Para exponer la situación de Chile en el mundo, la (Tabla 1) muestra una comparación con los países de mayor y menor PIB per cápita. En los últimos puestos se encuentran países del continente africano, donde el PIB por persona más bajo corresponde a la República Centroafricana, siendo tan solo 0,03 veces el de Chile. A través de un análisis de convergencia, se concluye que en Chile, las regiones más pobres y desiguales, tienden a crecer más que aquellas más ricas y equitativas. Es decir, las regiones más perjudicadas convergen buscando alcanzar a los territorios más favorecidos del país.
«La desigualdad tanto de resultados como de oportunidades es importante para la gente, por lo que tener en cuenta ambos aspectos ayuda a obtener apoyo. No obstante, la gente puede favorecer combinaciones de políticas específicas, en función de sus creencias y preferencias», plantea la nota de Chile. Así fue parte del discurso que dio el Presidente Gabriel Boric en la ONU presentado el martes, en el que afirmó que Chile se encuentra entre los países más desiguales del mundo. Ante esto, El Dínamo conversa con distintos expertos considerando el coeficiente Gini, una herramienta analítica que suele emplearse para medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región, en un periodo determinado. Es importante potenciar un crecimiento económico y social inclusivo, en especial eliminar políticas discriminatorias para ciertos grupos más afectados como inmigrantes. Invertir en educación y en el desarrollo de competencias, aplicar medidas de protección social, luchar contra la discriminación, apoyar a los grupos marginados y fomentar la cooperación internacional para un comercio y unos sistemas financieros justos. El 10% más rico de la población posee el 40% de los ingresos mundiales totales y algunos informes sugieren que el 82% de toda la riqueza creada en 2017 fue al 1% de la población, la más privilegiada, mientras que el 50% más pobre no percibió ningún beneficio.
Estas preguntas, a diferencia del resto de ítems de la encuesta se aplican de manera exclusiva a población de 18 años y más presente al momento de aplicar la Encuesta. Como estándar para el análisis, se recomienda el uso de la prueba de medias (prueba t), asociada a un nivel de significancia de 0.05 (nivel de confianza del 95%). Este procedimiento toma como base las medias del indicador en el numerador y la raíz de las varianzas asociadas a este último en el denominador. El valor obtenido es comparado con el valor estándar de la tabla regular asociado a una muestra grande cuando la prueba es a 2 colas, que corresponde a 1.ninety six, cuando el nivel de confianza elegido es de 95%.
Ahora, los países que han logrado niveles muy bajos de desigualdad y más altos de movilidad tienen sistemas tributarios que recaudan más, especialmente en sectores de más altos ingresos, y tienen niveles de gasto social público más elevados. No he estudiado directamente ese fenómeno, pero dada la concentración en la parte superior -por ejemplo, el decil superior de ingresos-, lo que se ha hecho en otras experiencias es recaudar más impuestos de este sector de ingresos más altos para financiar programas de apoyo a familias más vulnerables. Y no sólo apoyo económico, sino también de salud, de educación, de apoyo a la primera infancia, que sean aún más robustos. Chile tiene una infraestructura de programas muy avanzada y muy admirable a nivel latinoamericano, pero si queremos hacerla más robusta, una estrategia que han usado otros países, además de optimizar el uso de recursos, es recibir más fondos de los sectores de ingresos más altos. Si ocurre que jóvenes de familias más pobres, con poco conocimiento y experiencia en educación superior, reciben educación de peor calidad y poco apoyo en su paso por la educación superior, esto cut back desigualdad en el neoliberalismo sus oportunidades laborales y de movilidad.
