Las Desigualdades Sociales En Salud Y La Atención Primaria Informe Sespas 2012

Del mismo modo, en ambos períodos, Italia y España junto a Alemania estaban entre los países con menores desigualdades socioeconómicas en autopercepción negativa de la salud31-32. En efecto, esa creencia desatiende los sonidos estridentes que se originan cuando se observan los hallazgos de múltiples investigaciones realizadas en los últimos cuatro lustros, a muchas de las cuales hacían referencia Lundberg y Bosma6-8. Otro hallazgo relevante fue que los países del sur de Europa, como Italia y España, con grandes desigualdades socioeconómicas, se encontraban entre los países con desigualdades en mortalidad más bajas en la década de los ochenta y fueron los que tuvieron menores desigualdades en mortalidad durante la década de los noventa. Dado el sistema paralelo de proveedores privados de salud, la fragmentación de las instituciones de salud pública y, en general, la complejidad de la arquitectura del sistema de salud, es crucial que el Gobierno Federal continúe asumiendo un papel de coordinación y recopilación de información lo más oportuna posible del proceso epidemiológico. Además, el ejercicio de datos abiertos debe continuar diseminando la información oportuna de los procesos de prueba, tratamiento de pacientes, y fallecimientos para que los investigadores (no sólo médicos y epidemiológicos, sino también en las ciencias sociales) puedan analizar el impacto distributivo de la epidemia.

Esto crea disparidades en los resultados educativos y limita las posibilidades de desarrollo de algunas personas. Esa política tendría que partir del reconocimiento de la universalidad efectiva de los derechos a la alimentación, la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda y los servicios básicos de saneamiento, los derechos al trabajo y del trabajo y a un ingreso básico. Significaría definir con claridad en la legislación las garantías sociales en las que se traducen esos derechos y los planes y programas, así como los estándares básicos que deberán ir cubriéndose, de manera progresiva, hasta alcanzar la protección universal, a partir de la utilización del máximo de recursos disponibles. En resumen, la desigualdad de género se refiere a las disparidades y desventajas experimentadas por mujeres y niñas en comparación con hombres y niños. Su impacto abarca todos los aspectos de la vida, desde la economía hasta la salud y la participación política. La desigualdad de género tiene un impacto profundo en la vida de las personas, limitando oportunidades, derechos y el pleno desarrollo de su potencial.

Desigualdades basadas en edad son generalmente consideradas inevitables, desigualdades genéticas pueden ser parcialmente evitables. Sin embargo otras desigualdades como son aquellas producto de la elección libre de conductas, son altamente evitables (Alleyne et al., 2002). La equidad en salud vista desde la perspectiva de las necesidades, outline una equidad horizontal, (igual tratamiento para una misma necesidad) y una equidad vertical (distintos tratamientos para diferentes necesidades, y especialmente mayores recursos para aquellas necesidades mayores) (Braveman, 2006). Por lo tanto al hablar de equidad en salud es necesario considerarla en el contexto de la utilización del cuidado en salud, la distribución de los recursos acorde a las necesidades, el acceso al cuidado y los resultados en salud (Braveman, 2006). El equipo nacional fue liderado por el Dr. Rubén Alvarado, académico de la Escuela de Salud Pública, y dirigido por Olga Toro, jefa del Programa de Salud Mental de la misma institución.

Ningún ámbito de la sanidad es ajeno a estas desigualdades, y sus profesionales deben implicarse en modificar la situación. Este estudio realizó la búsqueda en siete bases de datos, que permitió identificar inicialmente 2.952 resultados no duplicados. Se encontró que los artículos analizados utilizaron con mayor frecuencia la ocupación e indicadores de mercado laboral, empleo, desempleo, e ingresos como medida de estatus socioeconómico más proximal, y la mala salud auto-percibida como medida de salud. Asimismo, se encontró que en las áreas directamente relacionadas con indicadores del mercado laboral, como salarios, empleo o ascensos, las desigualdades parecen explicarse tanto por la selección de salud como por la causalidad social.

Los Oficina de Investigaciones Innocenti de UNICEF recopila una cantidad sustancial de datos sobre la salud y los determinantes de la salud en niños y familias en todo el mundo. La Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, que forma parte de la Oficina Mundial de la OMS, dirige los esfuerzos de la OMS para abordar las condiciones sociales, físicas y económicas que afectan la salud. Recopila y difunde evidencia sobre lo que funciona para abordar estos determinantes, ayuda a las actividades desigualdad en pandemia de desarrollo de capacidades y promueve la acción. Igualdad de género en salud significa que las mujeres y los hombres se encuentran en igualdad de condiciones para ejercer plenamente sus derechos y su potencial para estar sanos, contribuir al desarrollo sanitario y beneficiarse de los resultados. En algunos casos los ha incrementado, por su impacto desproporcionado en determinados grupos de población. Por primera vez, este año las Estadísticas Sanitarias Mundiales de la OMS han sido desglosadas por sexo.

