La Alianza del Pacífico, en su compromiso político por promover la igualdad de género, invitó a la OCDE a revisar la igualdad de género en la vida económica de estos países. El reporte OCDE 2016 concluye que las niñas y las mujeres en estos países avanzan en el camino hacia la igualdad de género y el crecimiento incluyente, pero aún enfrentan grandes obstáculos. [newline]Desde el enfoque de derechos, se requiere de políticas reforzadas para poblaciones más vulnerables de manera que puedan acceder en igualdad de condiciones a las oportunidades de desarrollo, como la niñez en situación migratoria, en situación de discapacidad, o pertenecientes a pueblos indígenas. La desigualdad social en pensiones, salud y educación (60%) fue indicada como la principal causa que generó el estallido social según la encuesta que elaboró Plaza Pública Cadem con motivo de la conmemoración del primer año del 18-O.
E) El desequilibrio existente entre el poder de los empresarios y de los trabajadores al inside de las empresas, a lo cual se agrega las desigualdad de los recursos de los grandes vendedores frente a los consumidores, fuente de muchos abusos, que cada vez aparecen con más fuerza. A) El pensamiento neoliberal constituye la ideología imperante (“el modelo”) en la sociedad, lo cual refuerza, sin contrapesos, el individualismo y el egoísmo, fundamentos para la motivación personal definicion organizacion sin fines de lucro y empresarial, donde los mercados guían las decisiones de los individuos y el Estado solo podría distorsionarlas. Una condición necesaria para que se produzcan efectos duraderos en el tiempo es el tránsito a una cultura de respeto por la persona, por la igualdad de dignidad y respeto, y por los valores de justicia y solidaridad social.
Ahora bien, muchos de estos factores, ex-ante o ex-post, que influyen en la desigualdad económica, pueden ser aumentados o disminuidos por las acciones públicas de los gobiernos 2 . Sachs (2015) concluye firmemente que el rol de estos mismos es fundamental a la hora de fomentar o mermar la desigualdad. Por ejemplo, si los gobiernos utilizan los ingresos públicos para beneficiar de la desigualdad social a una pequeña porción más aventajada de su población, entonces estarían fomentando la desigualdad económica, pero si, por el contrario, utilizan estos mismos para dar acceso a la educación o salud a quienes más lo necesitan, entonces estarían potenciando la reducción de estas disparidades. Ha existido liviandad para sincerar las reales dificultades que se enfrentan y más bien se dilatan.
De ahí que, para el autor, comprender esas “fuerzas niveladoras” que han surgido en la historia pasada parece crucial para adoptar políticas y medidas concretas que nos permitan combatir pacíficamente la desigualdad en el presente y futuro. Por lo tanto, como se ha expuesto, la desigualdad económica tiene causas ex-ante y ex-post que coartan la libertad de los individuos para alcanzar los resultados que se consideran ideales, mostrando así la multidimensionalidad de esta misma. Además, como fue explicado ya, ambas caras de la desigualdad económica están relacionadas entre sí, contribuyendo al empeoramiento de estas inequidades o al favorecimiento para algunos pocos casos aventajados. En consecuencia, el estudio y análisis de la desigualdad económica debe considerar la mayor cantidad de factores posibles, para buscar soluciones que abarquen el problema en su conjunto y que realmente respondan a las dificultades que enfrentan las personas y países en el día a día. En este sentido, si bien ha habido políticas públicas importantes a nivel mundial para resolver temas significativos relacionados a la desigualdad, como la reducción de la pobreza, éstas, por ejemplo, no han tenido grandes consecuencias en términos de desigualdad de ingresos para el resto de la población (Alfonso et al., 2015 ). No obstante, aun considerándose ambas dimensiones, como se expuso en la sección anterior y, como se puede observar en el Anexo 1, los contenidos de estas siguen estando enfocadas mayormente en la dimensión ex-ante.
El quinto issue refiere a las desigualdades de oportunidades, como es el sistema educativo del país que se encuentra bastante dividido y finalmente, los principios normativos establecidos en Chile que en algunos casos avalan las disparidades y limitan iniciativas que promuevan la igualdad. Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud.
Algunos columnistas han especulado que esto se debe a la ineficiencia del Estado en las transferencias. Uno podría argumentar, en cambio, que las transferencias son progresivas, pero la manera de recaudar es regresiva, haciendo, por lo tanto, neutro el sistema en su conjunto. Los Estados Partes que aceptaron las normas de la Convención deben convertir estas normas en una realidad para todas las niñas y niños en sus respectivos ordenamientos jurídicos de manera que no puedan contravenir o impedir el disfrute de estos derechos. Los gobiernos de manera periódica deben presentar informes sobre los progresos en el cumplimiento de todos los derechos. La Convención Sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional que existe para establecer las normas mínimas que aseguren la vida, el bienestar, la protección y la libertad de los niños y niñas. Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto precise, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de crisis a través de recursos descargables.
