Niveles De Pobreza En América Latina Y El Caribe

En el caso de Haití, la entidad económica remarca que pese a que cuenta con muchas oportunidad por su geografía, población e historia, factores como la inestabilidad política, los disturbios sociales y los desastres naturales le han impedido “alcanzar su potencial”. Brasil fue el país con la mayor reducción de pobreza en este período (-4,eight puntos porcentuales), al pasar del 24,4% al 19,6%. Sin embargo, este país había sido el único que registró un aumento de la pobreza en 2021, por lo que el nivel alcanzado está apenas por debajo del observado en 2019. Otro aspecto que reveló el informe fue que pese al complejo panorama laboral que vive la región, las personas que viven en situación de pobreza van a la baja. El organismo hizo un llamado urgente a “fortalecer estrategias para reducir la informalidad y recuperar los niveles de empleo en condiciones de trabajo decente y con acceso a la protección social”.

la pobreza en república dominicana 2022

Indagar esta situación en otros centros escolares podría iluminar sobre el ambiente, los recursos y estructuras que resultan atractivas y seguras para los estudiantes. Otro elemento para contrastar en próximos trabajos es la falta de alegría advertida por los estudiantes en sus profesores. Conocer la experiencia y perspectiva de los docentes de aula resulta necesario para ampliar la problematización y la búsqueda de soluciones pertinentes y viables. Por otra parte, los resultados permitieron ver que los niños y las niñas que observaban y recibían agresiones también necesitaban atención, escucha y reconocimiento en su experiencia e identidad (Fierro, 2017; GarcésDelgado et al., 2020; Yáñez et al., 2018). Esta inequidad en la distribución de recursos psicosociales puede interpretarse como una situación de injusticia educacional (Rojas et al., 2019), en tanto las experiencias de fastidio, tristeza, miedo, vergüenza, desesperanza y culpa manifestadas por los estudiantes que observaban y que recibían agresiones quedaban desatendidas. Para el resguardo de la validez de los datos se realizó una auditoría interna de dependencia (Ruiz-Olabuénaga, 1996), triangulando los análisis de la información realizados por el equipo de investigación-acción con expertos de otras escuelas y del mundo académico.

No es un método como tal, sino un marco metodológico que se ajusta según las particularidades de la revisión sistemática a realizar. Se trata de un marco ampliamente empleado en numerosas investigaciones, elegido específicamente para asegurar la imparcialidad del proceso de revisión. “La persistente inestabilidad política y los disturbios sociales han obstaculizado los esfuerzos del país para desarrollar mecanismos institucionales y lograr apoyar avances económicos y sociales, perpetuando así el ciclo de fragilidad y violencia”, consignó en 2022. A lo anterior se suma una política monetaria y fiscal prudente que han contribuido a su estabilidad macroeconómica. Esto, pese a que los motores de este crecimiento han comenzado a llegar a su límite producto del bajo crecimiento de la productividad en los últimos años. La pobreza es una condición que se deriva de hechos históricos, sociales y culturales, con un recorrido a través de la historia de la humanidad.

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) aseguró que la pobreza extrema en Latinoamérica volvió a crecer el año pasado hasta alcanzar a 86 millones de personas, lo que implica un retroceso de 27 años, pese a las ayudas sociales para afrontar la pandemia. Similar a los hallazgos de Sy y Mokaddem (2022) y Thomson et al. (2022), en este estudio se encontró que los indicadores de la etapa de expansión -las métricas más sencillas- se siguen usando ampliamente no existiendo una relación entre la etapa evolutiva de los indicadores -etapa inicial, expansión, multidimensional- y el año en que se realizan los estudios. Esto, en detrimento de otros indicadores de PE vinculados con las características sociodemográficas de los hogares, las características de la vivienda, el desempeño macroeconómico y el clima (Tirado-Herrero, 2017), que pueden explicar mejor la problemática. No obstante, la escasez de datos impide su uso generalizado y en consecuencia puede retrasar la implementación o evaluación de las políticas energéticas (Sy y Mokaddem, 2022), así como la transferencia y aplicación de dichos indicadores a otras realidades. Por ello, algunos autores proponen el desarrollo de metodologías para generar enfoques simplificados para identificar la PE a partir de la evaluación de indicadores multidimensionales (Pérez-Fargallo et al., 2023).

Pérez cree que la raíz de la tendencia migratoria de los dominicanos está en la desigualdad que impera en el país. “Ya somos una economía de ingresos medios”, proclamó recientemente el presidente Luis Abinader, renovado en su cargo el pasado 19 de mayo tras un proceso electoral cuya integridad ha sido ampliamente reconocida. El Producto Interior Bruto (PIB) dominicano alcanzó US$11.200 en 2023, un fuerte avance del four,35% interanual y más del 30% respecto a 2019, el año previo a la pandemia. Hay varios motivos la pobreza segun autores por los que el éxodo de dominicanos no se detiene pese a las condiciones aparentemente favorables. Colaboración para el desarrollo de una publicación, junto al Programa de Género e Inclusión Social de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en torno a la niñez, género y derechos humanos. Convenio de colaboración institucional por 5 años, para desarrollar colaboración en temas de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes en el ámbito Penal Juvenil, además de capacitación y formación a profesionales.