Al considerar el segundo principio de justicia, como aplicación del axioma que designa la “concepción general de justicia como justeza” (general conception of justice as fairness), Rawls demarca conceptualmente la justicia (justice) como una categoría institucionalizada de justeza (fairness)17. Por otro lado, no distingue con claridad y rigor suficientes equidad (equity) de igualdad (equality), incluso utilizando consistentemente el término desigualdades (siempre inequalities, en la obra rawlsiana, y nunca inequities) como base nominal para justificar ese principio de justicia. Finalmente, al establecer el “principio de diferencia”, Rawls utiliza el término distinction para designar soluciones normativas que toman la distribución compensatoria de bienes y recursos como socialmente correcta y justa17. Por otro lado, algunos trabajos han encontrado asociaciones significativas entre indicadores de contexto e indicadores de salud11. En specific, en América Latina y el Caribe, durante la década de 1980, el ajuste de las políticas macroeconómicas tuvo un efecto negativo sobre los indicadores sociales, específicamente sobre los relacionados con la situación de salud10. Por medio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los países han acordado movilizar sus esfuerzos durante los próximos 15 años para poner fin a todas las formas de pobreza, luchar contra las desigualdades y enfrentar el cambio climático, asegurando que “nadie quede se quede atrás”.

desigualdad en salud ejemplos

Pero sabemos que, de entrada, los ricos cuentan con seguros médicos que les permiten tener acceso a hospitales y clínicas privadas que ofrecen servicios de salud equivalentes a los mejores del mundo. (2) En México también hay un gran número de clínicas médicas y hospitales privados que atienden a las clases media y alta urbana (según datos de INEGI, hay 2,301 hospitales privados en México). Los certificados de defunción del país tienen una gran cantidad de información sobre la persona que murió, así como la relación de la muerte con diversas instancias del estado. Por ejemplo, se sabe si una muerte por lesión muestra indicios de ser un homicidio, y por lo tanto si involucró la atención del ministerio público. Como se puede apreciar en la gráfica, los deciles de la derecha tienden a casi siempre ser muertes registradas que tuvieron una intervención de private de salud, mientras que, del lado izquierdo, que representa deciles de mayor rezago social, hay menor atención médica, sobre todo en el decil 1 que representa a los municipios más rezagados del país. El estudio demuestra que el estado de salud es claramente más deficiente entre las personas en situación de pobreza, tanto en lo que se refiere a la salud percibida, como a la existencia de enfermedades crónicas y limitaciones básicas de la vida diaria.

Por supuesto, servía también para el control de los nuevos trabajadores urbanos industriales y de sus organizaciones, haciéndolos partícipes de los beneficios de la modernización económica del país. El nivel de ingreso de los individuos, los hogares o la familia, fue el indicador clásico utilizado en las primeras investigaciones sobre las desigualdades sociales y su efecto en la salud, sin embargo, varios estudios han desacreditado su validez para explicar suficientemente esta relación. Destaca el trabajo Unhealthy Societies,sixteen donde el autor demuestra que, después de cierto nivel de ingreso promedio por persona, los aumentos al ingreso parecen no mejorar el nivel de salud de la población, al menos de manera significativa. En esto coinciden con quienes desacreditan el uso de esta variable5 y explican que la resistencia a su utilización, lo origina el rechazo de la comunidad científica a distinguir a las personas según su herencia biológica e implementar políticas públicas basadas en esta evidencia, tal como se hizo en la Alemania de Hitler para justificar la política de limpieza racial. La desigualdad económica es un problema global que tiene consecuencias significativas en la sociedad. Para abordar este desafío, es necesario implementar políticas públicas que promuevan la equidad y la justicia social, así como fomentar la transparencia y la rendición de cuentas en los sistemas económicos y políticos.

Aunque para este análisis no han sido utilizadas las variables del Padrón Municipal de Habitantes, el registro de mortalidad de la ciudad de Barcelona tiene la ventaja, deseable para ser imitada en otras áreas del estado español, de estar conectado con esta fuente de información básica en lo demográfico y socioeconómico. En este apartado también se incluyen determinantes estructurales de las desigualdades en salud, como los distintos ejes de desigualdad de la estructura social, en concreto la clase social, la posición socioeconómica, el género y la etnia o la raza. Estos ejes determinan las oportunidades de tener una buena salud y ponen de manifiesto la existencia de desigualdades en salud debidas a las jerarquías de poder o de acceso a los recursos, en las que resultan más beneficiadas las personas de clases sociales privilegiadas14, los hombres15 y las personas de raza blanca16. La desigualdad que se produce se define relacionalmente, en el sentido de que el mayor poder y el mejor acceso a los recursos por parte de las personas más privilegiadas están en relación con el menor poder y el peor acceso de las más desfavorecidas.

Este nuevo análisis ha permitido comprender mejor la salud y las necesidades de las personas de todo el mundo. Sin embargo, muchos países siguen teniendo dificultades para proporcionar información desglosada por sexo. «Estas desigualdad entre ricos y pobres estadísticas ponen de relieve la necesidad urgente de dar prioridad a la atención primaria de la salud para gestionar con eficacia las enfermedades no transmisibles y reducir los factores de riesgo», dijo la Dra.

Se conoce que, para disminuir las inequidades en salud, debería actuarse sobre los factores estructurales que afectan en gran parte las condiciones de vida de las personas. Éstos, también llamados factores contextuales, resultan de la combinación nociva de políticas injustas, situación económica precaria y mala gestión política9. Entre los factores estructurales o de contexto analizados en el estudio de la inequidad se encuentran el producto inside bruto (PIB), el gasto público y el gasto en salud, entre otros10,eleven.

Hay que redoblar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre y es necesario invertir más en sanidad, educación, protección social y empleos dignos. Entre los problemas señalados se encuentran los costos quirúrgicos, afirmando que al menos el 20% de la población de la mayoría de los países de la región está en riesgo de caer en la pobreza debido a gastos catastróficos para cubrir atenciones médicas. El aumento de las personas que migran a las ciudades genera altos impactos sobre la calidad de vida, ya que muchas veces los desplazamientos son producidos por factores externos que terminan en pobreza extrema o en el surgimiento de zonas marginales con viviendas precarias.