Frente a este escenario, es urgente que Chile cuente con un Sistema de Protección Integral de la Niñez, que garantice que todos los niños, niñas y adolescentes que viven en el país cuenten con una vida digna y un mínimo bienestar que permita el adecuado ejercicio de derechos y desarrollo de sus potencialidades. Todos los derechos humanos -el derecho a expresarse, a votar, pero también el derecho a los alimentos, a trabajar, a la atención sanitaria y a la vivienda- son importantes para los pobres, porque la pobreza extrema y la exclusión se entremezclan con la discriminación, el acceso desigual a los recursos y a las oportunidades, y la estigmatización social y cultural. La negación de los derechos dificulta la participación de los pobres en el mercado de trabajo y su acceso a los servicios y a los recursos básicos. En muchas sociedades, les impide disfrutar de su derecho a la educación, a la sanidad y a la vivienda, sencillamente porque no se pueden permitir pagarlas. Esto, a su vez, dificulta su participación en la vida pública y limita su capacidad para influir en las políticas que les afectan y para buscar un resarcimiento contra la injusticia. En este sentido que el estudio propone que Chile avance de forma urgente en el establecimiento de un Piso de Protección Social wise a los Derechos de la Niñez, que garantice las condiciones de bienestar para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes.
La Cepal reveló que la pandemia generó 22 millones de nuevos pobres en América Latina, alcanzando una tasa de 33,7%. El informe “Panorama Social de América Latina 2020” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) arrojó que Chile es el segundo país de la región donde menos aumentó la pobreza en 2020 a raíz de la disaster sanitaria. A nivel regional, se registran 22 millones de nuevos pobres, lo que implica un retroceso de 12 años. A pesar de los esfuerzos que muchos Estados están llevando a cabomundiales para erradicar con la mutilación genital femenina, hoy en día hay millones de niñas en peligro de sufrir esta práctica dañina, ya que son llevadas por sus familias a otros países para someterlas a este crimen. «La normalización de la prostitución, incluida la pornografía, crea expectativas sexuales perjudiciales para hombres y niños y socava la participación segura e igualitaria de mujeres y niñas en la sociedad», afirmó Alsalem. «Muchas niñas se sienten angustiadas por la pornificación y sexualización de mujeres y niñas, especialmente en la pornografía».
Las personas pobres disfrutan de muchos menos de estos derechos que las personas que no lo son. La pobreza propicia la privación sistemática y grave de los derechos humanos y, a la vez, la falta de derechos hace mucho más difícil mejorar los ingresos que uno obtiene y salir de la pobreza, con lo que se crea un círculo vicioso. La pandemia de COVID-19 provocó un incremento del número de personas que viven en la pobreza extrema, por primera vez en una generación. Los avances en áreas importantes, como la vacunación infantil y la igualdad de ingresos entre países, se han revertido, lo que no había ocurrido en los últimos treinta años. Si se mantiene la tendencia actual, se prevé que en 2030, la escalofriante cifra de 575 millones de personas seguirá viviendo en la pobreza extrema, y eighty four millones de niños no podrán ir a la escuela. Se calcula que harán falta casi 300 años para eliminar leyes discriminatorias, acabar con el matrimonio infantil y cerrar las brechas de género en la protección jurídica.
Es rol del Estado protegerlos y garantizar que todos y todas cuenten con las condiciones de bienestar que le permitan un adecuado ejercicio de sus derechos, de manera que puedan tener una vida digna para desarrollar sus potencialidades. En uno de sus últimos discursos como secretario basic de las Naciones Unidas, Kofi Annan, declaró que considera la atención mundial a la lucha contra la pobreza como uno de los mayores logros de su mandato. Había resaltado la vulnerabilidad extrema y los atentados contra la dignidad humana que acompañan a la pobreza. El secretario basic identificó perentoriamente los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo como elementos indispensables de un mundo en el que las personas puedan vivir en mayor libertad.
en la materia. Esta robusta caracterización permite además valorar y rediseñar políticas públicas con base en evidencia. Desde el enfoque de derechos, el Estado tiene la obligación de garantizar la protección integral de la niñez y adolescencia, debiendo asegurar que todos los niños, niñas y sus familias cuenten con las condiciones de bienestar que le permitan un adecuado ejercicio de sus derechos, de manera que puedan tener una vida digna y desarrollar sus potencialidades. Este compromiso, esta obligación, es la que el Estado de Chile asumió al ratificar la Convención sobre Derechos del Niño (CDN) hace más de 30 años.
