Pero el asunto es que no podemos estar seguros de que la desigualdad va a detenerse únicamente al nivel que es útil para el crecimiento. Una desigualdad muy extrema no es buena para el crecimiento, no es buena para los más pobres y, entonces, los mecanismos del mercado pueden llevarla a un nivel excesivo. En una presentación en Londres de la versión en inglés de su libro “Capital e Ideología”, el economista francés –especialista en desigualdad– habló del movimiento social chileno como un punto determinante en la historia de la globalización.
En definitiva sería una reducción de impuestos para los que tienen un bajo patrimonio, el que sería financiado por aquellos que tienen un patrimonio más elevado y todo esto creo que favorecerá la movilidad del patrimonio. Pienso que la desigualdad extrema es peligrosa para el crecimiento económico por la débil movilidad que trae y también es peligrosa para la democracia porque puede llevar a la captura de las instituciones políticas por una pequeña minoría. Es algo que se ve a lo largo de la historia, donde desigualdades muy fuertes impiden hacer reformas sociales y fiscales necesarias porque el proceso político está capturado por esa élite.
Pero no todo lo que interesa a la academia es útil para la política pública, menos de inmediato. La academia es, por definición, incompleta e incapaz de dar respuestas definitivas; y este trabajo no es una excepción. Y una mala reforma, lo sabemos, puede terminar siendo socialmente muy costosa. Desde luego, el fuerte desarrollo de los países pobres y emergentes —y sobre todo de China— potencialmente es una poderosa fuerza de reducción de la desigualdad en todo el mundo, a semejanza del crecimiento de los países ricos durante los Treinta Gloriosos. En Europa cuando uno está en un período de crecimiento muy débil, aumentar fuertemente los impuestos para reducir muy rápido el déficit no es una buena thought, hay que adaptarse al ritmo de la coyuntura. Pero en el caso de Chile la reforma fiscal no tenía como objetivo reducir el déficit a marcha forzada, el objetivo era aumentar la inversión en educación, teniendo en cuenta el nivel relativamente débil de impuestos totales de Chile y el nivel relativamente débil del financiamiento público de la educación.
En parte, estos fenómenos actuales se explican por lo bajos salarios y la precariedad laboral. Cerca del 55 % de la fuerza laboral con contrato formal gana un sueldo por debajo de la línea de la pobreza, es decir no le alcanza para subsistir. De acuerdo a su análisis, esto fue relevante para que en Alemania en 1952 y 1976 se avanzara “en la famosa ley de codeterminación, la cual permite a los representantes de los trabajadores hasta un 15% de derechos de votación en las corporaciones de las empresas”. Así, celebro el libro de Piketty y su foco en un tema que, hasta hace poco, era omitido por la mayoría de los economistas.
De nuevo, en Alemania y Suecia hay gratuidad absoluta de las universidades y funciona bien. O Reino Unido, y es sin duda mejor para la sociedad en su conjunto y para el crecimiento de largo plazo, el tener un sistema más igualitario. Todos los sistemas con reembolso posterior de acuerdo a los ingresos, termina cargando más a las personas que vienen de medios modestos y que van a la universidad.
–Cada vez que se hace una reforma tributaria en Chile se arma un escándalo y se cube que no es el momento, que afectará el crecimiento. Este año se sabía que el crecimiento sería bajo y de hecho fue más bajo que lo que se esperaba. En el encuentro, Lagos señaló que “estamos en presencia de un libro que es una poderosa herramienta para todos aquellos que pensamos que las sociedades en que vivimos las debemos decidir los ciudadanos y no los consumidores del mercado, porque consumidores somos todos pero el tamaño de los bolsillos es distinto” . «Debemos pensar en nuevas formas de sanciones contra los países, que deberían ser principalmente contra las élites y oligarquías y no contra la gente», afirma. «Necesitamos involucrar a los ciudadanos. Necesitamos tener más transparencia tanto en el sistema tributario como en el gasto público (…) para que los ciudadanos puedan ver realmente si nos estamos moviendo en la dirección correcta», cube Piketty, que participó en el Hay Festival de Cartagena de Indias.
