Trabajadores Sociales Analizan Problemas Que Develó La Pandemia En América Latina Pontificia Universidad Católica De Valparaíso

Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. El gobierno chileno se ha comprometido a reducir las desigualdades y la segregación entre los/as estudiantes al garantizar la gratuidad de la matrícula, escuelas públicas y/o privadas no selectivas y sin fines de lucro para todos los estudiantes, así como fortalecer la educación pública mediante la transferencia de escuelas municipales a nuevos servicios educativos locales a cargo. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces desigualdad en el acceso a la salud menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Si una buena educación es más accesible a los más ricos de la sociedad, eso crea más desigualdad en el futuro ya que las personas ricas se seguirán asociando con otros ricos y obteniendo los trabajos más lucrativos mientras las personas pobres continuarán siendo pobres y permanecerán en la sociedad, completando un ciclo de la pobreza debido a la desigualdad educativa y social.

La Encuesta Casen es realizada regularmente por Ministerio de Desarrollo Social y Familia (antes Ministerio de Planificación, MIDEPLAN) desde el año 1987, cada 2 ó three años. Adicionalmente, desde el año el Ministerio de Desarrollo Social y Familia ha contratado, a través de procesos de licitación pública, a proveedores externos con el objetivo de ejecutar procesos de supervisión asociados al levantamiento de la Encuesta. «Por eso hoy es tan importante el diálogo con aquellos que no han tenido voz, y las soluciones con participación real de quienes nunca son convocados a resolver sobre su propia vida», señala Catalina Littin, directora de la Fundación.

Donde, F(y) representa la curva de Lorenz; es decir, la proporción de individuos o familias que tienen ingresos acumulados menores o iguales a y. No obstante lo anterior, la Directora del INDH, criticó la “violencia de que son objeto las mujeres, y de los obstáculos a los que se enfrentan para acceder a espacios de poder, tanto en el ámbito público como en la empresa privada”. Durante su discurso, la Directora del INDH –Lorena Fries- sostuvo que “existe un malestar con la sociedad, con sus instituciones, con la capacidad que tenemos como personas de influir en ella y hacernos parte de un proyecto colectivo. También impotencia frente a las situaciones de injusticia que afectan a amplios sectores de la población”. Juan Pablo Luna es Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Carolina del Norte, Académico del Instituto de Ciencia Política y de la Escuela de Gobierno (PUC), Investigador del Instituto Milenio para los Fundamentos de los Datos, del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia VioDemos, y de Plataforma Telar. Paula Benavides es Economista y Magíster en Economía Aplicada, Presidente Ejecutiva de Espacio Público, Consejera del Consejo Fiscal Autónomo, Docente y Consejera de organismos internacionales (OIT, CEPAL y Banco Mundial, entre otros).

En los últimos puestos se encuentran países del continente africano, donde el PIB por persona más bajo corresponde a la República Centroafricana, siendo tan solo 0,03 veces el de Chile. Las principales conclusiones de este trabajo, revelan la gran heterogeneidad que existe entre las regiones de Chile, siendo consistente desigualdad en america latina con los trabajos de Agostini y Brown (2007; 2010), Ramírez et al. (2009) y Mac Clure y Calvo (2013), quienes avalan la importancia de trabajar a distintas escalas territoriales2. Se observa que las regiones más desiguales a nivel social y económico, son igualmente aquellas con menor PIB y desarrollo económico.

El reporte indica que la evolución de los indicadores por sexo muestra un mayor dinamismo relativo de las cotizantes mujeres respecto de los hombres, un deterioro de la brecha de remuneración promedio y un mayor aumento relativo de los períodos sin cotizaciones en mujeres. En términos más específicos, y según los grupos socioeconómicos asignados por la Agencia de la Calidad de la Educación, el nivel socioeconómico parece ser un determinante importante del desempeño lector de las y los estudiantes. Si bien el rezago lector está presente en todos los niveles, los resultados evidencian una amplia brecha educativa. De acuerdo con las investigaciones recientes sobre la educación mundial, Chile tiene uno de los porcentajes más bajos de educación universitaria y tasas de graduación en los países de la OCDE. Esto puede ser en parte por las pobres condiciones de educabilidad y los altos costos de acceder y obtener una educación universitaria.

desigualdad en la sociedad actual

Al preguntarle al director de Educación de la OCDE si la Reforma que se está llevando a cabo en Chile contribuirá a mejorar la calidad de la educación, aseguró que está convencido de que así será, ya que permitirá poner a todas las escuelas y liceos del país en igualdad de condiciones y entregar a todos los estudiantes las mismas oportunidades educativas. Tal como señalé durante mi última visita a este país, estoy muy impresionado por la ambición de la Reforma que se está realizando, es una oportunidad no sólo para mejorar, sino para realmente transformar la educación”. Destacó en que aun cuando nuestro país tiene escuelas sólidas y estables, es urgente construir un sistema educativo más fuerte alrededor de las escuelas para asegurar que los profesores y directores trabajen con un alto grado de autonomía profesional, pero en una cultura de colaboración.

