Esa capacidad de incomodar a los ricos y de colocar a los pobres en un pedestal ha sido la verdadera tradición de la caritas cristiana, que cada cierto tiempo se rutiniza y oscurece, sobre todo cuando la caridad se entiende moderadamente como dar solamente lo que sobra. La respuesta convencional a la corrupción eclesiástica será el retorno al principio de la pobreza voluntaria que alcanzará su cumbre en el franciscanismo. San Francisco repite el gesto de Melania y Valerio de casi diez siglos antes, continencia perfecta y renuncia complete de los bienes. El evangelio de Lucas modeló las primeras actitudes de la fraternidad cristiana caracterizada por el desprendimiento de los bienes, la simplicidad y la continencia en el modo de conducir la vida. Un país que tenga un elevado nivel de desigualdad económica, tendrá también una mayor desigualdad entre hombres y mujeres.
Cada vez es más presente y cruda la presencia de los pobres en nuestras sociedades, en nuestros países de América Latina, en el mundo. Los éxodos masivos en Oriente Medio, África, Asia y América Latina, hacia países más desarrollados, dan prueba de ello. La guerra, el narcotráfico y la corrupción política en varios países, han engrosado considerablemente el número de pobres en el mundo. Entre las limitaciones del estudio, la escala de atribuciones puede ser corregida homologando de manera más estricta el contenido de las afirmaciones de atribución para riqueza y para pobreza. Por ejemplo, en esta escala se considera habilidad para pobreza y talento para riqueza, así como falta de esfuerzo para pobreza y trabajo duro para riqueza.
La pobreza como virtud implica no dejarse encadenar por los mecanismos de la sociedad consumista en la que ahora vivimos, que lejos de liberarnos nos esclaviza a las cosas. Vivimos en una sociedad donde el amor por las cosas (automóviles, teléfonos, artefactos tecnológicos, etc.) es más fuerte e importante que el amor por la vida y por las personas. “El compre y tire” es el nuevo motor que impulsa a las sociedades actuales, y en este deseo compulsivo de posesión se nos va la vida private la pobreza rural, familiar y colectiva. Para tratar de demostrar cómo el cambio hacia una sociedad más justa y fraterna comienza con el cambio en uno mismo, que hemos llamado “conversión” al otro, hemos dividido nuestro trabajo en tres apartados. Estos datos optimistas del Banco Mundial, de que se ha logrado reducir a la mitad la pobreza extrema en el mundo en los últimos años, parecen contradecir lo que nosotros vemos y constatamos en la realidad.
Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. Licenciado en Teología y Doctor Canónico en Filosofía por el Instituto Católico de París y Doctor en Filosofía por la Universidad de Paris IV, La Sorbona. La llamada la pobreza como privación de capacidades y la respuesta en la filosofía de Emmanuel Levinas (2006); La vérité et la justice, dans la philosophie d’Emmanuel Levinas, L’Harmattan (2009); La justicia. Introducción a la hermenéutica de Paul Ricoeur (2017); y Caminos de justicia en y desde América Latina (2018).
La concentración de poder económico protagonizado por grandes empresas, que imponen condiciones incontrarrestables a sus proveedores, clientes y trabajadores, sólo se resuelve con regulaciones legales que corrijan las inequidades en el mercado y redistribuyan los beneficios. En realidad, la pobreza no sólo se debe a la falta de riqueza estatal para proveer ayuda; está directamente asociada al aprovechamiento desigual del crecimiento económico, que se concentra en una pequeña minoría privilegiada que no enfrenta responsabilidades legales que realmente le hagan compartir los frutos del esfuerzo de todos. No es lo mismo aceptar que el Estado provea ayuda a quienes nada o sólo muy poco tienen que ofrecer al mercado, que aceptar la vigencia de derechos que operan a favor de quienes concurren al mercado en posición de debilidad o desigualdad, corrigiendo las transacciones entre privados. No puede derrotarse realmente la pobreza sin derechos para las personas en el mercado, como los derechos laborales o los derechos de los consumidores.
