Por Qué Importa La Filosofía Por Carlos Peña

El libro que cambiará nuestra manera de pensar sobre la pobreza y lo que debemos hacer para aliviarla. CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica. Profundizando en la relación entre violencia fundacional y política en el pensamiento de Maquiavelo, Boucheron afirma que “los golpes revelan lo que los estados normalmente mantienen oculto, que es su violencia constituyente”, y cuando esta violencia se ejerce y se expone, la fuerza del estado, paradójicamente, disminuye. Un golpe fallido obliga a un nuevo príncipe a fortalecerse y ejercer violencia preventiva; esta demostración de fuerza debilita inevitablemente los cimientos de cualquier buen régimen, incluso si esto asegura su supervivencia.

Debo pues, darse por satisfecho con una justicia relativa y decir que es para mi la justicia”. La persistencia de la pregunta por la justicia puede ser un resultado del hecho indesmentible de que el hombre, junto a su facultad de conocer, cuenta también con una determinada aptitud para valorar. “Todo hombre, por naturaleza, apetece saber”, dice Aristóteles en tanto Zubiri en nuestro tiempo, añade que “la conciencia del hombre no es sólo conciencia cognoscente, también conciencia moral”. A la vez, si representó un progreso la distinción entre Derecho y ethical, otro tanto ocurrió con la que hoy podemos hacer, al interior de la propia ethical, entre los diferentes ámbitos de esta última.

El rechazo al pobre es la clave de un modelo de sociedad, la sociedad capitalista-neoliberal, ya que esta se funda en la acumulación, el individualismo, la competencia y una realidad muy presente en nuestro debate social, cultural y político, es que el sistema declara una supuesta igualdad y promueve eficiente la marginación para sostenerse. Desconociendo así que las personas tienen dignidad, tienen un valor intrínseco en sí misma y no precio. Pero ya no se plantea este desarrollo con una concepción economicista y meramente técnica.

Desarrollo Como he señalado anteriormente, la respuesta que aporto en este apartado sobre el sentido de la vida humana se encuentra mediada, principalmente, por un lado por representantes de la corriente filosófica fenomenológica, por otro lado por la corriente existencialista y también por la mirada espírita. Las anteriores corrientes teóricas han danzado fuertemente con la doctrina cristiana, sin embargo, en basic, no se han dejado atrapar ni por la comodidad religiosa de repetir un mensaje sin análisis crítico, ni tampoco por un análisis crítico que pretenda resolver todas las concepts inconclusas de ese mensaje.

No obstante, me atrevería a decir que, en rigor, la filosofía no ha llegado a establecer definitivamente qué es la filosofía. No se trata de una falla, de una frustración, de una deficiencia del saber filosófico, sino de una condición que arraiga en su naturaleza, que está en el principio mismo del filosofar. Nuestra tendencia a reducir a los pobres a un conjunto la pobreza mental de clichés nos ha impedido hasta ahora comprender los problemas a los que se enfrentan a diario. Dado que poseen tan poco, hemos asumido que no hay nada de interés en su vida económica. Las políticas gubernamentales destinadas a ayudarles muchas veces fracasan porque se fundamentan en suposiciones erradas con respecto a sus circunstancias y su conducta.

La distinción entre verdad y conocimiento tiene lugar a propósito de la posibilidad de “salvar los fenómenos” en su singularidad irreducible –esto es, en su manifestación en cuanto tal— y no en que estos sean representados por una conciencia —“sea ésta trascendental o no” agrega Benjamin. A partir de esta distinción Benjamin intenta “superar” una cierta vocación sistemática todavía presente en sus primeros textos –el más ejemplar resulta El programa de filosofía venidera, expresamente orientado desde la filosofía crítica de Kant. Precisamente el sello más característico con el cual Benjamin va a pensar la verdad es lo que denomina su carácter “previamente dado”, y es por esto que a la “muerte de la intención” se afirma como la correspondiente disposición para acoger la verdad de los fenómenos en su libre y espontánea manifestación. Un asunto que ha interesado a la sociología nacional es entender las nuevas formas de representación política que surgen en este nuevo contexto. Un tipo de trabajo ha analizado como es que los gobiernos de la Concertación no hicieron ningún esfuerzo sostenido en recuperar formas de representación colectiva a nivel de vecindario o de trabajadores.

