Ops: Inequidades En Salud Ponen En Peligro El Crecimiento Económico Y Social De Los Países Instituto De Políticas Públicas En Salud

Para atacar específicamente la falta de especialistas el gobierno actual está desarrollando un programa que pretende formar four.000 médicos especialistas, aumentando el aporte a las universidades para que puedan ampliar sus cupos. Sin embargo, señala el informe que “este esfuerzo se encuentra con la realidad de que una vez realizada la beca, muchos de ellos/ellas migran al sector privado”. Según los datos reportados en el informe, más de un millón y medio de personas se encuentran en espera de atención médica y 240 mil aguardan una cirugía para patologías no AUGE, al mes de agosto de 2016.

Una notoria inequidad en el ámbito de la salud oral afecta a las mujeres en Chile. Según un estudio realizado por la académica e investigadora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso Marjorie Borgeat, las chilenas de forty five años tienen en promedio diecisiete dientes, tres menos que los hombres, y al cumplir los sixty five años la mayoría de ellas conserva apenas nueve, lo que compromete su función masticatoria en forma severa. En los últimos 10 a 15 años, los países de la región han logrado avances significativos en la reducción de la pobreza y en la promoción de la prosperidad, dijo la autoridad, sin embargo, “las variaciones en el acceso y cobertura de servicios de salud de la mujer, el niño, y el adolescente entre y dentro de los países persisten, y en ocasiones, se están ampliando”, acotó. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro. La educación es un derecho, pero no todas las personas tienen el mismo acceso a la misma calidad.

Al 31 de diciembre de 2019, según datos del Minsal, la densidad whole de médicos en el sector público de salud era de 18.5 por cada 10 mil habitantes, en los países OCDE el promedio period de 34. El bajo número de médicos a nivel nacional, se acentúa aún más en Atacama, Tarapacá, Coquimbo, Arica y Parinacota, O’Higgins y Maule, cuyos ratios están lejos de la media nacional. La principal conclusión a la que llega el informe de este movimiento es que Chile es uno de los países más privatizados del mundo en relación al gasto en salud y que la mayor parte de lo disponible para este gasto proviene directamente del presupuesto de las familias. Chile también está en los últimos lugares del rating del gasto per cápita en salud, junto con México y Turquía. No sólo existen deficiencias en cuanto a médicos especialistas en el sistema público.

desigualdades e inequidades en salud

La Convención sobre los derechos del niño/a ha sido ratificada por 196 Estados Parte de la Convención. Ha sido uno de los tratados sobre derechos humanos que más rápidamente ha sido ratificado y a la que más países se han adherido. Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos. Esto sigue la teoría de que la educación proporciona más capital humano en la que, cuanto más educadas están las personas en una sociedad, mejor compiten por empleos e ingresos y viceversa.

En efecto, la llegada de autoridades regionales electas y las prioridades que marca la Convención Constitucional anticipan que muchas inequidades territoriales debieran enfrentarse. Y en ese propósito la experiencia, conocimientos y aportes de las comunidades universitarias regionales serán fundamentales. Así avanzaremos en cumplir el mandato constitucional, proveyendo a todas las personas los mismos deberes y derechos, con independencia del lugar donde vivan. La Constitución de la República de Chile, artículo 19º, asegura a todas las personas igualdad ante la ley. Sin embargo, en muchos ámbitos el mercado y la acción del Estado generan un trato desigual, como ocurre con lo vinculado a la salud.

Los medios además favorecen y fomentan la ilusión de que el acceso a una mayor cantidad de bienes y servicios traerá consigo éxito, belleza y mayor bienestar. Las investigaciones muestran que el impacto de esto en la salud física y psychological es inmensamente negativo. Incluso se ha demostrado que más de la mitad de las personas prefieren tener menor poder adquisitivo, pero una mayor posición social. La alta prevalencia de trastornos mentales no sólo tiene un impacto en la calidad de vida de las personas, sus familias y comunidades, sino que también tiene un alto costo económico para el país. Las enfermedades mentales generan gastos directos en atención psicológica y psiquiátrica, e indirectos al aumentar el uso de servicios generales de salud, ya que los trastornos mentales suelen acompañarse de otros problemas de salud. Por ejemplo, la depresión y esquizofrenia aumentan entre 40 y 60% la probabilidad de morir prematuramente por suicidio o problemas de salud física, tales como cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o infección por VIH (OMS, 2013).

El decano Humberto Guajardo reafirmó el compromiso de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach para llevar a cabo “una medicina social y cercana para todos los habitantes de este país”. La autoridad también hizo hincapié en la calidad de los expositores y en la importancia de abordar las desigualdades en salud, debido a su relación con otras problemáticas, como por ejemplo, el narcotráfico y las adicciones en adolescentes y adultos. Primero, son alarmantes al informar que existe una diferencia de hasta 17,7 años en la esperanza de vida al nacer, según posición socioeconómica. Y segundo, los resultados difieren de los informes realizados localmente hasta la fecha, los que han mostrado diferencias considerablemente menores entre las comunas de Santiago. Las sociedades capitalistas producen, como resultado de su lógica interna, diversas formas de desigualdad de poder.