“Lo más relevante es que hay que entender que en algún minuto vamos a tener que limitar la riqueza. Porque si alguien piensa que puede ser sustentable superar la pobreza elevando los niveles de consumo de los sectores populares al nivel de los sectores más pudientes, bueno, así el mundo no nos duraría ni cinco años”, planteó el edil PC, que el 18 de julio se medirá con Gabriel Boric en la primaria presidencial del bloque Apruebo Dignidad. Chile también destaca al considerar 19 países miembros de la OCDE que tienen datos comparables. El 1% más rico de Chile aparece concentrando consistentemente al menos 10 puntos porcentuales más que el resto de las elites. “El único país que alcanza un nivel related es Estados Unidos y solo desde mediados del 2000”, afirma el estudio. Apareció entonces el problema de la riqueza de la Iglesia, que pondrá en juego el principio de redención por la caridad.
Derecho de socorro y derecho de resistencia en Hegel El pasado 25 de noviembre del 2022, el académico Klaus Vieweg fue el expositor de una importante charla organizada por el Centro de Derecho, Filosofía y Política de la PUCV, en conjunto con el instituto de Filosofía de la PUCV. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital.
un mundo mejor. A pesar del tremendo avance de las tecnologías de la información, de la inteligencia synthetic, del desarrollo de las telecomunicaciones, del transporte
Smith asigna a los ricos los vicios de ‘avaricia y ambición’ y a los pobres ‘el odio al trabajo y el amor a la facilidad y el disfrute actuales’ (Smith, 1976, 2.709)”. Adam Smith, explican los autores, “pone su esperanza en la clase media, que puede desarrollar un mayor grado de virtud”. Robeyns empezó a pensar en el limitarianismo en 2012, cuando la discusión sobre desigualdad en economía se alimentaba de investigación sobre la pobreza, buscando entender en lo que hacían y no hacían los pobres, las causas de su situación. Frente a esto la gente contra-argumenta que súper ricos como Bill Gates hacen donaciones y filantropía. Pero esa es una forma equivocada de analizar las cosas, porque la pregunta debiera ser ¿cómo llegaron a tener tanto?
Son percibidas como injustas en sus orígenes, moralmente ofensivas en sus consecuencias, o ambas. Esto no se expresa solo en términos de ingreso y riqueza, sino también en educación y salud; trato social y dignidad; seguridad económica y física, además de poder y capacidad de influencia sobre las decisiones públicas. Los avances en cuanto a la reducción de la pobreza han sido notables en las últimas décadas. El mundo logró la meta del primer objetivo de desarrollo del milenio (ODM) de disminuir a la mitad para 2015 la tasa de pobreza registrada en 1990, y lo consiguió en 2010, cinco años antes de la fecha prevista. Pero pese a este logro, la cantidad de personas que vive en condiciones de pobreza extrema en el mundo sigue siendo inaceptablemente elevada.
sea favorable a los más pobres. Ello exige, partir implementando políticas impositivas y redistributivas.
Afirma que combatir la pobreza demanda necesariamente aumentar al 75% los impuestos a las grandes fortunas, distribuyendo esta inmoral acumulación de riquezas a la gran masa desposeída. Esa no es la única contradicción que detectan entre el cuadro que muestra la Casen y los datos tributarios de Impuestos Internos. De hecho, al examinar en una perspectiva histórica esta encuesta que vienen haciéndose desde 1987 los autores detectaron que la Casen permanentemente “ha subestimado a niveles irreales los ingresos más altos”, por lo que consideran que no es un buen instrumento para analizar la desigualdad. A tan solo días que se realice una nuevo Foro Económico Mundial en Davos, donde asiste la élite económica del mundo, la confederación Oxfam publicó un nuevo informe de desigualdad, que entre sus principales conclusiones revela que mientras la riqueza se concentra cada vez más en menos manos, la lucha contra la pobreza a nivel mundial se ralentiza. La mantención de la desigualdad económica no solo atenta contra derechos
La exaltación religiosa del valor del trabajo es completamente burguesa y protestante y el catolicismo ha solido ignorarla. Se les conoce como los bombazos, que atacan cuando hay convulsión social, por ejemplo, en las estaciones del Metro o de los carabineros. Estos grupos anarquistas tienen como referencia a los chalecos amarillos de Francia. El analista político Carlos Meléndez habla sobre la grave crisis social en Chile y las reformas de fondo que debe plantear el presidente Sebastián Piñera para acabar con las protestas.