Vigilancia, Control Social E Inequidad: La Tecnología Refuerza Vulnerabilidades Estructurales En América Latina

Enfocó su análisis en la percepción de la desigualdad en la vida cotidiana y cómo motivar a luchar por tener sociedades más equitativas. Incluso, con su antiguo grupo llevó a cabo un estudio que evidenció cómo cuando se hablaba de desigualdad a otras personas usando rostros cercanos, por ejemplo pidiendo pensar en el amigo con menos recursos, crecía el rechazo hacia ella. Se sugiere trabajar con este video durante el desarrollo de la clase, como insumo que permita a los estudiantes identificar los riesgos que implica para la democracia la desigualdad social y en qué aspectos de su vida cotidiana lo ven reflejado. 3Para que un análisis basado en encuestas de hogares con diseño muestral probabilístico tenga validez sobre la población objetivo, se debe usar un ponderador para la estimación de cualquier variable de interés, lo que da cuenta del número de personas de la población que representa un individuo encuestado.

Pasando al análisis del modelo 2, observamos que el impacto de las diversas modalidades educativas decrece de modo importante al incorporarse información sobre la escolaridad de los individuos. Esto sugeriría que, en realidad, parte importante del efecto observado primero se produce por diferencias en la escolaridad ultimate de los estudiantes en las distintas modalidades. Únicamente las escuelas particulares privadas conservan un efecto importante y significativo, que sugeriría un incremento en las oportunidades más allá de la mayor posibilidad de acceder a una alta escolaridad de sus estudiantes.

De acuerdo con los datos para 2015 del Banco Mundial, en Chile la esperanza de vida al nacer es de 79 años en promedio, siendo de 77 para los hombres y 81 en el caso de las mujeres, encontrándose sobre el promedio mundial (72 años, 70 para hombres y 74 para mujeres). Actualmente, en contraposición del año 1990, no existen grandes brechas entre la esperanza de vida de una u otra región, siendo esta de 2 años en 2015 y 5 años en 1990 (ver Gráfico 11). En 2015, Coquimbo y la Región Metropolitana lideran con casi 80 años en promedio, mientras que la menor esperanza de vida se observa en Antofagasta y la región de Los Lagos, con aproximadamente 78 años.

Por tanto, mirando estos datos podemos observar patrones, pero poco podemos saber con precisión sobre las motivaciones subjetivas que están detrás de aquellos. No obstante, del análisis previo podemos derivar que los recursos de los que disponen los individuos influyen fuertemente, aunque de manera parcial y asimétrica, en su consumo cultural. Le hablan a la clase media en genérico y así las identidades de clase y de grupos sociales se desdibujan, tal como se puede observar en el discurso del primero de mayo de 2014 de Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT. Le hablan a la clase media en genérico y así las identidades de clase y de grupos sociales se desdibujan”. Además, se sugiere que la diversidad de redes influye en las opiniones sobre la desigualdad en un grado related entre personas de diferentes clases sociales, excepto en las creencias meritocráticas, donde la diversidad de redes afecta especialmente a la clase alta.

Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Entre 1930 desigualdad y exclusion social y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio.

Este tipo de medida puede impactar en el acceso de personas no registradas –como personas sin techo e inmigrantes– al servicio. En una ciudad de las dimensiones de São Paulo, las tarjetas que permiten la integración con descuento a distintos tipos de transporte son fundamentales para la locomoción de gran parte de la población al trabajo, escuela y actividades culturales. El bloqueo o imposibilidad de acceso a medios de transporte puede tener un gran impacto en la vida y el desarrollo de las personas. Una persona que se escolarizó y socializó en grupos primarios muy parecidos a su familia tiene pocas oportunidades de codearse e interactuar con otros grupos sociales. No debería pasarle a un presidente de la República, aunque esto muestra lo abarcadora que es la percepción de clase media y que se trata de un buen lema político. La percepción de que los frutos del crecimiento no llegan a todos se acentúa a partir de la década de 2010, cuando las protestas escolares y estudiantiles se intensifican, particularmente en 2011, bajo el primer gobierno de derecha desde la vuelta a la democracia.

desigualdad y clases sociales

En la Universidad conocí la Psicología Social, un campo que me permitía profundizar mis análisis y ver cómo afectaba la vida de las personas. Junto con esa mirada histórica, dice la investigadora, es importante entender la definición conceptual. «Uno podría decir que las desigualdades son diferencias que se consideran injustas, porque vulneran una norma de equidad entre los seres humanos», explica.

