Marginalidad Social En Santiago 1850-1920

De igual forma la naturaleza era un recurso infinito e inacabable, o en el caso de los “no renovables” se asumía que su agotamiento o polución sería un problema de otras generaciones, por lo que no valía la pena preocuparse. La empresa del siglo XXI vive con la presión de responder a estos factores invisibles de la economía tradicional, que se han hecho visibles de manera crítica y avasalladora, y de los cuales ya no es posible desentenderse en un futuro que se transformó en un presente inevitable. Generar transferencias directas del Estado, para subvencionar los ingresos de las personas que lo necesiten, reenfocando recursos destinados a programas sociales, se torna una política pública esencial que podría ayudar a disminuir la pobreza y los índices de desigualdad. Además, podría generar un alto incentivo para que las personas se inserten formalmente en el mercado del trabajo pues, a diferencia del ingreso básico common, los impuestos se aplican antes de recibir el beneficio.

No obstante, siguiendo la misma tendencia que el ODS 1 a nivel world, las cifras de pobreza por ingresos aumentaron en 2020 dados los efectos de la pandemia (y el estallido social del 2019), subiendo de un eight,5% en 2017 a un 10,7% en 2020 (las de pobreza multidimensional no pudieron ser medidas dado el contexto sanitario). Tras una serie de acciones estatales que buscaron mitigar tales impactos, como las ayudas monetarias directas y el retiro de los fondos de pensiones, las cifras de 2022 muestran un retorno a las bajas, pasando a un 6,5% de pobreza por ingresos y 16,9% de pobreza multidimensional. En la primera columna mensual de SDSN Chile, Rodrigo Álvarez, coordinador de la pink nacional, aborda la comprensión de la pobreza más allá de términos monetarios, buscando una aproximación más compleja y multidimensional. “Si bien la pobreza por ingresos fue un factor importante durante el siglo XX, no es adecuada para evaluar el desarrollo sustentable en el siglo XXI”, plantea el autor.

Como espacio de formación de los ciudadanos del futuro, la educación tiene el gran desafío de ponerse a la vanguardia del proceso de transformación. Un cuadro que refleja este reto es el que presenta Charles Fadel en su libro “La Educación en Cuatro Dimensiones”, que muestra desfase entre la formación académica y el desarrollo tecnológico y sus consecuencias. Lo cierto es que los datos que recolectó Kuznets le permitieron calcular la evolución de la participación en el producto nacional estadunidense de los diferentes deciles y percentiles superiores de la distribución del ingreso. Advirtió que entre 1913 y 1948 en los Estados Unidos se dio una fuerte reducción de las desigualdades en los ingresos.

Son percibidas como injustas en sus orígenes, moralmente ofensivas en sus consecuencias, o ambas. Esto no se expresa solo en términos de ingreso y riqueza, sino también en educación y salud; trato social y dignidad; seguridad económica y física, además de poder y capacidad de influencia sobre las decisiones públicas. En esta línea, los trabajadores de menores ingresos son los más afectados por esta situación. Esto se refleja no solo en los menores ingresos autónomos en comparación con la situación prepandemia, sino también en un empeoramiento de la desigualdad en base a los ingresos autónomos. De hecho, el índice entre el 10% más rico y el 10% más pobre aumentó de 26 a forty three, lo que evidencia claramente la menor capacidad de los primeros para generar ingresos autónomos en comparación con el decil más rico.

En el transcurso de nuestro trabajo hemos analizado que a la base de le economía no deben situarse intereses políticos o personales, sino una preocupación ética y social por el bienestar del otro, que tome en cuenta su dignidad. Hemos hablado la pobreza de las naciones de dos formas distintas y hasta opuestas de entender la pobreza, sea como problema o sea como virtud. Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas.

El impuesto no sólo es una manera de hacer contribuir a unos y otros con el financiamiento de las cargas públicas y de los proyectos comunes, y de distribuir esas  contribuciones de la manera más aceptable posible; también es una manera de producir categorías, conocimiento y transparencia democrática. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Incluso en las zonas más desoladas de las ciudades estadounidenses, los desahucios solían ser acontecimientos raros.

