Neoliberalismo: Desigualdad Y Violencia Simbólica « Diario Y Radio Universidad Chile

“Esto ya da una pauta de dónde tenemos que buscar las causas, porque si 2/3 se explican por lo que pasó con el ingreso laboral, ése es el camino para entender los determinantes de ese periodo”, dijo. Paralelamente se dio una disminución importante de la pobreza en el mismo período, observándose que un 60% se explica por crecimiento y cerca de un 40% por la caída de la desigualdad. En el caso de la expansión de la clase media, alrededor de un 20% tuvo que ver con este último issue. “Es fascinante esto porque quiere decir que la desigualdad cayó en países con tasa de crecimiento alta y con tasa de crecimiento baja; en países que tenían el auge de materias primas y aquellos que eran importadores netos de materias primas, en países gobernados por la izquierda y países gobernados por la derecha.

[17] Por ejemplo, en Estados Unidos, los actuales precandidatos presidenciales del partido demócrata Bernie Sanders y Elizabeth Warren han propuesto impuestos a la riqueza con tasas máximas de hasta 8% y 6%, respectivamente para fortunas del orden de 1 billón de dólares (es decir, fortunas con una cantidad importante de ceros). Es con esa motivación que se ha reactivado el interés político y académico por el impuesto a la riqueza complete (también conocido en Chile como el impuesto a los “súper ricos”).[17] Hoy la evidencia académica es más optimista que antes respecto a la aplicación de estos impuestos en términos de factibilidad e impacto esperado (ver aquí). Evidencia reciente en Colombia sugiere que incluso en países con instituciones fiscalizadoras más débiles que las de un país desarrollado, estos impuestos pueden ser ejecutados de manera efectiva. La literatura académica sugiere que los impuestos óptimos al ingreso de los individuos en la parte más alta de la distribución deberían ser altos (estimaciones sugieren que podrían llegar a 73%, e incluso sobre el 80% si existe apropiación de rentas no productivas). Las familias de menores ingresos destinan una mayor porción de sus ingresos a la alimentación. Así, el IVA a los alimentos es un impuesto regresivo, ya que estas familias pagan una mayor proporción de su ingreso en esos impuestos.

Se trata de un aporte importante, con abundante y novedosa evidencia que invita a reflexionar y debatir sobre cuáles son las dimensiones más relevantes de la desigualdad en la actualidad. A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla. La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es elementary para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza. [18] La evidencia disponible sugiere que considerando la suma de los impuestos corporativos y el impuesto a la renta, el 2009 el 1% más rico pagaba en promedio una tasa efectiva de 15%.

Por el contrario, es el diseño institucional y las políticas públicas los que han permitido que eso ocurra. En otras palabras, son decisiones políticas las que han transformado la globalización en desigualdad. En simple, estos son impuestos que se cobran sobre activos, como por ejemplo activos financieros o propiedades. A diferencia de los impuestos al ingreso que se calculan en base a flujos (es decir, a cuánto se gana en un año), estos impuestos se calculan en base a stock desigualdad en la pandemia (es decir, a la cantidad acumulada a través de los años). Dentro de esta categoría encontramos, por ejemplo, las contribuciones, el impuesto a la herencia y el impuesto a la riqueza.

Además, el hecho de obtener un ingreso insuficiente es consecuencia de las desigualdades estructurales de un sistema económico, por tanto “la eliminación de la pobreza requiere reformas estructurales e institucionales, económicas y sociales, que erradiquen las desigualdades que reproducen la pobreza” (Macías, 2014, pp. 121). Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional. Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–.

desigualdad entre paises ricos y pobres

De hecho, varios académicos que han estudiado los determinantes del crimen han apuntado a la desigualdad como una de sus causas principales. Gary Becker, uno de los primeros investigadores que modelaron las decisiones criminales como una elección racional hecha por individuos, sostiene que una persona comete un delito sólo si los beneficios esperados de tal comportamiento ilegal son mayores que los costos. Según Becker, la desigualdad podría aumentar si los ricos se hacen más ricos o si los pobres se hacen más pobres. En ambos casos, esta situación conducirá a una mayor actividad delictual ya que hay tanto más que robar como mayor necesidad de robar. Sin embargo, una reciente investigación junto a Alejandro Corvalán (U. de Chile) intenta demostrar que esta relación no es siempre cierta.

[8] Estos números y los reportados por la OCDE no coinciden con exactitud dado el ajuste con datos administrativos a los ingresos altos. [6] Esto no significa que el gobierno no pueda intervenir la distribución de ingresos de mercado. Sin embargo, estos impuestos representan una porción muy menor de la recaudación whole y, en particular al impuesto a la herencia, su diseño no permite una implementación eficiente. Así, se puede decir que, en términos generales, los impuestos patrimoniales no son relevantes en Chile, tanto en términos de recaudación, como en progresividad o cuidado de la democracia.