En Chile, el analfabetismo es cada vez menor (ver Gráfico 9), pasando de un 5,2% de la población de 15 años o más que no sabía leer ni escribir en 1990, a un three,1% en 2015. En 1990 un 14,2% de la población rural era analfabeta y un three,4% de la población urbana; asimismo, el 5,4% de las mujeres lo period, seguidas de cerca por un four,9% de los hombres. Para 2015 se observa un buen progreso en las personas del área rural, ya que un menor 7,8% no sabe leer ni escribir, así como un 3% de las personas de la ciudad; este año, hay un three,3% de mujeres analfabetas, seguidas muy de cerca por un 3% de los hombres. Mientras en regiones como Tarapacá y Magallanes, el analfabetismo no alcanzó al 1% de la población, en Los Ríos, La Araucanía y el Maule, superó el 4%, develando una tarea pendiente en estas regiones, principalmente con su población rural.

Esta desigualdad, que ha vuelto a incrementarse de acuerdo a la última encuesta CASEN 2009, debe comprenderse necesariamente en asociación al modelo de desarrollo económico impulsado a partir de la década de 1970, que impulsó una progresiva liberalización económica y la privatización de diversos servicios anteriormente en manos públicas. Es necesario invertir más en la educación pública, porque la desigualdad educativa en la mayor parte de los países es tremenda. En las universidades públicas sí hay más mezcla entre clases sociales, pero sólo el 10% de la población de América Latina llega a la universidad. Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras. Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes.

Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto actual, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de disaster a través de recursos descargables. También, apoyamos a niñas y niños para que crezcan no sólo como sujetos de derechos, sino como ciudadanos/as globales capaces de compartir y empatizar con sus vecinos/as. Para lograr estos objetivos, adoptamos cuatro enfoques en la ejecución de nuestros programas educativos. Para hacer visible este problema, desde Good Neighbors Chile hemos preparado una recopilación de datos alarmantes sobre la desigualdad educativa y la pobreza en Chile. Una aproximación de derechos fundamentales con una comprensión interseccional de los distintos tipos de exclusiones que las tecnologías promueven y clausuran es la única manera de hacer frente a la desigualdad a la que millones de personas están siendo sometidas en el continente. Solo así, las nuevas tecnologías quizás puedan convertirse en un issue desigualdades raymundo campos pdf que ayude al cierre de las brechas que enfrentamos ahora.

Según un estudio del PNUD (2017), los hijos e hijas de la élite chilena son educados en apenas 14 colegios, todos ubicados en la Región Metropolitana, representando el zero,1% del total de los establecimientos. Que un gran sector de la economía funciona de manera informal y no puede hacer teletrabajo ni vivir en burbujas, tiene que salir día a día a buscarse el pan”. Los caminos de Juan Diego lo llevaron hasta Andalucía, la segunda zona más pobre de España (después de Extremadura), y a trabajar en el Laboratorio de Psicología Social de la Desigualdad de la Universidad de Granada.

En el caso de Chile, la educación es uno de los aspectos que sufrieron grandes transformaciones en el marco de las reformas estructurales. En 1981, el gobierno militar transfirió las escuelas públicas –hasta entonces dependientes del gobierno central– a los municipios, proceso conocido como municipalización de la educación en Chile. Bajo el principio de la descentralización como fórmula de mejoramiento de la eficiencia, y en el contexto de una reducción generalizada del aparato estatal, la educación municipalizada trasladó la gestión educativa a los gobiernos locales y estableció un sistema de subvención fija por alumno para los municipios. La considerable segregación espacial en las grandes ciudades chilenas, así como la concentración de la pobreza en algunas localidades rurales, sin embargo, condicionarían capacidades muy diversas de inversión más allá de la subvención estatal. El crecimiento económico es una condición necesaria para el desarrollo, sin embargo, no suficiente.

Mientras que las tasas de educación y alfabetización están aumentando en todo el mundo, no queda claro si se está disminuyendo la desigualdad educativa. Por eso, hay necesidad de aumentar la educación en los sectores en crecimiento como la tecnológica y habilidades sociales específicas adaptables al mundo que actualmente se necesita movilidad ocupacional. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre zero y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país.

La clase media apareció en Chile en el siglo XIX, a partir de un grupo de trabajadores independientes, empleados, comerciantes y profesionales liberales que emergieron como resultado de los procesos de modernización y urbanización. Este grupo aumentó fuertemente entre los años 1920 y 1960 debido a que el Estado comenzó a desarrollar políticas en educación, salud o fomento de la economía, las cuales requirieron nuevos contingentes de empleados. Esta clase media consiguió cierta estabilidad económica porque, si bien su sueldo no period abultado, su presencia en la estructura estatal le aseguraba beneficios y prebendas en términos de educación, protección social, salud y pensiones. Es decir, no se asentó sobre la meritocracia o los derechos, sino que sobre la base, por lo menos en parte, de redes de favores que se nutrían de su acceso al Estado.