Pero el legislador sabe también que muchas materias que se regulan por medio de leyes lo interpelan desde un punto se vista específicamente ethical, esto es, lo obligan a remitirse a algún código moral determinado para justificar las decisiones que adopta al momento de pronunciarse y de votar tales materias. En otras palabras, podríamos decir que el legislador aspira a una cierta racionalidad ethical, en el sentido de que las decisiones que adopta sean moralmente correctas o, al menos, que sean percibidas como tales. Por ello, a raíz precisamente de los problemas que hemos señalado, me atraen conclusiones de las del tipo a que llegan, por ejemplo, autores como el propio Hart y Norberto Bobbio. El primero nos cube que el Derecho “es algo que contiene reglas” o que está compuesto principalmente por ellas”.

la pobreza desde la mirada filosófica

Al ocupar el sillón vacante por fallecimiento del Académico Sergio Gutiérrez Olivos, es un deber, en primer término, hacer el elogio de éste. Un deber que no asumo como parte de una rutina ni tampoco como simple formalidad. Un deber, por el contrario, que me viene impuesto por lo que fue la vida pública, universitaria y profesional el Académico ausente, aunque también por esa deferencia y cordialidad, y afecto, que percibí, por modo invariable, cada vez que tuve trato con el luego de mi ingreso a la Academia en 1986. Una deferencia, cordialidad y afecto, por lo demás, que Sergio Gutiérrez había esparcido mucho antes entre todos los miembros de nuestra Academia. En 1986, cuando esta Academia decidió hacerme miembro correspondiente, vi en ese gesto una expresión de la simpatía, pero sobre todo de la magnanimidad, que sus integrantes tenían para con una persona que había realizado un cierto trabajo docente, de investigación y de divulgación en una Facultad de Derecho de provincia, aunque exhibiendo en ello más perseverancia que auténtico talento y originalidad. Hoy, al incorporarme como miembro de número, percibo esa misma simpatía y benevolencia, que estoy completamente seguro de no merecer, pero ante las cuales no cabe sino procurar ponerse alguna vez a su altura.

[14] Este dilema, mitologizado en la narración de la relación trágica de los hermanos Caín y Abel en la Biblia hebrea, parece ser un dilema típicamente masculino y de sociedades altamente individualizadas. La realización (profesional, académica, biográfica) de una persona sólo es supuesta posible a costa de otras personas, es decir debe efectuarse en forma de concurso, competencia y triunfo de uno sobre otro. Las metáforas contemporáneas son el futbol, la bolsa de valores, la “conquista” varonil de la mujer, la homofobia y el horror vacui de los varones por el desempleo y la impotencia.

La revuelta de octubre de 2019 abrió la posibilidad de debatir con las infancias, juventudes, profesorado, madres, padres, personas al cuidado. Estas últimas, con distintas taxonomías, sentidos, objetivos y aulas sociales, constituyéndose en nuevas comunidades de aprendizajes para la vida y espacios educativos relevantes para la movilidad la pobreza en estados unidos social. Asimismo, se conoce y reconoce la contribución de los propios estudiantes a la formación del profesorado, la importancia de integrarse a la comunidad y hacer comunidad de aprendizaje. La solidaridad y el apoyo de los directivos y algunos colegas, sin omitir la envidia, indiferencia y falta de compromiso de otros colegas.

Con el tiempo esta forma de concebir la empresa se transformó en el sentido común de los grandes empresarios y en sus vehículos de discusión, como los cuerpos económicos en los diarios, los congresos de empresas, and so on. Las reformas iniciadas durante la dictadura asumen la mirada propuesta por el economista de Chicago Milton Friedman. Para Friedman un sistema donde las decisiones las toman funcionarios públicos que administren un sistema centralizado es siempre ineficiente. El Neoliberalismo, junto a la Constitución, concentra las iras del movimiento social del 18/O. Con ánimo de enriquecer el debate el autor analiza las principales definiciones y debates en torno a un concepto que se puede encontrar en el origen de las AFPs o el CAE, y que ha sido defendido por economistas (Chicago Boys y otros) que “se han presentado como expertos en pensiones, salud, educación y no lo son”.

Aunque es cierto, hay algunos representantes de la fenomenología que han estado muy cerca de las ambiciones del idealismo. Sin tener menos importancia, he de agregar que esta respuesta tiene una fuerte influencia de mis propias experiencias de vida, las cuales no se pueden reducir a concepciones teóricas. Sin darme más vueltas en el asunto, responderé brevemente que el sentido de la vida humana es progresar espiritualmente, es decir, ser cada día una mejor persona. Si somos buenos observadores del diario vivir, nos daremos cuenta de que todos los días tenemos múltiples oportunidades para mejorar a nivel intelectual, corporal y ethical, por mencionar algunos de los aspectos más representativos de las personas. Pero tras ellos aparecen otros aspectos que son parte basic de los anteriores, por ejemplo, el ámbito afectivo, artístico o cultural. Por la sencilla y profunda razón de tener un mejor mundo, que sea más amable, solidario, responsable y respetuoso con las personas y la existencia misma, lo cual, sin duda, exigiría el desarrollo de una gran virtud, la humildad.