más en todos los niveles en que uno se encuentre por luchar para desterrar la desigualdad económica y así, avanzar para acabar con la pobreza y dar paso a un mundo mejor. La mantención de la desigualdad económica no solo atenta contra derechos
Finalmente, la temporalidad de la mayoría de las acciones analizadas podrían dar cuenta de la etapa primeriza en la que se encuentra la Agenda 2030 en el país, encontrándose esta en una fase inicial de implementación, en la cual se puede observar cómo este marco que guía a los países aún no penetra con fuerza en las diversas reparticiones públicas de Chile. Cuando nos enfrentamos a la tarea de definir el concepto de desigualdad económica, la primera pregunta que surge es ¿desigualdad de qué? En otras palabras, hay que determinar a qué nos referimos cuando hablamos de desigualdad económica y aquí es donde nos encontramos con dos perspectivas, ex-ante y ex-post 1 . Atkinson (2015) afirma que la literatura se encuentra, generalmente, dividida sobre si comprender la desigualdad como una de oportunidades o de resultados.
La apertura de la primera oficina en Santiago, en diciembre del 2017, ha permitido continuar fortaleciendo la colaboración con el país. El Grupo del Banco Mundial (GBM) ha respaldado el proceso de desarrollo de Chile durante más de seventy five años, con una variedad de instrumentos que incluyen préstamos, seguros, donaciones, asistencia técnica e intercambio de conocimiento. Un dato irrebatible que devela la inmoralidad del precise sistema capitalista es el aumento de la concentración de la riqueza en pocas manos, provocada por la
Esto, por una parte, propone un nuevo cuestionamiento a la estrategia chilena para la reducción de las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030, ya que la disaster actual ha mostrado y ha dejado nuevas disparidades que atender. Por lo tanto, las circunstancias sugieren replantear las acciones públicas para el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 – y los otros 16 – con el fin de hacer frente a este problema en el país de manera efectiva, reparando en las nuevas dificultades que se presentan y cómo prevenir que estas vuelvan a ocurrir en un futuro. Las razones teóricas de esta relación inicial positiva se encuentran basadas en tres supuestos (Domínguez, 2009). El Primero es que la propensión marginal al ahorro de los estratos altos de la población es mayor a la que presentan aquellos grupos sociales de menores ingresos; por lo tanto, a mayor desigualdad mayor tasa de ahorro y más rápido será el crecimiento económico3.
Pensando desde una perspectiva histórica del malestar, la disaster de 2011 es una crisis muy relevante, pues la promesa neoliberal era superar las determinaciones históricas del modelo cultural hacendal. El nuevo modelo concentró nuevamente los recursos en pocas manos, pero con un fundamento y operación diferentes. La crisis planteada por los movimientos sociales en contra de diversas formas de injusticia marca una herida con todo un continuo histórico de concentración de poder que parece estar en una condición de cuestionamiento severo. Uno de los factores decisivos a la hora de comprender la desigualdad en Chile es la permanente justificación cultural de la importancia de conservar ciertas concentraciones de poder (político o económico) en ciertos grupos específicos, siempre pensando en el bien del país.
Consultados específicamente sobre quién recaería la responsabilidad de resolver el problema de la inequidad en la calidad de la educación en Chile, el Ministerio de Educación es elegido como primer responsable con un 78%. Así lo revela la Encuesta “Solidaridad, Capital Social y Equidad”, realizada por la Universidad Alberto Hurtado y que señala, además, que el 62% de los encuestados aprueba un aumento de impuestos para incrementar el gasto social. Tus datos personales se utilizarán para procesar tu pedido, mejorar tu experiencia en esta internet, gestionar el acceso a tu cuenta y otros propósitos descritos en nuestra política de privacidad.
En este contexto de su desarrollo, es que la PhD in Economics, Doctor Europaeus por la Cagliari University de Italia, explicó que en la literatura económica y otras se ha recopilado un gran número de pruebas empíricas que demuestran que los individuos sienten aversión a la desigualdad de ingresos. “La economía del comportamiento plantea un modelo alternativo al «homo-economicus» egoísta y optimizador. Dicho modelo se caracteriza por la aversión a la desigualdad tanto ventajosa (los que ganan por encima de la media), y desventajosa (los que ganan por debajo de la media)”, agregó la académica. Al comparar a Chile con países latinoamericanos donde hay información disponible, el único que se nos acerca es Colombia cuya elite alcanzó a la chilena en 2010, apropiándose de cerca del 23% de los ingresos de su país. Un cuadro más completo se obtendrá cuando estén disponibles las cifras de países de alta desigualdad, como México y Brasil.
La desigualdad tiene consecuencias y en esta oportunidad estas se han expresado como un gran malestar social. Pero la evidencia internacional indica que los países menos desiguales socialmente son los que han logrado posicionar a la escuela pública como un espacio de calidad, diversidad e integración social entre distintos grupos sociales. Los gobiernos de la Concertación no alteraron las dinámicas de mercado que sustentan el sistema escolar chileno y que fueron heredadas de la dictadura. La persistencia en mantener la lógica de financiamiento del sistema escolar, sumado a la aprobación del financiamiento compartido a inicios de los años ninety, agudizó la segmentación social del sistema escolar. La OCDE lo advertía hacia el 2004 al afirmar en uno de sus informes que el sistema escolar chileno estaba pensado para producir desigualdad.