Por ello plantea entre otros puntos un impuesto international al capital y sistemas tributarios más progresivos. De visita en Chile para presentar la edición en español de su obra, Piketty conversó con La Tercera. El profesor Piketty habló de la experiencia europea donde “las políticas fiscales y sociales finalmente fueron aceptadas por la elite”, bajando la desigualdad con posterioridad a la década pobreza absoluta y pobreza relativa del 50. “Esto llevó a un aumento de la movilidad y que nuevos grupos de la sociedad tuvieran acceso a habilidades y a responsabilidades económicas”. Aludió también la experiencia de los países desarrollados donde se aplicó un enfoque de “Estado social, que es un concepto más amplio que el de Estado de bienestar porque incluye educación” y otras dimensiones, que tuvieron resultados en equiparar la desigualdad.
No tengo fórmulas mágicas para proponer, pero espero que los datos históricos que se encuentran en mi libro puedan ayudar a tener una thought. Por ejemplo, creo que el nivel de desigualdad que hay actualmente en la mayor parte de los países de América Latina es excesiva. No creo que se pueda justificar por el crecimiento o por el interés common. Las experiencias históricas internacionales que presento en mi libro demuestran que es posible tener crecimiento y desarrollo con menos desigualdad que la que hay en América Latina.
Tercero, y aun si la desigualdad está bien medida y ha aumentado, ¿sabemos cómo disminuirla? Porque la propuesta de aplicar un impuesto global sobre la riqueza exige un acuerdo entre países que muchas veces no son capaces siquiera de implementar reformas propias. Segundo, hay dudas sobre si la evidencia recopilada puede ser generalizada.
La desigualdad de la propiedad crea una enorme desigualdad de oportunidades en la vida. Algunos pueden crear empresas o recibir una herencia de la empresa acquainted. Otros nunca llegan a tener empresas porque no tienen siquiera un mínimo de capital inicial para empezar. Más que nada, es importante darse cuenta de que la distribución de la riqueza se ha mantenido muy concentrada en pocas manos en nuestra sociedad.
Ahora, esos debates continuarán porque no hay fórmulas matemáticas que permitan estar completamente seguros del punto óptimo, pero está lleno de pruebas en el resto del mundo que permiten demostrar que podemos tener mayor crecimiento con menos desigualdad en Latinoamérica. La disaster también tiene el potencial de aumentar la presión política a favor de un cambio más progresivo. Si la flexibilización cuantitativa logra mantener a flote las economías y los avances médicos nos permiten contener el virus, podemos presenciar el regreso a alguna versión de los negocios como de costumbre, con todas las desigualdades arraigadas que esto conlleva. Pero si la crisis pepsico fundación resulta ser más prolongada, si conduce a una depresión world o si las vacunas se retrasan mucho, la miseria in style y el descontento podrían llegar a niveles tales que las decisiones políticas más radicales se vuelvan más atractivas o incluso inevitables.
A su juicio, deben incluirse en los estudios también los bienes y activos que tienen las familias para medir cómo se reparte la torta en las economías. El Rector Vivaldi vinculó el tema de la desigualdad con los recientes resultados de la PSU y la consiguiente “concentración de oportunidades de ingresar a la universidad en Chile”. De visita en el país, el destacado economista francés fue reconocido con la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile, ocasión en la que dio una charla sobre los planteamientos de su libro «El capital en el siglo XXI». Fue presentado por el Rector Ennio Vivaldi, el ministro de Hacienda Alberto Arenas y el académico Ricardo Ffrench Davis.
Habitualmente hay mucha ideología en ese discurso que justifica cualquier desigualdad salarial por las diferencias de productividad. Si se trata de mirar los datos, cuando un gerente se hace aumentar el sueldo de 1 millón de dólares al año a ten millones, ¿corresponde realmente a un aumento de su productividad marginal? He buscado bien, hicimos una investigación que miró todas las sociedades en América del Norte, en Europa, en Japón para ver si se puede observar una mejor performance y francamente no se ve en los datos. A veces hay una especie de utilización con fines ideológicos en ese discurso de la productividad que no corresponde a la realidad. Creo que la razón es que cuando estás en una gran empresa, encontrar la contribución de un individuo particular al conjunto es muy difícil.
