Neoliberalismo Y Modernización Del Estado En Chile: Emergencia Del Gobierno Electrónico Y Desigualdad Social

Como lo es también comparecer como “libertario” si todo lo que eres es neoliberal. Pero en esto del neoliberalismo —ya admitido que existe—, lo que está en juego es el bienestar de los pueblos y la capacidad de estos para preguntarse si acaso otro tipo de sociedad es posible y deseable, o si no queda más que continuar aferrados a la hegemonía de un capitalismo reforzado por lógicas neoliberales. Nos encontramos, así, frente a la contraposición entre la condición humana y la condición neoliberal. Porque esta última no puede recibir carta de humanidad, pues a lo más propicia formas de sobrevivencia infra o subhumanas. Con Lazzarato vemos como la privatización de los servicios sociales, la individualización de la política social y la orientación de la protección social como una función empresarial fundamentan una economía de la deuda que vuelve deudores a personas, colectivos y Estados, y desde allí ejerce su opresión. Son esos adultos mayores que cuentan con escasos espacios de acción colectiva y de decisión, dada no solo su situación de vejez sino también de pobreza.

El país ha mostrado niveles macro de eficiencia económica, especialmente a partir de 1990, fecha que marca el inicio del proceso de transición a la democracia (Rojas, 2010, p. 48). En los márgenes urbanos, la precariedad material y la segregación espacial moldean la vida de los más pobres. Algunos estudios destacan el rol que ha tenido el Estado neoliberal en su producción.

Mientras la subcontratación se justifica como una decisión económica, para los que lo padecen se vive como una manera de destrucción de las formas de representación que los trabajadores tenían para defenderse. El cambio de enfoque macroeconómico, abandonando la estrategia contracíclica de los noventa, había contribuido crecientemente a llevar a Chile a converger hacia el débil desempeño promedio de la región. El trio de (i) metas de inflación por sobre los otros objetivos macroeconómicos, (ii) apertura plena de la cuenta de capitales en el entorno internacional actual y (iii) liberalización extrema del tipo de cambio, en un contexto de volatilidad del precio del cobre y de los flujos financieros, han sido determinantes del deterioro respecto de los noventa. En cambio, incluso desde ese decenio prevalecía la ausencia de políticas de desarrollo productivo innovador.

Desde la llamada «transición» en 1990, el Estado ha seguido la reconciliación nacional, constituida discursivamente como la deuda social y la deuda ethical a la población, particularmente con quienes viven en condiciones de pobreza y quienes han sido las víctimas de violaciones de derechos humanos. Como se indicó anteriormente, quienes hoy no logran acceder a Internet, se encuentran mayoritariamente en aquellos grupos sociales tradicionalmente menos privilegiados, tales como los más pobres, los habitantes de las zonas rurales, y personas mayores. Durante los primeros años de la llamada transición a la democracia, gobernó la coalición política, llamada la Concertación. La cual es caracterizada por Bresnahan, de la siguiente manera “La Concertación es la sucesora directa de la Concertación por el No, creada para unificar la oposición a Pinochet para el plebiscito de 1988 en el cual los chilenos votaron en rechazo para su continuidad por ocho años más como presidente” (2003, p .4). A continuación, y en base al propósito de este trabajo, se analizan las principales características del neoliberalismo.

En definitiva, se trata de construir un nuevo orden para el desarrollo de la sociedad. No obstante, se hace necesario develar aquellas ideologías que hoy sustentan y promueven este modo explicit de desarrollo, con un escaso debate político, una clara centralidad de la actividad económica de mercado como eje regulador de la vida social, lo cual transcurre en el marco de la globalización mundial de la economía. En definitiva, un tipo de sociedad en la cual mientras la libertad particular person se encuentra garantizada en el mercado, cada persona debe responder por sus acciones y su bienestar (Harvey, 2007). Cualquier perspectiva debe  partir  por  reconocer los tremendos avances en condiciones de vida logrados desde mediados de los años 80, en materias como ingresos, pobreza, salud y educación. Hasta la desigualdad, herida que se arrastra desde el siglo XIX, ha venido disminuyendo (PNUD y Ministerio de Desarrollo Social, Gobierno de Chile, 2020). Quizás lo más destacable de esta tendencia –lenta pero sostenida– es que se da en un mundo donde la desigualdad ha avanzado en las últimas décadas.

Sin embargo, esta combinación no se representa en igualdad de proporciones e intencionalidades en el amplio espectro de las perspectivas liberales. Lo que parece enseñar el movimiento de los estudiantes es de donde surgen los nuevos colectivos. Los partidos y movimientos de trabajadores del capitalismo industrial surgen de la experiencia básica de la explotación. Los trabajadores responden colectivamente a la explotación en la mina, la industria, el trabajo pesquero. Hoy, pareciera, no son sólo los trabajadores en cuanto trabajadores que son explotados. Las personas en Chile experimentan explotación como usuarios de un sistema escolar que los obliga a competir, como pasajeros de un sistema de transporte que los trata como masas, como usuarios de un sistema de pensiones que los administra como pequeños inversionistas, como dueñas de casa que deben trabajar por la deuda con la casa comercial.

la pobreza en el neoliberalismo

El pobre deviene una estadística que se mide sistemáticamente en términos de líneas de pobreza y canastas básicas. A su vez, la política subsidiaria hace que sean aquellos que cumplan ciertos parámetros estadísticos, los que se demuestren como pobres, los que reciban subsidios y apoyos públicos. La quinta, y última, pregunta se refiere a las formas de acción colectiva que surgen en un contexto neoliberal.

