Pobreza De Tiempo, Género Y Vivienda Social En Santiago De Chile Un Análisis Cualitativo

La deserción en el tercer año entre los estudiantes más vulnerables se redujo en casi 10%, pasando del 36,6 por ciento en 2018 al 26.eight por ciento en 2022. También aumentó la cantidad de proyectos de investigación adjudicados por estas universidades y la cantidad de profesores con doctorado. Chile recibió el primer préstamo del BM a nivel world para promover el hidrógeno verde y apoyar los esfuerzos de mitigación del cambio climático.

En tercer lugar, empobrece el capital cultural, social y político de las mujeres que se encuentran realizando trabajo no remunerado en las zonas residenciales, ya que en estas no existe oferta de actividades culturales, políticas y sociales fuera del ámbito doméstico (Bondi & Rose, 2003; Fildes, 1997; Valdivia, 2018; Walker et al., 2013). En la cotidianidad de las mujeres entrevistadas y observadas, el trabajo de cuidado es lo que marca la temporalidad de los días. Quienes tienen hijos pequeños, al despertar los alistan para el colegio, preparan su ropa, desayuno y van a dejarlos. Luego de esto, el tiempo que tienen lo distribuyen entre todas las tareas domésticas y remuneradas que puedan llevar a cabo mientras los niños no están. Luego deben ir a buscarlos, darles la “once” –la merienda– y supervisar las horas de estudio y juego, cuando hay tiempo. En este trabajo de cuidado también está contemplado aquel referido a todos los trámites relacionados con los servicios públicos de salud, que en la mayoría de los casos demandan gran cantidad de tiempo de espera.

No obstante, solamente la pobreza extrema ha aumentado levemente con respecto al año pasado, que se registró en 12,9%, y según indicó el organismo, las proyecciones 2022 significan un retroceso de 25 años para la región. Desde la Casa Central de la Universidad de Chile, el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson y la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, presentaron los primeros resultados pepsico fundación de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica, Casen 2022. Los datos reflejan un escenario positivo para el país, dado que se retoma la senda decreciente de la pobreza en Chile. Para la socióloga Emmanuelle Barozet, académica e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, la pobreza va a crecer a costa de grupos que considerábamos “de clase media” sin que realmente lo fueran.

Se basa para esto en un estudio de caso en la población San Guillermo, sector Bajos de Mena, comuna de Puente Alto, el que fue abordado con una metodología etnográfica durante el año 2019. Los estudios no han incorporado, sin embargo, el rol que la configuración espacial de las ciudades latinoamericanas desempeña en materia del uso del tiempo por parte de la pnud pobreza población, principal objetivo de este trabajo. El tiempo, si bien es un recurso transversal a todos los individuos de una sociedad, no se distribuye de la misma manera entre todos ellos; mientras algunos tendrán importantes horas de ocio en un día, otros ocuparán gran parte de este tiempo en traslados, jornadas laborales extensas o trabajo no remunerado.

La no consolidación de estos sectores trabajadores como una clase media mejor preparada para resistir el shock de la pandemia, piensa Barozet, está relacionada con que “la política de superación de la pobreza y de aumento del bienestar de la población estaba centrada en la integración al mercado laboral y el crecimiento económico”. «Es imperativo», agregaron, que se desarrollen y fortalezcan las políticas públicas de protección social y las referentes al mercado de trabajo, abarcando medidas de inclusión social y laboral, y políticas redistributivas en materia de ingresos. Aunque en el reporte no se entregan detalles por país, Bárcena indicó en la presentación del informe que la recuperación económica repercutió en disminuciones acotadas de las tasas de pobreza en la mayoría de los países, incluido Chile. Sí ofrecen datos a nivel regional, señalando que se pasó de una tasa de 33% en 2020 a un de 32,1% el año pasado, equivalentes a 201 millones de personas. El concepto de pobreza ha tenido un desarrollo sumamente importante en las últimas décadas, asociado a la necesidad de introducir mediciones que dirijan las políticas públicas en ese campo.

Asimismo, el organismo llama la atención por el hecho de que “la crisis también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad en que vive buena parte de la población en los estratos de ingresos medios, caracterizados por bajos niveles de cotización a la protección social contributiva y muy baja cobertura de la protección social no contributiva”. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas. Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos.

