Pandemia: Encuesta Arroja Aumento En Sensación De Desigualdad Y Percepción De Delincuencia En Barrios Sube 25%

Se produce, consecuentemente, el empoderamiento de las fuentes (Díaz-Noci, 2021), que ya no necesitan de igual manera a los periodistas. El año pasado se secó el colihue, que indica grandes males y hambrunas, y el aumento de la población de ratones en el campo. Hay una tremenda sequía en el Wallmapu, que no se ha abordado de manera sistémica, aún no se discute el modelo forestal, al contrario, se ha aumentado el negocio de los camiones aljibes. El conflicto entre las hortaliceras y Carabineros en medio de la pandemia se suma a la situación de inequidad «tremenda” en la que se encuentran las mismas comunidades mapuche, que cuentan con altos índices de diabetes e hipertensión arterial, producto de cambios alimenticios forzados por la reducción territorial.

Según alertó Bachelet y de acuerdo a datos de la Organización de la ONU para Agricultura y Alimentación (FAO), la inseguridad alimentaria aumentó a 2.380 millones de personas, “una cifra sin precedentes”, dijo. En este sentido, lamentó la “incapacidad” de los países para defender las libertades fundamentales, entre ellas la justicia, la educación, la vivienda o el trabajo, lo que “socavó la capacidad de recuperación de las personas y los Estados”. La Fundación NodoXXI es una organización sin fines de lucro cuyo ánimo es contribuir con elaboración de pensamiento y herramientas prácticas a revertir la disaster de incidencia de las mayorías en la definición de los destinos de nuestro país. A cuatro años de la revuelta social, más allá de las simplificaciones, conversar sobre las causas y mirar sus impactos sociales y políticos es un ejercicio que permite situar, sin atajos, las tareas del presente. El impacto de estas carencias en toda la región recayó con la mayor severidad en las mujeres, que perdieron empleos con más frecuencia que los hombres y cuya carga desproporcionada en el cuidado de los hijos, hijas y el resto de la familia sigue traduciéndose en un disfrute desigual de los derechos, aún más si son indígenas o afrodescendientes. Reveló, además, que se debe reflexionar acerca de la pertinencia de mantener el modelo económico imperante, cuyas ineficiencias han sido puestas de relieve como nunca antes por la actual pandemia.

desigualdad en pandemia

Principalmente, los dos problemas que no contribuyen al crecimiento económico de la mayoría de la población son la inflación y el desempleo. Las fortunas de los más ricos aumentan 2.seven-hundred millones de dólares al día, mientras que 1.700 millones de trabajadores viven en países donde la inflación supera el aumento medio de los salarios. Se realizaron 40 entrevistas, que fueron analizadas desde una perspectiva discursiva. Los resultados muestran que los participantes relevan un sentido y organización del trabajo vinculada a lo que otros investigadores han denominado ética del trabajo público, denunciando la poca pertinencia de las prescripciones propias de los instrumentos del NMP. Los actores relevan orientación al otro y trabajo colaborativo bajo normas construidas colectivamente, como sostén de una acción pública pertinente.

En educación, la falta de acceso a Internet generó brechas en el aprendizaje en la pandemia. Por su parte, en cuanto a la función periodística de cada uno de los productos, se observa un dominio de los productos informativos (41,6%) frente a los de opinión (24,5%) o los interpretativos (33,8%). Por último, la utilización de relatos periodísticos provenientes de otros medios colaboradores o de otras publicaciones del propio grupo mediático es muy inferior (0,9% y 2,8%). En el caso de productos provenientes desigualdad en la globalizacion de otros medios colaboradores destaca eldiario.es (3,4%) y en el caso de productos provenientes de otras publicaciones del propio grupo mediático, elpais.com (7,6%). Para la población indígena esta pandemia se suma al extractivismo que tiene sin agua a los territorios y los empobrece, además de la militarización. Esta pandemia es una más, y no solo me refiero a cuando llegaron lo españoles, sino que cuando se instalan los distintos Estados que encuentra a los pueblos indígenas sin memoria inmunológica.

Adicionalmente, la probabilidad de tener un nuevo diagnóstico (durante la pandemia) asociado a un problema de salud psychological también es mayor para las mujeres, así como la probabilidad de seguir un tratamiento y el consumo de psicofármacos. Sin embargo, es importante recalcar que la utilización de servicios de salud en Chile es relativamente baja. Solamente el 5 por ciento de las mujeres y menos del three por ciento de los hombres que respondieron la encuesta reportaron haber tenido un diagnóstico o tratamiento asociados a un problema de salud mental. Estas cifras apuntan a una barrera al acceso a servicios de salud mental, posiblemente asociadas a las cuarentenas estrictas, al costo, y al tiempo de ajuste a la telemedicina.

