Pobreza Multidimensional En Chile Se Redujo En 31 Puntos Porcentuales En 23 Años​ Universidad De Talca

La preocupación por los derechos humanos está en el inicio de las primeras publicaciones de temas de bioética en México, por ejemplo, con las publicaciones del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en los años ochenta, que han continuado hasta la actualidad(46). También son recientes las visiones globales de la bioética como una ética de los derechos humanos, sobre todo como una profundización del principio de justicia del principalismo, con la equidad como basic por encima de la eficiencia del sistema de salud, por ejemplo(47), o en abierta crítica a este sistema de principios(48). Es necesario por ello elaborar una ética del cuidado que, más allá de los debates actuales sobre los límites de la justicia, se acerque a la dimensión private de la experiencia de la discapacidad y la vulnerabilidad, de forma que lleve a una mayor acción dentro de la justicia social completada con la solidaridad(33). Este tema ha cobrado mayor actualidad a la vista de las recientes pandemias(34) y de las consecuencias de las catástrofes naturales. Veremos primero algunos datos acerca de la pobreza y la dependencia en Latinoamérica que nos parecen éticamente relevantes, antes de entrar en el análisis bioético. Después, analizaremos la noción de pobreza y de vulnerabilidad desde la filosofía, y la respuesta ética que exige de nosotros, para exponer finalmente las repercusiones, en la bioética latinoamericana especialmente, de estos datos previos y de esta reflexión filosófica sobre pobreza, vulnerabilidad y calidad de vida.

pobreza amartya sen

Sen destaca que, incluso en una sociedad de altos ingresos, sería difícil vivir sin ciertos recursos, como el teléfono, web o un automóvil. Una persona podría tener muchos bienes, pero de poco valor si no son los bienes que desea consumir. Otra persona podría tener un alto ingreso, pero no tener acceso a algunos productos o servicios específicos. El ingreso y el consumo son medios para un fin, no deben ser confundidos con el fin.

Necesitamos el abordaje integral de las dimensiones de salud, educación, vivienda, trabajo, entorno y cohesión social. La pobreza no se vive partes, se sufre como una vida en alerta y emergencia permanente sin posibilidades de proyectar mejoras y aún más preocupante, con enorme fragilidad ante cualquier shock económico y social como la pérdida de trabajo o una enfermedad catastrófica. Otras ventajas que logra la medición multivariable personas mas pobres del mundo de la pobreza es que a través de las distintas ponderaciones, cada una de las variables, permite reconocer señales de vulnerabilidad que persisten independiente que se aumenten los ingresos económicos, por ejemplo la mala alimentación, acceso la salud o a altos niveles educativos. Asimismo, se reconoce como una de las ventajas principales el hecho que son las propias personas quienes describen su experiencia de exclusión social.

En tal sentido, considera urgente que el diseño de las políticas sea integral e inteligente y basado en la evidencia de estudios empíricos, como el mencionado. Hacia fines de 1980, el Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, planteó que hay un importante problema en la medición de la pobreza cuando esta se basa exclusivamente en la dimensión de ingresos. El ignorar el carácter multidimensional sería problemático tanto del punto de vista filosófico como práctico. Desde los pobres y enfermos, receptores de la ayuda de los demás, podemos hablar de «derechos de bienestar» y, sobre todo, del deber de promover su autonomía.

Si Chile lograse expandir su GNI cerca de un 4% anual de aquí para adelante, alcanzaríamos a los lusos en términos per cápita después del 2070. Adquiera LA DESIGUALDAD ECONOMICA en nuestros locales y en nuestra tienda virtual.No olvide aprovechar nuestras grandes promociones en este enlace de OfertasSíguenos en nuestras redes sociales Instagram, Facebook y Twitter. «La vulnerabilidad tiene el poder de sacar lo mejor de nosotros mismos, activar los valores más sólidos, ayudarnos a construir redes basadas en la relación y no en la independencia, basadas en el interés por los demás y no sólo por uno mismo. En el modo como nos acercamos a la vulnerabilidad propia y ajena revelamos nuestro grado de humanidad»(32). Asimismo, es enorme la influencia que Amartya Sen ha ejercido sobre las actuales concepciones sobre el Desarrollo Humano que las Naciones Unidas impulsan a través de sus Informes sobre este tema, poniendo el acento en el índice de Desarrollo Humano, a nivel world y a nivel de países, y que comenzaron a elaborarse anualmente hace casi ya dos décadas.