Pero la ejecución de estos planes todavía deja mucho que desear, y muchas organizaciones humanitarias han prestado relativamente poca atención a los derechos humanos, a pesar de la estrecha relación que mantienen con la pobreza. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresa su preocupación por la situación de pobreza que especialmente enfrentan niñez y adolescencia en el país (en 2016 el 52.1% -20.7 millones de personas- estaban en situación de pobreza y 7.6% -3.6 millones- en pobreza extrema), que les produce afectaciones en su desarrollo y bienestar, y contribuye a perpetuar dinámicas de pobreza a lo largo de su vida. Y, sin embargo, el vínculo entre la privación extrema y el abuso se mantiene al margen de los debates políticos y las estrategias de desarrollo. Para llamar la atención sobre esta correlación crucial contra la pobreza pero a menudo olvidada, el Día de los Derechos Humanos de este año, mañana, 10 de diciembre, se dedica a la lucha contra la pobreza. Esto no sólo debería representar una oportunidad para la reflexión, sino también un llamamiento a que los gobiernos, así como las comunidades de derechos humanos y de desarrollo, actúen para garantizar una vida digna para todos.
Sin embargo, la pobreza se percibe a menudo como una situación lamentable pero unintentional o como consecuencia inevitable de decisiones y acontecimientos que ocurren en otras partes, o incluso como responsabilidad exclusiva de quienes la sufren. Un enfoque integral de los derechos humanos no sólo enmendará las concepciones erróneas y los mitos que rodean a los pobres, sino que también, y más importante, ayudará a encontrar vías sostenibles y equitativas para salir de la pobreza. Al reconocer las obligaciones explícitas que los Estados tienen de proteger a sus poblaciones contra la pobreza y la exclusión, este enfoque subraya la responsabilidad de los gobiernos en la creación de un entorno que desarrollo de la pobreza conduzca al bienestar público. También permite a los pobres ayudar a establecer políticas para que se respeten sus derechos, y a buscar reformas efectivas de reparación cuando se produzcan abusos. Las Naciones Unidas y otras organizaciones trabajan cada vez más en el desarrollo económico desde el punto de vista de los derechos humanos, y con ello reconocen su importante función. Este enfoque aplica los conceptos y el marco de los derechos humanos a los objetivos y actividades del desarrollo, y asocia expresamente las actividades de desarrollo a la protección de los derechos humanos, lo cual ha adquirido popularidad en los últimos años y ha ayudado a situar en primera línea las necesidades fundamentales de la gente.
La filósofa y excandidata presidencial Corina Yoris habló con PuntoEdu sobre la crisis en Venezuela, su formación académica y su participación en el Seminario Regional Latinoamericano «La filosofía frente a los Derechos Humanos hoy», organizado por IDEHPUCP del 5 al 7 de junio. Los países con mayor tasa de pobreza son Honduras (58,6%), Guatemala (50,9%) y Nicaragua (50,7%). El informe analiza cómo las normas patriarcales, las desigualdades económicas y la globalización contribuyen a la proliferación de la prostitución. Dentro del sistema de las Naciones Unidas, la División de Política Social y Desarrollo Social (DSPD) del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES) actúa como coordinador responsable del Decenio de las Naciones Unidas para la Erradicación de la Pobreza.
