En esta línea, Lavín destacó el apoyo que ha significado la Pensión Garantizada Universal (PGU) en la población. “El apoyo entregado por el Estado, que en promedio por hogar en 2017 era de $36.000 al mes, este año pasó a ser $67.000, prácticamente esos subsidios se multiplicaron por dos. El gran responsable de esta buena noticia es la PGU, que significó alrededor de US$ 2 mil millones en nuevas transferencias a las familias”.
En diferentes lugares del mundo, en ciudades de tamaño mediano y grande, existen conjuntos relativamente numerosos de individuos y familias que organizan sus vidas alrededor de la basura. En ese contexto, este artículo, teniendo como foco el trabajo del “ciruja”, propone realizar algunas consideraciones, rescatando su comprensión como población excedente, pero que se inserta, a través de la propia actividad, en la lógica de acumulación capitalista. Es necesario situar la actividad en el contexto de las relaciones sociales que se establecen en el interior del circuito económico que gira en torno del reciclaje de la basura.
Nos implicamos de manera académica, reflexiva y crítica con la política, los problemas públicos y la contingencia. Nuestro cuerpo académico genera conocimiento que contribuye con el análisis de diversos temas y forman estudiantes de excelencia, comprometidos en participar de los cambios en el país. Primero, hay versiones del feminismo que lo reducen a un mero asunto de empoderamiento private capitalismo desigualdad social. Bajo esta perspectiva, el capitalismo se celebra como un sistema que ha dado la oportunidad a las mujeres para participar en el mercado laboral y con ello ganar independencia personal.
Frente a esto, Lavín señaló que “no es una sorpresa, pero la verdad es que cuando el ministro Jackson mostró la baja sistemática de la pobreza en las últimas tres décadas, eso te dice que el pensamiento del Presidente Boric de derrocar al capitalismo no es lo que le conviene a Chile para nada. Si justamente es este modelo el que ha hecho que la pobreza baje, la creación de empleo, la dinamización de la economía, complementado con una política social activa del gobierno”. Dicen que todo el mundo necesitaría al menos 4 veces más, 7,four dólares al día, para obtener el mínimo absoluto de «nutrición básica y esperanza de vida humana normal». Utilizando esta cifra más realista, el número de personas en situación de pobreza ha aumentado en las últimas cuatro décadas, a la friolera de 4.2 billones. El “capitalismo meritocrático liberal”, por su lado, con su organización basada en la democracia y el imperio de la ley, ha fomentado la innovación, la movilidad social y, en suma, el desarrollo económico.
En esta línea, manifestó que “tenemos que volver a crecer, con puros subsidios esto no se va a sostener. Tenemos que volver a generar ingresos autónomos de los hogares, y valorar las políticas públicas muy relevantes como la PGU y otras, que están contribuyendo socialmente al resultado que estamos viendo hoy día”. La crisis causada por la pandemia del coronavirus ya ha vuelto inútiles AÑOS de reducción de la pobreza.
Según los datos Casen, en el primer decil el monto promedio de alquiler alcanzó a casi $241 mil, es decir, 48,6% del ingreso whole de ese grupo, y muy por sobre la media del país. En el otro extremo, en el décimo decil, la variable corresponde en promedio a eight,9% de los ingresos totales. En paralelo a la reducción de los ingresos autónomos, los subsidios comenzaron a subir en forma acelerada.
El auge económico del país asiático, experimentado a partir de los años eighty, logró un reequilibrio geográfico que ha puesto fin a la superioridad militar, política y económica de Occidente. Aunque este crecimiento trajo un aumento en la desigualdad al inside de China, la brecha respecto de Occidente se acortó, contribuyendo a la disminución global de la disparidad en las rentas. Pero la exitosa economía china de los últimos forty años, por otro lado, también ha derribado esa vieja certeza sobre la comunión entre libre mercado y democracia.
Aun cuando se mantenga el crecimiento económico y materials, la distribución deforme de estos recursos, termina por producir sociedades enfermas, o al menos aquejadas de problemas severos de desintegración e insatisfacción social. Lo que se requiere es cambiar la óptica, dejar de preocuparse solamente de mínimos materiales (que supuestamente serán suficientes por sí solos de sacar a la gente de la pobreza), y avanzar hacia “mínimos de equidad”, es decir, estándares básicos definidos por la sociedad que garanticen niveles catalina littin básicos de integración social. Mientras la clase trabajadora experimentó todo este dolor, el 1% más rico, antes y durante la pandemia, ha seguido aumentando su riqueza a partir de la apropiación de salarios y pensiones, y el endeudamiento de la mayoría. Sin políticas públicas que transformen la relación de desigualdad entre el 1% más rico y la clase trabajadora, en el futuro a las personas no les quedará más que seguir insertándose en empleos informales, de baja calidad y viéndose forzadas a endeudarse para pagar deudas.
Por su parte, el efecto alquiler, según la base de datos de la Casen, el monto promedio de estos ingresos, luego del ajuste metodológico tradicional, llegó en 2022 a $261 mil, lo que corresponde al 16,7% del ingreso total del hogar. En términos nominales equivale a un alza en el monto de forty eight,5%en este período. Por eso, si todos somos capitalistas, yo prefiero apostar a los que lo son de verdad. Esos que tienen frases anti mercado para la galería, pero que cuidan sus bolsillos de espaldas a la gente. Violencia e historia de la desigualdad desde la Edad de Piedra hasta el siglo XXI, Walter Scheidel, Crítica, 2018, 624 páginas, $33.900. Somos un centro de investigación y acción, que busca
Al contrario, la experiencia internacional le indica que, en la tarea de buscar nuevas áreas de desarrollo que permitan diversificar la producción de los países, ellos son buenos companions “debido a que conocen el espacio productivo y fácilmente pueden identificar un sector interesante al que moverse”. Schneider repara en que pese a su relativo tamaño pequeño, “Chile tiene un desproporcionado número de grandes firmas”. Algunas están especializadas, como Lan; pero la mayoría tiene presencia en tres o cuatro sectores básicos, como los grupos Matte (forestal, minería, energía, banca), Angelini (forestal, minería, pesca, combustibles) o Luksic (minería, energía, bebidas, banca). El análisis que hacen importantes investigadores internacionales -que se presenta a continuación- indica que no mirar a las empresas hace comprender mal las causas del problema productivo y genera respuestas incompletas.
Situación que, como hemos visto, adquirirá formas específicas de violencia contra las mujeres, madres a cargo de hogares monomarentales, mujeres de 60 años y más, y otros grupos marginalizados de la población. Un ejemplo de esto último es cuando los gobiernos quedan satisfechos con diseñar políticas públicas para entregar bonos a mujeres empresarias de regiones o bonos por hije a mujeres mayores de 60 años. La lógica detrás de estos programas “con sensibilidad de género” es que una mujer en el extremo sur está más oprimida que una mujer santiaguina o que una mujer madre de 60 años está más oprimida que una mujer no-madre de esa edad. El gran peligro de estos ránkings de opresiones es que, por una parte, terminan reproduciendo una lógica de competencia capitalista, pues se espera que grupos desventajados compitan entre ellos por recursos escasos.
Así, desde $36.938 (a pesos de noviembre de 2022) en 2017, se subió a $60.182 en 2020, un alza de 63% y, luego, en 2022, el aumento fue de otro 13%. En total, entre 2017 y 2022 los subsidios se incrementaron -en promedio- en 83,5% ajustados por inflación y 141% sin ajuste. La pobreza no ha sido reducida por el capitalismo, sino a pesar y en contra de la oposición de los capitalistas.