Todo permite pensar que, en efecto, ese dinamismo demográfico, desconocido durante los siglos anteriores, contribuyó al estancamiento de los salarios agrícolas y al incremento de la renta de la tierra en las décadas previas a la deflagración de 1789. Sin hacer de ello la causa única de la Revolución francesa, parece evidente que esta evolución sólo incrementó la creciente impopularidad de la aristocracia y del régimen político imperante. Cabe preguntarse, por último, si el valor de la igualdad no podría ser mejor promovido por parte de la Iglesia católica, en su servicio al mun do, si no se abordan, por ejemplo, las inequidades en la forma de soste ner roles y la distribución del poder al interior de ella (Castillo, 2017). Parece ser esa una de las preocupaciones del papa Francisco (2013), cuando al comenzar su pontificado afirmó que “todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Porque ‘el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral’ y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales” (EG, n° 103). Sin duda, las desigualdades internas al interior de la Iglesia mellan su credibilidad; dificultan que ella pueda tener una palabra profética más convincente en relación a las desigualdades o inequidades en la sociedad, promoviendo así un Reino de justicia y equidad.
(Eso es) suficiente para decir que quisiéramos saber más, tener acceso a más datos fiscales, no sólo de ingresos sino de riqueza también”, sostuvo. Esto también es parte del peso que le da Piketty a la discusión de los niveles más altos de la distribución (no sólo de los percentiles, sino de los milésimos e incluso más pequeño). El mundo del predominio del capital no es sólo el mundo en el cual unos pocos concentran una gran parte de la riqueza, es un mundo en el cual esos pocos son además herederos (y Piketty muestra como a medida que se sube en los ingresos aumenta la importancia de la renta, del capital, como fuente de ingresos). Y, dado como son los patrimonios, la riqueza empresarial presente es riqueza heredada futura (eso requiere sólo el paso a la siguiente generación). Pero a pesar de ello, es un hecho estructural que la desigualdad del capital ha sido siempre más alta que la desigualdad de ingresos, y luego el aumento de la importancia del capital que mencionamos anteriormente tiene como consecuencia de largo plazo un aumento de la desigualdad en la sociedad -porque el peso del capital en la sociedad es mayor.
Para consignar la viabilidad de que se avance en ese tipo de esquemas tributarios, el académico de la Escuela de Economía de París recuerda que entre 1930 y 1980 Francia, Estados Unidos y otros países tuvieron una tasa de impuestos muy alta sin que eso condujera a un colapso del capitalismo, por el contrario asegura que fueron momentos prósperos. A partir de aquello, asegura que “se trata de una discusión más política”, que no debiera limitarse por una razón authorized pobreza 2019 o constitucional, como a su juicio ha ocurrido. Asimismo, considera importante que “la progresividad de los impuestos esté referida en una constitución y debe ser muy claro que debe quedar en manos de los legisladores y de la mayoría parlamentaria decidir cuál es el nivel apropiado de tributación progresiva”.
Es cierto, el tema de la distribución está de vuelta”, afirmó el Presidente de Chile entre 2000 y 2006. Piketty pareció no entender las risas del millar de personas que asistieron para escuchar primero al embajador de México en Chile y luego al ex Presidente de pobreza absoluta ejemplos Lagos, que alabó al llamado bestseller del francés, El capital en el siglo XXI. Disminuir el peso del capital, y de la desigualdad que ella produce, es también -y eso es en lo que Piketty finalmente más se concentra- disminuir la importancia de la herencia.
12 Ya que a menudo las declaraciones de los ingresos sólo atañen a una parte de la población y de los ingresos, es esencial disponer también de las cuentas nacionales para calcular el complete de los ingresos. Un acercamiento puramente económico de la educación es forzadamente muy parcial, porque la educación es un fin en sí mismo, no es sólo una inversión para poder ser más productivos, aunque es uno de sus efectos. Sería absurdo considerar a la educación únicamente en una lógica de inversión y rentabilidad.
Este libro intenta hacer propuestas en este sentido, apoyándose en las lecciones de esas experiencias históricas, cuyo relato constituye la trama principal de la obra. Pero en algunos casos las desigualdades excesivas son malas para el crecimiento. Para tener un crecimiento durante el siglo XXI necesitamos antes que todo una inversión en educación que sea extremadamente inclusiva, que permita a grandes grupos sociales acceder a una capacitación elevada y no solamente a una pequeña minoría. Ahora, sobre las medidas fiscales particulares, en todos los países hay una mezcla de impuestos a la renta, impuestos al patrimonio, etc.