Un segundo nivel, que es el que importa en este trabajo, consiste en no tener cubiertas las necesidades básicas, por la pobreza o la falta de salud, que son términos casi sinónimos en muchas situaciones concretas de Latinoamérica. No nos referimos aquí a las situaciones de extrema pobreza y de extrema gravedad por una enfermedad, pues en estos casos, más que de personas vulnerables hablamos de personas vulneradas en su condición humana y, por lo tanto, con una calidad de vida muy por debajo de lo deseable. Ante esto, el deber ético es procurar cuanto antes devolver a esas personas a situaciones de dignidad, en el caso de la pobreza, o acompañar y procurar la mejor «calidad de vida» posible, aunque lo que de verdad procuramos es la «mejor calidad de muerte», con cuidados paliativos, porque ya están fuera del alcance terapéutico. Sin embargo, lo que ellos abordan tangencialmente y es desde nuestra experiencia lo basic a discutir, es la vivencia cotidiana de las personas que están en situación de pobreza. Es muy cierto que la pobreza hoy se manifiesta de forma diferente que hace 50, 30 y 10 años.

A la escasez de alimentos, techo y abrigo, falta de trabajo, educación y salud -que persisten-, se suman los altos niveles de estrés a los que están expuestas las personas por falta de servicios públicos, espacios de recreación, altos niveles de violencia, consumo de droga y narcotráfico en sus barrios segregados y estigmatizados. Si bien, redujimos la pobreza por ingresos a 6% según Casen 2022, lo cierto es que nuestros niveles de pobreza multidimensional se mantienen cercanos al 17%. Las líneas de pobreza están asociadas al supuesto que existen niveles mínimos de ingreso o consumo, bajo los cuales los individuos no logran un estado de  bienestar mínimo. En este enfoque existen análisis absolutos y relativos; el enfoque absoluto plantea que la pobreza corresponde al caso en el cual  “el complete de ingresos es insuficiente para obtener lo mínimo necesario para la subsistencia”, entendiendo por mínimo necesario alimento, vestuario, vivienda, servicios básicos, etc.

Por lo tanto, la pobreza no se puede medir apropiadamente a través del ingreso, ni tampoco a través de la utilidad (que da el consumo). Lo que importa no es lo que una persona tiene, sino lo que es o puede ser, lo que hace o puede hacer. Ser pobre es ser miembro de una sociedad que le niega el desarrollo de capacidades humanas debido a que se le excluye de las posibilidades de tener una vida digna.

Somos un centro de investigación y acción, que busca generar conocimiento crítico y acciones para potenciar las luchas sociales y sindicales. Obviamente, la expansión de 0,2% del PIB del 2023 no cambió nada y aún un maravilloso 3% el 2024 dejaría a Chile a la cola.

Las líneas de pobreza plantean que en América latina (según el Banco Mundial) está en dos dólares por día. Para el caso de Chile, una persona pobre es la que tiene acceso a comprar entre una y dos canastas básicas; por otro lado, se considera indigente a quien no puede acceder a una canasta básica al mes. Nos referimos a las situaciones de pobreza no extrema y de falta de salud, por enfermedades crónicas o con posibilidades de curación, que afectan en mayor o menor medida la calidad de vida de las personas y que suponen, también en mayor o menor medida, una situación de vulnerabilidad, de posibilidad bastante próxima de dependencia de otros y de no autodeterminación. En este sentido sí que podemos hablar de situaciones, personas o grupos sociales especialmente vulnerables, a los que se debe procurar una mejora en su «calidad de vida», promoviendo que dispongan de una mejor salud y de más medios económicos, culturales y educativos.

/ FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, COLECCIÓN ECONOMÍA CONTEMPORÁNEA, EDICIÓN AMPLIADA CON UN ANEXO FUNDAMENTAL DE JAMES E. FOSTER Y AMARTYA SEN, PRIMERA REIMPRESIÓN, 292 PÁGINAS, IMPRESO EN MÉXICO, 2002. Tal problemática ronda en Chile desde que la concept personas ricas que ayudan a los pobres de sacrificar crecimiento no levantó cejas ni dejó bocas abiertas. El autor de esta columna de opinión es Administrador Público y  Licenciado en Ciencias de la Administración Pública de la Universidad de Santiago de Chile.

A cada pobre, en las palabras del economista Amartya Sen, se le niega «la libertad para hacer cosas a las que se les asigna valor». Una tercera perspectiva es el índice de pobreza humana (IPH); corresponde a un indicador desarrollado por el PNUD, analizando las carencias de los individuos que sobrepasan sus ingresos. Por tanto, el investigador añadió que el problema de la pobreza es mucho más profundo, puesto que traspasa la barrera de lo monetario porque va de la mano de la educación y del entorno.