Pero es importante entender desde ahora que el juego de la oferta y la demanda no impide en lo absoluto semejante posibilidad, a saber una divergencia mayor y perdurable de la distribución de la riqueza, vinculada con los movimientos extremos de ciertos precios relativos. Éste es el mensaje principal del principio de escasez introducido por Ricardo. Ahora bien, debemos advertir que durante mucho tiempo las investigaciones eruditas consagradas a la distribución de la riqueza se basaron en relativamente escasos hechos establecidos con solidez, y en muchas especulaciones puramente teóricas. Antes de exponer con más precisión las fuentes de las que partí y que intenté reunir en el marco de este libro, es útil elaborar un rápido historial de las reflexiones sobre estos temas.
Algunos dirán que no se necesitan impuestos y hay que dejar que los que tienen más decidan cuánto quieren aportar a la educación y la salud, pero no se puede organizar una sociedad así. En esa línea, el economista francés sostuvo que “la Constitución debe dejar claro que hay diferentes formas de organizar los regímenes de propiedad” y los derechos que tienen los trabajadores sobre la misma. Según datos de la OCDE, el sistema de impuestos chileno logra reducir la desigualdad en un 2,5%, frente al 10% en promedio de los países del grupo.
Al mismo tiempo, volvió a poner el dedo en la llaga del modelo chileno, apuntando al problema de la inequidad de la distribución de la riqueza como foco de la revuelta iniciada en octubre, al recordar que “Chile y Brasil son algunos de los países más desigualdades del mundo”. Además, el académico sacó a colación otro issue, al subrayar que “en el Chile post-Pinochet nunca se cuestionaron las bases de la Constitución”. Sin embargo, la mágica teoría de la “curva de Kuznets” fue formulada en gran medida por malas razones, y su fundamento empírico es muy frágil. Para algunos las desigualdades son siempre crecientes, y el mundo cada vez más injusto, por definición. Para otros las desigualdades son naturalmente decrecientes, o bien se armonizan de manera espontánea, y ante todo no debe hacerse nada que pudiera perturbar ese feliz equilibrio. Frente a este diálogo de sordos, en el que a menudo cada campo justifica su propia pereza intelectual mediante la del campo contrario, existe un cometido para un procedimiento de investigación sistemática y metódica, aun cuando no sea plenamente científica.
Advirtió que entre 1913 y 1948 en los Estados Unidos se dio una fuerte reducción de las desigualdades en los ingresos. Eso permitirá a las administraciones fiscales tener automáticamente la información. No es un impuesto mundial sobre el patrimonio, no creo en eso, creo más en cooperación internacional que permita a cada país poder aplicar sus políticas. A saber, que para las personas que sólo tienen los ingresos de su trabajo y no tienen patrimonio familiar, acceder al patrimonio inmobiliario es hoy muy difícil, por lo tanto tiene consecuencias sobre el sistema fiscal, cuando estamos en un momento en que el nivel del patrimonio con respecto al PIB está en el nivel más alto en un siglo. Eso implica que hay que gravar un poco menos los ingresos del trabajo y los salarios, y un poco más los patrimonios, entonces creo que esa es una conclusión que es bastante evidente y que demanda un grado de cooperación internacional.
Es autor tanto de las primeras cuentas nacionales estadunidenses como de las primeras collection históricas sobre la desigualdad. ¿Acaso el mundo de 2050 o de 2100 será poseído por los merchants, los súper ejecutivos y los poseedores de fortunas importantes, o bien por los países petroleros, o incluso por el Banco de China, o quizá lo sea por los paraísos fiscales que resguarden de una u otra manera al conjunto de esos actores? Sería absurdo no preguntárselo y suponer por principio que a largo plazo el desarrollo se “equilibra” naturalmente.