Esa es una excelente política de promoción de la movilidad, porque promueve oportunidades educacionales más igualitarias. Otras políticas relevantes son aquellas que promueven el desarrollo infantil, como Chile Crece Contigo. Eso puede contribuir a que, ya adultos, esos niños estén menos determinados por sus “accidentes de la cuna”. El impacto de una distribución mas igualitaria no será inmediato, porque requiere que esos niños y jóvenes que crecen en un contexto mas igualitario sean adultos y reciban los retornos económicos a las inversiones en capital humano de las que se beneficiaron cuando niños. Además, hay una batería de políticas que pueden considerarse para promover la movilidad y que incluyen, por ejemplo, invertir más en la salud, educación, y bienestar de familias más pobres. Entre 2007 y 2012, los ingresos medios de algunas familias más pobres en más de 50 países, crecieron rápidamente que los promedios nacionales y reduciendo la brecha de la desigualdad salarial.
«La gente se siente frustrada no solo por la injusticia en los resultados sino también en los procesos, en particular por la enorme influencia política de unos pocos grupos poderosos. Existe un acuerdo abrumador entre la población latinoamericana de que sus países son gobernados en interés de unos pocos grupos poderosos y no por el bien de todos. En 2020, el seventy seven por ciento de la población de la región creía que esto era así, y la proporción alcanzó el 95 por ciento en Paraguay y el ninety one por ciento en Chile y Costa Rica». En el Informe Regional de Desarrollo Humano, destaca que, si bien la reducción de la desigualdad de ingresos a principios de la década de los 2000 «es de celebrar», esta tendencia «se estancó en la década de 2010 y había comenzado a revertirse en algunos países incluso antes del inicio de la pandemia».
Cuando un hogar acumula un 22,5% ó más de indicadores en carencia sobre el complete de indicadores que conforman la medida, dicho hogar se encuentra en situación de pobreza multidimensional. La encuesta tiene cobertura a nivel nacional, entregando información representativa de hogares y población residente en viviendas particulares, tanto en zona urbana como en zona rural. En definitiva, en su función de difusores culturales, los medios ejercen influencias socioculturales que fomentan y reproducen mediante diferentes formas de socialización como son los valores, creencias, normas, conocimiento, entre otros. Al tiempo que establecen ciertos estilos de vida, valores culturales, modos de actuación y de pensamiento; es decir formas de representar el mundo bajo la complete influencia del sistema económico transnacional.
Este informe argumenta que solo al abordar la complejidad de las interacciones entre las variables centrales que subyacen a la perpetuación de esta trampa, la región finalmente podrá romper este ciclo», puntualiza el documento. «Si bien la mayor desigualdad puede estimular la violencia, la violencia también puede aumentar la desigualdad a través de su efecto sobre los resultados del desarrollo. Debido a que con frecuencia afecta de manera desproporcionada a las poblaciones que ya enfrentan adversidades socioeconómicas, contribuye a amplificar o perpetuar su estado de privación», agrega el informe. «La mayor desigualdad puede fomentar las condiciones para mayores niveles de violencia a través de tres canales distintos.
Hace dos semanas, el World Inequality Lab, entidad liderada por el economista francés Thomas Piketty, actualizó los datos de desigualdad para muchos países del mundo, incluyendo Chile, y los resultados no fueron muy alentadores. Al mirar la tendencia por países, la investigadora explica que algunos han logrado reducir más la pobreza y la desigualdad porque inicialmente tenían núcleos duros familias con grandes desventajas. El conocimiento que hemos obtenido trabajando en conjunto con Chile, ha sido compartido con diversos países del mundo que enfrentan desafíos de desarrollo similares. Para el PNUD, en América Latina y el Caribe se han implementado diferentes políticas para abordar la desigualdad y la productividad, con éxito limitado. «Dados los incentivos políticos a generar soluciones de corto-plazo para combatir los desafíos de la alta desigualdad y la baja productividad, las respuestas de política tienden a ser fragmentadas e ineficaces y, en algunos casos, incluso pueden terminar profundizando las distorsiones existentes en el largo plazo».
La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante. Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional. Conocer la dinámica de desigualdad regional será un punto importante en el diseño de políticas públicas y estrategias de desarrollo diferenciadas, muy necesarias en un país con regiones tan heterogéneas como Chile. No se puede negar que Chile ha experimentado un desarrollo sin precedentes desde el retorno a la democracia (1990). Se ha logrado en un escenario de estabilidad política y social, preservando equilibrios macroeconómicos a pesar de los shocks internacionales (Sunkel e Infante, 2009).