– La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presenta el “Informe sobre pobreza y derechos humanos en América”, el primer informe temático en abordar esta materia. En la última década se lograron importantes avances en la región en materia de derechos sociales, económicos, culturales y ambientales (DESCA), que permitieron a grandes sectores de la población salir de la pobreza y la pobreza extrema. A través de este informe, la Comisión Interamericana busca contribuir a los esfuerzos para reducir y erradicar la pobreza en América, con recomendaciones orientadas a mejorar y fortalecer la legislación, las políticas y acciones de los Estados a fin de garantizar que los derechos humanos de las personas que viven en la pobreza sean debidamente respetados y protegidos. La CIDH observa con preocupación que la persistente situación de pobreza y pobreza extrema en los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se traduce en graves obstáculos para el goce efectivo de los derechos humanos. La CIDH ha constatado en sus visitas a países que las personas que viven en la pobreza enfrentan obstáculos geográficos, económicos, culturales y sociales para ejercer sus derechos. En muchas regiones, las personas en situación de pobreza, viven alejadas de los lugares de trabajo, de las plazas comunales, de los mercados y se les dificulta el acceso a los servicios públicos, tales como agua potable, saneamiento, purple de energía, centros de salud, escuelas y a las instituciones que prestan servicios sociales.
Explica que para niños, niñas y adolescentes vivir en contextos de pobreza y vulnerabilidad les impide el acceso oportuno a prestaciones universales, lo que limita fuertemente su trayectoria de vida y su vida adulta. “Dada a su mayor vulnerabilidad y las desventajas que enfrentan estas poblaciones, requieren de políticas reforzadas que aseguren su debida protección y el acceso en igualdad de condiciones a las oportunidades de desarrollo y al ejercicio pleno de sus derechos”. La Declaración Universal de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos postula “el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”. Los derechos fundamentales de los seres humanos son políticos, jurídicos, económicos, sociales, intelectuales.
Fue muy importante ver como el tema los interpela, lo abordan con fuerza, enfatizando los sentimientos que les afloran de tristeza, pena y rabia, especialmente vinculada esta última a la injusticia de la situación que enfrentan tantos niños, niñas y adolescentes como ellos, y aún menores. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) afirmó que los Estados deben asignar hasta el máximo de sus capacidades los recursos necesarios para que los derechos humanos sean vigentes, ya que es una obligación que subsiste aún frente a recortes o ajustes presupuestales y sin menoscabo de las medidas que adopten para propiciar el mejor y más efectivo manejo de los recursos públicos. En whole, la cantidad de personas en situación de pobreza aumentó a 209 millones, entre las cuales seventy eight millones corresponden a situación de pobreza extrema.
Deben asimismo posibilitar la participación de las personas que viven en situación de pobreza, tomando en cuenta sus experiencias y perspectivas. La CIDH y la Relatoría Especial para los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) reafirman su compromiso de colaborar con los Estados americanos en la elaboración e implementación de políticas públicas con enfoque en derechos humanos para garantizar una vida digna a las personas que viven en la pobreza y lograr progresivamente la plena erradicación de la pobreza en el hemisferio. La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles. Entre las distintas manifestaciones de la pobreza figuran el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud. En 2015, más de 736 millones de personas vivían por debajo del umbral de pobreza internacional.
Y es entonces que se hace urgente la implementación de un Piso de Protección Social wise a los derechos de la niñez, que permita hacer frente a las brechas y desigualdades que existen en Chile, estableciendo condiciones para que todos los niños, niñas y adolescentes y sus familias cuenten con un nivel de vida digno, que permita el desarrollo de sus potencialidades. Para asumir de forma integral todos estos retos se requiere contar con acuerdos globales e instrumentos comprehensibles que
En algunos casos, los derechos se niegan a los pobres intencionadamente, como cuando algún funcionario corrupto impide el acceso a un determinado servicio público sin el pago previo de un soborno que no se puede permitir una persona pobre. En otros casos, los pobres carecen de derechos debido a inequidades sistemáticas, como las leyes que regulan la tenencia de la tierra y les impiden ser propietarios, o las políticas de instrucción que ubican las escuelas lejos de sus casas. Los métodos para garantizar los derechos difieren según el tipo de caso, pero de cualquier manera es esencial garantizarlos para permitir a la gente salir de la pobreza. Cumplir con estos ambiciosos objetivos requiere políticas con visión de futuro para lograr un crecimiento económico sostenible, inclusivo, sostenido y equitativo.