Se demuestra que la variable tiene un efecto positivo y significativo sobre la desigualdad del ingreso. La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de la base de datos construida en Mieres (2019)1. Para entender la situación, los expertos observaron todas las disaster anteriores en la región y analizaron el comportamiento de variables como el ingreso laboral, el desempleo, la informalidad y la pobreza durante esos períodos. Otro conjunto de resultados que por cierto no va a ser del agrado de los derechistas fanáticos, es que las políticas fiscales redistributivas pueden tener y, de hecho, están teniendo, un impacto significativo en la reducción de la desigualdad. Liderado por Nora Lustig, profesora de economía especializada en América Latina, un equipo del «Commitment to Equity Institute» de la Universidad de Tulane ha desarrollado extensas bases de datos relacionados con el estado de la distribución del ingreso, y asimismo con los efectos de las políticas públicas relativas a dicha distribución. De importancia crucial es que las cifras son similares a través de un conjunto amplio de países de ingresos medios y bajos, y también concuerdan con los datos existentes en relación a países avanzados.

El segundo es que los grandes proyectos de inversión requieren de altas sumas de capitales, por lo que un país al no contar con un mercado financiero desarrollado, la posibilidad de concretar estos proyectos se enfoca en unos pocos individuos de la sociedad que a su vez concentran una parte importante de la renta nacional. Y el tercero es que la desigualdad es eficiente para la economía, dado que induce a los agentes a arriesgarse y/o esforzarse más con el fin de mejorar sus niveles de bienestar relativo, lo que repercute de forma positiva en el desempeño económico de los países. En este sentido, Barro (1999) evidenció que la curva posee una regularidad empírica, hallazgos que demuestran que la desigualdad retarda el crecimiento para países pobres y lo promueve en países ricos. Sin embargo, la curva explica relativamente poco las variaciones de desigualdad entre países y a través del tiempo. Para el caso de Chile no se ha desarrollado una línea investigativa sistemática que evidencie el tipo de relación entre las variables, situación que repercute directamente en la toma de decisiones y diseño de políticas que buscan disminuir la desigualdad por medio de una redistribución de la riqueza. Considerando este escenario, resulta necesario recopilar información que estime la relación entre ambas variables, de modo de poder establecer una base que sirva para la toma de decisiones de política económica que logre determinar la incidencia que tiene la desigualdad de la distribución de los ingresos y la tasa de crecimiento del PIB.

Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes. De esta investigación se concluye, principalmente, que la desigualdad remuneracional, medida bajo la metodología de Palma, afecta significativa y negativamente al crecimiento económico. A raíz de este hallazgo es factible mencionar que se cumple con el objetivo central de este estudio y se valida la hipótesis en él presentado. Los siguientes modelos se construyen con la base de datos reducida, buscando con ello evidenciar dos períodos temporales distintos (ver Tabla 3). Con el primero se quiere analizar un período de homogeneidad y estabilidad, tomando en consideración una tendencia política uniforme.

Si en 1930 buscábamos crear el mayor numero de vivienda barata posible, hoy debemos buscar que esta sea la mejor. Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 . Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma. Respecto del período de concertación, el primer modelo evidencia que las variables CP y TRANS son no significativas, teniendo además signo contrario al esperado en sus coeficientes; por lo cual, se procedió a eliminar la variable TRANS para estimar un segundo modelo. En este se puede observar que la serie CP continúa siendo no significativa; sin embargo, posee la relación negativa esperada con la tasa de crecimiento del PIB.

Desmintiendo, acorde con distintos autores (Arndt, 1983; Guillén, 2004 y Piketty, 2014) la teoría del “goteo”. Cuando no existe ánimo o motivación para reducir las riquezas excesivas de la población de mayores ingresos, a través de política pública que, por ejemplo, obliguen a una mayor participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas y una mayor fiscalización de la misma, es muy difícil solucionar el problema de la desigualdad desde este punto. Los resultados exponen la relevancia de la presencia de población indígena en las regiones. Las desigualdades tienden a ser mayores en aquellas regiones con mayor concentración de población perteneciente a una etnia, respecto al complete nacional.

“Al analizar los puntajes individuales de los estudiantes en la PAES y la PSU desde 2018 hasta el 2024 es claro que la situación comparada entre dependencias no ha cambiado, incluso a pesar de la pandemia. Al analizar el porcentaje de estudiantes que se ubica en el 20% más elevado a nivel nacional por dependencia, se observa que 60% en los colegios pagados alcanza este nivel, 16% de aquellos en educación explicit subvencionada y 10% de la educación pública. En concordancia con lo observado en la literatura internacional, la mayor parte de los colegios de élite cuenta con sofisticados mecanismos de selección, ya sean académicos (exámenes de admisión) o sociales, suponiendo desafíos incluso para las familias de élite.

La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada desigualdad entre paises ricos y pobres de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado.