El profesor de la Escuela de Gobierno UC e investigador de MLIV, Eduardo Undurraga, recordó que la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Chile hace más de 30 años, estableció el derecho de toda niña, niño y adolescente a un adecuado desarrollo físico, mental, espiritual, ethical y social. Las niñas, niños, y adolescentes tienen mayor probabilidad de vivir en condiciones de pobreza y deprivación severa, lo que puede tener consecuencias dañinas y duraderas para su desarrollo y el de la sociedad”, explicó. El director ejecutivo de Colunga, Arturo Celedón, destacó el aporte que la investigación tiene para poder mejorar las políticas públicas dirigidas a la niñez y la colaboración de las distintas organizaciones de la alianza. La pobreza, aumentó por primera vez en veinte años, amenaza con seguir creciendo (10,8% y four,3% en extrema pobreza).
En ese sentido, de acuerdo a los analistas, es posible que el ciclo de protestas y estallidos sociales iniciado el año pasado retome su fuerza y que el descontento ciudadano se extienda por buena parte del continente. Lejos de resolverse y de disiparse, las causas de las protestas siguen vigentes, acentuadas por la crisis económica. «No creo que los episodios del 2019 vayan a ser hechos aislados. Vamos a ver nuevos estallidos y disaster políticas en América Latina, sobre todo porque estamos recién al principio de la profunda crisis económica y social que trajo la pandemia», apuntó Garzón. Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible. En specific, y con el fin de eliminar las barreras de género, promovemos los derechos educativos desde la igualdad de oportunidades y contribuimos a crear entornos educativos en que prima la equidad (ODS 5), estableciendo acciones concretas para subsanar posibles desventajas.
La multitud se tomó las calles de muchas ciudades en protesta por la desigualdad que mastican, huelen e indigna a los millones que viven hacinados en poblaciones periféricas. Esa inequidad mata igual que la corrupción que se fue instalando y cooptando el sistema político, con leyes que no le han quitado ni una muesca al poder que desde hace décadas ostentan los grandes grupos económicos locales y multinacionales. Chile ha sido tremendamente exitoso en disminuir los niveles de pobreza en las últimas décadas, y es importante que la nueva Constitución preserve y potencie la instituciones que han sido efectivas en ese propósito y que permitan implementar los cambios necesarios para seguir avanzando en esa dirección. Políticas que reduzcan la desigualdad también son importantes, e idealmente complementarias a las que están enfocadas en reducir la pobreza, pero el sentido de urgencia de las últimas parece ser mayor. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo.
Por lo mismo, si bien para distintos grupos de hogares o de población pueden obtenerse valores diferentes al estimar un mismo indicador, es necesario evaluar si esas diferencias son puntuales (atribuibles al azar en la selección de la muestra) o, efectivamente, corresponden a diferencias que resultan estadísticamente significativas dado un cierto nivel de confianza. La información estadística entregada por la encuesta Casen permite aproximarse al valor de distintos indicadores a partir de la estimación de los mismos en una muestra aleatoria del whole de hogares residentes en viviendas particulares. Por lo tanto, debe tenerse presente que las estimaciones obtenidas para cualquier indicador a partir de datos de la Encuesta Casen están sujetas a error muestral. La misma inversión que se hace en bonos y subsidios podría hacerse para inversión en productividad a través de la creación de pequeñas y medianas empresas, subsidios de contratación de mano de obra, inversión en educación, políticas para estimular la igualdad, and so on.
Habiendo muchas opciones temáticas y metodológicas, me propuse comenzar por el concepto de “igualdad”, porque la lingüística y la semiótica nos ha enseñado a estar atentos al eje paradigmático de los mensajes que circulan en las culturas; es decir, a los esquemas de diferencias que subyacen en los discursos. Me pareció interesante, entonces, partir por este último significante del eje paradigmático igualdad/desigualdad y desde allí moverme, enseguida, hacia algunas consideraciones teológicas y magisteriales. Espero que este ejercicio teológico sea una contribución en la necesaria atención que requieran las desigualdades que hoy día hieren a la humanidad y a nuestra sociedad, en particular.
La medición de pobreza por ingresos identifica al conjunto de hogares cuyo ingreso whole mensual no supera el valor de la línea de pobreza y que, por tanto, no cuentan con ingresos suficientes para satisfacer el consumo de un conjunto básico de bienes alimentarios y no alimentarios. Dentro del conjunto de hogares en situación de pobreza por ingresos, además, se identifica a un conjunto de hogares en situación de pobreza extrema, que corresponde a hogares que cuentan con ingresos inferiores a 2/3 del valor de la línea de pobreza vigente. La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) es una encuesta que se realiza de manera common en el país desde el año 1987 con el objetivo de conocer periódicamente la situación socioeconómica de los hogares y de la población que reside en viviendas particulares, en aspectos tales como, composición de hogares y familias, educación, salud, vivienda, trabajo, e ingresos. Además, la información de la Encuesta Casen es utilizada como fuente oficial para la medición de la pobreza. Los hogares encuestados corresponden a una muestra seleccionada de manera aleatoria y la información recogida es completamente anónima y confidencial.
