Este número nos sitúa en el lugar 24 en términos de desigualdad sobre el whole de 159 países con datos disponibles, y nos corona como el país más desigual de la OCDE. Luego del breve recorrido teológico, propongo algunas reflexiones finales que quieren ser una contribución al debate en torno a las desigualdades que hieren la convivencia humana, a nivel global y local, y que demandan una urgente respuesta que nos conduzcan a una paz basada en la justicia. En este apartado, nos proponemos realizar una aproximación teológica al concepto o valor de la igualdad y, sobre todo, al drama humano que puede significar su antónimo, la desigualdad. Dadas las posibilidades que tenemos, me limitaré a algunos tópicos o hitos bíblicos, teológicos y magisteriales. Ciertamente debería ampliarse la indagación hacia otros temas o paradigmas afines, como la justicia y la injusticia, la pobreza y la riqueza, la inclusión y la exclusión, and so el capitalismo genera desigualdad on. que tienen largas resonancias bíblicas y magisteriales, pero obviamente implica un mayor espacio del que disponemos. Habiendo muchas opciones temáticas y metodológicas, me propuse comenzar por el concepto de “igualdad”, porque la lingüística y la semiótica nos ha enseñado a estar atentos al eje paradigmático de los mensajes que circulan en las culturas; es decir, a los esquemas de diferencias que subyacen en los discursos.
Al cierre, incorpora una atractiva reflexión sobre el Nuevo Orden Global donde se analiza la propuesta de David Held para reformar las Naciones Unidas, la ideología del movimiento populista de Donald Trump junto con destacar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Si hay un género que atraviesa fronteras es el cine negro, con particularidades nacionales, pero universal en cualquier cinematografía. Que pueda tener un peso específico como para generar un subgénero propio como el «polar» pocos, y es que en Francia, desde pioneros como Pérret, Capellani, Guy, Mélies, Delluc, Jasset, Feuillade hasta los más grandes del género como Melville, Giovanni, Becker, Dassin, Clément, Sautet, Verneuil, la sucesión de títulos, incluso hasta nuestros días es interminable. Más limitada es la visión cinematográfica del proceso penal como consecuencia del delito, pero también existen numerosos ejemplos de cine judicial, o pseudojudicial, porque el enjuiciamiento y el cine están muy reñidos.
E incluso si la mortalidad fuera mucho mayor, como podría ser en una futura epidemia, la inteligencia synthetic y la automatización podrían absorber parte de la escasez de mano de obra resultante y mantener bajo el valor del trabajo humano. 15 Es interesante señalar que Kuznets no tenía ninguna serie que demostrara el incremento de la desigualdad en el siglo xix, pero que ello le pareciera evidente (como a la mayoría de los observadores de la época). Ahora bien, debemos advertir que durante mucho tiempo las investigaciones eruditas consagradas a la distribución de la riqueza se basaron en relativamente escasos hechos establecidos con solidez, y en muchas especulaciones puramente teóricas. Antes de exponer con más precisión las fuentes de las que partí y que intenté reunir en el marco de este libro, es útil elaborar un rápido historial de las reflexiones sobre estos temas.
En Grecia, la Troika exigió, en el 2013, incluso, el cierre de la Televisión Pública, ERT[1], uno de los iconos de la democracia griega. Además algunos países han introducidos cambios constitucionales (caso español) para que el presupuesto fiscal tenga el visado de organismos supra-nacionales disminuyendo aún más la falta de soberanía nacional en las decisiones de política fiscal. La democracia radical le transfiere el poder al “pueblo” a expensas de las instituciones formales. Priorizar el gasto social incrementa el acceso a la educación, pero sacrifica las políticas de mercado. Combinar ambas corrientes trae beneficios sociales y de inclusión, pero también desequilibrios fiscales y el secuestro de las instituciones.
Excéntrico en el vestir, Sala i Martín es considerado padre intelectual del Índice de Competitividad Global que utiliza el World Economic Forum. Entre sus trabajos más conocidos destaca la construcción de un indicador de la distribución mundial del ingreso. A partir de éste, ha escrito bastante acerca de los beneficios de la globalización como herramienta para reducir la pobreza en el mundo así como la desigualdad global entre países.
Cuando ellos se comenzaron a enfocar en sustentabilidad, cuando dijeron “queremos cero vertederos, no queremos poner nada más en vertederos, vamos a cambiar nuestra iluminación, vamos a cambiar nuestros camiones”. Sólo el tener la intención ya ha hecho una gran diferencia en sus operaciones y en otras compañías también está ocurriendo. Si quieres hacer algo y eres apasionado por ello, podrás lograrlo, es posible. La evidencia muestra que la inteligencia humana está aumentando cada década en 3 o four por ciento. Por lo tanto, si miras a una persona común con un coeficiente intelectual promedio, 80 años atrás hubiese estado en el 2 por ciento más alto, el mismo individuo.
