Junto a la elevada desigualdad, la región se caracteriza también por un crecimiento volátil y generalmente bajo, resultado de una baja productividad”, señaló el reporte de las Naciones Unidas. En 2022, la puntuación promedio a nivel mundial en el índice de La Mujer, la Empresa y el Derecho es de seventy seven,1 aumentando solo medio punto, lo que indica que, en promedio, las mujeres gozan apenas del 77 % de los mismos derechos que tienen los hombres ante la ley. En el informe de este año se ha constatado que el ritmo mundial de las reformas para garantizar la igualdad de derechos de las mujeres ha caído al nivel más bajo en 20 años y, en 2022, solamente se registraron 34 reformas jurídicas relacionadas con la igualdad de género en 18 países, lo que constituye el número más bajo desde 2001. Si bien la pobreza extrema ha disminuido en los países de ingreso mediano, el problema sigue siendo peor que antes de la pandemia en los países más pobres y afectados por fragilidad, conflictos o violencia. La persistencia de la pobreza en estos países hace que otros objetivos de desarrollo mundiales clave sean mucho más difíciles de lograr. Para los países que esperan recuperarse de las devastadoras pérdidas provocadas por la pandemia de COVID-19, la batalla se ha vuelto más difícil debido a las amenazas combinadas del cambio climático; la fragilidad, los conflictos y la violencia, o la inseguridad alimentaria, por nombrar solo algunas, que dificultan la plena recuperación de todas las economías.
Además, en 2021 al menos 781 niñas, niños y adolescentes y otros dependientes perdieron a su madre o cuidadora a causa del femicidio o feminicidio en solo 10 países de la región que cuentan con datos al respecto. “Este número revela el gran impacto que tiene la violencia de género no solo en las mujeres víctimas, sino también en sus familias, la comunidad y la sociedad en su conjunto”, subraya desigualdad internacional la CEPAL. Únase a nosotros para una conversación con Nora Lustig sobre el impacto de la política fiscal en la desigualdad y la pobreza. Lustig lidera el Instituto de Compromiso con la Equidad (CEQ) en la Universidad de Tulane, que lidera la investigación sobre modelos teóricos y métodos prácticos para determinar cómo se pueden usar los impuestos y el gasto público para eliminar la pobreza.
crédito al consumo que por los sueldos y salarios. Aunque hay avances en la calidad educativa, ilustrados por destacados desempeños en pruebas internacionales como PISA, muchos países aún no logran traducir el crecimiento económico en mejoras significativas en educación y acceso a tecnología de vanguardia. Esta desconexión impide que América Latina compita globalmente en sectores clave, perpetuando su condición de consumidora más que de productora de innovaciones. En promedio los jóvenes entre 15 y sixteen años de Rep. Dominicana en matemáticas obtuvieron en el examen Pisa en 2022 una puntuación de 339 puntos frente a una media de 472 puntos de los estudiantes europeos; en promedio en lectura obtuvieron 351 puntos en comparación de un promedio de 476 puntos para estudiantes europeos. América Latina y el Caribe sufrió el apagón educativo más prolongado a nivel internacional (en promedio 70 semanas de cierre de establecimientos frente a 41 desigualdad en salud ejemplos semanas en el resto del mundo), lo que exacerbó las desigualdades preexistentes en materia de acceso, inclusión y calidad. En este período, una de las principales limitaciones para la continuidad educativa fueron las desigualdades en el acceso a conectividad, equipamiento y habilidades digitales.
¿De qué manera se entrelazan racismo y xenofobia en territorios históricamente atravesados por la colonialidad del poder? ¿De qué manera la condición de irregularidad se convierte en una dimensión de desigualdad articulada a otros ejes de exclusión, en sociedades altamente jerarquizadas como las nuestras? Todas estas preguntas surgen cuando miramos los procesos migratorios en pandemia y, como dijimos, es necesario profundizar en ellas. Haití, Venezuela y Honduras comparten profundas disaster multidimensionales de reproducción de la vida, en las cuales están implicados factores económicos, sociales, ecológicos y políticos que conducen a pensar que estamos frente a procesos estructurales más cercanos a la migración forzada. % del PIB desfasado en un
Mientras que, en general, los latinoamericanos no son conscientes de qué tan pobres son en realidad los pobres, lo cual, se dijo, puede frenar la demanda de políticas más redistributivas. En América Latina y el Caribe, más de 43 millones de personas padecieron hambre en 2022, según la FAO. Esto significa que pasaron días sin comer hasta el punto de sufrir enfermedades o molestias físicas por falta de alimentos.