Medidas que dependiendo de la naturaleza de cada país puedan llevarse a cabo, pero con un denominador común, que sean medidas sustentables en el tiempo con resultados a mediano y largo plazo. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”. Es este apartado, de manera muy somera, recogeremos algunos análisis sobre el fenómeno de las desigualdades, consideradas sobre todo desde la economía, de la historia y las ciencias sociales, tanto en estudios globales como locales.
La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado outline la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona desigualdades e inequidades en salud humana”. «Hay una literatura más o menos nueva en economía -aprendida de otras ciencias sociales- de qué es lo que le sucede a las personas en términos de su capacidad de tomar decisiones cuando están en situaciones de escasez. La escasez que hablamos hoy día es escasez de ingresos pero puede ser escasez de tiempo o energía. Cuando uno está en ese contexto es mucho más difícil tomar buenas decisiones, concentrarse, hacer un plan hacia el futuro y actuar en torno a esos planes y eso es un poco lo que tratan de tomar estos estudios.
Los hogares que se encuentran en situación de pobreza multidimensional son aquellos que acumulan un porcentaje de 22,5% ó más de carencias en los 15 indicadores individuales que se utilizan para la medición, ponderados de acuerdo al peso que les corresponde en cada dimensión. Posteriormente, en el año 2015, se conformó un Comité Asesor Ministerial integrado por académicos y representantes de organizaciones de la sociedad civil que estuvo a cargo de elaborar una propuesta para la incorporación de indicadores de entorno y redes. Esta propuesta constituyó la base para la actualización de los indicadores utilizados para la medición de la pobreza multidimensional, desigualdad y globalizacion iniciando una nueva serie de datos a contar de la publicación de los resultados de la Encuesta Casen 2015. La Canasta Básica de Alimentos (CBA) refiere a un conjunto de bienes alimentarios que se utiliza como base para definir el valor de la línea de pobreza y línea de pobreza extrema por ingresos. El Ministerio de Desarrollo Social y Familia publica regularmente estimaciones del porcentaje de hogares y de personas en situación de pobreza en base a datos de la Encuesta Casen. Tanto desde la metodología de ingresos como desde la metodología multidimensional, la unidad de análisis a la que se refiere la medición de la pobreza son los hogares.
“La disciplina del Trabajo Social tiene mucho qué decir pues los trabajadores sociales contribuimos a los mejores estados de bienestar de las personas y su dignificación”, precisó. Un dato irrebatible que devela la inmoralidad del actual sistema capitalista es el aumento de la concentración de la riqueza en pocas manos, provocada por la especulación y destrucción de fuerzas productivas. En la actualidad, el 1% de las familias más poderosas acapara el 46% de la riqueza del mundo.
Según un informe de Oxfam, en 2023 las eighty five personas más ricas del planeta acumulan una riqueza equivalente a la de los 3.500 millones más pobres. Nos hemos instalado en un círculo vicioso cuya dinámica se fundamenta en el control que los más ricos ejercen sobre el poder político”.
La desigualdad absoluta ha seguido creciendo, y si crece en un contexto de desigualdad relativa y pobreza que cae, y la población en general siente que el bienestar está aumentando, es probable que no importe. Pero si sigue creciendo cuando hay gente de la parte baja o media que está perdiendo, probablemente se crea gran resentimiento”, aseveró. Si en un país todos los ingresos aumentan en la misma proporción, el coeficiente de Gini de ese país sería el mismo antes y después de dicho crecimiento.
Más aún, podemos decir que hace más de cincuenta años dichas desigualdades fueron consideradas como el issue que más atentaba contra la paz y el desarrollo integral de América Latina. Para un desarrollo más pormenorizado este delicado asunto, me permito remitir a mi investigación teológico-cultural publicada recientemente, con ocasión del 50° aniversario de la Conferencia de Medellín (Verdugo & Arellano, 2019). Dicho lo anterior, no creo que la de ingreso sea la desigualdad más relevante para explicar el estallido social. En cambio, en este texto sostengo –como hipótesis– que hay dos tipos de desigualdades que están relacionadas con la desigualdad de ingreso y que tienen una relación más directa con el estallido social, a saber, la desigualdad de exposición a la incertidumbre y la desigualdad de poder. 3 En particular, mientras la primera podría explicar por qué amplios sectores de la población están tan “descontentos con el modelo”, la segunda desigualdad explicaría por qué este descontento no se canalizó de forma gradual a través de la institucionalidad política y tuvo que explotar de esta manera.