Al carácter cada vez más complejo del mundo asociativo chileno se ha sumado una creciente legislación regulatoria con intención muchas veces de promoverlas y apoyarlas a su inserción social. Contrario a lo que se pudiera pensar, desde la propia experiencia de las OSCs estos afanes regulatorios no han contribuido al desarrollo y buen funcionamiento de las mismas en Chile. El informe del PNUD del año 2000 concluyó enfatizando dificultades en su institucionalización y consideró como prioritario establecer reformas legislativas. Se refiere a una sociedad civil que pese a tener un potencial asociativo significativo, adolece de dificultades para relacionarse entre pares y para constituir redes de colaboración(PNUD, 2000). La actividad principal de estas organizaciones se divide mayoritariamente entre el desarrollo social (33,1%) y recreación (31,6%).
Esta modalidad de financiamiento, generalizada en el trato de la administracion pública hacia las OSCs, obligó a las organizaciones a perder sus especializaciones y a tener que diversificar sus estrategias de sobrevivencia para poder conseguir recursos de más de una fuente o fondo. Si se analizan las organizaciones de la sociedad civil según su estatus jurídico-institucional, 80% corresponde a organizaciones comunitarias funcionales, juntas de vecinos o uniones comunales, categoría que incluye organizaciones tan diversas como grupos folclóricos, comités de vivienda, clubes deportivos, centros de padres, clubes de rotarios y otras. Las empresas de servicios de salud son consideradas sistemas mixtos, porque las integran elementos estructurales y elementos abstractos.
En esta oportunidad, fueron 26 organizaciones beneficiadas con una inversión complete de forty five millones de pesos. Como se observa en la Tabla 2, las organizaciones seleccionadas muestran una tendencia de entidades relativamente jóvenes, la mayoría creada desde la década del 2000, en las que predominan equipos multidisciplinarios. Las organizaciones más antiguas son Fundación Vivienda y Techo, ambas nacidas al alero del Hogar de Cristo. Ídem (2002), “Estado y legalidad, el peso de la noche en la sociedad civil chilena”, En Anuario de Filosofía Jurídica y Social Nº 20. Y Cunill N., [eds].(2000), Lo público no estatal en la reforma del Estado, Paidós – Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), Buenos Aires.
A pesar de que en todo el mundo y en Chile, las organizaciones de la sociedad civil tienen un rol gravitante en la construcción de la sociedad y la consolidación del capital social; la mayoría de las veces se desconoce su relevancia, magnitud, aporte y valoración. Es por esto que el proyecto Sociedad en Acción quiere ser un aporte para relevar la importancia de la sociedad civil en Chile y posicionarla como un tema de interés público”, destaca Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas UC. Este diálogo ciudadano convocó a representantes de juntas de vecinos, organizaciones medioambientales, agrupaciones de mujeres, asociaciones indígenas, agrupaciones de agricultores, entre otros, además del gabinete regional, parlamentarios, y donde también asistió la Ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro Cáceres. La actividad fue moderada por el Seremi de Gobierno, Nicolás González Gutiérrez, quien destacó que el compromiso del gobierno de estar presente en terreno y escuchar a la ciudadanía, se vio hoy materializado con la presencia del Presidente Boric en la región junto a dirigentes y dirigentas sociales. Hasta 1973 existía un proceso ascendente de organización vecinal, principalmente relacionado con las luchas por la vivienda. Este proceso fue favorecido por la primera Ley de Juntas de Vecinos y Organizaciones Comunitarias que reconoció y otorgó estatuto jurídico a estas organizaciones en el año 1968.