Uno de los reclamos de los manifestantes que protagonizan el estallido social que comenzó en Chile a mediados de octubre y que aún se mantienen es que su país es muy desigual. En medio de este panorama, el descontento social se ha expresado recientemente mediante votaciones anti-gobierno a lo largo del subcontinente y, en especial, con fuertes protestas callejeras en países como Chile, Colombia o Ecuador. «Pero esos grupos, aunque minoritarios, a menudo han sido un obstáculo para expandir los servicios universales, utilizando su poder económico y político a través de mecanismos estructurales e instrumentales». La clave aquí, señalan expertos, es contar con instituciones que permitan manejar de forma más eficiente los ingresos para impulsar el desarrollo. Afirma además que las economías basadas en recursos naturales como son las latinoamericanas tienden a caracterizarse por la inequidad. Claro que existen otros factores detrás del abismo social en América Latina, que ganó su fama de «más desigual» a partir de la década de 1980.
momento, por problemas de la información estadística de base, no se podrían comparar los resultados que se obtengan con otros indicadores como los índices de Palma o Theil. Por otro lado, se indicó que los altos niveles de desigualdad pueden fomentar las condiciones para mayores niveles de violencia, como en el caso de México, además de estar vinculada a un menor crecimiento económico.
Este artículo se basa en la producción de evidencia e importantes reflexiones sobre los efectos de la pandemia de dos grupos de investigación regionales que se activaron en 2020. En 2021 hubo un cambio de tendencia, ya que la pobreza se redujo al 32,1 % (es decir que pasó de 204 a 201 millones de personas), pero la pobreza extrema aumentó al 13,8 % (de eighty one a 86 millones de personas). La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló este jueves que en 2021 la pobreza y la desigualdad crecieron por sexto año consecutivo debido a la pandemia de coronavirus, lo que demuestra que el deterioro de las condiciones sociales provocado por la disaster sanitaria ya no es coyuntural. La crisis ha afectado a todos, pero aquellos con medios de vida modestos han tenido mayor probabilidad de perder sus trabajos y visto caer sus ingresos . La mayoría de los trabajadores de bajos ingresos estaban empleados en sectores directamente afectados por las medidas de distanciamiento social.
De acuerdo con el organismo de la ONU, el año entrante los rebotes en la economía de las subregiones serían de 3,7% en Sudamérica, three,8% en América Central y four,2% en el Caribe. Asimismo, pugnó por planes de recuperación que abarquen la universalización de la salud, la educación y los seguros de desempleo. Bárcena llamó a no olvidar que la humanidad tiene encima la espada de Damocles del cambio climático. Subrayó también que hace falta cerrar los espacios de evasión fiscal para fortalecer ingresos públicos. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó este miércoles sus proyecciones de crecimiento para la región en 2020 y 2021, aclarando que la actividad productiva está sujeta a una gran incertidumbre relacionada con la pandemia de COVID-19.
manera que si se cumple para estos en simultáneo también lo hace para el índice ultimate. Las cuatro condiciones corresponden al principio del anonimato, al principio de población, al principio de ingreso relativo y al principio de Dalton. Por el
En la edición de junio del informe Perspectivas económicas mundiales se señaló que, si bien la economía mundial crecerá un 5,6 % en 2021 (el mayor ritmo después de la recesión en 80 años), la recuperación será desigual. Se proyecta que las economías de ingreso bajo crecerán solo un 2,9 % en 2021, el crecimiento más lento de los últimos 20 años, con respecto a 2020, en parte debido al lento ritmo de la vacunación. Se espera publicar una actualización del informe Perspectivas económicas mundiales en enero de 2022. La manera más rápida de poner fin a la pandemia es vacunando a los habitantes de todo el mundo.
América Latina y el Caribe (ALC) se encuentra en una trampa de alta desigualdad y bajo crecimiento. Al mirar la tendencia por países, la investigadora explica que algunos han logrado reducir más la pobreza y la desigualdad porque inicialmente tenían núcleos duros familias con grandes desventajas. Y también existen otros mecanismos como analizar la concentración de la riqueza en la parte más alta de la pirámide.
Vale la pena señalar que Colombia continúa siendo uno de los países con mayores niveles de desigualdad en el ingreso a nivel regional y global. En mercado laboral, muchos trabajadores se encuentran en la informalidad, y las mujeres siguen afrontando los mayores obstáculos para acceder a un trabajo en condiciones decentes. Por otra parte, la economía colombiana ha tenido un crecimiento satisfactorio comparado con otros países de la región, pero con retos en materia de productividad, situación que debe ser entendida y abordada adecuadamente para garantizar un crecimiento económico más inclusivo y sostenible. Por ello, los análisis presentados en el informe son pertinentes para tomar mejores decisiones basadas en evidencia en el contexto colombiano. Este informe regional presenta un diagnóstico general de las distintas políticas educativas implementadas por los Estados de América Latina en los últimos 20 años, con miras a comprender en qué pudimos avanzar como región, qué elementos nos hacen falta y qué es necesario cambiar radicalmente para avanzar hacia una región más igualitaria y democrática. La mirada panorámica nos enseña que, a través de una gama heterogénea de políticas educativas que se han puesto en marcha, los Estados de la región lograron, en mayor o menor grado, reducir las desigualdades educativas.