Se debe tener en cuenta que esta diversidad o heterogeneidad en la cobertura dada a la desigualdad en los cibermedios analizados se llega a explicar en algunas cuestiones en función de la ideología del medio. En primer lugar la estructura sesgada de los sistemas fiscales que favorecen más a los multimillonarios que al resto de la población. El presente y futuro de Chile es pesimista, y hasta que no acabe la pandemia estas percepciones, dicen las expertas, no cambiarán. Según el estudio Vulnerabilidad y Nuevas Pobrezas, existe una visión pesimista del presente y futuro del país, siendo evaluado con una nota de 2,9.
Para Andrés Cuyul Soto, académico del departamento de Salud Pública de la Universidad de la Frontera y Doctorando en Ciencias en Salud Colectiva de Universidad Autónoma Metropolitana (México), existe un abandono de las autoridades encargadas de llevar adelante las estrategias ante la pandemia desatada por el Covid-19. Dentro de ese abandono, según el experto, se encuentran las hortaliceras mapuche, que negocian sus productos desde la fundación de Temuco, y que actualmente «siguen siendo perseguidas y solo intentan sobrevivir en un contexto de pandemia». En cuanto a la procedencia de los productos periodísticos presentados en los diferentes cibermedios analizados, el uso de información de agencias está generalizado (26% promedio en el complete de los cibermedios) destacando en esta cuestión eldiario.es (28,2%) y, fundamentalmente, lavanguardia.com (64,1%). El cierre de actividades económicas, la destrucción de empleo y la reducción del comercio, la inversión y las remesas, tienen su reflejo en el incremento de la desigualdad y la pobreza. El teletrabajo ha sido un elemento diferencial y muy importante para poder mantener la producción y la actividad laboral. Pero el teletrabajo no es posible para todas las empresas, ni para todos los empleados.
Las medidas sanitarias establecidas producto de la pandemia –cuarentenas obligatorias, cierre de fronteras, de establecimientos educacionales y empresas– ha tenido enormes repercusiones humanas, sociales y económicas, disminuyendo la seguridad alimentaria, el acceso a servicios básicos y el dinamismo de la economía. La hambruna durante y posterior al coronavirus puede convertirse en la próxima pandemia que enfrentan las sociedades. En efecto, el Programa Mundial de Alimentos estima que las personas que padecen hambre podrían duplicarse a nivel global si no se toman las medidas necesarias. Se realizaron 40 entrevistas, que fueron analizadas desde una perspectiva discursiva.
A pesar de los niveles alarmantes de desigualdad y pobreza en América Latina y el Caribe, en los últimos decenios los gobiernos no han recaudado suficientes ingresos por impuestos ni lo han hecho de una manera que permita combatir la desigualdad, ni siquiera en épocas de expansión económica. Esto ha dado lugar inevitablemente a un escaso gasto en servicios de atención de desigualdad en los derechos humanos la salud y protección social —incluidos desempleo, pensiones y apoyo a la infancia—, que son indispensables para una vida digna y para defender de verdad los derechos humanos para todas las personas. La desigualdad económica no es más que la consecuencia directa de una gran “policrisis”, compuesta por factores económicos, sociales pero también climático-ambientales.
Finalmente, las desigualdades seguirán presentes mientras no exista un cambio en las políticas fiscales y distributivas, que permitan nivelar las oportunidades para quienes tienen menores ingresos. Según Patricio Aroca, investigador asociado de la línea Geografías del Conflicto y la Cohesión de COES, en la Región de Antofagasta el 80% de los más pobres bajaron sus ingresos, y el 20% más rico registró un aumento de sus ingresos en el año 2020 respecto de 2017. Los más optimistas dirán que en 2020, cuando fueron hechas estas mediciones, estábamos en el punto más duro del efecto económico de la pandemia, y que con un crecimiento del PIB proyectado entre 7-10% estos datos de pobreza y desigualdad serán un shock temporal. Es probable que se corrija en parte, y que en futuras mediciones veamos disminución de pobreza y desigualdad por el efecto del crecimiento económico. En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa.
En ese contexto, China sigue aumentando su inversión en Latinoamérica, de hecho creció 18% en el 2018 y hasta el momento países como Panamá, Chile, Brasil se han relacionado en forma pragmática por intereses comerciales, pero el gran desafío para Latinoamérica es crear un marco de relación más allá del marco comercial, sino geopolítico. Sobre Latinoamérica, el experto considera que es una región frágil, por ende la pandemia profundizará la desigualdad, las personas que salieron de la pobreza volverán a ese estado y la seguridad alimentaria será un enorme desafío. Tras unos años en los que el índice de Gini había bajado de 0,fifty three a 0,forty six entre 2001 y 2019, la pandemia ha ocasionados enormes costes sociales muy desigualmente distribuidos. Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial. Estas rentas son muy importantes en Centroamérica, donde representan entre el 13% y el 20% del PIB, especialmente para los hogares más vulnerables.