De esta manera, una redistribución del ingreso que permita una mayor equidad económica en Chile tendría un impacto positivo en los índices de salud de nuestra población y específicamente una mejora en la salud mental de todas las chilenas y chilenos, temática en deuda y en crisis actualmente en nuestro país. Cuando se habla de desigualdad, lo usual es pensar en la distribución de los ingresos. Chile tiene uno de los niveles de desigualdad de ingreso más altos del mundo, sin importar la forma en que se mida o la información que se utilice. La conclusión es menos clara si lo que nos interesa es la evolución en el tiempo, ya que mientras la desigualdad medida con encuestas ha disminuido (el Gini ha bajado de 0,fifty two a 0,forty seven entre 1990 y 2015), no ha sido el caso si nos enfocamos en los datos del sistema impositivo. El capítulo también aborda las implicancias de estas desigualdades de género en torno al cuidado para las políticas públicas en Chile, afirmando que es urgente invertir en el crecimiento de servicios de cuidado formal en el país. Esto incluye la creación de más servicios que alivien la carga de las personas cuidadoras informales (centros de cuidado de día, o ayuda formal a domicilio), junto con la creación de instituciones y residencias accesibles que proporcionen cuidados de larga duración a personas mayores dependientes.

Imposible no volver la mirada a ese otro 4 de septiembre de 1970, cuando Chile también definió un giro radical. Han transcurrido casi fifty two años y las huellas del día en que Salvador Allende obtuvo la primera mayoría en la elección presidencial siguen latentes. Para el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su secretario de Estado, Henry Kissinger, después de la Revolución Cubana un mandatario electo democráticamente con apoyo de socialistas y comunistas no es permitido en América Latina, su patio trasero. Menos, si promete nacionalizar el cobre, expropiando a Kennecott Corporation, Anaconda y Cerro Corporation. Como diría un viejo filósofo, “un nuevo fantasma recorre Chile, es el fantasma del regionalismo”.

Por otro lado, que la desigualdad de poder podría explicar por qué se requiere un estallido social para que se aborde políticamente la inseguridad con que vive una parte relevante de la población. Aunque no conozco evidencia que ligue causalmente tales desigualdades con el estallido, conjeturo que bajo el supuesto de que el pueblo actúa con racionalidad política, la probabilidad de un estallido social debería aumentar cuando las dos desigualdades descritas se juntan con la intensidad del caso chileno. En cuanto a la situación en que se encuentra Chile respecto de otros países, la odontóloga explica que al menos al nivel continental sólo Canadá y Estados Unidos tienen cifras sobre este tema y que, si bien sus indicadores son mejores, estos también revelan la existencia de una desigualdad en pérdida dentaria por género entre mujeres y hombres mayores.

A poco más de cuatro meses de asumir el presidente Gabriel Boric, la promesa de construir un nuevo pacto social sigue en deuda. Había algarabía en los miles de rostros y la esperanza de que se daban los primeros pasos en un camino por construir. Ignorábamos que los tanques y la brutalidad masificada cortarían de raíz los sueños. La cara entumecida de una niña en un recodo de La Pintana, población en la periferia, me da la clave. Son miles los jóvenes de ayer que hoy demandan pensiones dignas, sistema de salud universal desigualdad social y la pobreza. Son miles las mujeres que exigen que les devuelvan el derecho a huelga, ser dueñas de su cuerpo y del derecho al placer.

Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros. En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible. En specific desigualdad social y medio ambiente, y con el fin de eliminar las barreras de género, promovemos los derechos educativos desde la igualdad de oportunidades y contribuimos a crear entornos educativos en que prima la equidad (ODS 5), estableciendo acciones concretas para subsanar posibles desventajas.

Según un grupo de investigadores de la escuela de Salud Pública de Harvard y la Universidad de California (Berkman, Kawachi, & Glymour, 2014), en una sociedad desigual existen más personas con malas condiciones de vida y mal acceso a la salud, lo que hace que disminuyan los índices de salud física y mental del país. Además de este efecto absoluto del ingreso, también existe un efecto relativo del ingreso. Aunque las personas en common tengan cubiertas sus necesidades básicas, el hecho de no poder pagar por bienes y servicios a los que otros sí tienen acceso lleva a una sensación de injusticia y a la percepción de tener una posición social inferior. Esto genera estrés y frustración y el deseo de escalar socialmente con el fin de ser reconocido y pertenecer a aquel grupo que sí tiene acceso a los beneficios y reconocimiento social. Los medios de comunicación, especialmente el acceso a internet, permite a aquellos de bajos ingresos ver cómo viven aquellos con mayores ingresos.

Asimismo, sociedades más inequitativas tienden a tener peores resultados globales que las que podrían tener en un escenario de mayor igualdad. Un sistema de salud common, eficiente, y equitativo puede amortiguar dichas desigualdades, incluso si éstas son consecuencia de profundas inequidades sociales. Nuestro sistema de salud divido, entre ricos y pobres, determinado por la capacidad de pago de las personas, actúa profundizando estas desigualdades.