Así, se ha podido medir la evolución de la relevancia del tema en las agendas mediáticas ay el peso del condicionante ideológico en su desarrollo. Los resultados muestran cómo, tras un primer momento de apogeo del tema, su relevancia decrece con el paso del tiempo, aunque la desigualdad seguirá presente en los productos periodísticos. Asimismo, se constata cómo la ideología del medio influencia en la cobertura que se hace del tema y el aprovechamiento de las nuevas oportunidades del entorno digital. La llegada del virus COVID-19 generó un efecto internacional que impactó -y continúa impactando- fuertemente en la vida cotidiana de las personas, grupos y culturas a nivel internacional, modificando las pautas de comportamiento, así como las expectativas sobre el futuro. La disaster sanitaria ha producido efectos diversos en ámbitos sociales claves como el trabajo, la educación, así como en la salud psychological, las formas de sociabilidad y el uso del espacio. Los efectos no son homogéneos en la población, pues afectan de manera más grave e intensa a las personas y grupos marginalizados o precarizados.

Un dato, publicado en enero pasado por la misma organización permite comprender la dimensión del problema. “En 2017 por cada dólar de ingreso fiscal colectado en el mundo, solo four centavos procedían de la fiscalidad sobre la fortuna”. Un punto importante es que efectos similares se observan si en vez de pobreza usamos otra variable como hacinamiento.

La Encuesta Social COVID-19 se realizó en alianza con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, sumándose a estos esfuerzos el Instituto Nacional de Estadísticas. El objetivo del trabajo fue caracterizar los efectos socioeconómicos directos e indirectos que ha generado la crisis sanitaria en los hogares chilenos, reconociendo las particularidades de esta experiencia en diferentes territorios y configuraciones de hogares. Esto, de modo de disponer de información confiable y oportuna que sirva para el diseño de políticas públicas que entreguen una respuesta inclusiva a la disaster. Tener conciencia de especie es necesario para nuestra supervivencia y no es viable continuar con divisiones clasistas, racistas, geográficas, económicas, culturales y de género que derivan en la aceptación y normalización de la existencia de “humanos de segunda”.

En Chile “entramos a una situación de pandemia en un momento en que la sociedad está mucho más movilizada y se ha vuelto pilar clave para enfrentar esta situación de crisis”, comenta el sociólogo. Por el contrario, en Chile “tenemos la experiencia de casi medio siglo de neoliberalismo ininterrumpido. En Chile, los ingresos públicos por impuestos y contribuciones a la seguridad social sólo representan la mitad del gasto whole en atención de la salud; la otra mitad procede de los pacientes a través de tasas preceptivas de pago anticipado y gastos voluntarios o pagados de su bolsillo. Allí, el gasto público per cápita en salud representa únicamente un tercio de la media en el caso de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y dispone de la mitad de camas de hospital por cada 1.000 habitantes en relación con la media en esos países. Los gobiernos de América Latina y el Caribe deben aumentar con urgencia el gasto destinado a protección social y salud para afrontar la escandalosa desigualdad socioeconómica de la región que ha resultado deadly durante la pandemia de COVID-19. Así lo afirman Amnistía Internacional y el Centro por los Derechos Económicos y Sociales (CESR) en un nuevo informe conjunto publicado hoy.

Como a las comunidades mapuche no llegan los mensajes, ni la acción preventiva del Estado, la utilidad de un hospital en medio de las comunidades se vio reflejada en la pandemia. Esto permite que no siempre tengan que ir a la ciudad, y que puedan resolver algunos problemas de salud dentro de los territorio, eso ha sido de gran valor. Lamentablemente no pasa desigualdad en el mundo actual en la mayoría de los territorios, no hay apoyo asistencial, está todo en las ciudades. Contrario a eso, se ha visto que la gente ha ido recuperando su capacidad de autoatención, por medio de los conocimientos de salud mapuche y también biomédicos. “La gente mapuche es la población más empobrecida de la región de la Araucanía y eso lo dicen los datos.

¿Qué mejor ejemplo para demostrar los niveles de desigualdad de ingresos que un ciudadano que, a través de sus ingresos (propios o a crédito), haya realizado un viaje que tuvo por consecuencia el inicio de la pandemia en nuestro país? Claramente el ingreso del virus a Chile era inevitable, pero resulta anecdótico que quién tuvo más acceso al crédito y, por ende, mayores ingresos mensuales, sea quien introdujo un virus igual de letal que la misma desigualdad. El hambre en tiempos de cuarentena lleva a conflictos económicos y sociales que tensionan las medidas sanitarias necesarias para evitar la propagación del virus. Según un informe reciente de la CEPAL, la desigualdad y la pobreza en sus múltiples dimensiones aumentarán en toda América Latina, dada la masificación de la precariedad laboral.

Al desglosar el dato de acuerdo con la situación económica de los hogares, se aprecia que en los dos primeros deciles (más vulnerables) los ingresos del trabajo retrocedieron 40%, mientras que en el decil más rico la pérdida fue de 4%. Aun sin que se sospechara acerca del virus SARS-COV-2, causante de la enfermedad letal, se sabía que más del 53 por ciento de la población ocupada en la región permanecía en el empleo informal y que los ingresos de millones de trabajadores no eran suficientes para su sustento. Las desigualdades son la consecuencia directa de una gran “policrisis”, compuesta por factores económicos, sociales pero también climático-ambientales. Todos los indicadores, como también las proyecciones de especialistas, indican que la desigualdad, que ya es un problema estructural, aumentará por los efectos de la pandemia. Es una de las caras poco visibles de la crisis, y que no suele figurar en las estadísticas diarias sobre la propagación del virus.