Desde medidas sociológicas basadas en la ocupación, explica, “la clase media es un grupo consolidado, con contratos estables, profesiones calificadas y mayor capacidad de resistir shocks económicos como el que vivimos”. Medida por el índice de Gini en un promedio de 15 países de América Latina, la desigualdad por ingreso se redujo de 0,538 en 2002 a 0,477 en 2014 y a 0,469 en 2017, y luego llegó a 0,465 en 2018, disminuyendo un 13,6% en 16 años, a una tasa de 0,9% por año. El débil desempeño de las economías regionales, que este año crecerían apenas 0,1%, carencia de programas efectivos de asistencia social y empleos precarios explican esta situación que América Latina demorará años en revertir. Actualmente, América Latina registra un índice de 0,465, con países como Argentina, Uruguay y El Salvador con menores desigualdades y Brasil y Colombia con la mayor brecha, por encima de la media regional.

pobreza 2019

Este trabajo es un primer esfuerzo para contar con una medición comparable en el tiempo de las dos metodologías oficiales que han existido en el país para la medición de Pobreza por Ingresos y de los indicadores de Pobreza Multidimensional. Con el propósito de brindar a Chile protección financiera para mitigar posibles impactos económicos negativos de terremotos y los tsunamis que ocasionen, el BM apoyó a Chile para emitir un bono catastrófico y swap de USD 630 millones, la cual es la mayor operación en un solo país. Con ello, Chile contará con fondos de rápida disposición en caso de desastre, lo que le permitirá proteger su presupuesto fiscal y reducir la necesidad potencial de movilizar deuda después de un evento.

“A los dos lados de la línea de pobreza la situación social es básicamente la misma, porque lo que hay es un nivel de rotación muy fuerte alrededor de esa línea. A los sectores que están arriba, por lo menos cuatro y hasta cinco deciles, con cualquier cosa que los toques, caen debajo. Estas proyecciones y datos se producen en un panorama económico todavía incierto y con una relativa “ceguera estadística” sobre la evolución actual del desempleo y los ingresos por las dificultades que impone la situación sanitaria al levantamiento de datos de calidad. Lo que es claro, sin embargo, es que además de aumentar la pobreza, la crisis desafía la manera en que concebíamos este concepto y las fórmulas que el país había utilizado para intentar reducirla.

Por ejemplo, la pobreza superó el 30% en México, Argentina, Colombia y Bolivia, mientras que en Perú, con una tasa de 28,4%, la escalada por la pandemia fue de thirteen puntos porcentuales. En este caso, Provoste usó el concepto de vulnerabilidad, el cual según la definición de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (BCN), incluye tanto a gente bajo la línea de pobreza como a otras sobre ella, pero en riesgo de caer. La pobreza extrema, en tanto, se situaría en 2019 en el 11,5%, con un alza de 0,8% respecto al 10,7% del año previo. “La pobreza afecta mayormente a niños, niñas y adolescentes, mujeres, personas indígenas y afrodescendientes, a los residentes en zonas rurales y a quienes están desempleados”, afirma el reporte de la Cepal.

Eso significa, añadió, que hay más personas en cuyos hogares el ingreso per cápita no alcanza para comprar una canasta básica de alimentación. En la región hay 191 millones de personas en situación de pobreza y 72 millones en situación de pobreza extrema. Dicho esto, asegura que Chile “es uno de los países que tiene un sistema de protección social y de atención primaria en la salud muy importante heredado de gobiernos anteriores.

No somos complacientes y tenemos un compromiso con el bienestar de las familias y el desarrollo del país, por lo que seguiremos trabajando con fuerza, implementando medidas y acciones, tal como lo hemos hecho hasta ahora, que permitan avanzar en derechos y garantías sociales, mejorando la calidad de vida de las personas”. En una región de unos 620 millones de habitantes, en 2019 habría 27 millones más de pobres que en 2014 y 26 millones se encontrarían en situación de pobreza extrema, cube el informe de esa entidad con sede en Santiago. Seis millones de latinoamericanos caerán este año en la vulnerabilidad y exclusión de la pobreza extrema al continuar una tendencia que se agudizó en los últimos años, estimó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). «De confirmarse estas estimaciones, en 2019 habría 27 millones más de personas pobres que en 2014; peor aún, de ellas 26 millones se encontrarían en situación de pobreza extrema», señaló la Cepal al respecto. De todas maneras, Bárcena ve espacios para ser optimista, al plantear que “la pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social que brinde protección, certidumbre y confianza. Un nuevo contrato social debe avanzar y fortalecer la institucionalidad de los sistemas de protección social y promover que estos sean universales, integrales, sostenibles y resilientes”.

El golpe de una segunda ola de la pandemia, que duró de marzo a junio de este año y que obligó a decretar cuarentenas en más del 90 % del país, supuso el last para miles de negocios que habían logrado salvarse del encierro de 2020, año en el que la tasa de desempleo llegó a alcanzar la cifra récord en julio del 13,1 %. Con ese indicador, la tasa de pobreza aumentarían a 30,8% de la población de América Latina en 2019, lo que equivale a un aumento de 0,7% respecto al 30,1% de 2018. El objetivo de este documento es poner a disposición de la ciudadanía la evolución en las últimas tres décadas de los diversos indicadores de pobreza e ingresos.