«salud Mental Y Pobreza Energética: Viviendas Que Hacen Daño» En Campaña #conversemos

La actividad comenzó con las palabras del director de la UCM en Curicó, Dr. Enrique Muñoz Reyes, quien destacó la investigación realzada para la publicación del libro. Más bajo se encuentra el power level con que apoyó su presentación, luego de haber oído telemáticamente desde España el resumen del estudio que hizo la trabajadora social, María Isabel Robles. Categoría Investigadora Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores de Paraguay, Programa Nacional de Incentivo a Investigadores (PRONII) CONACYT. Tutora del Postgrado de Psicología-UNAM, Directora de CDID y Editora de la Revista Científica de Psicología EUREKA-CDID.

Probablemente, se requiera de más evidencia para comprender mejor cómo romper el círculo cognitivo y psicológico de la escasez. Pero al menos, por ahora, una política social eficaz debe entender la carga de estrés y preocupaciones que conlleva experimentar la pobreza, y visualizar las dimensiones subjetivas de las intervenciones. La falta de recursos generaría una recarga cognitiva que disminuye la capacidad de ocuparse de problemas relevantes, más allá de la escasez de ingresos. Un grupo de estos estudios ha mostrado que la pobreza eleva la incidencia de la depresión y el estrés, y también que quienes experimentan la pobreza tienden con frecuencia a describirse como con escaso management sobre sus vidas.

Convertirnos al pobre no debe ser una opción política o religiosa entre otras más (una ideología política o una teología particular), sino que en esta conversión debemos encontrar el sentido mismo a nuestra existencia, y la posibilidad de vivir en una sociedad realmente justa y fraterna. En 2021 junto con Vincularnos postulamos y nos adjudicamos el Fondo Transforma Colunga-Hunneus, con la convicción de que nuestro programa tiene el potencial para impactar positiva y fuertemente la vida de los niños y niñas que viven en residencias. Es así como gracias a la colaboración de Fundación Colunga y Fundación Huneeus – instituciones dedicadas a apoyar iniciativas de alto impacto para la superación de la situación de pobreza en la que viven niñas, niños y adolescentes – nos encontramos en el proceso de evaluar y escalar el modelo.

El mensaje que ComunidadMujer quiere entregar es que no solo se debe ejecutar la instrucción, también es necesario pensarla y gestionarla para su funcionamiento. La actividad fue inaugurada por el director ejecutivo de la Fundación Paréntesis, Paulo Egenau, quien planteó que la exclusión social es más que tener carencias económicas, también es quedar al margen del ejercicio de la ciudadanía y vivir en un contexto de carencia de oportunidades. En Chile, de acuerdo con el estudio “Voces de la Pobreza”, de la Fundación Superación de la Pobreza, quienes experimentan la pobreza dicen sentir impotencia ante la falta de oportunidades y angustia por no poder proveer de bienestar suficiente a sus familias ni responder a las expectativas de la sociedad.

Cuando hablamos de salud mental, se tiende a suponer que ese es el problema de fondo, pero en realidad la SM tiende a ser solo la punta de un iceberg. Bajo éste pueden estar distintos problemas sociales complejos como la situación económica o derechamente la pobreza, desempleo, acceso a la vivienda, acceso a la justicia, educación, distancias, traslados, transporte, entre otros factores. Es evidente que la atención primaria de salud (APS) y la salud privada no logran cubrir la fuerte demanda que la población en su conjunto requiere, por lo que se hace también evidente que nuestro país requiere de manera urgente una política pública que aborde este adverso escenario. Durante el desarrollo prenatal y la infancia, los programas de visitas domiciliarias, como el disponible en el subsistema Chile Crece Contigo, son efectivos para los grupos vulnerables. Estos programas, que en su mayoría han sido realizados por enfermeras profesionales, pueden ser entregados como parte de los programas de atención primaria de la salud para mejorar, entre otras cosas, la salud mental de la madre, las habilidades parentelas y el apego. Dada la escasez de recursos profesionales en países de ingresos medio y bajo, se ha explorado la formación de individuos de la comunidad para ofrecer intervenciones similares, y la evidencia ha demostrado que es un enfoque eficaz, especialmente mediante el trabajo basado en pares y/o miembros de la comunidad que han padecido de una enfermedad mental(57).

Están las clínicas psicológicas que muchas escuelas de psicología tienen y que como parte de su proceso formativo ofrecen atenciones psicológicas de baja complejidad a la comunidad. “Construyendo salud mental”, es el nombre del programa de gobierno que tiene cinco líneas de acción fortalecer el liderazgo, mejorar la provisión de los servicios en salud mental, la promoción de la salud mental y la prevención del suicidio, el fortalecimiento en contextos de emergencias y el fortalecimiento de los datos, la evidencia y la investigación. Posteriormente se presentó la académica de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas UCM, Katherine Naranjo, quien se refirió a la inclusión respecto a la capacidad jurídica de las personas con discapacidad mental en Chile y de sus cuidadoras. También participó del encuentro la integrante del Consejo de Salud Mental, Ruth Navarrete, quien dio testimonio como integrante de un grupo acquainted que vive a diario la discapacidad mental. Ella clamó por que se considere a los directamente involucrados en la generación de políticas públicas que apunten a la inclusión.