Además de los indicadores de desigualdad conocidos, recalca que la sociedad, actualmente, valida más la desigualdad que hace 30 años. Asimismo, la percepción de este autor es que las políticas redistributivas, más que abogar por una verdadera equidad, buscan beneficios adicionales, como la perpetuación del poder político-económico. De acuerdo con la Encuesta CASEN, los años de escolaridad promedio en Chile son superiores a los presentados anteriormente por Barro y Lee y el PNUD. A pesar de estas diferencias, son muy informativos y nos permiten hacer comparaciones entre los distintos territorios del país y su evolución en el tiempo. Acorde con la CASEN, los años de escolaridad promedio del país son eleven, con una leve diferencia por género, 11,2 años para los hombres y 10,9 en el caso de las mujeres.

Lazear y Rosen (1981) defendieron la concept de que la relación entre desigualdad y crecimiento es positiva porque la desigualdad incentiva la innovación y el espíritu empresarial, lo que a su vez promueve el crecimiento. En la misma línea, Thierry Verdier (1993) concluyó que en países con sociedades más desiguales se tiende a destinar mayores recursos financieros a educación, lo que trae consigo capital humano más capacitado y, por tanto, crecimiento. Una de estas líneas de desarrollo es la que busca determinar la relación entre la desigualdad en el ingreso y el crecimiento económico. A pesar de que existe un amplio número de investigaciones referidas al tema, no se ha llegado a un consenso general acerca de la relación existente entre ambas variables; sin embargo, es posible identificar dos corrientes teóricas y empíricas que han tratado de establecer su relación a través del tiempo.

“Estructura social que se perpetuó a través de la hacienda, la cual dividió a la sociedad en patrones, empleados, inquilinos y peones con diferencias de recursos y poder muy significativas. Desde entonces la brecha de ingresos ha oscilado en distintos momentos, pero a la larga se ha mantenido bastante estable desde mediados del siglo XIX”, dijo el documento. Cabe preguntarse, por último, si el valor de la igualdad no podría ser mejor promovido por parte de la Iglesia católica, en su servicio al mun do, si no se abordan, por ejemplo, las inequidades en la forma de soste ner roles y la distribución del poder al interior de ella (Castillo, 2017). Parece ser esa una de las preocupaciones del papa Francisco (2013), cuando al comenzar su pontificado afirmó que “todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia.

Según el economista francés, estas no beneficiaron “al 50% más pobre, que ha sufrido un estancamiento total de su nivel de vida en términos absolutos y un hundimiento en términos relativos”. La desigualdad es atribuida a «diferencias de educación» (51%) o al «origen social o familiar» (un 39%). Una mayoría (52%) opina que el funcionamiento actual de la sociedad chilena no contribuye a disminuir las desigualdades sociales de origen o bien que las agrava (33%). Un amplia mayoría considera que disminuir las desigualdades requiere «mayor educación» (66%), seguido de «más impuestos a los ricos» y «más crecimiento económico» (14% ambos), mientras «mayor esfuerzo personal» ( 5%) suscita menos adhesión. Es indudable que la pobreza y las desigualdades sociales no surgieron en el país en la década de 1880, como tampoco han desaparecido en la moderna realidad del Chile actual. Si se ordenaran las regiones del mundo, cube Contreras, Lationamérica aparece como una región de alta desigualdad.

Esta categoría se basa en la redistribución de recursos de ricos a pobres, favorecidos principalmente por procesos políticos que se sitúan en el poder tras un período eleccionario, en donde la población tiende a elegir gobiernos con programas económicos distributivos. Así entonces, altos grados de desigualdad tendrán como consecuencia medidas políticas orientadas a aumentar las transferencias y el gasto público. Por lo tanto, el afán redistributivo de las medidas mencionadas inhibe el esfuerzo de trabajo de la población; por ejemplo, en el caso que se grave su ingreso, creando de esta forma distorsiones dentro de la economía, que resultan en una reducción de la inversión. En consecuencia, la desigualdad afectará negativamente al crecimiento económico debido al proceso redistributivo que se lleva a cabo. Tal es la finalidad de la metodología de Estimación para Áreas Pequeñas (SAE, por su sigla en inglés), que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia aplica para estimar la tasa de pobreza por ingresos (porcentaje de población en situación de pobreza por ingresos).

Los siguientes modelos se construyen con la base de datos reducida, buscando con ello evidenciar dos períodos temporales distintos (ver Tabla 3). Con el primero se quiere analizar un período de homogeneidad y estabilidad, tomando en consideración una tendencia política uniforme. Para ello, se utilizará como muestra la etapa correspondiente a los gobiernos de centro-izquierda.