La Pobreza En El Mundo Es Un Problema De Todos

En 2015, el 10% de la población mundial vivía con 1,90 dólares al día o menos -frente al 16% en 2010 y el 36% en 1990-, mientras que en 2023 casi 700 millones de personas en todo el mundo subsistían con menos de 2,15 dólares. No se puede reducir la pobreza y la desigualdad sin abordar también los desafíos mundiales interrelacionados, la pobreza en la actualidad como el crecimiento económico lento, la fragilidad y los conflictos, y el cambio climático. Tras décadas de avances, el ritmo de reducción de la pobreza mundial comenzó a disminuir en 2015, a la par de un crecimiento económico moderado. El Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin a la pobreza extrema para 2030 sigue siendo inalcanzable.

Los hallazgos también revelaron que existe una asociación positiva entre el estado de discapacidad y la pobreza multidimensional, y que casi la mitad de todos los pobres, según el IPM (706 millones), están abocados a sufrir graves privaciones. En conjunto, las últimas cifras de IPM globales proporcionan una descripción completa de privaciones en múltiples dimensiones para el mundo en desarrollo. Alrededor de un cuarto de la población de estos países es multidimensionalmente pobre, casi la mitad de todos los pobres del IPM son niños, hay una asociación positiva entre el estado de discapacidad y la pobreza multidimensional, y casi la mitad de todos los pobres del IPM se enfrentan a graves privaciones. La aparición del enfoque de capacidad de Sen como un nuevo paradigma para entender el desarrollo humano, la pobreza y la desigualdad significó un cambio en las medidas utilizadas para captar estos conceptos. El desarrollo ya no se concibe ni se mide como PIB o renta per cápita, las medidas monetarias de pobreza ya no son suficientes y la desigualdad se está extendiendo a otras dimensiones (Drèze y Sen, 2013).

La pobreza se outline comúnmente como la falta de recursos básicos para satisfacer las necesidades humanas fundamentales, como alimentación, vivienda, educación y atención médica. Sin embargo, su alcance va más allá de la easy carencia material, ya que también puede implicar la exclusión social, la falta de oportunidades y la ausencia de poder para tomar decisiones propias. La pobreza bien entendida no se trata sólo de la falta de ingresos, sino también de la privación del acceso a los derechos necesarios para poder disfrutar de un nivel de vida adecuado. Esto se plasma en la falta de comida, trabajo, agua potable, tierra y vivienda, así como en el aumento de la desigualdad, la falta de participación, la xenofobia, el racismo, la violencia y la represión en todo el mundo.

• Los nuevos pobres, noción que ha sido reelaborada en América Latina y particularmente en Argentina para referirse al empobrecimiento de grandes sectores de la clase media, producto de la disaster de empleo generada por el nuevo modelo económico regional, que se traduce en pérdidas de ingreso y cobertura de la seguridad social. El nuevo ideario asumió que sólo los balances macroeconómicos pueden permitir el correcto funcionamiento del mercado y evitar la inflación (que es concebida como un impuesto a los más pobres). No hay que olvidar que en la historia de la humanidad grandes hombres como filósofos, artistas, políticos y sobre todo santos, se han revelado contra sistemas que, buscando el bienestar puramente material y económico del ser humano, terminan por asfixiarlo y destruirlo. Y esto se puede aplicar tanto a sistemas de izquierda como de derecha, tanto al comunismo como al neo-liberalismo salvaje. En el presente trabajo sólo mencionaremos el caso de la filosofía y de la espiritualidad, como defensoras de una pobreza que libere y que promueva al ser humano. En este ensayo, exploraremos diferentes aspectos relacionados con la pobreza y analizaremos su impacto en la sociedad.

Es conocido el encuentro que tuvo Alejandro Magno con Diógenes, cuando el gran conquistador y alumno de Aristóteles quiso visitarlo en la tinaja donde Diógenes vivía.

A su vez, Alkire (2002) define a una capacidad básica, como una capacidad para disfrutar una realización (functioning en términos de Sen) que es definida en un nivel general y que se refiere a una necesidad básica, en otras palabras, una capacidad para satisfacer una necesidad básica (una capacidad para evitar la desnutrición, una capacidad para educarse, etcétera). Sin embargo, para Levinas en la experiencia erótica y amorosa, todavía no nos encontramos con la experiencia profunda de la alteridad. Porque en el intercambio erótico y amoroso hay reciprocidad, yo me “alimento” de ella y ella se alimenta de mí. Intento fallido de una fusión que no llega, pero que invita a los enamorados a querer morir en el intento de comerse, de devorarse mutuamente. Para Levinas, la experiencia de alteridad por excelencia me viene del encuentro con aquel (o aquella) que yo no puedo devorar, que yo no puedo morder, para apropiarme algo de él o de ella, es el encuentro con la fruta prohibida del rostro del otro. Economía del don y de la gratuidad distinta a la economía del beneficio (Benedicto XVI, 2009; Bruni, 2010).