En quinto estudio Del Dicho al Derecho, Hogar de Cristo releva los 6 derechos inalienables de las personas con discapacidad mental, y destaca en este trabajo sobre inclusión que la pobreza amplifica la marginación y el abuso de quienes tienen discapacidad intelectual y/o discapacidad psíquica, más aun si son pobres. Con el avance de los procesos modernizadores del siglo XX, la relación entre elites y sectores populares cambió y se hizo más compleja. No solo existe un cambio de escenario (desde el campo a la ciudad), sino que además cobran fuerza nuevos actores sociales e ideologías políticas. Durante los años Sixties la pobreza en república dominicana 2022 y Nineteen Seventies, los movimientos religiosos Opus Dei y Legionarios de Cristo comienzan a tener influencia en la elite económica (Thumala 2007).

la pobreza mental

Ad portas de ser promulgado un proyecto de ley que reconoce los derechos fundamentales de las personas con discapacidad psíquica o intelectual, conversamos con la directora técnica del Hogar de Cristo sobre los pro y los contra de esta iniciativa cuyo inicio information de marzo del 2016. La última Encuesta Nacional de Salud muestra que las mujeres chilenas tienen cinco veces más depresión que los hombres. En cuanto a la asociación entre depresión, nivel socioeconómico y género, el Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC) da un paso adicional demostrando que son específicamente las mujeres de bajo nivel socioeconómico las que presentan mayores niveles de la enfermedad. Economistas de la salud plantean que las inversiones de capital no dirigidas a NNA pueden ser entendidas como un «desvío de los recursos» desde el punto de vista de la eficiencia [13]. En este sentido, la intervención temprana en salud mental favorece el abordaje temprano de la sintomatología con mejores resultados que los obtenidos en la adultez. Complementariamente, el reporte de Políticas Públicas para la primera infancia desarrollado por la Universidad de Harvard, señala que las intervenciones dirigidas a niños/as expuestos a experiencias adversas en contextos de mayor vulnerabilidad es uno de los factores clave para el éxito de los programas focalizados en la infancia y la reducción del gasto en salud [14].

Krause explica que, de acuerdo a las últimas investigaciones, las mujeres en situación de pobreza constituyen el grupo más susceptible a la depresión. Sumado a la precariedad económica y a la sobrecarga de tarear domésticas y laborales, su posición ajena al poder y la la pobreza en el mundo ensayo debilidad desus vínculos sociales las deja expuesta a estresores en su vida cotidiana. Diversos estudios muestran altas estadísticas al respecto entre la población, con la ansiedad y depresión como las de mayor índice, así como cifras considerables para consumo de alcohol y drogas.

Es essential reconocer que estas barreras al ascenso social no solo perpetúan la pobreza sino que también refuerzan la exclusión social, creando un ambiente en el cual el éxito y el progreso se ven limitados por el lugar de origen o el estatus económico actual de una persona. Respecto de salud mental, las estadísticas indican que el 15,8% de la población general mayor de 18 años en Chile ha experimentado síntomas depresivos en el último año, mientras el promedio mundial es de alrededor del 5%. Pero, además, en el país las mujeres (10,1%) sufren casi cinco veces más depresión que los hombres (2,1%), según la Encuesta Nacional de Salud (2017). La sobrecarga, la inequidad de roles de género y la violencia contra las mujeres son los motivos enunciados por quienes se reconocen en este grupo (Centro Encuestas UC, ACHS, 2020). La prevalencia entre discapacidad mental y pobreza no es azarosa, ya que esta última representa un factor adicional de vulnerabilidad que aumenta el riesgo de exclusión social tanto de las personas con discapacidad mental, como de sus familias.

Reunirnos a compartir nuestras experiencias cotidianas en esta pandemia es también una forma de autocuidado. Es por eso que hemos organizado estos espacios de diálogo y talleres en torno a diversas temáticas de salud mental y pandemia, que te pueden interesar, y que también tú puedes dictar y proponer. Pablo Norambuena como representante del Ministerio de Salud Mental, puso su énfasis en lo relevante que resulta la desinstitucionalización, el que esta población no viva recluida de manera permanente.

En Chile, casi una quinta parte de la población adulta (19,7%) y más de un cuarto de la población infanto-adolescente (22,5%) ha tenido un trastorno psiquiátrico durante el último año(3,4). Los trastornos más frecuentes en los adultos, en los últimos 6 meses, son la fobia easy, fobia social, agorafobia, trastorno depresivo mayor y la dependencia del alcohol. En cambio, en niños y adolescentes, los trastornos más frecuentes son el trastorno por déficit de atención, los trastornos conductuales y los trastornos ansiosos. No solo es relevante la alta prevalencia de la enfermedad mental, sino también las dificultades que tienen los pacientes para acceder y conseguir tratamiento. Menos del 40% de las personas con algún diagnóstico psiquiátrico en Chile han recibido un tratamiento durante los últimos seis meses. En Latinoamérica las cifras son similares (39%), siendo menor para algunas patologías como el abuso o dependencia de alcohol (24%)(5).

Por otra parte, las personas y familias más pobres, que por su situación se ven enfrentadas a más dificultades de vida, tienen mayor riesgo de padecer un trastorno mental y de carecer de un acceso apropiado a tratamientos y apoyos oportunos y de calidad. Todas las personas tienen derecho a vivir una vida con dignidad, equidad, igualdad y respeto, y esto incluye a las personas con problemas de salud mental. Por otro lado, para mejorar la provisión de los servicios, el plan incluye fortalecer la atención primaria, para garantizar la intervención en crisis de salud mental, otro punto importante para esta estrategia es la prevención del suicidio, según los números del Departamento de Estadística e Información de Salud (DEIS), 1.593 personas se suicidaron en 2020. “Hay vincular el diálogo multisectorial entre los actores políticos, los actores sociales, la academia y las instituciones que trabajan con personas con discapacidad. También mirar desde las políticas sociales cómo entonces hay un cambio en la legislación, pero este cambio legislativo debe ir acompañado de procesos de capacitación, de sensibilización y de asignación de recursos para el cumplimiento de los programas y protocolos que la legislación manifiesta”, explicó la académica UCM.