El hecho de que en el mercado cambiario actual predominan las fuerzas cortoplacistas muy por encima de las necesidades de los exportadores y otros productores de transables, es de gran relevancia para las políticas macroeconómicas por su incidencia en una evolución sostenible del tipo de cambio. Ésta debiera estar vinculada a la productividad nacional versus sus socios comerciales y no a un precio de enorme volatilidad cíclica o a flujos financieros también de gran inestabilidad. El tipo de cambio ha exhibido una evolución intensamente cíclica (ver gráfico XI.2, más adelante), respondiendo al la vida de los pobres desempeño de los flujos de capitales financieros y del precio del cobre,[12] ambos marcadamente volátiles en ciclos de mediano plazo. Los discursos de “autocuidado” y “autorresponsabilidad” que promueven las políticas sociales y de salud presumen un individuo soberano, moralmente autónomo y transparente, lo que se opone a las determinantes sociales de “los pobres”, quienes deben despojarse de tales determinantes para ser “libres”. Al finalizar este trabajo, resulta conveniente no subestimar la profunda y significativa influencia que ha marcado la implementación del modelo neoliberal en Chile.

Ignoraba, además, que durante todo el gobierno anterior (del presidente Piñera) había existido un déficit estructural (cuadro XI.2), a pesar de que este había sido calculado con sobrestimaciones significativas del precio tendencial del cobre y del PIB tendencial (sesgos que continuaban vigentes en el gobierno de la presidenta Bachelet). De lo que se trata entonces es de preguntarse ¿Qué Estado y para qué sociedad queremos ese Estado? Pues mientras se mantenga la figura del Estado dominante como figura reguladora principal de nuestras vidas, -y que arrastramos desde hace más de doscientos años-, se seguirán reproduciendo las desigualdades, la violencia social y la pobreza, valga la redundancia. Este asentamiento neoliberal en la economía, trajo consigo respuestas matizadas referente a las preguntas básicas de la ciencia económica, lease ¿Qué producir?

Todo lo anterior refleja a un sistema psicopolítico y económico que, falazmente revestido de paladín de la libertad, no logra desdibujar su verdadera esencia… Individualismo, propiedad, orden y consumo; la sociedad, como una vez dijo Margaret Thatcher, no existe. Las políticas neoliberales buscan aumentar los beneficios de rentas altas con medidas de distinta índole, la metafísica teórica neoliberal se usa para convencernos de que esas medidas nos benefician a todos a pesar de que la realidad indique lo contrario. Y si no funcionan nos dicen que es porque no  se han aplicado con la intensidad requerida. El informe, asimismo, demanda un cambio elementary en el modelo económico de manera que beneficie a todas las personas y no solo a una élite selecta.

El modelo neoliberal de la década de 1990 se mantuvo consolidado durante las administraciones de los presidentes Patricio Aylwin Azócar, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos Escobar. En sus gobiernos se puso énfasis en el gasto público social, privilegiando el crecimiento con equidad, dirigido a reducir la pobreza, disminuir la cesantía y, por sobre todo, resguardar la estabilidad macroeconómica. A pesar de ser éste uno de los períodos de mayor crecimiento económico que ha experimentado Chile durante el siglo XX, el país es considerado todavía como uno de los peores del mundo en términos de distribución del ingreso, issue la pobreza y el medio ambiente que se ha constituido en el mayor desafío a combatir. La desaceleración que sufrió Chile en 1998 a causa de la disaster asiática que penetró en toda América Latina y de la exacerbada política monetaria contractiva que ejerció el Banco Central ese año, puso freno a un período de enorme prosperidad económica desarrollada por estos gobiernos democráticos.

Este documento fue elaborado, desde agosto de 1972, por los economistas Andrés Sanfuentes, Juan Villarzú y José Luis Zabala Ponce; su propósito fue elaborar un programa económico alternativo al implementado por la Unidad Popular entre 1970 y 1973. Además, durante este período se produjo un desequilibrio en la balanza de pagos y una hiperinflación que por mucho tiempo se ubicó en tres dígitos, situación que persistió por algunos años y que se convirtió en uno de los principales objetivos a regularizar por este nuevo modelo económico. Las reformas neoliberales implementadas en Chile en los 70′ y 80′, significaron en términos económicos y sociales la proyección de una nueva manera de afrontar el desarrollo de la sociedad, constituyéndose en una revisión radical de la política económica del país. Los tratados de libre comercio, el mercado cambiario, los sistemas financieros globales, hacen posible que las organizaciones implementen sus cadenas productivas entre países. Por ejemplo, las grandes tiendas en Chile, ya no dependen de empresas textiles en el país, sino que ellas mismas comienzan a producir donde existan condiciones más favorables, por ejemplo, en China. El mantra es competitividad, flexibilidad, emprendimiento, crecimiento, innovación.

Lo anterior se presenta bajo una metodologí­a que reconoce también una mirada histórica sobre la relación entre cuestión social y modelo de desarrollo. En base a lo anterior, instituciones fundantes para el orden social, como el Estado, han debido ajustarse a los requerimientos de una clase política y empresarial que privilegia la expansión de los mercados a nivel international, por sobre la construcción de un sistema efectivamente democrático y participativo. Considerando lo señalado en el párrafo anterior, y a la luz de los datos de gobierno recientemente citados, que indican la escasa importancia que la población le asigna a las actividades asociadas al gobierno electrónico, se propone un conjunto de reflexiones en torno a las tensiones y posibilidades que acarrea este fenómeno. En primer lugar, no parece adecuado disociar la indiferencia que sienten las personas respecto del gobierno electrónico, con la disaster de representación y legitimidad que atraviesan hoy las instituciones políticas. Al mismo tiempo, resulta evidente que las propuestas en esta materia, representa a un Estado dispuesto a atender electrónicamente las necesidades de sus ciudadanos, poniendo mayor atención en las características de la interacción, que en los resultados de esta.