Porque en el intercambio erótico y amoroso hay reciprocidad, yo me “alimento” de ella y ella se alimenta de mí. Intento fallido de una fusión que no llega, pero que invita a los enamorados a querer morir en el intento de comerse, de devorarse mutuamente. Para Levinas, la experiencia de alteridad por excelencia me viene del encuentro con aquel (o aquella) que yo no puedo devorar, que yo no puedo morder, para apropiarme algo de él o de ella, es el encuentro con la fruta prohibida del rostro del otro. Economía del don y de la gratuidad distinta a la economía del beneficio (Benedicto XVI, 2009; Bruni, 2010). Victoria Aguirre, estudiante de tercer año en Ingeniería en Prevención de Riesgos, de Santo Tomás Copiapó, comentó que a sus forty five años ella se sintió “muy agradecida de haber  participado y que me hayan invitado, que te den las oportunidades porque la mayoría piensa que esto es sólo para jóvenes.

la pobreza en el siglo xxi

Educarchile, el portal de la educación chilena, es producto de un convenio de colaboración mutua entre Fundación Chile y el Ministerio de Educación de Chile. 15 Es interesante señalar que Kuznets no tenía ninguna serie que demostrara el incremento de la desigualdad en el siglo xix, pero que ello le pareciera evidente (como a la mayoría de los observadores de la época). Ahora bien, debemos advertir que durante mucho tiempo las investigaciones eruditas consagradas a la distribución de la riqueza se basaron en relativamente escasos hechos establecidos con solidez, y en muchas especulaciones puramente teóricas. Antes de exponer con más precisión las fuentes de las que partí y que intenté reunir en el marco de este libro, es útil elaborar un rápido historial de las reflexiones sobre estos temas. Chile ha sido un país de muchas diferencias sociales a lo largo de toda su historia. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo.

Una clave es desarrollar centros de pensamiento, innovación y ciencia, algo que está lejos de la voluntad política. A mediados de la década de 1980 la población chilena tenía una estructura caracterizada por un alto porcentaje de niños y adolescentes, aunque éste ya había comenzado a disminuir en relación a las décadas anteriores. A partir de entonces, el país entró en una etapa avanzada de la transición demográfica, caracterizada por un paulatino envejecimiento de la población.

En los cursos online, que estarán disponibles desde el 22 de julio, pueden participar docentes, profesionales de establecimientos educativos, estudiantes de pedagogía y personas interesadas en una… Gracias a la colaboración de diversas instituciones es posible poner a tu disposición esta sección en la que podrás ampliar tu mirada de la educación a partir de una diversidad de temas que te… 11 Simon Kuznets fue un economista estadunidense nacido en Ucrania en 1901, quien se mudó a los Estados Unidos a partir de 1922. Es autor tanto de las primeras cuentas nacionales estadunidenses como de las primeras collection históricas sobre la desigualdad. En gran medida, la teoría de la “curva de Kuznets” es producto de la Guerra Fría.

Los éxodos masivos en Oriente Medio, África, Asia y América Latina, hacia países más desarrollados, dan prueba de ello. La guerra, el narcotráfico y la corrupción política en varios países, han engrosado considerablemente el número de pobres en el mundo. Los avances en cuanto a la reducción de la pobreza han sido notables en las últimas décadas. El la pobreza urbana mundo logró la meta del primer objetivo de desarrollo del milenio (ODM) de disminuir a la mitad para 2015 la tasa de pobreza registrada en 1990, y lo consiguió en 2010, cinco años antes de la fecha prevista. Pero pese a este logro, la cantidad de personas que vive en condiciones de pobreza extrema en el mundo sigue siendo inaceptablemente elevada.

De esta manera, se busca medir de modo sistemático un conjunto de carencias que afectan sensiblemente a la calidad de vida y el bienestar en los hogares. Hace algunos días –9 de diciembre de 2014– la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de la cual forma parte Chile, dio a conocer el Focus “Inegalités et croissance”, que arroja nuevas e importantes conclusiones acerca de la desigualdad y el crecimiento. El organismo internacional señala que “las desigualdades de ingresos tienen una incidencia negativa y estadísticamente significativa, sobre el crecimiento a mediano plazo. Si aumenta el Coeficiente de Gini en three puntos –como sucedió en los últimos 20 años– haría perder 0,35% de crecimiento por año. Ahora bien, justamente el Gini en Chile ha aumentado en three puntos desde la dictadura hasta ahora. El problema elementary de la obsesión constituyente chilena no es la negación de que exista una grave dificultad al respecto, ni tampoco las diferencias legítimas que puedan existir sobre el tema.

Los últimos resultados de la Encuesta CASEN son positivos en cuanto a que se ha logrado una significativa disminución de la pobreza en comparación con 2017, retomando así la tendencia descendente de las últimas tres décadas. Esto nos permite esperanzarnos con que podremos recuperar aquel Chile que se ha destacado por combatirla exitosamente, preocupación que si bien parece básica para los avances del siglo XXI, es muy latente actualmente (Encuesta CEP, 2023). Pero lo más decisivo que concluye la OCDE es que “luchar contra las desigualdades mediante los impuestos y las transferencia no perjudica el crecimiento”. Hasta ahora son organizaciones no gubernamentales y privadas los que han intentado atacar este problema. De parte del Estado, en 2019 un grupo de senadores presentó un proyecto de ley que tenía como objetivo entregar productos sanitarios gratis. En el proyecto se estimaba que una persona menstruante gasta anualmente $48.000 en productos sanitarios.