Sin embargo, el estudio de Gonzalo Durán y Marco Kremerman, se podría complementar con el cruce de variables que dicen relación con los niveles de educación y productividad laboral. En este sentido, sería esperable que los trabajadores y las trabajadoras con mayores niveles de educación, tengan salarios más altos. La publicación también incluye un pequeño apartado para hablar del importante incremento de mujeres electas como líderes políticos en América Latina. Esto tiene una repercusión positiva en la igualdad de género, ya que está demostrado que estas mujeres tienen más probabilidades de invertir más en programas públicos relacionados con los intereses de sus congéneres, y sirven como modelos proyectando un nivel de ambición que causa un efecto positivo en las jóvenes. El porcentaje de escaños parlamentarios ocupados por mujeres aumentó más del doble en Chile entre 1997 y 2014(de 8% a 16%), aunque se mantiene por debajo de la media de los países OCDE.
Los niños y jóvenes de diferentes niveles socioeconómicos no se encuentran, no conviven, no se conocen, al estar radicalmente separados territorialmente y según niveles de ingreso de sus familias. De acuerdo con las investigaciones recientes sobre la educación mundial, Chile tiene uno de los porcentajes más bajos de educación universitaria y tasas de graduación en los países de la OCDE. Esto puede ser en parte por las pobres condiciones de educabilidad y los altos costos de acceder y obtener una desigualdad en el mundo ejemplos educación universitaria. A pesar de todos estos retos, el estudio mantiene una visión positiva, ya que observa un importante cambio generacional frente a las actitudes tradicionales. En una encuesta realizada en la que la pregunta era “Cuando hay pocos empleos, ¿debería un hombre tener más derecho a un empleo que una mujer? ”, en Chile los encuestados de más de 50 años que apoyaban la contratación preferencial de los hombres superaban en 15 puntos porcentuales a los encuestados de 18 a 29 años.
Se excluyen aquellas personas que estuvieron ausentes más de seis meses en el último año, exceptuándose el jefe del hogar y los niños menores de seis meses. Al ser información producida con recursos públicos, tanto los investigadores como la ciudadanía en general pueden utilizar los datos de la Encuesta Casen para fines de investigación e incluir sus resultados en el contexto de publicaciones. La información relativa al tamaño muestral y al nivel de error se encuentra detallada en documentos metodológicos de la Encuesta Casen de cada año. La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) es una encuesta a hogares realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia (antes Ministerio de Planificación, MIDEPLAN) que es levantada de manera common en el país desde el año 1987. En el mundo financiero los productos culturales, el conocimiento y los bienes inmateriales, son por excelencia los sectores más dinámicos de una economía donde la información es a la vez un issue de producción, un producto consumible y una variable económica. “Somos one hundred forty millones de personas pobres y con bajos salarios”, podía leerse en muchas de las pancartas que la gente ondeaba frente al escenario, donde una procesión de líderes religiosos, sociales y activistas daban discurso tras discurso demandando “menos codicia” a las empresas y una mayor protección social de los trabajadores estadounidenses.
Este tipo de desigualdad suele crear malestar por parte de la ciudadanía y descontento hacia las autoridades públicas, a quienes se exige salud de calidad y para todos. Actualmente, en Chile el gasto whole en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio. Mientras que a nivel nacional no hay un gran cambio en la desigualdad en el último período, Tarapacá incrementó su desigualdad en más de un 6%, y por su parte Los Lagos la redujo en casi un 11% (metodología nueva). Estas diferencias son de gran relevancia para la política pública y de acuerdo con Contreras (1999), también para el proceso de descentralización. El autor argumenta que dentro de las posibles causas de las diferencias regionales en el Gini, está que las regiones crecen a ritmos distintos, además concentran sus actividades productivas en diferentes sectores de la economía. Una vez hecho el diagnóstico inicial, es imperativo generar herramientas más precisas y profundas que nos permitan complejizar los cuestionamientos que nos hacemos cuando nos referimos a la desigualdad.