A fines de 2015 se logró definir como meta de los ODS la reducción en un tercio de la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar. Economistas de la salud plantean que las inversiones de capital no dirigidas a NNA pueden ser entendidas como un «desvío de los recursos» desde el punto de vista de la eficiencia [13]. En este sentido, la intervención temprana en salud mental favorece el abordaje temprano de la sintomatología con mejores resultados que los obtenidos en la adultez. Complementariamente, el reporte de Políticas Públicas para la primera infancia desarrollado por la Universidad de Harvard, señala que las intervenciones dirigidas a niños/as expuestos a experiencias adversas en contextos de mayor vulnerabilidad es uno de los factores clave para el éxito de los programas focalizados en la infancia y la reducción del gasto en salud [14].
La extensión de la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades requiere de actividades de abogacía y educación de los responsables políticos, la sociedad civil y los proveedores de servicios, sobre la necesidad y conveniencia de los esfuerzos en promoción y prevención en salud y los beneficios sociales que pueden traer los mismos. La esquizofrenia sigue siendo una enfermedad crónica y discapacitante, tal como lo era hace un siglo. Sabemos que las intervenciones psicosociales, como el empleo con supervisión y la psicoeducación familiar, reducen las recaídas y pueden ayudar a los pacientes a lograr una vida en la comunidad.
A fin de evaluar la precisión de las estimaciones obtenidas, es pertinente considerar las herramientas de la estadística inferencial, a través de las cuales pueden efectuarse pruebas de contraste de hipótesis y llegar a conclusiones sobre si las diferencias observadas para distintas estimaciones o subgrupos de población son estadísticamente significativas dado un cierto nivel de confianza. No obstante lo anterior, esta información debe ser citada de manera precisa a través del uso de referencias o pie de fuente, de acuerdo a formatos estandarizados y adecuados al carácter de cada publicación. La Encuesta Casen es realizada regularmente por Ministerio de Desarrollo Social y Familia (antes Ministerio de Planificación, MIDEPLAN) desde el año 1987, cada 2 ó 3 la pobreza social años.
La alteración de las rutinas, la educación y el ocio, así como la preocupación de las familias por los ingresos y la salud, hacen que muchos jóvenes sientan miedo, rabia y preocupación por su futuro. Por ejemplo, una encuesta en línea realizada en China a principios de 2020, citada en el Estado Mundial de la Infancia, indicaba que alrededor de una tercera parte de los encuestados afirmaba sentirse asustado o ansioso. Debido a los confinamientos nacionales y a las restricciones de movimiento relacionadas con la pandemia, los niños han perdido un tiempo valioso de sus vidas lejos de la familia, los amigos, las aulas y los lugares de recreo, que son muy importantes durante la infancia. Incluso antes de la pandemia ya había demasiados niños abrumados por el peso de una serie de problemas de salud mental a los que no se les había prestado atención. No se está dando suficiente importancia a la relación entre la salud mental y las consecuencias que se producen más adelante en la vida”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.
Aun cuando las tasas descendieron luego del peak del año 2008, el suicidio continúa siendo una de las principales causas de muerte en población adolescente (Departamento de Estadística e Información de Salud DEIS, MINSAL, 2019). NUEVA YORK, 5 de octubre de 2021 – UNICEF advirtió hoy en su publicación más importante que los efectos de la COVID-19 sobre la salud mental y el bienestar de los niños y los jóvenes podrían prolongarse durante muchos años. “Debemos mirar cuáles son los desafíos que vienen, cuáles son las brechas que observamos desde las políticas públicas, desde el Estado y también los avances que se ha ido teniendo respecto a la inclusión de las personas con discapacidad en Chile”, dijo Flores. Con el Centro de Extensión de la Universidad Católica del Maule (UCM) en Curicó repleto, se llevó a cabo el seminario “Trayectorias de inclusión social de personas con discapacidad mental en contextos de pobreza y vulnerabilidad”, organizado por la Escuela de Trabajo Social y el Hogar de Cristo, donde también se habló del libro recientemente publicado “Del dicho al derecho” (DESCARGA AQUÍ).
Las intervenciones en estos ambientes exigen una respuesta multisectorial que involucren diversas disciplinas, como la medicina, la educación, la psicología, el trabajo social, la salud pública y la participación en la prestación de servicios. Dada la escasez de profesionales de todas las disciplinas en países de ingresos medio y bajo, la participación de personas de la comunidad native es esencial. Hay evidencia emergente de la eficacia de la delegación de funciones en las intervenciones de promoción de la salud mental por miembros capacitados de la comunidad(60). Muchas de las enfermedades crónicas de principios del siglo XX, como la lepra, la sífilis y hasta hace poco la tuberculosis y la poliomielitis, han llegado a ser tan raras como desconocidas para las nuevas generaciones de médicos.