“La desigualdad extrema ha crecido junto con la riqueza extrema”, explica Francesco Petrelli a Radio Vaticano – Vatican News. Principalmente, los dos problemas que no contribuyen al crecimiento económico de la mayoría de la población son la inflación y el desempleo. Las fortunas de los más ricos aumentan 2.700 millones de dólares al día, mientras que 1.seven hundred millones de trabajadores viven en países donde la inflación supera el aumento medio de los salarios.
Un complete de seis universidades del país serán parte del trabajo, el que cuenta con un alcance internacional al ser sus resultados comparados con los de otros diez países. Frente a una futura fecha de término de la pandemia, en materia social la directora cree que todos los pendientes que Chile tiene en lo social podrían encontrar una solución a la luz de una nueva carta basic que instale una nueva manera de “con-vivir”. Asimismo, para los futuros profesionales esta experiencia puede provocar una consecuencia positiva de aprendizaje del manejo de crisis, obtener una mirada reflexiva a los fenómenos de impacto global y expandirla a otras preocupaciones mundiales, como el calentamiento global, desigualdad entre clases sociales por ejemplo, destacó. La tasa de desocupación informada, para septiembre-noviembre de 2020, es de un 10,8% según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En la Araucanía vivimos con ciudades instauradas de muy joven colonización, y hay muchos efectos de eso, además del empobrecimiento, la segregación y el racismo que se da en esta región, lo que se puede reflejar con indicadores tales como la pobreza multidimensional, el poco acceso a la tierra y al agua. Hoy en día todas las comunidades mapuche se relacionan con la ciudad, al menos en la provincia de Cautín, porque tienen que ir a comprar a la ferretería o alimentos, también ir a buscar los remedios para enfermedades crónicas o ir a cobrar una pensión, lo que es un determinante social.
Idealmente, un sistema de seguridad social debería dar cuenta de las desigualdades en esas características, lo que requiere una fuerte integración con el sistema de salud. A pesar de que la serie respecto a esperanza de vida se mantiene estable (excepto 2020), cuando miramos medidas relativas a edades jóvenes se observa una disminución sostenida de la desigualdad en hombres. Esto indica que ha habido avances significativos, y es consistente con el también sostenido aumento en esperanza de vida y disminución en la probabilidad de morir joven. Esto es consistente con la observación de que el efecto desigual de la pandemia se observó particularmente en los grupos más jóvenes (debido a una mayor letalidad e incidencia en las comunas más pobres) [1].
Los académicos de la Universidad de Chile Mariela Muñoz, Guillermo Zepeda y Cristián Rebolledo destacan la medida, comparten algunas recomendaciones y reiteran el llamado a vacunarse. El fichero PDF que ha seleccionado se debería cargar aquí si su navegador cuenta con un plug-in para ficheros PDF (por ejemplo, una versión reciente de Adobe Acrobat Reader). Alternativamente, el fichero PDF se bajará a su ordenador, donde puede ser abierto usando un lector de ficheros PDF. Si quiere obtener más información sobre como imprimir, guardar, y trabajar con PDFs, Highwire Press cuenta con una útil sección de Preguntas Frecuentes sobre PDFs (en inglés).Si el fichero no se descarga automáticamente, haga click on aquí. Ticehurst sostuvo que esta medida es del «ahora», por lo que se debería caminar a «sistemas más progresivos en términos fiscales para lograr una redistribución y atacar en el centro la problemática de la desigualdad».
En Italia, a finales de 2021, la riqueza en manos del 5% más rico era superior a la del 80% más pobre. El número total de familias italianas en situación de pobreza absoluta asciende a 2 millones. La llegada del virus COVID-19 generó un efecto internacional que impactó -y continúa impactando- fuertemente en la vida cotidiana de las personas, grupos y culturas a nivel internacional, modificando las pautas de comportamiento, así como las expectativas sobre el futuro. La crisis sanitaria ha producido efectos diversos en ámbitos sociales claves como el trabajo, la educación, así como en la salud psychological, las formas de sociabilidad y el uso del espacio.
Y cuando el empleo se recuperó, los trabajos regresaron más lentamente para las mujeres. En 2021, las mujeres seguían teniendo aproximadamente 19 millones de puestos de trabajo menos que en 2019. Los datos sobre la desigualdad pueden ser irregulares y lentos en llegar en el mejor de los casos. Los economistas todavía están discutiendo sobre qué sucedió exactamente en 2020 y 2021, sin considerar cómo las nuevas crisis, como la guerra y la inflación, podrían afectar las disparidades de riqueza e ingresos en el futuro.