalmente los terminan favoreciendo a ellos mismos. Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional.
Esas filas ignominiosas -dice Atkinson- no se pueden desligar de otras filas, que ocurren al mismo tiempo, como la de los 700 millonarios del mundo inscritos para el primer viaje espacial de la empresa Virgin. A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla. La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es fundamental para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza.
Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, amartya sen desigualdad las que implican ventajas para unos y desventajas para otros. Son percibidas como injustas en sus orígenes, moralmente ofensivas en sus consecuencias, o ambas. Esto no se expresa solo en términos de ingreso y riqueza, sino también en educación y salud; trato social y dignidad; seguridad económica y física, además de poder y capacidad de influencia sobre las decisiones públicas.
En ambas investigaciones se concluye que la vida del campesinado se reducía a la subsistencia, mediante la venta de lo que la parcela les daba. La tierra labrada hasta la extenuación, termina erosionándola, con la lógica consecuencia de su improductividad18. El imposible acceso a créditos por parte del Estado, convertían la vida de los minifundistas en un círculo vicioso de pobreza, porque sin recursos no hay capacidad de inversión y menos aún, de tecnificación, y ante esto, no hay esperanza de desarrollo agrario masivo, solo miseria que se reproduce y se extiende.
Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas.
Esta descripción del capitalismo político, sin embargo, no explica su éxito. El argumento es extrañamente similar a la queja neoliberal de que la regulación impide el crecimiento, al atar las manos a los tomadores de decisiones con un papeleo interminable. ¿Por qué la autonomía burocrática y la corrupción controlada son funcionales en China, pero disfuncionales en otros lugares? Otros países —Francia, por ejemplo— tienen burocracias dotadas de funcionarios altamente capacitados y de mentalidad pública, que gozan de considerable autonomía para dirigir las decisiones económicas, pero que han sido conspicuamente carentes de éxito en estimular el crecimiento. Otros países —Italia, por ejemplo— tienen “una corrupción generalizada que se extiende por todos los estratos de la sociedad”, como señala el propio Milanovic, pero que no han logrado capitalizar la autonomía que se les otorga para maniobrar en medio de las restrictivas constricciones legales.
En este punto destacó las normas impuestas bajo la dictadura de Pinochet, donde se “institucionalizaron la dominación económica y política del gobierno de facto y consagraron un marco neoliberal que borró el papel del Estado en las áreas sociales y económicas. Restringió la participación política, dio a la derecha (política) un poder desproporcionado e instaló un papel tutelar para las fuerzas armadas”. Con la ley 35 de 1982 se creó el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR) con el objetivo de llevar la presencia del Estado a zonas secularmente abandonadas, asumidas como espacios de guerra y de cultivos ilícitos. Se quiso incentivar la producción pecuaria, lechera y de porcicultura, asignando ingresos permanentes, sin desmedro de la iniciativa de los propietarios para generar producción en plazos cortos. Las huellas de un pasado en el que las diferencias sociales estaban concentradas en la posesión de la tierra, están claras en esta norma. Se buscó la productividad de la tierra sin afectar su titularidad, esto es, sin alterar los privilegios del sistema latifundista, causa de largas y sangrientas violencias.
La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Con todo, los factores que generan un incremento en la desigualdad son múltiples e incluso hay algunos consecuencia de evoluciones deseables en la sociedad. El acceso extendido de la mujer al mundo del trabajo y la educación universitaria se encuentra entre estos. Como expone Branko Milanovic, hombres y mujeres acostumbran a emparejarse con personas de un estatus related al suyo. Hasta hace algunas décadas, en la medida en que los hombres contaban con mayores recursos, era menos possible que sus esposas trabajaran y tuvieran sus propios ingresos.
45León Valencia, “Los caminos de la alianza entre los paramilitares y los políticos” Mauricio Romero (ed.), Para Política. La ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos, Bogotá, Intermedio y Corporación Nuevo Arco Iris, 2007. 10Gabriel Poveda, Historia de la economía colombiana, Medellín, Universidad Pontifica Bolivariana, 2005. 5El Tiempo, El 64% de hogares rurales no cuentan con acceso a la tierra,El Tiempo,26 de noviembre de 2016.
Sus autores, dos consagrados economistas del MIT, han acudido directamente a los protagonistas para comprender cómo funciona de verdad la economía de los pobres, cuáles son sus motivaciones y aspiraciones. Los resultados de sus observaciones contradicen muchas de nuestras creencias más arraigadas.El innovador planteamiento de este libro empieza por cambiar las preguntas. A partir de ahí, ofrece las respuestas y, con ellas, un gran potencial transformador y una guía esencial para políticos, activistas y cualquier persona preocupada por construir un mundo sin desigualdad. El nuevo proceso constitucional requiere discutir el sistema económico en el que se basará la economía chilena para alcanzar el desarrollo económico.
El desarrollo superlativo de las comodidades materiales y la tecnología ha permitido para unos pocos un desarrollo completamente desproporcionado, y a la larga inútil. Las grandes empresas (propiedad de un grupo muy reducido de personas, que se apodera gradualmente del mundo), intentan convencernos de que para satisfacer nuestras necesidades requerimos productos que ya han perdido hace rato cualquier utilidad práctica. Computadores cada vez más livianos, ropa cada vez más suave, televisores cada vez más delgados, cable operadores cada vez con más canales, and so forth. and so on. Gran parte del consumo contemporáneo gira en el vacío, es una carrera desenfrenada por un deseo siempre diferido, como el de los jugadores viciosos que no pueden pararse de la mesa de juego. El capitalismo no tiene soluciones a estos problemas, de hecho, ni siquiera es capaz de identificarlos como problemas.
Chile tiene uno de los niveles de desigualdad de ingreso más altos del mundo, sin importar la forma en que se mida o la información que se utilice. La conclusión es menos clara si lo que nos interesa es la evolución en el tiempo, ya que mientras la desigualdad medida con encuestas ha disminuido (el Gini ha bajado de 0,fifty two a zero,47 entre 1990 y 2015), no ha sido el caso si nos enfocamos en los datos del sistema impositivo. El auge económico del país asiático, experimentado a partir de los años 80 america latina desigualdad, logró un reequilibrio geográfico que ha puesto fin a la superioridad militar, política y económica de Occidente. Aunque este crecimiento trajo un aumento en la desigualdad al inside de China, la brecha respecto de Occidente se acortó, contribuyendo a la disminución world de la disparidad en las rentas.
Y que la mala distribución está empobreciendo a todo el sistema, porque “la producción total está influida por cómo se distribuye la riqueza”. Atkinson examinó el desempeño de las 15 naciones más prósperas de la OECD, y observó que aquellos en los que el 1% más rico se apropia de un porcentaje más alto del PIB -como Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia e Italia- son, a la vez, los que tienen los niveles más altos de pobreza dentro del grupo. En ese intenso y último libro -que ya antes de su muerte period su testamento intelectual- hace referencia a las colas de británicos ante los bancos de comida (organizaciones de caridad que proveen de alimentos a los más pobres a precios subsidiados y que se han vuelto esenciales en un país donde 13 millones viven bajo la línea de la pobreza).