Una inversión de recursos que destine al menos el 5% del presupuesto de salud pública a la salud mental, para de esta forma financiar servicios de prevención, promoción y tratamiento, desde una perspectiva de derechos que mejore la calidad de vida de las personas y sus familias, principalmente de los más pobres en nuestro país. En términos generales, entre mayo y junio un 22% de los participantes (30,5% mujeres, 13,4% hombres) presentó síntomas ansiosos y depresivos moderados a severos; la cifra subió a 25% (33,3% mujeres, 16,1% hombres) entre septiembre y octubre. Estos datos sugieren la necesidad de reforzar programas preventivos y de tratamiento en salud mental y enfatizar políticas sociales asociadas a las condiciones de vida de las personas. De esta manera, cuando los países o la comunidad internacional no priorizan la búsqueda de solución a los graves problemas de salud de las poblaciones más pobres están ignorando derechos humanos fundamentales. Los habitantes de los países más pobres sufren de más desnutrición, más infecciones, más SIDA, mayor mortalidad infantil y materna, menor acceso a medidas de planificación acquainted, and so on. Pero no pensemos sólo en países del tercer mundo o en el grave problema del SIDA que ha reducido tan significativamente la expectativa de vida en algunos países africanos.
Lamentablemente, la disaster política y social actual está agravando nuestra ya frágil salud mental debido a la violencia, la incertidumbre, el desempleo, mayores dificultades de acceso a la salud, el aumento de la polarización que trae el conflicto a nivel familiar y social, y la experimentación (y re-experimentación) de situaciones traumáticas. Si bien es muy reciente para cuantificar el impacto de la disaster en la salud mental a nivel país, el Ministerio de Salud ya ha reportado un aumento en 22 % de las licencias médicas por salud mental, llegando a las 6.000 diarias (Daza & Zuñiga, 2019). También se ha reportado un incremento importante en el número de consultas por trastornos mentales; un aumento, prácticamente al doble, del uso de medicamentos tranquilizantes o antidepresivos, y un incremento alarmante de personas que señalan que desearían poner término a su vida (Mañalich, 2019).
Por otro lado, para mejorar la provisión de los servicios, el plan incluye fortalecer la atención primaria, para garantizar la intervención en disaster de salud mental, otro punto importante para esta estrategia es la prevención del suicidio, según los números del Departamento de Estadística e Información de Salud (DEIS), 1.593 personas se suicidaron en 2020. Si nos centramos en los beneficios y dificultades del tratamiento en salud mental no hay duda de que necesitamos un enfoque diferente. En las últimas cinco décadas el tratamiento de la enfermedad mental ha sido dominado por el estudio de la acción de los fármacos disponibles. En retrospectiva, esto podría haber sido productivo si los fármacos hubieran atacado la fisiopatología de la enfermedad mental. Ciertamente, el estudio de la acción de la insulina ha sido útil para el desarrollo de nuevos enfoques para el tratamiento de la diabetes y la investigación sobre la farmacología de los lípidos ha sido de utilidad para la medicina cardiovascular.
Muchas cuestiones pueden estar involucradas, tales como factores genéticos, situaciones pasadas y experiencias actuales. Ante este escenario, la OPS/OMS, en colaboración con otros actores, ha estado respaldando a los países de la Región de las Américas en el diseño e implementación de estrategias orientadas a fortalecer el bienestar mental. 📚Si deseas profundizar en esta temática, te invitamos a leer nuestra noticia sobre la importancia de la salud mental y su concientización.
Esta teoría de la justicia considera además que las desigualdades sociales y económicas se justifican si otras alternativas de organización no son capaces de mejorar las expectativas de los más desfavorecidos de la sociedad. En mi estudio entrevisté principalmente individuos asociados a movimientos religiosos que hicieron mucho hincapié en la caridad como la principal manera de relacionarse con las personas pobres (ver recuadro metodológico). La caridad aquí no solo refiere a acciones sociales, sino que a una idea de compromiso social que recuerda a aquella noción la pobreza segun la onu de ‘deber público’ que pregonaba la elite tradicional en la época republicana. La caridad tiene como objetivo principal el ‘educar’, y esto puede manifestarse tanto a través de actos de filantrópicos (crear colegios para pobres, por ejemplo), como en las relaciones cotidianas (entre empleador y empleado, por mencionar una). El empresario que busca cumplir con su deber público u ‘optar por los pobres’, como decía Eliodoro Matte, también es considerado como caritativo, ya que no solo entrega oportunidades, sino que también puede fomentar la ética del trabajo entre sus trabajadores.
Existe evidencia contundente acerca de la relación entre factores de riesgo y de protección y el desarrollo de las enfermedades mentales(47). Tanto los factores de riesgo como los protectores pueden influir individual, acquainted y socialmente, y también en un nivel macro, mediante factores económicos y culturales. La limitada evaluación sobre la salud mental international que se ha realizado anteriormente no considera un progreso importante en diversas áreas. Para las enfermedades mentales más comunes disponemos actualmente de intervenciones médicas y psicosociales con eficacia probada en ensayos controlados aleatorios. Entre las excepciones se incluyen la anorexia nerviosa y el autismo, en las que todavía son escasos los ensayos controlados de gran escala que demuestren la eficacia de las intervenciones utilizadas actualmente.
Tutora del Postgrado de Psicología-UNAM, Directora de CDID y Editora de la Revista Científica de Psicología EUREKA-CDID. Psicóloga Clínica UC; Magíster en Psicología Clínica mención Psicología Analítica, Universidad Adolfo Ibáñez; Analista Junguiana, socia fundadora de la Sociedad chilena de psicología analítica (SCPA- IAAP); Directora, docente y supervisora clínica del Magíster en Psicología Clínica Junguiana, Universidad Mayor. Socia fundadora de la Sociedad Chilena de Psicología Analítica Junguiana SCPA y Directora de formación de analistas de la SCPA.