Del otro 20%, las fundaciones y asociaciones ocupan un lugar importante, pasando de un 6,8% en 2015 a un 9,4% en la actualidad. Desde el punto de vista jurídico, fundaciones y asociaciones no acogidas a leyes especiales son organizaciones privadas sin fines de lucro. Si bien están reguladas por normas comunes, las principales diferencias residen en su constitución legal. Mientras que una asociación es un grupo de personas trabajando hacia un objetivo común, una fundación o corporación son patrimonios manejados por un directorio (Soto y Viveros, 2016). El accionar de las OSC ha sido históricamente vinculado con innovación social, especialmente desde la capacidad de lidiar con desafíos contemporáneos (Defourny y Nyssens, 2014), la flexibilidad para adaptarse a los cambios sociales e interceder ante fallas del mercado y/o del Estado (Tello-Rozas, 2016); y la capacidad de intermediar, conectando sectores vulnerables con recursos, información y servicios (Vergara, Gruis y van der Flier, 2019). La ley reconoció derechos especiales para las OSCs, de acuerdo con su naturaleza asociativa, entre los que destacan el derecho a incidir en las políticas públicas, el derecho a participar en consultas, el derecho al respeto de su autonomía interna.
Tanto ella como el resto de los asistentes, concordaron en la importancia de que se generara esta iniciativa, señalando que “fue una instancia muy importante porque no se ve muchas veces que el Presidente se abra con las diferentes comunidades y estos espacios sociales generan diálogo, reflexión, y sirven para que las autoridades se puedan coordinar para ayudar a resolver nuestras necesidades. Es maravilloso que nuestro Presidente se acerque de esta manera porque estos espacios son importantes porque nos permiten construir un nuevo Chile”. Uno de sus principales anhelos es que en algún momento se abran las fronteras entre Puerto Williams y la localidad argentina de Puerto Almanza, ubicada en la ribera norte del canal Beagle, frente a la mencionada ciudad de Isla Navarino. Argentina cruza de un lado a otro y Chile también, y nosotros (habitantes de Puerto Williams), somos los que estamos castigados de alguna manera, si llevamos más de 40 pobreza ambiental años aislados. Lo encuentro inhumano, por la gente, por las familias que han hecho soberanía en Puerto Williams, por el comercio, por intercambios culturales, por el mismo turismo, entonces, nos impide seguir desarrollando.
El entendimiento de la gestión y regeneración de barrios vulnerables permite, desde la perspectiva de la innovación social y la intermediación, describir no solo la acción material sobre el entorno construido, sino también la acción sobre las dinámicas sociales que impactan en la manera en que la vivienda y el espacio público son gestionados y habitados por sus comunidades. El hecho de que la mayoría de las organizaciones desempeñen una función implementadora y catalizadora (aunque un rol siempre prima por sobre el otro) demuestra la complejidad de las intervenciones de regeneración urbana, así como la necesidad de equipos multidisciplinarios peter townsend pobreza u organizaciones complementarias en el territorio, entendiendo que el entorno construido y las dinámicas socioculturales de la comunidad están intrínsecamente conectadas. En ese sentido, se destaca el rol de las organizaciones, tanto de origen interno como externo, en las dimensiones de procesos y empoderamiento que contribuyen a mejorar las capacidades de los residentes, la comunidad, y las organizaciones comunitarias en relación a la gestión, administración y mantenimiento de su entorno construido. Esto con el fin de avanzar hacia intervenciones socialmente sostenibles en el largo plazo, que logren superar el sentido de urgencia.
Asimismo, coincidimos en la necesidad de crear una institucionalidad propia que dé fuerza y presencia en el Estado a la variable participación y fortalecimiento de la sociedad civil. Ello ha de materializarse en un Consejo de Participación Ciudadana y Fortalecimiento de la Sociedad Civil, conformado por representantes de la ciudadanía organizada y de los poderes del Estado, con mayoría de los primeros. La idea de comunión con la naturaleza encuentra su expresión más concreta en la relación que los aymaras cultivan con la Pachamama y los Achachilas o Mallkus. La Pachamama, la Madre Tierra, es ante todo la dueña de la tierra en la que la comunidad se ha establecido, y de la tierra que la comunidad cultiva. Los Achachilas y las Awichas, por su parte, son los antepasados remotos que han tomado posesión de las altas montañas de los Andes, para proteger y ayudar desde allá a sus descendientes.