Así, cada año aumentan las remesas que envían los emigrantes dominicanos desde EE.UU., España y otros países. “Estados Unidos cambió la ley de migración en 1965 y establecieron la reunificación acquainted, con lo que muchos dominicanos podían pedir a sus familias. Los empleados de la industria minera y el sector financiero son los mejor remunerados, con más de US$1.000 dólares mensuales; los de la administración pública, comunicaciones, comercio y salud integran el nivel medio con ingresos entre US$500 y 700; y los más desfavorecidos son los trabajadores agropecuarios con menos de US$450. “Aquí hay una élite, una especie de monarquía social que se ha instaurado en el país y que se hereda por apellido, por vínculos primarios”, sentencia. Aunque la pobreza monetaria disminuyó significativamente del 27,7% en 2022 al 23,0% en 2023, según el gobierno, el Banco Mundial estima que más del 40% de los dominicanos viven en condiciones vulnerables.

Sin embargo, al ser la pobreza energética un fenómeno complejo y multidimensional que va más allá de la asequibilidad económica, factores como el clima y la cultura del lugar ―así como la calidad, confiabilidad y seguridad de los servicios de energía― también son importantes. Es por esto que, aunque los indicadores de la etapa de expansión son útiles para evaluar la dimensión económica que presenta esta condición, tienen por su naturaleza un enfoque limitado. Consecuentemente, para una compresión más holística de la pobreza energética en una región o país específicos, la recomendación es combinarlos y utilizar múltiples indicadores y enfoques (Castaño-Rosa, Solís-Guzmán y Marrero-Meléndez, 2020).

Esto quizás se deba a que al haber sido hechos antes del concepto mismo de PE, nuestra revisión no fue capaz de capturarlos. Los resultados además muestran que no existe una relación entre la etapa evolutiva de los indicadores -etapa inicial, expansión, multidimensional- y el año en que se realizan los estudios. Las Figuras three y 4 muestran que los indicadores de la etapa de expansión se siguen utilizando ampliamente, a pesar de que la literatura indica que un sólo indicador no es capaz de capturar todos los factores asociados a una problemática tan compleja como la PE. La primera fue una revisión inicial del título y resumen de los artículos encontrados, seleccionando todos los que incluyeran algún tipo de indicador de PE, ya desarrollado y/o aplicado en alguno de los países de Iberoamérica. La segunda fase consistió en una revisión más detallada, profundizando en la metodología, resultados y conclusiones para determinar su relevancia y calidad, considerando solo aquellos que realmente hayan mostrado mediciones de pobreza energética y no solo la mención del o los indicadores (reduciéndose la cantidad de artículos de 111 a 61).

“Muchos padres y madres se fueron al exterior sin sus hijos, mujeres sin sus maridos o maridos sin sus mujeres. Y luego, en muchos casos, los reclaman para reunificar la familia una vez que se legalizan la pobreza es un estado mental y tienen su permiso de residencia en Estados Unidos, por ejemplo”, explica. “Hay estabilidad macroeconómica, pero es una economía de bajos salarios”, apunta, por su parte, Rosario Espinal.

Por lo tanto, tal y como indican Primc et al., (2021), es crucial realizar un estudio en profundidad de los sistemas sociotécnicos principalmente vinculado a la disponibilidad de tecnologías e infraestructura de las fuentes energéticas, para lograr una caracterización más precisa de la pobreza energética acorde a las necesidades actuales de cada territorio en Iberoamérica. De esta manera, la información disponible es limitada y fragmentada en lo que respecta a qué países en la región han desarrollado mediciones de PE, qué indicadores han empleado, qué aspectos evalúan estos indicadores y cuál es su origen. Sin estos datos nos resulta imposible valorar el grado de conciencia en Latinoamérica sobre este problema y si se están implementando suficientes medidas para mitigarlo. Asimismo, resulta de gran relevancia conocer si los indicadores utilizados se han adaptado a las particularidades sociales, económicas y medioambientales de la región, teniendo en cuenta retos futuros como el cambio climático. Las pocas revisiones sobre PE y PC realizadas en esta región se han enfocado en su mayoría en desarrollar aspectos relacionados con las definiciones y los enfoques metodológicos para su medición, el consumo, las medidas y las perspectivas políticas. Teniendo esto en cuenta, identificamos la falta de acuerdos sobre las definiciones, las deficiencias de los indicadores o la multidimensionalidad y la complejidad de la PE (Primc et al., 2021).

A esa conclusión llegó la Comisión Económica para América Latina y el Carbine (Cepal), de acuerdo al informe «Panorama Social de América Latina», presentado esta semana. Se observa que las narrativas energéticas en el Sur Global han sido ―y en muchos casos, siguen siendo― moldeadas por el Norte Global (Pérez-Fargallo y Marín-Restrepo, 2023; Samarakoon, 2019). Lo anterior puede suponer la aplicación absolutista de conceptos e indicadores vinculados con la PE, sin tener en consideración que las necesidades del hogar son relativas a la sociedad y la cultura (Sy y Mokaddem, 2022). Sin embargo, la falta de adopción generalizada de indicadores entre los países dificulta el reconocimiento adecuado de la desigualdad energética.

El mundo tiene los ojos puestos en Chile, en el nuevo gobierno y en el proceso constituyente, porque justamente el reclamo social se basó en la ausencia de un Estado de bienestar, universal, incluyente y ese es muy importante para la democracia y la cohesión social”. Los análisis con foco amplio han mostrado que la violencia e indisciplina de los estudiantes pueden implicar oposiciones al régimen académico (Kaplán, 2009; Kaplán et al., 2012; Mutchinick, 2018) que establece un procedimiento de aprendizaje uniforme. Esto se sostiene o se agrava cuando dicho régimen es rígido, autoritario y distante de los valores e intereses de los estudiantes. Las rutinas y formas del régimen institucional están organizadas muchas veces por idearios y valores hegemónicos.