Este libro intenta hacer propuestas en este sentido, apoyándose en las lecciones de esas experiencias históricas, cuyo relato constituye la trama principal de la obra. Durante mucho tiempo los debates intelectuales y políticos sobre la distribución de la riqueza se alimentaron de muchos prejuicios, y de muy pocos hechos. Desde luego, cometeríamos un error al subestimar la importancia de los conocimientos intuitivos que desarrolla cada persona acerca de los ingresos y de la riqueza de su época, en ausencia de todo marco teórico y de toda estadística representativa. Veremos, por ejemplo, que el cine y la literatura —en particular la novela del siglo xix—, rebosan de informaciones sumamente precisas acerca de los niveles de vida y fortuna de los diferentes grupos sociales, y sobre todo acerca de la estructura profunda de las desigualdades, sus justifi caciones, y sus implicaciones en la vida de cada uno.
Con qué valores, ética y moral se podrán justificar las nuevas formas de comportamiento y estructuras sociales que se logre configurar con esta nueva forma de dominación. Las compañías conscientes deben asumir su responsabilidad por todas las consecuencias de sus acciones. El negocio tradicional se preocupa sólo de hacer dinero y todo lo demás es un efecto colateral y ocurre que impactan en personas, comunidades, medio ambiente y cultura. Todo eso tiende a ser negativo cuando sólo te enfocas en hacer dinero, y nosotros, además, lo externalizamos.
Éste es, a mi entender, el papel que pueden y deben desempeñar los intelectuales y, entre ellos, los investigadores en ciencias sociales, ciudadanos como todos, pero que tienen la suerte de disponer de más tiempo que otros para consagrarse al estudio (y al mismo tiempo recibir un pago por ello, un privilegio considerable). La desaceleración del crecimiento y el aumento de la inequidad en varios países, a lo largo y ancho del globo, ponen otra vez al capitalismo ante un cuestionamiento profundo. ¿Tiene la política el suficiente poder para corregir sus consecuencias indeseables?
Pero Wright sostiene que “no encontramos una distribución exponencial en las economías capitalistas reales. Esto se debe a que las economías capitalistas obedecen a restricciones adicionales sobre cómo el dinero se mueve entre los individuos. Los mercados no son la única causa de la desigualdad que vemos en el capitalismo”. Más aún, el desafío de superar la pobreza no tiene sólo que ver con una mejor distribución de recursos materiales, tiene más que ver con mejorar las vías de integración y participación social, con superar la exclusión social y cultural que divide y hiende nuestra sociedad y marginaliza a un grupo de ella.
El capitalismo es sin duda el mejor sistema económico, tal como la democracia es el mejor sistema político. Los dos han trabajado bien en las democracias capitalistas avanzadas por mucho tiempo, con cada uno compensando las debilidades y reforzando las fortalezas del otro. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. Quizás, la única política que logre satisfacer las demandas de una teoría igualitarista de la justicia distributiva sea la imposición de un ingreso mínimo international en que afecta la pobreza que neutralice las diversas maneras en que la autonomía individual se ve amenazada por la falta de recursos materiales y por la desigualdad relativa (Van der Veen y Van Parijs 2006). El primer efecto consiste en que un incremento de los impuestos al ingreso puede inducir a las personas a trabajar menos, lo que sería económicamente ineficiente y además reduciría la recaudación.
Paul Krugman lo definió como «el libro de economía más importante del año, y quizá de la década». Le gusta la historia económica y se outline como heredero de la tradición de la Economía Política. Dicho sistema corporativo está compuesto por inversores, financieros y propietarios de empresas transnacionales.
En los casos extremos, 0 implica que todos los individuos tienen los mismos ingresos, y 1 que sólo una persona recibe todos los ingresos. Como se puede apreciar, la matriz opone primariamente a las desigualdades injustas con la paz, y no con la violencia en cualquiera de sus expresiones, ya sea subversiva o represiva. Éstas encuentran su explicación en las desigualdades, así como el desarrollo integral permite entender cómo se entiende la paz en este escenario. No se trata simplemente de pasar de la violencia a la paz, sino de las desigualdades injustas a la paz, la cual comporta el desarrollo integral de todos en América Latina. Por lo visto, la lectura teológico-cultural de Medellín, puesta de relieve mediante la investigación, desgraciadamente sigue siendo pertinente en América Latina y en Chile, en specific. Digo “desgraciadamente”, porque parece que hemos avanzado poco; digo, “pertinente”, porque este discurso teológico-pastoral inculturado nos muestra un camino e itinerario aún por recorrer.
Si se le pregunta al común de la gente, hay gran desesperanza con la crisis de la pandemia. Pero aun así hay personas en toda América Latina que siguen luchando por otro mundo y lo vamos a conseguir. Hay propuestas como los impuestos a las grandes fortunas, que no son sólo propuestas de izquierda. El G7 en su última reunión publicó la idea de un impuesto del 15% a las trasnacionales, porque incluso para el capitalismo es malo que un sector canalice tanta riqueza, porque el dinero no circula. La brecha educativa de los sectores carenciados en comparación con los sectores privilegiados es brutal. Eso va a traer consecuencias terribles, porque los estudiantes después son el tejido productivo y van a reproducir la desigualdad.