Los acuerdos de cooperación eran gestionados directamente por los organismos interesados y las fuentes administraban directamente la cooperación que otorgaban. En 1965 se crea la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN), como instancia asesora del Presidente de la República y responsable de la planificación nacional y regional del desarrollo, con el Departamento de Asistencia Técnica Internacional. Son entidades privadas, autónomas, voluntarias y no lucrativas, como fundaciones y corporaciones, asociaciones, colegios profesionales, juntas de vecinos, clubes deportivos, entre otras, organizaciones que defienden derechos o causas específicas, como Médicos sin Fronteras, Amnistía Internacional, el Cuerpo de Bomberos o nuestra Fundación Trascender, por ejemplo. En tanto, Humberto Rivas Gerente (s) Sustentabilidad y Asuntos Externos, subrayó que los fondos sirven para lograr el crecimiento de las personas a través del desarrollo de estos proyectos. Hemos reenfocado esta herramienta a ámbitos de sustentabilidad de las personas y servir de empujón para su desarrollo económico y la calidad de vida”.
Educacionales, donde centros de padres y apoderados en conjunto con emprendimientos de las distintas comunas van a poder postular para completar estos 250 millones de pesos que son el quinto eje de la estrategia Chiloé reduce, más participación menos residuos”. La literatura internacional define que la relación entre el Estado y la sociedad civil debe incluir las siguientes tres funciones en toda iniciativa con organizaciones filantrópicas (Martínez, 1998). Al efecto, coincidimos en que una estrategia integral de fortalecimiento de la sociedad civil, como la que el mencionado Programa de gobierno propone, implica la redefinición de los objetivos, los montos y formas de asignación del actual Fondo de Fortalecimiento de las Organizaciones de Interés Público, creado por la Ley 20.500, de 2011. El proyecto Sociedad en Acción toma como base el marco conceptual y metodológico desarrollado por la Universidad Johns Hopkins, que desde 1990 ha sido aplicado en estudios similares en forty five países –seis de estos latinoamericanos–.
Al mismo tiempo, son la fuerza personificada de las montañas y de las nubes que dominan y determinan los fenómenos climatológicos y atmosféricos. Una tercera divinidad importante es Amaru, la serpiente que se liga a la economía de las aguas de los ríos y canales en la zona agrícola de la precordillera. La unidad básica de la sociedad aymara ha sido tradicionalmente el ayllu, comunidad campesina unida por lazos de parentesco comunes y por la labranza de terrenos comunitarios. Organizados territorialmente en agrupaciones mayores denominadas markas, los ayllus realizan rituales comunitarios que fortalecen la relación entre sus miembros y sirven para transmitir los saberes y tecnologías heredadas de los antepasados en relación al medio natural y social. De lo anterior se deduce que si deseamos controlar el sistema, es decir, si deseamos predecir los eventuales resultados y consecuencias, el aparato contralor o gestor deberá tener la capacidad necesaria para conocer todos los estados posibles del sistema bajo management y disponer, además, de un repertorio de respuestas frente a cada uno de los estados que puede presentar el sistema, con el fin de que sea controlable. La variedad se debe al conjunto de las diferentes conductas posibles que pueden tener sus partes entre ellos.
Adjudicada una subvención, se generan obligaciones financiero contables y de registro para las organizaciones. A su turno, la ley regula el gasto subvencionable y sus límites, se tipifica infracciones y se prevé sanciones para hacer valer la responsabilidad de las OSCs, junto con el reintegro del monto de los recursos. Con todo, esta perspectiva de alianzas estratégicas ha sido tomada por las OSCs y gobiernos de México y Brasil principalmente. El primero con la Ley Federal de Fomento de las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil, el segundo, avanzando lo que en Brasil se ha llamado una “tercera fase” de la participación ciudadana en la construcción del Marco Regulatorio de las Organizaciones de la Sociedad Civil, denominada de “contractualización”. De acuerdo con los datos disponiles, en los años recientes la mayor parte del financiamiento de las OSCs en Chile ha estado constituida por transferencias del sector público (46% de los ingresos) y por franquicias (18%). El 36% restante proviene de ingresos propios, como cuotas de asociados y prestaciones de servicios(Irarrázaval y otros,2006).