La falta de educación puede limitar las oportunidades de una persona para conseguir un trabajo bien remunerado, mientras que la falta de acceso a servicios de salud puede afectar su capacidad para trabajar y generar ingresos. Uno de los factores más importantes es la desigualdad económica, que se refleja en la distribución desigual de los ingresos y la riqueza entre la población. Esto significa que algunos sectores de la población tienen acceso a mayores oportunidades y recursos, mientras que otros no.

Las medidas de la familia AF satisfacen muchas de las propiedades deseables para las medidas de pobreza. La primera es la descomposición, que permite desglosar el índice por subgrupos de población (como región, género u origen étnico) para mostrar las características de la pobreza multidimensional para cada grupo. Como se discutió en la sección anterior, el IPM satisface la descomposición del subgrupo de población. Así, el nivel de pobreza de una sociedad equivale a la suma ponderada por la población de los niveles de pobreza de los subgrupos, donde los subgrupos son mutuamente excluyentes y colectivamente exhaustivos. En este artículo se presentan nuevas definiciones de conceptos como «desarrollo humano», «pobreza» y «desigualdad», definiciones estrechamente vinculadas a la diversidad de propiedades que atañen al bienestar. Se describen índices, metodologías y aplicaciones que se han desarrollado en los últimos tiempos y que han sido muy utilizados para medir y valorar estos conceptos.

la pobreza en el mundo ensayo

Por ejemplo, en un país pobre, para participar en el mercado de trabajo quizá solo se requiera vestimenta y alimento, pero en las economías más ricas, tal vez se necesite además tener acceso a Internet, un vehículo y un teléfono celular. La línea se basa en una combinación de pobreza extrema (que es un valor fijo para todos) y una dimensión relativa de bienestar que difiere de un país a otro en función del nivel medio de consumo. En 2015, 2100 millones de personas eran pobres en relación con las sociedades en las que habitaban, esto es, el triple de los que vivían en la pobreza extrema.

Este ejercicio es notablemente valorado por quienes formulan políticas; la información sobre las variaciones que tienen lugar dentro de un país, puede dar forma a sus respuestas políticas. Asimismo, la variable de descomposición es necesaria para definir quiénes son los más pobres entre los pobres y cómo su situación va cambiando. El IPM es un ejemplo de medida que satisface la variable de descomposición, ya que puede desagregarse por cualquier subgrupo para el que los datos sean representativos. En la sección 4 la pobreza en la sociedad se presenta el IPM por regiones, grupos de países clasificados por nivel de ingresos, grupos de edad y discapacidades.

Razones hay muchas, pero, en definitiva, porque como seres humanos, nuestro bienestar está ligado al de los demás. La creciente desigualdad es perjudicial para el crecimiento económico y socava la cohesión social, aumentando las tensiones políticas y sociales y, en algunas circunstancias, provoca inestabilidad y conflictos. No obstante, diversos estudios realizados en varios países ofrecen evidencias de que los recursos no se distribuyen de manera equitativa dentro de los hogares.

El enfoque en el individuo significó el paso del concepto de desarrollo al concepto de «desarrollo humano». La comprensión y medición del desarrollo cambió de una única dimensión, es decir, los ingresos, a múltiples dimensiones, esto es, capacidades y libertades. Las múltiples dimensiones del desarrollo humano son flexibles, lo cual implica que cada contexto cultural y nacional puede tener un conjunto diferente de dimensiones relevantes (Sen, 2004). Por último, la formulación de políticas cambió drásticamente, ya que ahora está orientada a mejorar diferentes variables para promover el desarrollo humano, como por ejemplo la educación, la salud y las condiciones de vida, y no solo aumentar el nivel de ingresos de la economía. Ahora bien, la autogestión de la pobreza y en particular, la autogestión de los programas sociales, se caracteriza por ser una intervención básica de los pobres para regular y administrar la pobreza de la focopolítica, dicha estrategia se instrumenta con el propósito de que los pobres se hagan cargo de su pobreza y el Estado deje esta responsabilidad de lado (Álvarez, 2008).